Está en la página 1de 37

CORONILLA A SAN MIGUEL

ARCÁNGEL
Introducción
Para que sea más grato y precioso este devoto ejercicio, basta
tener presente el sumo agrado con el que lo acogió el glorioso
Arcángel San Miguel, quien lo reveló a la gran sierva de Dios,
Antonia de Astona en Portugal, como refiere en su vida, y que
aquí reproducimos como creencia piadosa y particular,
totalmente sujeta al juicio de la Santa Iglesia. Presentándose
San Miguel ante su ferviente devota, le dijo que quería ser
venerado con nueve salutaciones (o nueve saludos), que
corresponden a los Coros de los Ángeles, las que consisten en
el rezo de un Padre Nuestro y tres Ave Marías en honor de las
tres Jerarquías Angélicas, y se concluye con cuatro Padre
Nuestros: el primero en honra suya, el segundo en honor de
San Gabriel, el tercero de San Rafael y el cuarto de nuestro
Ángel Custodio. El santo Arcángel prometió a su devota que
quien rece cada día su corona, gozará en vida de su especial
protección y la de los Ángeles, y después de la muerte le
obtendrá ser librado del Purgatorio. Añadió también que quien
así le venere antes de la Santa Comunión, le conseguirá que le
sea destinado un Ángel de cada uno de los nueve Coros para
que lo acompañen a la Sagrada Mesa. (Modo de rezarla:
Estando, de ser posible, ante la imagen de San Miguel
Arcángel, pide la presencia del Espíritu Santo de Dios). En el
nombre del Padre...

(Orar con fervor las siguientes oraciones)


Gloria al padre, al hijo, y al espíritu santo
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos
de los siglos. Amén…
Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos
libranos señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo. Amen.

CREDO
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo
y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido antes de todos
los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios
verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del
Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres
y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu
Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por
nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del
Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de Vida, que procede del Padre y del Hijo, que
con el Padre y el Hijo reciben una misma adoración y gloria.
Y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una,
santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo
bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu
Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la
tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos
ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del
mal. Amén.

ACTO DE CONTRICCION
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador,
Padre y Redentor mío, me pesa de todo corazón el haber
pecado, porque he merecido el infierno y he perdido el cielo
y, sobre todo, porque te ofendí a Ti que eres bondad infinita
quien amo sobre todas las cosas, Propongo firmemente, con
tu gracia, enmendarme y alejarme de las ocasiones de pecar,
confesarme y cumplir la penitencia. Confió me perdonaras por
tu infinita misericordia. Amén.

ORACIÓN
¡Dios Todopoderoso y Eterno, Uno en Tres Personas! Antes
de dirigirnos a los Santos Ángeles, tus servidores y de
llamarlos en nuestro socorro, nos postramos delante de Ti y
Te adoramos, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Bendito y alabado seas por toda la eternidad. Que todos los
Ángeles y los hombres que has creado te adoren, te Amén y
te sirvan, Dios Santo, Dios Fuerte, Dios Inmortal.

¡Y Tú María, Reina de los ángeles, medianera de todas las


gracias, todopoderosa en tu oración, recibe bondadosamente
la oración que les dirigimos a tus servidores, y hazla llegar
hasta el Trono del Altísimo para que obtengamos gracia,
salvación y auxilio! Amén.

INVOCACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL

San Miguel Arcángel, campeón leal de Dios y de su pueblo,


me dirijo a ti con confianza buscando tu poderosa intercesión.
Por el amor de Dios, Quien te hizo tan glorioso en gracia y
poder, y por el amor de la Madre de Jesús, la Reina de los
Ángeles, complácete en escuchar mi oración.

Tú conoces el valor de mi alma a los ojos de Dios. Que


ninguna mancha del mal deforme su belleza. Ayúdame a
vencer el espíritu maligno que me tienta.

