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ESPECIES Y POTENCIAL PISCÍCOLA EN BOLIVIA

Pesca y piscicultura en Beni


En los ríos y arroyos la riqueza piscícola es variada, pero se encuentra aún poco explotada, lo
que constituye un gran capital dormido para la región. Se estima que en estas aguas se
encuentran más de 400 especies de peces. De toda esta fauna ictícola, se comercializan
regularmente unas 9 especies: pacú, tambaquí, chuncuina, surubí, general, paleta, saltador,
palometa y blanquillo; otras 10 o 20 especies se comercializan irregularmente o son consumidas
solamente por las familias del lugar.
Indudablemente, los ríos del Beni poseen una riqueza piscícola incalculable. Por tanto, debe ser
una prioridad nacional proteger estos ecosistemas y mantenerlos saludables, libres de
contaminación y de explotaciones irracionales. El potencial piscícola en el departamento es
enorme.

Pesca y piscicultura de Chuquisaca

El río Pilcomayo, otrora una de las principales fuentes de pescado para el país, ahora su caudal
se encuentra seriamente disminuido por las represas en Argentina y la contaminación minera
boliviana. A pesar de que aún existen diferentes peces en muchos de los ríos y lagunas del
departamento, en términos comerciales no es una cantidad significativa, por lo que tanto los ríos
como los peces deben ser ecológicamente protegidos.
La piscicultura todavía se encuentra en un estado incipiente, sin embargo, esta actividad ha
probado ser bastante rentable y muy necesaria para mejorar la alimentación de sus habitantes.

Pesca y piscicultura en Cochabamba

El departamento de Cochabamba tiene una gran riqueza piscícola, especialmente debido a la


gran cantidad de ríos con conexión directa con el resto de la Amazonía. Sin embargo, las
cantidades que se pueden extraer de estos ríos son muy limitadas. En primer lugar, debido a la
contaminación de las aguas, además de la sobreexplotación de muchas de las especies
comerciales. Es por esto que la pesca debe ser de tipo deportivo y turístico, puesto que la
industria del turismo, bien llevada, no es contaminante y puede traer literalmente cientos de
millones de dólares para estas regiones.
La piscicultura tiene varios ejemplos destacables, como la crianza de truchas en la cordillera o en
algunas lagunas artificiales. Sin embargo, se cuenta con todos los recursos necesarios para
realizar extensas lagunas artificiales para la crianza de peces.

Pesca y piscicultura en La Paz

El norte de La Paz, casi la mitad del departamento, es una zona baja amazónica. Es decir que
existen varios ríos que son afluentes del Amazonas. Lamentablemente, existe mucha
contaminación minera. Por ejemplo, la utilización continua de mercurio y otros químicos nocivos
para el medio ambiente en la explotación del oro en los municipios de Tipuani y Guanay,
principalmente, ha provocado que sus hermosos ríos estén prácticamente muertos, con unos
cuantos peces sobrevivientes que los pobladores prefieren botar antes que arriesgarse a
comerlos. Lo peor es que estas aguas llegan directamente al río Amazonas. Más abajo hacia el
norte, las aguas que pasan por Sapecho y Palos Blancos están cada vez menos contaminadas y
el clima es cada vez más tropical, por lo tanto, cuenta con alguna pesca mediana a grande. Sin
embargo, la pesca comercial es bastante restringida, siendo la fortaleza de estas zonas el
creciente turismo de aventura.
El lago Titicaca produce aproximadamente el 50% del total de la pesca nacional, y cuenta con un
gran potencial. Sin embargo, la contaminación del lago está en niveles alarmantes y solo obras de
infraestructura mayores y leyes ejecutadas con mayor rigurosidad por los gobiernos de Bolivia y
Perú podrán salvar e incrementar la producción y el turismo del Lago Sagrado. Las lagunas de
altura y las lagunas artificiales están demostrando en diferentes municipios ser de gran ayuda
para mejorar la alimentación de estas comunidades, además de un ingreso adicional, tanto por la
venta del producto como por el cobro a los turistas que desean pescar.
De este sector se obtiene gran cantidad de pejerrey, ispi y trucha. El lago reúne condiciones
favorables para la explotación pesquera. El lago Mayor tiene una profundidad de 30 a 40 metros y
una favorable corriente que produce una adecuada oxigenación que permite que los peces
puedan crecer y alimentarse mejor.
En la asociación más importante de la isla del Sol participan cuatro comunidades, con un número
de 180 socios. La misión británica brinda asistencia técnica y otorgó algunos equipos importantes
para el trabajo. Uno de los objetivos del proyecto es recopilar datos verídicos acerca del
funcionamiento y las técnicas de trabajo utilizadas por las asociaciones pesqueras y pescadores
individuales.

