PROTOCOLO DE EMERGENCIA DE LA CONSCIENCIA CERO

Seguramente más de una vez has escuchado decir que los límites te los
pones tú mismo. Pero, ¿Alguna vez alguien te ha explicada cómo o por qué?
Y es que, sabemos perfectamente que la respuesta interna cuando alguien
te dice que tú mismo te estás saboteando o que tú mismo te impides llegar
a donde quisieras, es una incredulidad automática, mientras te repites que
es una tontería que tú mismo te impidas lograr aquello que quieres lograr.
Pues bien, en esta ocasión vamos a analizar la razón por la cual, es
completamente cierto que los límites te los pones tú mismo, pero no sólo
eso, sino también cómo es que esto es posible y por supuesto, el tan
esperado ¿Por qué? ¿Por qué razón te estás impidiendo lograr lo que
quieres?
Y la respuesta a todas estas interrogantes es ni más ni menos que el
“Protocolo de emergencia de la consciencia cero”, concepto que,
probablemente suena más a un término tecnológico que a algo que tenga
que ver con tu vida diaria.
Por esto, y para hacerlo más sencillo, digamos que es un sistema de
seguridad en el mismo núcleo de tu consciencia, que garantiza que tu vida
cumpla con el código sobre el cual se sustenta la existencia en sí misma, es
decir, que se de en equilibrio, y es “de emergencia” ya que teóricamente,
cualquier individuo que viva de acuerdo a la guía de sus instintos
conscientes, vive en equilibrio y en estos casos, la activación de este sistema
no es necesaria.
Sin embargo, como ya hemos visto anteriormente, la captura social provoca
la minimización de estos instintos, y cuando esta es muy significativa, la
mente consciente o ego, crece firme en la creencia impuesta por el sistema

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social, de que sólo por medio de la acumulación de logros individuales, llegarás
a la felicidad. Así que como es fácil deducir, esto se traduce a una vida
centrada en la individualidad y el egoísmo, lo que atenta directamente
contra el propósito de tu vida como individuo que pertenece a sistemas
mayores.
Esto trae como consecuencia automática la activación de este protocolo de
emergencia. Dicho de modo más específico, se activa cuando tu ego o mente
consciente tiene pensamientos, crea sentimientos o toma decisiones que
propician un desequilibrio, ya sea en ti mismo o para los sistemas a los que
perteneces.
De modo que, es cierto. Los límites en tu vida, los pones tú.
Ahora bien, el cómo es que tú mismo pones estos límites, no es tan ilógico ni
tan complejo como pudiera sonar.
Para empezar, es necesario recordar que este protocolo de emergencia es
operado por tu consciencia cero, misma que es responsable de
aproximadamente, del 90 al 95 por ciento de las decisiones en tu vida, esas
que son tomadas de modo “inconsciente”. Y con esto en mente, no es difícil
comprender que los límites en tu vida son creados sí por ti, pero tú eres
capaz de darte cuenta de manera consciente.
Así pues, todo aquello que deseas, pero no logras y todo aquello por lo que
te esfuerzas, pero no consigues, son los resultados de las acciones de la
consciencia cero ejecutando este protocolo de emergencia; En el cual puedes
identificar tres niveles principales: Neutralización, Captura y Penalización.
Siendo la neutralización el nivel más bajo de este protocolo de emergencia,
sus efectos alcanzan únicamente a cancelar o neutralizar decisiones que
tomas de modo consciente, siempre que estas propician un beneficio a tu

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ego, en perjuicio del propósito de equilibrio de tu consciencia cero y sus
instintos.
Ejemplos de esta neutralización son detalles tan sencillos y cotidianos como
los olvidos, las omisiones e incluso la misma procrastinación. ¿Cuántas veces
“olvidaste” esa llamada tan importante que tenías que hacer? O tal vez
¿En alguna ocasión “se te pasó” la fecha de algún pago o asistir a una cita?
¿Alguna vez faltado o llegado tarde a algún lugar porque “no escuchaste
tu alarma”? Pues cualquiera de estas situaciones bien podría ser un
síntoma del protocolo de emergencia actuando sobre tus decisiones
conscientes. De modo que, la manera más sencilla de desactivar el protocolo
de emergencia en esta fase, sería tan simple como dejar de preguntarte
¿Por qué? Y empezar a preguntarte ¿Para qué? Suceden estos olvidos, por
ejemplo, es decir, ¿Qué consecuencia acarrean cuando se presentan?
Ahora bien, si a pesar de los efectos de la neutralización, tu ego continúa
en la persecución de objetivos individuales que pongan en desequilibrio tu
propósito como individuo, se hace presente el siguiente nivel, o sea, el de
captura. Y como su nombre lo indica, en este tu consciencia cero o inconsciente
tiene la capacidad de “capturar” o tomar control de lo que decides, dices o
haces. Y los ejemplos de la fase de captura son tan cotidianos como errores,
equivocaciones o esas cosas que hiciste “sin pensar”. ¿Alguna vez te has
equivocado en una tarea importante del trabajo? ¿Alguna vez has dicho
algo que “no querías decir”? O tal vez, alguna vez has hecho algo, para
después preguntarte ¿Por qué lo hice? Pues este es precisamente el
propósito del protocolo de emergencia, llevarte a una reflexión respecto de
tus acciones, tus objetivos y los medios por los cuales los buscas.
Sin embargo, si la suma de los dos primeros niveles de este protocolo de
emergencia no te llevara a esta reflexión respecto de ti mismo y del
propósito de tu vida, no sólo se mantienen ambos presentes, acumulando

