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BATALLAS POR LA

INDEPENDENCIA DE BOLIVIA
6 batallas contra el ejercito realista y 1 batalla contra los intentos
anexionistas del Perú
BATALLA DE AYACUCHO
La batalla de Ayacucho fue el ultimo y decisivo
enfrentamiento dentro de las campañas terrestres
de las guerras de independencia
hispanoamericanas. Que comenzaron entre 1809
hasta 1826.
Significa el final del dominio colonial español en
América del Sur. La batalla se desarrolló en la
Pampa de la Quinua en el departamento de
Ayacucho Perú, el 9 de diciembre de 1824. La
victoria independentista supone la desaparición del
contingente militar realista mas importante que
aun seguía en pie, sellando la independencia del
Perú. Con una capitulación militar que puso fin al
Virreinato del Perú. La independencia fue
finalmente reconocida por España. Mediante el
tratado firmado en Paris el 14 de agosto de 1879.
El nacimiento de Bolivia
Simón Bolívar, con la aprobación del congreso peruano el 23 de febrero de 1825 y del congreso argentino el
9 de mayo de 1825, ratificó la decisión de Antonio José de Sucre de convocar un congreso soberano del Alto
Perú que manifestó en su declaración de independencia su deseo de no unirse al Perú o a las Provincias
Unidas de Río de la Plata.
Mediante un decreto la Asamblea determinó que el nuevo estado nacido en el Alto Perú llevaría el nombre
de «República Bolívar», en homenaje al Libertador, designado «Padre de la República». Se le concede
también el supremo poder ejecutivo en forma vitalicia, con los honores de Protector y Presidente. Bolívar
agradeció estos honores, pero declinó la aceptación del cargo, designando al mariscal de Ayacucho Antonio
José de Sucre.

DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA DE BOLIVIA


Convocada nuevamente la Asamblea Deliberante en Chuquisaca por el mariscal Sucre, el 9 de julio de
1825, y concluida se determinó la completa independencia del Alto Perú, bajo la forma republicana.
Finalmente, el presidente de la Asamblea José Mariano Serrano, junto a una comisión, redactó el "Acta
de la Independencia" que lleva fecha del 6 de agosto de 1825, en honor a la Batalla de Junín ganada por
Bolívar. La independencia fue declarada por 7 representantes de Charcas, 14 de Potosí, 12 por La Paz, 13
por Cochabamba y 2 por Santa Cruz. El acta de independencia, fue redactada por el presidente del
Congreso, Serrano.
BATALLA DE PICHINCHA
La batalla de Pichincha se realizó el 24 de mayo de 1822 entre las fuerzas patriotas
comandadas por Antonio José de Sucre y las tropas realistas encabezadas por
Melchor Aymerich. El choque se produjo en las faldas del volcán Pichincha, en
Quito, actual Ecuador.

El ejército patriota estuvo conformado por 2900 hombres, la mayoría


grancolombinos (batallones Paya, Magdalena y Yaguachi) y peruanos (batallones
Trujillo y Piura). También hubo ingleses y argentinos. Los realistas contaban con
3000 soldados.
La capitulación 25 de
mayo de 1822

La victoria patriota en
Pichincha permitió la
liberación de Quito y su
anexión a la República de
Gran Colombia, cuyo
presidente era don Simón
Bolívar. El Libertador hizo
su ingreso triunfal a Quito
el 16 de junio de 1822.
Batalla de Junín

