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Latín II
Teórico Nº 10

Materia: Latín II
Cátedra: Pégolo
Teórico: N° 10 – 06 de septiembre de 2017
Tema: Morfología verbal: Modo subjuntivo – Textos
conocidos: Carmen I, Catulo
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Profesora Liliana Pégolo: Buenas tardes.


Vamos a retomar lo que comenzamos a ver ayer: los tiempos del modo subjuntivo para
los verbos temáticos.
Lo último que presentamos fue el pretérito perfecto del modo subjuntivo. En la ficha,
lo único que aparece es lo que corresponde al verbo de la primera conjugación, amaverim.
Pero veremos qué sucede con verbos que presentan otros formantes para el perfecto.
Señalamos que la /-i-/ del formante temporal es un residual optativo. ¿Y qué será /-er-/
en posición intervocálica? No olvidemos que hay otro elemento que forma el perfecto y es
considerado un formante de dicho perfecto: se trata de /-is-/. Lo encontramos en la segunda
persona del singular (amavisti) y en la segunda del plural (amavistis). Es evidente que es /-is-/
se trasforma en /-er-/ en posición intervocálica. Entonces, /-eri-/ es el formante temporal o,
diría yo, complementa la formación del perfecto.
Lo único que tendremos que hacer para conjugar amaverim es cambiar las desinencias
personales:
Amaverim
Amaveris
Amaverit
Amaverimus
Amaveritis
Amaverint

Cuidado. A excepción de la primera persona del singular, los restantes formantes


personales del pretérito perfecto del subjuntivo coinciden con los del futuro perfecto del
indicativo. Si van a buscar en una morfología histórica, esta les mostrará las relaciones
existentes entre el pretérito perfecto del subjuntivo y el futuro perfecto del indicativo.
Ahora, veamos qué sucede si tomamos un verbo que presenta otro formante de
perfecto.
Por ejemplo: el verbo moneo tiene como formante la /-u-/. El pretérito perfecto del
indicativo de moneo es monui. Entonces, ¿cómo será el pretérito perfecto del subjuntivo?
Monuerim:

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Mon + u + eri + m
Radical + formante perfecto + formante temporal + desinencias personales

Tomemos un verbo como curro, que presenta una formación de perfecto por
reduplicación. El perfecto del indicativo es cucurri. ¿Cómo será el pretérito perfecto del
subjuntivo?
Cucurrerim

Y podemos seguir solo cambiando las desinencias personales:

Cucurreris
Cucurrerit
Cucurrerimus
Cucurreritis
Cucurrerint

Ahora tomemos un verbo con un perfecto sigmático como dico. El perfecto del
indicativo es dixi. Entonces, el pretérito perfecto del subjuntivo es:
Dixerim

Nos quedan dos formantes más: por alargamiento vocálico y por apofonía.
Tomemos el caso de lego. Su perfecto es legi, formado por alargamiento vocálico.
Entonces, el pretérito perfecto del subjuntivo será:
Legerim

Y tomemos ahora el verbo ago. El perfecto del indicativo es egi: la /a-/ se convierte en
una /e-/, es decir, hay una apofonía vocálica y, al mismo tiempo, se produce un alargamiento.
¿Cómo será la primera persona del pretérito perfecto del subjuntivo?
Estudiante: Egerim.
Profesora: Eso es.
Como pueden ver, no hay demasiados secretos. Insisto en que es importante tener en
cuenta la relación existente entre el pretérito perfecto del subjuntivo y el futuro perfecto del
indicativo.
Cuidado, en general, con la tercera persona del plural.
Amaverunt
¿En qué tiempo está?

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Estudiante: Perfecto del indicativo.


Profesora: Bien. Ojo con esa /-u-/ frente a amaverint.
Debemos recordar que la tercera persona del plural del perfecto del indicativo presenta
una segunda forma: amavere.

