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Ritmos Circadianos en Vegetales

Puede que no duerman ni sueñen, pero las plantas tienen ciclos día-noche al igual que

los animales. Sus cronómetros internos les dicen cuán largos son los días, ayudándolas

a controlar la fotosíntesis y la floración. Ahora, una nueva investigación del

laboratorio de Nam-Hai Chua en la Universidad Rockefeller, ha identificado una nueva

función para la proteína SPA1, demostrando su implicación en el ajuste del reloj

interno de una planta con respecto al nivel de luz de su entorno.

En muchos organismos un reloj corporal interno mantiene un ciclo de veinticuatro


horas (un ritmo circadiano), que dicta cuándo dormir y cuándo comer. El ritmo
circadiano de las plantas les dice en qué estación están y cuándo es la mejor ocasión
para florecer, atrayendo así a los insectos que deben polinizarlas. Las plantas ajustan
sus relojes detectando el ciclo de la luz, y el equipo de Chua encontró que una proteína
auxiliar, llamada SPA1, es importante para mantener ajustado el reloj interior. Cuando
cultivaron plantas de Arabidopsis con una proteína SPA1 mutada, las plantas
florecieron temprano, produciendo retoños y flores semanas antes de que lo hicieran
las plantas de tipo silvestre.

La regulación del inicio de la floración en respuesta a la longitud del día es favorecida


por la interacción de la luz con el sistema del cronometro circadiano de los vegetales.
Las plantas detectan la luz con una serie de proteínas, una de las cuales, la denominada
PhyA, es regulada por la SPA1.

La proteína PhyA conecta la detección de la luz con el sistema del reloj circadiano e
influye directamente sobre cuándo florece la planta. Pero el hallazgo de Chua sugiere
que la SPA1 normalmente reprime la función de la PhyA, impidiendo que la planta
florezca, hasta que llega el momento correcto. Los investigadores sabían que la SPA1
regulaba negativamente a la PhyA inmediatamente después de la germinación, pero
ignoraban si desempeñaba algún papel especial en las plantas adultas. Los nuevos
resultados demuestran que la SPA1 es importante en las plantas adultas para regular
la PhyA y el período circadiano. Cuando la SPA1 es mutada, las plantas florecen
precozmente, y su ciclo reproductor completo se ve afectado.
A la izquierda, planta silvestre, a la derecha una con el gen SPA1 mutado. (Foto:
Rockefeller U.)
 

La investigación tiene aplicaciones claras en la agricultura. Una mejor comprensión de


los ritmos circadianos de las plantas podría ayudar a los campesinos a obtener
cosechas muchísimo mayores, y a proteger mejor la productividad de los cultivos
frente a pérdidas masivas provocadas por una meteorología adversa.

Fuente: http://www.solociencia.com/quimica/06111703.htm

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