Yo deseo imitar tu lealtad a Dios y a la Santa Madre Iglesia y


a tu gran amor a Dios y a las personas. Y debido que tú eres
es el mensajero de Dios para el cuidado de su pueblo, te
encomiendo esta solicitud especial:

- Mencionar la petición –

Para que el Señor, nos conceda a todos los miembros de las


familias, salud y paz, trabajo y alegría. Y apoyarlos en la
fuerza divina, hagamos de nuestras casas hogares acogedores,
serenos y alegres

V. Roguemos al Señor
R. Te lo pedimos Señor. / Te rogamos Señor.

San Miguel Arcángel, debido a que tú eres, por la voluntad


del Creador, el poderoso intercesor de los cristianos, yo tengo
una gran confianza en tus ruegos. Yo sinceramente confío en
que, si es santa voluntad de Dios, será concedida mi petición.
San Miguel Arcángel, ruega por mí y también por todos
aquellos a quienes amo. Protégenos en todos los peligros del
cuerpo y alma. Ayúdanos en nuestras necesidades diarias.
A través de tu poderosa intercesión, que podamos vivir una
vida santa, una muerte feliz, y alcanzar el cielo, donde
podemos alabar y amar a Dios contigo por toda la eternidad.
Amén.
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS
DÍAS.
Clementisimo Príncipe de los Ángeles, glorioso San Miguel
Arcángel, que gozáis la excelencia de ser el Plenipotenciario
del Altísimo, y el primer Ministro de nuestro Señor Jesucristo;
asistid favorable a nuestros ruegos, pues sólo con lo eficaz de
vuestra protección, se enfervorizará lo desmayado de nuestra
tibieza; humildemente os suplicamos, intercedáis con la Reina
de los Ángeles María Santísima, Madre de Dios y Señora
nuestra, para que nos alcance de nuestro Señor Jesucristo, que
nos atienda a lo que le pide nuestro afecto en esta novena, si
no a lo que más nos convenga para nuestra salvación. Amén.

V. Oh, Dios, ven en mi ayuda.


R. Apresúrate, Señor a socorrerme.

Gloria al padre, al hijo, y al espíritu santo


Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos
de los siglos. Amén…
SALUTACIÓN I. Al primer coro angélico.

Por la intercesión del glorioso San Miguel Arcángel y del


Celestial Coro de los Serafines, que Dios Nuestro Señor
Prepare Nuestras Almas; y así recibir dignamente en nuestros
corazones, el fuego de la caridad perfecta. Amén.

Se reza un Padre Nuestro, 3 Aves Marías, un gloria, y


jaculatoria.

PADRE NUESTRO:
Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu
nombre, venda a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad así en
la tierra como en el cielo,
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, y no
nos dejes caer en la tentación; y libranos del mal, Amén.

AVE MARIA:
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto
de tu vientre Jesús,
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte Amén.
GLORIA:
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos Amén.

JACULATORIA:
V. San Miguel, sostén de los que combaten bajo el estandarte
de la Cruz.
R. Ruega por nosotros Arcángel San Miguel, Príncipe de la
Iglesia de Cristo, para que seamos dignos de alcanzar sus
promesas. Amen.

SALUTACIÓN II. Al segundo coro angélico.

Por la intercesión del glorioso San Miguel Arcángel y del


Coro Celestial de Querubines, que Dios Nuestro Señor nos
conceda la gracia de abandonar los caminos del pecado, y
seguir el camino de la perfección cristiana. Amén.

Se reza un Padre Nuestro, 3 Aves Marías, un gloria, y


jaculatoria.
SALUTACIÓN III. Al tercer coro angélico.

Por la intercesión del glorioso San Miguel Arcángel y del


Sagrado Coro de los Tronos, que Dios Nuestro Señor derrame
en nuestros corazones, el verdadero y sincero espíritu
humildad. Amén.

Se reza un Padre Nuestro, 3 Aves Marías, un gloria, y


jaculatoria.

