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DISPOSICIONES DEL CODIGO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO EN...................1

MATERIA DE EXTRADICIÓN..............................................................................................................1

TRATADO DE EXTRADICIÓN CON LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA............................4

Aprobación de la convención interamericana sobre extradición.........................................................12

CONVENCION INTERAMERICANA SOBRE EXTRADICION.....................................................12

Ley de Extradición..................................................................................................................................21

DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS..........................................................25

CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS...................................................30

DISPOSICIONES DEL CODIGO DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO EN

MATERIA DE EXTRADICIÓN

Estado-Vigente

Fecha Suscripción- 13 de febrero de 1928

No Ley-50 de 06/02/1930

Título Tercero

DE LA EXTRADICIÓN

Artículo 344. Para hacer efectiva la competencia judicial internacional en materias penales, cada uno de
los Estados contratantes accederá a la solicitud de cualquiera de los otros para la entrega de individuos
condenados o procesados por delitos que se ajusten a las disposiciones de este título, sujeto a las
provisiones de los tratados o convenciones internacionales que contengan listas de infracciones penales
que autoricen la extradición.

Artículo 345. Los Estados contratantes no están obligados a entregar a sus nacionales. La nación que se
niegue a entregar a uno de sus ciudadanos estará obligada a juzgarlo.

Artículo 346. Cuando, con anterioridad al recibo de la solicitud, un procesado o condenado haya
delinquido en el país a que se pide su entrega, puede diferirse esa entrega hasta que se le juzgue y cumpla
la pena.

Artículo 347. Si varios Estados contratantes solicitan la extradición de un delincuente por el mismo
delito, debe entregarse a aquel en cuyo territorio se haya cometido.

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Artículo 348. Caso de solicitarse por hechos diversos, tendrá preferencia el Estado contratante en cuyo
territorio se haya cometido el delito más grave, según la legislación del Estado requerido.

Artículo 349. Si todos los hechos imputados tuvieren igual gravedad, será preferido el Estado contratante
que presente primero la solicitud de extradición. De ser simultáneas, decidirá el Estado requerido, pero
debe conceder la preferencia al Estado de origen o, en su defecto, al del domicilio del delincuente, si fuere
uno de los solicitantes.

Artículo 350. Las anteriores reglas sobre preferencia no serán aplicables si el Estado contratante estuviere
obligado con un tercero, a virtud de tratados vigentes anteriores a este Código, a establecerla de un modo
distinto.

Artículo 351. Para conceder la extradición, es necesario que el delito se haya cometido en el territorio del
Estado que la pida o que le sean aplicables sus leyes penales de acuerdo con el libro tercero de este
Código.

Artículo 352. La extradición alcanza a los procesados o condenados como autores, cómplices o
encubridores de delito.

Artículo 353. Es necesario que el hecho que motive la extradición tenga carácter de delito en la
legislación del Estado requirente y en la del requerido.

Artículo 354. Asimismo se exigirá que la pena asignada a los hechos imputados, según su calificación
provisional o definitiva por el juez o tribunal competente del Estado que solicita la extradición, no sea
menor de un año de privación de libertad y que esté autorizada o acordada la prisión o detención
preventiva del procesado, si no hubiere aún sentencia firme. Esta debe ser de privación de libertad.

Artículo 355. Están excluidos de la extradición los delitos políticos y conexos, según la calificación del
Estado requerido.

Artículo 356. Tampoco se acordará, si se probare que la petición de entrega se ha formulado de hecho
con el fin de juzgar y castigar al acusado por un delito de carácter político, según la misma calificación.

Artículo 357. No será reputado delito político, ni hecho conexo, el de homicidio o asesinato del Jefe de
un Estado contratante o de cualquiera persona que en él ejerza autoridad.

Artículo 358. No será concedida la extradición si la persona reclamada ha sido ya juzgada y puesta en
libertad, o ha cumplido la pena, o está pendiente de juicio, en el territorio del Estado requerido, por el
mismo delito que motiva la solicitud.

