Está en la página 1de 7

Página |1

EXPEDIENTE N°:
ESCRITO N°: 01
INTERPONGO DEMANDA DE HÁBEAS CORPUS
CONEXO

SEÑOR JUEZ DE IINVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE LA CORTE SUPERIOR DE


JUSTICIA DE LA LIBERTAD:

CUSTODIO ANAMPA WILMER ROMMEL, con


domicilio procesal en avenida America OESTE
1075 Torre UPAO oficina 607 y Casilla SINOE
N° 81483; ante usted, con el debido respeto me
presento y digo:

I.- PETITORIO

Recurro a su Despacho a fin de que, en vía de proceso de Hábeas Corpus en su


modalidad de Conexo, se sirva declarar la NULIDAD CONSTITUCIONAL de la
Resolución de fecha 06 de Diciembre del 2013, expedida por la SALA MIXTA
PERMANENTE DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA LIBERTAD, donde se puede
constatar la grave afectación del DERECHO A LA MOTIVACIÓN de las decisiones
judiciales (art. 139 inciso 5 de la Const. y el art. 8.1 y art. 8.2 de la CADH) y,
consecuentemente, el derecho a la libertad personal de CUSTODIO ANAMPA WILMER
ROMMEL.

Ello en atención a que al dictarse SENTENCIA CONDENATORIA POR 22 AÑOS en contra


de CUSTODIO ANAMPA WILMER ROMMEL vulnera el derecho constitucional de un
DEBIDO PROCESO en la vertiente de no haber fundamentado de manera adecuada y
una pena razonable; deviniendo, por tanto, dicha medida en inconstitucional y, además,
violatoria del artículo 7.3 de la CADH que establece que: "NADIE PUEDE SER
SOMETIDO A DETENCIÓN O ENCARCELAMIENTO ARBITRARIOS".

Dejo sentado que el presente Hábeas Corpus no pretende de ningún modo imputar
algún tipo de responsabilidad administrativa o penal a los emplazados, sino solamente
que se restituya el ejercicio de los derechos de CUSTODIO ANAMPA WILMER ROMMEL.

II.- DE LOS EMPLAZADOS

La presente demanda la dirijo contra los señores magistrados superiores que


conformaron SALA MIXTA PERMANENTE DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA
LIBERTAD:

✓ El Dr. CARLOS AUGUSTO FALLA, en su calidad de director de Debates de la SALA


MIXTA PERMANENTE DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA LIBERTAD;

✓ El Dr. JORGE GUILLERMO MORALES MORALES, en su calidad de miembro de la SALA


MIXTA PERMANENTE DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA LIBERTAD;
Página |2

✓ El Dr. HELBERTH FELICIANO HONORES CISNEROS, en su calidad de miembro de la


SALA MIXTA PERMANENTE DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA LIBERTAD.

Los que deberán ser notificados, en su domicilio laboral sito en el local de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad Sede Natasha Alta – Avenida América Oeste S/N,
urbanización Covicorti en Trujillo.

✓ El Procurador Público de Asuntos del Poder Judicial a quien se le deberá de notificar


en su Casilla SINOE 89588.

III. DERECHO VIOLADO

El derecho violado en el presente caso es el contenido en el artículo 25, inciso 7, del Nuevo
Código Procesal Constitucional, que indica: «El derecho a no ser detenido sino por mandato
escrito y motivado del Juez, o por las autoridades policiales en caso de flagrante delito; o si
ha sido detenido, a ser puesto dentro de las 24 horas o en el término de la distancia, a
disposición del juzgado que corresponda, de acuerdo con el acápite “f” del inciso 24) del
artículo 2 de la Constitución sin perjuicio de las excepciones que en él se consignan».

IV. FUNDAMENTOS DE HECHO DE MI PRETENSION:

1. En el marco del proceso seguido en el Expediente N° 0220-2004-056 se ha dictado


sentencia condenatoria por 22 años de pena privativa de libertad efectiva contra
CUSTODIO ANAMPA WILMER ROMMEL; al ser hallado responsable penalmente por la
comisión del delito de homicidio calificado en agravio de Leonardo Moreno Aspiros.

