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LOS SISTEMAS AGROFORESTALES PARA EL

BIENESTAR SOCIAL DE LAS LOCALIDADES


RURALES EN MÉXICO

Las Biofábricas
Subsecretaria de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional
Dirección General de Instrumentación de Programas de Agroforestería

C. Javier May Rodríguez


Secretario de Bienestar

M.C. Hugo Raúl Paulín Hernández


Subsecretario de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional

M.C. Julio César Gerónimo Castillo


Dirección General de Instrumentación de Programas de Agroforestería

Universidad Autónoma Chapingo


Programa doctoral en Agricultura Multifuncional para el Desarrollo Sostenible

Dr. José Solís Ramírez


Rector

Dr. Artemio Cruz León


Director General Académico

Dr. Arturo Hernández Montes


Director General e Investigación y Posgrado

Dr. Oscar Mascorro Gallardo


Coordinador de Posgrado de Fitotecnia – Programa doctoral en Agricultura Multifuncional
para el Desarrollo Sostenible

Autores: Esteban Escamilla Prado, Diana Ayala Montejo, Gabriel Ciro Quispe
Huisñay

Edición y Diseño: Diana Ayala Montejo; Esteban Escamilla Prado. 1era Edición 2020
Universidad Autónoma Chapingo Carretera México – Texcoco
Km 38.5Chapingo, Texcoco. Edo de México.

ISBN

Citar como: Escamilla, E., Ayala, D., Quispe, G.C. 2020. Los Sistemas Agroforesta- les para el Bienestar Social
de las Localidades Rurales en México. Serie (1). Ayala, D., Escamilla, E. (Eds.). Universidad Autónoma
Chapingo, Programa Doctoral en Ciencias en Agricultura Multifuncional para el Desarrollo Sostenible,
Programa Sembrado Vida, Secretaria de Bienestar, Subsecretaría de Planeación, Evaluación y Desarrollo
Regional, México, 27 pp.
PRESENTACIÓN
La Agroforestería es una estrategia de producción agroalimentaria y de con-
servación de recursos naturales que permite obtener beneficios ambientales,
económicos y sociales. Tiene como objetivo promover y reforzar la sostenibilidad
y resiliencia de los productores, y de sus agroecosistemas, considerando tres ti-
pos de beneficios: (1) beneficios ambientales mediante la conservación de los
recursos naturales (suelos, agua y diversidad biológica), el mejoramiento del
suelo por aumento de los niveles de materia orgánica, fijación del nitrógeno
atmosférico, reciclaje de nutrientes, modificación del microclima dentro del
cultivo y producción total de biomasa; (2) beneficios económicos con la pro-
moción de la diversificación productiva en sistemas múltiples y estratificados que
permiten obtener alimentos y otros productos, generando ingresos económicos a
los productores; (3) beneficios sociales mediante la obtención de diversos pro-
ductos que contribuyen a la seguridad alimentaria, satisfacen las demandas de
alimentos e insumos en la gastronomía tradicional, y permiten el desarrollo de
las diversas actividades culturales tradicionales.

A través de la Agroforestería se pretende aportar al desarrollo de las locali-


dades rurales en México, apoyando la conservación y la optimización de los
recursos, el bienestar social de las y los campesinos beneficiarios, y su partici-
pación en el desarrollo rural.

El Programa Sembrando Vida tiene como objetivo atender la problemáti-


ca de degradación ambiental y la pobreza rural. El programa incentiva a los
campesinos, sembradoras y sembradores, a establecer sistemas agroforesta-
les (SAF) que combinan la producción de los cultivos tradicionales en conjun-
to con árboles frutales, cultivos agroindustriales y maderables, y el sistema
de Milpa Intercalada entre Árboles Frutales (MIAF), con lo que se contribuye
a generar empleos, se incentiva la autosuficiencia alimentaria, se mejoran
los ingresos de las y los pobladores, y se recupera la cobertura forestal de un
millón de hectáreas en el país.

Este objetivo requiere de insumos orgánicos y ecológicos que permitan la


obtención de alimentos sanos sin afectar el medio ambiente, para cumplir
este propósito, esté documento consta de dos capítulos: (1) las biofábricas y
bioinsumos que, muestra los conceptos básicos de la biofábrica, y los proce-
dimientos de la preparación de bioinsumos; (2) los caldos minerales, donde
se detallan las características de los más utilizados y el procedimiento para
su elaboración. El desarrollo de estos capítulos permite responder a las pre-
guntas de sembradoras, sembradores, becarias, becarios, técnicos, técnicas
y profesionales, de: (1) ¿Qué insumos utilizo para reemplazar los agroquími-
cos en la fertilización del suelo y manejo agroecológico de plagas y enfer-
medades?, (2) ¿Cómo preparo los bioinsumos y qué materiales e insumos
locales puedo utilizar?
CONTENIDO
I. LAS BIOFABRICAS Y LOS BIOINSUMOS...................................................................6
1.1 El compost.............................................................................................................7
1.2 La lombricomposta o vermicomposta................................................ 18
1.3 Abono sólido fermentado: “Bocashi”..................................................27
1.4 Abono orgánico foliar: “Biofertilizante – Sulfomagro”................ 31
1.5 Cultivo de microorganismos de montaña (CMM).........................36
1.6 Micorrizas.......................................................................................................... 42

2 CALDOS MINERALES.................................................................................................... 44
2.1 Caldo bordelés................................................................................................ 44
2.2 Sulfocálcico.....................................................................................................46
2.3 Caldo cenizo....................................................................................................48
2.4 Caldo a base de bicarbonato de sodio...............................................49
2.5 Caldo visosa o vicosa..................................................................................50

GLOSARIO...............................................................................................................................52

REFERENCIAS......................................................................................................................53
Los sistemas agroforestales para el bienestar social de las
localidades rurales en México: Las Biofábricas

Las biofábricas son unidades centralizadas de produc-


ción de insumos agroecológicos que se desarrollan en
las Comunidades de Aprendizaje Campesino (CAC) para
promover en las sembradoras y sembradores, con base
en planes de manejo establecidos, el uso de bioinsumos
para la producción de alimentos sanos en sus sistemas
agroforestales, así como la nutrición de plántulas y plan-
tones de diversas especies en sus viveros comunitarios.

La producción de bioinsumos consiste en elaborar insu-


mos agroecológicos considerando recursos locales, o de
las áreas boscosas propias de la región como hongos, bac-
terias, micorrizas, levaduras y otros organismos benéficos,
con el fin de contribuir a la nutrición del suelo, control y/o
prevención de plagas y enfermedades en los cultivos. La
elaboración de estos productos agroecológicos a nivel
comunitario disminuye la dependencia de agroquímicos
con lo que se promueve la autosuficiencia y autonomía de
las y los sembradores.

La comercialización a nivel comunitario les permite a los agri-


cultores: (1) reducir el impacto ambiental, disminuir los costos de
producción favoreciendo la economía familiar; (2) mejorar la com-
petitividad a nivel de la organización y (3) disponibilidad de una
ventaja comparativa a través de la oferta de productos orgánicos
para nichos de mercado específicos.

La demanda actual de productos agroecológicos como los bio-


fermentos y biopreparados ha aumentado su uso en la agricultu-
ra, en parte por el encarecimiento de los fertilizantes y plaguici-
das químicos sintéticos, pero también como una respuesta a las
exigencias de los mercados por alimentos sanos e inocuos, que
cumplan con las normas internacionales referidas a los niveles de
residuos de sustancias químicas para frutas y hortalizas, de con-
sumo en fresco.
Con el fin de transmitir tecnologías innovadoras, mejorar la productivi-
dad agrícola, reducir el impacto ambiental y atender la demanda de pro-
ductos agroecológicos, la implementación de biofábricas como centros
comunitarios para la elaboración de bioinsumos que, aporte a la nutri-
ción y protección de cultivos, contribuye a la producción de alimentos
sanos y el autoabastecimiento de insumos.

Con la finalidad de ofrecer una herramienta útil a los productores y con-


tribuir a la producción agrícola en los sistemas agroforestales, el obje-
tivo del manual es proporcionar los conceptos y procedimientos de la
producción de bioinsumos para que los productores de pequeña escala
puedan elaborar sus propios insumos naturales con materiales locales, y
así reducir los costos de producción, evitar en lo posible el uso de agro-
químicos, y por ende reducir contaminación de arroyos, ríos, lagos, ma-
nantiales, suelos; así como ofrecer un producto más sano e inocuo a los
productores y consumidores. Para ello el manual se divide en dos capítu-
los: (1) las biofábricas y los bioinsumos; y (2) los caldos minerales.