Ahora, pasemos al pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo. Veamos la primera


persona del pluscuamperfecto del subjuntivo de amo y descompongamos la forma:
Amavissem
¿Qué encontramos aquí: el radical /am-/ + la vocal temática /-a-/ + formante de
perfecto /-v-/ + /-is-/ elemento compositivo del perfecto + /-se-/ formante propiamente dicho
de un tiempo secundario como el pluscuamperfecto + desinencia personal.
Nada va a cambiar a lo largo de la conjugación del tiempo verbal. Lo único que
cambiarán serán las desinencias personales.
Recuerden que, con respecto al pretérito imperfecto del subjuntivo, señalamos que el
formante es /-se-/. El pretérito imperfecto es amarem, pero es el mismo formante, ya que allí
se produce rotacismo.
Aplicamos esto mismo en otros verbos con distintos formantes de perfecto. Tomemos
placeo, cuyo perfecto es placui. Es decir: su formante es la /-u-/ vocálica propiamente dicha.
Entonces, el pluscuamperfecto del subjuntivo será:
Placuissem
/Plac-/ es el radical + /-u-/ formante de perfecto + /-is-/ elemento compositivo del
perfecto + /-se-/ formante de tiempo secundario + /-m/ desinencia personal.
Estudiante: Entonces, /-is/ ¿qué es?
Profesora: Es un elemento que también compone el perfecto. Es un formante de
perfecto. Así lo señala Ernout en “su” morfología histórica.
Tomemos ahora el verbo do, que presenta un perfecto formado por reduplicación: dedi.
¿Cómo será el pluscuamperfecto del subjuntivo?
Dedissem
Tomemos otro verbo: scribo. El formante de perfecto en este caso es sigmático:
scripsi. El pluscuamperfecto del subjuntivo será:
Scripsissem
Estudiante: La traducción de esto, ¿cómo sería?
Profesora: “Hubiera/Hubiese escrito”.
El presente del subjuntivo del verbo amar es “[que yo] ame”. El pretérito imperfecto

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del subjuntivo es “[que yo] amara” o “[que yo] amase”. El pretérito perfecto del subjuntivo es
“[que yo] haya amado”. Y el pretérito pluscuamperfecto es “[que yo] hubiera/hubiese amado”.
Para completar, no olvidemos los futuros del subjuntivo, de los que el latín carece; futuro
imperfecto: “[que yo] amare”; futuro perfecto: “[que yo] hubiere amado”.
Y, ya que estamos, voy a decir que “habría” es el potencial compuesto. Si hablamos de
condicional, no es subjuntivo. El potencial se considera dentro de los tiempos del indicativo.
Esto en latín no existe, lo reemplaza el modo subjuntivo. En la ficha realizada por Josefina
Morley esto lo encuentran.
Tomemos el verbo venio. Su perfecto se forma por alargamiento: veni. El pretérito
pluscuamperfecto del modo subjuntivo es:
Venissem
Y vamos a tomar un compuesto de capio: incepi. En los compuestos uno advierte
cómo la vocal del radical, cuando es breve, cambia en cuanto a su timbre. El pretérito
pluscuamperfecto del subjuntivo es:
Incepissem

Hasta acá lo que corresponde al subjuntivo de los verbos temáticos.


Hasta que no veamos qué es lo que ocurre con el verbo sum, no podemos ver qué es lo
que sucede en la voz pasiva de los tiempos perfectos ya que allí “requiero” de sum como
auxiliar.
Ahora, vayamos a las páginas iniciales de la ficha donde se encuentran los verbos
atemáticos.
Veamos qué sucede con el presente del modo subjuntivo del verbo sum:

Como habíamos adelantado ayer, la /-i-/ es el elemento residual de un antiguo optativo.


Van a advertir que en muchos de los verbos atemáticos el presente del subjuntivo tiene esta
misma característica. A diferencia de lo que ocurre con el modo indicativo, la única raíz que
vamos a ver aparecer de sum en el presente del subjuntivo es la /s-/.
¿Cómo se traduce esto? “[que yo] sea”.
Estudiante: ¿Por qué solo esa raíz?
Profesora: Mantiene esa sola. No hay ninguna referencia con respecto al por qué, por

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lo menos que yo sepa.


