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Fecha: 30-10-22
ERGONOMIA
Edad: 27 años
El puesto tomado para su estudio es el de Cocinero por ser quien se desempeña como encargado o responsable
del sector y por entender además que este puesto de trabajo no sólo está asociado a una gran variedad de
peligros, sino que además implica el conocimiento y aplicación de la normativa específica del sector.
El trabajo de cocina (cortar, pelar, picar, etc.), bien puede considerarse una mono tarea repetitiva que se realiza
(en algunas ocasiones) por más de 4 hs. durante la jornada laboral, pero que no presenta ciclos exactamente
definidos como los que podemos encontrar cuando se trabaja en líneas de montaje, con máquinas que repiten las
mismas tareas una y otra vez y donde el trabajador debe adaptarse a los ciclos de producción establecidos por
estas máquinas.
Por tal motivo se utilizó la escala de tasaciones representada en la Resolución 295/03 para determinar el Nivel de
Actividad Manual, determinando para ambas manos el valor 4: “Movimientos/esfuerzos lentos, fijos; pausas
breves, frecuentes”
La Fuerza Pico Normalizada se obtiene de la escala Borg incluida también en la Res. 295/03, determinando para
este caso como adecuado el valor 3: “Esfuerzo moderado/regular”
Una vez obtenidos los valores de la Fuerza Pico Normalizada y del Nivel de Actividad Manual, procedemos a
determinar el Nivel de riesgo que se será el punto de intersección de ambas variables dentro del gráfico
establecido por Resolución.
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El punto de intersección de ambas variables se ubica en este caso justo sobre la línea verde o “Límite de Acción”
que divide la zona inferior (amarilla), dentro de la cual “se cree que la mayoría de los trabajadores pueden estar
expuestos repetidamente sin sufrir efectos adversos para la salud”, definida como zona de “riesgo tolerable” y la
zona intermedia (blanca) dentro de la cual se recomienda establecer “controles generales”, es decir acciones
preventivas que incluyan la vigilancia de los trabajadores.
El nivel de riesgo obtenido se ubica en el límite entre la zona de seguridad y la zona de control, por lo que se
deberán implementar acciones preventivas tendientes a disminuir o a controlar este nivel de riesgo, ya que de
persistir las actuales condiciones podrían conllevar lesiones para los trabajadores.
Riesgos Ergonómicos:
Posturas forzadas y movimientos repetitivos: procurar mantener la espalda recta, doblar las piernas con
frecuencia y durante las pausas efectuar movimientos suaves de estiramiento. Es de vital importancia la
formación de los trabajadores para adoptar las posturas correctas en cada tarea.
Manipulación manual de cargas: levantar la carga con los músculos de las piernas y no con los de la espalda, evitar
mover una sola persona cargas muy pesadas y mantener el objeto pesado próximo al cuerpo en todo el trayecto
realizando pasos cortos.
Medidas preventivas:
Riesgos Térmicos:
Temperaturas bajas, cuando se penetra en cámaras frigoríficas y de congelación es conveniente llevar prendas de
abrigo y guantes adecuadas para que no suponga pérdidas del calor corporal.
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Medidas preventivas:
Ventilar adecuadamente el puesto de trabajo y utilizar campanas extractoras para retirar los vapores producidos
al cocinar alimentos.
Las cámaras frigoríficas tendrán que estar dotadas de un sistema de seguridad que avise de fugas o escapes de
gases y dispondrán en el exterior de la puerta una señal luminosa que advierta de presencia de personas en su
interior.
Caídas o resbalones.
Este es otro de los accidentes más frecuentes en las cocinas:
Caídas al mismo nivel: debido principalmente a suelos en mal estado, sucios con restos de comida, grasientos o
recién fregados.
Medidas preventivas:
Medidas preventivas:
Para acceder a zonas altas utilizar escaleras de mano en buen estado y colocarlas de forma segura que impida el
deslizamiento. (Nunca subir a cajas, sillas, etc)
Cuando se utilicen escaleras fijas no circular con prisas y utilizar todos los peldaños.
En ambos casos se debe usar calzado de seguridad con suela antideslizante, resistente a la penetración y
repelente al agua.
Cortes y pinchazos
Se trata de unos de los principales riesgos de trabajos en cocinas debido a la manipulación de utensilios manuales
(cuchillos, ganchos, tijeras…), máquinas auxiliares (cortadora, picadoras, sierras…), latas de conserva, etc.
Medidas preventivas:
Carga Mental
El trabajo bajo presión durante la preparación de comidas y el tener que respetar los tiempos de comida puede
derivar en conflictos con compañeros, conflictos por quejas de clientes insatisfechos… en definitiva, una serie de
situaciones que pueden generar consecuencias emocionales difíciles de soportar psicológicamente si se
mantienen durante un largo periodo de tiempo y que pueden inducir a un estrés constante en el lugar de trabajo
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que derive en alteraciones psicológicas, síntomas de ansiedad, síntomas de depresión… Todo ello puede llevar a
una dependencia de alcohol o tranquilizantes y a trastornos somáticos (digestivo, cardiovascular).
En este caso, los trabajadores eventuales o de temporada, en su mayoría estudiantes o empleados con poca o
ninguna experiencia laboral, son los más vulnerables
Un buen plan de prevención de riesgos laborales puede evitar en su totalidad esta larga lista de riesgos asociados
al trabajo en cocina. Aspectos tan básicos como una correcta revisión de las instalaciones (maquinaria, extracción
de área, suelos antideslizantes, instalación eléctrica, etc.) pueden prevenir un buen número de accidentes que se
dan a diario en muchas cocinas profesionales.
Conclusión:
Al realizar este análisis me pude adentrar en los riesgos que conlleva un trabajo de cocina, mas allá de los riesgos
típicos que podemos encontrar como los riesgos de cortes, quemaduras, resbalones o caídas. También existen
riesgos ergonómicos, por movimientos repetitivos, posturas forzadas o una bipedestación prologada. Muchos de
estos riesgos de pueden atacar, mediante correcciones o modificaciones administrativas, también con una
correcta capacitación a los trabajadores sobre cómo realizar un trabajo ergonómico.