1. LAS BIOFABRICAS Y LOS BIOINSUMOS


Las biofábricas son un espacio donde se elaboran diversos insu-
mos que contribuyen a la producción de alimentos, consideran-
do las funciones sociales y ecológicas de los agroecosistemas,
orientada al beneficio de la comunidad que involucra el control
del riesgo ambiental, el respeto de la competencia, la forma-
ción educativa, el respeto por los conocimientos tradicionales,
el apoyo al desarrollo tecnológico, la aplicación de conocimien-
tos en beneficio de la región y el pago justo por el acceso y apro-
vechamiento racional de los recursos naturales (Gamboa, 2009).

La producción de insumos en las biofábricas contribuye a incre-


mentar la producción agropecuaria, proteger, conservar y pre-
servar los recursos naturales para el mejoramiento de la calidad
de vida de la comunidad con la obtención de una producción
de alimentos sanos. Existen varios tipos de estos insumos que
van desde ser líquidos hasta sólidos o desde requerir un proceso
aeróbico como anaeróbico, la decisión de optar por la produc-
ción o uso de uno de estos depende de las características del
ambiente del agroecosistema, las necesidades del productor y
las características de los residuos orgánicos locales.
En el presente capítulo se mostraran los conceptos, ca-
racterísticas y procesos para la obtención de bioinsumos
como: compost, lombricomposta o vermicomposta, lixi-
viados, bocashi, sulfomagro, cultivos de microorganismos
de montaña, y micorrizas, con el fin de fomentar el autoa-
bastecimiento e independencia de insumos en los sembra-
dores y sembradoras, de tal manera que se promueva una
agricultura soberana; además de contribuir a la atención de
la problemática ambiental con la disminución del uso de
agroquímicos que atenta a la contaminación de los recur-
sos suelo y agua. A continuación, se señalan los principales
bioinsumos que se están preparando en las biofábricas del
Programa Sembrando Vida.

1.1 El compost

El compost se obtiene a partir del compostaje. El compos-


taje es el proceso biológico aeróbico mediante el cual los
organismos actúan sobre los restos de residuos orgánicos
tales como: restos de cosecha, estiércoles de animales y re-
siduos urbanos.

El compost puede definirse como el resultado de un proce-


so de humificación de la materia orgánica, bajo condicio-
nes controladas y en ausencia de suelo. El compost es un
nutriente que se aplica al suelo para mejorar la estructura,
ayuda a reducir la erosión, la absorción de agua y nutrien-
tes, con el fin de generar condiciones para el desarrollo de
las plantas.

1.1.1 Beneficios de la composta

Mejora las propiedades físicas del suelo. La materia orgá-


nica favorece la estabilidad de la estructura de los agre-
gados del suelo agrícola, reduce la densidad aparente,
aumenta la porosidad y permeabilidad, y aumenta su
capacidad de retención de agua en el suelo. Se obtienen
suelos más esponjosos y con mayor retención de agua.

Mejora las propiedades químicas. Aumenta el contenido


en macronutrientes N, P, K, y micronutrientes, la capaci-
dad de intercambio catiónico (C.I.C.) y es fuente y almacén
de nutrientes para los cultivos.
Mejora la actividad biológica del suelo. Actúa como so-
porte y alimento de los microorganismos ya que viven a
expensas del humus y contribuyen a su mineralización.
Las poblaciones microbianas son un indicador de la fer-
tilidad del suelo.

1.1.2 El proceso de compostaje

El proceso de compostaje puede dividirse en cuatro perío-


dos (Figura 1), atendiendo a la evolución de la temperatura:

a. Mesofílico. Los residuos vegetales están a tempera-


tura ambiente donde los microorganismos mesófilos
se multiplican rápidamente. Como consecuencia de la
actividad metabólica la temperatura se eleva y se pro-
ducen ácidos orgánicos que hacen bajar el pH.

b. Termofílico. Cuando se alcanza una temperatura de


40 ºC, los microorganismos termófilos, como las bac-
terias y hongos, actúan transformando el nitrógeno en
amoníaco y el pH del medio se hace alcalino. A los 60
ºC estos hongos termófilos desaparecen y aparecen las
bacterias y actinomicetos. Estos microorganismos son
los encargados de descomponer las ceras, proteínas y
hemicelulosas.

c. Mesófila de enfriamiento. Cuando la temperatura es


menor de 60 ºC, reaparecen los hongos termófilos que
re-invaden el mantillo y descomponen la celulosa. Al ba-
jar de 40 ºC los mesófilos también reinician su actividad
y el pH del medio desciende ligeramente.

d. De maduración. Es un periodo que requiere meses a


temperatura ambiente, durante los cuales se producen
reacciones secundarias de condensación y polimeriza-
ción del humus.
Figura 1. Fases del proceso de compostaje. Colección de imágenes de: Román et.al
(2013), en: Manual de compostaje del agricultor, experiencias en América Latina.

Durante el proceso de compostaje intervienen diversos factores que es-


tán influenciados por las condiciones ambientales, tipo de residuo a tra-
tar y el tipo de técnica de compostaje empleada (Cuadro 1). Los factores
que se deben consideran son:

Temperatura. Se consideran óptimas las temperaturas del intervalo


35-55 ºC para conseguir la eliminación de patógenos, parásitos y semi-
llas de arvenses. A temperaturas muy altas, muchos microorganismos
mueren y otros no actúan al estar en forma latente.
Humedad. En el proceso de compostaje es importante que la hu-
medad alcance unos niveles óptimos del 40-60%. Si el contenido en
humedad es mayor, el agua ocupará todos los poros y por lo tanto el
proceso se volvería anaeróbico, es decir se produciría una putrefacción
de la materia orgánica. Si la humedad es excesivamente baja se dis-
minuye la actividad de los microorganismos y el proceso es más lento.
El contenido de humedad dependerá de las materias primas emplea-
das. Para materiales fibrosos o residuos forestales gruesos la humedad
máxima permisible es del 75-85% mientras que, para material vegetal
fresco, ésta oscila entre 50-60%.

pH. La acidez influye en el proceso debido a su acción sobre las enzi-


mas que realizan el proceso metabólico de los microorganismos. En
general los hongos toleran un margen de pH entre 5-8, mientras que
las bacterias tienen menor capacidad de tolerancia (pH= 6 - 7.5).

Oxígeno. El compostaje es un proceso aeróbico, por lo que la presen-


cia de oxígeno es esencial. La concentración de oxígeno dependerá
del tipo de material, textura, humedad, frecuencia de volteo y de la
presencia o ausencia de aireación forzada.

Relación C/N equilibrada. El carbono y el nitrógeno son los dos cons-


tituyentes básicos de la materia orgánica. Por ello para obtener una
composta de buena calidad es importante que exista una relación
equilibrada entre ambos elementos. Teóricamente una relación C/N
de 25-35 es la adecuada, pero esta variará en función de las materias
primas que conforman la composta. Si la relación C/N es muy elevada,
disminuye la actividad biológica. Una relación C/N muy baja no afecta
al proceso de compostaje, perdiendo el exceso de nitrógeno en forma
de amoniaco. Es importante realizar una mezcla adecuada de los dis-
tintos residuos con diferentes relaciones C/N para obtener una com-
posta equilibrada. Los materiales orgánicos ricos en carbono y pobres
en nitrógeno son paja, estiércol seco, hojas, ramas, tierra negra y ase-
rrín. Los pobres en carbono y ricos en nitrógeno son los vegetales jóve-
nes, el estiércol de animales y los residuos de matadero.

