Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ESCUELA DE POSGRADO
NEUROPSICOLOGÍA
AUTORES
La evolución del sueño a lo largo de la vida del individuo parece estar muy
relacionada con el desarrollo y maduración del Sistema Nervioso. En el humano, los
primeros estudios ontogenéticos, es decir del desarrollo, de los diferentes estados
de vigilancia fueron realizados por Roffwarg y sus colaboradores en 1966. A partir
de entonces, se han sugerido diversas funciones importantes para los distintos
estados o fases del sueño y en particular para el sueño de SMOR, que juega un
papel importante en los procesos de desarrollo cerebral, de aprendizaje y memoria y
en la plasticidad neuronal.
Actualmente se tiene muy en claro que debe considerarse la relación entre los
distintos tipos de sueño, los controles homeostáticos y circadianos del sueño, así
como la fenomenología onírica relativa a estos estados.
El estudio conjunto de los ritmos biológicos del sueño, arquitectura del sueño,
ontogenia y la fisiología del sueño es fundamental para comprender cómo
evoluciona nuestro sueño a lo largo de la vida y cómo se lleva a cabo este proceso
esencial para el funcionamiento humano. Al explorar la interacción entre estos
aspectos, podemos obtener una visión más completa y profunda de la importancia
del sueño en nuestra vida cotidiana y en nuestro bienestar a largo plazo.
DESARROLLO
Acciones de la melatonina
El control del ritmo circadiano es ejercido por el núcleo supraquiasmático, que está
sincronizado por la luz ambiental y sincroniza el resto del organismo mediante la
síntesis rítmica de melatonina. Recíprocamente, la melatonina puede actuar sobre el
núcleo supraquiasmático favoreciendo su resincronización ante cambios
ambientales. Los altos niveles de melatonina en sangre informan que es de noche a
los órganos y tejidos y ayudan a organizar los ritmos homeostáticos.
La estructura que actúa como marcapasos central es el NSQ, que coordina todos
los ritmos circadianos. El NSQ está situado a ambos lados del III ventrículo y por
detrás del quiasma óptico. Está formado por neuronas que principalmente sintetizan
GABA, pero también péptido intestinal vasoactivo (PIV), péptido liberador de
gastrina y el neuropéptido arginina-vasopresina3.
Los relojes periféricos funcionan igual que el NSQ y están repartidos en diferentes
órganos y tejidos: córtex cerebral, hígado, riñón, corazón, piel y retina. Estos relojes
actúan de forma autónoma, pero para mantener su ritmo necesitan estar en
contacto con el NSQ.
La ritmicidad de las neuronas del NSQ y de los relojes periféricos depende de los
denominados genes reloj: Clock, Bmall, Per1, Per2, Per3, Cry1 y Cry24.
Las vías de entrada del sistema circadiano son tres, y envían información al NSQ.
La vía principal es el tracto retinohipotalámico, formado por axones de una
subpoblación de células ganglionares de la retina que no intervienen en la formación
de imágenes y que contienen un pigmento llamado melanopsina. Los
neurotransmisores liberados en este tracto son el glutamato y el polipéptido del
adenilato ciclasa de la pituitaria (PACAP)
La segunda vía llega de forma indirecta, desde la retina al tálamo y de aquí al NSQ,
por el tracto geniculohipotalámico. Los neurotransmisores en esta vía son el GABA y
el neuropéptido Y.
La tercera aferencia al NSQ llega desde los núcleos del rafe medio y del rafe dorsal
del mesencéfalo. El neurotransmisor utilizado es la serotonina.
Una de las proyecciones de salida mejor conocidas es la vía multisináptica que llega
a la glándula pineal, responsable de la síntesis de melatonina. Su síntesis tiene una
doble regulación: la estimulación noradrenérgica del NSQ y la acción directa
inhibidora de la luz.
Los cambios en el cuerpo y los factores ambientales pueden hacer que los ritmos
circadianos y el ciclo natural luz-oscuridad no estén sincronizados; por ejemplo: las
mutaciones o los cambios en ciertos genes pueden afectar los relojes biológicos; el
desajuste horario o el trabajo por turnos cambia el ciclo luz-oscuridad, la luz de los
dispositivos electrónicos en la noche puede confundir los relojes biológicos.
Estos cambios pueden causar trastornos del sueño y producir otras afecciones
médicas crónicas, como obesidad, diabetes, depresión, trastorno bipolar y trastorno
afectivo estacional.
Cambio de turno
Jet lag
Se produce por una ausencia de sincronización del marcapasos biológico con los
sincronizadores externos, fundamentalmente la luz, que ocasiona un ciclo sueño-
vigilia superior a 24 horas. Esto provoca un progresivo retraso (1-2 horas al día)
en la hora de acostarse y de levantarse.
