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Revista Antropologías del Sur Año 8 N°16 2021 Págs.

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MASCULINIDAD Y SUICIDIO. CONEXIONES Y POSIBILIDADES


DE TRANSFORMACIÓN DESDE LA TERAPIA NARRATIVA
Y EL TEATRO DEL OPRIMIDO
Masculinity and Suicide. Connections and possibilities of transformation
from narrative therapy and the theater of the oppressed

JHOAN SEBASTIÁN APONTE-GONZÁLEZ* & DIANA LAVERDE**


Fecha de recepción: 29 de septiembre de 2020 – Fecha de aprobación: 28 de junio de 2021

Resumen:

Este estudio tuvo como propósito general comprender la configuración narrativa de la relación entre masculinidad y conducta
suicida para movilizarla a través de elementos del teatro del oprimido y la terapia narrativa hacia un devenir de re-existencia
y desideologización. Se realizó un estudio de caso único con un hombre de 22 años a través de una estrategia en la que se
articularon los elementos mencionados. Entre las conclusiones generales, se destaca una narrativa en la que el participante
veía al suicidio como única forma de escapar del sufrimiento generado por la masculinidad hegemónica. Asimismo, se resaltan
las posibilidades que generan las articulaciones presentes en la estrategia para comprender y transformar dicha narrativa. Este
estudio permite ver la importancia de la perspectiva de género y el teatro del oprimido en el abordaje del suicidio.

Palabras clave: suicidio, masculinidad, teatro del oprimido, terapia narrativa, re-existencia, desideologización.

Abstract:

The general purpose of this study was to understand the narrative configuration of the relationship between masculinity
and suicidal behavior to mobilize it through elements of theater of the oppressed and narrative therapy towards a becoming of
re-existence and de-ideologization. A unique case study was carried out with a 22-year-old man, through a strategy in which
elements of narrative therapy were articulated with the theater of the oppressed. Among the general conclusions, a narrative
stands out in which for the participant the only way to escape the suffering generated by hegemonic masculinity was suicide.
Likewise, the possibilities generated by the articulations present in the strategy to understand and transform said narrative are
highlighted. This study allows us to see the importance of the gender perspective and the theater of the oppressed in the inter-
vention of suicide.

Keywords: suicide, masculinity, theater of the oppressed, narrative therapy, re-existence, de-ideologization.

* Mg. en Psicología Clínica y de la Familia. Estudiante del Máster Universitario en Estudios Culturales y Artes Visuales
(Perspectivas Feministas y Cuir/Queer), Universidad Miguel Hernández de Elche, España. El artículo se encuentra
enmarcado en la tesis de magíster Conexión entre suicidio y masculinidad. Una mirada desde la terapia narrativa y el
teatro del oprimido. Correo-e: jhoanaponte@usantotomas.edu.co
** Mg. en Psicología Clínica y de la Familia. Docente de la Maestría en Psicología Clínica y de la Familia, Universidad
Santo Tomás, Colombia. Correo-e: dianalaverde@usantotomas.edu.co
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Introducción interventivo no solo pueden ser vistas desde lo


