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Universidad de Palermo

​Factores de riesgo en el consumo de marihuana en población femenina y políticas de


prevención en el 2017 según SEDRONAR

Salud pública y psicología comunitaria

Prof. Natalia da Silva

Ailen Carabajal

Karen Cabrera

10 de Noviembre del 2020


Índice:

- Introducción
- Presentación del consumo de marihuana como cuestión de salud pública
- Marco normativo y subdimensiones según Saforcada.
- Datos epidemiológicos, población y datos sociodemográficos
- Promoción de salud
- Políticas preventivas
- Instituciones de atención
- Conclusión, síntesis diagnóstica y propuesta en relación al tema o problema.
- Bibliografía
- Anexos
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Introducción:

A​ lo largo de los años el campo de la salud, como un derecho a todo cuidado, y una gestión
pública ha redefinido su objeto y mejorado sus servicios con el fin de perseverar, mejorar y
prevenir el estado de salud. La salud pública tendrá entonces como objetivo cubrir el campo
de conocimiento y acciones que tomará en cuenta la salud de las poblaciones y grupos.
Dentro de este campo, en el 2010 se sanciona la ley de salud mental como política pública en
marco de la salud. Las políticas preventivas comprenden dentro de su campo el consumo de
drogas psicoactivas como se encuentra señalado en la Ley nacional de salud mental Nº
26.657 (Promulgada el 02/12/2010) Publicada en el Boletín Oficial Nº 32041.

Estos informes permiten la observación de la relación de consumo de dichas sustancias a lo


largo de los años, gestionado por la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la
Nación Argentina (SEDRONAR). En este presente informe realizado en el año 2017 a través
del Observatorio Argentino de Drogas (DNOAD), realizó un estudio de consumo de
sustancias psicoactivas en población femenina de 12 a 65 años, donde dicho seguimiento de
dicha población permite observar la magnitud del consumo y abuso de sustancias, además de
los patrones de uso, además de indagar los factores de riesgo vinculado a diferentes
sustancias y su vulnerabilidad, entre otros segmentos.

Este presente trabajo tiene un recorte de campo en la población femenina de Argentina en


relación al consumo de marihuana. Donde se realizará la descripción y análisis de los factores
de riesgo, con los datos que proporciona el informe de Sedronar, como también de las
políticas de prevención que se vienen realizando, desde la literatura disponible nos permite
una aproximación al análisis del consumo de drogas como una problemática de carácter
público.

Partimos, como es señalado en el Art. 4 del Capítulo 2 de la Ley de Salud mental que: “las
adicciones deben ser abordadas como parte integrante de las políticas de salud mental. Las
personas con uso problemático de drogas, legales e ilegales, tienen todos los derechos y
garantías que se establecen en la presente ley en ​su relación con los servicios de salud​.”
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Desarrollo

En la definición que se encuentra inscripto en la Ley 26.657 de Salud mental cap. 2 art. 3º “se
reconoce a la salud mental como un ​proceso determinado por componentes históricos,
socio-económicos, culturales, biológicos y psicológicos,​ cuya preservación y mejoramiento
implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos
humanos y sociales de toda persona.” De Lellis (2015) señala que “la salud pública busca
garantizar el derecho a la salud como necesidad humana básica.” Dónde cuya esencia está en
su campo de acción, es decir, grupos y comunidades son materia de su intervención. Esto
debe ser una articulación interdisciplinaria como primera instancia el Estado debe tener el
compromiso junto con la sociedad civil para una respuesta organizada.