La batalla de Junín fue un


conflicto bélico que se
desarrolló el 6 de agosto
de 1824, en la zona de
Junín, Perú, y en medio del
proceso de la
independencia de los
territorios americanos
colonizados por España.
La batalla se libró durante el proceso de Independencia
del Perú y frente a las tropas realistas que se resistían a
estas pretensiones. El resultado fue la victoria decisiva de
las fuerzas independentistas y, junto con la batalla de
Ayacucho, esta batalla fue uno de los procesos que
consolidó la Independencia del Perú y la erradicación
definitiva del dominio español en América.
Batalla de Carabobo
La batalla de Carabobo fue una de las principales acciones militares de la Guerra
de Independencia de Venezuela en el marco de las Guerras de Independencia
Hispanoamericanas que se llevó a cabo en el Campo de Carabobo el 24 de
junio de 1821, por parte del ejército patriota contra el ejército real español. Esta
batalla fue decisiva en la liberación de Caracas el día 29 de junio, así como del
resto del territorio venezolano tras la expulsión definitiva de las tropas
españolas en la posterior batalla naval del Lago de Maracaibo.
Batalla de Boyacá

La batalla del Puente de Boyacá fue la


confrontación más importante de la guerra
de independencia de Colombia que garantizó
el éxito de la Campaña Libertadora de Nueva
Granada. Este acontecimiento tuvo lugar el
día 7 de agosto de 1819 en el cruce del río
Teatinos, en inmediaciones de Tunja. La
batalla finaliza con la rendición en masa de la
división realista, y fue la culminación de 78
días de campaña iniciada
desde Venezuela por el Libertador Simón
Bolívar para independizar la Nueva Granada.
Batalla de Tarqui
La batalla del Portete de Tarqui o batalla de
Tarqui se libró el 27 de febrero de 1829 en el
denominado Portete de Tarqui, a pocos
kilómetros de Cuenca, Colombia
(actual Ecuador, entre tropas de la República
Peruana (comandadas por José de La Mar
y Agustín Gamarra) y de la República de
Colombia (comandadas por Antonio José de
Sucre y Juan José Flores). Si bien las tropas
grancolombinas lograron la victoria sobre la
vanguardia peruana, destruyéndola y
obligando al repliegue del resto de sus
fuerzas, sufrieron fuertes pérdidas en su
caballería con la carga peruana, lo que
dificultó la continuación de la campaña y
ocasionó la estabilización del frente.
Batalla de Ingavi
Contra los intentos anexionistas
de Agustín Gamarra

La Batalla de Ingavi ocurrió el 18 de noviembre de 1841 en la localidad


de Viacha, en la Provincia de Ingavi, Bolivia. Allí se enfrentaron tropas
bolivianas al mando de José Ballivián con tropas peruanas al mando
de Agustín Gamarra.
Este enfrentamiento forma parte de la Guerra entre Perú y Bolivia que
duró desde 1841 hasta 1842.
Mariscal Andrés de Santa Cruz y
Calahumana