deficitario, sino desde lo generativo.
La conducta suicida es un fenómeno de gran
relevancia para la salud pública por el riesgo Tal como lo exponen las cifras presentadas,
que supone para la vida de quien la experi- uno de los fenómenos de salud mental que
menta. De acuerdo con Hunt (2019), la Organi- parece tener mayor prevalencia en hombres
zación Mundial de la Salud (OMS) reporta que es el de la muerte por suicidio. Dicha relación
anualmente en el mundo se suicidan 800.000 ha sido explorada en investigaciones como las
personas. Menciona, asimismo, que se dan de Rosado, García, Alfeo & Rodríguez (2014),
13,7 muertes por suicidio en cada 100.000 Pirkis, Spittal, Keogh, Mousaferiadis & Currier
hombres y 7,5 en cada 100.000 mujeres. (2017) y Apesoa-Verano, Barker & Hinton
Cuando se contrasta esta información con los (2018), mismas que coinciden en afirmar
datos colombianos, esta marcada diferencia que la masculinidad suele ser vista como un
entre hombres y mujeres se mantiene. En 2019, factor de riesgo que contribuye con la apari-
murieron en Colombia 2.550 personas en total ción, el mantenimiento y el agravamiento de
por esta causa, distribuidas en 2.032 hombres la conducta suicida. Los rasgos de mascu-
y 518 mujeres (Instituto Nacional de Medicina linidad que aparecen con mayor frecuencia
Legal y Ciencias Forenses, 2019). Estos datos en estas investigaciones son la no expresión
internacionales y nacionales invitan a profun- emocional (especialmente de emociones como
dizar en las implicaciones que tiene el género la tristeza y el fracaso) y la autosuficiencia (la
en la conducta suicida. búsqueda de los hombres de mostrarse fuertes
e independientes). Así, estos estudios invitan a
La conexión entre salud mental y género ha reconocer la pertinencia de tener en cuenta el
sido explorada por investigaciones como las género al momento de abordar casos relacio-
de Díaz, Rivera & Wolfgand (2012), Budge y nados con suicidio.
Moradi (2018), Maguen, Ren, Bosch, Marmar &
Seal (2010), Paguey (2017) y Schermer (2013). En coherencia con esto, un elemento que
Estos estudios reconocen que la aparición de puede resultar potente para la investigación y la
trastornos de salud mental parece estar ligada al intervención en el género es el teatro del oprimido,
género, desde una noción de salud mental ligada ya que investigaciones como las de Madurga &
a lo psicopatológico y una perspectiva de género Serra (2016), Spychaj (2014), Porras (2016),
binaria que solo reconoce a hombres y mujeres. Parra (2015), Biggus (2017) y Cárdenas y Pozo
Al contrario, investigaciones como las de Charry (2018) exponen que desde la reflexión que se
& Pedraza (2019), Llanos & Saavedra (2019), hace de la opresión y la activación de lo sensible
Lodoño, Mendivelso & Rodríguez (2017) y Planas desde el cuerpo se pueden generar espacios
(2018) retoman el género desde la multiplicidad en los que se cuestionen los roles, mandatos
de posibilidades en su configuración, partiendo y relaciones que se configuran alrededor del
además de una comprensión relacional de la género, lo que permite a las personas, desde
salud mental que va más allá de lo psicopatoló- ejercicios teatrales, ampliar su comprensión
gico. Estos trabajos destacan que las configura- sobre sí mismas y cómo se posicionan frente a
ciones de género y su emergencia en el escenario estas construcciones sociales.
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Teniendo esto en cuenta, el presente suicidio puede configurarse como una opción
estudio se enfoca en la configuración narra- para detener el sufrimiento por una vida que no
tiva de la conexión entre la masculinidad y se siente como propia y un intento por proteger
el suicidio desde una apuesta de investiga- o recuperar una masculinidad fragmentada por
ción-intervención que retoma la indagación el fracaso frente a las historias dominantes
sobre la opresión y el cuerpo desde el teatro de la misma. Frente a esto, la articulación del
del oprimido, así como las comprensiones teatro del oprimido y la terapia narrativa puede
de la configuración del sufrimiento desde la favorecer un devenir de desideologización
terapia narrativa. Adicionalmente, se tuvieron y re-existencia al permitir la emergencia de
en cuenta las posibilidades de comprender el nuevas formas de ser, estar y relacionarse en el
cambio que ofrecen los conceptos de desideo- mundo que cuestionan y redefinen la vivencia
logización y re-existencia. De este modo, se de las historias dominantes de la masculinidad,
busca responder a la siguiente pregunta: aumentando así la autonomía en la definición
¿cómo se configura y moviliza narrativamente del curso de la vida desde el querer ser y no el
la relación entre masculinidad y suicidio en un deber ser.
devenir de desideologización y re-existencia a
partir de la articulación del teatro del oprimido
y la terapia narrativa?
Referentes epistemológicos y teóricos
Para responder a esta pregunta, este estudio
Epistemológicamente este estudio se confi-
definió como objetivo general la comprensión
guró desde las ciencias de la complejidad, el
de la configuración narrativa de la relación
construccionismo social, las cibernéticas y la
entre masculinidad y conducta suicida para
teoría queer.
movilizarla a través de elementos del teatro del
oprimido y la terapia narrativa hacia un devenir De las ciencias de la complejidad se asumió
de re-existencia y desideologización. A partir la apuesta, descrita por autores como Osorio
de este lineamiento principal se definieron dos (2012) y Maldonado & Gómez (2010), de trabajar
objetivos específicos: 1) explorar la relación con la pluralidad, la diversidad y la alteridad para
entre las narrativas de masculinidad y las narra- abrir, desde lecturas no lineales, posibilidades
tivas alrededor de la conducta suicida para de ver relaciones donde normalmente no son
develar posibilidades de transformación de vistas. Este posicionamiento epistemológico
dicha relación, y 2) posibilitar, desde el engra- supuso abandonar nociones deterministas y
naje de elementos del teatro del oprimido y de lineales para comprender el suicidio, e invitó
la terapia narrativa, procesos de desideologiza- a una mirada centrada en la multicausalidad
ción y la emergencia de narrativas de re-exis- desde la cual se exploró de manera novedosa la
tencia en la vida y la masculinidad para favorecer relación entre suicidio y masculinidad.
mayores niveles de bienestar, autonomía y
libertad. Por último, desde la problematización Desde el construccionismo social, se partió
realizada, la pregunta y los objetivos definidos, de la noción expuesta por autores como
se planteó la siguiente hipótesis de trabajo: el Gergen (2007) y Agudelo-Bedoya & Estra-
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da-Arango (2012) de que los conceptos que Vila (2018), la postura de explorar los distintos
definen el mundo y la mente están integrados niveles de exclusión que se dan en los procesos
al lenguaje, por lo que son constitutivos de las de construcciones identitarias (especialmente
practicas discursivas y se encuentran sujetos atravesadas por el género) en diferentes
a negociación. Esto supuso, en este proceso contextos, para escapar de las lógicas binarias;
de investigación, una apuesta centrada en el y la segunda, enunciada por Fonseca &
reconocimiento de cómo las narrativas y las Quintero (2009), el llamado a configurar un
relaciones configuraban las realidades de sufri- constante devenir de deconstrucción de lo
miento del participante que lo conectaban con el considerado como normativo y de los lugares
suicidio, así como una apuesta para acompañar de segregación que desde allí se generan en
en la creación de escenarios de posibilidad. lógicas de centros (lo normativo) y periferias
(lo no normativo). Esta perspectiva supuso
De la mano con lo anteriormente expuesto, una mirada crítica frente a las relaciones de
para la configuración de esta investigación poder que atraviesan la masculinidad, así como
fue crucial, en términos epistemológicos, los una invitación a reconocer la multiplicidad de
diferentes órdenes de la cibernética, que posibilidades de agenciamiento que se puede
“para Bateson (1972) es la nueva ciencia de dar desde las configuraciones de género para
la forma y los patrones de organización, para hacer frente a las imposiciones de lo normativo.
Keeney (1987) es una ciencia que se ocupa de
las pautas y la organización en los diferentes
tipos de sistemas” (Camacho, 2006, p. 6). De
Explorando el fenómeno:
acuerdo con Mancilla (2011), la cibernética
suicidio y masculinidad
puede ser comprendida en tres órdenes: la de
primer orden trata los sistemas observados; la Una vez expuestos los referentes epistemoló-
de segundo orden, los sistemas observantes; gicos de esta investigación, es importante expli-
la de tercer orden, los sistemas mutuamente citar cuáles fueron las comprensiones alrededor
observantes. Incluso, en un artículo poste- del suicidio y la masculinidad, así como las
rior, Mancilla (2013) suma a su teoría de los conexiones entre ambos que orientaron este
órdenes de la cibernética una cibernética de estudio.
cuarto orden, que trata los sistemas auto-obser-
vantes. Estos diferentes órdenes de la ciberné- En lo referente al suicidio, autores como
tica fueron centrales durante la investigación, Durkheim (2012) y Klonsky, May & Saffer (2016)
ya que ponen de manifiesto no solo la impor- lo comprenden como la muerte ocasionada
tancia de reconocer las formas en las que se por acciones u omisiones (incluyendo ideas y
construye el conocimiento, sino los diferentes planes) perjudiciales y dañinas dirigidas a sí
sistemas de observación y lugares que tuvieron mismo con la intención de morir. Este hecho no
en este proceso, algo que se rastreó durante puede ser visto desde un único factor, ya que,
todo el desarrollo investigativo. como lo expone Andrade (2016), ”el suicidio es
un fenómeno complejo porque su emergencia
Por último, se retomaron dos ideas centrales requiere la interacción simultánea entre
de la teoría queer: la primera, expuesta por aspectos ambientales, genético-cerebromoti-
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vacionales, bricolajes existenciales e imprinting entre los motivos para vivir, el futuro y los
socioculturales” (p. 22). Este fenómeno es, por elementos protectores. Lo que induce a la vida
tanto, una manifestación de las interacciones de y lo que incita a la muerte tienen un carácter
una serie de factores que posicionan la muerte reticular, pero con una gran emergencia que los
como opción sobre la vida. Adicionalmente, diferencia: la vida perpetúa el sistema, lo invita
autores como Rodríguez (2017) y Lemus & a trascender el reconocimiento de sí mismo y
Vargas (2016) exponen que el suicidio puede del otro, mientras que la muerte termina con el
ser visto como una metáfora que da cuenta de sistema y sus interacciones.
la fragmentación de las relaciones, así como
una posibilidad para la reorganización de los En cuanto a la masculinidad, esta se
sistemas relacionales. comprende como una construcción histórica
y cultural que hace alusión a los mecanismos
En la lectura compleja que Andrade (2016) que definen lo que es ser hombre, por lo que su
hace del suicido son particularmente relevantes comprensión variará de acuerdo con la época y
las conexiones que hace con los principios el contexto histórico (Infantes & Delgado, 2011;
hologramático y dialógico. Para este autor, ver Jabeen, 2018). Esta postura invita a no hablar
el suicidio desde el principio hologramático de masculinidad, sino de masculinidades,
implica que cada pensamiento, intento o acción para reconocer la pluralidad y la diversidad de
suicida contiene en sí misma la globalidad de la comprensiones que esta puede tener. Una de
acción destructiva y el incremento tanto motiva- esas comprensiones es la de la masculinidad
cional como comportamental hasta la autodes- hegemónica que, de acuerdo con Connell (2005),
trucción. Cada evento contiene al suicidio como se puede definir como una manera concreta de
globalidad, directa o indirectamente. El suicidio expresar el género masculino que aporta legiti-
es la eliminación de la complejidad del sistema, midad al patriarcado al garantizar la posición
en otras palabras, su autodestrucción y muerte. dominante de los hombres y la subordinación
de las mujeres. Este orden patriarcal “prohíbe
Para Andrade (2016), desde el principio dialó- ciertas formas de emoción, afecto y placer que
gico el suicidio da lugar a la emergencia de la propia sociedad patriarcal produce” (Connell,
nuevas oportunidades de comprensión sobre 1995, p. 20). De este modo, la masculinidad
la vida y la existencia, las cuales pueden tanto hegemónica tiene como referentes: “homofobia,
incentivar a la persona a quitarse la vida como misoginia, poder, estatus y riqueza, sexualidad
a construir acciones protectoras de la misma. desconectada, fuerza y agresión, restricción de
Según este autor, en el primer caso existen emociones e independencia y autosuficiencia”
ambivalencias extremas relacionadas con el valor (Infantes & Delgado, 2011, p. 96).
de la vida, al mismo tiempo que se presentan
motivaciones, explicaciones y objetivos para la En este mismo contexto, Connnel (1995)
misma, que incluso siendo contrarios, pueden señala que hay relaciones de género de domina-
convertirse en un núcleo perceptivo que aprueba ción y subordinación entre grupos de hombres.
las conductas suicidas, mientras que para que Para el autor, las masculinidades subordinadas
lo segundo ocurra es de vital importancia que son aquellas confinadas a los guetos y que se
se tenga la capacidad de establecer conexiones relacionan con los hombres gays que suelen ser
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discriminados; en tanto, para la masculinidad exponen que el suicidio en hombres se puede


