ALUMNA:

MARIANA GUADALUPE CAMACHO FELIX

PROFESOR:
LIC. FREDY ALFONSO LÓPEZ CORNELIO

ACTIVIDAD:
PROYECTO PRIMER PARCIAL

MATERIA:
DERECHO PROCESAL DEL TRABAJO

CARRERA:
LICENCIATURA EN DERECHO

FECHA DE ENTREGA:
JUEVES 06 DE COCTUBRE DE 2022
 CONFLICTOS DE TRABAJO

Se puede entender que los conflictos de trabajo son como una disputa entre
miembros de una organización a causa de diferencias de opinión, percepción o
problemas de relación.
Los conflictos laborales pueden surgir entre compañeros de trabajo, entre la
dirección y un trabajador o entre la propia dirección de la empresa.
El ambiente laboral es muy importante y hay que cuidarlo y tratar de que sea
bueno, para que así los trabajadores estén a gusto con aquello que hacen y el
rendimiento de la empresa sea óptimo.
Tener unos empleados felices también hace que trabajen mejor y que funcione
mucho mejor su rendimiento.
Los conflictos laborales no resueltos a menudo acaban en insatisfacción laboral,
depresión, ansiedad, infelicidad, entre otras cosas, así, generando un daño en la
salud de los trabajadores, perjudicando tanto a su salud física como mental, a su
entorno laboral y familiar, llegando a afectar también a la organización y producción
de la empresa.
Además, las causas que tienen que ver que estos conflictos pueden ser de diversa
índole, desde conflictos de intereses, hasta de caracteres, pasando por actitudes
intolerantes por alguna de las partes. Lo que siempre tienen en común es que se
producen en el ámbito laboral.
Los conflictos de trabajo, suelen ser inevitables. Podemos decir con esto que, no
se puede pretender que jamás existan desacuerdos. En las relaciones entre
personas es normal que surjan desacuerdos o diferencias de pareceres, más en el
ámbito de trabajo, donde se deben tomar decisiones que afectan a un negocio.
No podemos evitar decir que también son necesarios, o sea, aunque se suelen
considerar como un problema, lo cierto es que también son imprescindibles para el
crecimiento profesional de cada empleado y de la empresa como entidad. Así,
fomentando la comunicación como unión tanto “trabajador” como “patrón”.
Pero, así como siempre se debe tener una solución, no se puede ocultar que son
potencialmente peligrosos, estos conflictos tienen la cualidad de poder ser
beneficiosos o perjudiciales. En caso de que no se atajen a tiempo o no se encaren
de la manera adecuada, podría suponer riesgos para la empresa o los trabajadores
implicados en el conflicto.
Los conflictos de carácter laboral no son algo nuevo, ni corresponde a una época
en que el derecho del trabajo ha desarrollado elementos legales para regir las
relaciones laborales de la manera más justa posible, no al contrario, los conflictos
son un parte integral de las relaciones en todas las actividades humanas, la
aparición del derecho del trabajo tuvo como antecedente indiscutible el abuso del
hombre por el hombre, el aprovechamiento ventajoso del fuerte sobre el débil, el
desprecio inhumano del económicamente poderoso sobre el indigente.
Por ello se ha dicho, que la historia del derecho del trabajo no es en sí misma otra
cosa que la historia del hombre en la búsqueda de su progreso, de su libertad y de
su seguridad y en consecuencia normar y reglamentar las relaciones obrero
patronales y disminuir la fricción dentro del ambiente laboral.
En la época antigua, la esclavitud hacía imposible rescatar a los económicamente
débiles del abandono jurídico en que se encontraban.
La existencia del "hombre-cosa" impedía el nacimiento del derecho laboral que es
un derecho que consagra, sobre todas las cosas, la libertad del hombre que trabaja.
El interés común se relaciona con el proceso de producción que genera los bienes
y/o servicios y los beneficios resultantes que les permiten a las empresas sobrevivir,
obtener ganancias y crecer y, a la vez, proporcionan los medios para que los
empleados perciban un sueldo y reciban beneficios.
Por esto, no siempre se está en armonía. Cada trabajador, es una persona que tiene
sus propios pensamientos y forma de ver las cosas y muchas veces por estas
situaciones, surgen los conflictos.
