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Estructura y Organización del Poder Judicial

Tribunales de Justicia
La Constitución Política en su capítulo VI que lleva por epígrafe “Poder
Judicial” establece los mandamientos generales conforme a los cuales este
poder se encuentra organizado desde los arts., 76 al 82. La voluntad del
constituyente tendiente a satisfacer la necesidad colectiva de justicia se
manifiesta en la creación de los tribunales de justicia, también llamados
órganos de la jurisdicción.

Es el Código Orgánico de Tribunales, por su parte, es el reglamenta en


forma pormenorizada la estructura del Poder Judicial a partir de las normas
generales sentadas por la Constitución.

Clasificación de los Tribunales de Justicia

Los tribunales pueden clasificarse desde distintos puntos de vista:

1) Atendiendo a las materias de que conocen y a las personas que


litigan ante ellos, pueden clasificarse en:

– Tribunales Ordinarios

– Tribunales Arbitrales

– Tribunales Especiales

2) Desde el punto de vista del número de jueces que los componen,


pueden clasificarse en:

– Tribunales Unipersonales

– Tribunales Colegiados

3) Según la extensión de su competencia, los tribunales se clasifican en:

– Tribunales de Competencia Común

– Tribunales de Competencia Especial

4) Atendiendo a su estabilidad, los tribunales también pueden


clasificarse en:

– Tribunales Permanentes
– Tribunales accidentales o de excepción

5) Atendiendo a su jerarquía, los tribunales pueden clasificarse en:

– Tribunales Superiores

– Tribunales Inferiores

6) Según el tiempo que las personas que los sirven en calidad de jueces
duran en funciones, se distinguen:

– Jueces Perpetuos

– Jueces Temporales

7) Atendiendo a si el fallo que emiten debe ajustarse a Derecho o a la


Equidad, se distinguen:

– Tribunales de Derecho

– Tribunales de Equidad

1° Tribunales Ordinarios, Arbitrales y Especiales


a) Tribunales Ordinarios

Tribunales ordinarios son aquellos que se encuentran establecidos en


el Código Orgánico de Tribunales y que llevan consigo la idea de
subordinación del inferior con respecto al superior.

Son dos los requisitos que caracterizan a los tribunales ordinarios:

1) Su ubicación en un determinado cuerpo legal llamado a fijar su


organización y atribuciones. En este caso el Código Orgánico de
Tribunales.

2) Que estos tribunales estén dotados de una aptitud actual y potencial


para conocer, juzgar, resolver todos los asuntos que se promuevan en
el territorio de la República.

Los tribunales ordinarios de justicia son la regla general en nuestro


sistema, son permanentes y están constituidos u organizados
jerárquicamente unos respecto de los otros.
Estructura y Organización del Poder Judicial

En conformidad al artículo 5 del Código Orgánico de Tribunales,


integran el Poder Judicial como tribunales ordinarios de justicia:

3) La Corte Suprema

4) Las Cortes de Apelaciones

5) Los Presidentes y Ministros de Corte

6) Los tribunales de juicio oral en lo penal

7) Los juzgados de letras

8) Los juzgados de garantía

A su vez, los magistrados que sirven estos tribunales se denominan:

– Ministros de la Corte Suprema

– Ministros de Corte de Apelaciones

– Jueces de juicio oral en lo penal

– Jueces de letras

– Jueces de Garantía

Como puede apreciarse se encuentran incluidos entre los tribunales


ordinarios los llamados accidentales o de excepción como son:

– Un Ministro de Corte de Apelaciones

– El Presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago

– Un Ministro de la Corte Suprema

– El Presidente de la Corte Suprema

Cada uno de estos tribunales tienen señalada su organización y fijadas


sus atribuciones en el Código Orgánico de Tribunales en relación o a base de
dependencia jerárquica o disciplinaria.