Veremos algunas otras apariciones del subjuntivo con otras formas fuera de lo regular.
Esto demuestra la gran autonomía que presenta este modo.
Ahora, pasemos al pretérito imperfecto del subjuntivo de sum:

Aquí aparece el otro radical: /es-/. Al radical se agrega el formante /-se-/ y la


desinencia personal.
Estudiante: ¿Y forem?
Profesora: Es una segunda forma. En castellano este tiempo se traduce “fuera/fuese”.
Nuestro pretérito imperfecto del subjuntivo del verbo “ser” viene de forem.
Esta segunda forma no se da en todas las personas: se da en las tres personas del
singular y en la tercera persona del plural.
Fíjense que otra forma para el infinitivo futuro del verbo sum que es fore.
Ahora, veamos qué sucede con el perfecto del subjuntivo de sum:

En castellano, el pretérito perfecto del subjuntivo es “haya sido”.


La base es /f-/ y el formante es /-u-/. A esto, se le agrega /-eri-/ y las desinencias
personales.
Y el pretérito pluscuamperfecto de sum es:

Se traduce: “hubiera/hubiese sido”.


Ahora sí estamos en condiciones de formar las pasivas de los verbos temáticos.
La voz pasiva del pretérito perfecto del subjuntivo del verbo amo es:

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amatus, -a, -um sim


amati, -ae, -a simus

Esto se traduce por “haya sido amado”, “hayamos sido amados”.


Estudiante: En la ficha aparece, además de sim, fuerim como verbo auxiliar.
Profesora: Sí, es una segunda forma.
Estudiante: ¿Se traducen igual?
Profesora: Sí. Es más clásico sim, pero la segunda forma fuerim puede aparecer.

El pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo de la voz pasiva es:

amatus, -a, -um essem


amati, -ae, -a essemus

Y en este caso, también puede aparecer una segunda forma del verbo auxiliar: fuissem /
fuissemus.
Esto se traduce: “hubiera/hubiese sido amado”.
Ahora, veremos qué pasa con los verbos volo, nolo y malo.
El presente del subjuntivo de estos verbos es:

No olviden que volo es un verbo que presenta la alternancia vocálica /o-e/ en la base.
En los tres casos, vuelve a aparecer en la formación del presente del subjuntivo el
elemento residual del optativo.
El pretérito imperfecto del subjuntivo es:

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Cuidado en el imperfecto, el formante /-se-/ está, pero se produce una reduplicación de


la /l/: es el resultado de la asimilación de la sibilante por la lateral.
El pretérito perfecto es absolutamente regular:

No olviden que al tener el formante /-eri-/, deben operar como vimos con los verbos
moneo, habeo, placeo. En este sentido, volo, nolo y malo son regulares.

En cuanto al verbo Eo, este es un verbo con características de cuarta conjugación, por
lo que su formante de presente del subjuntivo es /-a-/:

En el pretérito imperfecto no presenta problemas: irem. Y lo mismo sucede con los


perfectos: el pretérito perfecto es iverim/ierim y el pluscuamperfecto es ivissem/issem.

Por último, veamos el verbo fero. Tiene características de verbo de tercera


conjugación. Para el presente del subjuntivo, toma el formante /-a-/, por lo que será:

Pero, cuidado con el pretérito imperfecto del subjuntivo:

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/Fer-/ es el radical. Si agregamos el formante /-se-/, nos queda /ferre-/ y a esto


agregamos las desinencias personales.
En la ficha se encuentran también con la voz pasiva. Lo único que cambia son las
desinencias personales, es decir, habrá que agregar las desinencias características de la voz
pasiva.
Con lo que hay que tener cuidado es con el pretérito perfecto, porque el perfecto de
este verbo es tuli. Pero operamos de la misma manera que lo hicimos anteriormente:
Tulerim Tulisse
Y ojo con la voz pasiva de los tiempos perfectos:
latus, -a, -um sim latus, -a, -um essem

(Receso)

