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HECHOS
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SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA DE CAPITAL VARIABLE, mediante
escrito libre presentado ante la autoridad demandada en fecha 20 de septiembre
de 2021, solicité a la Dirección General del Centro SCT Quintana Roo,
dependiente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la expedición
del permiso de alta para operar y explotar los servicios de pasaje en su
clasificación de transportación terrestre de pasajeros, de y hacia los puertos
marítimos y aeropuertos, para 82 vehículos automotores; teniendo como punto
de origen o destino el Aeropuerto Internacional de Cancún, para lo cual
acompañé al referido escrito de toda la documentación que se requiere para el
trámite correspondiente, como más adelante se detallará. Dicha solicitud fue
recibida por el C. Francisco González, Jefe del Departamento de Autotransporte
Federal, adscrito a la autoridad demandada, para lo cual se anexa adjunto al
presente escrito de demanda, la recepción con puño y letra del servidor público
citado.
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empleo, cargo o comisión, por lo que deben conocer y cumplir las disposiciones
que regulan el ejercicio de sus funciones, facultades y atribuciones a lo que
concluí diciéndoles que promovería todas las acciones legales a mi alcance para
revertir acto tan temerario e ilógico de su parte y sali de la sala de juntas.
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6) 8624435, 7) 8624451, 8) 8624541 y 9) 8624542.
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área de transporte de las oficinas administrativas de la ciudad
de Cancún, Quintana Roo.
Las pruebas ofrecidas se relacionan con todos y cada uno de los hechos
expuestos en el presente escrito de denuncia y sirvan para acreditar la violación
procedimental expuesta, así como la procedencia de la responsabilidad
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administrativa de las autoridades que intervienen en el procedimiento del trámite
de Expedición de permiso y/o alta de vehículos para la prestación del servicio de
autotransporte federal de pasajeros, turismo y transporte privado de personas,
contenido en el MANUAL DE PROCEDIMIENTOS TIPO PARA CENTROS SCT,
con vigencia noviembre del 2018, siendo el área responsable la Dirección de
Trámites y Servicios de Autotransporte Federal Centros SCT (Departamentos de
Autotransporte Federal).
De lo anterior me permito hacer un análisis y señalar las violaciones que tuvo la autoridad
denunciada en mi contra:
PRIMERO. Es muy importante hacer notar que se cumplieron con todos los requisitos que
establece la ley para dicha solicitud, por lo que la solicitud formulada, se presentó
debidamente requisitada, sin embargo el actuar de la autoridad esta fuera de todo alcance
normativo ya que su actuar no es conforme a lo que las leyes, reglamentos y demás
disposiciones jurídicas les atribuyen a su empleo, cargo o comisión, por lo que no cumplió las
disposiciones que regulan el ejercicio de sus funciones, facultades y atribuciones, así como no
se conduce con rectitud al dejarme en un limbo jurídico beneficiando con esto a los prestadores
de servicio existentes, no satisfaciendo el interés colectivo y beneficiando con ello solo a los
pocos que prestan el servicios solicitado con lo que no se respetan los derechos humanos de la
persona moral que represento esto en el sentido de que la Constitución le reconoce derechos
humanos a las personas morales, pero solo aquellos que sean necesarios para la realización de
sus fines, para proteger su existencia, identidad y el libre desarrollo de su actividad situaciones
que la autoridad violenta con sus acciones al declarar la improcedencia de mi tramite bajo
supuestos absurdos no apegados a una seguridad jurídica hacia mi mandante, no preservando
el interés superior de las necesidades colectivas por encima de intereses particulares.