b) Tribunales Arbitrales

En conformidad al artículo 5 del COT, los jueces árbitros se rigen por


el Título IX de ese cuerpo legal.
Tribunales arbitrales son aquellos constituidos por los jueces árbitros,
o sea, “jueces nombrados por las partes, o por la autoridad judicial en
subsidio, para la resolución de un asunto litigioso”. (artículo 222 COT)

DIFERENCIAS ENTRE LOS TRIBUNALES ORDINARIOS Y LOS TRIBUNALES


ARBITRALES

Las diferencias más notables entre ambas clases de tribunales son:

a) Mientras que los tribunales ordinarios arrancan su competencia del


propio Estado y, en último término, de la soberanía nacional, la cual
delega en ellos la facultad de administrar justicia. Los tribunales
arbitrales, en cambio, arrancan su competencia, por regla general, de
la voluntad de las propias partes que los designan.

b) Los tribunales ordinarios tienen la facultad llamada imperio, o sea, la


de hacer ejecutar, lo juzgado por ellos mismos, para cuyo objeto
pueden requerir el auxilio de la fuerza pública de la autoridad
administrativa que corresponda. Los tribunales arbitrales, en cambio,
se hallan privados de esta importantísima facultad y, para hacer
cumplir lo juzgado o fallado por ellos, deben recurrir a los tribunales
ordinarios, quienes requerirán el auxilio de la fuerza pública en la
forma antes expuesta.

c) Tribunales Especiales

Tribunales especiales son aquellos establecidos por la ley para juzgar


ciertas y determinadas materias, no la generalidad de los asuntos.

En conformidad al artículo 5 del COT, forman parte del Poder Judicial,


como tribunales especiales:

1.- los juzgados de familia

2.- los Juzgados de Letras del Trabajo.

3.- los Juzgados de Cobranza Laboral y Previsional

4.- los Tribunales Militares en tiempo de paz,

El inciso 4° del artículo 5 del COT se refiere a los demás tribunales


especiales señalando que se regirán por las leyes que los establecen y
reglamentan.
Estructura y Organización del Poder Judicial

Existen por tanto, otros tribunales especiales que no forman parte del
Poder Judicial. Solo forman parte del Poder Judicial los tribunales especiales
mencionados en el inciso 3° del artículo 5. Entre ellos los de Policía Local,
Los Tribunales Militares en tiempo de Guerra, el Sub-Contralor en el juicio
de cuentas, etcétera.

2° Tribunales unipersonales y tribunales Colegiados


Tribunales unipersonales son aquellos constituidos por un solo
magistrado.

Tribunales colegiados, en cambio, son aquellos formados por diversos


jueces.

Mucho se ha discutido en doctrina acerca de cuál sistema de


tribunales es preferible, o sea, si el unipersonal o el colegiado, llegándose a la
conclusión de que ambas clases de tribunales presentan sus ventajas y sus
inconvenientes.

Los tribunales unipersonales presentan como ventaja que:

a) El juez tiene en ellos, indudablemente, una mayor responsabilidad

b) Resalta de inmediato, y con mayor facilidad, la ignorancia o


negligencia del juez, lo que permite su pronta eliminación

c) La administración de justicia tiene que ser más rápida, puesto que es


una sola la persona que dicta las resoluciones.

Los inconvenientes que se anotan a los tribunales unipersonales son,


en cambio, que:

a) En ellos se disminuye la posibilidad del acierto.

b) La falta de discusión impide también llegar con facilidad al


descubrimiento de la verdad.

c) Es más fácil que en ellos florezca el arbitrio judicial.

Los tribunales colegiados presentan las ventajas de que:

a) Aseguran una mayor garantía de acierto por su propia composición


colegiada
b) Promueven entre los juzgadores la discusión, que es un poderoso
instrumento para llegar a determinar la verdad

c) Ayudan, en fin, a contener la arbitrariedad judicial.

Se señalan, en cambio, entre sus inconvenientes, que:

a) La responsabilidad de los jueces se diluye

b) La ignorancia o negligencia de los magistrados no resalta con tanta


facilidad, lo cual impide su pronta detección y correción

c) La administración de justicia ante estos tribunales tiende que ser,


forzosamente, más lenta.

