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- Los ciclos económicos de Bolivia se han caracterizado por la explotación de recursos naturales como la plata, el estaño y el petróleo. Esto ha dado lugar a diferentes oligarquías mineras a lo largo de la historia del país, destacándose la oligarquía del estaño en el siglo XX liderada por Simón Patiño, Mauricio Hochschild y Carlos Víctor Aramayo, conocidos como los "Barones del estaño", quienes controlaron la economía y política del país a través de su dominio sobre las principales minas
- Los ciclos económicos de Bolivia se han caracterizado por la explotación de recursos naturales como la plata, el estaño y el petróleo. Esto ha dado lugar a diferentes oligarquías mineras a lo largo de la historia del país, destacándose la oligarquía del estaño en el siglo XX liderada por Simón Patiño, Mauricio Hochschild y Carlos Víctor Aramayo, conocidos como los "Barones del estaño", quienes controlaron la economía y política del país a través de su dominio sobre las principales minas
- Los ciclos económicos de Bolivia se han caracterizado por la explotación de recursos naturales como la plata, el estaño y el petróleo. Esto ha dado lugar a diferentes oligarquías mineras a lo largo de la historia del país, destacándose la oligarquía del estaño en el siglo XX liderada por Simón Patiño, Mauricio Hochschild y Carlos Víctor Aramayo, conocidos como los "Barones del estaño", quienes controlaron la economía y política del país a través de su dominio sobre las principales minas
Desde la colonia y luego de la fundación de la república de Bolivia, su economía
ha girado en torno a la explotación de los recursos naturales no renovables mineros, primero de la plata, luego del estaño y otros minerales y en varios años de hidrocarburos. En el Siglo XIX continuó la predominancia de la plata: En la segunda mitad de este siglo se desarrolló la llamada “oligarquía de la plata”, cuyos representantes más conspicuos fueron José Avelino Aramayo, Félix Avelino Aramayo, Aniceto Arce y Gregorio Pacheco, que se hicieron de las minas más importantes de plata como Potosí, Portugalete, Pulacayo, Guadalupe, Gallofa, Andacaba, Colquechaca, etc. Todos acumularon fortunas y participaron activamente en política. Pacheco fue presidente de Bolivia entre 1884 y 1888 y Arce entre 1888 y 1892. Aniceto Arce fue el minero más importante como accionista mayoritario de la Compañía Huanchaca de Bolivia, que tenía también capitales chilenos. Su mina Pulacayo, la más importante del país en dicha época, produjo cantidades impresionantes de plata, tanto así que para facilitar el transporte de los concentrados a puerto, en 1878 la empresa construyó el ferrocarril de Pulacayo a Uyuni, ya conectada al puerto de Antofagasta. En las postrimerías de su gobierno (mayo de 1892), Arce inauguró el ferrocarril de Uyuni a Oruro, construido también por la compañía Huanchaca. Este ferrocarril fue de gran importancia, pues en el Siglo XX los mucho mayores volúmenes de concentrados de estaño, pudieron ser transportadas a Antofagasta y de ahí a fundiciones en otros continentes. La caída del precio y la producción de la plata y la fuerte subida del precio del estaño dio lugar a la era del estaño desde inicios del Siglo XX hasta 1985, en que su precio se derrumbó en la Bolsa de Metales de Londres en octubre de 1985. Simón Patiño, Mauricio Hochschild y Carlos Víctor Aramayo, llamados también los “Barones del estaño”, que constituyeron la Gran Minería, acapararon totalmente las minas más grandes de estaño del país: Catavi, Huanuni, Colquiri, Unificada (cerro de Potosí), Chorolque, Caracoles, Viloco, San José, Morococala, etc. A diferencia de los oligarcas de la plata, sin necesidad de intervenir directamente en política, controlaron totalmente la economía y la política del país. Sergio Almaraz dice que era el “súper Estado minero” con estructura “estrecha, oligárquica, piramidal”, funcionaba mediante “equipos políticos” y bufetes de abogados y que los tres “no estaban en el gobierno pero poseían el poder”. Quienes componían y también disfrutaban del poder y de las prebendas económicas de esta