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INTRODUCCIÓN

Desde hace algún tiempo, Venezuela viene siendo objeto de una creciente atención
por parte de los observadores y analistas del desarrollo político en América Latina. En una
región caracterizada por la Imposición autoritaria y las agudas luchas políticas Venezuela
ha mantenido desde 1958 hasta nuestros días con el anterior breve pero importantes
períodos de 1945-1948 un tipo de desarrollo político vinculado con las formas conocidas de
la democracia representativa y el pluralismo político caracterizado por la existencia del
libre juego de partidos u organizaciones políticas con representación a través del voto en
sucesivos procesos electorales y la consiguiente exclusión de alternativas no democrática

 El federalismo como ideario político.


 Las luchas por el poder.
 Ezequiel Zamora y Guzmán Blanco.
 Zamora, Guzmán y la lucha hacia la victoria electoral.
 La esquina del miedo.
 El Consejo punto culminante de la marcha del federalismo.
 Juan Vicente González ideólogo del conservadurismo venezolano.
 La querella de Antonio Leocadio Guzmán y Juan Vicente González.
 Tomas Lander como ideólogo del liberalismo.
EL FEDERALISMO COMO IDEARIO POLÍTICO
“La abolición de la pena de muerte. Libertad imperiosa de la prensa. Libertad de
tránsito, de asociación, de representación y de industria. Prohibición perpetua de la
esclavitud. Inviolabilidad del domicilio, exceptuando los casos de delitos comunes
judicialmente comprobados. Inviolabilidad de la correspondencia y de los escritos privados.
Libertad de cultos, Inmunidad de la discusión oral de todas especies. Inviolabilidad de la
propiedad. Derecho de residencia a voluntad del ciudadano. Independencia absoluta del
Poder Electoral, que ni antes de su ejercicio ni después de él dependa de ninguno de los
funcionarios de los demás ramos de la administración. Creación de la milicia armada
nacional. Administración de justicia gratuita en lo secular. Abolición de la prisión por
deuda. Derecho de los venezolanos a la asistencia pública en los casos de invalidez o
escasez general. Libertad civil y política individual; consciente primero en la igualdad de
todos los ciudadanos ante la ley, y segundo, en la facultad de hacer sin obstáculo todo lo
que la ley no haya expresamente calificado de falta o delito. Seguridad individual:
prohibición del arresto o prisión sino por causa criminal precedida evidencia de la comisión
de un delito, y los indicios vehementes de la culpabilidad” (Landaeta, 1961: 321)

Como se puede ver, son cuestiones fundamentales de la democracia que aún hoy
muchas de ellas no se cumplen en Venezuela. Por ejemplo, lo referido a la elección popular
de los jueces, a la gratuidad de la administración de justicia, etc. El Federalismo no buscaba
otra cosa que devolver a las regiones su autodeterminación.

Su noción básica, trata de un sistema con dos niveles de gobierno, en el que un


conjunto de administraciones ya constituidos reconocen que un gobierno federal tiene
autoridad sobre todo su territorio y población, para aquellas funciones que afectan al
conjunto, mientras que retienen para sí, aquellas competencias que solamente están
relacionadas con su propio territorio.

La Guerra Federal fue una lucha armada por la población civil, que sostuvieron los
simpatizantes del pensamiento liberal contra el gobierno conservador. La guerra se desató
en el año 1859 hasta 1863. Se llamó Guerra Federal porque el objetivo de la misma era
crear un Estado federal, que cada provincia sea independiente, y democrática, y también
porque los liberales eran representados por una bandera amarilla que era la del federalismo.

Las causas fundamentales de la Guerra Federal fueron las siguientes:

1. El reparto desigual de las tierras, y la ganadería, estaban en manos de unas


cuantas de familias de caudillos militares que habían luchado en la Independencia.

2. La miseria en la que vivían alrededor de cuarenta mil libertos (ex-esclavos)


que, al no encontrar trabajo, habían regresado como sirvientes a las casas de sus antiguos
amos o deambulaban por distintas partes del país en situación de miseria.

3. Las prédicas de los liberales sobre la igualdad social, en contra de la


desigualdad que se manifiesta por todas partes. Esto coloca al pueblo contra los
conservadores y los propietarios de grandes haciendas y hatos.