Como vemos, lo que es una ventaja para el tribunal unipersonal, es un


inconveniente para el colegiado, y viceversa.

En nuestro país, en presencia de las ventajas y de los inconvenientes


anotados, se ha creído necesario establecer un sistema mixto de los
tribunales en cuanto a su composición.

En efecto, los tribunales inferiores son unipersonales, salvo los


tribunales del juicio oral en lo penal. La verdad, es que hay que precisar.
Tanto los Juzgados de Garantía, como los de Familia presentan una
estructura algo curiosa, ya que presentan una composición múltiple, pero
resuelven unipersonalmente los asuntos sometidos a su decisión. Volveremos
sobre esto más adelante.

Los tribunales superiores, en cambio, se han establecido como


colegiados.

Se ha tratado así de obviar al mínimo los inconvenientes de ambas


clases de tribunales y de obtener, por el contrario, sus mayores ventajas.

3° Tribunales de Competencia Común y de Competencia


Especial
Tribunales de competencia común son aquellos que tienen
competencia para conocer de toda clase de asuntos judiciales, cualquiera que
sea a naturaleza de éstos, llámense civiles, penales, comerciales, mineros,
laborales, etc.
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Tribunales de competencia especial, en cambio, son aquellos que


tienen competencia para conocer de cierta clase de asuntos judiciales, con
exclusión de los otros; como ser, sólo de asuntos de naturaleza civil, penal,
comercial, minera, etc.

En doctrina, se ha aceptado unánimemente el principio de que los


asuntos de carácter civil y los asuntos de carácter penal deben ser
entregados al conocimiento y fallo de tribunales distintos.

En Chile, por regla general, los tribunales son de jurisdicción común, o


sea, conocen de toda clase de asuntos y, en particular, ello acontece en los
tribunales superiores, sean dichos asuntos de naturaleza civil o penal,
tomadas estas últimas expresiones en sentido lato. No obstante, se observa
un progresivo aumento de los tribunales especializados.

4° Tribunales Permanentes y Tribunales Accidentales


Tribunales permanentes son aquellos establecidos para conocer de los
negocios que la ley ha entregado a su competencia, sin entrar a discriminar,
si dichos negocios se han suscitado o no, y si requieren o no de su
intervención.

Podríamos decir que la permanencia de los tribunales es algo


inherente a su constitución.

Tribunales accidentales, en cambio, son aquellos que se constituyen


para conocer de ciertos y determinados negocios, una vez que éstos se han
suscitado, y que requieren de su intervención.

En otras palabras, el tribunal accidental sólo tiene vida cuando se


plantea concretamente ante él un negocio determinado de aquellos que son
de su competencia, y desaparece una vez que este negocio ha sido terminado.

Por lo general, el magistrado que forma parte de un tribunal accidental


ejerce funciones de juez en un tribunal permanente de carácter colegiado; y,
al entrar a desempeñarse como juez accidental, deja de ejercer sus funciones
de juez permanente, para volver a recobrarlas una vez que ha cesado en las
primeras.

La doctrina ve con poca simpatía a estos tribunales accidentales y


prefiere, en cambio, en su reemplazo, a los tribunales permanentes
especiales.
En nuestro país, la regla general es que los tribunales sean
permanentes.

Sólo por excepción, y para casos muy calificados, se han establecido


tribunales accidentales o de excepción como también se les llama.

Estos tribunales accidentales o de excepción son los siguientes:

1) Un Ministro de Corte de Apelaciones

2) El Presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago

3) Un Ministro de la Corte Suprema

4) El Presidente de la Corte Suprema

5° Tribunales Superiores y Tribunales Inferiores


Esta clasificación deriva de las normas generales que sienta la
Constitución Política y de la organización piramidal del Poder Judicial.

Tienen el carácter de tribunales superiores de justicia:

1) La Corte Suprema

2) Las Cortes de Apelaciones

3) La Corte Marcial

4) La Corte Naval

Los demás tribunales son inferiores.

