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-Trabajo/Examen Estructuras del lenguaje musical-

Análisis rítmico:
Estamos antes una obra compuesta por Robert Schumann, la cual se trata de la
primera pieza del ¨Álbum de la juventud¨. En esta podemos ver que se desarrolla
un tempo binario, ya que se trata del 4/4, donde su número superior nos indica el
número de partes en que se divide el compás, y el número inferior indica el tipo de
figura que es cada tiempo o parte, en este caso sería la negra. Esta pieza se divide
en varias agrupaciones rítmicas, para ser más exactos en compases de dos en dos,
que son compuestos sin necesidad de cambiar el ritmo del compás, este sería de
tipo troqueo. En ellos podemos ver como a la hora de hacer las negras, que es la
figura principal, le da más tensión a la obra esté en tiempo fuerte o débil, y cuando
el intérprete hace las cocheas las hace más distensionadas. Los apoyos se dan
siempre en tiempo fuerte y en ningún momento las barras divisorias están mal
colocadas, en esta obra también podemos ver la expansión de ideas, ya que lo que
ocurre constantemente es la repetición y la variación de ideas fundamentales que
han sido presentadas con anterioridad, y todo esto bajo el efecto del ritmo.
Construcción de la frase melódica:
Esta partitura trata de una estructura binaria recapitulada la cual tiene dos frases,
es decir, frase A y frase B. Esta empieza con cuatro compases de la frase A, los
cuales se repiten, ya que en el cuarto compas aparecen la barra de repetición, y se
dividen en dos semifrases, la primera es antecedente que son los compases uno y
dos, y la segunda es la consecuente que son los compases tres y cuatro. Después
aparece la frase B, que empieza en el compás cinco hasta el compás ocho, está
también se divide en dos semifrases, la primer son los compases cinco y seis que
es la semifrase antecedente, y luego está la semifrase consecuente que son el
compás siete y ocho. Seguidamente en el compás nueve se vuelven a desarrollar
los cuatro compases de la frase A, y efectivamente se divide en dos semifrases,
antecedente y consecuente, la primera son los compases nueve y diez, y la
segunda once y doce, pero esta vez va tener una pequeña variación al final del
compás doce, por eso a esta frase la llamaremos frase A´. Seguidamente desde el
compás trece al dieciséis se vuelve a desarrollar la frase B, que es exactamente
igual que la primera vez que salió, es decir, se divide en dos semifrases,
antecedente y consecuente (2+2), y por último se repite la frase A´ desde el
compás diecisiete hasta el veinte, también dividida en semifrase antecedente y
consecuente (2+2) concluyendo así la obra. La melodía la cual desenvuelve la
pieza es de tipo ondulada porque se forma a partir de ascensos y descensos, y
normalmente va preparando el punto climático, además está melodía está
compuesta por puntos anticlímax, ya que esto se da en melodías descendentes y en
puntos donde la tensión se relaja como por ejemplo en el compás uno y dos.

Andrea Bascuñana Gallego


Tratamiento y utilización del motivo:
Durante toda la obra podemos ver como Schumann va repitiendo el mismo
motivo, al mismo tiempo de que lo va variando en algunas partes. Es decir, en esta
pieza hay dos motivos, uno principal y otro secundario, el principal son los
primeros dos compases de la partitura, o mejor dicho de las semifrase
antecedentes de las frases A y A´, y sin embargo el motivo secundario es la
semifrase consecuente de la frase B. Estos dos tienen en común el ritmo de ambos
compases, cambiando tan solo el final del motivo, ya que en el motivo principal lo
hace a negras, y el motivo secundario lo hace a corcheas en el contralto y en el
soprano a negra con puntillo y corchea. La variación del motivo sería de tipo
transposición, además de que es una de las más utilizadas por todos los
compositores.
Análisis armónico:
A la hora de analizar la pieza podemos ver que la armonía es simple excepto por
algunos grados los cuales destacan un poco más. Su tonalidad inicial y principal
es Do mayor, ya que empieza con esta y en ningún momento cambia, excepto en
un grado en el que hace una pequeña flexión, es decir, una dominante secundaria.
La obra empieza con la tónica o I grado de esta tonalidad, seguidamente sigue
haciendo grados simples hasta que llegamos al final del tercer compás y principio
del siguiente, donde hace una semicadencia (I-V), esta trata de una cadencia
suspensiva, la cual consiste en que la música se detiene debido a que encuentra un
punto de reposo en un acorde de dominante. Después de esta cadencia nos
encontramos con la dominante secundaria la cual hemos mencionado
anteriormente, ha esta también se le conoce por el nombre de doble de dominante
porque es dominante de la dominante en una tonalidad. En esta ocasión en la cual
estamos en do mayor se formaría sobre el V de sol mayor, es decir, sería re - fa# -
la – do, y como está en inversión, exactamente en la 3º inversión de el séptimo de
dominante lo ciframos V+4/V. A continuación, llegaríamos a la frase B, en la cual
todos los grados son simples hasta llegar a la semicadencia del final del compás
siete y principios del compás ocho, ya que nos volvemos a encontrar con un punto
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de reposos en un acorde de dominante (I - V ). Ahora nos encontramos con la
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frase A´, donde la mayoría de los grados son simples, pero en el tercer pulso del
compás once, nos encontramos con otra séptima de dominante, pero esta vez esta
en 2º inversión (V+6), seguidamente en el siguiente compás podemos ver como lo
termina con una cadencia perfecta, la cual consiste en el enlace de dos acordes, el
acorde de dominante y el de tónico, además estos tienen que estar en estado
fundamental para que se pueda cumplir esta cadencia (V7+ - I). Y, por último, nos
quedaría los dos últimos pentagramas de la pieza, los cuales tratan de la frase B y
de la frase A´ que son exactamente iguales que explicados anteriormente, cuando
hemos llegado a su primera aparición

Andrea Bascuñana Gallego


Cohesión melódica entre las partes:
Estamos ante una pieza con textura de melodía acompañada, esto lo sabemos
porque la mano izquierda del piano va haciendo el acompañamiento a la mano
derecha que es la melodía de la obra, además podemos fijarnos de que el
acompañamiento que se va realizando es un bajo Alberti, el cual trata de un
acompañamiento arpegiado. Este acompañamiento se empezó a utilizar en el
clasicismo para que así los intérpretes no tuvieran que crear un acompañamiento a
la hora de tocar o interpretar la obra.

Andrea Bascuñana Gallego

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