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Integrantes:
LINARES RAMON
ROMERO MICHEL
LUGO JOHANA
RAMOS HENDERSON
VEROES EVELYN
TEMA III
Desde la segunda década del siglo XXI, resulta muy pertinente movilizar una
reflexión crítica en torno a una problemática absolutamente perentoria, que afecta de
manera considerable a las sociedades occidentales contemporáneas; una problemática
que remite, en última instancia, a la articulación profunda de las sociedades modernas
desde hace al menos dos centurias. Hablamos de las relaciones que históricamente se
han venido dando entre democracia política y sistema de libre mercado o, por
formularlo con otra terminología, entre Estado de derecho y capitalismo. Dichas
relaciones son mucho más complejas y contradictorias (es decir, evidencian mayores
dosis de fricción) de lo que ciertos universos teóricos están dispuestos a admitir.
En efecto, los teóricos del liberalismo económico siempre pretendieron
consignar que una verdadera democracia política sólo podía darse allí donde imperase
un orden económico de tipo liberal; ésa era su ecuación sagrada. En este sentido, para
conocer de la reflexión critica que anteriormente señalamos debemos conocer de
la historia del liberalismo el cual se extendió en su mayor parte en los últimos cuatro
siglos, a partir de la Revolución francesa y continuó después del final de la Guerra Fría.
El liberalismo comenzó como una doctrina general y un esfuerzo político en respuesta
a las guerras religiosas establecidas en Europa durante los siglos XVI y XVII, aunque el
contexto histórico de la ascendencia del liberalismo se remonta a la Edad Media. Los
fundamentos intelectuales del liberalismo fueron establecidos por John Locke, con lo
cual apuntó a un mayor impulso de la Ilustración, que cuestionaba las viejas
tradiciones de las sociedades y los gobiernos, en el siglo XVII. Estas nuevas tendencias
se unieron finalmente en poderosos movimientos revolucionarios que derrocaron
regímenes arcaicos en todo el mundo, especialmente en Europa, América
Latina y América del Norte.
La primera encarnación notable de la agitación liberal llegó con la Revolución
estadounidense, y el liberalismo plenamente explotado como un movimiento global
contra el viejo orden durante la Revolución francesa, que ha marcado el ritmo para el
futuro desarrollo de la historia humana. Los liberales clásicos, que en líneas generales
destacaron la importancia de los mercados libres y las libertades civiles, dominaron la
historia liberal por un siglo después de la Revolución francesa. El inicio de la Primera
Guerra Mundial y la Gran Depresión, sin embargo, aceleró las tendencias iniciadas en
Gran Bretaña a finales del siglo XIX hacia el social liberalismo que hizo hincapié en un
mayor papel del Estado en el mejoramiento de las condiciones sociales devastadoras.
A principios del siglo XXI, las democracias liberales y sus características fundamentales
el apoyo a las constituciones, elecciones libres y justas, la sociedad pluralista han
prevalecido en la mayoría de regiones de todo el mundo.
En este mismo orden de idea para entender todo este proceso del pensamiento
liberal del derecho tenemos que hablar del modo de producción capitalista el cual fue
uno de los modos de producción que Karl Marx definió como estadios del devenir
histórico, definidos por un determinado nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y
una forma particular de relaciones de producción. Según la teoría marxista, es el
siguiente al feudalismo y, en la predicción del futuro que implicaba el compromiso
político de algunos marxistas, su lógica interna le conducirá a su desaparición y
sustitución por el comunismo.
En este trabajo queremos reflexionar sobre algunas polémicas teóricas que se
han venido produciendo en torno a los conceptos de democracia política y sistema de
libre mercado o, si se quiere, entre Estado de derecho y capitalismo. Nuestro objetivo
es mostrar que las relaciones entre dichos conceptos y nociones son mucho más
complejas y contradictorias de lo que se ha venido narrando apologéticamente a lo
largo de los últimos doscientos años. En efecto, los teóricos del liberalismo económico
siempre quisieron establecer que una genuina democracia política sólo podía darse allí
donde imperase un orden económico liberal y profundizar en este axioma e incluso
indagar en la probable incompatibilidad de fondo entre un sistema de libre mercado
completamente desregulado y un régimen político sustancialmente democrático.
EXPLIQUE EN QUE CONSISTIÓ EL FEUDALISMO.
o Los reyes, como vasallos del Papa, del Emperador o de otro rey, y
señores a su vez de otros.