El consumo de sustancias psicoactivas viene tomando relevancia en cuestiones de una


sociedad ya que su incidencia en la salud por las consecuencias de su mismo consumo, por lo
que el análisis de los determinantes y factores de riesgo, además de la oferta de consumo y
sus medidas preventivas. En el capítulo V de la ley, art. 8º señala que debe promoverse el
trabajo interdisciplinario capacitados para dicha asistencia, esto en las subdimensiones de
posición salubrista (Saforcada,1999) señala la participación no solo de profesionales de salud
sino de un trabajo conjunto con los profesionales y la sociedad general para el trabajo de
promocion y prevencion de la salud. Son las políticas salubristas que generaron un
replanteamiento de la atención e intervención en la salud de una población o comunidad. Si
bien este informe no contiene un caso específico para determinar las subdimensiones de
análisis, sin embargo es a partir de los artículos de la ley de salud pública, las instituciones,
planes, proyectos y programas que determinarán las prevenciones y medidas ante el consumo
de psicoactivos (en este caso marihuana). La posición salubrista, como señala Saforcada
(1999), tiene un enfoque diferente a la clínica. Esto se debe a que el objeto de saber no es
únicamente la enfermedad, sino el proceso de salud-enfermedad; en la que en ellos imbrican
diversos determinantes que inciden en dicho proceso como el social, ambiental, cuestiones
políticas que condicionan el acceso e intervención de la salud, entre otros.(1999, p.82)

La subdimensiones de análisis para las posiciones determinan las intervenciones ante esta
problemática. En el soporte teórico, donde la estructura y naturaleza del saber, la posición
salubrista señala que debe ser multidisciplinario, que permitan la comprensión de la dinámica
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humana, donde es esencialmente social (Saforcada,1999, p.82) En acciones fundamentales
del soporte operativo, esta posición “prioriza la protección y promoción de la salud, en
segundo lugar la prevención primaria de la enfermedad, y en tercer lugar el restablecimiento
de la salud.” (1999, p.88) Como también la consideración de indicadores que permitan la
solución al problema, es decir, la revisión de los condicionantes de la salud: los entornos,
comunidades, calidad de vida, entre otros. Sedronar, en la sección de ​prevención y cuidado​,
señala que el objetivo de la política de prevención a partir del diseño de estrategias colectivas
(interdisciplinarias) para interpelar las prácticas y representaciones del consumo de
sustancias; interviniendo en los diferentes ámbitos: educativos, laborales, contextos de
encierro y rurales donde dichas estrategias tienen en cuenta las particularidades de cada
comunidad y colectividad. (juventudes, comunidades indígenas, mujeres y colectivo LGTB)

Según el informe nacional señala que hay particularidades económicas, culturales y sociales
que permiten la comprensión de consumo y patrones de sustancias psicoactivas. Así señala
que la marihuana es la droga ilícita de mayor consumo. La muestra fue de población urbana
de 12 a 65 años, que habita en viviendas particulares ubicadas en localidades de 80 mil
habitantes o más en todo el país. Donde la población femenina representada fue de 9.995.777
de un total de 18.960.593; es decir, un 52,7 de dicha población. Del total de la muestra,
incluyendo el consumo de psicoactivos totales, el 7,8% de la población declaró haber
consumido marihuana (en 2017); siendo mujeres el 5,2 % de esa población. Una de los
indicadores del informe, y recorte de este trabajo, es la evaluación de factores de riesgo de
consumo de dicha población.

Cabe resaltar que este informe tiene una orientación en la perspectiva de género. En marzo
del 2016 la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas aprobó la resolución:
“Incorporación de la perspectiva de género en el políticas y programas relacionados con las
drogas.” (UNODC, 2016) Esto exhorta a los miembros a tener en cuenta las necesidades
específicas de las mujeres en las políticas públicas.

El indicador de​ percepción de riesgo-protección​, es la medida subjetiva de percepción del