La Corte Suprema tiene la superintendencia directiva, correccional y


económica de todos los tribunales de la nación. Se exceptúan de esta norma
el Tribunal Constitucional, el Tribunal Calificador de Elecciones, los
tribunales electorales regionales y los tribunales militares de tiempo de
guerra.

6° Jueces Perpetuos y Jueces Temporales


Perpetuos son aquellos jueces nombrados para desempeñar su cargo
en forma indefinida.

Temporales son aquellos cuya duración es determinada.


Estructura y Organización del Poder Judicial

La regla general son los jueces perpetuos; los temporales se reducen a


los jueces árbitros que, por regla general, deben cumplir sus funciones en el
plazo de 2 años, salvo que las partes no le hayan entregado un plazo mayor
para desempeñar su encargo.

7° Tribunales de Derecho y Tribunales de Equidad


Más que una clasificación de los tribunales, con esta denominación se
atiende más bien a las normas materiales o de fondo que el tribunal debe
aplicar para resolver los asuntos que le son sometidos.

El juez de derecho presupone normas pre-establecidas a las que debe


atenerse.

El juez de equidad oficia de legislador y juez a la vez y su decisión se


basa en su sentido de equidad.
Los Tribunales Arbitrales

Alteraremos un poco el orden expuesto en el art., 5 del COT, con el


objeto de poder analizar esta importante institución.

La ley no ve inconveniente alguno para que los particulares, salvo


casos de excepción, nombren de común acuerdo a un tercero a fin de que
dirima una contienda o dificultad de orden jurídico que puede haber surgido
entre ellos. Aún más, en ciertos casos, obliga a resolver determinadas
contiendas mediante la intervención de este tercero.

La persona llamada a decidir estas contiendas jurídicas recibe el


nombre genérico de juez árbitro.

El artículo 222 del Código Orgánico de Tribunales define a los jueces


árbitros, cuando dice: "Se llaman árbitros los jueces nombrados por las
partes, o por la autoridad judicial en subsidio, para la resolución de un
asunto litigioso." Ya mencionamos algo antes, pero veamos las diferencias
entre los tribunales ordinarios y los especiales:

a) Los jueces que componen los tribunales ordinarios y los especiales


son verdaderos funcionarios públicos, pues ejercen su misión previa
designación o nombramiento emanado de la autoridad pública; en
cambio, los jueces árbitros, por regla general, arrancan su
jurisdicción de la propia y soberana voluntad de las partes litigantes.

b) Los jueces de los tribunales ordinarios y de los especiales conocen de


la generalidad de los asuntos que la ley ha colocado dentro de la
esfera de sus atribuciones. Por consiguiente, son también tribunales
permanentes. En cambio, los jueces árbitros sólo pueden resolver el
asunto o negocio determinado cuya resolución le han encomendado
las partes y, en consecuencia, desde este punto de vista, son
tribunales accidentales.

c) Los jueces ordinarios y los especiales deben fallar con estricta


sujeción a la ley y pesa sobre ellos el principio de la legalidad –
constitucionalidad-, salvo contadas excepciones. En cambio, los
jueces árbitros arbitradores, una de las clases en que se dividen los
jueces árbitros, fallan en conciencia, es decir de acuerdo a su
prudencia y equidad.

d) Por último, los tribunales ordinarios y los especiales tienen facultad


de imperio, o sea, derecho para hacer cumplir o ejecutar lo fallado
Los Tribunales Arbitrales

con entera amplitud; en cambio, los jueces árbitros carecen de él, o


bien, poseen esta facultad en forma limitadísima.

En efecto, el artículo 635 del Código de Procedimiento Civil dispone


que: “Para la ejecución de la sentencia definitiva se podrá ocurrir
al árbitro que la dictó, si no está vencido el plazo por que fue
nombrado, o al tribunal ordinario correspondiente, a elección del
que pida su cumplimiento.”

“Tratándose de otra clase de resoluciones, corresponde al árbitro


ordenar su ejecución.”

