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INDICE
RESUMEN .............................................................................................................................................................. 1
1. Introducción ...................................................................................................................... 2
3. Métodos ........................................................................................................................... 14
4. Resultados ....................................................................................................................... 22
5. Discusión ......................................................................................................................... 31
6. Conclusión ....................................................................................................................... 37
REFERENCIAS ..................................................................................................................... 39
ANEXO ................................................................................................................................... 44
1
RESUMEN
1. Introducción
alucinaciones, donde se perciben voces y sonidos (Johns et al., 2014). Aunque son una
característica prominente en la esquizofrenia, este tipo de alucinaciones también puede ser
experimentada en otras condiciones (Woodruff, 2004). Cada vez hay más evidencia de que la
presencia de alucinaciones auditivas verbales en personas sanas es algo común y de que estas
experiencias no son necesariamente un indicador de psicopatología (Baumeister, Sedgwick,
Howes, & Peters, 2017). Sin embargo en la esquizofrenia estas alucinaciones tienen
características fenomenológicas diferentes (Johns et al., 2014).
dos poblaciones es su valencia emocional (Johns et al., 2014). En los pacientes con
esquizofrenia las alucinaciones suelen tener un contenido emocional negativo y producir
angustia, mientras que en los alucinadores sanos estas tienden a ser neutras o incluso
placenteras (Johns et al., 2014).
acoplamiento neurovascular ante una demanda funcional, es una de las más utilizadas para
explorar la actividad neuronal (Armony et al., 2012).
(Hugdahl 2009). Las personas sanas que escuchan voces parecerían ser capaces de lidiar con
las experiencias perceptuales salientes reclutando este tipo de funciones top-down. (Hugdahl,
2009).
Un factor central en las AAV es el desplazamiento atencional automático hacia
estímulos irrelevantes (Hugdahl, 2009). Este podría generar un “loop de rumiación” acerca
del estímulo percibido que no puede ser controlado, debido a una desconexión y disfunción
del sistema inhibitorio top-down de la corteza prefrontal (Hugdahl, 2009). Este modelo
implica un circuito neural que involucra a la región perisilviana para la generación de
alucinaciones auditivas, a la corteza prefrontal para el control inhibitorio top-down y a la
corteza parietal para el foco atencional sobre la voz (Hugdahl, 2009). En los pacientes, las
alucinaciones generadas en la región perisilviana izquierda no serían inhibidas debido a una
falla en el control inhibitorio de la corteza prefrontal y una desconexión de la red descripta
anteriormente (Hugdahl, 2009), explicando por qué son abrumados por las voces al
experimentar AAV.
bottom-up que los pacientes con AAV (Alba-Ferrara, de Erausquin, Hirnstein, Weis, &
Hausmann, 2013).
La amígdala también contribuye a la comprensión de la prosodia emocional,
principalmente para las valencias de miedo y enojo, las cuales son frecuentes en las AAV de
pacientes con esquizofrenia (Alba-Ferrara et al., 2012). Se ha sugerido que la activación de la
amígdala podría ser regulada mediante aferentes de la corteza prefrontal (CPF), las cuales
suprimirían el output de la misma. En la esquizofrenia se ha observado una disfunción en la
regulación de la amígdala de parte de la corteza prefrontal (Leitman et al., 2008). Esto podría
explicar la hiperresponsividad que se ha reportado en esta región en pacientes con
esquizofrenia, la cual podría dirigir automáticamente su atención hacia aspectos negativos de
la prosodia emocional (Alba-Ferrara et al., 2012).
De esta manera, la desregulación de los procesos top-down de control inhibitorio sobre
la atención y sobre la actividad de la amígdala, junto con una disfunción de los procesos
bottom-up que darían lugar a un procesamiento aberrante de los estímulos auditivos podrían
tener un rol fundamental en el mecanismo que subyace a la formación de las AAV (Alba-
Ferrara et al., 2012).
Tanto en pacientes como en personas sanas con AAV, se encontró una mayor
susceptibilidad a los efectos de las expectativas semánticas (Vercammen & Aleman, 2010).
Se ha sugerido que estas podrían ser suficientes para propagar representaciones generadas
internamente a lo largo de redes relacionadas con el habla y el lenguaje, desencadenando
AAV(Vercammen & Aleman, 2010).