hegemónica, estos se asimilan con la feminidad. ver como un acto característico de la masculi-
No obstante, Carabí & Armengol (2015) exponen nidad compensatoria, es decir, que el suicidio es
que esta noción de masculinidad hegemó- percibido por los hombres como la única alter-
nica se ha ido reconceptualizando y siendo nativa para solucionar los problemas, así como
reconocida como un ejercicio del que participan una acción que permite recuperar su masculi-
varios colectivos (incluso los que se consideran nidad fragmentada por la debilidad y el fracaso,
subordinados) para mantener el patriarcado. mostrándose a sí mismos de manera heroica
Asimismo, estos autores resaltan la importancia al no culpar a nadie más por sus problemas y
de reconocer las masculinidades alternativas asumir toda la responsabilidad por sus fracasos
más allá de la subordinación a la masculinidad y dándoles solución al quitarse la vida. Mientras
hegemónica desde la cual estas eran vistas en que Jordan & Chandler (2019) exponen que
conceptualizaciones iniciales, lo que ha dado el suicidio masculino da cuenta de una crisis
lugar a ver en estas masculinidades alterna- de la masculinidad, que puede ser entendida
tivas nuevas posibilidades de ser y vivir como desde una narrativa conservadora (en la que la
hombre. Esto se conecta con lo que García masculinidad, sus normas y roles tradicionales
(2015) enuncia como nuevas masculinidades, de género se ven amenazados por los cambios
las cuales son prácticas vivenciales en niveles sociales, y que, por tanto, hay que volver a ellos) y
personales, comunitarios y estructurales del ser una narrativa progresista (en la que se reconoce
hombre asumiendo un posicionamiento crítico y que las configuraciones tradicionales de género
distante frente a los valores del patriarcado. causan daño tanto a hombres como a mujeres
y que es necesario su transformación). En este
Sin embargo, es importante reconocer que
proceso de investigación se trabajó con la narra-
tanto la masculinidad hegemónica o las nuevas
tiva progresista de la crisis de la masculinidad, ya
masculinidades (o masculinidades alternativas)
que se exploraron aquellos relatos hegemónicos
no son entidades estáticas o que deban verse
que suponían un malestar en el participante, así
como “buenas” o “malas”, ya que, tal como lo
como se buscaron transformar dichos relatos a
expone Horlacher (2015), el género puede ser
partir de la estrategia metodológica.
considerado una ficción regulatoria, una narra-
tiva que tiene diferentes formas en diferentes
tiempos y contextos, caracterizada por cierta
fluidez o inestabilidad, lo que da lugar a negocia- Articulación para el cambio: terapia narra-
ciones, cambios y mutabilidad, sin que esto tiva, teatro del oprimido, desideologización
desestime el sustrato biológico o las preguntas y re-existencia
por el cuerpo.
Una vez expuestas las comprensiones que
Teniendo en cuenta la conceptualización orientaron esta investigación en torno a la mascu-
referida de suicidio y masculinidad, resulta linidad y el suicidio y sus posibles conexiones,
interesante retomar dos teorías alrededor de es necesario conceptualizar los elementos
la conexión de estos dos fenómenos. Por un que permitieron desarrollar la estrategia para
lado, Lynberg, Haavind & Dieserud (2018) comprender el fenómeno y transformarlo. El
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primer elemento fue la terapia narrativa que, de político-social y terapéutico. Según este autor,
acuerdo con autores como White (2007) y Latorre el “arcoíris del deseo” responde al cuarto pilar y
(2013), se centra en la importancia de la construc- busca, desde el teatro, “analizar los colores de
ción de significados en las historias contadas por nuestros deseos y voluntades, para armonizarlos
las personas para ordenar su experiencia vivida. de manera diferente, con otras proporciones, con
Estas historias pueden suponer sufrimiento otras formas y en otros lienzos más acordes con
y, frente a ellas, desde la terapia narrativa, se nuestra felicidad” (p. 29).
busca construir nuevos significados y ampliar la
identidad a partir de prácticas terapéuticas que Boal (2013) expone tres hipótesis que son
favorecen la narración y la renarración, haciendo centrales para el arcoíris del deseo: 1) la
visibles otras historias, asociadas con nuevas osmosis, que propone que en cada persona
maneras de construir la identidad y las acciones y su vida se encuentran contenidas todas las
que se conectan más con lo que las personas estructuras de dominación, poder y opresión de
consideran como valioso. la sociedad; 2) la metaxis, que supone invitar al
participante a reconocer que se encuentra en
Dentro de las apuestas de la terapia narra- dos mundo al mismo tiempo: la realidad social
tiva expuestas por Payne (2002), esta investi- que vive en su cotidianidad y la recreación que
gación se centró en tres: 1) la deconstrucción hace de esa realidad en la escena teatral; y
de enlaces inesperados, en la que se buscan 3) la inducción analógica, que invita a ofrecer
aquellas experiencias y relatos que escapan múltiples versiones y puntos de vista para un
a la historia dominante y se les trata de llenar análisis distanciado y más amplio de las reali-
de detalles y mayor fuerza narrativa; 2) el tener dades sociales vividas por los participantes.
en cuenta los aspectos sociales y políticos de
la narrativa como un reconocimiento de que Por último, la desideologización y la re-exis-
las historias que cuentan las personas no se tencia fueron los conceptos que permitieron
dan en el vacío, sino que tienen relación con comprender el proceso de cambio. Según
discursos y prácticas sociales; y 3) la indaga- Ignacio Martín-Baró (1990), la desideologiza-
ción de la influencia relativa, en la que después ción es comprendida como un proceso que
de un proceso de externalización, que permite busca desenmascarar aquel “sentido común”
separar al problema de la identidad de la que hace posible y legitima la opresión. Mientras
persona, se invita a ver cómo el problema ha que la re-existencia, según Ríos (2015), se
influido en su vida y viceversa. diferencia de la resistencia en cuanto que
no supone resistir una fuerza con otra que le
El segundo elemento para la configuración de resulte contraria, sino que busca decodificar los
la estrategia fue el teatro del oprimido, el cual, significados de esa fuerza que resulta opresiva
según Boal (2013), es un sistema de ejercicios para generar un nuevo orden de sentido en el
físicos y estéticos que, a través de la actividad que se dé lugar a nuevas posibilidades existen-
teatral, busca comprender y solucionar los ciales que tengan mayor sintonía con la propia
problemas sociales y transformar las relaciones subjetividad. La re-existencia, entonces, busca
de opresión que los configuran. El teatro del descentrar las lógicas establecidas, para así
oprimido tiene cuatro pilares: artístico, educativo, buscar nuevas claves de producción y organi-
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zación, que permitan dignificar y transformar la como lo exponen Baden & Wimpenny (2014),
vida (Achinte, 2009). hace uso del proceso artístico como una forma
de comprender los fenómenos sociales, yuxta-
poniendo el arte y la investigación para explorar
y transformar la experiencia.
Método

Esta investigación fue de corte cualitativo, Se realizó un estudio de caso configurado por
lo que, retomando a González (2006), supone la teoría que, según Scandar (2014), es cuando
comprender el quehacer investigativo como el investigador, desde la teoría, diseña un
un ejercicio dialógico e interpretativo en el que análisis riguroso, detallado y profundo de una
la voz de los participantes tiene un lugar prota- unidad de análisis con coordenadas temporales
gónico, al mismo tiempo que se reconoce que y espaciales definidas, y define la recolección de
el conocimiento no es neutral ni ajeno a quien datos y modelos explicativos del mismo. Como lo
lo produce. Teniendo en cuenta lo anterior, se exponen Rodríguez, Gil & García (2006), existe
asumió el enfoque de investigación-intervención, un debate entre diferentes autores sobre si el
el cual parte de la premisa de que no existen estudio de caso es un método o una estrategia,
acciones investigativas que no tengan efectos pero al igual que los autores mencionados, esta
interventivos, ni viceversa (Estupiñán, González investigación asumió el estudio de caso como
& Serna, 2006). Es decir, tratar de comprender un una estrategia que permite explorar la pregunta
fenómeno supone transformaciones en el mismo orientadora. Se diseñaron, así, cinco escena-
y dichas transformaciones abren nuevas posibi- rios de investigación que articulan el teatro
lidades comprensivas, por lo que el rol que fue del oprimido y la terapia narrativa. Los focos,
asumido en esta investigación fue el de inves- actores, técnicas y dispositivos terapéuticos
tigador-interventor. Este enfoque se conectó utilizados en estos escenarios se presentan en
con la investigación basada en el arte que, tal la Tabla 1.
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Tabla 1. Escenarios de investigación-intervención.

Escenario Foco Actores Dispositivos terapéuticos

El amor en los Vivencias Participante Elaboración de una máscara dividida


tiempos de la alrededor de la en dos partes: la primera, en la que el
heteronorma masculinidad y Investigador- participante representó su experiencia
el suicidio interventor de masculinidad, y la segunda, en la
que representó su experiencia con el
deseo de morir.

La insoporta- Mandatos Participante El participante realizó cuatro imágenes


ble rigidez del sociales y corporales (con su cuerpo y objetos
macho deseos sobre Investigador- del espacio): dos que representaron el
masculinidad interventor deber ser de la masculinidad y la vida
y vida y dos que representaron sus deseos
(querer ser) sobre estos dos focos.

Sobre los Resiliencia y Participante Se partió del ejercicio escritural de la


huesos de los resistencia en anterior sesión sobre lo vivido en ella.
vivos la masculini- Meta-
dad y la vida observadoras El participante realizó dos imágenes
corporales (con su cuerpo, objetos del
Investigador- espacio y el cuerpo del investigador-in-
interventor terventor) para explorar lo que ha sido
la resiliencia y la resistencia en su vida.

Se retomaron las imágenes corporales


de la anterior sesión (el investiga-
dor-interventor las dibujó antes de la
sesión) y el participante las intervino
con colores y dibujos para representar
la resistencia y la resiliencia frente a la
masculinidad y la vida.