Hombre de gran visión de


integración americana, se propuso
poner en práctica el sueño
bolivariano, llevó a Bolivia a una
situación de privilegio entre las
naciones por entonces anarquizadas
por las ambiciones de poder y el
caos político imperante entre las
repúblicas emergentes del régimen
colonial. La bandera crucista
confederada ondeó triunfante desde
el Ecuador hasta el norte argentino.
Mariscal Andrés de Santa Cruz
Andrés de Santa cruz nació en la ciudad de La Paz, un 25 de diciembre de 1792. Sus padres
fueron don José Santa Cruz y Villavicencio y doña Juana Basilia Calahumana, ambos de noble
estirpe; el padre de ascendencia española y la madre de abolengo incaico, natural del pueblo
de Huarina. Inicia sus estudios en el colegio San Francisco de La Paz, y en 1809 continua en el
Seminario Conciliar de San Antonio Abad de la ciudad del Cusco. Allí conoció a un alumno
cusqueño, Agustín Gamarra, quien más tarde sería su principal rival en los manejos políticos y
militares del Perú durante la efímera vigencia de la Confederación Perú Boliviana.
A muy temprana edad, se enrola en fila realistas, en los Dragones de Apolobamba, con el
rango de alférez, luego pasa a órdenes del brigadier José Manuel de Goyeneche como
ayudante de campo. Más tarde, el virrey del Perú, Joaquín de la Pezuela, dio al joven oficial el
comando de un regimiento en el ejército del general O’Reilly. En abril de 1817 ya con el grado
de teniente coronel, es tomado prisionero por los patriotas en Tarija, en la batalla de la
Tablada, enviado a la prisión de Las Bruscas, al sur de Buenos Aires, de donde logra fugar
para retomar las armas realistas. Después de la derrota sufrida en la batalla de Cerro de
Pasco en diciembre de 1820, y recapturado, Santa Cruz decide definitivamente abrazar la
causa patriota en 1821.
El general José de San Martín convencido de la lealtad del joven ex-realista le
confía el mando de una división y es ascendido a la vez al rango de coronel. En
1822 Santa Cruz al mando del ejército auxiliar peruano se une a las fuerzas del
general Sucre y logran una brillante victoria en Pichincha, 24 de mayo de 1822,
que libera de los españoles a Ecuador. Por esta acción es ascendido al rango de
brigadier general de los Ejércitos de Colombia y nombrado jefe del Estado Mayor
de la División Peruana y como tal participó en la batalla de Junín, 6 de agosto de
1824, y luego de las batallas de Zepita, agosto de 1823, y Sicasica es nombrado
prefecto de Huamanga, donde permanece en lo que resta de la campaña
libertadora. –El 30 de enero de 1825 hace su entrada triunfal a la ciudad de La
Paz como prefecto, en camino hacia Bolivia pasa por Arequipa donde contrae
matrimonio con la dama peruana Francisca Cernadas, con quien tendría
numerosa descendencia–. El 6 de agosto de ese mismo año por mandato de la
Asamblea Deliberante se crea la República Bolívar (actual Bolivia), con auspicio
de Bolívar y Sucre como sus primeros presidentes.
BOLIVIA AL NACER
CONFEDERACIÓN PERÚ
BOLIVIANA
CAUSAS PARA LA CREACIÓN DE LA CONFEDERACIÓN PERUANO BOLIVIANO
La idea de unir el Perú con Bolivia no fue un proyecto surgido por mero capricho de las figuras políticas y militares de entonces, sino que tenía
bases históricas profundas. Durante el período colonial, hasta 1776, el Alto Perú y el Bajo Perú formaron una sola unidad, que la división
política no pudo quebrar. Los vínculos humanos, históricos, comerciales y geográficos persistieron y persisten, inclusive hasta nuestros días.
Santa Cruz tan conocedor de estos vínculos, buscó la unificación de los dos países en un solo Estado, del cual sería Jefe Supremo. Esta unión
recibió el nombre de Confederación Peruano-Boliviano. Aunque la idea no era exclusiva del mandatario boliviano, ya Bolívar y posteriormente
Luna Pizarro, habían sugerido la creación de una confederación compuesta de tres estados, formando Bolivia el Estado del sur y dividiendo el
Perú en Estado norte y del centro (parte sur del Perú con el departamento de La Paz). Santa Cruz también abordó este proyecto, creando los
estados nor y surperuano, unidos a Bolivia mediante la Confederación.
En 1836, vencida toda resistencia interna, Santa Cruz dedica sus esfuerzos para llevar a la práctica el proyecto de la Confederación y es en
Tacna, en el Congreso de mayo de 1837, se establece la unión confederada. Santa Cruz es elegido Jefe Supremo y Protector de la
Confederación Perú-Boliviana, por diez años y presidente del Estado en que se hallare. Cada Presidente sería designado por él y el Parlamento
se reuniría cada dos años. Así se mantendría hasta 1838. Presidentes de los estados Nor y Sur Peruano serían Luis José de Orbegoso y Pío
Tristán, respectivamente. Santa Cruz, por su parte conservaba asimismo la presidencia de Bolivia.
Por decreto dado el 28 de octubre del mismo año estableció la Confederación Perú Boliviana, integrada por los tres estados o repúblicas:
• El Estado Nor Peruano con capital en Lima.
• El Estado Sur Peruano, con capital en Tacna.
• El Estado Boliviano, con capital en La Paz.
MAPA DE LA
CONFEDERACIÓN
PERÚ BOLIVIANA