estructura, eran los de la llamada rosca minera, que duró hasta la revolución del 9 de abril de 1952. Las minas de la Gran Minería fueron nacionalizadas el 31 de octubre de 1952, formándose con ellas Comibol. Minas muy ricas y poco profundas, bajos salarios, higiene y seguridad industrial deficientes y tributos ridículos para la calidad de las minas (entre 1900 y 1940 tributaron apenas el 7,7 % del valor de venta), les permitieron amasar enormes fortunas, al extremo que Patiño llegó a ser uno de los diez hombres más ricos del mundo. Su veta La Salvadora descubierta en 1900, de 2 metros de ancho contenía 50 % de estaño, que en las condiciones actuales de costos y tributos, para un precio del estaño de 8 $us/LF, cada tonelada extraída de esa veta tendría una utilidad de 4.600 $us/ton. Pagando solo el 7,7 % del valor de venta de dicha época, la utilidad sería de 7.150 $us/ton. Un estudio de la Cepal sobre Bolivia señala: “Los primeros treinta años del Siglo XX constituyeron una oportunidad histórica para impulsar el desarrollo económico de Bolivia, en todos los campos, pero los Gobiernos dejaron pasar esa coyuntura que ya no volverá a presentarse en un tiempo previsible”. Ocurrió eso por el accionar de la rosca minera. Entre 1940 y 1950 la Gran Minería representó el 74 % de la exportación total del país, algo que no se dio ni se dará en ningún otro país del mundo. Las décadas anteriores con minas más ricas, su participación debió ser mayor. No existiendo ya minas ricas, en el futuro no habrá oligarquías mineras. Comibol fue la empresa minera más grande y la empresa más importante del país, con ingresos mayores al del tesoro nacional hasta octubre de 1985, en que se derrumbó el precio del estaño y tuvo que cerrar casi todas sus minas, que operaban a pérdida. En 1954 la minería representó el 99,2 % de las exportaciones nacionales y Comibol el 81 %, cuya participación fue bajando hasta 21 % en 1985. Con minas en franco agotamiento, las regalías mineras entre 1971 y 1981 promediaron 31 %. En las últimas tres décadas hay que destacar la importancia de las empresas transnacionales. Por falta de inversiones, y como consecuencia de nuevas minas, la minería se encuentra en situación crítica que difícilmente será revertida. No pudieron ni pueden darse oligarquías en el campo de los hidrocarburos, porque éstos pertenecen al Estado. Entre 1983 y 1987 la exportación de petróleo ocupó el primer lugar en las exportaciones nacionales y entre 2005 y 2015 lo hizo el gas natural, que con grandes volúmenes de exportación y elevados precios totalizó 41.941 M$us, de los que por lo menos el 60 % (25.165 M$us) debieron pagarse como tributos. Subieron también las exportaciones mineras y de no tradicionales, de modo que la exportación total en el período de 11 años fue de 85.914 M$us. Lamentablemente esta segunda bonanza económica histórica, en que también subieron fuertemente las recaudaciones de impuestos (SIN y Aduana), fue despilfarrada y nuevamente estamos en una severa crisis económica. Los productos no tradicionales (ni minería ni hidrocarburos), como ser soya y derivados, castaña, joyería, quinua, maderas, azúcar, girasol y derivados, palmito y otros, ocuparon el primer lugar de las exportaciones en 1994 y entre 1996 y 2004. La falta de nuevas minas y nuevos campos hidrocarburíferos está ocasionando una peligrosa declinación de estos sectores, que empeorará y no se recuperará en muchos años, por lo que se tiende a la expansión de la frontera agrícola, con lo que el oriente boliviano adquirirá cada vez más importancia, lo que podría dar lugar a nuevas oligarquías y/o la aparición de transnacionales. La gran pregunta es si la agricultura y sus derivados tributarán lo que la minería y los hidrocarburos, que además de regalías (por ser recursos no renovables) pagan impuestos. La minería actualmente paga el 37,5 % de sus utilidades. La soya y sus derivados (además de otros cultivos) de lejos la mayor exportadora no tradicional, para su cosecha consume grandes cantidades de diésel, cuya subvención está relacionada al precio del petróleo. Es sumamente importante analizar y cuantificar este aspecto.