2. Dicho proceso se lleva a cabo de la siguiente manera: el día del inicio de juicio oral,
siendo las once de la mañana del día once de julio del año dos mil trece, el secretario
que da cuenta por disposición Superior y por Secretaría de Sala, procedió a tomar las
generales de ley a mi persona WILMER ROMMEL CUSTODIO ANAMPA, contando con
la presencia de mi Abogado Defensor en ese entonces, Cristian Wiston Custodio
Acampa, identificado Registro CALL N° 7517, con domicilio procesal en la
Urbanización Natasha Alta, Manzana P, Lote ocho, oficina doscientos dos, sin embargo,
me encontraba en calidad de reo ausente; posterior a ello, se le hace conocer que se
encuentra procesado por el delito de Homicidio Calificado - Asesinato, en agravio de
Leonardo Moreno Aspiros y se inicia el juzgamiento de ley hasta la emisión del fallo
correspondiente, el cual resultó ser totalmente desfavorable hacia mi persona,
vulnerándose así mi derecho a la libertad personal, de manera injusta y sin el respeto
de algún tipo de garantía constitucional en el estado de derecho que nos encontramos.

3. El caso en el que se me involucra, se origina en mérito del Atestado Policial y anexos


que obra de fojas uno y siguientes del expediente N° 220-2004, así pues el
representante del Ministerio Público formalizó la Denuncia Fiscal de folios cuarentiuno,
ampliada a folios doscientos treintitrés, y mediante resolución de folios cuarenticuatro
y auto ampliatorio de folios doscientos treintiuno, se abrió Instrucción en vía ordinaria
contra Laurencio Moreno Silva, Jorge Góngora López y Celestino Guzmán Pinedo, como
autores, y contra Daniel Custodio Cruz, Wilmer Rommel Custodio Anampa y Daniel
Efraín Custodio Anampa, como coautores del delito de Homicidio Calificado - Asesinato
Página |3

en agravio de Angélico Moreno Silva y Leonardo Moreno Aspiros, dictándonos mandato


de detención.

4. A folios ciento treintiocho, Jorge Góngora López formuló la cuestión probatoria de


Tacha contra parte del Atestado Policial, las declaraciones policiales de Laurencio
Moreno Silva, Celestino Guzmán Pinedo, así como contra su propia declaración ante la
Ronda de Cabrillas, pues estas se encontraban fuera del marco constitucional de
derecho y las respuestas que se habían dado fueron consecuencia de los métodos
violentos empleados por las rondas que para nada constituyen una prueba legítima en
el proceso. Sin embargo, mediante resolución de fecha doce de Setiembre de dos mil
dos, se tuvo por formulada la tacha y se dispuso sea resuelta en su oportunidad.

5. Tramitada la causa conforme a su naturaleza, al vencimiento de los respectivos plazos


la instrucción se envió con Informes Finales a la Sala Penal, remitiéndose a Vista Fiscal,
formulándose el Dictamen Acusatorio que corre a folios trescientos cuarentiocho, de
cuyos resultados el Colegiado dictó el Auto de fojas trescientos setenta, declarándose No
Haber Mérito para Juicio Oral contra Jorge Góngora López y Celestino Guzmán Pinedo
por el delito de Homicidio Calificado en agravio de Angélico Moreno Silva y Leonardo
Moreno Aspiros, y Haber Mérito para Juicio Oral contra Laureano Moreno Silva, Daniel
Efraín Custodio Anampa y ausentes Daniel Efraín Custodio Cruz y Wilmer Rommel
Custodio Anampa como presuntos autores del delito de Homicidio Calificado en agravio
de Angélico Moreno Silva y Leonardo Moreno Aspiros.

6. Mediante Oficio de folios setecientos dos la autoridad policial puso a disposición de la


Superior Sala Penal al acusado Wilmer Rommel Custodio Anampa, ordenándose su
traslado e ingreso al Establecimiento Penitenciario El Milagro, señalándose día y hora
para su juzgamiento mediante resolución de folios setecientos tres.

7. Así pues, como se menciono en el punto N° 01 del presente documento, luego de haberse
llevado a cabo todas las audiencias de juzgamiento correspondiente con la presencia del
suscrito, se procedió al fallo condenatorio en base a los siguientes fundamentos: De
conformidad con los numerales 45 y 45-A del Código Penal, modificado e introducido,
respectivamente, por la Ley N° 30076, publicada el 19 de Agosto de 2013, el Colegiado
procede a explicitar los fundamentos de la determinación cuantitativa y cualitativa de
la pena, atendiendo a la responsabilidad y gravedad del hecho punible Sometido, en
cuanto no sean específicamente constitutivas de delito o modificatorias de la
responsabilidad.