El vasallaje: Era una relación de servicio, amistad y protección pactada entre dos
hombres de condición social noble, por la que uno de ellos (el vasallo) vinculaba su
persona a otro (el señor) jurándole fidelidad, comprometiéndose a servirle,
especialmente en la guerra, y recibiendo del señor sustento, mercedes y dones
especiales. El vasallaje fue en sus orígenes una relación de encomendación o
patrocinio, pero la índole noble de los servicios armados que los vasallos debían a su
señor, pronto dio a la vinculación vasallática su carácter peculiar. El vínculo que así
establecía no mermaba la liberad del vasallo, que sólo quedaba obligado a guardar
fidelidad al señor, a defenderle con las armas, a seguirle en la guerra y cuando el señor
lo requiriese, su servicio, consejo o compañía.
Derecho de Justicia
Los Derechos feudales fueron abolidos sin indemnización en Francia por Ley de 17-VII-
1793.
Cuadro Comparativo
Feudalismo Capitalismo
Distinción de clases sociales Propone y defiende la propiedad
Vasallaje privada de los medios de
Guerras y enfrentamientos producción
constantes Tiene al capital como centro y
Economía feudal objetivo
Pago de tributos por parte de los Genera clases socioeconómicas
siervos específicas
El poder del clero en el Permite la movilidad social
feudalismo Defiende la libertad de empresa
El cristianismo y asociación
Sistema social cerrado Promueve el libre mercado
Se basa en la ley de oferta y
demanda
Reconoce la libertad de trabajo
Las regulaciones jurídicas son esas reglas que se le dan a una sociedad, las
transitivas son esas normas que surgen por un caso específicamente determinado y
que es necesario regular, como también puede ser que la regulación ya exista y
necesite alguna modificación para salir en gaceta oficial. Por otro lado las intransitivas
son todas esas normas que siempre se han existido y que la sociedad necesita para
mantener el orden y estas se mantendrán al pasar del tiempo.
El Estado moderno surgió entre los siglos XV y XVI, cuando los reyes
aprovecharon la crisis del feudalismo para retomar su poder, y su proceso de
surgimiento se aceleró en el Renacimiento, con profundas transformaciones en los
mecanismos del gobierno y en el ejercicio del poder. Este proceso estuvo respaldado
por la burguesía, clase social que se fue fortaleciendo con este tipo de Estado. Además,
se considera que la Reforma protestante influyó de manera importante en el
desarrollo de los Estados modernos debido a que "fragmentó a Europa al quebrarse en
varios pedazos la unidad de la Iglesia Católica, pero a la vez ayudó para que en ese
territorio vaya tomando forma el Estado moderno".
Cabe destacar que el Estado moderno fue entendido de diferentes formas. Por
un lado los iusnaturalistas y filósofos cristianos consideraban que el Estado era una
organización social determinada por leyes inherentes a la naturaleza humana. Y, por
otro lado, los pensadores renacentistas y los ilustrados del siglo XVIII sostenían que el
Estado era una creación racional del hombre.
Esa primera etapa del orden comercial o mercantil, que se caracteriza por ser
un Derecho subjetivo del comerciante, ocupa parte de la Edad Media y la Edad
Moderna. La Edad Media se presenta como un periodo histórico dominado por un
ideal religioso de vida y por una economía feudal; y la Edad Moderna se caracteriza por
una transformación progresiva de dichas notas, con la afirmación del Estado nacional
como unidad política y la significación económica del mercantilismo y el cambio
sociocultural de la época, con un mayor individualismo y una paulatina y manifiesta
pérdida de la influencia de la teología moral de la iglesia; cambios que, como se verá,
afectarán al desarrollo del Derecho Mercantil aunque todavía sin perder si alguna vez
la perdió del todo su orientación subjetiva.
Este movimiento iusnaturalista creó una actitud más libre, más crítica, frente a
los textos del Corpus Iuris, y provocó, a la vez, un ambiente de mayor independencia
frente a las diversas tentativas de sistematización del derecho que ofrece el Corpus
Iuris (los sistemas de Instituciones, del Digesto y del Codex son distintos entre ellos,
aparte de que ninguno de ellos es bueno). De este modo, el iusnaturalista, con su
anhelo de crear un derecho intrínsecamente justo, deductivamente elaborado en
todos sus detalles y plasmado luego en un sistema estrictamente lógico, contribuye al
movimiento codificador, que produce sus primeros frutos a mediados del siglo XVIII.
En cambio el Utilitarismo es una filosofía construida a fines del siglo XVIII por
Jeremy Bentham, que establece que la mejor acción es la que produce la mayor
felicidad y bienestar para el mayor número de individuos involucrados y maximiza la
utilidad. El utilitarismo parte que todo ser humano actúa siempre sea a nivel individual,
colectivo, privado, publico, como en la legislación política, según el principio de la
mayor felicidad, en vistas al beneficio de la mayor cantidad de individuos.
