TRÁNSITO
RECURSO: CASACION
POR: EXTORSIÓN
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jUEZ NAGONAL PONENTE
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los suscritos, doctores: Jorge M. Blum Carcelén, Vicente Robalino Villafuerte y
Johnny Ayluardo Salcedo, Juez Nacional Ponente y jueces nacionales,
respectivamente, integrados en Tribunal, al tenor de las normas antes referidas,
somos competentes para conocer y resolver el recurso de casación planteado.
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Se refiere a la sentencia dictada por el Primer Tribunal de Garantías Penales de
Pichincha, porque en virtud de ella es el pronunciamiento realizado por la Primera
Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Pichincha; ya que en la
sentencia de referencia emiten una condena de seis meses de prisión
correccional en contra del señor William Llumiquinga Toapanta porque, a decir
del Tribunal de primera instancia y conforme las reglas de la sana crítica, se ha
probado en derecho tanto la materialidad de la infracción, como la autoría del
procesado; pero al respecto, mencionó textualmente la parte esencial de lo
dicho por el Tribunal: “... no compareció a la audiencia ninguno de los
denunciantes, por lo que sus versiones no han sido probadas...”.
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claramente en los antecedentes de hecho del presente caso, toda vez que el
señor Jorge William Llumiquinga Toapanta intimidó a los ofendidos,
manifestándoles que la infracción que cometieron era susceptible de prisión(...).
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Agrega el Dr. Cevallos, que llama mucho la atención, el fundamento de la
sentencia, dando lectura a la parte que se refiere a la prueba de la Fiscalía, como
es el testimonio del Cabo Patricio Aguas Espinoza quien dijo al Tribunal: ‘que el
día 6 de febrero del 2010, su compañero Danny Xavier Morales Herrera le pidió
que le acompañe al Tejar, porque a su padre lo habían sancionado con una
infracción de Tránsito, lo que significa que el agente aprehensor del señor
Llumiquinga Toapanta es un compañero de la policía, hijo del supuesto
agraviado, quien nunca compareció a la audiencia de juzgamiento a rendir su
testimonio, para ratificar que efectivamente fue víctima de esta extorsión, de tal
manera que el testimonio del señor Aguas rendido en la audiencia de
juzgamiento, de conformidad con el Código de Procedimiento Civil, no tendría
valor alguno.
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Morales Herrera le ha pedido que lo acompañe al Tejar, porque a su padre le
habían dado una infracción de tránsito. 2.- Con el propio testimonio del Cabo de
Policía Danny Xavier Morales Herrera, quien con juramento de ley ha
manifestado: que el día de los hechos ha recibido una llamada del señor José
Ignacio Morales, quien ha sido sujeto de una infracción y que por ese motivo un
agente policial le ha amenazado que iba a ser detenido, por cometer dicha
infracción, insistiendo la defensa que el señor Morales, es el hijo del supuesto
agraviado y que tiene tal calidad de supuesto porque jamás compareció a juicio.
3.- El testimonio del señor Byron Marcelo Acuña Mendoza, quien hizo de perito,
pero ni siquiera se le puso a la vista el informe pericial, para que se ratifique o no
en el mismo, tampoco indicó quien le entregó las supuestas evidencias, con el
hecho adicional, de que el momento en que se detuvo al señor Llumiquinga se le
encontró 30 dólares en el bolsillo; pero posteriormente, aparecen ciento y pico de
dolares, sobre los que se hizo la pericia, pero que jamas ingresaron, en cadena
de custodia a la bodega de la Policía Judicial. Finalmente el testimonio rendido
por el acusado, señor Jorge William Llumiquinga Toapanta, les sirvió de premisa
tanto al Tribunal Penal como a la Corte Provincial para sentenciarlo, pese a que
en dicho testimonio no acepta el cometimiento de ninguna contravencion,
infraccion o delito
Además, la Primera Sala de la Corte Provincial, tomó como prueba para ratificar y
sentenciar a su defendido los testimonios de descargo presentados por él, esto
es los testimonios de José David Méndez Lara, Luis Armando Uvilla y Angelita
Nacimba Caiza y la prueba documental consistente en los certificados de los
Juzgados y Tribunales de Pichincha, de los que se desprende que no tiene
causas pendientes en su contra.