1837 - 1838
BATALLAS EN LAS QUE SANTA CRUZ ONDEA
VICTORIOSA LA BANDERA BOLIVIANA
• Por entonces, el Perú vivía un estado de completa anarquía, Gamarra que no compartía las
ideas de Santa Cruz se une a las tropas de Felipe Santiago Salaverry, quien se había proclamado
Jefe Supremo del Perú, pero sufre una fulminante derrota en la batalla de Yanacocha, 13 de
agosto de 1835, a manos del Ejército Unido comandados por Santa Cruz y Orbegoso, éste último
había instalado un precario gobierno en Arequipa. Gamarra es desterrado a Costa Rica. El 4 de
febrero de 1836 tiene lugar el combate de Uchumayu, donde Salaverry lleva la peor parte y tres
días después, 7 de febrero, el ejército de Santa Cruz derrota de forma definitiva a las tropas de
Salaverry en la batalla de Socabaya. El jefe militar peruano es fusilado el 18 de ese mes en la
Plaza de Armas de Arequipa. Con esta muestra de excesiva dureza, se inicia el período de la
Confederación Perú-Boliviana.
• El establecimiento de la Confederación Perú Boliviana, así como la figura de Santa Cruz como su
máxima autoridad, generó el descontento y la desconfianza de los gobiernos de Chile y de
Argentina. Fue entonces que Diego Portales que ostentaba tres de los cuatro ministerios
existentes: Interior y Relaciones Exteriores; Justicia, Culto e Instrucción Pública; Guerra y
Marina, es decir, todos excepto Hacienda, entrevió el peligro que significaba para los intereses
de Chile la consolidación de la Confederación, ya que bajo la sombra de esta no se podría
alcanzar la hegemonía continental que añoraba para su país, además de representar una
amenaza al equilibrio continental, sugirió una intervención armada contra los Estados
Confederados. Por otro lado, el Dictador Juan Manuel Rosas de la Argentina, también se inclinó
por invadir territorio boliviano, argumentando que los “unitarios” estaban confabulando para
su caída y a la vez invocaba la “reivindicación del territorio de Tarija”.
MEDIDAS ADMINISTRATIVAS DE LA
CONFEDERACIÓN
• La administración de Santa Cruz en el vasto territorio confederado significó el predominio boliviano sobre las instituciones peruanas y se
caracterizó por las reformas que fueron introducidas: Se expidió reglamentos de comercio, aduanas, y tribunales de justicia. También se
promulgó los Códigos Civil y Penal, que ya habían sido implementados en Bolivia y que eran copias de los códigos napoleónicos. El gasto
del Estado fue saneado y la economía fortalecida. Se promovió e incrementó la explotación de minerales (cobre y mercurio) y la
exportación de azúcar, lana, salitre y algodón.
• PRIMERA EXPEDICIÓN CHILENA
• El Presidente chileno Joaquín Prieto inició las hostilidades contra la Confederación enviando una escuadra hacia el Callao, en agosto de
1836, donde se apoderó de tres importantes buques de guerra peruanos. El 26 de diciembre, el Congreso chileno declaró la guerra y
consiguió también que lo hiciera el gobierno de Rosas en Argentina al gobierno del general Santa Cruz, acusándolo de promover la
anarquía y la revolución en Argentina y Chile.
• La escuadra expedicionaria chilena, un grupo de peruanos que se decían ser “restauradores” al mando del almirante Blanco Encalada,