Artículo 359. Tampoco debe accederse a ella si han prescrito el delito o la pena conforme a las leyes del
Estado requirente o del requerido.

Artículo 360. La legislación del Estado requerido posterior al delito, no podrá impedir la extradición.

Artículo 361. Los cónsules generales, cónsules, vicecónsules o agentes consulares, pueden pedir que se
arreste y entregue a bordo de un buque o aeronave de su país, a los oficiales, marinos o tripulantes de sus
naves o aeronaves de guerra o mercantes, que hubiesen desertado de ellas.

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Artículo 362. Para los efectos del artículo anterior, exhibirán a la autoridad local correspondiente,
dejándole además copia auténtica, los registros del buque o aeronave, rol de la tripulación o cualquier otro
documento oficial en que la solicitud se funde.

Artículo 363. En los países limítrofes podrán pactarse reglas especiales para la extradición en las
regiones o localidades de la frontera.

Artículo 364. La solicitud de la extradición debe hacerse por conducto de los funcionarios debidamente
autorizados para eso por las leyes del Estado requirente.

Artículo 365. Con la solicitud definitiva de extradición deben presentarse:

1. Una sentencia condenatoria o un mandamiento o auto de prisión o un documento de igual fuerza,


o que obligue al interesado a comparecer periódicamente ante la jurisdicción represiva,
acompañado de las actuaciones del proceso que suministren pruebas o al menos indicios
racionales de la culpabilidad de la persona de que se trate.

2. La filiación del individuo reclamado o las señas o circunstancias que puedan servir para
identificarlo.

3. Copia auténtica de las disposiciones que establezcan la calificación legal del hecho que motiva la
solicitud de entrega, definan la participación atribuida en él al inculpado y precisen la pena
aplicable.

Artículo 366. La extradición puede solicitarse telegráficamente y, en ese caso, los documentos
mencionados en el artículo anterior se presentarán al país requerido o a su Legación o Consulado general
en el país requirente, dentro de los dos meses siguientes a la detención del inculpado. En su defecto será
puesto en libertad.

Artículo 367. Si el Estado requirente no dispone de la persona reclamada dentro de los tres meses
siguientes a haber quedado a sus órdenes, será puesto también en libertad.

Artículo 368. El detenido podrá utilizar, en el Estado a que se haga la solicitud de extradición, todos los
medios legales concedidos a los nacionales para recobrar su libertad, fundando su ejercicio en las
disposiciones de este Código.

Artículo 369. También podrá el detenido, a partir de ese hecho, utilizar los recursos legales que procedan,
en el Estado que pida la extradición, contra las calificaciones y resoluciones en que se funde.

Artículo 370. La entrega debe hacerse con todos los objetos que se encontraren en poder de la persona
reclamada, ya sean producto del delito imputado, ya piezas que puedan servir para la prueba del mismo,
en cuanto fuere practicable con arreglo a las leyes del Estado que la efectúa, y respetando debidamente los
derechos de tercero.

Artículo 371. La entrega de los objetos a que se refiere el artículo anterior, podrá hacerse, si la pidiere el
Estado solicitante de la extradición, aunque el detenido muera o se evada antes de efectuarla.

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Artículo 372. Los gastos de detención y entrega serán de cuenta del Estado requirente, pero no tendrá que
sufragar ninguno por los servicios que prestaren los empleados públicos con sueldo del Gobierno a quien
se pida la extradición.

Artículo 373. El importe de los servicios prestados por empleados públicos u oficiales que sólo perciban
derechos o emolumentos, no excederá de los que habitualmente cobraren por esas diligencias o servicios
según las leyes del país en que residan.

Artículo 374. Toda responsabilidad que pueda originarse del hecho de la detención provisional, será de
cargo del Estado que la solicite.

Artículo 375. El tránsito de la persona extraditada y de sus custodios por el territorio de un tercer Estado
contratante, se permitirá mediante la exhibición del ejemplar original o de una copia auténtica del
documento que concede la extradición.