8. La pena abstracta o pena legal conminada o pena tipo para el delito de Homicidio
Calificado en la época en que acaecieron los hechos punible materia de juzgamiento era
no menor de quince años, siendo su extremo máximo de treinticinco años, de
conformidad con el artículo 29 del Código Penal, en cuanto taxativamente establece
que la duración máxima de la pena privativa de la libertad es de treinticinco años.

9. El marco punitivo o pena básica o espacio legal de punición, entonces, es de veinte años,
que convertidos a meses arroja doscientos cuarenta meses, los que divididos en tercios
configura cada tercio un rango de ochenta meses o seis años ocho meses. El primer
rango va desde los quince años hasta los veintiún años ocho meses de privación de
Página |4

libertad, el segundo rango o tercio intermedio desde los veintiún años ocho meses hasta
los veintiocho años cuatro meses de privación de libertad y el tercer rango o tercio
superior desde los veintiocho años cuatro meses hasta los treinticinco años de privación
de libertad.

10. A efecto de graduar la sanción punitiva, el Juzgador, a través de las circunstancias


concurrentes, tomará conciencia del grado de desvalor que merece el hecho punible y
del nivel de reprochabilidad que alcanza a sus autores; luego, en función de estos dos
indicadores, decidirá el quantum de la pena. Debe, por consiguiente, advertirse, en
primer orden, que el delito de homicidio con circunstancias agravantes o asesinato
constituye un ilícito penal profundamente execrable y que genera honda conmoción y
repulsa social, pues con él se priva irremediablemente al ser humano de su condición
de tal, de su vida, vista no sólo como auténtico derecho fundamental, sino también como
esencia inescindible del ser.

11. Asimismo, el juzgado señala que debe apreciarse, también, la naturaleza de la acción
delictiva y los medios empleados, es decir el modus operandi utilizado por el agente y
el efecto psicosocial que aquel produce, así como el empleo de medios idóneos que
comprometen la seguridad de la víctima, lo que permitirá reconocer su peligrosidad en
el desarrollo del ilícito producido (en el caso de autos las víctimas fueron asesinadas
ferozmente con el empleo de arma punzo cortante, habiéndoseles segado la vida con
múltiples cortes de cuchillo en la zona de la nuca, detrás y debajo de la cabeza,
amarradas con sogas, atacados sin piedad ni compasión); asimismo, las circunstancias
de tiempo, lugar, modo y ocasión, referidas a condiciones temporales, de las que se
aprovechó el imputado para facilitar la ejecución del evento criminal (las víctimas
fueron atacadas en sus respectivas viviendas, durante la noche, cuando descansaban
tranquilamente, sin tener conciencia del peligro); el móvil o motivación de la acción
delictiva, que en este caso, conforme se ha dejado establecido precedentemente, fue por
lucro.

12. Por otro lado, debe tenerse en cuenta que Wilmer Rommel Custodio Anampa es una
persona de extracción campesina, habitante del interior de la serranía liberteña, que
sólo, ha estudiado primaria, de condición socioeconómica humilde y que contaba con
veinticinco años en la fecha de la comisión de los ilícitos penales. Asimismo, se advierte
que carece de antecedentes penales, lo que constituye una circunstancia atenuante, pero
cometió los delitos con tres personas más, lo que constituye en el presente caso la
circunstancia agravante prevista en artículo 42.2.i del Código Penal. Siendo esto así, la
pena deberá establecerse dentro del marco punitivo del tercio intermedio, de
conformidad con la parte pertinente del numeral 45.A del Código Penal.

13. Así pues, se puso en consideración que, si bien existe concurso real de delitos, en la
época de la perpetración de los hechos delictivos el concurso real se sancionaba con la
pena del delito más grave (principio de absorción). También deben apreciarse las
condiciones personales del acusado y sus reales posibilidades de interacción e
integración con su entorno social, esperando el Colegiado que la privación de su
libertad permita reflexionar al encausado acerca de la gravedad del hecho delictivo en
el que se vio involucrado y no volver a reincidir en tales conductas. Tales circunstancias
Página |5

deberán ser armonizadas con los Principios de Humanidad de la Pena y de Culpabilidad,


como precepto limitador de la potestad sancionadora del Estado.