4. La crisis económica de 1858 tanto a nivel nacional como internacional.


Como reflejo de esta crisis el país se hace deficitario, ya que los ingresos obtenidos por los
productos de exportación disminuyen, puesto que esos productos bajaron de precio.

Consecuencias:

1. La Constitución Federal de 1864 dividió al país en Estados, gobernados por


Presidentes, con el nombre de Estados Unidos de Venezuela.

2. Se multiplicó en el país el fenómeno del caudillismo, especialmente el de


tipo militar. Estos caudillos, una vez finalizada la guerra, se transformaron en jefes políticos
y dueños de tierras. Los insurgentes durante la guerra fueron los presidentes de los Estados
en que se distribuyó el país en tiempos de paz.
3. Hubo grandes pérdidas materiales: los pueblos y las aldeas fueron
saqueados, los campos arrasados. La desolación se enseñoreó en las ciudades.

4. El país quedó despoblado. Se calcula que murieron unas 100 mil personas.

5. La ganadería sufrió pérdidas irreparables.

6. Se agudizaron los problemas económicos y fiscales: la nación se endeudó y


los préstamos forzosos empeoraron la situación de la población.

7. La insalubridad, la desnutrición y las enfermedades se hicieron sentir en la


población tanto en las ciudades como en los campos.

8. Se extinguió la Oligarquía Conservadora y cayó definitivamente el poder de


Páez.

9. Se estableció en el país la igualdad social; desaparecieron los títulos de


nobleza, que existían desde la época colonial.

LAS LUCHAS POR EL PODER


Las luchas por el poder dividió al grupo político dirigente del país, entre el
oficialismo, agrupado en torno al general José Antonio Páez, y el liberalismo de Antonio
Leocadio Guzmán, que fundó en 1840 el Partido Liberal y su vocero El Venezolano, a
través del cual difundía las ideas liberales.

Ezequiel Zamora, joven comerciante de 29 años para 1846, acababa de ser electo
concejal en Villa de Cura, como candidato de los liberales. Dicha elección fue anulada por
el ejecutivo, al igual que en todos los casos del interior del país en los cuales los resultados
electorales significaron derrotas gubernamentales. Ante esta situación, se comenzaron a
difundir llamados a la rebelión armada entre las filas liberales. El 1º de septiembre estalló la
primera sublevación liberal, al alzarse en la Sierra de Carabobo Francisco Rangel,
campesino mestizo y antiguo soldado de las tropas llaneras del general Zaraza en la Guerra
de Independencia. Antonio Leocadio Guzmán se opuso a la rebelión armada y buscó
entablar negociaciones con Páez. Zamora y otros, descontentos ante la actitud de Guzmán,
deciden incorporarse a la rebelión campesina. Pero la inexperiencia militar de Zamora
favoreció su pronta derrota ante las fuerzas militares paecistas, comandadas por veteranos
de la independencia. No obstante, las guerrillas liberales se mantienen durante varios
meses, siendo Zamora el último liberal en ser derrotado y capturado, en marzo de 1847.

La insurrección campesina de 1846 y 1847 no contó con el apoyo de los


principales jefes del Partido Liberal, comenzando por el mismo Guzmán. Tal vez por esta
causa se vio reducido su poder de convocatoria hacia las grandes masas populares que
apoyaban a los liberales. Tampoco fue capaz de extenderse a otras regiones del país como
el Oriente, Barquisimeto, Coro, Zulia y los Andes.

Sin embargo, el espíritu de lucha social se revitalizó, con el surgimiento de líderes


que, como Ezequiel Zamora, jugarían un papel destacado en la década siguiente. Al mismo
tiempo, la rebelión liberal campesina contribuyó a minar las bases en que se sustentaba el
poder conservador de Páez, propiciando los acontecimientos del 24 de enero de 1848,
cuando el asalto popular al Congreso significó el colapso del poder hegemónico paecista. El
siguiente período en el cual la familia Monagas ejerció el control del poder político, atenuó
momentáneamente las contradicciones sociales gracias al apoyo inicial que los liberales le
dieron a su gobierno.

ZAMORA, GUZMÁN Y LA LUCHA HACIA LA VICTORIA ELECTORAL.


