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Revolución francesa: Para Vovelle las causas de la revolución francesa deben entenderse desde el

análisis de las dinámicas propias dadas en las coyunturas. Para el autor, el objetivo de la revolución
era la destrucción del feudalismo. Un antiguo régimen que, no solo empezaba a sufrir las propias
contradicciones internas, sino también, estaba siendo amenazado por los sectores burgueses y los
grupos populares. Los componentes principales de este régimen, eran el feudalismo, como sistema
económico tradicional de un mundo dominado por la economía rural. El absolutismo personificado
en el monarca, quien justificaba su poder en el origen divino y por último la sociedad francesa
dentro del orden del antiguo régimen seguía operando la lógica de los tres estados donde el clero y
la nobleza eran los sectores privilegiados, no pagaban impuestos y además tenían el acceso a los
cargos; mientras que el tercer estado, un estado llano conformado por diversos actores sociales
como los burgueses, el campesinado, los artesanos, etc. Eran quienes pagaban impuestos y no
gozaban de la participación política.

La crisis social que atravesaría el antiguo régimen, es para Vovelle, una negación del orden la
sociedad que se difunde en todos los niveles. Por eso el autor sostiene que la crisis final del antiguo
régimen se debe a contradicciones y tensiones internas entre la monarquía y la nobleza, debido a la
reacción ante la crisis financiera y a las nuevas fuerzas emergentes de la burguesía y los grupos
populares. Así que es en la coyuntura económica expresada en la crisis agraria y el malestar popular
de este periodo que debe entenderse a las sublevaciones populares y los conflictos sociales, que se
combinaron con el malestar político e institucional, agravado además con la independencia de los
Estados Unidos en 1776, a esto se le suma la impopular figura del rey y las revueltas de la nobleza
ante el rechazo de proyectos de reformas fiscales propuesto por el ala liberal, que finalmente
terminaría con la convocatoria de los estados generales. Esta revolución es para Vovelle, una
revolución burguesa, resultante del conflicto entre la aristocracia feudal y las burguesías vinculadas a
las nuevas actividades económicas, y, por tanto, la considera como el paso necesario para el
traspaso del poder de una clase social a la otra y el establecimiento de la sociedad moderna.

Fases de la revolución: Esta revolución se va a dar en tres planos, por un lado, el plano
institucional/parlamentario, el plano urbano o municipal (revueltas, presión popular) y el plano
campesino.

Revolución constituyente (1789-91): El 5 de mayo de 1789 se reúne la asamblea de los estados


generales en Versalles, convocada por Luis XVI con la pretensión de resolver la crítica situación que
atravesaba la hacienda francesa, la intención del rey era hacer que los privilegiados nobles empiecen
a pagar impuestos para así poder sostener el sistema del que se beneficiaban pero lejos de poder
resolver estos problemas, las discusiones pasaron por cuestiones de procedimiento, el problema
empieza cuando el tercer estado exige el voto por cabeza en vez de por orden, petición a la que
tanto la nobleza como el clero se opusieron. Ante esta negativa el tercer estado opta por reunirse
por su cuenta, lo que realizaron en forma de asamblea nacional el 17 de junio en un frontón (patio
de pelota). El 9 de julio la asamblea se vuelve constituyente. Se adoptan una serie de medidas que
buscan establecer garantías y libertades personales que limiten el poder del rey con la redacción de
la constitución, guiados por el discurso de que la soberanía no reside en la figura del rey sino en la
nación.

Ante el desbordamiento de los acontecimientos políticos, Luis XVI se encuentra atemorizado, así es
que decide movilizar fuerzas militares con el objetivo de evitar que la asamblea, que ahora se
pretende nacional, siga sesionando y consecuentemente el pueblo se subleve. Esto deriva en la
rebelión urbana, que se va a dar contra la fortaleza de la bastilla, símbolo del poder de los reyes
absolutistas. Estos acontecimientos para Vovelle son el nexo entre la revolución parlamentaria en la
cúspide y la revolución popular en la calle, es gracias a estas revueltas que la revolución
parlamentaria pudo llevarse a cabo. Durante agosto del mismo año estas revueltas adoptan la faceta
conocida como el gran miedo, que hace concreta la movilización de las masas campesinas y
simboliza su ingreso oficial en la revolución. Roto el principio de autoridad e institucionalidad y de
legalidad surge la venganza.

Finalmente, la noche del 4 de agosto de 1789 la asamblea constituyente francesa establece un


nuevo derecho civil-burgués fundado en la igualdad y la libertad, aboliendo así el sistema feudal. Así
es que la monarquía más poderosa de Europa va a ser progresivamente destruido por una
revolución que tiene una fuerte base popular.

Monarquía parlamentaria (1791-92)

Con la constitución de 1791 se sanciona un nuevo sistema de monarquía limitada por una asamblea
legislativa, dicha asamblea era elegida por un sufragio restringido solo a los propietarios. Es en esta
asamblea que surgen varias tendencias, tanto radicales como conservadoras (aquellos que querían
ponerle fin a la revolución) por un lado estaban los feuillants, de tendencia monárquica
constitucional; los girondinos, moderados, federalistas; y los montañeses de izquierda, entre otros.
En este sentido es que para Vovelle la revolución se radicaliza.

Ante el desarrollo de los acontecimientos, el rey Luis XVI junto con su familia intenta huir para
reunirse con los nobles exiliados en Austria, pero este intento es interceptado y ante la indignación
popular el rey es llevado por la fuerza a Paris, donde tiempo después es forzado a prestar juramente
ante la constitución, convirtiéndose así en un monarca constitucional

Frente a la movilización de estas masas, se fortalecen los émigrés (nobles emigrantes), que empiezan
a organizarse en el exterior para restituir el orden feudal y la autoridad del monarca frente al bajo
pueblo que se ha levantado ante el orden constituido. Estos émigrés se convierten en la primera
contrarrevolución y disputan el poder del gobierno revolucionario. Estos nobles habían obtenido el
apoyo del rey de Prusia y del emperador de Austria para organizar una fuerza militar con el objetivo
de invadir Francia, para las coronas de Austria y Prusia no solo significaba la solidaridad política y
familiar (María Antonieta era de Austria) sino que era una medida defensiva para evitar la expansión
de estas ideas y movimientos revolucionarios. De este modo la asamblea legislativa declara la guerra
a Austria en abril de 1792. Se da la guerra la primera coalición, una coalición de reinos europeos
aliados a los émigrés contra el gobierno revolucionario de Francia. Esta guerra significaría para
Vovelle el acelerador de la revolución ya que hizo más rígidas las opciones políticas y más graves las
tensiones sociales. En este marco y tras las amenazas publicadas en el manifiesto de brunswick, en
agosto se inicia una rebelión jacobina y todo el sector de izquierda, contra el monarca; los jacobinos
toman el poder de la comuna de Paris y nace la comuna insurreccional, en su versión más radical.
Con el control de la comuna de Paris se lanzan a atacar el palacio de las tullerias, donde estaba el
rey. Luego de la victoria de los sectores más radicales, el rey es depuesto y enviado a prisión, se
disuelve la asamblea legislativa y se la reemplazo por una convención nacional, elegida mediante el
sufragio universal. Surgió así la primera república francesa.

Republica Girondina y Jacobina (1792-94):

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