“Sin embargo cuando el cumplimiento de la resolución arbitral


exija procedimientos de apremio o el empleo de otras medidas
compulsivas, o cuando haya de afectar a terceros que no sean
parte en el compromiso, deberá ocurrirse a la justicia ordinaria
para la ejecución de lo resuelto.”

Fuentes del Arbitraje


El arbitraje puede tener su fuente:

– En la voluntad de las partes

– En la ley

– La declaración unilateral de testador

1) LA VOLUNTAD DE LAS PARTES

Las partes pueden sustraer un determinado asunto del conocimiento


de la justicia ordinaria y entregarlo al conocimiento de un árbitro.

La sustracción de la justicia ordinaria del conocimiento de un


determinado asunto y su entrega al conocimiento de un juez árbitro puede
realizarse a través de dos actos jurídicos:

a) Contrato de Compromiso

b) Cláusula Compromisoria

a) El Contrato de Compromiso
El contrato de compromiso es un acuerdo de voluntades por el cual las
partes sustraen determinados asuntos litigiosos presentes o futuros del
conocimiento de la justicia ordinaria y los someten al fallo de uno o más
árbitros que se designan.

El contrato de compromiso es solemne consistiendo la solemnidad en


la escrituración. Por tanto, debe siempre constar por escrito.

Dicho escrito puede ser un instrumento público o privado.

Este documento, en el que se deja constancia de la celebración del


contrato de compromiso, por expresa disposición de la ley, debe contener:

1) El nombre y apellido de las partes litigantes.

2) El nombre y apellido del árbitro nombrado.

3) El asunto sometido al juicio arbitral.

4) Las facultades que se confieren al árbitro.

5) El lugar y tiempo en que deba desempeñar sus funciones (artículo


234 COT)

Para determinar las consecuencias que se siguen de la omisión de


alguna de estas menciones es preciso distinguir según cual sea la mención
omitida:

En efecto, si falta el nombre y apellido de las partes, o el nombre Y


apellido del árbitro, o el asunto sometido al juicio arbitral, no valdrá el
nombramiento, o sea, el contrato de compromiso será nulo por faltas
elementos de su esencia (artículo 234, inciso final, COT)

Si las partes no expresaren con qué calidad es nombrado el árbitro se


entiende que lo es con la de árbitro de derecho (artículo 235, inciso 1° COT)

Si faltare la expresión del lugar en que deba seguirse el juicio, se


entenderá que lo es aquel en que se ha celebrado el compromiso (artículo
235, inciso 2°, COT)

Y si faltare la designación del tiempo, se entenderá que el árbitro debe


evacuar su encargo en el término de dos años contados desde su aceptación
(artículo 235, inciso 3° COT)

En estos últimos tres casos, vemos que la sanción por la omisión de


estos requisitos no es la nulidad, sino otros efectos asignados por la ley
Los Tribunales Arbitrales

porque las facultades del árbitro y el lugar y tiempo en que debe desempeñar
sus funciones constituyen elementos de la naturaleza del contrato.

b) La cláusula compromisoria

Se la define como una estipulación, en virtud de la cual las partes


sustraen determinado asunto litigioso del conocimiento de la justicia
ordinaria y lo someten a juicio arbitral; pero reservándose el derecho de
designar árbitro en acto posterior.

La cláusula compromisoria difiere, pues, del contrato de compromiso,


esencialmente en que mientras en este último las partes convienen en
someter a arbitraje un determinado asunto litigioso y designan de manera
concreta la persona del árbitro; en la primera sólo se conviene en someter un
determinado asunto a arbitraje y en designar con posterioridad la persona
del árbitro.

La cláusula promisoria es consensual.

2) LA LEY

La ley es fuente de arbitraje en todos aquellos casos en que obliga a


someter determinados asuntos al conocimiento de árbitros, esto es, en
aquellos casos de arbitraje forzoso.