El estallido de la Guerra Federal en 1859 fue más que una lucha por la
implantación del sistema federal de gobierno, y se manifestó principalmente como una
insurrección campesina que planteaba las mismas aspiraciones de las rebeliones de esclavos
en 1812-1814. Su antecedente más inmediato lo constituyó la rebelión campesina de 1846-
47, en la cual había tenido destacada participación el mismo Ezequiel Zamora. La Guerra
Federal significó el epílogo de este terremoto social que se desató en el proceso de
disolución del sistema colonial español en Venezuela.
Los objetivos de la insurrección campesina que se desarrolló desde el 20 de
febrero de 1859 y que estuvo encabezada por Ezequiel Zamora se referían a la igualación
de las clases sociales, el reparto de tierras, supresión de contribuciones, echar del gobierno
a los opresores y terminar con la oligarquía.

Zamora representaba los genuinos intereses de las masas campesinas, de los


desposeídos, que nuevamente enarbolaban la “guerra social” que había desatado Boves en
1813, con el fin de destruir el poder político y económico de la oligarquía, y construir en
cambio una nueva sociedad basada en los principios políticos del liberalismo burgués, cuyo
respeto y aplicación estricta, pensaba Zamora, permitirían la felicidad del pueblo.

En la Guerra Federal coexistieron dos intereses en el bando liberal: unos, que


deseaban promover la constitución de un régimen de libertades formales, democrático
burgués, que limitara el poder que hasta el momento había mantenido la oligarquía heredera
de los mantuanos de la colonia; este sector estaba integrado en lo fundamental por
personajes ilustrados y que pertenecían a sectores sociales poseedores (sobre todo
terratenientes), y estaba liderizado por Juan Crisóstomo Falcón y Antonio Guzmán Blanco.
Los otros, la mayoría, los campesinos y algunos intelectuales radicalizados, que pregonaban
las reivindicaciones igualitarias que permanecían sin cumplirse desde la guerra de
independencia; esta era la fracción que encabezaba Ezequiel Zamora.

La Guerra Federal era una lucha contra las clases dominantes, por aniquilar su
poder económico y político, objetivo que se puso al alcance de las fuerzas militares de
Zamora luego de la batalla de Santa Inés, en diciembre de 1859. Su inmediata muerte, en
enero de 1860, y la inoperante conducción militar de Falcón, que condujo a la vergonzosa
derrota de Coplé, el 17 de febrero de 1860, impidieron la inminente y aplastante victoria
federal que se había anunciado gracias al genio militar de Zamora en Santa Inés.

La prematura muerte de Zamora, el 10 de enero de 1860, favoreció que finalmente


prevalecieran quienes deseaban un cambio puramente formal, el cual se concretó con la
firma del Tratado de Coche, el 24 de abril de 1863. Con este tratado se concretó un simple
cambio de opresores en el gobierno, sólo que en lugar de conservadores y
constitucionalistas, se proclamaron liberales y federales. Pero la estructura económica, la
que constituía el fundamento material de la oligarquía, continuó intacta, y al lado de los
viejos apellidos que controlaban la riqueza territorial agraria, monopolizaban el comercio y
la usura, comenzaron a figurar apellidos de origen “oscuro”.

Zamora, con sus acciones, llegó a infundir verdadero terror a la oligarquía. Al


ocurrir su muerte, el alivio que sintieron fue tal que Juan Vicente González llegó a escribir:
“Bala afortunada. Bendita sea mil veces la mano que la dirigió”. Opiniones así nunca
fueron dirigidas en cambio a otros connotados jefes federalistas como Falcón y Guzmán
Blanco. La causa era que Zamora no representaba exclusivamente los ideales federales y
liberales; principalmente defendía la causa de los desposeídos, su guerra era una guerra
contra los poderosos, contra los oligarcas en general, y su objetivo era la igualdad social,
objetivo difuso que correspondía al imaginario de la época en una sociedad agraria como la
nuestra.