SALUTACIÓN IV. Al cuarto coro angélico.

Por la intercesión del glorioso San Miguel Arcángel y del


Coro Celestial de las Dominaciones, que Dios Nuestro Señor
nos conceda la gracia de controlar nuestros sentidos; y así
dominar nuestras pasiones. Amén.

Se reza un Padre Nuestro, 3 Aves Marías, un gloria, y


jaculatoria.
SALUTACIÓN V. Al quinto coro angélico.

Por la intercesión del glorioso San Miguel Arcángel y del


Celestial Coro de las Potestades, que Dios Nuestro Señor
proteja nuestras almas, contra las asechanzas del demonio.
Amén.

Se reza un Padre Nuestro, 3 Aves Marías, un gloria, y


jaculatoria.

SALUTACIÓN VI. Al sexto coro angélico.

Por la intercesión del glorioso San Miguel Arcángel y del


Coro Celestial de las Admirables Virtudes, que Dios Nuestro
Señor nos conserve de todo mal y no nos deje caer en la
tentación Amén.

Se reza un Padre Nuestro, 3 Aves Marías, un gloria, y


jaculatoria.
SALUTACIÓN VII. Al séptimo coro angélico.

Por la intercesión del glorioso San Miguel Arcángel y del


Coro Celestial de los Principados, que Dios Nuestro Señor se
digne llenar nuestras almas, con el verdadero espíritu de la
obediencia Amén.

Se reza un Padre Nuestro, 3 Aves Marías, un gloria, y


jaculatoria.

SALUTACIÓN VIII. Al octavo coro angélico.

Por la intercesión del glorioso San Miguel Arcángel y del


Coro Celestial de los Arcángeles, que Dios Nuestro Señor nos
conceda la gracia de la perseverancia final en la fe y en las
buenas obras; y así nos lleve a la Gloria del Paraíso. Amén.

Se reza un Padre Nuestro, 3 Aves Marías, un gloria, y


jaculatoria.
SALUTACIÓN IX. Al noveno coro angélico.

Por intercesión del glorioso San Miguel Arcángel y del Coro


celestial de todos los Ángeles, dígnese el Señor concedernos
que nos guarden en la presente vida mortal, y después nos
conduzcan a la gloria eterna de los cielos. Amén.

Se reza un Padre Nuestro, 3 Aves Marías, un gloria, y


jaculatoria.

RECEMOS UN PADRE NUESTRO EN HONOR A SAN


MIGUEL ARCÁNGEL.

OREMOS:

Oh, gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de


los ejércitos celestiales, custodio y defensor de las almas,
guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de los rebeldes
espíritus infernales. Humildemente te rogamos, te digne librar
de todo mal a los que a ti recurrimos con confianza; que tu
favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que, mediante
tu incomparable protección adelantemos cada vez más en el
servicio del Señor; que tu virtud nos esfuerce todos los días de
nuestra vida, especialmente en el trance de la muerte, para
que, defendidos por tu poder del infernal dragón y de todas
sus asechanzas, cuando salgamos de este mundo seamos
presentados por ti, libres de toda culpa, ante la Divina
Majestad. Amén.

PADRE NUESTRO QUE ESTAS EN EL CIELO…

RECEMOS UN PADRE NUESTRO EN HONOR A SAN


GABRIEL ARCANGEL

OREMOS:

San Gabriel Arcángel, humildemente te pido que intercedas


por nosotros ante el trono de la misericordia divina.
Así como anunciaste el misterio de la Encarnación de la
Virgen María, que a través de tus oraciones podamos recibir
fortaleza en la fe y el coraje de espíritu, y de este modo, el
favor de Dios y la redención por medio de Cristo Nuestro
Señor.
Que podamos cantar la alabanza de Dios nuestro Salvador,
con los ángeles y los santos en el cielo por siempre.
Tú eres el Ángel de la Encarnación, el mensajero fiel de Dios.
Abre mis oídos para captar los más pequeños signos y
llamados del Corazón Amante de Nuestro Señor. Permanece
delante de mis ojos, te consagro para comprender
correctamente la Palabra de Dios: la siga y obedezca para
cumplir aquello que Dios quiere de mí. Hazme vigilante en la
espera del Señor, para que no me encuentre dormido cuando
Nuestro Señor Jesucristo llegue con Su Poder. Amén.