efectuaron el desembarco en Islay ocupando después Arequipa, el 12 de octubre de 1837. El 15 de noviembre, ambos ejércitos,
confederados y chilenos se encuentran en Paucarpata, donde, con algunos incidentes el ejército chileno se declara vencido. El 17 de
noviembre se firma entre Santa Cruz y Blanco Encalada el tratado de Paucarpata. Mediante el cual se establecía el reconocimiento de la
Confederación por parte de Chile, la no intervención en asuntos internos para ambos países, un tratado de comercio, la devolución de
los barcos robados por Chile y el reconocimiento de la deuda, gestionada por el gobierno de Chile para la naciente República del Perú.
Los chilenos y los “restauradores” regresan a Chile.
• CONTRA LA INTERVENCIÓN ARGENTINA
• El gobierno argentino, al mismo tiempo que el de Chile, declaró la guerra a la Confederación, dando principio a las hostilidades
adelantando por el Sur de Bolivia un ejército a órdenes de los generales Alejandro Heredia y Gregorio Paz. En esta campaña, el ejército
boliviano estuvo bajo el mando de los generales Burdet O’Connor y Felipe Braun y el coronel Eustaquio Méndez (el célebre Moto), se
abrió con una fulminante campaña con la victoria de las fuerzas bolivianas en Cochinoca, 9 de febrero de 1838. Después, las tropas
argentinas experimentaron nuevas y sucesivas derrotas como las de Humahuaca e Iruya, 11 de junio; Montenegro, 24 de junio, con estas
victorias se había dado fin con la amenaza argentina a la Confederación.
LA SEGUNDA EXPEDICIÓN CHILENA
• Tan pronto como el gobierno chileno llegó a saber lo sucedido en Paucarpata,
rechazó el tratado anunciando la continuación de la guerra a la Confederación.
Iniciados los preparativos, el 19 de julio de 1838 parte de Coquimbo la segunda
expedición restauradora al mando del general Manuel Bulnes y los exiliados
peruanos al mando de Agustín Gamarra, para restaurar la independencia del Perú
y destruir la Confederación Perú Boliviana. A principios de agosto de 1838 el
ejército chileno desembarca en Ancón y se encamina hacia Lima; Orbegoso por su
lado ataca a las fuerzas expedicionarias en la Portada de Guía, pero es derrotado.
Gamarra ya en Lima se proclama Presidente provisorio del Perú.
• Los expedicionarios abandonaron Lima y sostuvieron un primer encuentro en
Buin con los confederados, con Santa Cruz a la cabeza, Poco después los
confederados son derrotados tras dura batalla en Yungay, 20 de enero de 1839, la
suerte de la Confederación estaba sellada. Santa Cruz se traslada a Arequipa para
movilizar las importantes fuerzas que aún conservaba en aquella plaza, pero no
logra su propósito, además recibe la noticia del alzamiento de los generales
Velasco y Ballivián en Bolivia y por lo tanto de su derrocamiento. Ante este
descalabro militar Santa Cruz opta por renunciar a la autoridad protectoral y a la
presidencia de Bolivia, 20 de febrero. Velasco formalmente asumió el poder el 22
de febrero de 1839.
LAS REPRESALIAS CONTRA SANTA CRUZ
• El nuevo gobierno restaurador, tanto en Bolivia como en el Perú, trató duramente a Santa Cruz y a
todos los que habían apoyado a la Confederación. Repudiado salió de Arequipa y acompañada de