Se cerró la sesión escuchando el análi-


sis de lo ocurrido en la sesión de las
meta-observadoras.
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Escenario Foco Actores Dispositivos terapéuticos

Ser y Re-existencia Participante Se retomó el ejercicio escritural sobre


sensibilidad y desideolo- lo que el participante pensó de lo dicho
gización en la Investigador por las meta-observadoras en la ante-
masculinidad y -interventor rior sesión.
la vida
El participante escribió y declamó en
la sesión un monólogo que recogió los
nuevos lugares de existencia que ha
venido descubriendo y construyendo a
partir del proceso que se viene adelan-
tando.

El matrimonio Nuevas posi- Participante La sesión inició recuperando en un ejer-


entre la vida y bilidades exis- cicio escritural la experiencia de decla-
la muerte tenciales Investigador-in- mar el monólogo en la sesión anterior.
terventor
El participante tomó diferentes objetos
Voces de perso- del espacio (ropa y muebles), las obras
nas significativas que había realizado en sesiones ante-
riores (la máscara, los dibujos de las
imágenes corporales intervenidos, los
escritos) y junto con su cuerpo y el del
investigador-interventor construyó una
escena en la que sintiera que estaba
presentando su proceso de cambio
vivido durante el desarrollo de las
sesiones y que le permitiera reconocer
las nuevas comprensiones y posiciona-
mientos que tiene frente a la vida y su
masculinidad.

Nota: Elaboración propia.


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Muestreo y criterios de inclusión al participante, son que era soltero, homosexual,


del participante que tenía escasos recursos económicos, que
vivía con su madre y que estaba formándose
Partiendo de los planteamientos de Pérez- académicamente como psicólogo.
Luco, Lagos, Mardones & Sáez (2017), el
muestreo fue intencionado –intrínseco– típico
puesto que se realizó a partir de criterios
de exclusión e inclusión preestablecidos en Consideraciones éticas
coherencia con la teoría previa del investiga-
Esta investigación fue realizada en el marco
dor-interventor (la cual se ha venido exponiendo
de la formación de una maestría en psicología
en este texto) para buscar un caso que fuese
clínica y de la familia, en la que se brindan, a
demostrativo del fenómeno a partir de sus
bajo costo, servicios de atención psicológica en
características.
un centro propio de la universidad, en el que los
participantes tienen toda la libertad de formar
Se definieron como criterios de inclusión parte o no de los procesos investigativos, sin
para el participante que este se identificara recibir ningún incentivo. Debido a la naturaleza
como hombre, con una edad entre 20 a 30 de la maestría, el proceso de investigación-in-
años, que presentara o hubiese presentado tervención es supervisado por una profesional
conducta suicida, que tuviera un proceso con mayor experiencia clínica desde una postura
psicoterapéutico (activo o no) de al menos sistémica (la cual esta detallada en el apartado
tres sesiones y que no tuviese un riesgo alto epistemológico). Asimismo, teniendo en cuenta
de suicidio, o en caso de presentarlo haber el artículo 11 de la Resolución 008430 de 1993,
realizado el reporte y la activación de rutas de por la cual se establecen las normas científicas,
atención correspondiente. técnicas y administrativas para la investigación
en salud, se definió que el nivel de riesgo para
El participante cumplió con los criterios el participante de esta investigación es “Investi-
enunciados, ya que se identificaba como gaciones con riesgo mayor que el mínimo”1. Se
hombre, tenía 22 años y reportó que le gustaría reconoció la sensibilidad de los temas que iban
morir a los 27 años y que a los 18 años a ser abordados, así como las posibles moviliza-
había tenido un plan estructurado de suicidio. ciones emocionales que estos podían suponer.
Asimismo, al momento de participar en la inves- Así, para mitigar riesgos como el aumento de
tigación se encontraba en un proceso de psico- sensaciones de malestar y la agudización de
terapia (inicialmente su motivo de consulta se síntomas relacionados con el suicidio, se contó
relacionaba con rupturas amorosas y la muerte con la formación del investigador-interventor
de su mascota) en el Servicio de Atención como psicoterapeuta en el marco de la maestría,
Psicológica de la Universidad Santo Tomás en así como con el acompañamiento constante de
Bogotá, misma institución en la que se realizó la directora del trabajo de grado. Adicionalmente,
este proceso de investigación. Algunas caracte- otro factor que mitigó el riesgo fue que el parti-
rísticas que no están relacionadas con los crite- cipante en cuestión se encontraba simultánea-
rios de inclusión, pero que permiten caracterizar mente en un proceso de psicoterapia.
54 | Jhoan Sebastián Aponte-González & Diana Laverde — Masculinidad y suicidio. Conexiones y posibilidades de transformación...

El consentimiento informado que fue diligen- El sistema categoría es el elemento central del
ciado con el participante en la primera sesión del análisis de contenidos por categorización, por lo
proceso respondió a lo expuesto por el artículo que a continuación se describirá el proceso de
15 y siguientes de la Resolución 008430 y se formulación de las categorías de este estudio,
ajustó a los lineamientos de investigación-in- el cual es producto de la articulación entre
tervención de la Maestría en Psicología Clínica diferentes propuestas conceptuales.
y de la Familia. Adicionalmente, el proyecto se
acogió a la Ley 1.581 de 2012 (Hábeas Data), Del diálogo de los postulados de Estupiñán,
que aplica para el tratamiento de datos perso- González & Serna (2006) sobre historias
nales, lo cual fue informado al consultante dominantes con los de Boal (2013) sobre
a través del consentimiento informado2. Las opresión surgió la categoría de historias
respuestas dadas en cada uno de los encuen- dominantes de opresión, que hace alusión
tros fueron codificadas usando otro nombre a relatos totalizantes que, desde discursos
diferente al del participante y, por lo tanto, son opresivos, restringen las posibilidades del
anónimas. Toda la información que se obtuvo participante de ser hombre (masculinidad) o
en el estudio es de carácter confidencial y solo legitiman la muerte como única opción (suicidio).
será usada con fines académicos.
Por otro lado, al conectar los planteamientos
sobre memorias de Estupiñán, González y
Serna (2006) con los de Martín-Baró (1990)
Análisis de datos sobre desideologización, se construyó la
categoría de memorias de desideologización,
Para el análisis de la información obtenida en las cuales son versiones por fuera de la historia
los diversos escenarios se optó por conectar dominante que cuestionan el sentido común
elementos del análisis de contenidos por catego- que legitima una única forma de ser hombre
rización (Díaz, 2018) con elementos del análisis (masculinidad) o la muerte como enemiga
estructural de contenidos (Rodríguez, 2008). irreconciliable de la vida (suicidio).

El análisis de contenidos por categorización, Por último, al conectar los postulados de


según Díaz (2018), consiste en la clasificación en Latorre (2013) sobre historias alternativas
categorías que buscan dar sentido a un cuerpo con los de Ríos (2015) sobre re-existencia,
de información que ha sido recolectado. Bardín emergió la categoría de historias alternativas
(2002, citado en Díaz, 2018) expone que las de re-existencia, que fue comprendida como
categorías son clases definidas conceptualmente versiones novedosas que desafían las histo-
que reúnen elementos de la información. Por su rias dominantes y generan nuevos órdenes de
parte, el análisis estructural de contenido busca sentido para la persona, ofreciendo así oportuni-
“la extracción del sentido que se encuentra en dades plurales de ser hombre (masculinidad) o
un soporte o discurso determinado” (Rodríguez, de ver opciones más allá de la muerte (suicidio).
2008, p. 219). Este método postula que ningún
elemento puede tener significado por sí mismo, El procedimiento desarrollado para la
por lo que se supone que existe una relación de construcción de resultados implicó que todos los
oposición de dos o más elementos. escenarios de la investigación fueron grabados
Revista Antropologías del Sur Año 8 N°16 2021 Págs. 043 - 068 | 55

en audio y transcritos. Posterior a ello, a partir Tabla 2, a partir de la cual se realizó la organiza-
del sistema categorial definido en esta investi- ción y el análisis de la información.
gación, se formuló la matriz presentada en la

Tabla 2. Matriz de análisis de la información.

Masculinidad Suicidio

Historias de opresión

Memorias de desideologización

Historias alternativas
de re-existencia
Nota: elaboración propia.

Una vez clasificada la información en la matriz del fenómeno realizada para esta investiga-
de la Tabla 2, se llevó a cabo un análisis estructural ción. Y posteriormente, desde el análisis estruc-
de contenidos. Este proceso se da en dos fases: tural de contenidos, se formuló la estructura de
la primera constituye la construcción y descripción sentido presente en el relato del participante,
de unidades elementales de sentido y la segunda, enriqueciendo así la categorización realizada.
la exploración de la relación y dinámica entre ellas.