14. Sin embargo, lo anteriormente señalado por la judicatura no fue aplicado en el presente
caso ni tampoco se respetó el principio de proporcionalidad, pues con una justificación
insuficiente, pues no se consideró todo lo actuado por la defensa en el presente caso, se
condenó a mi persona a una pena efectiva de 22 años, sin respetar los límites legales no
sujetándose al imperio de la ley y la Constitución, pues es contraria a lo dispuesto en el
art. 139° incisos 3 y 5 de la Carta Magna.

V. FUNDAMENTACION JURIDICA:

EL HÁBEAS CORPUS CONEXO

En el Expediente N° EXP. N. 0 6204-2006-PHC/TC. Loreto. Jorge Samuel Chávez Sibina,


el Tribunal Constitucional sostiene:

“La Constitución (artículo 200.º, inciso 1) y el Código


Procesal Constitucional (artículo 25°, inciso 17), acogiendo
una concepción amplia del proceso de hábeas corpus, han
previsto su procedencia, tanto para la defensa de los derechos
conexos con la libertad personal, como, especialmente,
cuando se trata del debido proceso y la inviolabilidad del
domicilio, respectivamente. De ahí que se admita que
también dentro de un proceso constitucional de hábeas
corpus es posible que el juez constitucional se pronuncie
sobre la eventual vulneración del derecho fundamental al
debido proceso; pero para ello es necesario que exista, en
cada caso concreto, conexidad entre aquél y el derecho
fundamental a la libertad personal”.

En el presente caso aparece, con obviedad, que la infracción del derecho a la debida
motivación ha generado un impacto negativo en el derecho a la libertad personal de
CUSTODIO ANAMPA WILMER ROMMEL.

FIRMEZA DE LA RESOLUCIÓN

Establece el artículo 9° del Código Procesal Constitucional “El habeas corpus procede
cuando una resolución judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad individual y
la tutela procesal efectiva”.

En el presente caso al darse la resolución en segunda instancia se ha cumplido con el


requisito de firmeza, porque el mandato de sentencia condenatoria no se encuentra
contemplado entre las resoluciones casables que prevé el artículo 427° del CPP 2004 (1.
El recurso de casación procede contra las sentencias definitivas, los autos de
sobreseimiento, y los autos que pongan fin al procedimiento, extingan la acción penal o la
Página |6

pena o denieguen la extinción, conmutación, reserva o suspensión de la pena, expedidos


en apelación por las Salas Penales Superiores).

Así, por ejemplo, la Corte Suprema en el Auto de Calificación de la Casación N° 50-2020:

“SEGUNDO. Que, en el presente caso, se está ante un auto


interlocutorio, que se pronuncia sobre una medida de
coerción personal, por lo que no cumple con la exigencia
procesal del artículo 427, apartado 1, del Código Procesal
Penal”.

DOCTRINA SOBRE MOTIVACION DE RESOLUCIONES

El órgano jurisdiccional debe definir de modo cualitativo y cuantitativo, cuál es la sanción


que corresponde aplicar al autor o partícipe de un hecho punible, pero no solamente se
trata de llegar a una determinación formal, sino que debe responder a un razonamiento
lógico, que a partir de silogismos principales y complementarios permita justificar de
manera interna, pero también de manera externa la decisión adoptada. La sanción tiene
que explicarse técnicamente y lógicamente por el operador, aquí es donde las cosas se
colocan en un punto neurálgico, donde comienzan las dificultades para la representación
social del resultado obtenido por el quehacer judicial, aquí es donde comienzan las críticas,
donde se cuestiona la profesionalidad de los magistrados, donde se pone en discusión la
habilidad que tienen para hacer bien su trabajo.

La experiencia nos demuestra que el operador, en realidad, desarrolla un proceso bastante


mecánico, y escasamente fundamentado con los resultados, de manera que, ni la persona
que recibe la sanción, ni el alterno receptor de la misma, encuentra muchas veces una
explicación lógica que le convenza o que le proyecte a cómo llegó a ese resultado.