EL CICLO DE VIGILIA-SUEÑO
El fenómeno del sueño va más allá del ritmo circadiano. Observando su evolución
en la filogenia se encuentra que en la mayoría de las especies es ultradiano; la
ontogenia, en cambio, muestra que en el individuo humano es circadiano,
principalmente, para adultos jóvenes. Por otra parte, el sueño está constituido al
menos por dos estados bien diferenciados, el sueño lento (SL y sus etapas) y el
sueño paradójico (SP o REM), que alternan en una noche de sueño varias veces,
constituyendo un ritmo intrínseco ultradiano. En esquema, entidades como el
cerebro basal anterior (basal forebrain) será quien proporcione el marco para el SL,
en tanto que el tegmento pontino dorsolateral será responsable de las
características expresiones del SP.
El sueño emerge como un conjunto o constelación de cambios fisiológicos, rítmicos,
en el que participan dife rentes sistemas del organismo regulados por el sistema
nervioso central ( SNC).
La vigilia
La vigilia posee diversas características que le son propias y entre las que se
encuentran el control homeostático de diversas funciones vitales (cardiovasculares,
respiratorias,endocrinas, etc.).
Las fases del sueño según lo anterior son la fase No REM, que se caracteriza por
movimientos oculares no rápidos y relajación muscular; y la etapa de sueño REM,
con movimiento ocular rápido y que se caracteriza por ser la fracción más
reparadora del sueño, donde existe presencia de actividad de ondas cerebrales no
sincronizadas, tono muscular ausente y aumento de movimientos oculares rápidos
La estructura está caracterizada por las fases del sueño y pueden verse afectadas
por la salud del individuo y por la interacción con el entorno. Los medicamentos
antidepresivos reducen el sueño REM y las benzodiacepinas acortan o suprimen la
fase III y IV.
La arquitectura del sueño nos permite producir una imagen de cómo se ve nuestro
sueño en el transcurso de una noche, teniendo en cuenta las distintas
profundidades del sueño, así como la excitación a la vigilia.
Comprender la arquitectura del sueño es fundamental para evaluar la calidad y la
salud del sueño de una persona.
Según los cambios en el EEG se establecen distintos estadios del sueño, que se
distinguen por su nivel de profundidad y variación en los movimientos oculares
rápidos.
Estadio I NREM.
Representa la transición entre vigilia y sueño y se caracteriza por actividad
electroencefalográfica de tipo Theta (4,5-7,5 Hz). Suele durar poco tiempo y
no llega a ocupar más del 5% del tiempo total de sueño (Colrain, 2005;
Sánchez-Planell y Loran, 1991). En los casos de sueño fragmentado, se
produce un aumento de la duración y frecuencia de esta fase a lo largo de la
noche.
Estadio II NREM.
Se considera el primer estadio de sueño reconocible y se caracteriza por con
“Husos del sueño” (ondas electroencefalográficas de 7-15 Hz), de 1-2
segundos de duración, entre la actividad general de tipo delta (4-7Hz). En
esta fase aparecen también ondas llamadas “Complejos K” (ondas lentas
bifásicas de amplitud elevada) que reflejan la actividad sináptica y neuronal
sincronizada entre el tálamo y el córtex (McCornick y Westbrook, 2013).
Ocupa aproximadamente el 50% del tiempo total de sueño (Colrain, 2005;
Sánchez-Planell y Loran, 1991). Durante esta segunda fase, se eleva el
umbral del despertar, por lo que resulta más complicado que el sueño se vea
interrumpido con respecto a la fase anterior.
Estadios III NREM y IV NREM.
Se considera la fase de sueño profundo y se caracteriza por ondas
electroencefalográficas lentas de tipo Delta (0,5-3Hz), de gran amplitud. No
hay movimientos oculares y persiste el tono muscular, aunque menor que en
estadios anteriores. Constituye un 15-25% del tiempo total de sueño.
Sueño REM.
Representa un tiempo de activación cortical, relacionado con una transición a
una frecuencia electroencefalográfica rápida de alto voltaje con ondas Alpha
(8-13 Hz). Durante esta fase, que suele presentarse por primera vez tras
aproximadamente 90 minutos del inicio del sueño, se produce atonía
muscular generalizada, con excepción del diafragma y músculos
oculomotores. También se pueden presentar fenómenos vegetativos como
aumento del pulso, de la presión arterial, alteraciones respiratorias
(hipopneas y apneas) y suspensión de la termorregulación, entre otras.
Constituye alrededor del 20-25% del sueño total (McCarley, 2011). Durante
este estadio ocurre la mayoría de la actividad onírica (Sánchez-Planell y
Loran, 1991)
La latencia del sueño No REM es definida como el tiempo que tarda una persona en
lograr una transición desde la vigilia total al sueño, es decir, desde que la persona
entra a la etapa N1 de la fase No REM hasta que alcanza su primer sueño REM. Es
por esto, que cuando en algún estudio se señala que la latencia del sueño es alta,
normalmente se sugiere que la persona puede tener dificultades para conciliar el
sueño, lo que indica insomnio.