12
2. Objetivos e Hipótesis.
Como hipótesis de trabajo, se espera a nivel conductual una mayor cantidad de palabras
detectadas con connotación emocional negativa en comparación a las neutras frente a las
condiciones degradada y de ruido. También se espera que el número de palabras
emocionalmente salientes detectadas por los pacientes sea mayor que en el grupo control.
A nivel neural se espera una activación en áreas vinculadas a la percepción del habla
(GTS y GTM izquierdos) en ambos grupos durante la tarea, con una mayor activación en los
pacientes con esquizofrenia. Se espera encontrar activación en regiones asociadas al
procesamiento de las emociones, tales como la amígdala y la COF, en ambos grupos frente a
los estímulos emocionalmente salientes, con una mayor activación en los pacientes que en el
grupo control. A su vez, se espera una menor activación de la corteza prefrontal en el grupo
de pacientes en comparación al grupo control frente a los estímulos emocionalmente
negativos.
Frente a los estímulos presentados en condiciones acústicamente adversas (condición
degradada y ruido), se espera una activación en la CCA y en el área motora suplementaría en
ambos grupos, con una activación adicional del GFI en los pacientes.
3. Métodos
3.1 Participantes.
Tabla 1
Características demográficas y clínicas de la muestra.
Pacientes Controles
(N= 9; 7 (N= 25; 9
Hombres) Hombres)
Sig.
Media (DE) Media (DE)
Edad 30.00 (8.55) 30.56 (10.25) NS
Años de Educación 13.5 (2.07) 17.24 (3.28) NS
NART 9.77 (3.99) 4.76 (2.72) NS
Edinburgo 100.00 (0) 90.43 (17.18) =0.014
Dígitos Directos 8.44 (1.88) 11.29 (2.57) NS
Dígitos Inversos 4.78 (1.30) 6.48 (1.83) NS
BDI 13.71 (9.95) 3.74 (3.95) <0.001
STAI S 14.75 (11.25) 12.15 (6.84) NS
STAI T 26.13 (16.25) 18.24 (8.78) =0.006
Psyrats (Alucinaciones) 21.25 (6.52) - -
SAPS 41.13 (15.95) - -
SANS 23.94 (11.92) - -
DE, Desvío Estándar; NART, National Adult Reading Test; BDI, Beck Depression Inventory; STAI, State-Trait Anxiety
inventory – State; STAI, State-Trait Anxiety inventory - Trait; SAPS, Scale for the Assessment of Positive Symptoms; SANS,
Scale for the Assessment of Negative Symptoms.
3.2.1 Instrumentos
El STAI es un cuestionario formado por dos subescalas que evalúan dos aspectos de la
ansiedad: la ansiedad como rasgo y la ansiedad como estado (Spielberger, Gonzalez-Reigosa,
Martinez-Urrutia, Natalicio, & Natalicio, 1971). La escala “ansiedad-estado” permite evaluar
a partir de veinte oraciones la intensidad de los sentimientos de tensión, nerviosismo,
preocupación y aprehensión en un momento dado. La escala “ansiedad-rasgo”, también de
veinte oraciones, mide diferencias individuales en la tendencia general a preocuparse, es
decir, la propensión a sentir ansiedad, especialmente en situaciones sociales que presentan un
peligro para la autoestima (Spielberger et al., 1971).
El sujeto debe contestar en una escala de cuatro puntos el grado de ansiedad que
experimenta en la situación descripta en la oración (Spielberger et al., 1971). Se evaluó la
ansiedad porque esta se ha relacionado con dificultades atencionales que podrían interferir en
la tarea.
18
La SANS es una escala que permite evaluar la gravedad de los síntomas negativos en
pacientes con psicosis (Andreasen, 1989). Consiste en veinticinco ítems agrupados en cinco
subescalas que evalúan aspectos de los cinco síntomas negativos de la esquizofrenia: Alogia,
Aplanamiento afectivo, Avolición-apatía, Anhedonia-asocialidad y déficit atencional
(Andreasen, 1989). A cada ítem se le otorga un puntaje entre 0 y 5. Luego se obtiene un
puntaje total para cada subescala sumando el puntaje de cada ítem de la subescala. El puntaje
total de cada subescala corresponde a la gravedad del síntoma que busca evaluar. Se les
administró esta escala a los pacientes para evaluar la gravedad de sus síntomas negativos.