daño asociado al consumo de determinada droga. La ​propensión a su consumo​ es por:
curiosidad y la decisión de consumo o no frente a la ocasión. Finalmente los ​indicadores de
vulnerabilidad: ​ facilidad de acceso a conseguir determinada droga, consumo del entorno y
la oferta de drogas.
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La prevalencia de consumo de las distintas sustancias consumidas en la población femenina
señalan que el 13,6% consumió marihuana una vez en su vida. (Anexo 1) Donde de dicho
porcentaje el 5,2% tuvo prevalencia de un año, el 3,3% prevalencia en un mes y hubo 1,4%
de nuevas consumidoras de marihuana. En cuanto aspectos sociodemográficos de la
población revelada se observa que las mujeres según su máximo nivel educativo se concentra
entre las categorías de secundario y completo, tanto en el grupo de mujeres que presentó
consumo de sustancias en el último año como en el grupo de mujeres que no ha presentado
consumo en ese periodo. También otros indicadores de mayor consumo de sustancias
psicoactivas diversas señalan que en relación al ámbito laboral, el 29% de mujeres que
trabajan jornadas completas es consumidora, a la situación conyugal el mayor consumo es de
mujeres solteras con un 30,1% . El mayor porcentaje de mujeres que consumió alguna
sustancia fue de jefas de hogar sin niños a cargo con un porcentaje de 72% del total. Entre
otras condiciones que vinculen al uso de sustancias está el maltrato de infancia donde el
porcentaje total de mujeres que padecieron una situación de maltrato en la infancia son un
7,6% de las cuales el 80% de ellas registra consumo de alguna de esas sustancias el último
año.

Con respecto a la accesibilidad, la obtención de marihuana es percibida como la de más fácil


acceso con un porcentaje de 48,2% y el 40,8% lo podria conseguir marihuana en un término
de 24 hs. Sobre la oferta de drogas, el 28% de las mujeres encuestadas dijo haber recibido
oferta de algún tipo de droga de las cuales el 31,3% tiene un rango de edad de 18 a 24 años y
el 33,3% entre 25 a 35 años. La marihuana se identificó como la sustancia más ofertada
seguida por la cocaína. El grupo de mujeres entre 18 y 24 años de edad es el que recibió más
ofertas de drogas (marihuana o cocaína).

Los indicadores de dependencia a la marihuana, la cocaína y/o de consumo de riesgo o


perjudicial de alcohol, se presentan en mayor porcentaje en el grupo de 18 a 24 años de edad
de las cuales del 5,2% de mujeres que consumieron marihuana en el último año, el 10,5%
presentó indicadores de dependencia. El 49,7% de las mujeres recibe atención a la salud
mediante obra social; en segundo término el 40,8% en el subsector público exclusivamente, y
el 9,7% en subsector privado. Una minoría, el 2%, de las mujeres con indicadores de
dependencia a marihuana, o cocaína y/o consumo excesivo de alcohol, buscó ayuda
profesional; la mayoría de las cuales cuenta con cobertura en el sistema público
exclusivamente. La atención de salud para las mujeres que hayan buscado ayuda en grados de
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dependencia resaltan que son de carácter público siguiendo por obras sociales. Nos señala
este indicador que la disposición al tratamiento de la condición de dependencia a las 3
sustancias nombradas se encuentran bajo las políticas preventivas terciarias.

La ​Promoción de la Salud​ a partir del planteo que propone Martín de Lellis (2015) es el
elemento fundamental que se encarga de proporcionar y facilitar los medios necesarios para
mejorar la salud de la población en su totalidad, en materia de este ámbito los objetivos son:
dar a conocer los factores de riesgo relacionados con el consumo de sustancias adictivas,
fomentar estilos de vida saludables, potenciar factores de protección, en definitiva, la
promoción de la salud es la combinación de apoyos educativos y ambientales que favorecen
las conductas o acciones que contribuyen a la salud, la realización de actividades que mejoren
la infraestructura de servicio público, oportunidades de estudio y empleo, participación
comunitaria, cambio en las estructuras y relaciones sociales, etc. Una de estas herramientas
son las canchas de fútbol, algunas de ellas ubicadas estratégicamente en territorios de
vulnerabilidad social, un ejemplo de esto son las canchas de fútbol que se instalaron en el
barrio 31 de Retiro. Otra herramienta en la promoción de la salud son los Centros de Salud y
Acción Comunitarios- CeSAC, son una red pública y gratuita de más de cuarenta centros de
atención primaria de la salud en la ciudad de Buenos Aires, ubicados y distribuidos para
focalizar su atención de forma más directa a los vecinos de cada barrio, y así tener mayor
llegada a ellos. Sin embargo, fuera de CABA, existen las “Salitas de Barrio” las cuales tienen
una función muy similar a los CeSAC. Las mujeres encuentran en estos espacios contención,
asesoramiento y atención.