Población microbiana. El compostaje es un proceso aeróbico de des-


composición de la materia orgánica, llevado a cabo por una amplia
gama de poblaciones de bacterias, hongos y actinomicetos.
Cuadro 1. Valores de los factores a considerar durante el proceso de compostaje

1.1.3 Procedimiento de preparación de compost

1.1.3.1 Selección de sistemas de producción de compost

La selección del sistema para producir el compost depende de la canti-


dad de residuos orgánicos, las condiciones de humedad y la temperatura
del ambiente donde se elaborará. De acuerdo con esas características se
tienen dos tipos de sistemas que se describen a continuación:

a. Sistema abierto o en pilas: este sistema se utiliza cuando se cuenta


con abundante material y diversidad de tipos de residuos orgánicos; con-
siste en el manejo de pilas, cuyo tamaño debe calcularse en función de
la cantidad de residuos orgánicos que se produzcan o el requerimiento
en la parcela, a manera de ejemplos a continuación se detalla el cálculo:

Ejemplo 1. Cálculo de las dimensiones del montículo de compostaje


para un productor que produce 100 kg de residuos semanales, gene-
rados por los restos vegetales de su sistema agroforestal y residuos de
alimentos producto de la cocina familiar.
Primer paso: Determinar la densidad de los residuos orgánicos (Figura 2)

Densidad = ((PCRO) – (PV)) kg


0.020 m3

Volumen = 20L Peso de cubeta vacía Peso de cubeta con


20 L = 0.020m3 (PV) residuos orgánicos
(PCRO)

Figura 2. Determinación de la densidad de los residuos orgánicos

Segundo paso: Determinar el volumen de los residuos orgánicos

Volumen = Volumen de los residuos orgánicos producidos kg


Densidad (kg/m3)

Para nuestro ejemplo: PV= 0.50 kg; PCRO= 6.500 kg

Tenemos que la densidad es: Densidad = (6.5-0.5)/(0.020) = 300 kg/m3

El volumen de la pila debe ser de: Volumen = 100 / 300 = 0.33 m3

Entonces, debemos tener al menos 8 pilas de 0.33 m3 para manejar los


residuos orgánicos de dos meses cuyas dimensiones al menos deben
contemplar el espacio que el productor destina para la producción de
compost (Figura 3). Para nuestro ejemplo está área es de 10 m2 (2 x 5 m)
Figura 3. Diagrama de las dimensiones y distribución de pilas

Ejemplo 2. Cálculo de las dimensiones de la pila considerando la demanda de 5 kg de com-


post por plantas dos veces al año, el sistema agroforestal (SAF) tiene 1500 plantas, por lo que
se requiere 15 000 kg (5x 1500 x2) de compost para abastecer todo el SAF.

Considerando una densidad de 300 kg/m3 para los residuos orgánicos, un porcentaje de pér-
dida en volumen de 50% y contar con una producción de 7 500 kg de compost cada seis
meses, se aplica el siguiente cálculo:

Peso de residuos orgánicos = Peso de compost + 50% (porcentaje de perdida por descomposición)
Peso de residuos orgánicos = 7 500 kg + (7 500 x 0.5) = 11 250 kg x 1 Tonelada = 11.25 Toneladas
1 000 kg

Volumen de pila = peso de residuos orgánicos (kg)


densidad de residuos orgánicos (kg/m3)

Volumen de pila = 11 250 kg = 37.5 m3


300 kg/m3
Las dimensiones y el número de las pilas para cubrir el volumen de 37.5 m3
podrían instalarse con las siguientes medidas:

03 pilas con las siguientes medidas: ancho = 2m; largo = 5m; altura = 1.25m
Se recomienda un espacio entre filas de pilas de: 1m para poder realizar to-
das las labores del proceso de compostaje.

b. Sistema cerrado
Este sistema se usa frecuentemente a nivel familiar, consiste en
usar un recipiente que protege el material de la acumulación de
lluvia, vientos fuertes, facilita las labores de volteo, controla la inva-
sión de aves, roedores y otros animales. Este proceso tarda menos
que un sistema abierto, en promedio tarda de seis a diez semanas.
La desventaja es que produce pequeñas cantidades, depende del
volumen del recipiente y requiere un soporte o base. El recipiente
debe acondicionarse tal como se muestra en la Figura 4.

Figura 4. Partes de la compostera cerrada.


1.1.3.2 Materiales

Para sistema abierto

Pala: para agregar material, voltear y cosechar el compost maduro


Tijera de podar: para conseguir un tamaño adecuado de material, de
5 a 20 cm
Regadera, manguera y/o aspersor: para mantener una correcta humedad
Tamiz: para cernir el compost maduro
Papel de pH: para controlar la acidez durante el proceso de compostaje
Rastrillos y carretillas: no son imprescindibles, pero ayudan en las labores

Para sistema cerrado

Pala: para agregar los residuos orgánicos


Soporte: puede ser de madera, fierro o material local, la finalidad es
facilitar el volteo o giro del cilindro o recipiente.
Recipiente o cilindro: para incorporar los residuos orgánicos y se
realice el proceso de compostaje
Tijera de podar: para conseguir un tamaño adecuado de material,
de 5 a 20 cm
Tamiz: para cernir el compost maduro
Papel de pH: para controlar la acidez durante el proceso de compostaje

1.1.3.3 Labores del compostaje

El volteo. El volteo consiste en remover el material (residuos orgá-


nicos), generalmente se realiza un volteo semanal durante las 3 a 4
primeras semanas, posteriormente se realiza cada quince días, sin
embargo, esto depende de las condiciones meteorológicas (tempe-
ratura y humedad) de la zona donde se producirá el compost, así
como el tipo de residuos orgánicos disponibles. Se debe realizar un
control de temperatura, humedad y pH para decidir cuándo realizar
el volteo.

Control de humedad. Se utiliza la “técnica del puño cerrado”, esta


consiste en extraer un puñado de material de la pila y luego abrir la
mano; si el material escurre agua debe voltearse y añadir material
seco como aserrín o paja; si el material está seco y suelto entonces
debe añadirse agua.
Control de temperatura. Si no se tiene termómetro se puede utilizar
una barra de metal o de madera, la cual se introduce en la pila y ma-
nualmente se comprueba al tacto la temperatura, este procedimien-
to se recomienda realizar a diferentes profundidades y en diferentes
puntos de la pila. Si la temperatura es muy alta debe voltearse.

Control de acidez o pH. Si el material de la pila está húmedo, pero


no escurre agua o está encharcado puede insertarse una tira de in-
dicador de pH en la pila y realizar la determinación. Si el material
está demasiado húmedo debe realizarse un muestreo de al menos
5 puntos y en un recipiente incorporar agua a una relación de 1:5.
Luego se procede a agitar la solución y se toma la lectura con la tira
indicadora de pH. Si el pH está muy ácido debe voltearse.

Se recomienda llevar una bitácora para registrar los controles duran-


te todo el proceso de compostaje.

1.1.4 Inocuidad del compost

La inocuidad biológica del compost, depende de la temperatura


que alcance el material, pero también de la humedad, la aireación
y el tamaño de partícula. En una pila con adecuada humedad,
la actividad microbiana hace que la temperatura se incremen-
te, siendo mayor en el interior que en el exterior (Gong, 2007). De
esta forma, al airear la pila o al realizar el volteo, se homogeniza la
temperatura y la humedad y se pueden eliminar patógenos.

Del mismo modo, el tamaño de partícula a compostar, la forma


y tamaño de la pila también afectan la velocidad de aireación y
la tendencia del material a retener o liberar calor. También debe
considerarse la temperatura del lugar y las prácticas de gestión
aplicadas en cada caso. Otro aspecto importante es la cantidad
de microorganismos patógenos presentes en el compost, pues
si esta cantidad es alta se requerirá mayor tiempo para la elimi-
nación de éstos. Por ello, en el compost final puede haber mi-
croorganismos patógenos que afectan a la calidad del abono,
en el Cuadro 2 se presentan datos de tiempos y temperaturas
promedio para la eliminación de algunos patógenos.
Cuadro 2. Valores promedio de tiempo y temperatura para eliminar agentes patóge-
nos. Adaptado de Jones and Martín (2003)

1.1.5 Riesgos de un compostaje deficiente

El proceso de compostaje incluye diferentes etapas que deben cum-


plirse para obtener compost de calidad. La utilización de un material
que no haya finalizado correctamente el proceso de compostaje pue-
de acarrear los riesgos siguientes:

Fitotoxicidad. En un material que no haya terminado el proceso de


compostaje correctamente, el nitrógeno está más en forma de amo-
nio en lugar de nitrato. El amonio en condiciones de calor y hume-
dad se transforma en amoniaco, creando un medio tóxico para el
crecimiento de la planta y dando lugar a malos olores. Igualmente,
un material sin terminar de compostar contiene compuestos quími-
cos inestables como ácidos orgánicos que resultan tóxicos para las
semillas y plantas.
Bloqueo biológico del nitrógeno. También conocido como “ham-
bre de nitrógeno”. Ocurre en materiales que no han llegado a una
relación Carbono: Nitrógeno (C/N) equilibrada, y que tienen material
mucho más rico en carbono que en nitrógeno. Cuando se aplica al
suelo, los microorganismos consumen el C presente en el material, y
rápidamente incrementan el consumo de N, agotando las reservas
de N en el suelo.