El triunfo de la Guerra Federal no fue en modo alguno el triunfo de la causa por la


que luchaban los campesinos alzados bajo el mando de Zamora. Una vez más, al igual que
en la guerra de independencia, las aspiraciones de los desposeídos quedaban inconclusas, y
lo más que se alcanzó fue la formalidad de las leyes, situación que, guardando la distancia
en el tiempo, se mantuvo en nuestra cuestionada democracia representativa puntofijista,
basada en los mismo principios liberales que “defendían” personajes como Guzmán Blanco
y Falcón.

LA ESQUINA DEL MIEDO


Obra de teatro escrita por Cesar Rengifo en 1969. Drama político basado en el
terror existente para la época hacia la sangrienta guerra en el país a causa de la guerra
federal.
En “La Esquina del Miedo” los personajes aspiran a un “futuro” mejor, luchan por
reconstruir un orden, y aspiran en la posibilidad que les permite, les de acceso y paso a ese
orden. El muchacho de la esquina del miedo prefigura centrífugamente esta idea. No
descansa en la búsqueda, para el rescate del hombre al que han dejado muy mal herido en la
esquina. Y aunque nada se sabe de él, lo importante para el muchacho es imaginar, es
pensar, es encontrar a alguien que lo ayudará. Rengifo nos muestra que la realidad social,
política, humana que vive la sociedad venezolana es diferente. Lo moderno aquí está tanto
en el tratamiento del tema que ya es político en sí mismo, como en la forma en que a través
del personaje muchacho se da tratamiento al tema.

Punto central de innovación y de representación de lo moderno en la obra de


Rengifo está constituido por el clímax. El clímax en la pieza de “La esquina del miedo”
está al principio y no al final. De manera que la obra decanta los conflictos y las unidades
de acción. En una estructura regular podríamos encontrar el clímax en el punto casi final
del mismo. Es decir el momento culminante de la acción misma, un despliegue propio de
las fuerzas de energías que conducen a los personajes. Pero en el caso de Rengifo utiliza
todas estas fuerzas, todo este torbellino al principio de su obra para desatar un camino que
en la obra ya está desandado por los personajes. Este es un esquema interesante y nuevo
para ese momento del teatro Venezolano, pues el “personaje pudiera pensar que realmente
se trata de rememorar el asunto o conflicto. Básicamente pudiéramos imaginar que el
personaje del muchacho siempre está en la cárcel y que todo lo que sucede, aparece desde
allí. Que Rengifo utilizara este esquema era para el teatro Venezolano novedoso, además de
que las estructuras de conflicto se enrolaban en otras maneras de ser tratadas

EL CONSEJO PUNTO CULMINANTE DE LA MARCHA DEL FEDERALISMO


Cuando todo parecía anunciar la victoria de las fuerzas de la Federación, luego de
5 años de guerra y desolación, surgió el acuerdo de Coche con la participación de los
representantes de Falcón y Páez, a puertas cerradas. En dicho tratado se estableció la paz y
se convocó a la organización de una Asamblea Nacional, la cual estaría conformada por 80
miembros, elegidos la mitad por el jefe supremo y la otra mitad por el presidente
Provisional de la Federación, ante quienes renunciaría Páez y quienes nombrarían un
Ejecutivo transitorio. Dispuso también el tratado el cese definitivo de las hostilidades, la
prohibición de nuevos reclutamientos y la formación de brigadas de orden público
destinadas a impedir cualquier brote de violencia. No obstante, de acuerdo con los
comentaristas de la época, el Tratado de Coche no sólo implicó los aspectos antes
señalados, sino que produjo importantes ganancias materiales a sus signatarios, Guzmán
Blanco y Rojas, quienes se repartieron el remanente del último empréstito contratado por el
gobierno de Londres. En definitiva, dada la magnitud de la contienda civil, la trascendencia
de la participación popular y la indiscutible fortaleza de los federales, el Tratado de Coche
evidenció las intenciones reales de los dirigentes y anunció el estilo y las limitaciones de la
política posterior.

Su nombre se debe a que fue concluido el 23 de abril de 1863 en la hacienda


Coche, próxima a Caracas, por Pedro José Rojas, secretario general del jefe supremo de la
República José Antonio Páez y Antonio Guzmán Blanco, secretario general del presidente
provisional de la Federación Juan Crisóstomo Falcón, y confirmado por ello mismos en
Caracas (25 de mayo de.1863). La causa principal que llevó al gobierno de Páez a
establecer un diálogo con los líderes de la Federación, fue la precaria situación política y
económica en que se encontraba desde 1862.