LOS CICLOS ECONÓMICOS DE BOLIVIA
En Bolivia se identifica ciclos económicos en torno a la explotación de recursos naturales, como: la plata, el estaño, la goma y el petróleo. Esto a raíz de la demandas del mercado, en su momento el estaño no fue valorado durante la colonia. Bolivia se caracterizo por exportar solo materia prima. ¿QUÉ ES UN CICLO ECONÓMICO? Es un lapso de tiempo en el que, por lo general se repiten algunas pautas. Teniendo una fase de auge, una recesión, una depresión y por lo general una recuperación. Para que haya auge el producto tiene que ser muy requerido y se pague un buen precio por ello. Pero también hay factores internos que de alguna manera favorecen a dicha actividad, como profesionales y estabilidad política. EL CICLO DEL ESTAÑO Patiño al encontrar una veta en su mina la Salvadora, partió a Huanuni para saber de que mineral se trataba, fue cuando su esposa se arrodillo delante de un crucifico y rezo: !que no sea plata, Dios mío, que sea estaño!. Así lo cuenta el escritor Roberto Querejazu Calvo en su libro Llallagua: historia de una montaña, donde nos habla del declive de la plata. EL AUGE DEL ESTAÑO El estaño se usa hace miles de años, pero su uso industrial comenzó con la fabricación de hoja de lata, conservas, papel metálico a principios XX. Actualmente esta presente en nuestra vida cotidiana, especialmente en aleación con otros metales como el plomo y utilizado en soldaduras de circuitos electrónicos. DESPUES DE LA PLATA, EL ESTAÑO El país no supo aprovechar la bonanza de la plata, beneficiando a unos pocos. Es entonces que se produjo el auge del estaño. Tanto en la época colonial como republicana el estaño era considerado una basura metálica. Y cuando le llego el turno al estaño, la plata fue considerado una impureza. De ahí el ruego de la esposa de Patiño. De esto surge los barones del estaño, donde sobresale Simón Patiño, conocido como el rey del estaño. LOS BARONES DEL ESTAÑO Son Simón Patiño, Mauricio Hoschild y Carlos Víctor Aramayo, manejaron el destino político y económico del país y adquirieron títulos de nobleza en Europa. Modernizaron la explotación minera asociándose con capitales extranjeros, llegaron a controlar yacimientos de Bolivia y otros yacimientos del mundo. Controlaron el manejo político del país, pero sin participar directamente. Esta época se conoce como el superestado minero, ya que ellos podían designar y sacar a las autoridades, según conveniencia. LA SALVADORA Y EL REY DEL ESTAÑO Patiño supo abrirse camino hasta convertirse en uno de los hombres mas ricos del mundo, la fortuna que amasó fue a costa de la economía del país y el sacrificio de miles de obreros bolivianos. La salvadora, era la mina de estaño mas rica de la región y de las ricas del mundo. De a poco y con mucha dificultad fue adquiriendo otras compañías mineras que estaban en manos británicas y empresarios chilenos. PATIÑO MINES AND ENTERPRISES CONSOLIDATED INCORPORATED Con la creciente demanda internacional con la primera guerra mundial, logro Patiño expandir su poder económico. En 1924 era el único dueño de las minas de Llallagua, Catavi, Siglo XX, Uncía y Huanuni. Se alió con poderosos capitalistas en EE.UU y fundo Patiño Mines & Enterprise Consolidated Incorporated (PMECI). Compro fundidoras de estaño inglesa, además de otras en EE.UU. y Alemania. Compro minas en Malasia, en Asia, África y Oceanía. EL SUPERESTADO MINERO Si los potentados de la plata se aliaron en el partido conservador, los barones del estaño lo hicieron pero con el partido liberal. Al finalizar el siglo XIX se produjo la revolución federal en Bolivia y el control del gobierno por los liberales. Esta hegemonía duro hasta 1920 al ser derrotados por el partido republicano. Los liberales tomaron medidas innovadoras, como la fundación de escuelas rurales y el servicio militar obligatorio. Claro esto respondía a los intereses de la rosca minera. NACIONALIZACIÓN DE LAS MINAS Mas de tres décadas duro la hegemonía