Ya habiendo visto el modo subjuntivo, iremos completando los textos de Catulo que
habíamos comenzado a analizar y traducir. Tanto el Carmen I como el II los dejamos sin
terminar. El II presenta complicaciones relacionadas con el problema de la transmisión
textual. Problema semejante nos encontraremos en los tres versos que nos faltan para
completar el Carmen I de Catulo. En los últimos tres endecasílabos del Carmen I podemos
registrar distintas versiones conforme a la edición con la que estemos trabajando y qué línea
dentro de la tradición textual elige el editor. No vamos a complicar esto demasiado porque,
además, ustedes no están en condiciones todavía de hacer consideraciones de crítica textual.
Pero sí vayan teniendo en cuenta de que se trata de una tradición manuscrita y, en
consecuencia, el tiempo hace estragos sobre las distintas variantes por el hecho de que se
suceden diferentes copias de los manuscritos. Esto está directamente relacionado con las
familias de códices.
Comenzaremos con el Carmen I, donde nos restan por ver los últimos tres versos.
Habíamos llegado hasta el séptimo endecasílabo, donde dice: “Pues tú solías pensar que mis
pavadas/tonterías eran algo, ya entonces cuando osaste/te atreviste, único ente los itálicos, a
desplegar/desarrollar todo el pasado en tres volúmenes doctos, por Júpiter, y laboriosos”.
Termina el poema con un tópico que es muy apreciado por los escritores latinos: la
permanencia a través de la obra literaria. La búsqueda de la fama, aunque más que la fama, la
inmortalidad por la persistencia de la obra.
Estudiante: Los griegos buscaban la inmortalidad por su valor en la batalla…
Profesora: Eso tiene que ver con el hecho de ser mejor, la aristeia. Igualmente el

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héroe romano también tiene su virtus y pelea por ella.

quare habe tibi quidquid hoc libelli


qualecumque, quod, o patrona virgo,
plus uno maneat perenne saeclo.

¿Cuáles son los verbos?


Estudiante: Habe y maneat.
Profesora: Bien.
Estos versos son el punto de partida para entender la clasificación de los tipos de
oraciones, conforme a las marcas de enunciación que presenten esas oraciones. Cuando me
refiero a marcas de enunciación, entre otras cosas, debo tener en cuenta el tiempo y el modo
verbal.
Lo primero que voy a preguntarles es el tiempo y el modo de habe.
Estudiante: Presente del imperativo.
Profesora: Segunda persona del singular, presente del imperativo del verbo habeo.
En la ficha “Síntesis de clases oracionales. Oraciones principales o independientes”,
van a encontrar que las oraciones imperativas afirmativas son aquellas oraciones en las cuales
aparece un verbo en modo imperativo. Debemos, entonces, considerarla una oración de
carácter volitivo. Dentro de la categoría de las volitivas, entra la expresión del deseo, la
expresión de la orden.
¿Cómo se construye una oración imperativa afirmativa? Con un verbo en modo
imperativo. Esto es lo que Ernout llama una “orden positiva”.
Entonces, habeo significa “tener”. Lía Galán traduce habe por “guardar”. A mí mucho
eso no me gusta. Podemos traducir por “ten para ti”, “cuida para ti”.
¿Dónde está ese “para ti”?
Estudiantes: Tibi.
Profesora: Muy bien.
Vamos a ser prolijos, por lo que pasaremos a marcar los límites de las sub-estructuras
oracionales: por un lado tenemos quare habe tibi quidquid hoc libelli / qualecumque, por otro
lado tenemos quod, / plus uno maneat perenne saeclo y, por último, o patrona virgo es una
invocación.
En qualecumque, quod hay divergencias entre las variantes textuales.
Con respecto a la invocación o patrona virgo también los filólogos “han cortado
mucha tela”. Algunos de ellos, entre otros J. Trappes-Lomax, consideran que esa invocación
es una interpolación -es decir, alguien metió mano y cambió el texto-. Según Trappes-Lomax,

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en este caso se trataría de una intervención de un copista medieval, porque el filólogo


