Está en la página 1de 6

Cómo construir un árbol filogenético

Ejemplo:
Si fuésemos biólogos que construyen un árbol filogenético como parte de nuestra
investigación, tendríamos que elegir qué conjunto de organismos organizar en un árbol.
También tendríamos que escoger las características de esos organismos en las que basaríamos
nuestro árbol (a partir de sus diversas características físicas, conductuales y bioquímicas
diferentes).

Si, en cambio, queremos construir un árbol filogenético para una clase, nuestro caso, lo
habitual es que nos den un conjunto de características ordenadas en una tabla, que tendremos
que convertir en un árbol. Por ejemplo, esta tabla muestra la presencia (+) o ausencia (0) de
varias características:

Carácter Lamprea Antílope Águila calva Caimán Róbalo


Pulmones 0 + + + 0
Mandíbulas 0 + + + +
Plumas 0 0 + 0 0
Molleja 0 0 + + 0
Pelo 0 + 0 0 0

Lo primero que debemos saber el qué características son ancestrales y cuáles derivadas,
siendo las características ancestrales las del antecesor común y los caracteres derivados los
que surgieron en algún punto del linaje que desciende del ancestro.

Es posible que te den información acerca de un grupo externo, una especie que está
relacionada de manera más lejana a las especies de interés de lo que están emparentadas
entre ellas. Si nos dan un grupo externo, este puede servir como un representante de la
especie ancestral. Esto es, podríamos asumir que sus rasgos representan la forma ancestral de
cada característica.

En nuestro ejemplo, la lamprea, un pez sin mandíbula que carece de un esqueleto verdadero,
es nuestro grupo externo. Como se muestra en la tabla, la lamprea carece de todas las
características listadas: no tiene pulmones, mandíbulas, plumas, molleja ni pelo. Con base en
esta información, supondremos que la ausencia de estas características es ancestral y que la
presencia de ellas es un carácter derivado.

Ahora, podemos empezar a construir nuestro árbol agrupando los organismos de acuerdo con
sus características derivadas compartidas. Un buen lugar para empezar es ver qué carácter es
compartido por el mayor número de
organismos. En este caso, es la
presencia de mandíbulas: todos los
organismos excepto la especie del
grupo externo (la lamprea) tienen
mandíbulas. Así que podemos
comenzar a dibujar el árbol con el
linaje de la lamprea que se separa del
resto de las especies, de forma que

JOSE MONREAL BADÍA 1º BACH. A


podamos ubicar la aparición de mandíbulas en la rama que lleva a las especies distintas de la
lamprea.

Ahora, podemos buscar el siguiente


carácter derivado compartido por la
mayoría de los organismos. Este sería
pulmones, el cual es compartido por el
antílope, el águila calva y el caimán,
pero no por el róbalo. Con base en
este patrón, podemos dibujar el linaje
del róbalo como una rama que se
separa y ubicar la aparición de los
pulmones en el linaje que conduce
hacia el antílope, el águila calva y el

caimán.

Siguiendo el mismo patrón, buscamos ahora el carácter derivado compartido por la mayoría de
los organismos. Este sería la molleja, que comparten el caimán y el águila calva (pero que está
ausente en el antílope). Con base en estos datos, podemos dibujar el linaje del antílope como
una rama que se separa de la del caimán y el águila calva, y ubicar la aparición de la molleja en
esta última.

¿Qué pasa con los rasgos restantes, las plumas y el pelo? Estos caracteres son derivados, pero
no compartidos, ya que se encuentran en una sola especie. Los caracteres derivados no
compartidos no nos ayudan a construir un árbol, pero los podemos colocar en la ubicación más
probable para ellos. En el caso de las plumas, esta sería en el linaje que conduce al águila calva
(después de separarse del caimán). Para el pelo, sería en el linaje del antílope, después de su
separación del caimán y el águila.

JOSE MONREAL BADÍA 1º BACH. A


Cuando construimos el árbol de arriba, usamos un método llamado parsimonia.
Esencialmente, parsimonia significa que escogemos la explicación más sencilla para nuestras
observaciones. En el contexto de la construcción de un árbol, significa que debemos elegir
aquel que requiera el menor número de sucesos genéticos independientes (aparición o
desaparición de caracteres) para su construcción. Por ejemplo, también habríamos podido
explicar el patrón de caracteres que observamos con el siguiente árbol:

Actividad:
Vamos a construir un árbol genético con 6 especies de mariquitas, llamadas A, B, C, D, E y F, de
las que vamos a conocer sus relaciones filogenéticas.

JOSE MONREAL BADÍA 1º BACH. A


Para ver si están más o menos relacionadas, nos fijamos en sus características. Primero
haremos un listado con las características morfológicas:

- Color
- Forma del cuerpo
- Presencia de puntos
- Color de los puntos
- Color de la cabeza
- Forma de las antenas

JOSE MONREAL BADÍA 1º BACH. A


A continuación, realizamos una tabla en la que indicamos las características específicas de cada
especie:

A B C D E F
Color amarillo amarillo naranja morado morado naranja
Forma óvalo óvalo círculo óvalo círculo círculo
Puntos Sí Sí Sí No No Sí
Color puntos negros negros negros blancos
Color cabeza blanco negro negro Blanco negro negro
Forma antenas casa casa casa V V casa

A continuación, contabilizamos las diferencias entre especies. Construimos una tabla matriz
con el número de diferencias entre pares de especies:

A B C D E F
A 0 1 3 4 6 4
B 0 2 5 5 3
C 0 6 4 1
D 0 2 6
E 0 4
F 0

Por último, construimos el árbol teniendo en cuenta los datos de la tabla precedente. Se van
agrupando especies más afines, de modo que las especies actuales se colocan en la parte
superior y se va retrocediendo en el tiempo, suponiendo ancestros sucesivos hasta llegar a un
ancestro común a todas ellas.

Recuerda que puede haber distintas combinaciones, debes elegir la más parsimoniosa, es
decir, la más sencilla.

A=18 ESTO ES LA SUMA DE LAS


B=16 DIFERENCIAS QUE TIENE CADA
GRUPO EN TOTAL.
C=16
EN BASE A ESO HE PLANTEADO EL
D=23 ESQUEMA, EMPEZANDO POR EL
E=21 GRUPO CON MENOR CANTIDAD
DE DIFERENCIAS TOTALES.
F=18

JOSE MONREAL BADÍA 1º BACH. A


JOSE MONREAL BADÍA 1º BACH. A

También podría gustarte