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En cuanto al nacimiento de la comedia, no hay fechas exactas pero Aulo Gelio indica que para
el 235Ac, Nevio ya representaba comedias. Se estima que Plauto nació en Sársina en la región
de Umbría en el 254aC (siglo iii ac) y murió en el 184ac (siglo ii ac).
Las 4 clasificaciones básicas del teatro cómico romano son: togata (comedia con temática
griega trasplantada en una ambientación romana), atellana (obra de temática elemental y
popular, con ambientación itálica) y mimus (comedia en la que se añade al dialogo la
representación mímica). Y, por ultimo, el tipo de comedia que cultiva Plauto: la palliata
(comedia con ambientación y temática griega, principalmente inspirada en la comedia nueva
griega, la Néa).
Las obras de los autores de la Néa constituirán el hipotexto a partir del cual Plauto trabajará,
empleando la técnica de contaminatio (contaminación). Sin embargo, muchos de estos
originales griegos se han perdido y, por lo tanto, surge una discusión en cuanto a la
originalidad de la obra plautina, la cual en ocasiones ha sido acusada de mera traducción sin
originalidad. Aquí se puede encontrar un punto en común con Catulo, ya que gran parte del
corpus catuliano, especialmente sus carmina maiora, también recibieron semejantes críticas.
No obstante, tanto Lia Galan y Marcela Suarez en sus prólogos a las respectivas obras indican
que la crítica actual concuerda en la innegable originalidad y habilidad tanto de Catulo como
de Plauto incluso si se está trabajando sobre moldes griegos. En el caso de Plauto, incluso si la
pallata es con ambientación y temática griega, el hecho de que deba adaptarse a los gustos de
un público romano es irrefutale, empleando innumerables recursos inherentes a la comedia
popular latina, los cuales analiza Pociña Perez en su trabajo. Asimismo, Aurora Lopez destaca
que a menudo Plauto recurre a anacronismos en sus obras solamente para complacer a su
publico romano. (ejemplos en la aulu)
El núcleo verbal del predicado de esta oración está en coepi, el cual rige un infinitivo
complemento: observare. También directamente se puede pensar coepi observare como una
perífrasis verbal y marcar ambos juntos como nucleo verbal.
Coepi es un verbo defectivo: coepi, coepisse, coepitum. Está en pretérito perfecto en 1ª
singular. Observare es el infinitivo de observo, as, are, un verbo regular de 1ª conjugación.
Observare es un verbo transitivo así que vamos a necesitar un objeto directo.
Ya habiendo encontrado el núcleo verbal podemos pasar a buscar el sujeto, pero nos damos
cuenta de que no está expreso. Es un sujeto desidencial Ego, ya que coepi está en 1ª singular.
En este caso ese Ego refiere al Lar familiaris, la deidad del recinto doméstico, en este caso del
hogar de Euclión. Todo el prologo a la aulularia lo narra el Lar, quien prenuncia la trama y
presenta a los personajes y su situación actual.
Volviendo al análisis y estableciendo que se trata de un gran predicado sin sujeto expreso,
podemos ahora sí ir al verso 15, el cual es en su totalidad (desde ubi a credidit) una gran
proposición incluida adverbial temporal, cumpliendo la función de circunstancial de tiempo.
Está introducida por el relacionante UBI, un subordinante pronominal. Este UBI, a su vez,
cumple una función dentro de la estructura que introduce. Va a ser un Circunstancial de
tiempo, del predicado dentro de la piadv. Ese predicdo tiene su núcleo en obiit, el pretérito
perfecto indicativo del compuesto de ob+eo, obeo. Obiit tiene la u sincopada (obiuit). Obeo
significa ir hacia, ir al encuentro de y en este caso es hacia la muerte (mortem: objeto directo).
Por lo tanto, se entiende como morir (o sea, “murió”).
Lo que nos queda en el resto de la Proposición incluida adverbial es el sujeto, cuyo núcleo es
Is, nominativo masculino del pronombre demostrativo is, ea id. Acá notamos la insistencia del
Lar que reitera este Is, que refiere al abuelo de Euclión.