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olvidos y omisiones sumados a equivocaciones y errores; con lo que se
desencadena el tercer nivel, el de penalización.
Y es en este nivel, en el cual literalmente hablando empiezan tus problemas.
Ya que, como es lógico deducir, con esta acumulación que mencionamos de
errores, olvidos, equivocaciones y omisiones, eventualmente se crean
conflictos y problemas en diversos ámbitos de tu vida, ya sean
sentimentales, laborales, familiares e incluso de salud. De modo que este
tercer nivel del protocolo de emergencia puede potenciarse desde
circunstancias desfavorables o ligeros problemas, hasta un panorama lleno
hasta el tope de situaciones de conflicto y problemas que resolver.
Y aunque sería sumamente sencillo seguir pensando que sólo te “ha tocado
mala suerte” o que “Dios te está castigando”, es todavía más sencillo
simplemente hacerte consciente de encontrar en qué momento tus acciones
o decisiones participaron en, o propiciaron la creación de esos problemas.
Y si no supieras por dónde empezar a buscar, puedes partir del
reconocimiento del propósito que te dictan tus instintos conscientes, y hacer
una reflexión sobre tu vida. Desde el último momento que recuerdes haber
sido plenamente feliz, hacia el presente. Busca los puntos clave en donde
nacieron esos problemas que hoy te agobian, pero, sobre todo, trata de
hacerte consciente de cuál es la lección están tratando de enseñarte estos
problemas.
Ya que este, es precisamente el para qué existe este protocolo de
emergencia de la consciencia cero, o inconsciente, porque si no te dejaras
guiar por tus instintos conscientes para vivir en equilibrio y cumplir tu
propósito como individuo, la consciencia cero crearía la cantidad de problemas
suficientes en tu vida, hasta que aprendieras las mismas lecciones que tus

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instintos de dictan, pero a través de situaciones experimentadas por tu
ego o mente consciente.
Y si bien aún es probable que esto te suene increíble porque piensas los
errores son naturalmente humanos y los olvidos sólo se deben a que tienes
mucho en qué pensar, y que si no escuchaste tu alarma es simplemente que
te encontrabas sumamente cansado, recuerda por un momento que tu
consciencia cero o inconsciente es capaz de percibir y almacenar información
de la que tú no eres consciente, que su naturaleza es matemáticamente
perfecta y que su desempeño sólo es comparable a equipos de cómputo tan
poderosos, que apenas sueñan con existir. Que las tareas que desempeña
desde antes que tú supieras cómo te llamabas, tales como encargarse de
todos los procesos físicos que te mantienen vivo, son tan complejas y
precisas que a la fecha no han podido ser recreadas en su totalidad de
manera artificial.
Y entonces hazte la pregunta: ¿Crees realmente que la consciencia cero o
inconsciente es realmente capaz de “equivocarse”?
Independientemente de qué respuesta prefieras elegir en este preciso
momento, el protocolo de emergencia de la consciencia cero está presente en
tu vida, y así permanecerá, hasta que adquieras el conocimiento consciente,
resultado del aprendizaje por experiencia, que te deja el atravesar eso que
consideras situaciones adversas, conflictos o problemas por resolver.
Ya que es precisamente este, el motivo por el cual existen ciertos
“problemas” que parecieran volver a tu vida, una y otra vez. Estos
representan lecciones importantes que, por algún motivo, tu ego se ha
rehusado a aprender hasta el momento.
Es por esto, que para poder “desactivar” el protocolo de emergencia de la
consciencia cero, y ser realmente capaz de llegar hasta donde decidas sin

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que tú mismo te estés poniendo límites para esto, es necesario tomar
consciencia de los mensajes que te hace llegar tu inconsciente a través de
tus problemas, es decir, es necesario que aprendas estas lecciones que te
llevan de vuelta al mismo camino por el cual te guían tus instintos
conscientes.
Por supuesto que no debes de aceptar esto como un hecho sólo porque sí.
La invitación será siempre a que lo dudes, lo reflexiones y lo analices, ya que
como hemos dicho, de este modo también adquieres conocimiento consciente,
la misma finalidad a la que sirven los problemas y las adversidades en tu
vida.
De modo que, sí, puedes deshacerte de los problemas en tu vida y de tus
límites también, sólo necesitas buscar de forma consciente el por qué y sobre
todo, el para qué están ahí.

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