De este modo, el análisis estructural de conte-


nidos permitió profundizar en los elementos en Resultados
oposición que configuraban el significado en el
A partir del proceso de análisis descrito en el
relato del participante, así como comprender
anterior apartado se organizaron las siguientes
el cambio en la relación de estos a lo largo
tres narrativas para exponer las comprensiones
del proceso de investigación. Es así como se
construidas en este proceso investigativo: 1) la
llegó a formular una estructura de sentido que
vida sin cabida en la sociedad; 2) la vida legiti-
permitió ver con más claridad la conexión entre
mada por la muerte; y 3) la existencia querida.
masculinidad y suicidio vivida por el partici-
Adicionalmente, se presenta el lugar que tuvo el
pante, así como los atributos asociados a cada
cuerpo como escenario de posibilidad durante el
uno de estos elementos. Dicha estructura será
proceso, el cual fue un elemento emergente en
expuesta en el apartado de resultados.
el análisis realizado. Los fragmentos textuales
En síntesis, en un primer momento se acudió se identifican por un código que permite ver el
al análisis de contenidos por categorización actor que lo dijo (A), que puede ser participante
para clasificar la información en un sistema (P) o investigador-interventor (I), el número del
categorial, definido desde la conceptualización encuentro (E) y el número de la intervención (I).
56 | Jhoan Sebastián Aponte-González & Diana Laverde — Masculinidad y suicidio. Conexiones y posibilidades de transformación...

La vida sin cabida en la sociedad del participante, ya que no solo le reafirmaba


que había algo malo con él por no tener las
La conexión que existía en el relato del parti- características del deber ser de un hombre o de
cipante entre la masculinidad y el suicidio se un hombre homosexual, sino que reducía signi-
configuraba desde una historia de opresión que ficativamente sus posibilidades de interacción y
restringía las posibilidades identitarias de este. de existencia. El no cumplir con los mandatos
Ello se recoge en el siguiente fragmento: sociales alrededor del deber ser suponía para
La masculinidad te encasilla tanto en lo que puede el participante una experiencia de marginalidad
ser, pero la muerte pone fin a todas estas casillas, y de profunda soledad.
una vez mueres, ya estás muerto. […] O sea, ya en
la muerte ya no hay género, ya no hay necesidad de Desde estas experiencias, el participante
cumplir roles, de estereotipos de nada de eso, enton- configuró una narrativa en la que la vida era una
ces es como que la muerte le pone fin a eso que siem-
imposición de constante sufrimiento y frente a la
pre debiste ser. (AP E1 I176)
cual solo podía escapar a través del suicidio, ya
que, según él, “para la sociedad mi vida no tiene
La masculinidad era vivida por el partici- cabida” (AP E1 I53). Dentro de esta narrativa, el
pante como una versión rígida, que aprendió suicidio era considerado como una posibilidad
de su madre y que luego le fue reafirmada por de tener autonomía frente a la imposición de
familiares y amigos. Según esta versión, el la vida y era visto como una forma de parar el
hombre “tiene que ser fuerte, responsable, que sufrimiento proveniente de la censura y restric-
le gusten las mujeres; es como también un plus, ción por no cumplir con la versión hegemónica
competente, competitivo, eficaz (mmm), como de masculinidad. Este sufrimiento llevaba al
que, controlado, debe controlar sus emociones participante a enunciar que “es difícil pensar en
y al mismo tiempo protector” (AP E2 I189). El el derecho de vivir, cuando para mí no lo veo,
participante no consideraba que cumpliera con se me hace más fácil el derecho a morir, o sea,
dicha versión de hombre, especialmente por su la vida que quiero vivir como es que… es como
sensibilidad y su homosexualidad. Esta sensibi- no, porque es morir” (AP E3 I4).
lidad era también vivida como problemática para
el participante al interior de la comunidad LGBT, A partir de lo anterior, se puede apreciar que
como lo expone en el siguiente fragmento: la masculinidad se configuraba desde la tensión
entre características censuradas y celebradas
Si no eres mejor dicho de cuerpo de gym, no llamas la (es importante anotar que esta censura y
atención de las otras personas, pero al mismo tiempo
celebración se da inicialmente desde ámbitos
esa tensión está basada en el deseo sexual entonces...
y yo soy alguien muy sentimental, entonces siento que sociales, pero con el tiempo fue interiorizada
es de mi condición que no encajo en la sociedad y por el participante), mientras que la existencia
donde se supone que debería encajar tampoco estoy era configurada desde una tensión entre la vida
encajando y no estoy encajando en la vida, o sea, yo
vista como imposición y la muerte vista como
pertenezco, yo no pertenezco a esta vida. Yo no perte-
nezco a este mundo. (AP E1 I142)
decisión. Estos significados y tensiones confi-
guraban un campo narrativo en relación con
el suicidio y la masculinidad, que se puede
Esta experiencia de no encajar o pertenecer apreciar con mayor detalle en la figura 1.
se configuró en un elemento central del malestar
Revista Antropologías del Sur Año 8 N°16 2021 Págs. 043 - 068 | 57

Figura 1. Estructura de significado del relato del participante.

Nota: elaboración propia.

Desde el marco epistemológico de esta inves- La vida legitimada por la muerte


tigación la mirada sobre el observador configura
un elemento central de la producción de conoci- Las historias dominantes expuestas anterior-
mente estaban atravesadas por el sufrimiento y
miento, por lo que es relevante exponer que, en lo
el deber ser, por lo que fue central en la apuesta
referente a estas historias dominantes, el investi-
psicoterapéutica la exploración del “querer ser”
gador-interventor logró conectarse con el partici-
para favorecer la emergencia de nuevas posibi-
pante desde las propias vivencias alrededor de la
lidades. Este “querer ser” se apreció en las
masculinidad y la censura de la homosexualidad.
memorias de desideologización, que cuestio-
En él resonaban el sufrimiento y la imposibilidad
naron las siguientes lógicas que legitimaban las
que también en algún momento de su vida legiti-
historias dominantes: 1) la masculinidad como
maron la muerte sobre la vida. Esta sensibilidad
algo estático y rígido y 2) la enemistad entre
del investigador-interventor fue movilizador para
muerte y vida.
el proceso y favoreció los tratamientos dialógicos
y reflexivos desde lecturas amplias y contex- Frente al primer cuestionamiento, el partici-
tualizadas en torno al sufrimiento y las posibili- pante relató en un inicio que la masculinidad “no
dades de transformación de la masculinidad y la existe porque es que es una construcción social,
conexión con la vida. entonces es cómo construimos lo que creemos
58 | Jhoan Sebastián Aponte-González & Diana Laverde — Masculinidad y suicidio. Conexiones y posibilidades de transformación...

que debería ser lo masculino y en función de De este modo, las narrativas en torno a
eso pues todos orientamos eso” (AP E1 I18); la enemistad entre muerte y vida se vieron
sin embargo, era en su relación con la mascu- enriquecidas por un ejercicio corporal en el que
linidad en la que se cimentaba su sufrimiento. el participante, a través de su cuerpo y el cuerpo
Este cuestionamiento cobró fuerza en el trans- del investigador-interventor, elaboró imágenes
curso de las sesiones, pero tomó una nueva corporales que le permitieron reconocer la
forma al emerger una narrativa de la masculi- resistencia y la resiliencia como elementos
nidad más allá de una única versión, para vivir esenciales de su vida. Esto fue connotado
así su propia versión de masculinidad o, en sus nuevamente a través del equipo reflexivo al
propias palabras, “dejar de vivir en los cánones visibilizar las tensiones que vivía el partici-
de la sociedad de pronto... o sea, como lograr pante entre el “deber ser” y el “querer ser”.
ser un poco más libre” (AP E3 I88). Estos dispositivos le permitieron a este tomar la
cercanía que sentía con la muerte y ponerla al
La exploración que resultó en este cuestio-
servicio de legitimar su vida.
namiento se dio a través de la construcción de
imágenes corporales, las cuales permitieron Teniendo en cuenta la resonancia que tenía
que el participante imaginara nuevas posibili- el investigador-interventor con la experiencia
dades en otras formas de masculinidad. Fue del participante, fue muy importante en estos
a través de estas imágenes que se empieza ejercicios asumir deliberadamente una postura
a visibilizar, desde la conversación terapéu- que invitara a la reflexión y no a imponer las
tica, la influencia que tenía el “deber ser” en reflexiones que el investigador-interventor
su vida, así como esos desenlaces excep- ha construido a lo largo de su vida frente a
cionales que lo invitaban a ver otros mundos la masculinidad y el suicidio, tanto de forma
posibles, que eran normalmente silenciados personal como profesional. Esto en sí mismo
por la historia dominante. fue coherente con la búsqueda del querer ser
por parte del participante, ya que si fuese el
El segundo cuestionamiento le permitió al
investigador-interventor quien definiera las
participante desafiar la versión de que la muerte
y la vida eran dos enemigos irreconciliables y versiones alternas alrededor de la masculi-
el sentimiento de encontrar en la muerte, con nidad y el suicidio, este sería otro deber ser
la que sentía mayor cercanía, la posibilidad de impuesto al participante, además que no
encontrarle belleza a la vida y dejar de verla recurriría a sus memorias y la potencia narra-
como una imposición, tal como se aprecia en el tiva que estas tienen. Por último, es impor-
siguiente fragmento: tante mencionar que los ejercicios corporales
fueron centrales al momento de configurar una
La vida es una flor que algún día morirá, algún día se relación de confianza entre el investigador-in-
marchitará y es lo que algunos autores ponen que es
terventor y el participante, al permitir la apari-
linda de la vida. Si nosotros viviéramos 500 años, no
veríamos la vida como algo bello, la veríamos como algo ción del cuerpo del primero como recurso para
tortuoso, algo que tendríamos que acabar sí o sí, pero el proceso de cambio.
es esa finitud lo que hace linda la vida. (AP E3 I178)
Revista Antropologías del Sur Año 8 N°16 2021 Págs. 043 - 068 | 59

