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Tarea 3 Cartilla digital

Presentado por:

Albenis María Gómez De la Hoz

Código 1143246458

Tutora:

Diana Milena Espinosa Molina

Grupo:

403017- 215

Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD

Escuela de Ciencias Sociales Artes y Humanidades ECSAH

Ecología Humana

Abril/2021
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Introducción:

El siguiente aporte se hace de manera individual y en él se encuentra un escrito en

donde relaciono las ideas centrales de la lectura de la unidad 2; y en el cual logro identificar

el aporte de la psicología ambiental a la ecología humana. El contenido logro consolidarlo

en 3 cuartillas según lo sugiere la rúbrica de evaluaciones.


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1. En un primer paso se elabora un escrito de manera individual relacionando las

ideas centrales de las lecturas de la unidad 2, identificando el aporte de la

psicología ambiental a la ecología humana; asigne un título, y su contenido de

tres cuartillas y fundamentado con autores.

La psicología ambiental y su importancia en la Ecología humana:

La psicología ambiental inicia a principios del año 1960, en este periodo se dan a

conocer importantes textos que relacionan el comportamiento con el ambiente, y es donde

aparece el termino psicología ambiental o psicología de la arquitectura, tiene como

principal objetivo la interrelación que hay entre las personas y su espacio; la psicología

ambiental se centra en la interacción que existe entre el hombre y su entorno a través de la

conducta observable, la percepción de lo que se proyecta en cada individuo con el entorno

que les rodea, tal como lo explica Vidal, T. (2015). “Nos referimos a aproximaciones que

pretenden explicar la relación persona-entorno a partir del estudio de la conducta

observable, la percepción, la cognición y otros conceptos eminentemente psicológicos,

desatendiendo con frecuencia el contexto sociofísico o en su defecto, entendiéndolo

como una variable externa”.(p. 7). La contribución que la psicología como ciencia aporta

a la ecología se da bajo enfoques científicos investigativos y también empíricos que hacen

que esta sea relevante para entender los comportamientos y la manera de ser y actuar del ser

humano. La psicología ambiental junto con el resto de disciplinas interesadas en la

interacción individuo- sociedad, pueden entender y comprender que esta interacción debe

abordarse desde un marco integral basado en acciones, hechos que conlleven al hombre a

adoptar medidas para salvaguardar nuestra ecología. Como bien lo recalca Vidal, T. (2015),
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citando a Uzzell y Rätzel (2009). Para estos autores, la Psicología Ambiental debería

priorizar el estudio de la reciprocidad entre personas y entornos y las formas en que

ambas reproducen, mutuamente, las condiciones materiales para su existencia,

aportando el ejemplo de la sostenibilidad. Lo que podemos considerar como parte de

la agenda temática y metodológica de la Psicología Ambiental actual, para los dos autores,

una psicología ambiental “transformadora” debería poner el acento en las relaciones de

producción y consumo, las relaciones sociales y políticas en las que se forman valores,

actitudes y comportamientos, y las insostenibles formas de vida y de trabajo, además

de los entornos producidos y reproducidos (Uzzell y Rätzel, 2009, p. 340).

Nosotros como sujetos de urbe, de ciudad no hemos sido llamados solo hacer

consumidores de medios físicos, si no también degustadores de ambientes sociales, lo que

quiere decir que debemos a prender a regular continuamente nuestras conductas, nuestros

comportamiento y evaluar las de las otras personas que nos rodean.

Para Bronferbrenner (1971) el ambiente Ecológico al referirse a la ecología del medio

social “se concibe como un conjunto de estructuras seriadas, cada una de las cuales cabe

dentro de la siguiente, como las muñecas rusas”. Cada uno de nosotros cumple un rol que

cumplir en nuestra sociedad, no es posible que solo algunos contribuyan al mejoramiento

de nuestra ecología y otros no; por tal motivo es de vital importancia que el ambiente

ecológico se pueda unir con la ecología del medio social. En cuanto al rol que

desempeñamos cada uno en nuestra sociedad Bronferbrenner (1971) afirma. Un enfoque

ecológico requiere de la alteración de la definición de rol generalmente aceptada… Un rol

es un conjunto de actividades y relaciones que se esperan de una persona que ocupa una

posición determinada en la sociedad, y las que se esperan de los demás, en relación con
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aquella. Por tal motivo cualquier acción que se cometa contra el medio ambiente, nos

afectara directamente a nosotros como sociedad, es por eso que desde la psicología

ambiental se buscan métodos o estrategias que influirán en las personas con su entorno