del estaño, el quiebre definitivo llego en 1952 con la revolución nacional. El 31 de octubre Víctor Paz Estenssoro firmo el decreto de nacionalización de las minas. Este hecho se dio a raíz de lo que sucedió en la población de Catavi (Potosí), en el campo de María Barzola en 1942, donde tropas militares dispararon contar una manifestación de hombres y mujeres, que reclamaban por los bajos salarios en las minas. LA MINERÍA DESPUES DE LA NACIONALIZACIÓN Con la eliminación del superestado minero y la presión obrera popular se fundo la COB, fuerza decisiva para la expropiación de las minas. Con la nacionalización, los yacimientos pasaron al estado y en compensación los barones recibieron una indemnización considerable. Siendo un punto negativo dela nacionalización por la jugosa cantidad que se pago, ya que las maquinarias eran obsoletas y los yacimientos agotados. LA RELOCALIZACIÓN MINERA: DECRETO 21060 Damos un salto a 1985, luego de varios gobiernos dictatoriales y nefastos; Víctor Paz, gana la elecciones y plantea el camino para salvar al país de la inflación económica. Para librar al estado de gastos innecesarios se despidió a cerca de 30.000 trabajadores, lo que se denomino relocalización. Esto fue todo lo contrario de lo que había hecho en 1952, pero se logro controlar la inflación. Como consecuencia del despido, se dio una masiva migración campo – ciudad y crecimiento del sector formal, desempleo y surgimiento de actividades ilícitas como el narcotráfico. INFLUENCIA SOCIOECONÓMICA DE LOS FERROCARRILES La historia del ferrocarril en Bolivia casi se desliza paralelamente con la actividad minera. Muchas poblaciones actuales de Bolivia surgieron al calor de la fiebre de los metales, y la facilidad de transporte y comunicación que comenzó con la llegada de los ferrocarriles. EL FERROCARRIL IMPULSOR DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL A mediados del XIX empezó la industrialización en los EE.UU. Y en países europeos. Gracias a la invención del ferrocarril se facilito el transporte de grandes toneladas de un lugar a otro. En 1830 se instalo en EE.UU, las primeras líneas férreas las cuales se expandió a otras partes. Antes se transportaba en carretas tiradas por animales de carga y caminos intransitables, siendo un limitante ya que alargaba el tiempo de viaje. Con la llegada del ferrocarril la minería acrecentó su producción. EL FERROCARRIL CASI LLEGA A BOLIVIA En 1873 recién en Bolivia se empieza con la construcción para la primera línea férrea. El trabajo lo realizó la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta, debiendo unir Antofagasta con el interior de la republica. Fue interrumpido en 1879, debido a la guerra del pacifico. El trabajo continúo después de la guerra y solo llego hasta Ascotán, pueblo que había dejado de pertenecer a Bolivia. FINALMENTE EL FERROCARRIL LLEGA A BOLIVIA La primera línea férrea no toco territorio boliviano. Fue recién en 1885, durante el gobierno de Gregorio Pacheco, que se solicito propuestas para la construcción. El único postulante fue Aniceto Arce, accionista mayoritario de la Compañía Minera Huanchaca. ANICETO ARCE Y EL FERROCARRIL Arce 1888 como presidente, no solo se dedicó a sus intereses empresariales sino también en la modernización tecnológica de Bolivia. Conecto Bolivia con Chile, e hizo pasar el ferrocarril por sus centros mineros (Pulacayo) y finalmente el 15 de mayo de 1892, el tramo ferroviario llego hasta Oruro. Se dice que tenia la idea de prolongar la línea a la Paz, Sucre, Cochabamba y Potosí, lo cual no logro realizar. INFLUENCIA DEL FERROCARRIL EN LOS POBLADOS Fue decisivo para la fundación o crecimiento de poblaciones que de otra forma no existirían. Uyuni fue fundada con la intensión de convertirla en un punto de conexión entre Chile, Potosí y el sur del país. Cuando la actividad minera decayó y fueron descuidadas las poblaciones decayeron. Por vincular las regiones mineras se descuido otras regiones del país.