La existencia querida el participante retomó todas las producciones


artísticas que había venido construyendo en el
Para que las memorias anteriormente enun- proceso investigativo-interventivo (la máscara,
ciadas tomaran la potencia narrativa para los dibujos, el monólogo y otros escritos adicio-
consolidarse como historias alternativas fueron nales) y junto con elementos presentes en el
esenciales tres dispositivos: un monólogo, ejer- espacio, el cuerpo del investigador-interventor
cicios escriturales de sesión a sesión y la elabo- y su propio cuerpo construyó una escena
ración de una escena teatral. teatral. Esta escena fue una oportunidad para
que el participante recuperara el proceso de
La elaboración y la declamación de un
cambio que había vivido, al mismo tiempo que
monólogo en el escenario investigativo le permi-
lo invitaba a asumir nuevas posturas existen-
tieron al participante enunciar esos nuevos
ciales desde dicho proceso. Asimismo, este
lugares de re-existencia que logró construir a
dispositivo permitió conectar cuerpo y palabra,
lo largo del proceso, desde la conexión entre el
encarnando así las historias alternativas que se
cuerpo y la palabra, y darle protagonismo a la
venían consolidando durante el proceso.
voz del participante, la cual había sentido silen-
ciada a lo largo de su vida. Este ejercicio y la A partir de lo descrito, el participante logró
conversación terapéutica alrededor del mismo consolidar nuevas versiones de sí mismo, en las
permitieron dar un lugar protagónico a las que los elementos que antes eran vistos como
versiones que cuestionaban y ofrecían posibi-
deficitarios, como la homosexualidad, la sensi-
lidades novedosas sobre la masculinidad y la
bilidad y la cercanía con la muerte, se convir-
existencia para el participante, dándoles así un
tieron en recursos para construir una existencia
carácter de historias alternativas.
desde el “querer ser”.
Además de estas experiencias, es impor-
La homosexualidad empezó a ser narrada
tante mencionar que se llevaron a cabo ejerci-
como una posibilidad de flexibilidad frente al
cios escriturales durante todo el proceso, los
género, ya que, “pues como soy homosexual,
cuales eran indicados al final de cada sesión
tengo ambos, como lo bueno de ambos
y retomados al inicio de la siguiente. Estos
mundos” (AP E2 I86). Esto permitió una integra-
estuvieron encaminados a visibilizar aquellas
ción de lo que antes era visto por el consultante
versiones que ofrecían posibilidades novedosas
como masculino y femenino (en particular la
al participante, lo que favoreció que las
conexión con sus emociones), lo que dio lugar
reflexiones y posicionamientos construidos en
a una nueva forma de vivir la sensibilidad en
el escenario investigativo se hicieran parte de
la que, para el participante, “el hecho de que
la cotidianidad del participante y contribuyeran,
sea sensible no quiere decir que no sea fuerte,
con ello, a la apuesta del teatro del oprimido
puedo ser sensible y fuerte al mismo tiempo y
de llevar lo actuado en la escena teatral a la
aunque no lo parezca, puedo ser débil y fuerte
realidad social.
al mismo tiempo” (AP E4 I318). Se dejaron de
De este modo, las historias alternativas se narrar los opuestos desde la contradicción y
vieron fortalecidas por un ejercicio performa- empezaron a ser narrados desde la comple-
tivo, en el que, a modo de ritual terapéutico, mentariedad, siendo la relación entre la muerte
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y la vida el mejor ejemplo de esto, tal como se del segundo, sino que, por el contrario, el prota-
ve en el siguiente fragmento: gonismo de la voz del participante le invitó a
reconocerse desde la libertad y la autonomía.
Y si yo quiero vivir pensando constantemente en la
muerte, queriendo tenerla como mi amiga, como esa
oscuridad que me ayuda a ver la luz, quiero vivir así,
quiero ser quien yo soy y aunque sí tenga que some-
El cuerpo como escenario de lo posible
terme a unas cosas, quiero que aunque sea en ese
camino, quiero que ese camino que otros pintaron
El cuerpo se convirtió en el escenario para
que debería seguir, quiero caminarlo yo […] estaré
siguiendo ese camino, pero lo estaré siguiendo a mi explorar nuevas posibilidades en la configuración
manera. (AP E4 I322) narrativa del participante. Este permitió ir más allá
de la racionalidad instalada desde la versión rígida
de la masculinidad y dar lugar a la exploración y
La integración dialógica de opuestos le la expresión de las emociones que esta suponía
permitió al participante configurar nuevos en la vida del participante. Emociones marcadas
órdenes de sentido, en los que logró posicio- por el malestar, el sufrimiento y el cansancio, por
narse de manera crítica, creativa y autónoma tener que sostener algo que sentía como ajeno
frente a las versiones hegemónicas de la e impuesto. La máscara elaborada en el primer
masculinidad y la vida. Esto le permitió conec- escenario y, en especial, las imágenes corpo-
tarse con la libertad y las nuevas posibilidades, rales del segundo pusieron a las emociones en
desde una postura en la que “no pienso en la escena más allá de las palabras, permitiendo así
vida que quiero vivir, sino en la existencia que un diálogo entre lo dicho y lo encarnado.
quiero ser” (AP E4 I330).
Esto se puede apreciar en el siguiente
Es importante mencionar que el proceso de fragmento de la conversación sobre una de las
cambio descrito supuso movilizaciones en las imágenes corporales realizadas en el segundo
propias comprensiones del investigador-in- encuentro sobre la versión del deber ser de la
terventor sobre su masculinidad y su vida. masculinidad:
Estas movilizaciones abrieron posibilidades al
Participante: Quiero quitarme este peso, porque
momento de poner en escena los dispositivos mantener esta pose es muy agotador, es horrible, mis
terapéuticos, ya que estos se vieron enrique- piernas no se sienten cansadas, pero mis brazos y el
cidos por posturas de curiosidad y humildad pecho me pesa para respirar, es horrible esta sensa-
ción. (AP E2 I170)
por parte del investigador-interventor, quien
reconoció que su experticia no estaba centrada Investigador-interventor: Ok, ¿cómo se ha vivido esto
tanto en el contenido de las reflexiones, sino en tu vida? Valga la redundancia. (AI-I E2 I171)
en los procesos conversacionales que favore-
cieran al participante generar sus propias Participante: Mantener una forma, o sea, cuando me
dijiste esto de mantenerlo, sentí una presión como
versiones frente a la masculinidad y la vida.
“juemadre, me voy a ahogar, no voy a poder”, y es
Esto permitió que se configurara una relación el sentido de que siempre debo ser así, así me esté
desde la confianza y el reconocimiento mutuo cansando, así me esté muriendo, debes estar así. (AP
entre investigador-interventor y participante, en E2 I172)
la que la voz del primero no pesaba sobre la
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El cuerpo no solo permitió explorar las histo- El cuerpo fue el territorio relacional en el que
rias dominantes, sino que encontrar grietas en se tejieron las conversaciones y se fortalecieron
la mismas que invitaron al participante a asumir las historias alternativas, ya que pudieron ser
posicionamientos vitales novedosos desde el encarnadas y llevadas a la cotidianidad del
cuestionamiento de las lógicas que legitimaban participante, permitiéndole mayor libertad,
y sostenían su sufrimiento. Asimismo, el poder autonomía y conexión consigo mismo. Adicio-
desarrollar ejercicios como escribir y actuar nalmente, el cuerpo permitió fortalecer la
un monólogo en el que exponía sus nuevos relación entre el investigador-interventor y el
posicionamientos vitales; y diseñar y actuar participante, ya que el cuerpo del investiga-
una escena sobre las transformaciones vividas, dor-interventor también se puso en escena
invitaron al participante a encarnar estas narra- como un recurso para el proceso de cambio,
tivas novedosas que se fueron dando durante tal como se puede ver en la siguiente interven-
el proceso. ción del investigador-interventor en el tercer
encuentro: “entonces la idea es que usando mi
El siguiente fragmento de la conversación
cuerpo y el tuyo armemos una primera imagen
sostenida en el encuentro de cierre sobre los
de lo que, para ti, en tu vida, ha sido la resis-
cambios que vivió el participante y las emociones
tencia” (AI-I E3 I31).
que estos le generan permite observar lo dicho:

