DERECHOS HUMANOS, GLOBALIZACION E INTERCULTURALIDAD

DERECHOS HUMANOS

Los derechos humanos inherentes a todos los seres humanos sin distinción alguna de
nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, religión, lengua o cualquier otra
condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna, estos
derechos son interrelacionado e interdependientes e indivisibles.

Los derechos humanos universales están contemplados garantizados por la ley, a través de los
tratados, el derecho internacional, consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del
derecho internacional. El derecho internacional de los derechos humanos, establece las
obligaciones que tienen los gobiernos de tomar medidas en determinadas situaciones o
abstenerse de actuar, esto con el fin de `promover y proteger los derechos humanos, libertades
fundamentales de los individuos o grupos.

GLOBALIZACION

La globalización es una nueva fase del desarrollo del capitalismo y es la expresión actual de una
tendencia permanente a favor de la concentración y centralización del capital, como lo predijo
Marx.

La globalización podría rendir beneficios esplendidos a la humanidad, si no fuera porque no está

concebida para ello, sino para servir a los intereses de las clases dominantes y aumentando la
explotación de los trabajadores en cada país y la explotación de los países del tercer mundo por las
potencias económicas mundiales.

Es por lo tanto pertinente relacionar la globalización con los Derechos Humanos.

INTERCULTURALIDAD

La interculturalidad tienes sus orígenes en Europa y Norteamérica, ya que permite el dialogo entre
las culturas en el ámbito especialmente lingüístico. Se trataba de evitar la imposición de un
lenguaje hegemónico sobre otras que no lo eran. Es una propuesta política orientada a resolver un
problema.

Parte del presupuesto que todas las culturas son incompletas; es decir universos inacabados de
significados que se recrean constantemente. Esta infinitud de las culturas hace imperativo un
dialogo intercultural que recoja tres aspectos:

- La tolerancia discursiva.
- La voluntad para incorporar los conocimientos alternativos.
- La preferencia por conocimientos suprimidos o marginalizados y por víctimas o pueblos
oprimidos.

La interculturalidad responde a una heurística y a una hermenéutica filosófica que parte de la

alteridad por la comprensión del mundo de pluralidades existenciarias con formas y contenidos
racionales y discursivos que deben ser puestos en un ejemplo de articulaciones lo suficientemente
complexo que no permitan la ausencia, la negación o la neutralidad voluntaria o consciente de
ninguna de las culturas. Todas son correlativas en este sentido, es decir en su forma y contenido
de estar presentes frente al otro, porque las culturas no son realidades puras ni abstractas,
desconectadas de sus actores materiales. Su heterogeneidad es lo que nutre el dinamismo interno
y externos en sus cambios.

No puede, ni debe entenderse, por interculturalidad confrontación de culturas, ni el abrirse de una

cultura a otra con el interés, expreso o tácito, de subsumirla o asumirla a su contextualidad. Se
trata de un reconocimiento interior de las culturas y sus propias “lógicas” discursivas; al derecho
de construir sus contextos desde si misma con sus analogías y contradicciones; de no arriesgar su
libertad de acción y de creación mítica, mágica, científica o técnica. Lo que la filosofía y el dialogo
intercultural buscan es conjugar el mundo de una visión de la existencia cuya totalidad no sea
opresora y el saber sea un saber contextual que parta de la experiencia de los sujetos. Es por esta
razón que R. Fornet-Betancourt (2001, p.257) considera que “hay, por tanto, un saber practico de
la interculturalidad como experiencia que hacemos en nuestras vidas cotidianas en tanto que
contextos prácticos estamos compartiendo vida e historia con el otro. Se trataría entonces de
cultivar ese saber practico de manera reflexiva, y con un plan para organizar nuestras s
alternativamente desde él, para que la interculturalidad se convierta realmente en una cualidad
activa de todas nuestras culturas.”