Pesca y piscicultura en Oruro

La hidrografía del departamento de Oruro pertenece en su gran mayoría a la cuenca Cerrada del
Altiplano, a una altitud promedio de 4000 metros sobre el nivel del mar y con temperaturas de
entre los 0 a los 15 grados centígrados. Es un departamento seco con pocos ríos y lagunas, gran
parte de los cuales se encuentran contaminados por la extensa minería que se realiza. Es urgente
realizar una descontaminación seria y extensa de todas estas aguas. Sin embargo, las lagunas
artificiales y las represas han demostrado ser lugares ideales para la crianza de diferentes
especies de peces.

Pesca y piscicultura de Pando

El río Manuripi, el Orton y otros más pequeños poseen una riqueza ictícola muy importante. Son
cientos las especies que viven en sus aguas y muchas de ellas son parte de la dieta alimenticia
de los pobladores que habitan la región. Entre los peces comestibles más importantes se
encuentran los siguientes: pacú, surubí, tambaquí, chuncuina, general, paleta, saltador,
palometa o piraña y el blanquillo, principalmente. Eventualmente también se captura sábalo,
corvina, sardinón y especies de gran tamaño, como la piraiba y el muturo. Aunque de poco
valor comercial, los lugareños también se alimentan del buchere, bentón, ayllu, tachacá, giro,
boga, sardina y bagre pintado. Además, estas aguas contienen innumerables especies de gran
valor para la ecología y el turismo del lugar.
El sector piscícola en el departamento es una riqueza aún poco explotada e investigada, ya que
hasta la fecha se continúan descubriendo nuevas especies. Lo que es una suerte, ya que así se
posee un capital gigante que promete un futuro alentador. Sin embargo, la contaminación de las
aguas es alarmante.

Pesca y piscicultura en Potosí

El departamento de Potosí se caracteriza por ser, en su mayor parte, montañoso con una extensa
altiplanicie y por tener una gran cantidad de valles con microclimas muy diversos.
La pesca es prácticamente inexistente en el departamento, sin embargo, existen muchas
especies exóticas, casi extintas en la mayor parte de estos ríos debido a la contaminación minera.
Las lagunas artificiales, las lagunas de altura y las represas han demostrado ser muy buenas para
la producción de truchas y otras especies.

Pesca y piscicultura
El departamento de Santa Cruz es el más grande de Bolivia, cuenta con una superficie,
prácticamente, del mismo tamaño que la del Japón. Posee una importante cantidad de ríos y
lagunas. Sus industrias de turismo de pesca deportiva y sus lagunas artificiales para la crianza de
peces son las más pujantes y extensivas del país.
El departamento de Santa Cruz es el más grande de Bolivia, cuenta con una superficie,
prácticamente, del mismo tamaño que la del Japón. Posee una importante cantidad de ríos y
lagunas. Sus industrias de turismo de pesca deportiva y sus lagunas artificiales para la crianza de
peces son las más pujantes y extensivas del país.
Hay muchos ríos y sus afluentes en Santa Cruz que conservan una extraordinaria riqueza
piscícola, la que se acrecienta en determinadas épocas del año. Para obtener las especies más
apetecidas, los aficionados pueden elegir desplazarse hacia el río Grande por el sur, a un lugar
denominado Los Cajones, donde se pueden pescar dorados, sábalos y bogas o buscar sus
mejores trofeos en los ríos Ichilo, Piraí y Yapacaní y sus afluentes por el norte.
En esta zona fluye el río Piraicito, que es el mismo río Piraí, pero en la zona de Chané, donde se
encajona y su curso se vuelve profundo con solo 40 metros de ancho. Allí se puede pescar
variedades de surubí, pacú, dorado, piraña, boga, etc., pero es también donde se presentan
las grandes mortandades de peces por la frecuente contaminación provocada por la actividad
industrial que tiene lugar aguas arriba.
Próximos a esta región se encuentran los ríos Ichilo, Ichoa y Yapacaní, los cuales antes eran los
más ricos en especies ictiológicas de todo el país, pero bajó su nivel debido a que la zona ha sido
colonizada por campesinos de todas partes, quienes empezaron a depredar la fauna acuática con
dinamita. Además, el aumento de la pesca con redes en el Beni impide el arribo de suficientes
ejemplares desarrollados.