Investigador-interventor: Ok, dónde... ¿dónde se siente


el orgullo en tu cuerpo?. (AI-I E5 I74)
Discusión
Participante: Lo siento en el pecho, como... como un
sentimiento que nace ahí y se expande por el resto de En la narrativa del participante, la conexión
mi cuerpo. (AP E5 I75) entre masculinidad y suicidio se encontraba en
el sufrimiento de sentir que “para la sociedad mi
Investigador-interventor: ¿Y este orgullo con qué está vida no tiene cabida” (AP E1 I53). Esta narrativa
relacionado?. (AI-I E5 I76)
se configuraba desde la experiencia de censura
Participante: Con mi proceso, veo como una línea del
de sí mismo, la cual podría conectarse con un
tiempo, como una historia donde llegué cubriéndome proceso de estigmatización internalizada, que
la cabeza, donde no veía o no mostraba lo que yo era González (2019) explora en diagnósticos de
y por medio de todo este trabajo, esta obra, todos los salud mental, pero cuya comprensión puede ser
escritos, todos estos trabajos ahora muestro quién soy,
llevada a otras experiencias de diferencia, como
pero ahora sostengo algo en mis manos y este algo
tal vez no sepa para qué me sirve, o sí sé para qué lo son, en este caso, la homosexualidad y el no
me sirve, tal vez no he comenzado a dibujarlo, pero cumplimiento de la masculinidad hegemónica.
es el hecho de que ahora tengo más colores, cuando De acuerdo con esta autora la estigmatización
entré tenía la sensación de un vacío cuando pensaba
internalizada es un proceso dinámico en que la
en la muerte, pero con esto siento que ahora puedo
dibujar la muer... puedo seguir viendo la muerte como persona no solo asume las creencias negativas
una vieja amiga, pero puedo colorearla de diferentes que se tienen en su contexto sociocultural frente
maneras. (AP E5 I77) a cierto grupo de personas, sino que al perte-
necer a dicho grupo incorpora dichas creencias
negativas a su propia identidad. Esta estigmati-
62 | Jhoan Sebastián Aponte-González & Diana Laverde — Masculinidad y suicidio. Conexiones y posibilidades de transformación...

zación internalizada en el participante lo llevaba que no encuentra. Estas emociones resuenan


a censurar su propia diferencia, así como a con las narrativas iniciales del participante de
considerar que no iba a encontrar un espacio sentir que sus relaciones se veían amenazadas
social al cual pertenecer, por lo que a partir de por no cumplir con estos mandatos o que la
este sufrimiento la vida se narraba como una muerte era la única posibilidad para escapar de
imposición a la que solo se podía escapar a la rigidez de la masculinidad que lo dejaba sin
través del suicidio. lugar de existencia.