Reducción de oxígeno radicular. Cuando se aplica al suelo un ma-


terial que aún está en fase de descomposición, los microorganismos
utilizarán el oxígeno presente en el suelo para continuar con el pro-
ceso, agotándolo y no dejándolo disponible para las plantas.

Exceso de amonio y nitratos en las plantas y contaminación de


fuentes de agua. Un material con exceso de nitrógeno en forma de
amonio, tiende a perderlo por infiltración en el suelo o volatilización
y contribuye a la contaminación de aguas superficiales y subterrá-
neas. Igualmente, puede ser extraído por las plantas del cultivo, ge-
nerando una acumulación excesiva de nitratos, con consecuencias
negativas sobre la calidad del fruto (ablandamiento, bajo tiempo
postcosecha) y la salud humana (sobre todo en las hortalizas de hoja).

1.2 La lombricomposta o vermicomposta

Las lombrices de tierra (Eisenia foetida) se encargan de digerir la


materia orgánica y descomponerla, convirtiéndola en la llamada
vermicomposta o lombricomposta, fertilizante orgánico de color
oscuro, limpio, suave al tacto, con agradable olor a mantillo del
bosque y debido a su bioestabilidad no sufre procesos de fermen-
tación y putrefacción.

Contiene, además, una elevada carga enzimática y bacteriana


que aumenta la solubilización de los nutrientes haciendo que
puedan ser fácilmente absorbidos por las raíces y asimilables por
las plantas.

El proceso de producción de la lombricomposta desarrolla las si-


guientes actividades que se presentan en la Figura 5:
Figura 5. Diagrama del proceso de lombricomposta
1.2.1 Criadero de lombriz

La lombricultura es una actividad que se ha venido practicando con di-


ferentes modalidades de producción, determinadas principalmente por
el grado de tecnología que se utiliza, el tamaño del área destinada a la
producción y la cantidad disponible del producto terminado.

Con lo anterior tenemos que el sistema de producción puede variar des-


de la pequeña escala (nivel familiar) con un área de 10 a 100 m2 hasta un
nivel comercial, utilizando un área mayor de 1000 m2.

Para establecer un módulo de lombricultura; en primer lugar, deben


considerarse los requerimientos siguientes:

a) La disponibilidad de un área adecuada.


b) Contar con un pie de cría de lombriz de calidad que asegure que el
proceso de transformación se realice de la mejor manera.
c) Disponibilidad de la materia prima que se pretende transformar y que
al mismo tiempo sirve como alimento de las lombrices ya que es el princi-
pal insumo que se requiere para comenzar con el proceso de elaboración
de lombricomposta.
d) Es importante considerar la existencia de una fuente de abastecimien-
to de agua ya que de ello depende la sobrevivencia de las lombrices.

1.2.2 Selección de pie de cría (lombrices)

Hay distintas especies de lombriz que se pueden utilizar en la lombricul-


tura, la característica principal es que son especies domesticadas; la más
común es la lombriz roja californiana (Eisenia foetida) por sus caracterís-
ticas de adaptación a las condiciones ambientales de climas templados,
tropicales y por su hábito de alimentación. Esta especie se debe conse-
guir con lombricultores de la región, asegurando la pureza de la especie
y su adaptación a las condiciones ambientales locales.

1.2.3 Tratamientos previos de la materia prima

A partir del momento en que la materia prima se encuentra en el área,


y dependiendo de sus características físicas, se procede a darle un trata-
miento antes de suministrarlo a las lombrices, éste consiste en un precom-
posteo, mediante el cual se evita el proceso de fermentación (cuando es
materia fresca), aumento en el pH y cambios en la temperatura, lo cual
permite contar con materia prima estable antes de sembrar las lombrices.
Este proceso permite estabilizar la materia prima, es decir aquellos re-
siduos orgánicos frescos son tratados en camas de tal manera que se
acelera su proceso de descomposición previa siembra de lombrices,
hasta que tengamos una materia prima seca y homogénea. Está fase
es importante considerarla y manejarla con mucha precaución, ya que
esté será el alimento de las lombrices y no debe generar variaciones
extremas de temperatura.

1.2.4 Siembra de la lombriz

Las lombrices se colocan a razón de 1 kg/m2 de cama aproximadamen-


te. La manera más usual para efectuar la siembra de lombriz es dis-
tribuyéndola a lo largo de la cama de manera uniforme y durante las
primeras horas de la mañana, todo esto con el objetivo de evitarles un
estrés causado por los rayos solares; pasados unos minutos, ellas solas
se introducen en el nuevo alimento. Las camas, contenedores o cana-
letas, pueden variar en tamaño, tipo de materiales en las estructuras, y
nivel de tecnificación, de acuerdo con la capacidad económica del pro-
ductor, disposición de espacio cercano y demanda de producción de
este insumo. Existen diversos tipos de infraestructuras, algunas de ellas
se muestran en la Figura 6.
Figura 6. Tipos de materiales y diseños de infraestructuras para la siembra de lombrices
1.2.5 Períodos y formas de alimentación

Un indicador para conocer las necesidades de alimento es que en la su-


perficie la materia prima o estiércol haya perdido su estructura original
(grumosa) y ahora presente una estructura fina. Tomando en conside-
ración lo anterior y de acuerdo con la cantidad de lombrices sembrada,
las camas se abastecerán de alimento dos veces por semana, aplicando
una capa delgada de aproximadamente 2-3 cm, esto con la intención
de evitar que se reanude el proceso de fermentación además de pre-
venir la muerte de las lombrices por asfixia. Este proceso es constante
hasta que la cama alcance una altura adecuada para su manejo (90
cm), misma que se obtiene a los tres meses aproximadamente.

1.2.6 Periodos y formas de riego

En este aspecto, es importante considerar las épocas del año, debido a


que la temperatura y la humedad juegan un rol importante en la activi-
dad de las lombrices y por tanto en la producción de este bioinsumo. De
tal manera que, en épocas de calor, los riegos son indispensables para
evitar el incremento de la temperatura y por lo tanto la fermentación
en el alimento; es necesario aplicar riegos diariamente, asegurando con
esto una temperatura constante ideal para las lombrices.

Por otra parte, en épocas en que la temperatura desciende, los riegos


serán relativamente más esporádicos, se aplicarán cada tercer día, e in-
cluso dos veces por semana para evitar que la temperatura descienda
hasta llegar al punto crítico.

1.2.7 Cuidados posteriores

Durante el proceso de lombricompostaje, es importante monitorear los


principales indicadores de las condiciones físicas y químicas de la ma-
teria prima:

Analizar el pH teniendo en cuenta que el rango de tolerancia se en-


cuentra entre 6.5 (ligeramente ácido) y 8 (ligeramente alcalino), aun-
que lo ideal es mantener un óptimo de 7 que es el punto neutro.

Cuidar la temperatura, para esta medición se utilizará un termóme-


tro de suelo, asegurando que el interior de la cama no rebase los lími-
tes que soporta la lombriz, que van desde los 10°C hasta los 30°C, con
una temperatura óptima de 20°C.
Analizar el porcentaje de humedad utilizando el método gravi-
métrico por secado a la estufa, el cual consiste en determinar la
diferencia del producto del cociente del peso del agua entre el
peso del suelo seco, multiplicado por 100 para obtener el porcen-
taje de humedad.

Es importante recordar que los principales enemigos de la lombriz son:


las hormigas, ratas y aves.

Para el control de las hormigas, es suficiente mantener la humedad


adecuada en el alimento, con esto se logra formar una barrera natural
que por una parte evita la presencia de hormigas y por otra, contribuye
a mantener una humedad constante.

Mientras que, la actividad de las ratas se controla con la barda perimetral,


pero en caso de que persistan, habrá que tomar otras medidas como la
colocación de trampas e incluso introducir algún enemigo natural.

Finalmente, para evitar la presencia de los pájaros, bastará únicamente


con la presencia de los trabajadores para que éstos no se acerquen.

1.2.8 Cosecha de abono líquido

Los abonos líquidos son ácidos húmicos que se cosechan durante todo
el proceso de transformación, ya que la aplicación de los riegos dará lu-
gar a que se origine este producto, el fluido se captará a través de unos
pequeños canales acondicionados en el suelo hasta llegar a un tanque
de almacenamiento (Figura 7), en este lugar se le aplicará un tratamien-
to de evaporación previo al envasado, con la finalidad de eliminar cual-
quier exceso de agua y lograr la obtención de un producto de calidad.