19
La SAPS es una escala que permite evaluar la gravedad de los síntomas positivos en
pacientes con psicosis (Andreasen, 1984). La escala consiste en treinta y cuatro ítems
agrupados en cinco subescalas que evalúan en detalle las características de los cuatro
síntomas positivos de la esquizofrenia: alucinaciones, delirios, trastorno formal del
pensamiento y comportamiento bizarro (Andreasen, 1984). A cada ítem se le asigna un
puntaje entre 0 y 9. A partir de la suma de los ítems de cada subescala, Se obtiene un puntaje
total para cada una de ellas. Dicho puntaje total corresponde a la gravedad del síntoma
evaluado por cada subescala. El objetivo de administrar esta escala a los pacientes fue evaluar
en detalle la gravedad de sus síntomas positivos.
3.2.1.9 The Structured Clinical Interview for the Diagnostic and Statistical Manual
La tarea experimental atencional realizada por los sujetos está inspirada en la teoría de
detección de señales (signal detection theory). Esta teoría permite estudiar y describir la toma
de decisiones en situaciones ambiguas (Wickens, 2002), requiriendo que los sujetos detecten
la presencia de un estímulo determinado (target) en condiciones relativamente inciertas
(Catalan et al, 2018).
Para el diseño de los estímulos utilizados para la tarea, se grabaron cuarenta (40)
palabras. Veinte (20) de estas palabras tenían un significado emocional negativo (por ejemplo,
“bastardo”) y las otras (20) un significado emocional neutro (por ejemplo, “cercano”). Ambas
listas tenían la misma frecuencia de uso en el idioma castellano y un número similar de
sílabas. Las palabras con significado negativo fueron extraídas de reportes clínicos donde
20
sujetos catalogados dentro del espectro de la esquizofrenia, adujeron escuchar ese tipo de
palabras. Todas las palabras fueron grabadas por una voz femenina en tono neutro.
Al mismo tiempo, la inteligibilidad de las palabras fue manipulada utilizando el
programa Goldwave, el cual permite fusionar el audio de una palabra con un ruido blanco de
idéntica duración y amplitud. Los audios fueron degradados para obtener tres
calidades/condiciones de estímulos diferentes, los cuales variaban en la proporción de ruido
blanco/palabra. Estas fueron: 1) condición pura (100% palabra, 0% ruido blanco), 2)
condición degradada (60% palabra, 40% ruido blanco) y, por último, 3) condición ruido (20%
palabra, 80% ruido blanco).
La combinación de la saliencia emocional con las condiciones de inteligibilidad dio
lugar a seis tipos de estímulos: estímulo puro-neutral, estímulo puro-negativo, estímulo
degradado-neutral, estímulo degradado-negativo, estímulo ruido-neutral y estímulo ruido-
negativo.
Las imágenes funcionales T2* fueron adquiridas en un run de 222 volúmenes, con un
TR de 2070 milisegundos, en 28 cortes sagitales de todo el cerebro con un grosor de 3
milímetros y un ángulo de giro de 77°. El tiempo de echo (TE) fue de 21 segundos y el campo
de visión de 1344x1344.
4. Resultados
del cual las palabras negativas (M= 57.2%, EE= 0.028) se reconocieron más que las neutras
(M= 45.5%, EE= 0.024), F(1.00, 30.00)= 27.61, p<0.001.
Adicionalmente, pudo observarse una interacción entre la saliencia emocional y el
grupo, F(1.00, 30.00)= 4.86, p<0.05 (ver Figura 1A ). Pruebas t post hoc revelaron que los
controles comprendieron más palabras negativas (M= 62.96%, DE= 0.13) que neutras (M=
44.87%, DE= 0.08), t(22)= 8.21, p<0.001. En los pacientes, la diferencia entre la cantidad de
palabras negativas y neutras comprendidas no alcanzó a ser significativa.
El ANOVA también arrojó un efecto principal de la condición de inteligibilidad,
comprendiéndose más palabras en la condición pura (M= 90.2%, EE= 0.022) que en la
condición degradada (M= 52%, EE= 0.040), y estas más que en la condición ruido (M=
11.8%, EE= 0.029), F(1.00, 30.00)= 437.68, p<0.001.