3) LA DECLARACION UNILATERAL DEL TESTADOR

Diversas Clases de Arbitrajes


Hay ciertas materias litigiosas que la ley obliga resolverlas mediante la
intervención de un árbitro y que, por consiguiente, reciben el nombre de
materias de arbitraje forzoso.

Hay otro grupo de ellos que el legislador impide que sean resueltas
mediante la intervención de un árbitro, las que sólo pueden ser entregadas a
la decisión de la justicia ordinaria y que, por consiguiente, se las conoce con
el nombre de materias de arbitraje prohibido.

Y, por último, aquellas en que es enteramente facultativo para las


partes someterlas a la resolución, ya de la justicia arbitral ya de la justicia
ordinaria, y que, por consiguiente, reciben el nombre de materias de arbitraje
voluntario.
a) Materias de Arbitraje Forzoso

Se trata de asuntos en los cuales deben ventilarse problemas de


carácter íntimo, que producen apasionamiento entre las partes y que
conviene sustraerlos de la justicia ordinaria; o bien, de problemas de carácter
técnico, que hacen perder demasiado tiempo a los tribunales ordinarios, con
desmérito de otros asuntos.

De acuerdo con el artículo 227 del Código Orgánico de Tribunales,


deben resolverse por árbitros los asuntos siguientes:
“1° La liquidación de una sociedad conyugal o de una sociedad colectiva
o en comandita civil, y la de las comunidades;
2° La partición de bienes;
3° Las cuestiones a que diere lugar la presentación de la cuenta del
gerente o del liquidador de las sociedades comerciales y los demás
juicios sobre cuentas;
4° Las diferencias que ocurrieren entre los socios de una sociedad
anónima, o de una sociedad colectiva o en comandita comercial, o entre
los asociados de una participación, en el caso del artículo 415 del
Código de Comercio;
5° Los demás que determinen las leyes.
Pueden, sin embargo, los interesados resolver por sí mismos estos
negocios, si todos ellos tienen la libre disposición de sus bienes y
concurren al acto, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 645 del
Código de Procedimiento Civil.
Los interesados, de común acuerdo, pueden también solicitar al juez que
conoce el procedimiento sobre la separación judicial, la declaración de
nulidad del matrimonio o el divorcio, que liquide la sociedad conyugal o
el régimen de participación en los gananciales que hubo entre los
cónyuges”.

Se debe dejar muy presente que, a pesar de ser todas estas son
materias de arbitraje forzoso, la ley no tiene inconveniente para que ellas
sean resueltas de común acuerdo por los propios interesados, siempre que:

– Todos ellos tengan la libre disposición de sus bienes

– Concurran todos ellos al acto (artículo 227, inciso final COT)


Los Tribunales Arbitrales

b) Materias de Arbitraje Prohibido

Así como la ley estableció diversos casos de materias de arbitraje


forzoso; así también estableció diversos casos de materias de arbitraje
prohibido.

Se trata de negocios que, generalmente, versan sobre derechos


irrenunciables; o bien, de litigios en que pueden estar comprometidos
derechos de terceros y que, de permitirse resolverlos mediante árbitro o de
común acuerdo, pudieran ventilarse en la penumbra sin la garantía del
contradictorio; y, a veces, de asuntos en que su naturaleza misma repugna
con la noción de la jurisdicción arbitral, como es el caso de los procesos
penales en que la acción punitiva le corresponde privativamente a los
órganos del Estado.

¿Cuáles son estas materias?

La respuesta nos la dan los artículos 229 y 230 del Código Orgánico de
Tribunales.

De acuerdo con el artículo 229, “no podrán ser sometidas a la


resolución de árbitros las cuestiones que versen sobre alimentos o sobre
derecho de pedir separación de bienes entre marido y mujer”.

Y según el artículo 230, “tampoco podrán someterse a la decisión de


árbitro las causas criminales, las de policía local, las que se susciten
entre un representante legal y su representado, y aquellas en que debe
ser oído el fiscal judicial.”

c) Materias de Arbitraje Voluntario

Si no estamos en presencia de materias de arbitraje forzoso ni de


arbitraje prohibido, las partes gozan de la más completa y absoluta libertad
para someter sus litigios, ya a la justicia ordinaria, ya a la, justicia arbitral.