PADRE NUESTRO QUE ESTAS EN EL CIELO…

RECEMOS UN PADRE NUESTRO EN HONOR A SAN


RAFAEL ARCANGEL

OREMOS:

San Rafael Arcángel, ayúdanos en todas las necesidades y las


pruebas en el viaje de esta vida terrenal, del mismo modo que,
a través del poder de Dios, restauraste la vista y diste guía al
joven Tobías.
Tu eres el Ángel de la Sanación de Dios, hazme sentir un
profundo dolor por mis pecados para implorar ante Dios tu
nombre, para que Dios me conceda auxilio Divino en mi
actual enfermedad (aquí los males que padezco) concédeme
la curación milagrosa de mi cuerpo aquejado, la sanación y
purificación de mi alma Hiere mi corazón con Amor ardiente
por Dios y no dejes que ésta herida no se cierre jamás, para
permanecer sobre el camino de la santidad en la vida diaria y
vencer los obstáculos por la fuerza de este amor.
Humildemente buscamos su ayuda e intercesión, que nuestras
almas puedan curarse, nuestros cuerpos estén protegidos de
todos los males, y que, a través de la gracia divina, nosotros
podamos hacernos aptos de habitar en la gloria eterna de Dios
en el cielo. Amén.

PADRE NUESTRO QUE ESTAS EN EL CIELO…

RECEMOS UN PADRE NUESTRO EN HONOR AL


ÁNGEL DE LA GUARDA.

OREMOS:

Ángel de la paz, Ángel de la Guarda, a quien soy


encomendado, mi defensor, mi vigilante centinela; gracias te
doy, que me libraste de muchos daños del cuerpo y del alma.
Gracias te doy, que estando, durmiendo, me velaste, y
despierto, me encaminaste; al oído, con santas inspiraciones
me avisaste.
Perdóname, amigo mío, mensajero del cielo, consejero,
protector y fiel guarda mía; muro fuerte de mi alma, defensor
y compañero celestial. En mis desobediencias, vilezas y
descortesías, ayúdame y guárdame siempre de noche y de día.
Amén

PADRE NUESTRO QUE ESTAS EN EL CIELO…

ORACION:

Glorioso San Miguel, caudillo y príncipe de los ejércitos


celestiales, fiel guardián de las almas, vencedor eficaz de los
espíritus rebeldes, familiar de la casa de Dios, eres nuestro
admirable guía y conductor. Tú que brillas con excelente
resplandor, de sobrehumana excelencia y virtud, y con tu
afable protección dígnate librar de todo mal a cuantos
confiadamente recurrimos a ti para q seamos más fieles al
servicio de Dios todos los días de nuestra vida.

V. Ruega por nosotros, glorioso San Miguel, Príncipe de la


Iglesia de Jesucristo.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y
gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
ORACION:

San Miguel Arcángel, Todos: Óyenos.


San Miguel Arcángel, Todos: Defiéndenos.
San Miguel Arcángel, Todos: Enséñanos a Amar y Alabar
a Dios.

SALVE

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y


esperanza nuestra: Dios te salve. A ti llamamos los
desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y, después de
este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh, clemente! ¡oh piadosa! ¡oh, dulce Virgen María! Ruega
por nosotros santa Madre de Dios Para que seamos dignos de
alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén
LETANIA A SAN MIGUEL ARCANGEL

Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Dios, Padre Celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, ten piedad de
nosotros.