El sueño es un estado dinámico, de tal forma que el EEG muestra una sucesión
bien ordenada y cíclica de frecuencias y amplitudes de ondas. Todavía se nos
escapa el significado de cada uno de los estadios que relataremos y que están
basados, además, en relaciones bien caracterizadas con variables fisiológicas
diversas.
La estructura del sueño muestra cambios notables relacionados con el ciclo de vida
de un individuo. Por ejemplo, un ser humano al nacer requiere dormir durante un
promedio de 16 horas; esta cantidad va disminuyendo, y ya en la juventud se
requieren unas ocho horas, mientras que en la vejez se reduce aún más y los
patrones de distribución temporal también se ven afectados con la edad. Esta
evolución de los patrones del sueño a lo largo de la vida del individuo se conoce
como ontogenia del sueño. Cada una de las diferentes etapas de la vida humana
está marcada por cambios en los patrones de sueño y la cantidad que es necesaria
para la integridad del individuo, estas etapas son las siguientes: (Duran, Miranda y
Cintra, 2013).
SUEÑO PRENATAL
Una vez que el bebé nace, continúa experimentando patrones de sueño y vigilia
distintivos durante la etapa neonatal. Los recién nacidos duermen la mayor parte
del día, aproximadamente entre 16 y 18 horas, aunque estos períodos de sueño
pueden ser cortos y fragmentados.
Los recién nacidos duermen una gran parte del día, aproximadamente entre 16 y
18 horas en total. Sin embargo, estos períodos de sueño suelen ser cortos y
fragmentados, lo que significa que los bebés se despiertan varias veces durante
el día y la noche.
SUEÑO IRREGULAR
SUEÑO ACTIVO
SUEÑO REM
RITMO CIRCADIANO
En los recién nacidos, el sueño puede ser afectado por diversos factores, como
el hambre, la incomodidad debido al pañal mojado o sucio, el frío o el calor
excesivo, y la necesidad de contacto y consuelo de los padres.
EL SUEÑO EN LA PUBERTAD Y ADOLESCENCIA
INSOMNIO
TECNOLOGÍA Y PANTALLAS
CANTIDAD DE SUEÑO
CANTIDAD DE SUEÑO
En general, los adultos necesitan entre 7 y 9 horas de sueño por noche para
sentirse descansados y funcionar óptimamente durante el día. Sin embargo, las
necesidades de sueño pueden variar según el individuo y pueden verse
influenciadas por factores como la actividad física, la salud mental y el nivel de
estrés.
A medida que las personas envejecen, es común que experimenten cambios en sus
patrones de sueño y en la calidad del descanso. A continuación, exploraremos
algunos aspectos clave del sueño en la senectud:
DESPERTARES NOCTURNOS
Con la edad, el ritmo circadiano, o el "reloj interno" que regula los ciclos de
sueño y vigilia, tiende a desplazarse hacia un horario más temprano. Esto
significa que los adultos mayores pueden sentirse más somnolientos en las
primeras horas de la tarde y más propensos a despertarse temprano en la
mañana.
El sueño se divide en dos fases principales: sueño REM (movimiento rápido de los
ojos) y sueño no REM (sueño sin movimientos oculares rápidos). Cada una de estas
fases se compone de varias etapas que se alternan durante la noche en ciclos de
aproximadamente 90 a 120 minutos.
SUEÑO NO REM
SUEÑO REM
Durante esta fase, la actividad cerebral se asemeja a la vigilia, y los ojos se mueven
rápidamente bajo los párpados cerrados. El sueño REM está asociado con una
mayor actividad del sistema límbico, lo que lo convierte en una etapa crítica para la
consolidación de la memoria y el procesamiento emocional.
REGULACIÓN DEL SUEÑO
Existen diversos trastornos del sueño que pueden afectar la calidad y cantidad del
descanso, como el insomnio, la apnea del sueño, el síndrome de piernas inquietas y
el trastorno de conducta del sueño REM, entre otros. Estos trastornos pueden tener
un impacto significativo en la salud física, mental y emocional de las personas.
REFERENCIAS
Abbott SM, Reid KJ, Zee PC. Circadian Rhythm Sleep-Wake Disorders. Psychiatr
Clin N Am.2015 Dec; 38(4):805-23
Durán, P., Miranda M. y Cintra L.(2013). Ontogenia:del sueño del infante al anciano.
Laboratorio de EEG y
M.E. Harrington.The ventral lateral geniculate nucleus and the intergeniculate leaflet:
Interrelated structures in the visual and circadian systems Neurosci Biobehav
Rev., 21 (1997), pp. 705-727