TRATADO DE COCHE
Pedro J. Rojas en nombre de Páez y Guzmán Blanco en nombre de Falcón
acuerdan:

1. El ejército Federal reconoce el gobierno del Jefe Supremo de la República y


sus sustitutos.

2. Una asamblea se reunirá en Caracas dentro de treinta días después de


canjeada la aprobación de este convenio.

3. Cada provincia elegirá 4 diputados; (dos) 2 el gobierno y (dos) 2 la


Federación.
4. En el momento de instalarse la Asamblea Nacional, cesará el gobierno del
señor General Páez y su sustituto, y la Asamblea constituirá enseguida un nuevo gobierno
de la manera que lo estime conveniente.

5. Una vez que la Asamblea Nacional haya constituido el nuevo gobierno,


continuará deliberando sin restricción alguna sobre los ramos de la administración pública.

6. El gobierno nombrará al Sr. General Falcón, General en Jefe del Ejército de


la República, y al Sr. Facundo Camero, segundo jefe del mismo

7. No se hará ninguna alteración notable ni en situación de tropas ni en mandos


militares, ni en ninguna otra cosa contraria al espíritu de este convenio.

8. Cese de las hostilidades en toda la República.

9. Salvo lo que se dispone en el artículo anterior y que comenzará a regir


inmediatamente, el presente convenio se pondrá en ejecución tan luego como lo hayan
aprobado el Jefe Supremo de la República y el Sr. General Falcón.

JUAN VICENTE GONZÁLEZ IDEÓLOGO DEL CONSERVADURISMO


VENEZOLANO
Muy poco se sabe sobre la niñez de este prestigioso intelectual venezolano. Sus
biógrafos no han podido determinar quiénes fueron sus padres, ni la fecha exacta de su
nacimiento. Se conoce que nació en Caracas en 1808, pero hay quienes afirman que fue en
1811.

Para ganarse la vida daba clases de gramática e historia en colegios particulares.


En 1849, fundó el colegio "El Salvador del Mundo". En sus aulas se capacitaron muchos de
los que más tarde fueron famosos ciudadanos.
Nombrado Diputado por Caracas al Congreso de 1848, fue testigo ocular del
sangriento allanamiento que hicieron las tropas del gobierno, al recinto del Parlamento,
matando e hiriendo a varios congresistas. Ese luctuoso suceso le causó profunda impresión.

Juan Vicente González Delgado, era de ideas conservadoras, sin duda porque en su
adolescencia tuvo como tutor al Presbítero José Alberto Espinoza. No vio con buenos ojos
a la revolución de marzo de 1858, que llevaron al poder a Julián Castro, Manuel Felipe
Tovar y Fermín Toro. Tampoco se sintió atraído por la Revolución Federal. Es más, era un
decidido opositor del liberalismo.

Desde "El Heraldo" y otros periódicos, combatió a los regímenes de fuerza. Eso
disgustó a muchos gobernantes. Estuvo a punto de ser deportado en 1861. Se salvó del
destierro gracias a la magnanimidad de Pedro Gual, Presidente de la República, por breve
tiempo.

Juan Vicente González, partidario del tradicionalismo aprendió a respetar los


principios de la libertad y la autodeterminación. Se opuso con palabras impertinentes a la
dictadura del General José Antonio Páez. Eso le valió un encierro de tres meses en la cárcel
de La Guaira. Al ser libertado gracias a los buenos oficios de la masonería, reincidió en sus
críticas violentas al gobierno. Páez molesto, volvió a mandarlo a prisión, esta vez en la
"Rotunda". Allí escribió su "Manual de Historia Universal".

Triunfantes los ejércitos de Falcón, vio con simpatía al prestigioso militar y


distinguido líder masón, lo cual no impidió para que de vez en cuando le dedicara también
algunos ataques periodísticos.