Pesca y piscicultura en Tarija


Sábalo, surubí, dorado y bagre son las principales especies comerciales que habitan las aguas
del río Pilcomayo y que abastecen los mercados de Bolivia. Tarija es un departamento lleno de
hermosos ríos ideales para nadar, por supuesto, con las precauciones necesarias debido a sus
aguas relativamente turbulentas, pero con una infinidad de pozas.
En sus aguas se encuentra una importante cantidad de peces característicos de la región, sin
embargo, cada vez son menos debido a la contaminación, a la reducción de los caudales del
Pilcomayo por una represa en la Argentina y a la sobreexplotación de las especies comerciales,
como el sábalo, el dorado y el surubí. Prácticamente, como en el resto del país, el principal
potencial piscícola con que cuenta el departamento es el de utilizar la extensa variedad de peces
existentes en estas aguas para atraer turistas nacionales y extranjeros.
La piscicultura en el departamento se encuentra en su fase inicial con importantes proyectos
gubernamentales e institucionales, sin embargo, aun queda mucho por hacer para rescatar a
estas aguas y a sus habitantes de la contaminación y del mal uso de sus ríos.
La localidad de Villamontes, ubicada a 250 km de la ciudad de Tarija, es una de las poblaciones
más importantes de la provincia Gran Chaco. Es una de las zonas más calientes de Bolivia, en los
meses de diciembre y enero las temperaturas alcanzan los 44 ºC.
A orillas del río Pilcomayo, que es el más importante de la región, se encuentran ubicadas las
tribus Matacos. Estas poblaciones viven y dependen exclusivamente de la pesca. Aquí se
encuentra ubicada la tribu de los Weenhayek. La gente mataca, por lo general, es tímida y de
pocas palabras. Los pobladores hablan su propia lengua, la lengua mataca, aunque la mayor
parte de la gente es bilingüe, pues habla también castellano. La autoridad de la tribu es el Capitán
General, que es designado por ellos mismos; es la persona que los representa. Esta es una
sociedad diferente. El idioma los identifica y los une. Cuando llegan viajeros o visitantes de otras
tribus se hermanan, se colaboran, se brindan posada y comparten su alimento.
La vida de los matacos es realmente especial. Sus viviendas son utilizadas como depósito o
como dormitorio de gallinas y cerdos. La gente vive afuera en la intemperie por las elevadas
temperaturas del lugar. Sus pertenencias permanecen, generalmente, bajo la sombra de algún
árbol. En los meses invernales, extraen la mayor cantidad de peces, pues es la mejor temporada.
Los matacos fabrican diferentes tipos de redes con gran habilidad. Las mujeres también
participan en el trabajo, además de encargarse de la fabricación de tejidos y bolsas.
El pescado es un producto que tiene buena comercialización y aceptación en los mercados del
país. A estas tribus llegan muchos comerciantes con sus movilidades y cajones con hielo.
Esperan pacientes a que los matacos saquen el producto. El sábalo es el pescado de preferencia,
aunque de estos ríos también se extraen surubí, dorado, bagre y boga. Todo se compra al
contado; es decir, que la comercialización del producto no es ningún inconveniente.
En los meses invernales, la vida para los nativos de estas tribus resulta más sencilla y llevadera.
En esta época, gracias a la pesca, se cuenta con una entrada económica y los matacos compran
bicicletas, radiograbadoras, heladeras, televisores y otros bienes. Pero, una vez que termina la
temporada de pesca, apenas sacan pescado para comer. Entonces, para obtener ingresos,
venden y liquidan todo lo que habían comprado a menos de la mitad del costo. Los pobladores de
Villamontes y otras comunidades ya saben de esto y en esta época llegan para realizar estas
transacciones comerciales. Los matacos, en general, no guardan ni ahorran.
El trabajo de la pesca es una interesante fuente de ingresos para los pobladores del lugar. Sin
embargo, necesitan complementar su actividad con algunas producciones agropecuarias que
servirían para mejorar su dieta alimenticia y también para poderse ayudar económicamente en
temporadas donde la pesca disminuye; especialmente, ahora que las aguas del Pilcomayo están
atravesando una seria crisis de desecación y contaminación.

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