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El río Pilcomayo, otrora una de las principales fuentes de pescado para el país, ahora su caudal
se encuentra seriamente disminuido por las represas en Argentina y la contaminación minera
boliviana. A pesar de que aún existen diferentes peces en muchos de los ríos y lagunas del
departamento, en términos comerciales no es una cantidad significativa, por lo que tanto los ríos
como los peces deben ser ecológicamente protegidos.
La piscicultura todavía se encuentra en un estado incipiente, sin embargo, esta actividad ha
probado ser bastante rentable y muy necesaria para mejorar la alimentación de sus habitantes.
El norte de La Paz, casi la mitad del departamento, es una zona baja amazónica. Es decir que
existen varios ríos que son afluentes del Amazonas. Lamentablemente, existe mucha
contaminación minera. Por ejemplo, la utilización continua de mercurio y otros químicos nocivos
para el medio ambiente en la explotación del oro en los municipios de Tipuani y Guanay,
principalmente, ha provocado que sus hermosos ríos estén prácticamente muertos, con unos
cuantos peces sobrevivientes que los pobladores prefieren botar antes que arriesgarse a
comerlos. Lo peor es que estas aguas llegan directamente al río Amazonas. Más abajo hacia el
norte, las aguas que pasan por Sapecho y Palos Blancos están cada vez menos contaminadas y
el clima es cada vez más tropical, por lo tanto, cuenta con alguna pesca mediana a grande. Sin
embargo, la pesca comercial es bastante restringida, siendo la fortaleza de estas zonas el
creciente turismo de aventura.
El lago Titicaca produce aproximadamente el 50% del total de la pesca nacional, y cuenta con un
gran potencial. Sin embargo, la contaminación del lago está en niveles alarmantes y solo obras de
infraestructura mayores y leyes ejecutadas con mayor rigurosidad por los gobiernos de Bolivia y
Perú podrán salvar e incrementar la producción y el turismo del Lago Sagrado. Las lagunas de
altura y las lagunas artificiales están demostrando en diferentes municipios ser de gran ayuda
para mejorar la alimentación de estas comunidades, además de un ingreso adicional, tanto por la
venta del producto como por el cobro a los turistas que desean pescar.
De este sector se obtiene gran cantidad de pejerrey, ispi y trucha. El lago reúne condiciones
favorables para la explotación pesquera. El lago Mayor tiene una profundidad de 30 a 40 metros y
una favorable corriente que produce una adecuada oxigenación que permite que los peces
puedan crecer y alimentarse mejor.
En la asociación más importante de la isla del Sol participan cuatro comunidades, con un número
de 180 socios. La misión británica brinda asistencia técnica y otorgó algunos equipos importantes
para el trabajo. Uno de los objetivos del proyecto es recopilar datos verídicos acerca del
funcionamiento y las técnicas de trabajo utilizadas por las asociaciones pesqueras y pescadores
individuales.
La hidrografía del departamento de Oruro pertenece en su gran mayoría a la cuenca Cerrada del
Altiplano, a una altitud promedio de 4000 metros sobre el nivel del mar y con temperaturas de
entre los 0 a los 15 grados centígrados. Es un departamento seco con pocos ríos y lagunas, gran
parte de los cuales se encuentran contaminados por la extensa minería que se realiza. Es urgente
realizar una descontaminación seria y extensa de todas estas aguas. Sin embargo, las lagunas
artificiales y las represas han demostrado ser lugares ideales para la crianza de diferentes
especies de peces.
El río Manuripi, el Orton y otros más pequeños poseen una riqueza ictícola muy importante. Son
cientos las especies que viven en sus aguas y muchas de ellas son parte de la dieta alimenticia
de los pobladores que habitan la región. Entre los peces comestibles más importantes se
encuentran los siguientes: pacú, surubí, tambaquí, chuncuina, general, paleta, saltador,
palometa o piraña y el blanquillo, principalmente. Eventualmente también se captura sábalo,
corvina, sardinón y especies de gran tamaño, como la piraiba y el muturo. Aunque de poco
valor comercial, los lugareños también se alimentan del buchere, bentón, ayllu, tachacá, giro,
boga, sardina y bagre pintado. Además, estas aguas contienen innumerables especies de gran
valor para la ecología y el turismo del lugar.
El sector piscícola en el departamento es una riqueza aún poco explotada e investigada, ya que
hasta la fecha se continúan descubriendo nuevas especies. Lo que es una suerte, ya que así se
posee un capital gigante que promete un futuro alentador. Sin embargo, la contaminación de las
aguas es alarmante.
El departamento de Potosí se caracteriza por ser, en su mayor parte, montañoso con una extensa
altiplanicie y por tener una gran cantidad de valles con microclimas muy diversos.
La pesca es prácticamente inexistente en el departamento, sin embargo, existen muchas
especies exóticas, casi extintas en la mayor parte de estos ríos debido a la contaminación minera.
Las lagunas artificiales, las lagunas de altura y las represas han demostrado ser muy buenas para
la producción de truchas y otras especies.
Pesca y piscicultura
El departamento de Santa Cruz es el más grande de Bolivia, cuenta con una superficie,
prácticamente, del mismo tamaño que la del Japón. Posee una importante cantidad de ríos y
lagunas. Sus industrias de turismo de pesca deportiva y sus lagunas artificiales para la crianza de
peces son las más pujantes y extensivas del país.
El departamento de Santa Cruz es el más grande de Bolivia, cuenta con una superficie,
prácticamente, del mismo tamaño que la del Japón. Posee una importante cantidad de ríos y
lagunas. Sus industrias de turismo de pesca deportiva y sus lagunas artificiales para la crianza de
peces son las más pujantes y extensivas del país.
Hay muchos ríos y sus afluentes en Santa Cruz que conservan una extraordinaria riqueza
piscícola, la que se acrecienta en determinadas épocas del año. Para obtener las especies más
apetecidas, los aficionados pueden elegir desplazarse hacia el río Grande por el sur, a un lugar
denominado Los Cajones, donde se pueden pescar dorados, sábalos y bogas o buscar sus
mejores trofeos en los ríos Ichilo, Piraí y Yapacaní y sus afluentes por el norte.
En esta zona fluye el río Piraicito, que es el mismo río Piraí, pero en la zona de Chané, donde se
encajona y su curso se vuelve profundo con solo 40 metros de ancho. Allí se puede pescar
variedades de surubí, pacú, dorado, piraña, boga, etc., pero es también donde se presentan
las grandes mortandades de peces por la frecuente contaminación provocada por la actividad
industrial que tiene lugar aguas arriba.
Próximos a esta región se encuentran los ríos Ichilo, Ichoa y Yapacaní, los cuales antes eran los
más ricos en especies ictiológicas de todo el país, pero bajó su nivel debido a que la zona ha sido
colonizada por campesinos de todas partes, quienes empezaron a depredar la fauna acuática con
dinamita. Además, el aumento de la pesca con redes en el Beni impide el arribo de suficientes
ejemplares desarrollados.