La​ prevención de la enfermedad​ según los conceptos que propone Martín de Lellis (2015)
son medidas que se toman con el objetivo de prevenir la aparición de la enfermedad, y de
frenar el avance de la misma, así como de mitigar las consecuencias. Desde SEDRONAR se
consensúan políticas y programas con todas las provincias, a través del Consejo Federal de
Drogas (COFEDRO).
El COFEDRO tiene como funciones: contribuir al desarrollo de un sistema federal para la
concertación de políticas, planes y programas destinados a la prevención y el tratamiento,
respetando las características culturales de cada lugar y a su vez se propone promover la
participación de la sociedad civil a través de organizaciones no gubernamentales, capaces de
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coordinar con el Estado la implementación de los lineamientos políticos y las acciones
necesarias para el cumplimiento de sus fines.

La ​prevención primaria​ se enfoca en concientizar y visibilizar aquellos factores de riesgo


que evocan en los consumos problemáticos, con el fin de suprimirlos y brindar herramientas
de protección frente aquella problemática. ​ESTAR en Prevención:​ (ESpacio Territorial de
Articulación de Redes en Prevención), es una propuesta de prevención selectiva, para ámbitos
educativos de todos los niveles de la educación formal y no formal, de alcance nacional, se
enfoca en planificar propuestas para la educación, con el fin de acompañar los procesos
educativos, teniendo en cuenta el contexto y particularidades, pero a su vez respetando cada
comunidad educativa y constituyendo un aporte para las mismas. Es importante tener en
cuenta que desde SEDRONAR se busca fortalecer las comunidades como verdaderos
ambientes preventivos, por lo tanto existen diferentes estrategias enfocadas oportunamente en
cada nivel educativo, ya que la presencia de la prevención en educación forma parte de una
concepción del acompañamiento de lo que acontece entre los sujetos y las instituciones que
forman la comunidad educativa. En el nivel secundario, por ejemplo, se implementan
Preventores Escolares, son grupos de alumnos a los que se capacita y que acompañados por
sus educadores, desarrollan iniciativas para concientizar del tema a sus pares. Otra propuesta
de prevención primaria que cuenta con el apoyo de SEDRONAR son los ​Puntos de
Encuentro Comunitario -PEC​, son equipos que se establecen y actúan en diferentes
espacios comunitarios para desarrollar tareas de prevención, asistencia y acompañamiento en
sus comunidades.

La ​prevención secundaria​ se encarga en promover las herramientas necesarias para


capacitaciones y diagnósticos tempranos, con el fin de evitar o retardar el consumo
problemático en su población objetivo. Los​ Centros Preventivos Locales de Adicciones
-CePLA​ son dispositivos que acompañan a jóvenes que se encuentran en situación de
vulnerabilidad social y en riesgo frente al consumo problemático de sustancias psicoactivas.
Su desafío es generar un espacio de prevención, pero sobre todo y asumiendo la realidad del
contexto, el objetivo principal es la contención y detección temprana, que se materialice en la
realización de actividades de recreación, como el deporte, formación y concientización, y en
el acompañamiento personal. Por lo general estos centros están ubicados estratégicamente en
áreas donde se consideran pertinentes, a partir de una investigación geográfica en materia de
la problemática, es decir, se ubican en comunidades donde es más probable que el actor
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social presente un acercamiento de forma directa a la problemática, entonces desde una
entidad deportiva o de recreación se intentará detectar para que reciban atención oportuna y
eficaz.

