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Integrantes:
Samy Alvarez
Nikole Corrales
Alisson Enriquez
Orlando Quilumba
Jonathan Salazar
Kendra Zurita
1. HISTORIA
Los efectos que causa la luz sobre las bacterias y microorganismos se llevan
investigando desde hace varios años, esto comenzó a partir del concepto del daño celular que
es causado por incidencia de radiación solar sobre organismos vivos. Después de esto se estudió
el efecto que produce la radiación de espectro ultravioleta (UV). Su uso ayuda a la desinfección
de aire, agua y superficies materiales contaminados (Domínguez, 2012).
- 1800: Mientras experimentaba con varios colores de luz, el astrónomo alemán Friedrich
William Herschel, se dio cuenta que, al pasar la luz del sol por medio de un prisma de
vidrio, la temperatura de los colores empezaba a aumentar hacia el extremo rojo del
espectro. Así que, decidió medir la temperatura más allá del extremo rojo del espectro
y notó que esta aumentaba más, así descubrió la luz invisible, llamada ultra-roja
(Valdés, 2018).
- 1801: El físico alemán Johann W. Ritter descubre que los rayos invisibles descubiertos
por Friedrich Herschel eran efectivos cuando se oscurecía un papel impregnado con
cloruro de plata; los denominó “rayos desoxidantes” y después adopta el término de
“rayos químicos” (Cabral, 2017).
- 1878: Los científicos Downes y Blunt descubren que los microorganismos detenían su
multiplicación cuando estos eran sometidos a una radiación solar muy intensa.
- 1901: Con el desarrollo de la lámpara de vapor de Hg se empieza con la aplicación
práctica de la luz UV, sin embargo, la falta de fiabilidad y rentabilidad de las lámparas
de Hg impide la difusión de esa tecnología (Cabral, 2017).
- 1905: Se reconoce al cuarzo como una envoltura ideal de la lámpara de Hg.
- 1910: En Francia se realizan los primeros intentos experimentales para darle uso a la
luz UV como desinfectante de agua (Cabral, 2017).
- 1916 – 1926: Se da una desinfección del agua y provisión de agua potable en barcos de
Estados Unidos, pero, el bajo costo, los problemas operativos y problemas de
confiabilidad que se observa en los primeros equipos retarda el crecimiento en la
aplicación de la luz UV hasta 1950 (Cabral, 2017).
- 1950 – 1970: Tras la Segunda Guerra Mundial se da el auge de la tecnología con
esterilización de UV-C y, con el descubrimiento de la estructura del ADN en forma de
doble hélice se logra obtener una clave de la explicación (Cabral, 2017).
- 1970 – 1990: Se disminuye el interés en la desinfección con la técnica de luz UV a
partir de los años 80, debido a una mayor confianza en antibióticos, nuevos
conservantes y medios de desinfección y limpieza (Cabral, 2017).
- 1990: Aumentan los gérmenes resistentes a los antibióticos y la tecnología de luz UV
empieza a experimentar un renacimiento (Cabral, 2017).
- En la actualidad: Hoy en día, muchas compañías mundiales de agua confían en la
esterilización con la tecnología UV. En la producción de alimentos se utiliza esta
tecnología que tiene como beneficio el no hacer daño al medio ambiente ya que es sin
aditivos, inodoro e insípido (Cabral, 2017).
2. FUNDAMENTO TECNOLÓGICO
El uso de la tecnología con rayos UV está implicada gracias a la región ultravioleta del
espectro electromagnético, su rango de longitud de onda aproximadamente entre 100-140 nm.
Se puede subdividir en:
- Lámparas de mercurio de baja presión: este tipo de lámparas operan entre 102 y 103 Pa
(pascal), alrededor del 85% de la radiación es de 254nm, que es la onda más eficiente
para destruir microorganismos, su uso está permitido en la industria alimentaria para el
tratamiento de jugos, agua u otros productos de uso comercial (Martínez y Peper, 2016).
- Lámparas de mercurio de media presión: comprenden entre 104 y 106 Pa alcanzando
temperaturas elevadas por lo cual es necesario evitar el contacto directo entre la lámpara
y el producto, siendo estas no efectivas en tratamientos germicidas (Martínez y Peper,
2016).
- Lámpara de microondas: No necesitan electrodos, la energía se genera mediante un
magnetrón, funciona bien para alimentos sólido (Martínez y Peper, 2016).
- Lámparas de pulsos UV: van a generar una radiación electromagnética de entre 100 y
1100 nm, se almacena la energía en un capacitor y se libera en forma de pulsos (en
microsegundos). En la actualidad se usa en la industria de alimentos para desinfectar
superficies que estén en contacto directo con los demás alimentos (Martínez y Peper,
2016).
Se busca aumentar la vida útil de un producto ya que la luz UV, requiere una baja
inversión, cortos tiempo de exposición, además, se elige este proceso ya que es un proceso que
no altera las propiedades organolépticas de los productos y reduce el uso de sustancias
químicas. También ofrece sobre todo productos inocuos al reducir significativamente la cuenta
total microbiana, principalmente los considerados patógenos y de putrefacción en los alimentos
(Peper, 2016).