una pequeña comitiva se radica en Quito. Desde allí sigue el curso de los acontecimientos políticos
que se suceden en Bolivia. Creyendo encontrar el apoyo de sus seguidores intenta retornar a su
tierra natal, llega a Lima, pero su presencia es advertida y causa preocupación en los gobiernos de
Chile, Perú y Bolivia, hasta que en una acción combinada es aprendido en Tacna y desterrado a
Chillán, noviembre de 1843. Gracias a las gestiones de los reyes de Francia e Inglaterra y del
gobierno del Ecuador, consiguen que Santa Cruz se traslade a Europa con el compromiso de no
volver a América, 17 de diciembre de 1845.
• La ingratitud y la mezquindad de los políticos y militares de entonces se ensañó con el hombre que
supo llevar en alto el pabellón y la imagen de Bolivia, Santa Cruz fue declarado proscrito y traidor,
indigno de llevar el título de boliviano y eliminado de las listas civiles y militares, la misma suerte
corrieron sus colaboradores más leales, los generales Otto Felipe Braun y Francisco Burdett
O’Connor, figuras célebres en la lucha independentista de América del Sur, quienes fueron
borrados de las listas militares.
• En 1848 el Presidente Manuel Isidoro Belzu nombra a Santa Cruz, ya en el exilio, Ministro
Plenipotenciario de Bolivia ante los gobiernos de Francia, Bélgica, Inglaterra, España y el Vaticano.
Santa Cruz aún mantenía la esperanza de volver a su tierra en cualquier momento, pero pasa el
resto de su vida completamente olvidado por las dos naciones y por las que tan duramente había
luchado por unirlas. Fallece a la edad de los 72 años, el 25 de septiembre de 1865, en Nantes,
Francia, y es sepultado en Versalles. Al conmemorar el centenario de su muerte, en 1965, sus
restos son repatriados y descansan en la Catedral Metropolitana de su ciudad natal, La Paz.
Quien fue Agustín Gamarra
Controvertido personaje político y militar
Agustín Gamarra Messía (Cusco, Virreinato del Perú; 27 de agosto de 1785-
Ingavi, La Paz, Bolivia; 18 de noviembre de 1841), político
y militar peruano que fue presidente del Perú en dos ocasiones: de 1829 a
1833 y de 1839 a 1841. Su último periodo no pudo completarlo pues falleció
en la batalla de Ingavi, en Bolivia, durante el último intento de anexar dicha
república al Perú, que fue una de sus más acentuadas obsesiones políticas.
Gobernó también a título provisorio en 1829 y de 1838 a 1840. Encarna la
figura del caudillo militar ambicioso con activa participación en la vida política
peruana durante las primeras décadas de la República.
Durante la guerra de la Independencia, inicialmente se alistó en las fuerzas realistas, concurriendo a las campañas
en el Alto Perú contra los ejércitos argentinos, sirviendo bajo las órdenes de José Manuel de Goyeneche, Joaquín de
la Pezuela, Juan Ramírez Orozco y José de La Serna. Actuó también en la represión de la rebelión de los hermanos
Angulo y Mateo Pumacahua (1814) y contra las guerrillas de originarios del Alto Perú logrando derrotar a
la Republiqueta de Larecaja. Subió por todos los escalones inferiores hasta el grado de teniente coronel. Pero se le
involucró dos veces en conspiraciones tramadas por los patriotas y fue enviado a Lima en 1820.