Santísimo Arcángel San Miguel.... (Ruega por nosotros)


Santísimo Alférez de Cristo...
Príncipe de la Iglesia Triunfante...
Príncipe de los Príncipes celestiales...
Príncipe de las Jerarquías Angélicas...
Príncipes de los Arcángeles....
Príncipe de la Iglesia militante...
Príncipe Valerosísimo...
Príncipe Potentísimo...
Príncipes de los Principados...
Virtud de las Virtudes...
Potencia de potestades...
Fortaleza de las Dominaciones...
Majestad de los Tronos…
Primado de los Querubines…
Primado de los Serafines…
Primer Jefe de los Ejércitos de Dios...
Primer Jefe de los Ejércitos Cristianos...
Máximo defensor de la Fe Católica...
Guardián fiel de los intereses de Dios...
Patrón protector de la Iglesia...
Patrón protector de la humana naturaleza...
Ejemplo admirable de humanidad...
Fulminador del Capitán de la Soberbia...
Fulminador del Anticristo...
Gran celador del Honor de Cristo...
Confortador del Angustiado Redentor...
Ángel de Paz...
Ángel de Victoria...
Custodio de los Ángeles...
Distribuidor de los Ángeles Custodios...
Clarísima estrella de Angelica Belleza...
Lumbrera del Orbe...
Ilustrador de los Santos...
Cabeza de los Ángeles...
Fiador de los Pecadores...
Terror de los Espíritus infernales...

Responderemos: “Te lo pedimos Señor”.

Para que limpio y humilde el corazón tengamos...


Para que lengua y pasiones refrenar sepamos...
Para que obras a Dios gratas hasta el fin hagamos...
Para que en el juicio tremendo no perezcamos...
Para que en la hora de nuestra muerte de Ti recibido
seamos...
Para que en tu devoción más y más crezcamos...
OREMOS.

Todopoderoso y Eterno Dios, te Alabo y te Bendigo, que por


un prodigio de tu Infinita Bondad y el misericordioso deseo
de la salvación de los hombres, escogiste por Príncipe de tu
Iglesia al gloriosísimo Arcángel San Miguel, humildemente te
suplicamos, Padre Celestial, nos hagas dignos de ser librados,
por su poderosa protección, de todos nuestros enemigos de
modo que en la hora de la muerte ninguno de ellos se nos
acerque para perjudicar o inquietar nuestras almas y
perturbarnos. Oh, Dios y Señor Nuestro, guíanos por medio
de este mismo Arcángel y envíalo para que nos conduzca a la
Presencia de tu Excelsa y Divina Majestad. Te lo pedimos por
los méritos de Jesucristo nuestro Señor. Amén.
NOVENA A SAN MIGUEL
ARCANGEL
ACTO DE CONTRICCION

Eterno. Único y verdadero Dios, en quien creo y a quien adoro


en tres personas distintas, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Yo me
alegro y regocijo de que seas Dios, y el único Dios tan sabio,
justo, santo y de que de la nada lo hace todo; quien vive, se
mueve y es lo que tiene que ser.
Yo ofrezco el ser que me diste, entregándote Señor, mi vida,
mi salud, mis fuerzas, y sentidos, mi cuerpo de tierra y
desdichado corazón, este el que Tu creaste a tu imagen y
semejanza, y al que con mis colpas he borrado. Pero,
conociendo, Señor y confesando que Tu eres el único y
verdadero Dios a quien se debe todo respeto con toda
sujeción, obediencia, honra, gloria y todo amor me vuelvo a
Ti, me entrego a Ti, con la mayor confianza me ofrezco a tu
soberana justicia por lo que te pido perdón y misericordia.
Ya que yo con todo mi corazón detesto, aborrezco y depongo
todo aquello con que te he ofendido hasta ahora, desde que
perdí la gracia que te dignaste darme en el sacrificio del
bautismo; por el que te doy y siempre quiero darte las debidas
gracias, apreciando sobre todo cuanto el mundo aprecia al ser
cristiano; que protesto amar mientras viva, espero y deseo
contemplar y bendecirte eternamente. Amén.
ORACIÓN DIARIA

Dios y Señor de los Ángeles, a quien encomiendas la guarda


de los hombres, ofrezco los merecimientos de estos soberanos,
espíritus, y los del príncipe de los ángeles Señor San Miguel,
que por sí, y por los méritos de sus ministros, guardes de todo
pecado con una pureza angelical, y me concedas lo que pido
en esta novena a mayor honra y gloria tuya. Amén.