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Concluye la defensa acotando, que de la revisión de la sentencia recurrida se
puede encontrar que se ha sentenciado a una persona violando toda ley existente
en el país y lo que es más, la Carta Magna, detallando las normas violadas;
como son los artículos 4, 79, 80, 83, 85, 86, 89, 91, 129, 143, 309 numerales 2 y
5, 588, 1565 último inciso del Código de Procedimiento Penal; 216 numeral 2 del
Código de Procedimiento Civil (ley supletoria, porque los testimonios rendidos en
contra de su defendido son parcializados); 76 numerales 4 y 5, 82, 169 y 426 de
la Constitución de la República y recalca, que es conocido por todos, que el
recurso de casación procede cuando de manera evidente el Tribunal juzgador
hubiere dado valor de prueba a actuaciones a las que no debió dárselas, es más,
solo pide que se verifique la prueba por parte del Tribunal de Casación, ya que el
procesado fue sentenciado de manera irregular e inconstitucional, por cuanto no
debió haberse dado paso a una sentencia condenatoria, sin que exista o medie
prueba alguna en su contra, lo que quiere decir que el Tribunal juzgador
inobservó los principios de legalidad, la concentración y pertinencia de la misma,
sentenciando a un inocente, sin prueba de ninguna naturaleza, por lo que, de
conformidad con el artículo 358 del Código Adjetivo Penal, solicita se admita el
recurso y se enmiende la violación a la ley, ratificando el estado de inocencia del
sentenciado Jorge William Llumiquinga Toapanta.
Que el artículo 349 del Código de Procedimiento Penal, dispone: “El recurso de
casación será procedente para ante la Corte Nacional de Justicia, cuando en la
sentencia se hubiera violado la ley, ya por contravención expresa de su texto, por
indebida aplicación, o por errónea interpretación , recalcando que el recurso
de casación es un enfrentamiento entre la sentencia y la ley y, en este caso entre
la sentencia dictada por la Primera Sala de lo Penal de la Corte Provincial de
Justicia de Pichincha y la ley, a fin de analizar si en dicha sentencia se violó la
ley; y, como la doctrina lo ha señalado y también la Corte Nacional de Justicia, en
múltiples fallos, es un recurso extraordinario y eminentemente técnico, en el que
el casacionista debe señalar que ley se violo, la forma en que se violo y, como
esa violacion de la ley influyo en la sentencia, de tal modo que la defensa debio
justificar y señalar las antinomias que se cometieron, el principio de ponderacion,
el principio de proporcionalidad y el principio de racionalidad, todo lo que hace
muy complicado la presentación de un recurso de casación y, más aún, cuando el
inciso segundo del artículo 359 citado dice: “No serán admisibles los pedidos
tendientes a volver a valorar la prueba.”, lo que tiene su razón de ser porque
como ya se dijo la casación es un recurso extraordinario y no un recurso de
tercera instancia y que, la exposición de la defensa del recurrente no ha sido más
que un alegato de tercera instancia.
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lo que se refirió prácticamente el alegato del doctor Víctor Hugo Cevallos, a
nombre de su defendido Jorge Llumiquinga Toapanta.
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fundamentación se determinen con certeza os cargos o errores de derecho
incurridos en la sentencia impugnada, vale decir, que se especifique cual es la
violación de la norma, en cualquiera de las hipótesis establecidas en el artículo
349 del Código de Procedimiento Penal, ya que la violación del precepto, no debe
buscarse en la parte motivada de la sentencia, sino en la parte dispositiva, que es
la que contiene la decisión definitoria.