Esto es así puesto que la autoridad demandada, emitió el acuerdo identificado con el número
SCT.6.22.1.158/2021, en el que determinó que son improcedentes las precapturas de trámite
por internet 8620232, 8624718, 8624589, 8624210, 8624255, 8624435, 8624435, 8624451,
8351541 y 8324542; y no a si mi solicitud en escrito libre que es la acción principal de mi
actuar ante dicha autoridad demandada, por lo que la autoridad emisora omite analizar la
solicitud principal transgrediendo los principios de exhaustividad, congruencia y legalidad; a hora
bien, en el supuesto sin conceder que los preregistros fueran mi solicitud principal, la autoridad
fue omisa en resolver la totalidad de los preregistros por lo que es evidente que la solicitud no
fue atendida en su integridad por lo que se presume que la autoridad demandada no fue
exhaustiva y congruente en su análisis y no fundamenta, ni motiva su actuar; con lo que no
observar los principios de disciplina, legalidad, objetividad, profesionalismo, honradez, lealtad,
imparcialidad, integridad, eficacia y eficiencia que rigen el servicio público.
A mayor detalle, se enuncian los preregistros presentados como anexo a mi solicitud y lo que
resolvió la demandada en cada uno de ellos, acreditando así la omisión de la autoridad
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demandada y el evidente estado de indefensión en el que me situó frente a su ilegal resolución:
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septiembre del 2021, y recibida por el Departamento de Autotransporte Federal del Centro SCT
Quintana Roo, a través de Francisco González, Jefe del Departamento, de dicha área. Respecto
de la cual, posteriormente, en fecha 12 de octubre del 2021, me fue entregado el oficio que por
esta vía se impugna, a través del cual la demandada resolvió -como se ha insistido- “que
resultaron improcedentes” las solicitudes con precaptura de trámite por internet 8620232,
8624718, 8624589, 8624210, 8624255, 8624435, 8624435, 8624451, 8351541 y 8324542. De
lo anterior se concluye que la demandada transgredió lo dispuesto en la Ley Federal de
Procedimiento Administrativo, la cual en los preceptos que se transcriben establece:
“Artículo 1.- Las disposiciones de esta ley son de orden e interés públicos, y se
aplicarán a los actos, procedimientos y resoluciones de la Administración Pública
Federal centralizada, sin perjuicio de lo dispuesto en los Tratados Internacionales
de los que México sea parte.
En ese tenor, de los preceptos invocados, resulta evidente que la autoridad demandada
transgredió el procedimiento normativamente aplicable, puesto que debió prevenir a mi
representada, por escrito y por una sola vez, para subsanar el supuesto error señalado, no
debiendo declarar anticipadamente la improcedencia del trámite, argumentando que no se
cumplió con las pólizas de seguro. Asimismo, de ninguna manera invoca preceptos legales que
funden y motiven su actuar ya que declara improcedente por una situación que no se encuentra
prevista por la norma y que no tiene facultades para analizar una póliza fuera de lo que la
misma norma señala como requisito para la emisión del permiso que se pretende.
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no se cumplió y por el cual declara improcedente el trámite, por lo que la omisión de
apegarse al procedimiento para emitir la resolución que se impugna, se evidencia una
responsabilidad administrativa que por este medio solicito se determine y se impongan
las medidas que señala la Ley General de Responsabilidades Administrativas.
Los fundamentos no son acordes con la motivación del acto, toda vez que, para toda autoridad
es una obligación y garantía constitucional que funde y motive debidamente su actuar en
términos del artículo 16 Constitucional y arábigo 3, fracción V, de la ley Federal de
Procedimiento Administrativo, que a la letra establecen:
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Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles
o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente,
que funde y motive la causa legal del procedimiento.