Juan Vicente González, logró popularidad y respeto por su ágil y punzante estilo
periodístico. Era un temible panfletista, hábil en la polémica y fulminante en el manejo del
sarcasmo. Pero era muy honesto, noble de sentimientos y amante de la verdad. Esto quedó
demostrado con la biografía muy favorable que escribió sobre el Mariscal Juan Crisóstomo
Falcón, no obstante que se declaró una vez adversario del Caudillo Federalista.
En el periodismo consiguió fama por su talento y virulencia. Fue editorialista de
"El Heraldo", "El Diario de la Tarde", "La Prensa" y "Las Catilinarias", provocando
encendidas polémicas con los periodistas liberales Felipe Larrazábal, Estanislao Rendón,
Guillermo Tell Villegas, Tomás Lander y Rafael Arvelo.

Alto, fornido, era una de las figuras más estimadas de aquellos tiempos. Le
apodaban "Tragalibros". Contaban de él muchas anécdotas, por su chispa creativa y
carácter enérgico. Una de las más conocidas es la que protagonizó con el millonario
Cipriano Morales, que tenía fama de ser muy avariento. Este brillante hombre de letras
falleció en Caracas el 1° de octubre de 1866.

LA QUERELLA DE ANTONIO LEOCADIO GUZMÁN Y JUAN VICENTE


GONZÁLEZ
Juan Vicente González funda en 1846 el Diario de la Tarde, para combatir la
candidatura presidencial de Antonio Leocadio Guzmán.

Antonio Leocadio Guzmán. Desde las páginas de su periódico «El Venezolano»


alborota por primera vez los sectores sociales hasta entonces marginados de las cuestiones
políticas en el país. Sus enemigos lo tildan de demagogo. Su adversario más poderoso será
el brillante polemista Juan Vicente González.

En 1840 figura el Licenciado González entre los fundadores de «El Venezolano»,


al lado de Tomás Lander, Valentín Espinal, Urbaneja y Antonio Leocadio Guzmán pronto
se distancia, sin embargo, cobra un odio feroz contra Guzmán en torno al cual hará girar
posteriormente toda su actuación pública. En 1859 funda «El Heraldo». Su consigna es:
«Contraer el solemne compromiso de refutar «El Patriota», «El Diario» y todo bicho
guzmancista que alce golilla y la haga de escritor». Durante el año de 1846, siendo
González el Jefe político del Cantón de Caracas, experimenta el placer de hacer prisionero
a su diabólico enemigo, Antonio Leocadio Guzmán solicitado con urgencia por
conspirador. La escena es pintoresca y revela el matiz de la lucha política que se desarrolla
en la Venezuela de entonces.

Llegando Monagas al poder, la situación política de González cambia. Su más


encarnizado enemigo de ayer, humillado y por gracia de Monagas desterrado, después de
haber sido condenado a muerte por el tribunal, aparece poco después en la dirección del
Gobierno.

Llamo a Antonio Leocadio Guzmán “bicho pedantesco que recibió de su padre la


empalagosa charla y las mañas del gitano”

TOMAS LANDER COMO IDEÓLOGO DEL LIBERALISMO.


Caracas, 29-12-1787 - Caracas, 6-12-1845, Periodista, agricultor, político y
propagador del pensamiento liberal venezolano. Hijo de Pedro Lander y de Paula Acal. El
reciente hallazgo de una copia de su partida de bautismo en el archivo de la Universidad
Central de Venezuela ha permitido corregir su fecha de nacimiento, tradicionalmente fijada
el 29 de diciembre de 1792.

Poco se sabe acerca de sus primeros años. Estudió en la Universidad Central de


Venezuela donde obtuvo el grado de bachiller en filosofía pero pronto abandonó las aulas
sin recibir el doctorado, completando su formación a través del estudio autodidacta.
Inclinado hacia la causa de la independencia, es amigo de Francisco de Miranda, a quien
escribe en 1812, pero se mantiene al margen de la lucha.

Secretario de Simón Bolívar durante la Campaña Admirable (1813), vive exiliado


en las Antillas (1814-1818) dedicándose a actividades comerciales. Vuelve a Venezuela por
corto tiempo, para marcharse nuevamente, esta vez hacia Europa (1818-1820). Regresa de
nuevo a Venezuela (1820) Designado miembro de la Municipalidad de Caracas después de
la batalla de Carabobo (1821), es secretario de la sociedad creada para editar el periódico El
Venezolano (1822-1824), en cuyas columnas colabora con frecuencia. En 1823, combate la
expulsión de españoles decretada por el gobierno de Bogotá, pidiendo que fuese abolida o a
lo menos suavizada la ley de confiscación vigente para ese entonces.