Cuando se trata de resolver un conflicto de trabajo, es verdad que las partes en un
conflicto suelen actuar impulsadas por la pasión más que por la razón, y que
colocarlas frente a frente, en ciertos casos, no es lo más conveniente. No obstante,
es de mayor valor cuando trabajadores y patrones, sin intervención de terceros,
consiguen resolver sus diferencias, dan como ejemplo la madurez que tiene el
superior para llegar a una negociación y de parte del trabajador a resolver su
incomodidad, así, terminando todos con un beneficio que al final del día, no necesitó
de fuerza mayor para concretar lo sucedido.
Como es evidente, los acuerdos a que lleguen trabajadores y patrones y que ponen
fin a los conflictos, pueden hacer lo mismo de una negociación amigable, así
brindando una mayor seguridad en el ámbito laboral, que a como hay desacuerdos,
también hay soluciones que, con la comunicación, llegan a un logro adquirible para
ellos.
Ahora bien, en ocasiones resulta poco viable que de manera directa las partes
consigan un arreglo, pero tampoco se quiere llegar al extremo de solicitar la
intervención de la autoridad jurisdiccional; en este caso surge la posibilidad de
acudir a un tercero para que coadyuve a la solución del conflicto. Ese tercero puede
ser un conciliador, un mediador o un árbitro.
Conocer sobre esto es importante como contar con mecanismos variados y eficaces
para la solución de los conflictos de trabajo, es disponer de medidas preventivas
para que los conflictos no aparezcan y se multipliquen. Resulta más eficaz evitar un
conflicto, que dejarlo estallar, aun y cuando se resuelva con anteriormente en los
mejores términos.
En el nivel preventivo de los conflictos laborales es fundamental la voluntad de
dialogar con las partes del proceso productivo. Es mucho lo que se ha avanzado en
la consolidación de una voluntad concertadora. Los trabajadores y sus
representantes no han de tenerle miedo al intercambio de ideas. Dialogar jamás ha
sido sinónimo de rendirse.
Con esto, se da a entender que a como hemos progresado como sociedad,
quedarnos callados ya no es una opción y si se tiene conflictos, deben resolverse
de forma grata para ambas partes.
Los conflictos, al fin y al cabo, son inevitables, pero un buen “patrón” debe saber
utilizar estos problemas como oportunidades para cambiar y avanzar en la
dirección correcta, no para retroceder y en lugar de que los trabajadores den lo
mejor de sí, a lo largo del tiempo, nazcan nuevos conflictos que se salgan de las
manos de un buen patrón.
El surgimiento de un problema puede ser el momento perfecto para cambiar
ciertos estilos o políticas que no estaban funcionando, para reforzar ciertas
normas o para establecer mejores medidas de comunicación o seguridad.
Con esto, se debe aprender a tener carácter y brindar lo mejor de uno mismo,
esto para siempre dar un paso por delante.
 CONCLUSIÓN

Como conclusión de mi investigación puedo decir que el conflicto laboral

es una parte inevitable de la vida organizaciona, ya que un cierto grado
de conflicto puede beneficiar ya que se puede mejorar ciertas areas o
elementos y asi poder mejorando, cuando se presta atencion a los
procesos que se pueden provocar que los conflictos ae conviertan en
destructivos, los conflictos se pueden minimizar o bien resolverse de la
mejor manera y algunas veces se pueden evitar, de igual forma me pude
percatar que los conflictos involucra desde la politica organizacional
hasta los procesos intergrupales e interpersonales, ya que normalemnte
las personas somos propensos a ver las situaciones como un “ganar-
perder” nunca vemos la posibilidad de que ambas partes puedan
“ganar” y por ello las interacciones en el trabajo se puden ver afectadas
positiva o negativamente, por lo que es muy facil que la confianza que
se tenga laboralmente se vea fracturada o bien en el peor de los casos
perdida y esto nos lleva al comienzo de los conflictos.
Campusano, K., Gaudichaud, F., Osorio, S., Seguel, P., & Urrutia, M. (2017). Conflictividad laboral y
politización. Una aproximación a las orientaciones políticas del sindicalismo en el “neoliberalismo
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