(…)
QUINTO. Más aún no se señala la facultad de analizar la póliza como lo efectúa la demandada
ya que la norma sólo le autoriza en lo que le corresponde a dicha autoridad y esta va más allá
de sus facultades y competencia; reiterando, que mediante la solicitud señalada en escrito libre,
se exhibieron todos los documentos descritos en dicha solicitud, en cumplimiento al artículo 7°
del Reglamento de Autotransporte Federal y Servicios Auxiliares, como ha sido señalado; en
ese sentido, y específicamente el artículo 7 fracciones VIII y IX del Reglamento específicamente
por cuanto a las pólizas de seguro establece lo siguiente en sus fracciones VIII y IX:
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Lo que la norma señala es que la autoridad debe revisar que cuente con las pólizas de seguro
de responsabilidad civil por daños a terceros vigente y Póliza del seguro de viajero en los
términos del reglamento respectivo, sin mayor abundamiento y análisis; cosa que la autoridad
demandada realiza más allá de sus facultades y si fuera el caso de analizarlas, la
demandada no funda su competencia ni funda ni motiva su actuar ya que el Reglamento es
muy claro se debe contar con póliza de responsabilidad civil por daños a terceros
VIGENTE y Póliza del seguro de viajero, EN LOS TÉRMINOS DEL REGLAMENTO
RESPECTIVO, a lo que la autoridad no señala que reglamento es con el que se debe hacer el
estudio de su análisis y competencia, Y MÁS AÚN NO ES MOTIVO SUFICIENTE PARA
DECLARAR IMPROCEDENTE LA SOLICITUD DE PERMISOS, PUES COMO SE HA
MENCIONADO, EN TODO CASO, DEBIÓ REQUERIR PREVIAMENTE Y NO DECLARAR
IMPROCEDENTE COMO ACONTECIÓ, de manera discrecional; pólizas que fueron
presentadas en mi escrito libre de solicitud y cumplen lo señalado por dicho precepto legal de un
simple análisis de las mismas; por lo que, se tiene como consecuencia que la omisión de
apegarse al procedimiento para emitir la resolución que se impugna, se evidencia una
responsabilidad administrativa que por este medio solicito se determine y se impongan las
medidas que señala la Ley General de Responsabilidades Administrativas.
SEXTO. Que la demandada violenta el supuesto del artículo 3 fracción V, VII y IX de la Ley
Federal de Procedimiento Administrativo, ya que se puede observar de la lectura del acto
demandado del cual se solicita se declare su nulidad, que el mismo no está expedido
sujetándose a las disposiciones relativas al procedimiento administrativo y fue expedido con
dolo con el fin de negar el trámite y por otro lado incongruentemente la misma autoridad que me
dictaminó improcedente el trámite, como el Subdirector de Transporte, como el Jefe de
Departamento y personal adscrito a dicha área como lo es Josué Medina Rovelo, me entregaron
el permiso de alta de los 82 vehículos; situación, donde se ve observa un dolo, el cual consiste
en causar intencionalmente el resultado típico, de no otorgar el permiso a pesar de haber
cumplido con totos los requisitos, por lo que la demandada al tener el conocimiento y conciencia
de la antijuridicidad del hecho ya que como deje observado con anterioridad, declara
improcedente mi tramite (y no previno a mi representada), a sabiendas que debe observar los
principios de diciplina en el desempeño de su empleo, como lo es el de legalidad, objetividad,
profesionalismo, honradez, lealtad, imparcialidad, integridad, eficacia y eficiencia que rigen el
servicio público, por el contrario con la resolución se olvida totalmente de los principios que los
rigen como servidores públicos y con su actuar al entregarme lo negado en su resolución,
(placas, tarjetas de circulación y permiso de alta de las 82 unidades vehiculares); haciendo muy
notorio con la presente demanda de nulidad que el dolo con el que actúa la autoridad a
sabiendas que el acto administrativo es válido hasta en tanto su invalidez no haya sido
declarada por autoridad administrativa o jurisdiccional, por lo que el acto administrativo
demandado es válido, eficaz y exigible a partir de que surta efectos la notificación legalmente
efectuada, razón y motivo por la cual promoví la demanda de nulidad por el absurdo actuar de
las autoridades, esto en el sentido de que el actuar de las autoridades no fue exhaustiva,
congruente y el cual está plagado de irregularidades; irregularidades que señalo y de las cuales
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no se pretende obtener mediante tales conductas beneficios a favor de mi representada, por tal
motivo los señalo y los hago valer; por lo que no se observa se apegue la demandada al
procedimiento de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, y se observa un dolo al
declarar improcedente el trámite por una situación absurda sin fundamento y más aún me
entrega los bienes para operar el servicio solicitado, apegándose esta persona moral a la norma
correspondiente; por lo que, se tiene como consecuencia que la omisión de apegarse al
procedimiento para emitir la resolución que se impugna, se evidencia una responsabilidad
administrativa que por este medio solicito se determine y se impongan las medidas que señala
la Ley General de Responsabilidades Administrativas.