Poco después se sumó a la causa de la Independencia enrolándose en el Ejército Libertador


de José de San Martín. Estuvo luego en dos expediciones enviadas a la sierra central y en la
desafortunada campaña de Ica (1822). Durante la Segunda Campaña de Intermedios figuró
como segundo del general Andrés de Santa Cruz (1823). Con la llegada de Bolívar y el
ejército grancolombiano, fue nombrado Jefe del Estado Mayor y como tal destacó en
la batalla de Ayacucho (1824). Fue nombrado Prefecto del Cuzco y Jefe del Ejército del Sur.
En 1828, invadió Bolivia; firmó con dicha nación el Tratado de Piquiza y fue nombrado
Mariscal.
Bajo las órdenes del presidente del Perú, mariscal José de La Mar, participó en la Guerra
contra la Gran Colombia como Comandante general del Ejército peruano, pero ambicionó el
poder y contando con la complicidad de los generales Antonio Gutiérrez de la Fuente y
Andrés de Santa Cruz, derrocó a La Mar en plena guerra. Asumió entonces la Presidencia del
Perú y acto seguido firmó la paz con la Gran Colombia por medio del Tratado Larrea-Gual.
Este primer gobierno duró de 1829 a 1833 y se caracterizó por su autoritarismo y por su
deseo de integrar Bolivia al Perú. En 1834 provocó una rebelión de sus partidarios contra el
gobierno del electo Presidente Luis de Orbegoso; derrotado, salió desterrado a Chile.
• En 1835, cuando Orbegoso y Santa Cruz pactaron para la realización de
la confederación entre Perú y Bolivia, Gamarra se opuso pero fue
derrotado en la batalla de Yanacocha, teniendo que exiliarse nuevamente
(1835). Conspiró desde Chile contra la constituida Confederación Perú-
Boliviana encabezada por Santa Cruz e integró la Segunda Expedición
Restauradora dirigida por el general chileno Manuel Bulnes. Desembarcada
la expedición en el Perú, Gamarra intervino como director general de
operaciones en la campaña militar que culminó con la derrota de los
confederados en la batalla de Yungay, tras la cual huyó Santa Cruz y finalizó
la Confederación (1839). Gamarra ejerció provisionalmente la presidencia
del Perú, hasta que el Congreso reunido en Huancayo lo ratificó como
Presidente Constitucional del Perú. Este segundo mandato duró de 1839 a
1841. Volvió a intervenir en Bolivia, pero fue derrotado y muerto en
la batalla de Ingavi (18 de noviembre de 1841).
LA ROSCA MINERA DEL
SIGLO XX