PRIMER DIA

Príncipe gloriosísimo, Señor San Miguel, capitán y caudillo


de los ejércitos celestiales, recibidor de las almas, vencedor de
los malignos espíritus, ciudadano del Señor y gobernador
después de Jesucristo, de la Iglesia de Dios y de grande
excelencia y virtud. Libra a todos los que te llamamos de toda
adversidad, y haznos servidores de Dios por tu precioso oficio
y digna intercesión.

V. Ruega por nosotros, Beatísimo San Miguel, Príncipe de la


Iglesia de Cristo.
R. Para que seamos más dignos de las promesas de Dios.
María Inmaculada, Madre y dulce Medianera, Reina de los
Cielos, Humildemente os suplicamos intercedáis por nosotros
Ruega a Dios que envié a San Miguel y a sus ángeles para
apartar los obstáculos que se oponen al reinado del Sagrado
Corazón en el mundo. Amén.

SEGUNDO DIA

Dios y Señor de los Arcángeles, a quien encomiendas los


negocios gravísimos de tu gloria, ofrezco los merecimientos
de estos nobilísimos espíritus, y sus secuaces, para que yo
busque en todas las cosas tu mayor gloria y medes lo que pido
en esta novena. Amén.

V. Ruega por nosotros, Beatísimo San Miguel, Príncipe de la


Iglesia de Cristo
R. Para que seamos más dignos de las promesas de Dios.

San Miguel, Ángel de los Santos combates, os ofrezco mis


alabanzas y devoción por la inefable complacencia con que
Dios os mira como defensor de su gloria Amén.
TERCER DIA

Dios y Señor de los Principados, te ofrezco los merecimientos


de estos excelentísimos espíritus y los del príncipe de la
milicia celestial, Señor San Miguel guardia mayor de todos
los reinos cristianos, para que guardes la Republica de mis
sentidos y potencias de todo desorden y desobediencia a tus
leyes divinas, y me concedas lo que pido en esta novena, a
mayor honra y gloria tuya. Amén

V. Ruega por nosotros, Beatísimo San Miguel, Príncipe de la


Iglesia de Cristo.
R. Para que seamos más dignos de las promesas de Dios

San Miguel, Ángel de la victoria, con devoción os alabo por


la alegría con que Nuestro Señor Jesucristo os ve como celoso
defensor de su divinidad y las victorias que conseguís sobre
los enemigos de nuestras almas Amén.
CUARTO DIA

Dios y Señor de las Potestades, te ofrezco los merecimientos


de estos poderosísimos espíritus, y los de tu siervo Señor San
Miguel Arcángel, que alcanzo de los demonios la mayor
victoria, y con la misma fortaleza pelea continuamente contra
ellos en favor de los hombres, para que me defiendas en todas
las tentaciones del mundo, demonio y carne; y me des lo que
pido en esta novena a mayor honra y gloria tuya. Amén

V. Ruega por nosotros, Beatísimo San Miguel, Príncipe de la


Iglesia de Cristo
R. Para que seamos más dignos de las promesas de Dios

San Miguel, Ministro del Altísimo, con devoción os alabo por


la ternura con que os mira la Santísima Virgen viendo los
combates que habéis librado y libráis sin cesar para establecer
el reinado de su amado Hijo, Dios y Redentor nuestro, en el
mundo. Amén.
QUINTO DIA

Dios y Señor de las Virtudes, por las cuales haces milagros


propios de nuestro soberano poder, gobernando la naturaleza,
para que sirva a tu gloria: ofrezco los merecimientos de estos
prodigiosos espíritus, los del Señor San Miguel, principal
instrumentos de todas las maravillas que se hacen en el
mundo, para que me concedas, que, vencidas las malas
inclinaciones de mi corrompida naturaleza, conserve y
aumente tu gracia que pido en esta novena, a mayor honra y
gloria tuya. Amén.