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únicamente constriñe a que la ley de que se trate contenga los elementos mínimos y necesarios
para hacer valer el derecho del interesado y evitar así, que se generen actitudes arbitrarias por
parte del poder público.
Conforme a ello, la seguridad jurídica se erige como uno de los ejes rectores que regulan la
interacción entre el Estado y los gobernados, debido a que, en tanto los dispositivos legales se
revistan de certeza, posibilitaran a los particulares conocer las facultades y aptitudes que se le
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permitieron a la autoridad, ello con la finalidad de evitar la actualización de conductas arbitrarias
o desproporcionadas y excesivas y, en el supuesto de suscitarse, los ciudadanos tengan la
certeza de hacer valer sus derechos. Derivado de lo anterior, es posible advertir que una
manifestación del principio de seguridad jurídica lo constituye la confianza legítima, debido a
que se vincula directamente con la relación suscitada entre la autoridad y el gobernado, es
decir, entre los intereses públicos y los particulares; Ahora, la confianza legítima, como
manifestación del principio de seguridad jurídica y en atención a las características de todo
Estado democrático, adquiere diversos matices dependiendo de si se pretende invocar frente a
actos administrativos o a actos legislativos. En efecto, el principio de confianza legítima tuvo sus
orígenes en la existencia de actos de la administración en los que había concedido
determinados derechos o, en su caso, había tolerado conductas no reguladas expresamente
durante un periodo de tiempo o, en otros supuestos, había incurrido en un silencio
administrativo —respecto de tales conductas— por tiempo indefinido ante peticiones de los
particulares y, posteriormente, de forma intempestiva y sin normas jurídicas que sirvieran de
fundamento para ello, la administración cambió de parecer y modificó el acto anteriormente
emitido y prohibió la conducta que no tenía regulación y que había sido tolerada.
En otras palabras, la confianza legítima protege la situación de los interesados cuando hayan
actuado —con base en la esperanza o expectativa que la propia autoridad administrativa le
indujo— en la estabilidad de que su actividad puede mantenerse legalmente, por haber sido
consentida.
En ese sentido, puede afirmarse que la confianza legítima encuentra íntima relación con un
diverso principio aplicable a los actos administrativos, que es el de irrevocabilidad unilateral
de las resoluciones favorables, el cual halla su confirmación legislativa en los artículos
2°, último párrafo; 13, fracción III, ambos de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo, de los cuales se advierte que la cuando administración pública federal —
incluidas las autoridades fiscales— pretenda la modificación o nulidad de una resolución
favorable a un particular, deberán promover juicio contencioso ante el Tribunal Federal
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de Justicia Fiscal y Administrativa; aunado a lo anterior, es imperativo señalar que la
confianza legítima es un mecanismo por medio del cual se protege una legítima, fundada y
objetiva expectativa creada por la autoridad administrativa mediante sus actos; sin embargo, un
elemento indispensable que debe tomarse en consideración al momento de estudiarse si se ha
transgredido o no ese principio, es la ponderación que al respecto se efectúe entre los intereses
públicos o colectivos frente a los intereses particulares, siendo importante señalar que la
emisión del permiso de alta como lo señala textualmente el MANUAL DE PROCEDIMIENTOS
TIPO PARA CENTROS SCT, con vigencia noviembre del 2018, en su procedimiento de trámite
de Expedición de permiso y/o alta de vehículos para la prestación del servicio de autotransporte
federal de pasajeros, turismo y transporte privado de personas, en su OBJETIVO
ESTRATÉGICO se señala: Incentivar la competitividad de los servicios de autotransporte
federal para ampliar su participación en la actividad económica nacional, que responda a
las expectativas de los agentes económicos e inversionistas, se observa que se beneficia
la sociedad con la emisión de este tipo de permisos, el acto de autoridad podrá modificarse ante
una imperante necesidad del interés público siempre y cuando sea una resolución favorable al
particular y se a través del juicio de lesividad, y cuando la resolución no sea favorable contraria
a los intereses del particular aplica promover el recurso correspondiente y quien debe declarar
la nulidad corresponde al superior jerárquico de la autoridad que lo haya emitido, salvo que el
acto impugnado provenga del titular de una dependencia, en cuyo caso la nulidad será
declarada por el mismo, o en su caso se deberá promover el juicio de nulidad, por lo que hace a
ambos casos recurso de revisión o juicio de nulidad lo deberá promover el particular esto en
términos del artículo 5, 6 , 7, 19, 27, 83 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, por
lo que la autoridad denunciada no podrá cambien el sentido de su fallo de improcedencia a mi
solicitud, hasta en tanto lo realicé mi representada y obtenga la nulidad de dicho acto.