PATIÑO – HOSCHSCHILD - ARAMAYO


LOS BARONES DEL ESTAÑO
• Simón Patiño, Mauricio Hochschild y Carlos Víctor Aramayo poseían todas las minas más
importantes del país, cuyas empresas constituían la llamada Gran Minería. Sergio Almaraz dice
que era el “súper Estado minero” con estructura “estrecha, oligárquica, piramidal”, que
funcionaba mediante “equipos políticos” y bufetes de abogados y que Patiño, Hochschild y
Aramayo “no estaban en el gobierno pero poseían el poder”. Quienes estaban y disfrutaban de
esta estructura eran los de la llamada rosca minera, que tuvo dominio completo del país desde
inicios del Siglo XX hasta la revolución del 9 de abril de 1952. El nuevo gobierno nacionalizó las
minas el 31 de octubre de dicho año. A diferencia de la oligarquía de la plata conformada por Félix
Avelino Aramayo, Gregorio Pacheco y Aniceto Arce que dominaron la minería en la segunda mitad
del Siglo XIX, e intervinieron activamente en política (los dos últimos fueron presidentes de la
república), ninguno tuvo participación política directa.
• Patiño descubrió en 1900 la veta Salvadora, la más rica y ancha del mundo, con 50% de estaño y 2
metros de espesor. Esta maravillosa veta le permitió labrar una fortuna, con mayor rapidez que
los magnates de su época. Con un precio de 9 dólares por libra fina ($us/LF), con los costos
actuales de extracción y concentración en mina, así como los de fundición y refinación, una
tonelada extraída de esta veta antes de tributos daría una utilidad de 8.310 $us. Hoy pagaría por
regalías el 5% del valor bruto de venta (VBV) de 9.425 $us, vale decir 470 $us y por el 37,5% de
utilidades 3.120 $us, haciendo un total de tributos de 3.590 $us, quedando para Patiño 4.720 $us.
Infelizmente entre 1900 y 1920 se pagó por el Impuesto a la Exportación de Estaño, un ridículo
4,9% del VBV, vale decir 460 $us, quedando para Patiño 7.850 $us. Extrayendo 100 toneladas,
hubiera tenido una utilidad neta diaria de 785.000 $us.
• El acelerado enriquecimiento de Patiño hizo que desde 1905 empezara a
comprar otras minas en el país, fundara el Banco Mercantil (1906), el más
grande de Bolivia y luego comprara muchas minas de estaño en Malasia
(entonces primer productor mundial) y otros países y varias fundiciones,
incluida la Williams Harvey (1929) en Inglaterra, en su tiempo la fundición
de estaño más importante. Por ello Patiño y su entorno bloquearon todo
intento de construir una fundición de estaño en el país, argumentando que
no era posible su funcionamiento en la altura, lo que después se
demostraría que era falso. En 1924 constituyó la “Patiño Mines &
Enterprises Consolidated Inc.” con sede en Delaware, Estados Unidos. En
1948 el Lic. Rolando Kempff Mercado, miembro de la Comisión
Investigadora, denunció que la formación de sociedades en el exterior
tenía el propósito de burlar el pago de impuestos, con características de
dolo. Patiño, internacionalmente llamado el “Rey del Estaño, llegó a
colocarse entre los diez hombres más ricos del mundo y en el primero de
América Latina.
• Hochschild, ingeniero y economista alemán, llamado con razón el “rey
del rescate de minerales”, empezó su fortuna con la compra y venta
de minerales (rescate) en 1921. Las deudas con Hochschild forzaron a
muchos mineros a transferirle sus minas. En 1927 tomó en arriendo la
mina Pulacayo (Ag, Zb, Pb). Primero explotó con éxito los ricos
desmontes y luego desahogó la mina y produjo con grandes
utilidades los tres minerales. Aprovechó la crisis de 1929 para hacer
sociedad con Luis Soux, que controlaba buena parte del cerro de
Potosí, del que al final resultó dueño único. En el mismo año la crisis
le permitió hacerse de la mina Colquiri (Sn, Ag), controlada por
capitales chilenos. Hochschild se diversificó a más minerales que
Patiño que prácticamente se dedicó solo al estaño. Si no ocurría la
nacionalización de 1952, seguramente lo hubiera sobrepasado en el
valor de exportaciones, por la caída de leyes de todas las minas de
estaño. Con su genio financiero Hochschild estableció un complejo
sistema contable, difícil de descifrar.
• Carlos Víctor Aramayo fue hijo de Félix Avelino y nieto de José Avelino, los dos últimos
conformaron la llamada “oligarquía de la plata”. Desempeñó varios cargos políticos y
dirigió en principio la empresa “Aramayo Francke Mines Ltd”. Erigió dispensarios
médicos, construyó buenas viviendas para sus trabajadores, construyó escuelas y dio
becas de profesionalización a estudiantes aventajados. En 1925 fue designado Presidente
de la “Compagnie Aramayo des Mines en Bolivie”, con sede en Ginebra, Suiza. Trabajó las
minas Tatasi, Portugalete, Chocaya, Chorolque y Esmoraca. Explotó también oro en
Tipuani. De los tres empresarios, fue el que mejor trato dio a sus trabajadores.
• Hasta 1930 había minas muy ricas con elevados contenidos de estaño y plata, que daban
enormes utilidades. Sin embargo la rosca minera logró que los impuestos al estaño sobre
el VBV en el período 1900-1930 fuera de un esmirriado 7,1%. Paradójicamente con minas
mucho más pobres, en la época del militarismo (1964-1982) los tributos estañíferos
superaron el 30%. Un estudio económico sobre Bolivia realizado por la CEPAL indica: “Los
primeros treinta años del Siglo XX constituyeron una oportunidad histórica para impulsar
el desarrollo económico de Bolivia, en todos los campos, pero los Gobiernos dejaron
pasar esa coyuntura que ya no volverá a presentarse en un tiempo previsible”, situación
que nunca más se dio ni creo que se dé.
• Además, como la nacionalización estaba cantada, la Gran Minería sobreexplotó sus
minas acelerando su agotamiento, no desarrolló reservas suficientes, no renovó equipos
viejos y no adecuó sus ingenios a leyes cada vez mucho menores. Comibol cargó con las
consecuencias.

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