A su vez, se halló una interacción entre la saliencia emocional y la condición de
inteligibilidad F(1.75, 52.58)= 10.64, p<0.001 (ver Figura 1B). Para explorar en profundidad
esta interacción se realizaron pruebas t post hoc. Estas demuestran que en la condición ruido,
las palabras negativas (M= 18.28%, DE= 0.22) se reconocieron más que las neutras (M=
6.25%, DE= 0.11), t(31)= 3.55,p=0.001. Adicionalmente, las pruebas t post hoc revelaron que
las palabras negativas (M= 66.25%, DE= 0.23) también se reconocían más que las neutras
(M= 39.53%, DE= 0.24) en la condición degradada, t(31)= 6.75, p<0.001. Sin embargo, no se
encontró una diferencia significativa entre la cantidad de palabras negativas y de palabras
neutras reconocidas en la condición pura.
A B
100% 100% 95%
Negativas 92% Negativas
90% 90%
Neutral es Neutral es
80% * 80% *
% Palabras Reconocidas
% Palabras reconocidas
10% 10% 6%
0% 0%
Pacientes Controles Pura Degradado Ruido
Figura 1. Porcentaje de palabras reconocidas en función de la saliencia emocional por cada grupo (A) y en cada
condición de inteligibilidad (B). *p<0.001; **p=0.001.
24
Para la obtención de los resultados del análisis de segundo nivel de las imágenes
funcionales se utilizó un umbral de p<0.05 no corregido. Se reportan las activaciones con un
tamaño de cluster mayor a 30 voxels y con un valor z mayor o igual a 2.
Al oír los estímulos con saliencia emocional negativa, en los pacientes se encontraron
activaciones en la Amígdala, Cuerpo Estriado, y la COF bilateral. También se observaron
activaciones en el Giro precentral, CPFDL, GFI y Corteza Cingulada Anterior (CCA),
Corteza Temporal medial (CTm) y Corteza Occipital izquierdas. Al mismo tiempo se
registraron activaciones en el Giro Temporal inferior (GTI) derecho y en el giro postcentral
bilateral de los pacientes ante las palabras negativas.
25
Tabla 2.
Vista general de las activaciones registradas en el contraste negativo-neutro. (p<0.05 no corregido; Extensión
de cluster, >30; Valor z, ≥ 2)
Coordenadas
MNI
Región Z x z y KE
Grupal
Pacientes
D, Derecha; I, Izquierda; Bil, Bilateral; MNI, Montreal Neurological Institute; CCA, Corteza Cíngulada Anterior; CCM,
Corteza Cingulada Media; CCP, Corteza Cíngulada Posterior; GFI, Giro Frontal Inferior; CPFDL, Corteza Prefrontal
Dorsolateral; COF, Corteza Órbitofrontal; AMS, Area Motora Suplementaria; CPI, Corteza Parietal Inferior; CTm, Corteza
Temporal medial; GTI, Giro Temporal Inferior.
Tabla 3.
Vista general de las activaciones registradas en el contraste degradado-puro. (p<0.05 no corregido; Extensión
de cluster, >30; Valor z, ≥ 2)
Coordenadas MNI
Región Z x z y KE
Grupal
Tálamo Bil. 3,09 6 -14 26 178
GFI/Insula/Núcleo Estriado D. 2,88 48 12 8 454
CPFDL/AMS D. 2,58 24 2 54 940
CPI D. 2,35 68 -38 30 164
Núcleo Estriado/Ínsula I. 2,33 -24 -6 16 101
Amígdala/Polo temporal superior I. 2,21 -30 -2 -24 42
COF D. 2,12 30 40 -16 75
Pacientes
GTS/GTM/Unión Fronto-parietal/GFI D. 3,61 54 -14 6 6588
Unión Fronto-parietal/AMS D. 2,63 18 -34 76 859
CPI D. 2,31 60 -46 42 320
Precentral I. 2,26 -20 -18 68 257
Tálamo/Núcleo Estriado D. 3,06 10 -12 22 167
COF I. 2,67 -20 28 -16 142
CTm D. 2,28 26 -50 -2 130
Precuneo y CPS I. 2,35 -14 -52 72 120
CCM D. 2,44 22 2 36 112
CTm D. 2,26 -14 -16 -24 95
Ínsula I. 2,1 -28 10 22 88
COF D. 2,31 38 36 -18 82
GTI I. 2,61 -62 -10 -24 71
CCA D. 2,11 8 28 18 55
Corteza Occipital Media I. 2,18 -32 -90 32 48
CPFDL D. 2 46 52 2 46
Postcentral I. 2,14 -52 -34 58 43
Núcleo Estriado I. 2,2 -16 -22 26 41
CPI I. 2,35 -58 -62 32 34
D, Derecha; I, Izquierda; Bil, Bilateral; MNI, Montreal Neurológical Institute; KE, Tamaño de cluster; GFI, Giro Frontal
Inferior; CPFDL, Corteza Prefrontal Dorsolateral; AMS, Area Motora Suplementaria; CPI, Corteza Parietal Inferior; COF,
Corteza Órbitofrontal; GTS, Giro Temporal Superior; GTM, Giro Temporal Medio; CTm, Corteza Temporal medial; CPS,
Corteza Parietal Superior; CCM, Corteza Cíngulada Media; GTI, Giro Temporal Inferior; CCA, Corteza Cíngulada Anterior.
