Aceptar que nuestra existencia es finita, es un logro grande de la conciencia humana,

enfrentar la mortalidad puede transformar el modo en que vivimos, pero lo más

frecuente es correr de lo difícil, huir del sufrimiento, nadie quiere verse sufriendo ni
ver sufriendo a los que ama, pero del sufrimiento siempre proviene algo bueno y es el
aprender de ello, nadie se salva de la experiencia del dolor, es aquí donde
empezamos a darle sentido a todo, no sabemos cuándo ni cómo ni dónde pero en
cualquier momento de este valioso tiempo nos iremos, llego a pensar que la tristeza
proviene de la inteligencia, empezamos a comprender que los días pasan y el tiempo
nos destruye, los tiempos del sol son perfectos y por tal razón lo único que se puede
hacer es disfrutar y aprender de la experiencia del dolor y esfuerzo. La conciencia
humana sobre el tiempo.

Los días pasan y sin darnos cuenta desperdiciamos bastante tiempo, teniendo en
cuenta lo insignificantes que somos en este universo, queda como trabajo de cada
uno que eso cambie pero en esta sociedad resulta imposible ya que no somos
coherentes y mucho menos consientes de las cosas, pero se supone es normal ya
que somos seres humanos, como tal solemos ser irrealistas, porque de lo contrario,
como seriamos realmente, no sabemos si tenemos un destino programado o si todo
pasa por algo, solo vivimos y nos intentamos mantener, verdaderamente no
deberíamos pensar en una muerte, todo es un proceso pero la cuestión es aprender y
disfrutar de ese proceso de vida, está claro que nosotros los humanos nos
preocupamos mucho por un mañana, un futuro y de quienes seremos más adelante y
eso se supone está bien pero eso lleva a preocupaciones y estrés, cosa que nos lleva
a perder tiempo valioso y no disfrutar de los segundos.

La certeza de la muerte es triste pero también es un llamado urgente a

comprometerse con las partes de la vida más significativas para cada uno y
abandonar tan pronto como se pueda, todo lo que estorba, lo frívolo y superficial,
porque nada quedara, solo arena. Porque también deberíamos mirar la rapidez con la
que serán destruidos, llego a definir al Dios que crean las religiones, una simple frase
producto de la debilidad humana, pero se supone que esa es la gracia de la vivencia,
para ser fuerte se necesita ser primero débil, todo lo que hacemos es para nuestra
propia destrucción y todo es una simple costumbre, pero cada persona tiene un
concepto distinto de vida, un pensamiento mucho ms diferente que el mío y el de
muchas más personas y creo es válido cualquier creencia o concepto, ya que si no
logramos entendernos a cada uno de nosotros mismos, mucho menos vamos a
entender como es la vida realmente.
Ochoa Acosta Yuri Alejandra