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Reglas para ahorrar más y hacer producir más tu dinero en tiempo de crisis
BRIAN TRACY
UNO DE LOS PRINCIPALES OBJETIVOS QUE BUSCAN LOS SERES HUMANOS ES ALCANZAR LA
INDEPENDENCIA FINANCIERA, LA BUENA NOTICIA ES QUE LA INDEPENDENCIA FINANCIERA ES
MÁS FÁCIL DE LOGRAR HOY DE LO QUE HA SIDO EN TODA LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD.
Sólo hay una cosa en el mundo que puedes controlar y es tu manera de pensar. Sin embargo
cuando asumes el control completo sobre tus pensamientos, tomas el control sobre todos los
otros aspectos de tu vida.
Si piensas y hablas únicamente sobre lo que quieres y te niegas a pensar o hablar sobre lo que no
quieres, te conviertes en el arquitecto de tu propio destino.
“La más grande revolución de mi existencia es el descubrimiento de que los seres humanos
pueden cambiar los aspectos externos de sus vidas cambiando las actitudes internas de sus
mentes”
William James
Padre de la Psicología Americana
La primera conclusión dice que la gente se volverá adinerada por que decide volverse adinerad
a.
Los individuos se vuelven adinerados porque creen que tienen habilidad para hacerlo; porque
están convencidos que lo van a lograr y actúan de acuerdo con esta creencia y, en consecuencia
hacen cosas que permitan que sus creencias se vuelvan realidad.
No hay ninguna inversión que le proporcione una mayor retribución por su dinero, que volver a
invertir una parte de su tiempo y sus ingresos en su capacidad para generar aún más dinero.
Recuerde que usted es hoy el resultado de todo aquello con lo que ha alimentado su mente.
La primera conclusión de la ley del capital es que su recurso más preciado es su tiempo.
Una mala administración del tiempo es una de las principales razones para que se dé una
productividad pobre.
La segunda ley de conclusión de la ley de capital dice que el tiempo y el dinero pueden ser
gastados o invertidos.
La tercera conclusión de la ley del capital dice que una de las mejores inversiones de su tiempo y
su dinero es incrementar su capacidad para generar dinero.
Sólo cuentas con 24 horas y puedes tomar la decisión de invertirlas de manera sabia, o
simplemente malgastarlas, y lo que obtenga al final del día será el resultado de esta decisión.
Quienes tienen perspectivas a largo plazo en el tiempo, están dispuestos a pagar el precio del
éxito por un largo tiempo antes de alcanzarlo. Ellos toman el tiempo suficiente para pensar y
medir el alcance y las consecuencias de sus elecciones y decisiones financieras en términos de lo
que pueden significar en cinco, diez, quince o incluso veinte años.
La gente que está en los niveles socio-económicos más bajos tiene una perspectiva del tiempo a
más corto plazo.
La gratificación inmediata que puedan tener sus decisiones y casi siempre caen presas de
comportamiento financieros que están prácticamente garantizados para llevarlos a crear
deudas, a mantenerlos en la pobreza y exponerlos a problemas financieros en un largo plazo.
Cuando empieza a proyectarse a largo plazo, a organizar su vida financiera y las prioridades, con
sus ambiciones y objetivos futuros en su mente, la calidad de sus decisiones mejora y su vida
empieza a mejorar casi inmediatamente.
La habilidad para disciplinarse a pagar el precio del éxito antes de tiempo, y continuar
pagándolo hasta lograr el objetivo que se ha propuesto, es la verdadera marca del ganador.
La primera conclusión de la ley del ahorro viene del libro “El hombre más rico de Babilonia”, de
George Classon, y dice que usted siempre debe pagarse a usted mismo primero.
La ley de Parkinson es una de las leyes más conocidas y más importante acerca del dinero y
explica porque muchas personas se retiran pobres después de trabajar toda una vida.
Esta ley dice que, sin importar cuánto ganen las personas siempre tienden a gastarse la totalidad
de su dinero obtenido por su trabajo y en ocasiones más que esto.
Muchas personas ganan hoy en día varias veces más de lo que ganaban en su primer trabajo.
Pero no importa cuánto ganen, nunca parece ser lo suficiente
La segunda conclusión advierte que si permite que sus gastos aumenten a una tasa más lenta
que su sueldo y ahorra o invierte la diferencia, logrará alcanzar la libertad financiera.
La primera conclusión de la ley de tres dice que para estar totalmente protegido contra lo
inesperado, necesita ahorros líquidos equivalentes a dos y seis meses de gastos mensuales.
Saber que tiene este dinero guardado lo convertirá en un ser humano mucho más efectivo de lo
que sería si estuviera preocupado por su próximo cheque.
La segunda conclusión dice que usted debe asegurarse adecuadamente para estar preparado
para cualquier emergencia que no pueda pagar con su cuenta bancaria.
Sin seguros adecuados está asumiendo riesgos que simplemente no puede darse el lujo de
asumir.
La tercera conclusión de esta ley dice que su máximo objetivo financiero debería ser acumular
capital hasta que sus inversiones le generen más ingresos a usted de lo que gana en su trabajo.
La primera conclusión de la ley de acumulación dice que cuando sus ahorros se acumulan usted
desarrolla un impulso que lo moviliza rápidamente hacia sus objetivos financieros.
La segunda conclusión de esta ley dice que querer dar un salto de diez metros es difícil, pero si
es centímetro por centímetro, el éxito es muy fácil.
El dinero va a donde es querido y respetado. Mientras más emociones positivas se asocien con
su dinero, más oportunidades atraerán para obtener más dinero.
La primera conclusión de la ley del magnetismo aplicado al dinero dice que una consciencia de
prosperidad atrae al dinero como pedazos de hierro a un imán.
Muchas personas se quejan del hecho de que los ricos se hagan cada vez más ricos y los pobres
más pobres, ellos ven esto como una injusticia, pero lo cierto es que es una ley natural.
J. Paul Getty señalaba como aproximadamente el 80% de las riquezas del mundo se encontraban
en manos del 20% de las personas. El proponía que si juntábamos toda esta riqueza y la
repartiésemos equitativamente entre cada uno de los habitantes del planeta, en cinco años el
80% de estas riquezas estaría en las manos del mismo 20% inicial.
La razón es que mientras algunas personas se han ocupado en desarrollar hábitos de éxito y
poseen una mentalidad de abundancia que les permiten crear y aprovechar oportunidades,
otros se han ocupado de desarrollar hábitos que los mantienen quebrados financieramente.
La segunda conclusión de esta ley dice que se necesita dinero para ganar dinero.