Artículo 376. El Estado que obtenga la extradición de un acusado que fuere luego absuelto, estará
obligado a comunicar al que la concedió una copia auténtica del fallo.

Artículo 377. La persona entregada no podrá ser detenida en prisión ni juzgada por el Estado contratante
a quien se entregue, por un delito distinto del que hubiere motivado la extradición y cometido con
anterioridad a la misma, salvo que consienta en ello el Estado requerido, o que permanezca el extraditado
libre en los primeros tres meses después de juzgado y absuelto por el delito que originó la extradición o
de cumplida la pena de privación de libertad impuesta.

Artículo 378. En ningún caso se impondrá o ejecutará la pena de muerte por el delito que hubiese sido
causa de la extradición.

Artículo 379. Siempre que proceda el abono de la prisión preventiva, se computará como tal el tiempo
transcurrido desde la detención del extraditado en el Estado a quien se le haya pedido.

Artículo 380. El detenido será puesto en libertad, si el Estado requirente no presentase la solicitud de
extradición en un plazo razonable dentro del menor tiempo posible, habida cuenta de la distancia y las
facilidades de comunicaciones postales entre los dos países, después del arresto provisional.

Artículo 381. Negada la extradición de una persona, no se puede volver a solicitar por el mismo delito.

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TRATADO DE EXTRADICIÓN CON LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA

N. 7146 Publicado en la Gaceta N° 95 del 21 de mayo de 1990

El Gobierno de la República de Costa Rica y el Gobierno de los Estados Unidos de América, Deseando
lograr una cooperación más efectiva entre los dos países en la represión del delito; y Deseando concluir
un nuevo Tratado para la extradición recíproca de fugitivos de la justicia, Acuerdan lo siguiente:

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Artículo 1.- Obligación de Extradición

Las Partes Contratantes acuerdan la extradición recíproca, conforme a las disposiciones estipuladas en el
presente Tratado, de las personas que se hallen en el territorio de una de las Partes Contratantes, que
hayan sido requeridas judicialmente para procesarlas, estén siendo procesadas o hayan sido declaradas
culpables de cometer un delito extraditable en el Estado Requirente.

Artículo 2.- Delitos que darán lugar a la extradición

1) Un delito será considerado extraditable si el mismo está sancionado por las leyes de ambas Partes
Contratantes con pena de privación de libertad cuyo extremo máximo es superior a un año o con otra pena
más severa.

2) La extradición también se concederá por la tentativa de cometer, o por la participación en la comisión,


de cualquiera de los delitos estipulados en el párrafo 1) de este Artículo. Igualmente, será concedida la
extradición por la asociación ilícita contemplada en la legislación costarricense respecto de cualquier
delito estipulado por el párrafo 1) de este Artículo, o por la conspiración prevista en la legislación de los
Estados Unidos de América respecto a los delitos mencionados

3) Para los fines de este artículo, la extradición será concedida:

a) Independientemente de que las leyes de ambas Partes Contratantes clasifiquen o no al delito en la


misma categoría de delitos o usen la misma o distinta terminología para designarlo, o

b) Independientemente de que el delito sea uno respecto del cual la Ley Federal de los Estados Unidos
requiera, para la existencia de la jurisdicción de un Tribunal Federal de los Estados Unidos, prueba de
transporte interestatal, del uso del correo o de otros medios que afecten el comercio interestatal o
internacional, o de que el delito haya tenido algún efecto sobre dicho correo o comercio.

4) Cuando se conceda la extradición por un delito extraditable, podrá ser concedida igualmente por
cualquier otro delito especificado en la solicitud de extradición, aun cuando este otro delito sea punible
con privación de libertad por un período menor de un año en cualquiera de los dos Estados, siempre y
cuando reúna los requisitos para ser extraditable.

El Estado Requirente presentará la documentación indicada en el Artículo 9 respecto de cada delito por el
cual la extradición sea solicitada, de acuerdo con este párrafo.

Artículo 3.- Jurisdicción

Se concederá la extradición por cualquier delito extraditable, sin importar el lugar donde el hecho o los
hechos que lo constituyan hayan sido cometidos.