A partir de 1826, se une al general José Antonio Páez, y aboga por la separación
de Venezuela de la Gran Colombia en las páginas del órgano de prensa «cosiatero».
Consumada la separación de la Gran Colombia, tiene a su cargo 2 periódicos Venezuela y
el Congreso (1831) y El Elector Parlero (1832). Síndico procurador del cantón de Ocumare
del Tuy (1832), donde posee varias haciendas. Lander muere repentinamente en Caracas,
víctima de un aneurisma. Su cadáver, embalsamado, permaneció durante casi medio siglo
sentado ante el escritorio de su domicilio caraqueño, en característica actitud de escribir
hasta que, el 5 de abril de 1884, sus restos fueron solemnemente conducidos al Panteón
Nacional.

La primera organización que puede ser considerada agrupación política es el


Partido Liberal, fundado en 1840 por Tomás Lander y Antonio Leocadio Guzmán, en
respuesta al grupo que detentaba el poder, el conservador. El Partido Liberal es, pues, el
primer partido histórico venezolano.
CONCLUSIONES
Los años que van de 1840 a 1847 establecen uno de los ciclos más ricos de la
historia republicana de Venezuela. En tan efímero espacio de tiempo suceden, con
vertiginosidad deslumbrante, acontecimientos capitales, hechos que marcan hito, episodios
que dejan su huella de siglos. Se mueven en el escenario nacional una pléyade de
personajes que van a estampar en ese momento lo mejor o algo de lo más típico de sus
vidas. Se desarrollan debates de ideas y acciones prácticas realmente trascendentales.

Con la Sociedad Liberal surge el primer gran partido venezolano, programático y


popular. Con el venezolano aparece la prensa popular. No obstante, el debate electoral,
aunque cortado por el ventajismo oficial, conoce sus primeros momentos de auge y de
interés. Es por ende que, nace, en medio de la sangre y la violencia, la primera insurrección
campesina de nuestra vida republicana, acaudillada por el gran capitán Ezequiel Zamora
quien defendió los intereses de la población más débil de la sociedad venezolana: los
campesinos. Murió prematuramente, pero reivindicar su ejemplo sigue siendo necesario en
la medida en que aún se plantea en Venezuela la conquista de una verdadera democracia
popular, que satisfaga ese deseo igualitario que insurgió en suelo patrio desde hace más de
doscientos años.

Incluso continuamos combatiendo contra la oligarquía que nos oprimen y frenan


nuestro desarrollo, contra el imperio para defender nuestra soberanía, contra la Derecha por
el surgimiento de la Izquierda como sistema socialista de vida. La sangre de nuestros
patriotas no habrá sido derramada en vano, en nuestras manos está su reivindicación.

Además, durante la primera mitad del siglo XX el comportamiento de Venezuela


siguió una transición muy tímida, en la segunda mitad actuó esencialmente como nación
con gran dinamismo, conducida por magistrados que propendieron dirigirla por una vía de
prosperidad y progreso. Para llevarlo a cabo, se dispusieron de ingresos en abundancia de
las exportaciones petroleras y de empréstitos razonados.
BIBLIOGRAFIA
 BRITO FIGUEROA, Federico. 1981. Tiempo de Ezequiel Zamora. UCV. Caracas.

 CASTILLO, Ricardo. 1996. La Guerra Federal. En: Historia para todos. Nº 16.
Consejo Nacional de la Cultura. Caracas (Venezuela).

 Diccionario de la Real Academia Española

 GÓMEZ ESPINOZA, Antonio. Historia Moderna y Contemporánea de Venezuela.


Editorial Salesiana.2000

 MORALES Gonzalo J. 2020. VENEZUELA FRENTE AL FUTURO Modelo de un


Nuevo País, texto extraído desde el sitio Web:
http://www.acading.org.ve/info/publicaciones/libros/pubdocs/VENEZUELA_FRENTE_A
L_FUTURO.pdf

 YÉPEZ CASTILLO, Áureo. Historia de Venezuela 8º. Editorial Larense. 2009.

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