Figura 7. Proceso de deshidratadores en San Diego, Texcoco Estado de México.


Colección de imágenes de: Pérez, E.A. (2020).
1.2.9 Cosecha de lombriz

Para realizar la cosecha, se utilizarán palas, pero con mucho cui-


dado de no ocasionar la muerte de lombrices al ser cortadas con
la pala; el método es simple, únicamente se introduce la pala de
cinco a diez centímetros de profundidad (región donde se en-
cuentra la mayor población de lombrices) y se levanta, la pala, lle-
vará consigo una mezcla de humus con lombriz, misma que se
depositará en la siguiente cama. Este procedimiento se aplica en
toda la cama hasta haber terminado por completo.

Otra manera de cosechar las lombrices es mediante “trampas”


hechas con malla de diversos materiales donde los espacios per-
mitan el acceso de las lombrices. Se colocan las mallas en la su-
perficie del lecho de las lombrices y agrega alimento en la parte
superior, conservando una humedad óptima. De esta manera la
lombriz al cabo de uno o dos días se coloca en donde hay alimen-
to, en este momento se retira la malla junto al alimento y la lom-
briz subirá, y se repite el procedimiento hasta que la cantidad de
lombrices que suben sea mínima.

Un tercer método que reduce costos en mano de obra y materia-


les es colocar camas con residuos frescos, manteniendo la hume-
dad y temperatura adecuada, en la superficie del suelo y luego
alternar camas con sustrato nuevo, esto permite que cuando se
agote el alimento en una cama las lombrices migran a la cama
recién instalada. Este método se muestra en la Figura 8.

Una vez que se ha terminado el proceso de transformación en la


primera cama de lombricompostaje, es necesario contar con otra
cama adecuada para colocar las lombrices cosechadas.
(a) (b)

(c) (d)

Figura 8. (a) acumulación de material; (b) conformación de camas o montículos en


parcelas; (b)incorporación de residuos frescos en filas alternadas; (c) monitoreo del
proceso de lombricomposta (d) parcela conformada por montículos de lombricompos-
ta. Colección de imágenes de la organización de productores de café Catuai Amarillo en
Chocamán, Veracruz. Escamilla, E. (2020).
1.2.10 Cosecha de lombricomposta

La cosecha de este producto se realiza de forma manual, con la ayuda de


herramientas como palas rectas o palas de cuchara; para transportarlo
en carretillas al área de secado y cribado.

En el área de secado, habrá que esperar un tiempo determinado hasta


que la humedad del producto se haya reducido a un 40 % ya que con
este porcentaje se garantiza una adecuada actividad bacteriana. La lom-
bricomposta que no se utiliza inmediatamente puede ser empaquetada
en sacos y almacenada en un lugar sin humedad para su posterior uso.

(a) (b)

Figura 9. (a) lombricomposta envasada por la Benemérita Univer-


sidad Autónoma de Puebla; (b) aplicación de lombricomposta en
cafeto. Colección de imágenes de: Escamilla, E. (2020).

1.3 Abono sólido fermentado: “Bocashi”

La palabra “bocashi” es del idioma japonés y significa precocer al vapor


los materiales orgánicos del abono, aprovechando el calor que se genera
con la fermentación aeróbica de los mismos. También puede ser enten-
dido como una pre-digestión de la materia orgánica a través del calor
generado por la descomposición (Restrepo, 2010).

Es un abono orgánico rápido, listo en 15 días. Para ello durante los primeros
tres a cinco días de fermentación se debe revolver y voltear el preparado
dos veces al día (en la mañana y en la tarde), posteriormente se revuelve
sólo una vez al día.
Otro aspecto importante es el ma-
nejo de la altura de la pila la cual
debe ser de 70 cm a 1.2 m, al mo-
mento de la preparación, gradual-
mente se va bajando la altura hasta
los 50 a 30 cm al último día (Figura 10).
Se estima que, en un mes, con jor-
nadas de trabajo de ocho horas, un
(a) agricultor o un trabajador pueden
elaborar de 25 a 30 toneladas de
este abono.

Figura 10. (a) mezcla de insumos en Jurásico


-UACh; (b) mezcla de insumos en Salitrería -
Texcoco. Colección de imágenes de: Pérez, E.A
(b) (2020)

1.3.1 Material necesario para hacer Bocashi

20 costales de tierra bien cribada o tamizada


5 pacas de rastrojo de maíz bien picado
20 costales de estiércol bovino
4 costales de carbón de olote de maíz o cisco de carbón comercial
8 litros de melaza de caña de azúcar u 8 kilos de piloncillo o panela
4 costales salvado de trigo
Un kilo de levadura granulada para pan
Agua suficiente para humedecer la mezcla (prueba del puño)
Palas
Nylon (2 x 0.80 x 1.2 m)

1.3.2 Procedimiento

Colocar por capas los ingredientes (Figura 11)


Disolver el piloncillo y levadura en agua
Aplicar el agua necesaria al mezclar los ingredientes
de tal forma que quede a prueba de puño
Dar dos o tres vueltas a la mezcla para que quede uniforme
Dejar de 70 cm a 1.20 m de alto
Extender y cubrir (nylon)
Voltear diariamente durante 15 días
Figura 11. Secuencia de mezcla
de insumos

1.3.3 Almacenamiento

Es recomendable guardarlo bajo techo para protegerlo del sol, el viento y las
lluvias. Algunas experiencias indican que no se debe esperar más de dos me-
ses para aplicarlo en campo. El “Bocashi” curtido o maduro puede guardarse
hasta por 6 meses, sin embargo, su efectividad se ve disminuida cuando está
recién elaborado, puede servir como fuente de inóculo para preparar un nue-
vo abono orgánico.

1.3.4 Aplicación

a. Para almácigos- semilleros


Usar una parte de bocashi curtido que tenga entre 2 y 3 meses de haberse
elaborado y combinarlo con 9 partes de tierra cernida. Es decir 10% de bocashi
y 90% de tierra (Figura 12).
Figura 12. Almácigos, combinación de bocashi y tierra

En el siguiente cuadro se hacen algunas recomendaciones que diferentes


agricultores han probado para la producción de plántulas de hortalizas en vi-
veros (Cuadro 4).

Cuadro 4. Comparación de mezclas de Bocashi con carbón pulverizado. Fuente: Abonos


orgánicos fermentados – Experiencias de Agricultores en Centroamérica y Brasil.
Ing. Jairo Restrepo Rivera.
b. Abonado directo en surcos o en camas de cultivo
Este tipo de abonado se utiliza para granos como: maíz, trigo, centeno,
sorgo, cebada. Se recomienda aplicar de 2 a 2 ½ toneladas por hectá-
rea en el surco (Figura 13).

Figura 13. Aplicación de bocashi en surco

También se puede extender esta cantidad durante la preparación del


terreno ya sea en el barbecho, rastreo o surcado, no olvide que siem-
pre se debe tapar una vez incorporado.

Otra manera de aplicarlo es mateado, 200 gramos por planta aproxi-


madamente, se debe aplicar a un distanciamiento de entre 0.5 a1 m del
tallo (depende del tamaño de la planta), para posteriormente taparlo.

La aplicación de bocashi, en árboles frutales se recomienda realizarlo


en una zanja de 30 cm de profundidad en el área de goteo, en forma
de media luna o luna completa (círculo) e incorporar 10-15 kilos por
árbol, mínimo 2 veces por año antes del periodo de lluvias, durante la
floración o después de la poda.

1.4 Abono orgánico foliar: “Biofertilizante – Sulfomagro”

Son abonos líquidos preparados a base de estiércol de vaca disuelta en


agua, suero o leche, ceniza o fosfitos y melaza, puede ser enriquecido
con harina de rocas, en un proceso de fermentación anaeróbica: sin aire.
Sirven para nutrir, recuperar y reactivar la insumos industriales en las unida-
vida en el suelo, estimular la bioprotección des de producción, al mismo tiem-
de los cultivos contra el ataque de insectos po que mejoran la productividad de
y enfermedades. sus cultivos.