Retomando los planteamientos de Butler Estos elementos eran los que configuraban
(2010), se puede apreciar cómo la existencia del la conexión de la masculinidad y el suicidio
participante no es aprehendida por la sociedad en lo que Latorre (2013) enuncia como una
como vida, al no cumplir las normas que social- historia dominante, ya que totalizaba la
mente definen lo que es y no es una vida digna. identidad del participante, aprisionándolo en
Según esta autora, la ontología corporal (porque las conclusiones negativas de quien es (o para
el cuerpo no se tiene, se es) está atravesada ser más precisos, en este caso, de quien no
por lógicas que se encuentran en las relaciones, era, a la luz del modelo BBVAh), adquiriendo
como el caso del participante con su madre, un carácter de verdad frente al cual pareciese
algunos familiares, amigos y parejas, que no tener posibilidades de negociación ni
definen lo que es una vida digna y lo que no lo es. cuestionamiento, dejando así el suicidio como
Estas lógicas están articuladas alrededor de lo única posibilidad.
que Pérez-Orosco (2014) enuncia como modelo
de sujeto BBVAh (sujeto burgués, varón, adulto, Teniendo en cuenta lo anterior y la ontología
con funcionalidad normativa y heterosexual), al corporal (Butler, 2010) en la que se articulan las
cual, desde lógicas patriarcales y capitalistas, lógicas que suponían el sufrimiento del partici-
se le da un lugar privilegiado en la sociedad, pante, tiene sentido el haberle dado un lugar
en que los poderes sociales, políticos y econó- central al cuerpo dentro del proceso de cambio.
micos le pertenecen, mientras que quienes no El cuerpo, tal como lo expone Castañeda
cumplen con este modelo quedan destinados a (2011), es un territorio de existencia que va
la periferia o, en palabras, de Butler (2010), a la más allá de una posesión y se conecta profun-
precariedad. damente con quien somos. El cuerpo fue una
entrada a lo sensible, a aquello que histórica-
Esta periferia a la que quedan destinados mente se había silenciado desde las versiones
muchos sujetos es la que genera tanto sufri- rígidas de la masculinidad y la vida, y en donde
miento en el participante, quien la vive como la experiencia hablaba con más fuerza que la
una imposibilidad, en un no-lugar, en el que, censura y la restricción. El cuerpo permitió
según Ceballos-Espinoza (2016), se encuentran encarnar las narrativas, especialmente aquellas
los suicidas. De acuerdo con este autor, este que se fueron co-construyendo en las sesiones
no-lugar resulta inhabitable, ya que no ofrece de la investigación, para acceder a aquello que
oportunidades ni a la identidad ni a la relación está por fuera de la palabra o, como lo llama
con otros, lo que lo lleva a caracterizarse por la Ríos (2015), la reflexividad en la piel.
soledad y por la necesidad de tener un espacio
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Para acceder a esta reflexividad en la piel fue Esta articulación supuso una apuesta constante
clave el diálogo entre las tres hipótesis del arcoíris desde los diferentes dispositivos para recuperar
del deseo de Boal (2013) y las tres apuestas de en los escenarios de investigación aquellas
la terapia narrativa de Payne (2002). A continua- experiencias del participante que lo invitaban a
ción se presentan dichas articulaciones. ver que otras formas de ser hombre y conec-
tarse con la vida eran posibles. Asimismo, otra
La osmosis y el tener en cuenta los aspectos apuesta fundamental desde esta articulación
sociales y políticos de las narrativas permitieron fue que este, a través de los ejercicios físicos y
generar un espacio conversacional en el que se artísticos, conectara el cuerpo y la palabra y, lo
cuestionaba el patriarcado y en el que el parti- más importante, que llevara las comprensiones
cipante logró asumir una postura crítica frente construidas en los escenarios de investigación
a esta lógica que atravesaba sus narrativas. Si a la cotidianidad.
bien el participante traía en su discurso la noción
de que el género se construye socialmente, Esto favoreció la emergencia de historias
a través de los dispositivos diseñados para la alternativas de re-existencia conectadas con
investigación-intervención esa afirmación se el poder vivir desde el querer ser y no desde
llenó de sentido al reconocer cómo algunas el deber ser. La muerte dejó de verse como un
versiones dominantes de la masculinidad orien- escape a la vida y empezó ser reconocida como
taban su vida y la configuración relacional e una posibilidad de legitimarla, ampliando así las
histórica que estas habían tenido en ella. posibilidades que le permitieran un lugar de
existencia en el que se viabilizaran otras formas
La inducción analógica y la indagación por la posibles de ser hombre por fuera del modelo de
influencia relativa supusieron una oportunidad sujeto BBVAh.
de darle más fuerza a los cuestionamientos del
participante al explorar nuevas formas de ver la Un elemento clave para acceder a estas
masculinidad y la vida. La versión dominante de historias alternativas fue la desideologización
la masculinidad y lo que suponía para la vida (Martín-Baró, 1990) que supuso cuestionar el
del participante empezó a ser vista como una heteropatriarcado que enuncia una sola posibi-
versión entre muchas otras posibles. Adicional- lidad de ser hombre, así como la noción de que
mente, los diferentes dispositivos le permitieron la vida y la muerte son enemigas irreconcilia-
reconocer que posicionarse de manera crítica y bles. La desideologización le abrió la posibilidad
creativa frente a las versiones dominantes que al participante de configurar nuevas versiones
habían orientado su vida era una posibilidad. de sí mismo en las que integró dialógicamente
los opuestos presentes en la masculinidad y la
Y, por último, la metaxis y la deconstruc- existencia. Estas historias alternativas configu-
ción de desenlaces inesperados fortalecieron radas por él se conectan con la re-existencia
a las narrativas que iban emergiendo y que (Ríos, 2015), ya que supusieron actos de
le ofrecían nuevas posibilidades identita- creación que lejos de ser una huida frente a la
rias al participante, invitándole a llevar lo que vida, la reafirmaron a través del acto creativo
actuaba en los escenarios de la investigación que decodificó las líneas de la opresión y abrió
a su cotidianidad y relaciones interpersonales. un vacío lógico, en el que la integración de
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opuestos no solo fue posible, sino que se confi- generativa de la masculinidad, desde la cual
guró en nuevos lugares de existencia. se reconoce que ciertas versiones hegemó-
nicas pueden estar conectadas con el suicidio,
Asimismo, es importante anotar que la desideo- pero que construir nuevas versiones alrededor
logización y la re-existencia permitieron ampliar de la masculinidad puede convertirse en una
las comprensiones que desde los conceptos oportunidad y recurso para favorecer nuevas
de memorias e historias alternativas se tiene conexiones con la vida. Asimismo, el marco
del proceso de cambio. Por un lado, la articu- narrativo desde el que se realizó esta investi-
lación de memoria y desideologización invitó a gación ofrece una mirada compleja y relacional
ver cómo la exploración de versiones periféricas del suicidio, en la que tener en cuenta el género
se ve fortalecida cuando se desenmascaran los ofrece novedosas oportunidades comprensivas
sentidos comunes, en este caso, el patriarcado, e interventivas.
que legitiman las versiones dominantes. Esto
se puede apreciar en el reconocimiento que En lo referente al teatro del oprimido se
tuvo el participante de cómo se legitimaba en reafirman las posibilidades que brinda para la
sus relacionas esta versión única de masculi- transformación de las relaciones de opresión
nidad, así como el empezar a construir nuevos que configuran el género, tal como lo exponen
sentidos alrededor de los cuestionamientos las investigaciones de Madurga & Serra (2016),
sobre la naturaleza determinista del género. Spychaj (2014), Porras (2016), Parra (2015),
Adicionalmente, esta articulación reafirma el Biggus (2017) y Cárdenas y Pozo (2018). Sin
sentido político que implica cuestionar desde embargo, la articulación realizada con el teatro
las memorias las versiones dominantes. Por del oprimido y con los conceptos de desideologi-
otro lado, el articular re-existencia con historia zación y re-existencia permite ampliar las posibi-
alternativa permitió ver cómo estas versiones lidades comprensivas e interventivas de este
novedosas ganan vigencia y potencia en el dispositivo, así como ver la potencia que tiene
relato identitario cuando se logran crear nuevos en escenarios de intervención en salud mental.
órdenes de sentido que van más allá de la resis-
tencia, en los que los opuestos se integran y
se asumen posicionamientos creativos frente Conclusiones
a la opresión. Esto fue visible en la posibilidad
que construyó el participante de ser su propia En el caso estudiado en esta investigación-inter-
versión de hombre y utilizar la cercanía con la vención, el suicidio era narrado por el participante
muerte como una posibilidad para conectarse como la única opción para escapar a la rigidez de
con la vida. las versiones hegemónicas de la masculinidad,
desde las cuales sentía que le eran censuradas
En constraste con las investigaciones de varias de sus características, especialmente su
Rosado, García, Alfeo & Rodríguez (2014), sensibilidad y homosexualidad. Asimismo, es
Pirkis, Spittal, Keogh, Mousaferiadis & Currier importante resaltar que a partir de estas narrativas
(2017), Apesoa-Verano, Barker & Hinton (2018), el participante equiparaba la vida con una imposi-
Lyberg, Haavind & Dieserud (2018) y Jordan & ción de sufrimiento, lo que legitimaba aún más a
Chandler (2019), aquí se opta por una mirada la muerte como opción sobre la vida.
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La lógica en la que se cimentaba este sufri- La articulación entre el teatro del oprimido y
miento se daba desde centros y periferias en la terapia narrativa brinda claves metodológicas
las que solo se puede ser hombre si se cumple para procesos de acompañamiento psicote-
con características como la heterosexualidad, la rapéutico con casos que tengan motivos de
racionalidad, la autosuficiencia, etc., así como consulta similares, e incluso da pistas para
solamente se puede estar del lado de la vida o procesos de prevención del suicidio en que
del lado de la muerte. Frente a esta lógica, el el punto de partida sea explorar y transformar
análisis de contenidos por categorización y el las versiones relacionadas con el género. Esta
análisis estructural de contenidos fueron impor- articulación también supone una invitación a
tantes para delimitar y develar los opuestos incluir con mayor protagonismo el cuerpo en
que estructuraban el sentido construido a partir los escenarios de intervención, reconociendo
de la historia dominante en el relato del parti- el lugar central que tiene en la configuración
cipante. Estos análisis permitieron ver cómo el identitaria y las posibilidades de exploración y
cambio no se daba al generar nuevos opuestos fortalecimiento de historias alternativas.
que dieran nuevos sentidos, sino al encon-
trar nuevos sentidos en la integración de los Este estudio invita a admitir la importancia que
opuestos ya existentes. tiene el género, en este caso la masculinidad,
en el abordaje del suicido, ya que ofrece nuevos
Desde la movilización vivida por el participante focos conversacionales que pueden fortalecer
se puede ver la potencia que tiene la articula- los procesos de prevención, evaluación e inter-
ción del teatro del oprimido y la terapia narrativa, vención. Adicionalmente, el marco comprensivo
ya que favoreció que las historias alternativas de las narrativas tiene la capacidad de explicar
fueran encarnadas y llevadas a las relaciones diversos fenómenos sociales, en este caso la
y cotidianidad del participante, dándoles mayor conexión entre masculinidad y suicidio, desde
fuerza en sus procesos de configuración identi- una mirada novedosa que conecta la particula-
taria. El cuerpo se convirtió en una posibilidad ridad del relato de la persona con las configu-
de existir de maneras novedosas y recuperar raciones discursivas y prácticas sociales que
aquellos elementos que fortalecieron la historia atraviesan los cuerpos y que socialmente definen
alternativa del participante. unas vidas como más dignas que otras. A partir
de esta mirada es necesario asumir un compro-
Asimismo, las categorías de desideologización miso ético-político que contribuya a transformar,
y re-existencia fueron claves para comprender desde los diferentes escenarios de investiga-
el proceso de cambio. La primera permitió ver ción e intervención, dichas configuraciones para
cómo se dieron cuestionamientos a la lógica del ampliar las posibilidades de libertad y autonomía
patriarcado que legitimaba la opresión en la vida de aquellas personas y colectivos que histórica-
del participante, mientras que la segunda permitió mente han sido oprimidos y segregados.
aproximarse a la creación de nuevos órdenes de
sentido realizada por este, en los que no niega Por último, es importante resaltar que esta
los opuestos, sino que los pone a conversar para investigación puede convertirse en un punto de
crear lugares existenciales novedosos que le partida para seguir explorando la potencia del
generan mayor autonomía y libertad. teatro del oprimido en los escenarios de inter-
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vención en salud mental, no solo individuales, heterosexuales. Es a partir de lo anterior que se


como se optó en esta investigación, sino colec- destacan algunas preguntas que pueden resultar
tivos. Asimismo, si bien no fue un criterio de interesantes para futuras investigaciones: 1)
inclusión de este estudio, la homosexualidad ¿cómo se articula el teatro del oprimido y la
del participante fue un elemento relevante terapia narrativa en escenarios colectivos para
para el análisis, por lo que este trabajo invita a contribuir a la transformación de la relación entre
seguir explorando cómo se da la relación entre masculinidad y suicidio?, y 2) ¿cómo se da la
masculinidad y suicidio teniendo en cuenta otras conexión entre masculinidad y suicidio en el
interseccionalidades, como las de clase social, caso de hombres heterosexuales? (esta última
etnia o condiciones de discapacidad, incluso pregunta podría formularse con cualquier otro
explorando si esta relación entre masculinidad y tipo de interseccionalidad, como raza, clase,
suicidio se vive diferencialmente para hombres etnia, condición de discapacidad, etc.).

Notas
1
Resolución Nº 8430, 4 de octubre de 1993, por la cual se 2
Ley Estatutaria Nº 1581, 17 de octubre de 2012, por la cual se
establecen las normas científicas, técnicas y administrativas para dictan disposiciones generales para la protección de datos personales.
la investigación en salud. Congreso de la República. Congreso de la República.

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