V. Ruega por nosotros, Beatísimo San Miguel, Príncipe de la


Iglesia de Cristo. R. Para que seamos más dignos de las
promesas de Dios.

San Miguel, Guardián del Cielo, os alabo con devoción por la


veneración, el amor y el honor que os rinden las jerarquías
celestiales de las cuales sois augusto Príncipe. Amén.

SEXTO DIA

Dios y Señor de las Dominaciones, que presiden a los coros


inferiores y son ministros de tu Providencia: ofrezco los
merecimientos de estos eminentísimos espíritus, y los de tu
primer ministro Señor San Miguel.
Propósito del paraíso, para que me concedas perfecto señorío
sobre mis pasiones, perfecta obediencia a todos mis superiores
y la gracia que pido en esta novena a mayor honra y gloria
tuya. Amén.

V. Ruega por nosotros, Beatísimo San Miguel, Príncipe de la


Iglesia de Cristo.
R. Para que seamos más dignos de las promesas de Dios.

San Miguel, Ángel del Santo Sacrificio, os alabo con


devoción por el honor que os ha hecho nuestro Señor
Jesucristo confiándonos la custodia de la Iglesia, su querida
esposa y os ofrezco el reconocimiento y amor que la Santa
Iglesia os profesa. Amén.

SEPTIMO DIA

Dios y Señor de los Tronos, ofrezco los merecimientos de


estos altísimos espíritus y los del Señor San Miguel Arcángel,
trono de tu grandeza y ministro supremo de tu justicia, para
que me concedas que yo me juzgue a mí mismo con rigor, para
ser después juzgado con piedad, y consiga lo que pido en esta
novena, a mayor honra y gloria tuya, Amén.

V. Ruega por nosotros, Beatísimo San Miguel, Príncipe de la


Iglesia de Cristo
R. Para que seamos más dignos de las promesas de Dios.

San Miguel, Portador del estandarte de la Salvación, os


ofrezco mis alabanzas con devoción por la importante misión
que Dios os ha dado al confiaros las almas de todos los
predestinados, defendiéndolas en la hora de la muerte de los
asaltos del infierno, presentándolas ante Dios eternamente
puras. Amén.

OCTAVO DIA

Dios y Señor de los Querubines que están adornados de


perfecta sabiduría: ofrezco los merecimientos de estos
sapientísimos espíritus y los del Señor San Miguel, príncipe
de los sabios del cielo, que necesitan saber, para que me
enseñes a temerte y amarte, que es la mayor sabiduría, y me
concedas lo que pido en esta novena, a mayor honra y gloria
tuya, Amén.
V. Ruega por nosotros, Beatísimo San Miguel, Príncipe de la
Iglesia de Cristo.
R. Para que seamos más dignos de las promesas de Dios.

San Miguel, Ángel de la Paz, os alabo con devoción por toda


la fuerza, la dulzura y suavidad encerradas en vuestro santo
nombre, delicia de vuestros verdaderos devotos. Amén.

NOVENO DIA

Dios y Señor de los Serafines que se abrazan en tu amor,


ofrezco los merecimientos de estos ardentísimos espíritus, los
de tu amado Señor San Miguel, para que yo te amé a Ti, único
Dios y Señor mío, sobre todas las cosas con el alma, con todo
el corazón, y con todas las fuerzas, y para que me concedas lo
que pido en esta novena, a mayor honra y gloria tuya. Amén.