Funcionan al interior de las plantas, a través Esta alternativa permite el aprovecha-


de ácidos orgánicos, hormonas de crecimien- miento de materias primas residuales,
to, antibióticos, vitaminas, minerales, enzimas en las regiones dónde hay producción
co-enzimas, carbohidratos, aminoácidos. de suero de leche y pulque para la ela-
boración de biofertilizantes; lo cual es
Durante el proceso de fermentación se ge- importante porque además de ser
neran nutrientes que actúan rápidamente de fácil acceso para los campesinos,
en el suelo, siendo inmediatamente dispo- fomenta el reciclaje de algunos ma-
nibles para las plantas; tales como, nitritos o teriales alternativos al uso de leche, así
nitratos. Por lo que, los biofertilizantes tienen como el aprovechamiento y la valora-
mejor eficiencia en el ciclo del nitrógeno que ción de la mano de obra familiar en
los fertilizantes químicos (Gomero, 2005). elaboración de abonos orgánicos.

La elaboración de biofertilizantes fermen-


tados a partir de estiércol fresco de vaca
es una alternativa eficaz, confiable y eco-
nómica para disminuir la dependencia de

1.4.1 Insumos para preparar 200 litros de


sulfamagro (Figura 14)

Agua…………………………..…..................................180 litros
Leche (o suero) …….……………....................4 (8) litros
Melaza (o jugo de caña) …………...........2 (4) litros
Estiércol de vaca muy fresca ………............50 kg
Ceniza………………..………...…..................................3 a 5 kg
Harina de roca……………………..........3 kg (opcional)

Figura 14. Ingredientes de fermentación


1.4.2 Procedimiento

1) En un recipiente plástico de 200 litros, disolver en 100


litros de agua no contaminada ni clorada, el estiércol fres-
co de vaca y los cuatro kilos de ceniza, revolviendo hasta
lograr una mezcla homogénea, tal como se muestra en la
Figura 15a y 15b.

2) En una cubeta plástica, se disuelven en 10 litros de


agua no contaminada, los dos litros de leche cruda o 4
litros de suero y los 2 litros de melaza/piloncillo. Posterior-
mente se agregan en el recipiente plástico de 200 litros
en el cual se encuentra el estiércol de vaca disuelta con
la ceniza, revolviéndolos constantemente.

3) Completar el volumen total del recipiente plástico que


contiene todos los ingredientes con agua limpia hasta
180 litros y revolverlo.

4) Tapar herméticamente el recipiente para el inicio de la


fermentación anaeróbica del biofertilizante y conectarle
el sistema de la evacuación de gases con la manguera
(sello de agua), tal como se muestra en la figura 15c.

5) Colocar el recipiente que contiene la mezcla a reposar,


bajo sombra a temperatura ambiente, protegido del sol y
las lluvias. La temperatura ideal sería la del rumen de los
animales poligástricos como las vacas, más o menos de
38ºC a 40ºC.

6) Esperar un tiempo mínimo de 20 a 30 días de fermen-


tación anaeróbica, para luego abrirlo y verificar su cali-
dad por el olor y el color.

7) El biofertilizante al igual que los otros abonos orgánicos


debe ser de preferencia utilizado una vez listo, el tiempo
de permanecer almacenado puede ir de 4 a 6 meses.
(a) (b)

(c) (d)

Figura 15. (a) incorporación de insumos; (b) mezcla de insumos; (c) cilindros en proceso
de fermentación; (d) sulfomagro listo para aplicar. Colección de imágenes de: Escamilla,
E. (2020).
1.4.3 Aplicación

Colar con un pedazo de manta para evitar


tapar la mochila aspersora o el sistema de
riego. Se aplica diluido del 3 al 7 % es decir
de 3 a 7 litros del preparado para un tambo
de 100 litros de agua.

Aplicar siempre por las mañanas o por las


tardes para que sea mejor aprovechado
por las plantas.

Si aplica con mochila aspersora o bomba


de 20 litros se recomienda usar de 300 a
500 mililitros de biofertilizante sobre el fo-
llaje (foliar) y usar una bomba que no haya
sido utilizada para fumigar con químicos.
Otra forma de aplicación es directamente
al suelo mediante el sistema de riego (Fi-
gura 16).

Para frutales utilizar de 700 mililitros a 1 li-


tro por bomba. Las aplicaciones en fruta-
les pueden realizarse cada mes. Para maíz,
frijol, hortalizas las aplicaciones se pueden
realizar cada 15 días.

Se recomienda no aplicar en temporada de


floración; debido a que la flor es muy sensi-
ble y por el simple golpeteo que se hace al
asperjar hay pérdida de flor, una alternati-
va sería aplicar directamente al suelo. Figura 16. Aplicación de biofertilizantes líquidos
1.5 Cultivo de microorganismos de montaña (CMM)

Cultivo de Microorganismos de Montaña es la reproducción


masiva de microorganismos nativos de un bosque cercano a la
parcela de cultivo.

A cada bosque le corresponde una memoria biológica con ca-


racterísticas propias de acuerdo con las condiciones ecológicas
o bioclimáticas del lugar donde se encuentran establecidos los
mismos (Figura 17). Cada microorganismo tiene registrada en
su memoria la historia genética del lugar y la distancia donde
pudieron establecer su evolución, desarrollo, reproducción, des-
composición y muerte.

En el mantillo que reviste la parte inferior de los bosques (man-


tillo forestal húmedo) alberga a millones de microorganismos di-
versos entre hongos, bacterias, actinomicetos, protozoarios, algas,
entre otros factores bióticos, en interacción con su medio am-
biente agua, temperatura, pH, humedad y luz.

Figura 17. Biomasa de suelos no perturbados


1.5.1 Instalación de área metagenómica o área
no perturbada

El área metagenómica es aquella área no


perturbada que alberga microorganismos
del suelo, generalmente se encentra en
bosques. En un área de 5×6 metros en una
vegetación poco perturbada se corta toda
la vegetación herbácea y arbustiva a la su-
perficie del suelo, de tal manera que se deja
un manto troceado de ramas y hojas, sobre
este material se dispersa harina de rocas y
biocarbón (Figura 18), al cabo de 8 meses
dejamos que la micro, meso y macrofauna
se desarrolle y aquí tendremos restos de
hojarasca y ramas de donde podremos ob-
tener el material biológico para el cultivo
de Microorganismos de montaña.
Figura 18. Colecta de microorganismos

1.5.2 Materiales e insumos

30 - 40 kg de hojarasca de bosque virgen

80 kg de salvado o cascarilla de arroz

De 2 a 4 galones de melaza o miel de caña de azúcar

Un recipiente de plástico de 200 L de capacidad

Dos palas

Dos cubetas de plástico

Un pisón

1.5.3 Procedimiento para la elaboración de cultivo


de microorganismos de montaña

El procedimiento consiste en incorporar los insumos en un recipiente


el cual debe tener una tapa que permita sellar el material, tal como se
detalla en el diagrama de la Figura 19.
Figura 19. Diagrama de elaboración de cultivo de
microorganismos de montaña
1.5.4 Aplicaciones

Se puede aplicar en líquido, para ello es necesario reactivar una deter-


minada porción sólida de los microorganismos nativos en un medio
líquido y someterlos a un proceso de fermentación anaeróbica, cuyo
líquido es denominado biofermento. El procedimiento es el siguiente:

En una bolsa de tela de algodón o cos-


tal de fibra vegetal, depositar 10 kg del
CMM elaborado.
Dentro de un recipiente o tambo de 200
litros de capacidad, con tapa y aro metá-
lico para el sellado hermético y fermen-
tación anaeróbica.
Incorporar 2 galones de melaza, 2 galo-
nes de suero de leche y agua hasta com-
pletar (Figura 20).
Tapar herméticamente y dejar reposar
por 15 a 21 días.
Después del reposo se puede aplicar el
biofermento en soluciones de 1 a 2 litros
Figura 20. Incorporación de melaza por cada 18 litros de agua.

Se puede aplicar en otros abonos sólidos


para enriquecerlos biológicamente, activar
y recuperar la vida en el suelo, además de
acelerar los procesos de descomposición
de la materia orgánica y fortalecer la sa-
lud de las plantas. Este proceso se puede
realizar en abonos sólidos como bocashi o
compost, cuya aplicación se realiza al final
del proceso de fermentación, cuando se
encuentran a una temperatura ambiente,
el fin es enriquecer la actividad biológica
de los abonos sólidos (Figura 21).

Figura 21. Hidratación de composta


Está hidratación contribuye a que cultivos como el maíz y haba
puedan desarrollarse en épocas con escasa precipitación, como
fue el caso de otoño del año 2020 (Figura 22).