entiende que hay un poco de “tufillo cristianizante” en la invocación. Por eso Trappes-Lomax
cambia y piensa quién puede ser en realidad esta patrona virgo. Él transforma patrona virgo
por la musa Talía, ya que es la musa que protege a los poetas que se dedican a la poesía
liviana e, incluso, a la comedia.
Empezamos finalmente el análisis por quare habe tibi quidquid hoc libelli
qualecumque; teniendo en cuenta que el verbo es una segunda persona singular, todo será un
predicado verbal simple.
Nos encontramos con tibi: dativo singular de la segunda persona. ¿Su función
sintáctica cuál es?
Estudiante: Objeto indirecto.
Profesora: Sí, puede ser también dativo de interés. “Ten para ti”.
La palabra que sigue a tibi ustedes la deben conocer: quidquid. ¿Qué es?
Estudiantes: Un pronombre indefinido.
Profesora: Muy bien. ¿De qué género?
Estudiante: Neutro.
Profesora: ¿Cómo lo sabés?
Estudiante: Por la /-d/
Profesora: Bien. Además, este es uno de los pronombres que declina en sus dos
radicales. Su nominativo: quisquis.
Estudiante: ¿Quidquid está en nominativo?
Profesora: Es una pregunta interesante. ¿Puede estar en nominativo? Sí, si está solo.
Pero está en contexto y el verbo es una segunda persona del singular. Esto quiere decir que el
único caso en que puede estar quidquid es acusativo.
Luego tenemos hoc.
Estudiante: Está coincidiendo con quidquid.
Profesora: Sí, ambos son neutros y ambos están en caso acusativo.
Llegamos a libelli. Ya vimos aparecer esta palabra en el primer verso. Sabemos que es
el diminutivo de liber. Es un sustantivo de segunda declinación: libellus, -i. Libelli, entonces,
¿en qué caso estará?
Estudiantes: Genitivo.
Profesora: Luego veremos qué tipo de genitivo es.
Tenemos otra palabra que está concordando con quidquid hoc: qualecumque. Este
vocablo también ha dado mucho que hablar a los filólogos, porque qualecumque es una

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palabra, —esto el diccionario se los va a indicar—, que puede aparecer cortada. Ese corte se
denomina tmesis. Además, en el diccionario, aparece enunciada de la siguiente manera:
qualiscumque, qualecumque.
Les voy a contar un secreto. En nuestro lunfardo decimos que algo de poco valor es
“cualunque”. Ahí tenemos de dónde proviene esto: qualecumque.
¿A qué les hace acordar el enunciado qualiscumque, qualecumque?
Estudiante: A un adjetivo de segunda clase.
Profesora: Claro. A un adjetivo de segunda clase de dos terminaciones, como fortis, -
e, dulcis, -e, etcétera.
Esto quiere decir que qualecumque es una palabra de género neutro que está
concordando con quidquid y hoc en caso acusativo.
Por lo tanto, quidquid hoc libelli qualecumque es el objeto directo del verbo habeo.
Estamos ante pronombres indefinidos neutros. ¿Qué clase de genitivo será libelli?
Estudiante: Genitivo partitivo.
Profesora: Muy bien.
Nos falta quare todavía. Si van al diccionario, encuentran que se lo clasifica como un
adverbio exclamativo-interrogativo, pero en segundo lugar aparece como relativo. Quare es
una palabra que está compuesta por un elemento relativo /qua-/ y por res, rei. Quare se
traduce por “por qué razón”, “por lo cual”. Pero cuando un pronombre relativo está
ubicado tras puntuación fuerte (previamente aparecía un signo de exclamación, puede
también ser un punto y coma) se considera como un pronombre demostrativo y no
encabeza ninguna proposición. Este uso se denomina relativo aparente.
Entonces, ¿cómo traducimos quare? “Por eso”, “por esta razón”, “por esto”.
Estudiante: Sintácticamente sería un circunstancial de modo.
Profesora: Más que de modo, estamos ante una causa.

______________PVS_____________

(quare habe tibi quidquid hoc libelli;

C.Causa VN DI N atrib. Gen.Part.

------------OD------------

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qualecumque),

atrib.

-------OD--------

Traducimos: “Por esto ten/conserva para ti este algo de librito cualquiera”. Algunos
traducen qualecumque por “de cualquier tipo”.
Catulo sigue insistiendo en oponer la majestad de la obra de Cornelio Nepote frente a
la insignificancia de su obra.
Les voy a dar la traducción de lo que nos queda del Carmen I. Pero les “exijo” que el
martes me den razón de ella:
“Este, oh virgen patrona, que permanezca por más de un siglo”.
Hasta la próxima semana.

Revisado por la profesora a cargo de la clase

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