Su normativa, tiene por objeto corregir los errores de derecho que pudiera incurrir
el Tribunal Ad-quem en la sentencia atacada, por lo que constituye un recurso
extraordinario de control de la legalidad y del error judicial en los fallos de
instancia, como lo señala el artículo 10, inciso segundo del Código Orgánico de la
Función Judicial, debiendo limitarse a examinar si en la sentencia existe ‘errores
de derecho’ para corregirlos, cuando la sentencia recurrida ha violado la ley a)
por contravenir expresamente a su texto, b) por haberse realizado una falsa
aplicacion de ella, y, c) por haberla interpretado erroneamente Ya que la primera
circunstancia implica contrariar su contenido y al hacerlo sería una violación
directa.- La segunda, la falsa aplicación, puede darse aplicándola en un caso que
no le corresponde y la tercera, sobre la interpretación errónea, podría dar lugar a
ir más allá del contenido de la norma, contrariando su espíritu, su alcance,
originándose un falso raciocinio.
Vale decir que los motivos pueden ser clasificados como vicios de actividad
valorativa, volitiva y crítica que realiza el juez cumpliendo con el juicio lógico, pero
el error en que incurra pueden traducirse en un vicio in procedendo en la
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motivación de la sentencia, o en un vicio in iudicando cuando no obstante la
corrección formal del fallo existe error en la decisión de fondo del asunto. En
ambas situaciones la ley se interpreta para aplicarla: la ley sustantiva para
aplicarla in iudicando, al juzgar; la ley procesal para aplicarla in procedendo,
sobre el proceder; por lo que este Tribunal, debe examinar si existen errores de
derecho en la sentencia atacada.
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aplicación de una pena, solo puede estar fundada en la certeza del Tribunal que
fa/la acerca de la existencia de un hecho punible atrbuible al acusado...,
con forme a las normas internacionales, el acusado debe ser considerado
inocente hasta que se pruebe su culpabilidad
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básicas: (...) 2.- se presumirá la inocencia de toda persona y será tratada corno
tal, mien tras no se declare su responsabilidad mediante resolución fiiirie o
sentencia ejecutoriada”.2
Corno señala Luigi Ferrajoli; “se constituye en todo un n7odelo garantista, para el
derecho y, por tanto, los derechos no solo tienen vigencia y validez formal, sino
vigencia y validez material, de manera que la forma y la sustancia se
correspondan en la realidad, lo cual implica que los llamados derechos
fundamentales tengan todo un sistema de garantías que atraviesa a todo el
Estado en sus diversas funciones y en todo su actividad, de tal manera que el
énfasis final supone el encuentro de la libertad y la igualdad, pero no solo en la
forma, sino en la materialidad, lo cual implica, a su vez, la construcción de una
nueva sociedad, basada en un nuevo modelo de desarrollo y por lo mismo, una
nueva den7ocracia social, cuyo cimiento solidario y humanista es la ley del débil”.
2 De lo transcrito se colige que el derecho a la presunción de inocencia, debe ser considerada como tal, antes y durante el proceso, ya
que solo mediante una sentencia en firme, se puede determinar si mantiene ese estado o si, por el contrario, se declara culpable;
mientras ello no ocurra, es inocente. Esta garantía es la más importante entre las garantías constitucionales.
‘Ciaría Olmedo, en su obra Tratado de Derecho Procesal Penal, Tomo 1, pág. 230.
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pruebas la garantía de inocencia, que se relaciona con los principios de legalidad
y el principio acusatorio propio del sistema penal actual.
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SÉPTIMO.- RESOLUCIÓN: En el presente caso no existe prueba alguna que
conlleve a la existencia material del hecho delictivo, y como consecuencia de ello
tampoco existe nexo causal que justifique que el procesado Jorge Llumiquinga
Toapanta, sea el responsable de la ejecución del supuesto delito de extorsión.
Por las consideraciones antes expuestas, este Tribunal de la Sala Penal de la
Corte Nacional de Justicia, “ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL
PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR Y POR AUTORIDAD DE LA
CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA”, de conformidad con el
artículo 358 deI Código de Procedimiento Penal, declara procedente el recurso
interpuesto, al considerar que existe violación constitucional y legal en la
sentencia recurrida y por unanimidad CASA la sentencia emitida por la Primera
Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha y
declara el estado de inocencia del procesado Jorge Llumiquinga Toapanta.
Revocándose todas las medidas cautelares que pudieran existir en su contra.
Actué la Dra. Martha Villarroel Villegas, en calidad de Secretaria Relatora
encargada. Notifíquese, Devuélvase y Cúmolase.
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