Tabla 4.
Vista general de las activaciones registradas en el contraste ruido-puro. (p<0.05 no corregido; Extensión de
cluster, >30; Valor z, ≥ 2).
D, Derecha; I, Izquierda; Bil, Bilateral; MNI, Montreal Neurológical Institute; KE, Tamaño de cluster; CPI, Corteza Parietal
Inferior; GTM, Giro Temporal Medio; GTI, Giro Temporal Inferior; CCP, Corteza Cingulada Posterior; CPFDL, Corteza
Prefrontal Dorsolateral; CPFVM, Corteza Prefrontal Ventromedial; GFI, Giro Frontal Inferior; CCA, Corteza Cingulada
Anterior; COF, Corteza Órbitofrontal; GTS, Giro Temporal Superior; CPS, Corteza Parietal Superior; AMS, Área Motora
Suplementaria.
arrojaron una mayor activación del lóbulo temporal izquierdo en el grupo de controles y del
lóbulo temporal derecho en los pacientes.
5. Discusión
El objetivo de este estudio fue evaluar a nivel conductual y neural, la influencia de los
procesos bottom-up de saliencia emocional y los procesos atencionales top-down, en la
detección de señales auditivas en pacientes con esquizofrenia/trastorno esquizoafectivo e
historia de AAV y un grupo control. Para esto se utilizó un paradigma basado en la detección
de señales que emplea estímulos verbales, los cuales difieren en su saliencia emocional y
grado de inteligibilidad.
Este hallazgo replica las observaciones realizadas en otros estudios, donde las activaciones
del GTS, GTM, CPI y GFI se reducían cuando la calidad de la señal acústica había sido
degradaba hasta alcanzar un nivel que dificultaba notablemente su comprensión (Obleser &
Kotz, 2009).
Curiosamente, en el análisis grupal de las activaciones durante las condiciones
degradado y ruido se registraron activaciones en la amígdala. Estas activaciones se limitaron a
la Amígdala izquierda en la condición degradada y se extendían bilateralmente en la
condición ruido. Es posible que la activación de la amígdala se deba a la influencia que la
saliencia emocional de las palabras negativas tuvo en la comprensión de palabras en las
condiciones acústicamente adversas, la cual sería mayor en la condición ruido.
5.3 Limitaciones.
Las conclusiones alcanzadas a partir de los resultados del presente estudio se ven
limitadas por el tamaño de la muestra utilizada. Debido al tiempo disponible para la presente
investigación y a la dificultad que conlleva reclutar pacientes con esquizofrenia/trastorno
esquizoafectivo e historia de AAV, solo pudieron evaluarse 9 pacientes. Adicionalmente, el
rendimiento y las imágenes funcionales de este grupo de 9 pacientes fue comparada con las de
un grupo de 25 controles. Es posible que los hallazgos observados se hayan visto afectados
por el tamaño reducido del grupo de pacientes y su diferencia con el del grupo control. Por
esta razón, los hallazgos reportados deberían tomarse como resultados preliminares que
guiarían futuras investigaciones que utilicen una muestra de mayor tamaño.
Una segunda limitación del presente estudio radica en que solo se evaluaron pacientes
con esquizofrenia/trastorno esquizoafectivo e historia de AAV. Por esta razón, no es posible
diferenciar con este estudio si los hallazgos observados corresponden a los pacientes con
esquizofrenia en general o si son exclusivos de los pacientes con AAV.
En tercer lugar, debe mencionarse que en el presente estudio no se monitoreó
explícitamente la presencia de AAV durante la resonancia. Esto deja abierta la posibilidad de
que al menos algunos de los pacientes hayan experimentado AAV durante la resonancia y no
lo hayan reportado espontáneamente. Si este llegara a ser el caso, la activación de áreas tales
como la Amígdala, el GTS, el GTM y el GFI podría relacionarse con la experiencia de las
AAV (Dierks et al., 1999) y no con una mayor reactividad a los estímulos emocionales o un
mayor esfuerzo para comprender palabras en condiciones acústicas adversas.