Este principio está consagrado por el artículo 228 de] Código Orgánico
de Tribunales mediante la fórmula siguiente "Fuera de los casos expresados
en el artículo precedente, nadie puede ser obligado a someter al juicio
de árbitros una contienda judicial".
Diversas Clases de Árbitros
Nuestra ley procesal reconoce tres clases de árbitros:

1) Árbitros de derecho

2) Árbitros arbitradores o amigables componedores

3) Árbitros mixtos

“El árbitro de derecho fallará con arreglo a la ley y se someterá,


tanto en la tramitación como en el pronunciamiento de la
sentencia definitiva, a las reglas establecidas para los jueces
ordinarios, según la naturaleza de la acción deducida”.

“El arbitrador fallará obedeciendo a lo que su prudencia y la equidad le


dictaren, y no estará obligado a guardar en sus procedimientos y en su
fallo otras reglas que las que las partes hayan expresado en el acto
constitutivo del compromiso, y si éstas nada hubieren expresado, a las
que se establecen para este caso en el Código de Procedimiento Civil.”

El árbitro mixto, como su nombre lo indica, es aquel que tiene


facultades de arbitrador en cuanto al procedimiento y se limita a la
aplicación estricta de la ley en el pronunciamiento de la sentencia definitiva
(artículo 223 inciso final COT).

En consecuencia, la clasificación que hace el legislador de los árbitros


gira alrededor de dos factores:

a) La tramitación

b) La dictación del fallo

El árbitro de derecho tramita y falla, al igual que un tribunal ordinario,


haciendo aplicación estricta, tanto de las leyes de forma como las de fondo,
tal cual lo hacen estos últimos tribunales.

El árbitro arbitrador tramita de acuerdo con el procedimiento que las


propias partes han acordado señalar y, a falta de estas reglas, en
Los Tribunales Arbitrales

conformidad a las normas de procedimiento que el propio Código de


Procedimiento Civil indica para esta clase de árbitros, y falla en conciencia.

Y, por fin, el árbitro mixto participa de los caracteres del arbitrador en


cuanto al procedimiento, y de los del árbitro de derecho en cuanto al fallo.

Requisitos para ser Árbitro

Los hay de dos órdenes:

– Positivos y negativos

– Requisitos generales aplicables a toda clase de árbitros, y


requisitos especiales aplicables a los árbitros partidores de bienes.

Requisitos Aplicables a Toda Clase de Árbitros


1° Requisitos positivos aplicables a toda clase de árbitros

Ahora bien, en conformidad al artículo 225 inciso 1° del COT, los


requisitos positivos y aplicables a toda clase de árbitros son los siguientes:

1) Ser mayor de edad.

2) Tener la libre disposición de los bienes.

3) Saber leer y escribir.

Sin embargo, los abogados habilitados para ejercer la profesión pueden


ser árbitros aunque sean menores de edad; y el nombramiento de árbitro de
derecho sólo puede recaer en un abogado (artículo 225 incisos 1° y 2° del
COT)

2° Requisitos Negativos aplicables a toda clase de árbitros

Los requisitos negativos y aplicables a toda clase de árbitros son los


siguientes:

1) No pueden ser nombrados árbitros para la resolución de un asunto


las personas que litigan como partes en él (artículo 226, inciso 1°
COT)

2) No puede ser nombrado árbitro para la resolución de un asunto, el


juez que actualmente estuviere conociendo de él (artículo 226, inciso
2° COT)
3) No pueden ser nombrados árbitros, los jueces letrados ni los
miembros de los tribunales superiores de justicia (artículo 317 COT)

4) No pueden ser árbitros ni los fiscales, ni los notarios (artículo 480


COT).

Eso……………………., ánimo ¡!!!!!!!!


Los Auxiliares de la Administración de Justicia

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