La ​prevención terciaria​ se enfoca en mejorar la calidad de vida de las personas mediante


medidas de rehabilitación e inclusión. Desde SEDRONAR se trabaja con la comunidad a
través de las ​Casas Educativas Terapéuticas -CET​, son dispositivos de integración
comunitaria para la atención y tratamiento de personas que se encuentren en consumo
problemático de sustancias. Además también están los centros de rehabilitación los cuales se
enfocan en acompañar a los pacientes en 3 etapas diferentes: la desintoxicación, se trata de
eliminar la sustancia del organismo y lograr estabilidad física, este proceso se acompaña por
profesionales en la salud para evitar los efectos de la abstinencia y hacer este proceso más
seguro y más fácil, las primeras 48hs de esta etapa son cruciales para la evolución del
paciente. Otra etapa del tratamiento es la deshabituación, se lleva a cabo en un período de
cinco meses en promedio, favorablemente en una casa Hogar en el campo, apartada de la
ciudad, en el que la persona intenta vivir sin consumir pero el cual atraviesa acompañado con
tratamiento psicoterapéutico, donde principalmente se lo induce a que logre el
reconocimiento de la problemática y sus causas en el ámbito individual, también se trabaja en
el establecimiento de relaciones básicas y de vínculos grupales, y en el restablecimiento de
valores y morales. Por último, la tercera etapa es la reinserción social, los internos comienzan
a desarrollar trabajos según sus profesiones, aspiraciones y talentos, desarrollando actitudes
favorables para una pronta reinserción, también se les proporcionan talleres con el objetivo de
potenciar sus capacidades y ofrecerle herramientas que les faciliten los lazos en la
comunidad, los talleres pueden ser de carpinteria, herreria, pintura, cocina. Estos centros de
rehabilitación para mujeres no permiten que aquellas mujeres con hijos menores se internen
con ellas, ya que el tratamiento no tendría la eficacia esperada, lo que si se planifica es un
acercamiento paulatino a las familias, todo en base a la evolución del tratamiento de la
paciente. En este proceso de reinserción a la sociedad, cabe destacar la Ley de Empleo N°
24.013 en su artículo 81 dispone que “el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social establecerá
periódicamente programas destinados a fomentar el empleo de los trabajadores que presenten
mayores dificultades de inserción laboral, entre los cuales identifica rehabilitados de la
drogadicción”.
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Las​ instituciones de atención​ tanto de Buenos Aires, Ciudad Autónoma, Córdoba, Neuquén,
como Santa Fe, son las provincias que cuentan con la mayor cantidad de centros de
tratamiento. Asimismo, hay que tener en cuenta que, excepto Neuquén, estas jurisdicciones
son las que tienen mayor cantidad de habitantes. El 62.2% de los centros asistenciales
registrados son financiados por el sector público, el 31.3% por el sector privado y el 6.5%
posee una condición mixta al respecto.
Las posibles modalidades recomendadas pueden variar de acuerdo con la línea de trabajo de
cada dispositivo, las cuales pueden ser: Consultorio externo, en este espacio se realizan
diagnósticos y orientaciones. Ambulatorio, hospital de día, hospital de noche, tratamiento
residencial, grupo de autoayuda, tratamiento de rehabilitación, desintoxicación, comunidad
terapéutica, tratamiento de sustitución farmacológica, granjas de rehabilitación.
Los dispositivos de la SEDRONAR que brindan servicio de asistencia al consumo
problemático no se localizan en todo el territorio nacional, pero en las provincias donde sí se
encuentran dispositivos son: Buenos Aires, Entre Rios, Cordoba, Misiones, Corrientes, Jujuy,
Salta, Tucuman, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Rio Negro y Tierra del Fuego, son
las provincias donde desde SEDRONAR actuan con diferentes dispositivos, los cuales
pueden ser: Casa Educativa Terapeutica -CET, en estos centros de día se promueve el acceso
a la salud, la educación y el trabajo, restituyendo así derechos básicos vulnerados, otro es el
Dispositivo del Programa PAIS, es un programa pensado para los jovenes que ya han pasado
por consumos problematicos y se encuentren fuera del ámbito escolar y/o estén en situación
de alta vulnerabilidad social, una estrategia integral que abarca formación en oficios y
actividades complementarias de los ámbitos educativo, artístico y recreativo. El CEDECOR,
es un dispositivo de consulta, orientación, derivación y asistencia que atiende a todos
aquellos que, directa o indirectamente, tienen algún consumo problemático. Teniendo en
cuenta la focalización de este trabajo cabe destacar con mayor énfasis la Casa de Referencia,
la cual es un dispositivo que asiste a mujeres, embarazadas o madres solteras y con hijos
menores, con problemas en adicciones. El dispositivo no se encuentra abierto totalmente a la
comunidad ya que posee restricciones en la capacidad de camas.
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Conclusión
A modo de conclusión, la observación de que el consumo de dichas sustancias con un
carácter de dependencia en la población femenina viene en un aumento. No es un dato menor,
que la perspectiva de género sea considerada, ya que estas involucran la complejidad del
objeto, así como las medidas de intervención, que son particulares para mujeres, mayores o
jóvenes.
Esto se debe a que la oferta y la accesibilidad de marihuana en la población testeada refleja
que es la sustancia más fácil de obtener y de que se les ofrezcan. En estos datos, no se
observa en los cuestionarios, si alguna vez en su vida han recibido algún tipo folleto o
actividad preventiva con el fin de suprimir el consumo en dicha población. A pesar de que
existen programas para la concientización permitiría la construcción de programas exclusivos
en poblaciones localizadas donde la oferta sea alta y se puedan generar trabajos
interdisciplinarios, mejorando las estrategias operativas para las poblaciones más expuestas a
dicha droga, en este caso la de 18 a 24 años. No únicamente la atención de prevención
terciario (rehabilitación) a partir de la demanda, es decir, de aquellas que buscan ayuda.