Si evocamos las sentencias penales, es frecuente que el operador desarrolle una especie de
muletilla o un concepto preestablecido al momento de referirse a la pena y generalmente
haga valer todo su razonamiento y toda su consecuencia final en un sólo artículo del
Código Penal, la pregunta es, si el artículo 45° y 46° realmente es un artículo que justifica
técnicamente la sanción, técnicamente no lo va a ser, técnicamente el artículo 45° y 46° es
un listado de circunstancias, no es un procedimiento que deriva a un resultado definitorio
de la sanción, sino que habilita mecanismos justamente para poder instrumentalizar un
procedimiento que nos lleve a esa consecuencia. Entonces, a partir de allí encontramos que
no hay base sólida, ni fáctica para el resultado obtenido. De lo que se trata entonces, es de
poder dialogar y pensar; cómo hacer diferente ese procedimiento; qué mecanismos nos
ofrece el marco normativo nacional para desarrollar una alternativa más sólida; en qué
medida el trabajo judicial puede adaptarse justamente a esa posibilidad de mejorar el
procedimiento; el resultado y la justificación de este resultado, eso es lo que yo quiero
razonar a continuación.

Supongamos que el delito fue un homicidio, el artículo 106° del Código Penal establece un
marco de pena conminada no menor de seis años ni mayor de veinte años de privación de
libertad; por ende, este espacio es lo que llamamos nosotros; que aquí coincide con nuestra
pena conminada; pero resulta que aquí se presenta el agravante que mencionaba. Se trata
Página |7

de un efectivo de la Policía Nacional que fuera de su espacio ordinario de ejercicio


funcional que le autoriza usar arma de fuego, disparó a una persona, materializando un
acto de abuso de su posición, abuso de la capacidad ofensiva que tenía en el cargo que
desempeña; entonces aquí sí opera el artículo 46°-A, no se puede anular porque la realidad
está ahí, esta persona era policía cuando hizo el disparo, entonces la ley señala: que el juez
podrá incrementar la pena hasta por encima de un tercio del máximo legal’’; y cuál es el
máximo aquí, son veinte años; entonces un tercio bien podría ser siete años y medio, o siete
años. Entonces el primer efecto que produce esa circunstancias, es que para esa persona la
pena que se va aplicar no son veinte años, sino que se puede aplicar veintisiete años; es
más, a esa persona sólo se le puede aplicar la pena desde los veinte hasta los veintisiete, ya
no por debajo de los veinte; su mínima sanción tendrá que ser veinte años y algo más;
entonces el término significa que el juez puede decidir si son veintiuno, veintidós,
veintitrés, veinticuatro, veinticinco o veintisiete; pero no puedo a su libre albedrío no
aplicar el agravante, ya que de suceder eso, es decir, de obviar el agravante, se presentará
la respectiva queja ante la OCMA, cuestionarán el por qué no he considerado al agravante,
y más aún si no he justificado la no aplicación del artículo respectivo.
Lo mismo ocurre si hablamos de un atenuante, por ejemplo pensemos en el artículo 22o
del Código Penal, La ley señala que, si el autor del delito al momento de cometerlo era
mayor de dieciocho años, menor de veintiún años o mayor de sesenta y cinco años, hay un
efecto atenuante que el legislador grafica como: el juez podrá imponer una pena por debajo
del mínimo legal; eso significa que ese atenuante nos coloca en el otro extremo. Aquí la
pena no puede ser el mínimo, ni más allá del mínimo, pero sí por debajo del mínimo; es
decir, se da la autorización al juez para que él decida hasta donde, pero no para que decida
si usa o no el efecto atenuante; esto es muy importante tener presente, ya que las
circunstancias cualificadas operan necesariamente con la determinación de la pena,
cuando están presentes.

POR TANTO:

A usted pido, Señor Juez, ADMITA a trámite la presente demanda y oportunamente se


declare FUNDADA disponiendo que los jueces emplazados declaren la NULIDAD
CONSTITUCIONAL de la Resolución de fecha 06 de Diciembre del 2013, expedida por la
SALA MIXTA PERMANENTE DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA LIBERTAD
(recaída en el Expediente N° 0220-2004-056); en consecuencia se ordene la libertad de
CUSTODIO ANAMPA WILMER ROMMEL y se emita nueva resolución respectando
escrupulosamente el deber de motivar las resoluciones judiciales conforme a los
argumentos plasmados en el presente escrito.

Trujillo, 07 de julio del 2022

WILMER ROMMEL CUSTODIO ANAMPA


DNI N° 19435179

También podría gustarte