(b)

(a) (c)

Figura 22. (a) Plantas de maíz y haba después de un mes de siembra y apli-
cación de composta hidratada (06-07-2020); (b) aplicación de composta
hidratada por planta; (c) cosecha de elote y haba tierna (16 -09-2020)
Otra aplicación es para acelerar el proceso de germinación de las semi-
llas, a este proceso se le denomina “empanizado”. El empanizado con-
siste en humedecer las semillas con los CMM y un aditivo natural que
puede ser baba de nopal, tal como se muestra en la (Figura 23).

(1) Obtención de baba de nopal (2) Colado de baba de nopal (3) Mezcla de baba de nopal
con CMM

(a) (b)

(5) Semillas de haba (a) y maíz (b) empanizadas (4) Se humedecen las semi-
llas con el preparado

Figura 23. Empanizado de semillas con baba de nopal y CMM


1.6 Micorrizas

Las micorrizas son una asociación simbió- con factores de reconocimiento ge-
tica mutualista entre raíces de plantas su- nético mutuo (Johnson N.C., 1997).
periores y ciertos grupos de hongos que Actualmente, se considera que los
se encuentran en el suelo. Estos hongos hongos micorrizógenos (HM) fue-
depende de la planta para el suministro ron cruciales para que las plantas
de carbono, energía y de un nicho ecológi- pudieran colonizar el medio terres-
co, y proporcionan nutrimentos minerales tre y responder adecuadamente a
(especialmente los pocos móviles como el las condiciones ambientales cam-
fósforo) a las plantas. biantes. Las especies vegetales que
forman micorrizas presentan una
Además, imparten otros beneficios como: fisiología y una ecología diferentes
estimulación de sustancias reguladoras de aquéllas que no forman esta aso-
de crecimiento, incremento de la tasa fo- ciación y se considera a la asociación
tosintética, ajustes osmóticos cuando hay micorrízica como uno de los factores
sequía, aumento de la fijación de N por promotores de la diversidad vegetal,
bacterias simbióticas u asociativas, incre- al aumentar la adecuación de las
mento de resistencia a plagas, tolerancia plantas (supervivencia, crecimiento
a estrés ambiental, mejoramiento de la y reproducción) y facilitar su estable-
agregación de suelo y mediación en mu- cimiento, incluso bajo condiciones
chas de las acciones e interacciones de la de estrés ambiental, lo cual tiene un
microflora y microfauna, que ocurren en impacto positivo en la diversidad de
el suelo alrededor de las raíces. (Fabio A. plantas, tanto a una escala poblacio-
Blancof, 1997). nal como de las comunidades vege-
tales. (M.G.A, 2002).
En el medio natural, la micorriza no se trata
simplemente de una interacción entre la raíz La multiplicación y la colonización
de una planta y una especie de hongo en par- de una raíz por parte de un hongo
ticular, sino de una comunidad muy compleja micorrizógenos es un proceso que
formada por diferentes especies de hongos y involucra una serie de etapas regula-
la raíz de una planta. Esta asociación se define das de una precisa interacción entre
como un continuo “mutualismo-parasitismo”; el endosimbionte y hospedero. La
es decir, se analiza desde una perspectiva de multiplicación de hongos se puede
“costo-beneficio”, correlacionado con el esta- realizar de manera artesanal, la cual
do de desarrollo, tanto de la planta como del no involucra algún tipo de equipo o
(los) hongo (s) involucrado (s), y con las con- procedimiento de laboratorio.
diciones ambientales y edáficas, así como
1.6.1 Materiales

Raíces con micorrizas (Figura 24)

Suelo fértil (1/2 saco)

Machete

Bolsa de plástico

Semillas de maíz

Encendedor

Cascarilla de arroz (dos palas de cas-


carilla quemada y dos sin quemar)

Figura 24. Raíces con nódulos micorrizados

1.6.2 Procedimiento

El proceso de multiplicación e inoculación consiste en:

Seleccionar un área de colecta: Esto se realiza de forma manual y se


selecciona un lugar con plantas o árboles maduros y de preferencia
que dominen especies leguminosas. Si son plantas de la familia de la
higuerilla es recomendable seleccionar aquellas que tengan de uno
a 2.5 m de altura.

Recolectar las micorrizas: en el lugar seleccionado se procede a ex-


cavar al pie del árbol, de tal manera que se observen las raíces. Estas
raíces deben presentar pequeñas vesículas o nódulos, cuya bioma-
sa radicular debe colectarse. Para el caso de la especie higuerilla se
debe colectar toda la planta, para ello se debe cortar alrededor de
la base del tallo, con una pala recta debe realizar una circunferencia
dejando entre 25 a 50 cm de distancia entre el tallo y el corte, y una
profundidad de 40 cm.
Recolectar esporas: La planta o raíces colectadas deben colgarse
trasladarse cuidadosamente envueltas en una tela de tipo organza.
Luego deben ser colgadas de tal manera que se seque poco a poco el
suelo y las micorrizas formen estructuras de esporas resistentes. Pos-
teriormente se debe tamizar el suelo y las raíces. Este material puede
ser utilizado para inocular en el cultivo de interés.

Desinfectar la tierra: se somete la tierra a fuego moviéndola poco a


poco con el fin de airear.

2. CALDOS MINERALES
Los caldos minerales son compuestos producidos a base de mine-
rales como el azufre, cobre y calcio (cal). Se utilizan en el control
de enfermedades fungosas o como insecticida y acaricida.

Los caldos minerales más utilizados son: el caldo bordelés, el


caldo sulfocálcico, caldo de ceniza, caldo de bicarbonato de so-
dio y caldo visosa.

Para la preparación de cualquiera de los caldos minerales se


debe tomar en cuenta:

Preparar los caldos en un ambiente lo suficientemente venti-


lado (al aire libre) y bajo sombra

Utilizar equipo de protección básico para evitar eventuales


accidentes.

En todo momento evitar inhalar el humo que genera para pre-


paración del caldo sulfocálcio, puesto que este contiene azufre.

2.1 Caldo bordelés

El caldo bordelés se recomienda utilizar para prevenir hongos


en diferentes cultivos. Para su preparación se requieren los si-
guientes materiales e insumos:
100 g de cal viva (3 cucharadas El proceso para la preparación del caldo
grandes de cal de construcción) bordelés consiste en:

100 g de sulfato de cobre En un balde plástico incorporar 100 g


(3 cucharadas grandes) de cal viva y nueve litros de agua, agitar
suavemente hasta disolver
Dos baldes de plásticos con 20
litros de capacidad En otro balde incorporar 100 g de sulfato
de cobre en un litro de agua, agitar sua-
Un palo limpio para remover la vemente hasta disolverlo
mezcla
Luego mezclar ambas soluciones con
10 litros de agua tibia mucho cuidado, debe agregarse la solu-
ción de sulfato de cobre en el balde con
la solución de cal viva. Nunca al contrario

Como recomendación, no se debe utilizar


recipiente metálico, siempre de plástico

La mezcla con ambas soluciones debe apli-


carse el mismo día que se preparó. No se
puede almacenar. Las aplicaciones se rea-
lizan con la solución pura, no se realizan di-
luciones y se hacen con bombas, tal como
se muestra en la Figura 25.

Para el caso de viveros es recomendable


disolver un litro de preparado en un litro
de agua.

Para tener mejores resultados es recomen-


dable aplicar la solución preparada con
un pedazo (1/8) de jabón neutro (zote) por
bomba de 12 litros, esto con fines de que se
adhiera el producto a las superficies de las
plantas. Se sugiere realizar las aplicaciones
después de la floración con el fin de pro-
teger las hojas nuevas y prevenir el ataque
de hongos.

Figura 25. Preparación de caldo bordelés.


Colección de imágenes de: Escamilla, E. (2020)
2.2 Sulfocálcico

Este caldo ayuda al control de enfermedades fungosas y sirve como in-


secticida y acaricida para controlar pulgones, plaga taladradora, trips,
cochinilla y araña roja. Se requieren los siguientes materiales e insumos
para preparar entre 4 a 6 litros, depende de la evaporación durante el
proceso de cocción:

2 kg de cal viva o cal de construcción

2 kg de azufre

12 litros de agua

Un buen fogón o fogata de leña

Medio barril metálico

Un palo rollizo que sirva para remover mientras se elabora

El procedimiento para la preparación del caldo sulfocálcico se muestra


en la Figura 26 y consiste en:

Sobre el fogón de leña colocar el medio barril de metal con agua y


dejar hervir

Cuando el agua este hirviendo incorporar la cal y agitar hasta que


se disuelva

Luego agregar azufre y agitar constantemente

Cuando el caldo presente un color vino tinto o ladrillo se baja del fo-
gón y se deja enfriar

Este caldo se puede almacenar en botellas de plástico con su res-


pectiva etiquete, donde se recomienda indicar el nombre del caldo y
fecha de elaboración.