El resto del verso es una proposición incluida adjetiva que es el atributo de Is. Esta introducida
por el pronombre relativo qui, que es el sujeto de la Proposición incluida adjetiva, ya que está
en nominativo. El resto es el predicado de la proposición incluida adjetiva, cuyo núcleo es
credidit, el pretérito perfecto indicativo de credo. Hay una simultaneidad de tiempo entre obiit
y credidit, cuando tal vez uno lo que esperaría es que credidit estuviera en pluscuamperfecto.
Credo significa confiar, prestar, dar algo en confianza. Al ser un verbo de transferencia (confiar
algo a alguien), vamos a precisar un objeto directo y uno indirecto, los cuales identificamos
rápido. Mi es el objeto indirecto. Y Id aurum es el objeto directo (Id es un demostrativo que
modifica al núcleo del od, aurum. Un sustantivo neutro en acusativo (aurum, i)
Ahora todo lo que nos queda es el objeto directo de lo que el Lar observa. Va desde ECQUI a
PATER.
En este caso el Od es una proposición incluida sustantiva realizada mediante una interrogativa
indirecta. Notamos esto porque está introducida por un lexema interrogatorio, que es un
pronombre o adverbio de interrogación, en este caso el adverbio ECQUI. En las interrogativas
totales el lexema puede no cumplir ninguna función mientras que en las parciales cumplen
función dentro de la subordinada. En este caso podemos marcarle circunstancial de modo al
ECQUI, teniendo en cuenta que significa “de alguna manera, por ventura, acaso, etc”
Otra cosa a notar de las interrogativas indirectas es que su núcleo verbal es un verbo en
subjuntivo en consecutio completa con el verbo principal. Encontramos tal verbo en HABERET,
la 3ª persona singular del pretérito imperfecto en modo subjuntivo de habeo. El sujeto de
haberet será filius, en nominativo. Este haberet a su vez va a exigir un objeto directo y un
objeto indirecto. El OI es mihi, el cual también puede aparecer como mi, sin efectos en la
métrica. Todo el resto de las palabras van a ser el objeto directo, es decir: MAIOREM…
HONOREM…QUAM EIUS HABUISSET PATER.
Cuando murió ese, el que me confió este oro, comencé a observar si, de alguna manera el hijo
me tenía un respeto mayor que (el que me) había tenido su padre.
Este hijo en cuestión es el padre de Euclión. El Lar está relatando esto para finalmente llegar a
la descripción de Euclión y su hija en los siguientes versos. Euclión y su hija se ven
caracterizados de maneras completamente opuestas. La principal característica que define a
Euclión es la de ser parcus (tacaño), mientras que la hija (personaje que no aparece en toda la
comedia, simplemente se escucha su voz pariendo) se caracteriza por rendirle ofrendas al Lar,
ganándose el aprecio del Lar. Por consiguiente, el Lar moviliza la casa de Euclión (haciendo que
este encuentre la aula, la olla con oro) para que resulte en el casamiento de la hija (Fedria) con
su violador, Licónides. De esta manera, correrán dos tramas aparentemente paralelas que
luego se unirán: el embarazo tras la violación de Fedria y el descubrimiento de la olla por parte
de Euclión. Un momento fundamental en la comedia que muestra la hábil manera en que
Plauto hace que las tramas converjan es la escena X del acto IV, donde Liconides y Euclión
discuten sobre un tema que ambos creen ser el mismo, pero que en realidad tiene referentes
distinta. Liconides se refiere a Fedria mientras que Euclión se refiere a la olla. Liconides se
confiesa culpable de haberla violado, pero Euclión entiende que se esta confesando culpable
del robo de la olla. Esta escena también es sugestiva del status de la mujer en la sociedad
romana, cosificada. La mujer se iguala a un objeto que se transfiere o se roba entre los
hombres. Esto se puede observar en el siguiente dialogo.
LICÓNIDES “No pretendo que sea en contra de tu voluntad, pero debe ser mía.”