Por último, debido a la necesidad de modificar la inteligibilidad de las palabras, el
presente estudio utilizó estímulos cuya saliencia emocional provenía de su contenido
semántico y no de su prosodia emocional. Considerando que los pacientes con esquizofrenia,
con y sin AAV, presentan déficits en el procesamiento semántico de estímulos verbales
(Rossell & Boundy, 2005), no es posible descartar que estos déficits hayan afectado el
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rendimiento de los pacientes en la tarea. Sin embargo, cabe destacar que los estímulos
utilizados, que consistían en palabras individuales, tienen una complejidad que los de otros
estudios, que utilizaron oraciones (Daalman et al., 2012). Por esta razón, podría suponerse que
los déficits en el procesamiento semántico no deberían haber afectado en mayor medida el
rendimiento de los pacientes.
6. Conclusión
Este estudio evaluó a nivel conductual y neural la influencia de los procesos bottom-up
de saliencia emocional y del procesamiento top-down basado en expectativas previas en
pacientes con esquizofrenia/trastorno esquizoafectivo e historia de AAV y un grupo control.
Para ello se utilizó un paradigma basado en la detección de señales donde se presentaron
palabras que variaban en su saliencia emocional y en su nivel de inteligibilidad.
A nivel conductual, ambos grupos lograron comprender más palabras emocionalmente
salientes que neutras en condiciones acústicamente adversas. Probablemente esto se deba a
una mayor captura atencional de parte de estas palabras, la cual conllevaría un reclutamiento
de mayores recursos cognitivos para su procesamiento. Contrariamente a lo esperado, los
pacientes reconocieron una cantidad similar de palabras negativas y neutras durante la tarea.
Se propone que esto podría explicarse a partir de una interpretación negativa de las palabras
neutras.
A nivel neural se observaron activaciones en la CPFDL, CPI, GFI y AMS frente a las
palabras en la condición degrada en el análisis grupal. Estas sustentarían la comprensión de
palabras en condiciones acústicamente adversas. Al empeorar las condiciones acústicas en la
condición ruido, las activaciones registradas se extendieron bilateralmente, incluyendo la
Corteza Cingulada, la CPI, la CPFDL y el GTM. Esto probablemente se deba a la necesidad
de mayores recursos para comprender las palabras en una condición acústica más adversa. A
diferencia de los controles, en los pacientes se registraron activaciones lateralizadas en el
hemisferio derecho. Esto sugeriría una lateralización derecha de las áreas del lenguaje. Frente
a condiciones acústicamente más adversas, estas activaciones se redujeron en extensión,
probablemente debido a la dificultad generada por el empeoramiento de la condición acústica
de la señal.
Frente a las palabras negativas, se registraron mayores activaciones de la Amígdala en
los pacientes que en los controles, se propone que esta podría deberse a una alteración en la
función moduladora de la CPFDL. Esta generaría una hiperreactividad hacia estímulos
emocionalmente salientes, la cual no podría controlarse a través de una regulación top-down
de la atención. De esta manera, se sobreprocesarían estímulos emocionales irrelevantes que
podría tener un rol fundamental en la formación de las AAV en pacientes con esquizofrenia.
Esta investigación brinda evidencia empírica a favor de modelos perceptuales de las
AAV que proponen un rol de la desregulación de procesos bottom-up de percepción aberrante
y procesos top-down de control atencional en la generación de estos síntomas.
38
REFERENCIAS
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44
ANEXO
Tabla 5.
Lista de palabras utilizadas en el diseño experimental. Cada una fue sometida a tres
condiciones de inteligibilidad (Pura, Degradado y Ruido).
N° Negativas Neutras
1 Atorrante Cercano
2 Bastardo Chico
3 Basura Colorado
4 Degenerado Emisor
5 Enfermo Federal
6 Escoria Graduado
7 Fracasado Liso
8 Guacho Mecánico
9 Idiota Mediano
10 Ignorante Mellizo
11 Imbécil Natural
12 Infeliz Payador
13 Inútil Principal
14 Lacra Público
15 Ladrón Silencioso
16 Maldito Sujeto
17 Miserable Sutil
18 Pervertido Tercero
19 Sucio Tío
20 Vago Vasco