Entre los factores extrínsecos que influyen en la resistencia microbiana UV, los
principales son la fase de crecimiento, las condiciones de crecimiento, los factores estresantes
antes del tratamiento UV y las condiciones de recuperación después del procesamiento. Un
ejemplo de estrés previo a los tratamientos UV se puede producir durante el procesamiento de
alimentos, las bacterias pueden estar expuestas a condiciones de estrés que pueden producir
daño en el ADN o interferir con la replicación, activando la respuesta SOS. Como
consecuencia, podría producirse una protección cruzada frente a tratamientos UV posteriores.
Se ha demostrado que una gran cantidad de factores estresantes que se encuentran en algunos
pasos del procesamiento de alimentos, como el calor, los ácidos, los álcalis, los oxidantes y el
etanol, aumentan la resistencia a los rayos UV (Gayán, Condón, & Álvarez, 2013).
Los rayos UV en la industria alimenticia son una tecnología emergente que ofrece
múltiples ventajas tales como una inactivación efectiva de una amplia gama de
microorganismos patógenos y de descomposición, pérdida mínima de la calidad nutricional y
sensorial de los alimentos, sin efectos tóxicos conocidos o residuos del tratamiento, y bajo
consumo de energía en comparación con otros procesos de pasteurización térmica y no térmica,
siendo un método prometedor que se está abriendo camino en el Ecuador (Ortiz, 2021).
Un ejemplo de los estudios que se han llevado a cabo sobre el empleo de rayos UV en
el país ha sido desarrollado por la Universidad Agraria del Ecuador donde se investigó el
proceso de pasteurización de la leche aplicando rayos UV con el propósito de eliminar la mayor
cantidad de agentes microbianos usando lámparas germicidas de onda corta, alterando lo menor
posible su composición nutricional (Ortiz, 2021).
6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
6.1. Conclusiones
Para la conservación exitosa de los alimentos por irradiación, se deben tener en cuenta
ciertos parámetros: la dosis de radiación aplicada, la temperatura de la irradiación, el
almacenamiento, la presencia o ausencia de oxígeno, el tipo, especie y número de
microorganismos. composición y estado físico del alimento, tipo de empaque, evitando así
daños nutricionales al producto. También se puede combinar con otros mecanismos, por
ejemplo, el precalentamiento, para lograr un efecto sinérgico entre los dos mecanismos,
reduciendo la dosis de radiación.
• Este método inocuo que libera los alimentos de microorganismos patógenos como:
bacterias, virus, protozoos, no introduce sustancias extrañas ni aumenta su temperatura
(pasteurización en frío), por lo que la calidad del producto no se modifica.
• La irradiación de alimentos es una alternativa al uso de productos químicos con
sospecha de toxicidad, como fungicidas, conservantes.
• La irradiación tiene mayor poder de penetración, por lo que es un tratamiento más
rápido, no requiere aireación posterior y no deja residuos en el alimento.
• Mayor tiempo de acceso a los mercados tanto internos como externos.
• El método de tratamiento de los alimentos por irradiación no pretende reemplazar las
prácticas de manufacturas e higiene de los mismos. Este o cualquier otro tratamiento
no puede revertir el proceso de deterioro y hacer que los alimentos en mal estado sean
comestibles (Dionelys Millán, 2015).
6.2. Recomendaciones
Cabe señalar que la penetración disminuye cuando al tratarse de líquidos que no son
transparentes o tienen sólidos en suspensión, también se recomienda el tratamiento con luz UV
en superficies de distintos productos cárnicos antes de la refrigeración, reduciendo así la carga
microbiana (Martínez, 2016).
A pesar de que es una tecnología que se puede aplicar a varios alimentos, es importante
tener en cuenta la composición de cada producto ya que se requiere de dosis distintas de
radiación UV según la matriz propia del alimento. Debido a esto se requiere realizar ensayos
de laboratorio de rutina, a fin de valorar la eficacia del procedimiento (Martínez, 2016).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Gayán, E., Condón, S., & Álvarez, S. (2013). Biological Aspects in Food Preservation by
Ultraviolet Light: a Review. Food and Bioprocess Technology. Recuperado de
https://link.springer.com/article/10.1007/s11947-013-1168-7#citeas
Gutiérrez, D. (2016). Uso de la radiación UV-C en el proceso de elaboración de hortalizas.
Scielo. Recuperado de
http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2301-
15482016000200002
Martínez, M. y Peper, M. (2016). Estudio de la situación actual de la luz UV en la industria
alimentaria y de su posible aplicación: marco legal, usos, percepción, del consumidor
y diseño de una operación unitaria para planta para especias. Universidad Argentina
de la Empresa: Facultad de Ingeniería y Ciencias Exactas. Recuperado de
https://repositorio.uade.edu.ar/xmlui/bitstream/handle/123456789/5891/PFI%20-
%20Peper%20y%20Martinez.pdf?sequence=4&isAllowed=y
Valdés, N. (2018). Revisión del uso de la luz ultravioleta como alternativa agroindustrial y
ambiental al uso de agua clorada. Universidad Nacional de Colombia. Recuperado de
https://repositorio.unal.edu.co/bitstream/handle/unal/64038/1113643492.2018.pdf?seq
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