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con el fin de tutelar meras expectativas de derecho, pues aun cuando no existiera
una norma que regulara determinadas conductas o circunstancias (derecho
objetivo) la autoridad administrativa ya había emitido previamente un acto en el
que reconocía a un particular la posibilidad de gozar de una prerrogativa o de
realizar una conducta o, en su caso, la había tolerado o mantenido un silencio
(respecto de una petición relacionada con ella) durante un tiempo prolongado,
generando con ello la confianza en que la situación se mantendría. Por tanto,
tratándose de actos de la administración, la confianza legítima debe entenderse
como la tutela de las expectativas razonablemente creadas en favor del
gobernado, con base en la esperanza que la propia autoridad le indujo a partir de
sus acciones u omisiones, las cuales se mantuvieron de manera persistente en el
tiempo, de forma que generen en el particular la estabilidad de cierta decisión, con
base en la cual haya ajustado su conducta, pero que con motivo de un cambio
súbito e imprevisible, esa expectativa se vea quebrantada. Sin embargo, un
elemento indispensable que debe tomarse en consideración al estudiarse si se ha
transgredido o no esa figura, es la ponderación efectuada entre los intereses
públicos o colectivos frente a los intereses particulares, pues el acto de autoridad
podrá modificarse ante una imperante necesidad del interés público. En ese orden
de ideas, puede afirmarse que la confianza legítima encuentra íntima relación con
el principio de irrevocabilidad unilateral de los actos administrativos que contienen
resoluciones favorables, el cual halla su confirmación legislativa en los artículos
2o., último párrafo y 13, fracción III, ambos de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, así como en el diverso 36 del Código Fiscal de la
Federación, de los cuales se advierte que cuando la administración pública federal
(incluidas las autoridades fiscales) pretenda la modificación o nulidad de una
resolución favorable a un particular, deberá promover juicio contencioso ante el
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.
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José Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz Luna Ramos y Eduardo
Medina Mora I.; votó con salvedad Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: José
Fernando Franco González Salas. Secretario: Joel Isaac Rangel Agüeros.
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procedimiento de lesividad para corregir los errores que estime que en aquélla se
cometieron, aun cuando no se acredite que se causó un daño al Estado, pues
dicho acto, por sí mismo, le ocasiona una lesión jurídica, ya que al ser contraria a
la ley, no puede engendrar derechos ni producir consecuencias jurídicas válidas.
Criterios contendientes:
3. Se impongan las sanciones Administrativas que procedan contra los servidores públicos que
interviene en el trámite señalado y en su caso las medidas cautelares correspondientes.
PROTESTO LONECESARIO
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ANA PATRICIA ALTAMIRANO SÁNCHEZ
GERENTE DE ADMINISTRACIÓN, CABSI, SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA DE
CAPITAL VARIABLE.
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