En el fondo del barril quedará la pasta, está se puede utilizar para se-
llar los cortes de las podas de los árboles.
Figura 26. Preparación de caldo sulfocálcico. Colección
de imágenes de: Escamilla, E. (2020)

Las aplicaciones se realizan con diluciones de 50 a 100 ml


por cada bomba de 20 litros y se aplica cada quince días;
para casos severos se puede aplicar hasta un litro por cada
bomba de 20 litros. El periodo de aplicación y dosificación
depende de la severidad del daño abiótico generado por
los hongos o ácaros; se recomienda no realizar aplicaciones
durante la floración.

El caldo puede almacenarse en recipientes con tapa hermé-


tica de tal manera que no tenga contacto con el aire, bajo
sombra (sin radiación) y puede durar hasta tres meses. Se
sugiere agregar un poco de aceite comestible para mejorar
su conservación.

Las experiencias de las dosis y frecuencia, en los cultivos de ce-


bolla, frijol, chile dulce y tomate, se muestran en el Cuadro 5.
Cuadro 5. Dosis y frecuencia de aplicaciones
de caldo sulfocálcico en cultivos

2.3 Caldo cenizo

Este caldo es recomendado para controlar cochinillas, es-


camas y gusano cogollero del maíz. Para su preparación se
requiere de los siguientes insumos y materiales:

25 kg de ceniza pura bien cernida

3 kg de jabón

Leña para hacer fogata o fogón

0.5 kg de hidróxido de potasio

100 litros de agua

Un recipiente de metal con una capacidad mayor a 100 litros


El procedimiento para la preparación del caldo ceniza consiste en:

Sobre el fogón de leña colocar el recipiente de metal con agua y


dejar que hierba

Cuando el agua este hirviendo incorporar el jabón y esperar que


se derrita. Sin dejar que este haga espuma

Derretido el jabón incorporar la ceniza pura y dejar hervir hasta


que no se visualicen restos de jabón

Luego adicionar restos de hidróxido de potasio


para potencializar el jabón

El aporte de la ceniza es el silicio y potasio. El silicio proporciona flexi-


bilidad, estructura y resistencia mecánica contra insectos.

La aplicación de este caldo generalmente se realiza con soluciones de


1 litro de caldo por cada 20 litros de agua, en algunos casos se incorpo-
ra un litro de este caldo en soluciones de otros caldos como el borde-
lés. La función del caldo ceniza en el caldo bordelés es proporcionar
adherencia, es decir funciona como adhesivo para que las soluciones
permanezcan más tiempo en las superficies de aplicación.

2.4 Caldo a base de bicarbonato de sodio


Este caldo se utiliza para el control de mildeus o cenicillas
y el hongo Botritis spp. Para su preparación se requieren
los siguientes insumos y materiales:

1.5 kg de bicarbonato de sodio

100 litros de agua

Un recipiente de metal con una capacidad mayor a 100 litros


El procedimiento para la preparación del caldo a base
de bicarbonato de sodio consiste en:

Se incorpora el agua en el recipiente

Se incorpora el bicarbonato en el recipiente con agua y


se agita hasta que se disuelve totalmente el bicarbonato

Al finalizar la solución debe ser transparente y homogénea

El caldo se aplica de manera directa en los cultivos, no


requiere disolver, la frecuencia de aplicación depen-
de de la severidad del daño abiótico generado por los
agentes dañinos.

2.5 Caldo visosa o vicosa

Este caldo se utiliza para el control de hongos y la nutrición


de las plantas. Para su preparación se requieren los siguientes
insumos y materiales:

50 g de sulfato de cobre

40 g de sulfato de magnesio

Un litro de agua

0.06 g de sulfato de zinc

40 g de bórax

50 g de cal viva

Un recipientes de plástico con capacidad para 12 litros

Dos recipientes de plástico con capacidad para 3 litros

Una paleta de madera para mezclar y revolver

Un jabón
El procedimiento para la preparación del caldo visosa con-
siste en:

Se incorpora la cal en el recipiente de 3 litros, adicionar 1


litro de agua y mezclar hasta que se disuelva la cal

Se incorpora el resto de minerales en el otro recipien-


te de 3 litros, adicionar 1 litro de agua y mezclar bien

Agregar la solución de cal en el recipiente de 12 litros


y agregar 8 litros de agua, mezclar bien

Finalmente incorporar la solución de los minerales en


el recipiente de 12 litros y mezclar por 15 minutos, de
tal manera que el líquido debe ser de color azul cielo

Se recomienda aplicar con bomba de boquilla plástica.


Debe ser utilizado el mismo día que se preparó en una
proporción de 10 litros de caldo por 10 litros de agua, con
un pedazo de jabón (1/8 de barra de 150 g) por bomba de
20 litros para que el caldo se adhiera en las hojas. Está
dosificación a brindado resultados para controlar la roya
en sistemas agroforestales de café, cuyas aplicaciones
se realizan después de la floración, considerando bañar
las hojas de abajo hacia arriba, cada dos o tres semanas,
está frecuencia depende de la incidencia de la roya.
GLOSARIO
Actinomicetos: Son un grupo de bacterias que sus formas superficiales se parecen a los hongos,
estos organismos se encuentran generalmente en los suelos.

Biofábrica: Infraestructura establecida en un espacio de la finca utilizada para la preparación de


abonos orgánicos líquidos y sólidos.

Biofertilizantes: Abonos líquidos y sólidos producidos de forma limpia u orgánica para ser aplica-
dos en los cultivos establecidos en el sector rural.

Endosimbionte: Este termino se usa para denominar a aquellos organismos que viven dentro de
otro organismo.

Enzimas: Son proteínas que cumplen la fusión de catalizadores biológicos, es decir que regulan las re-
acciones químicas para lograr transformar ciertos nutrientes y hacerlos disponibles para las plantas.

Intercambio catiónico (C.I.C.): Es el número total de cationes intercambiables que un suelo puede rete-
ner, estos cationes del suelo son el K+, Ca2+, Mg2+, Na+, Al 3+ y H+ y predominan en los suelos agrícolas.

Microorganismos patógenos: Son aquellos organismos, incluidos virus, bacterias y/o hongos, capaces
de causar una enfermedad en una planta. Cabe resaltar que no todos los hongos y bacterias son pató-
genos algunos son benéficos.

Humificación: Es el termino que se usa para referirse al proceso de transformación química y biológica
de materia orgánica del suelo.

Inocuidad: Es la característica que garantiza que un insumo, material, área o alimento, puede ser con-
sumido sin atentar a la salud humana.

Insumos: Son aquellos minerales que se utilizan en la preparación de los abonos orgánicos líqui-
dos y sólidos.

Proceso aeróbico: Es aquel proceso donde los organismos realizan sus actividades con presencia de
oxígeno. Ejemplos: la lombricomposta y el compost.

Simbiótica mutualista: Es una interacción biológica entre dos organismos diferentes, en donde ambos
se benefician.

Sulfatos: Son sales que tienen en común la presencia de sulfato y sirven para producir los abonos lí-
quidos y sólidos.
REFERENCIAS
Gamboa, P. 2009. La función social y ecológica de las biofábricas en
Colombia. En “La definición jurídica de las biofábricas”. Artículo de
trabajo de investigación, Dirección de Investigación y Desarrollo de
la Universidad Católica de Oriente, Colombia, 20 p.

Román, P., Martínez, M.M., Pantoja, A. 2013. Manual de compostaje del agri-
cultor: Experiencias en Latino América. Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Santiago de Chile. Chile.

Fabio A. Blancof, E. A. 1997. Micorrizas en la agricultura. Costa Rica: Agro-


nomía Costarricense.

Johnson N.C., G. J. 1997. Functioning of mycorrhizal association along


the mutualism parasitism continuum. New Phytologist.

M.G.A, V. d. 2002. Arbuscular mycorrhizal fungi as a determinant of plant


diversity: in search of underlying mechanisms and general princi-
ples. In Mycorrhizal ecological, Spring, Berlín, Heidelberg, 243-265pp.

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