Por otro lado el utilitarismo expresa que el Estado es el ente soberano que
impone reglas por medio de las leyes y, de este modo, pretende determinar un patrón
de comportamiento. Uno de los grandes conflictos del derecho consiste en obligar a
personas completamente diferentes a observar comportamientos semejantes; por
ejemplo, una persona es más tranquila y tolerante que otra; no obstante, a ambas se
les prohíbe cometer delitos. Por otro lado, la ley no puede obligar a la persona más
nerviosa a hacer un tratamiento para ser más tolerante, ya que ello comportaría una
invasión de su privacidad.
Por esta razón no resulta del todo preciso afirmar que se trata de un Derecho
de base consuetudinaria, sino, más bien, jurisprudencial.
En el siglo VIII, los vikingos invadieron las costas de Inglaterra con un ejército
bien organizado que logró dominar el reino.
A este respecto, baste recordar que para el pensamiento liberal, el fin supremo
de la asociación política residía en la defensa de los derechos y las libertades
fundamentales del hombre, para cuya mejor garantía los mismos debían ser
proclamados expresamente en las normas de mayor jerarquía dentro del
ordenamiento jurídico. Harto elocuente sobre este particular es el artículo 16 de la
Declaración francesa cuando afirma que "Toda sociedad en la que la garantía de los
derechos no está asegurada en la separación de poderes establecida no tiene
constitución". Por otra parte, en consonancia con la concepción iusnaturalista y liberal
de los derechos del hombre, las declaraciones de derechos proclamados y las
constituciones promulgadas a partir del último cuarto del siglo XVIII hasta la Primera
Guerra Mundial, entendían por derechos humanos sólo los referentes al hombre como
individuo y como ciudadano.
Desde el punto de vista político, fueron fundamentales ideas tales como las
expuestas por Voltaire, Rousseau, Diderot o Montesquieu (como por ejemplo, los
conceptos de libertad política, de fraternidad y de igualdad, o de rechazo a una
sociedad dividida, o las nuevas teorías políticas sobre la separación de poderes del
Estado). Todo ello fue rompiendo el prestigio de las instituciones del Antiguo Régimen,
ayudando a su desplome.
Voltaire
Sistema de impuestos
Liberar la economía
Reconocer el trabajo bien hecho
Montesquieu
Voltaire ganó fama de sus intensas polémicas en relación con la Iglesia. La religión
para nuestro protagonista era sinónimo de superstición y fanatismo. El asunto de Jean
Calas de 1762 le hizo escribir su famoso Tratado sobre la tolerancia (1763). Calas era
un comerciante protestante de Toulouse que fue condenado a muerte porque fue
acusado de haber asesinado a su hijo que quería convertirse al catolicismo. Años
después fue rehabilitado, así como su memoria, al demostrarse su inocencia. En la
obra realizó una incisiva y dura crítica contra el clero. Pero aunque Voltaire fustigó a la
Iglesia y su poder no dejó nunca de ser deísta, es decir, defensor de la religión natural,
desde un acusado pragmatismo, ya que tendría una utilidad social. Las personas que
creían en Dios serían más honradas.
En segundo lugar, surgió también la idea política derivada del nuevo papel que
a partir de ese momento se confirió al pueblo, es decir, el papel protagónico del
pueblo en la constitucionalización de la organización del Estado.
En quinto lugar, este acontecimiento político puede decirse que resultaron los
sistemas de gobierno que dominan el mundo moderno: el parlamentarismo, como
sistema de gobierno que dominó en Europa después de la Revolución Francesa,
aplicado en las monarquías parlamentarias.
CONCLUSION
Los teóricos del liberalismo económico siempre quisieron establecer que una
verdadera democracia política sólo podía darse allí donde imperase un orden
económico liberal. Esto es, que la verdadera libertad humana sólo podía germinar
dentro de una economía de mercado bien desarrollada. Pero, enfrentándonos
críticamente a ese dogma, hemos querido poner en valor la tesis opuesta.
Por lo tanto, todos esos avances sociales y jurídicos deben entenderse como
“conquistas de la libertad” obtenidas contra la lógica liberada del sistema de mercado.
Esos avances democratizadores, que van construyendo nuevos espacios de dignidad
civil y libertad material (nuevos espacios de ciudadanía, en definitiva), se sustancian y
concretan mediante “interrupciones” o “suspensiones” de la lógica libre de los
mercados.
BIBLIOGRAFIA
Universidad de Almería
ALLAN R. BREWER-CARÍAS
TOMO I