Hay un largo camino que recorrer para reducir los porcentajes de nuevas consumidoras, y a
pesar que los datos aproximen a ciertos escenarios que promueven el consumo, el
seguimiento de seguir reforzando con programas desde las escuelas, fomentando una
conciencia crítica para que desde edades tempranas puedan visibilizar los diferentes
escenarios que se les ofrece para un crecimiento favorable. Además de lograr la intervención
de aquellos jóvenes que no buscan de ayuda, es decir, no esperar que ellos salgan a buscarla,
sino gestionar programas que se enfoquen en la búsqueda de esa futura demanda, trabajar en
el campo de acción, ya sea abajo de una autopista, o en la esquina de una ranchada,
acompañar en ese momento de enfermedad, sin obligarlo a realizar un tratamiento oficial.
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Bibliografía:

De Lellis, M., Interlandi, C. y Martino, S. (2015) Introducción a la salud pública como área
de conocimiento y de la acción. En de Lellis, M (comp.) Perspectivas en la salud pública y
salud mental (pp. 11- 42) Buenos Aires: Ed. Nuevos Tiempos.

Sedronar, “Prevención y cuidado”. Recuperado en:


https://www.argentina.gob.ar/jefatura/sedronar/prevencion-y-cuidado

Saforcada,E. (1999) Análisis de las concepciones y prácticas en salud. En ​Psicología


Sanitaria. Análisis crítico de los sistemas de atención de la salud. (​ pp. 63-69, 80-92) Buenos
Aires: Ed. Paidós.

Sedronar (2017) Estudio Nacional en población de 12 a 65 años sobre consumo de sustancias


psicoactivas: ​Informe de los principales resultados sobre población femenina.​

Sedronar (2017) Estar en prevención: Espacio territorial de articulación de redes en


prevención.

Sedronar (2016) Programa: 4ª Jornadas de Salud Mental y adicciones.

UNODC/HONLAC/26/CRP.126ª Reunión de Jefes de los Organismos Nacionales


Encargados de Combatir el Tráfico Ilícito de Drogas, América Latina y el Caribe Santiago de
Chile, 3 a 7 de octubre de 2016.
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ANEXOS:

Anexo 1​: Fuente: Sedronar, informe 2017


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