V. Ruega por nosotros, Beatísimo San Miguel, Príncipe de la


Iglesia de Cristo.
R. Para que seamos más dignos de las promesas de Dios.

San Miguel, Ángel del Perdón, os alabo con devoción por los
inmensos beneficios que habéis derramado sobre nuestra
Patria, siempre que esta ha sido fiel a Dios, así como por la
abnegación, reconocimiento y amor que rinden vuestros
servidores. Dignaos, os suplico, obtener de los Corazones de
Jesús y de María aumente vuestros devotos para obtener la
salvación eterna. Amén.

Para todos los días al finalizar al día correspondiente de la


novena.
Aquí se rezará 9 veces el Padre Nuestro y Ave María, en
reverencia a los 9 coros de los Ángeles y del caudillo de
todos, señor San Miguel.

PADRE NUESTRO:
Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu
nombre, venda a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad así en
la tierra como en el cielo,
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, y no
nos dejes caer en la tentación; y libranos del mal, Amén.
AVE MARIA:
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto
de tu vientre Jesús,
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte Amén.

GLORIA:
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos Amén.

JACULATORIA:
V. San Miguel, sostén de los que combaten bajo el estandarte
de la Cruz.
R. Ruega por nosotros Arcángel San Miguel, Príncipe de la
Iglesia de Cristo, para que seamos dignos de alcanzar sus
promesas. Amen.
ORACION

San Miguel, Primado entre los Príncipes del Cielo, os ofrezco


mis alabanzas y devoción, porque Dios os ha creado tan
excelente, y tan perfecto y os ha dotado de un celo tan grande
por su gloria y de una sumisión tan admirable a sus divinos
decretos.

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha, Se nuestro


amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que
dios manifieste sobre el su poder, es nuestra humilde suplica.
Y tú, oh, Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que
Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás
espíritus malignos que vagan por el mundo por la perdición
de las almas, Amén.

ORACION DE PROTECCIÓN

Bienaventurado San Miguel Arcángel, sé mi guardián y


custodio en todos mis caminos y batallas espirituales; que tu
santa protección me acompañe de día y de noche. Defiéndeme
del enemigo de mi alma y sus agentes del mal, Guíame por el
buen sendero. Líbrame de ofender a Dios. En la hora de mi
muerte, tómame de la mano y llévame contigo a la gloria del
Padre Eterno. Amen.
San Miguel: Ilumíname con tu luz.
San Miguel: Protégeme con tus alas.
San Miguel: Defiéndeme con tu espada. Amén.

ORACIÓN FINAL DE LA CORONA

"Augusta Reina de los Cielos y Señora de los Ángeles, que


recibiste de Dios e poder y la misión de aplastar la cabeza de
Satanás, nosotros te pedimos humildemente, que envíes las
Legiones Celestes, para que a Vuestras ordenes persigan a los
demonios, los combatan por todas partes, repriman su audacia
y los precipiten en el abismo, Quien como Dios Santos
Ángeles y Arcángeles, protegednos y defendednos, Oh buena
y Eterna Madre, Vos seréis siempre nuestro amor y nuestra
esperanza, o Divina Madre enviad a los Santos Ángeles para
que nos defienda y repela lejos de nosotros el cruel enemigo,
así sea, Amén."
CONCLUSION DE LA CORONILLA:

San Miguel Arcángel, Ruega por nosotros


San Gabriel Arcángel, Ruega por nosotros.
San Rafael Arcángel, Ruega por nosotros.
Ángel de la Guarda, Ruega por nosotros.
Reina de los Ángeles, Ruega por nosotros.

San Miguel Arcángel, ven en nuestra ayuda con tus Ángeles,


enséñanos de tu humildad, enséñanos ser obedientes a Dios,
enséñanos a amar y ser fieles como María nuestra Reina.
R. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro señor Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.


Amén.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos


libranos Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.

También podría gustarte