fisico y en la interacción de ambas con el fin de optimizarla. La implementación de la

psicología ambiental ha ido en crecimiento a raíz de la necesidad de concientización y

acciones colectivas contra la contaminación planetaria. Teniendo en cuenta el bienestar

integral de la persona, la psicología ambiental puede ser de gran utilidad a la población

sobre todo en el sector público, a través de obras en la cual sea posible la planificación y las

inversiones en proyectos sociales. Además de ser esta una ciencia integral pues va de la

mano con otras muchas disciplinas, esta se relaciona estrechamente especialmente con los

movimientos que defienden el medio ambiente o la ecología; situaciones como las mejoras

de las condiciones de vida en entornos desfavorable, el control de los niveles de polución

ambiental en núcleos urbanos y la prevención de deterioro de bosques y otros ambientes.

Por tal motivo desde la psicología ambiental se pueden dar grandes aportes a la ecología,

porque esta defiende la conservación de nuestro medio ambiente desde una perspectiva

integral en el cual se ven involucrados todos desde los respectivos roles que cada persona

asuma para el cuidado y la transformación del mismo.

Las catástrofes naturales que han azotado a Colombia y al mundo han surgido como

consecuencias de los rigores que los cambios naturales hacen soportar a nuestro planeta y

a sus habitantes, dichos fenómenos se trivializan o se les resta importancia causando

consecuencias negativas en el medio ambiente. Por tal motivo es necesario entender que la

ecología humana y la ecología ambiental van de la mano y que juntas complementan las

pautas para dejar de maltratar nuestro planeta, y para que se pueda dar la interacción sujeto,
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medio ambiente y sociedad. La ecología humana modifica el medio para poder hacerlo más

habitable, lo que quiere decir que se busca los medios necesarios para que hombre y

naturaleza vivan en armonía, como debe ser. Según Gamboa-Bernal, Gilberto A. (2011).

El binomio ecología humana y ecología ambiental es necesario: hay que defender la

naturaleza física, pero antes y con mayor energía es imperativo el reconocimiento y la

protección de la naturaleza de la persona humana, pues la experiencia muestra que hay una

estrecha relación de doble vía —causa y efecto— entre las actitudes de irrespeto al

medioambiente y el deterioro de la convivencia humana. Considerando este párrafo

podemos comprender que irrespetar significa entonces que se vaya en contra de la ética

ambiental de tal manera que las relaciones entre personas se deterioren, se fracturen la

convivencia hombre-medio ambiente, y halla un desequilibrio como sociedad.

Y añade Gamboa-Bernal, Gilberto A. (2011). Pero sería más acertado optar por una

ecología humana no sociológicamente considerada, sino que el imperativo lleva a apostar

por una centrada en el cuidado y la administración del mundo, empezando por el hombre

mismo, que haga posible una renovación cultural profunda. Esta transformación debe

incluir un cambio de mentalidad, con nuevos estilos de vida que lleven a “una auténtica

solidaridad de alcance mundial, inspirada en los valores de la caridad, la justicia y el bien

común” (18). Por tal motivo de nada servirá los aportes que la psicología ambiental nos

brinda, si en nosotros no está ese sentir, si no hay un cambio de mentalidad, jamás

podremos mejorar lo que hasta el momento está dañado. Se hace urgente entonces trabajar

bajo una perspectiva de unidad, esfuerzo, responsabilidad, solidaridad, pero sobre todo el

compromiso que todos asumamos para la transformación de un mejor futuro para nosotros

y nuestras generaciones.
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Referencias bibliográficas:

 Gamboa-Bernal, Gilberto A. (2011). Ecología humana y ecología ambiental:

binomio clave. Persona y Bioética, 15(1),5-9. ISSN: 0123-

3122. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=83221409001

 Pérez-Fernández, F. (2004). El medio social como estructura psicológica.

Reflexiones a partir del modelo ecológicodeBronfenbrenner. eduPsykhé.  Vol. 3,

No. 2, (pp.

177).https://bibliotecavirtual.unad.edu.co/login?url=http://search.ebscohost.com/

login.aspx?direct=true&db=edsbas&AN=edsbas.84AD586E&lang=es&site=eds-

live&scope=site disponible en http://hdl.handle.net/20.500.12020/108

 Vidal, T. (2015). Psicología Ambiental ¿Disciplina de la Psicología u objeto

interdisciplinario? (Spanish). On the W@terfront, Vol. 34(3). (pp. 5-26).

https://www.raco.cat/index.php/Waterfront/article/view/288564/376847

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