Artículo 4.- Delitos Políticos y Militares

1) No se concederá la extradición cuando el delito por el cual se solicita sea de carácter político, o si el
Estado Requerido determina que la extradición ha sido solicitada con el propósito primordial de procesar
o sancionar a una persona por un delito de carácter político. Costa Rica no concederá la extradición por

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un delito conexo con un delito de carácter político mientras su Constitución prohíba la extradición en
tales casos.

2) Para los efectos de este Tratado, los siguientes delitos no se considerarán incluidos en el párrafo 1) del
presente Artículo:

a) El homicidio u otro delito intencional contra la vida o la integridad física de un Jefe de Estado o de
Gobierno o de un miembro de su familia, incluyendo la tentativa de cometer un delito de esa índole.

b) Un delito respecto del cual las Partes Contratantes tengan la obligación de procesar u otorgar
extradición en virtud de un convenio internacional multilateral.

3) No se concederá la extradición cuando el delito por el que se solicita sea de naturaleza estrictamente
militar

Artículo 5.- Pena de Muerte

Cuando el delito por el que se solicita la extradición sea punible con la pena de muerte con arreglo a las
leyes del Estado Requirente, y las leyes del Estado Requerido no permitan la imposición de dicha sanción
por tal delito, se podrá rehusar la extradición a menos que, antes de que sea concedida, el Estado
Requirente dé las garantías que el Estado Requerido considere suficientes de que no se impondrá la pena
de muerte o de que, en caso de imponerse, no será ejecutada

Artículo 6.- Non Bis In Idem

1) No se concederá la extradición cuando la persona reclamada esté siendo juzgada, haya sido condenada,
absuelta, perdonada, indultada o haya cumplido la condena impuesta por el Estado Requerido por el
mismo delito originado en los mismos hechos respecto de los cuales la extradición se solicita.

2) Sin embargo, la extradición puede ser concedida cuando las autoridades competentes del Estado
Requerido hayan decidido no procesar a la persona reclamada por el hecho que motiva la solicitud de
extradición, la persona reclamada por el hecho que motiva la solicitud de extradición, o suspender
cualquier acción penal que se hubiese incoado.

Artículo 7.- Prescripción

No se concederá la extradición cuando la acción penal o la aplicación de la pena por el delito que motiva
la solicitud hayan prescrito según las leyes del Estado Requirente.

(Nota: Este artículo fue publicado en el Diario Oficial La Gaceta y en la respectiva Colección de Leyes y
Decretos, junto con el texto del artículo 6 y no se determinó su correspondiente numeración)

Artículo 8.- Extradición de Nacionales

1) Ninguna de las Partes Contratantes estará obligada a entregar a sus nacionales. Sin embargo, el Estado
Requerido tendrá autoridad para conceder la extradición de sus nacionales si, de acuerdo con su criterio,
lo considera conveniente y cuando la Constitución del Estado Requerido no lo impida. En ningún caso,
ninguna de las Partes Contratantes podrá rehusar la extradición de uno de sus nacionales basándose en la

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nacionalidad, luego de que se le haya cancelado su nacionalidad de acuerdo con la ley del Estado
Requerido.

2) El Estado Requerido tomará todas las medidas legales pertinentes para suspender el trámite de
naturalización de la persona reclamada hasta que se llegue a una decisión con respecto a la solicitud de
extradición y, si tal solicitud fuera concedida, hasta su entrega.

3) Si el Estado Requerido niega la extradición por motivo de nacionalidad, someterá, a solicitud del
Estado Requirente, el caso a las autoridades competentes para el procesamiento de la persona reclamada.
Si el Estado Requerido necesita documentos adicionales u otras pruebas, éstas se entregarán, sin recargo
alguno, a aquel Estado. Se informará al

Estado Requirente sobre el resultado de la solicitud.

Artículo 9.- Tramitación de la Extradición y Documentos Requeridos

1) La solicitud de extradición será formulada por un agente diplomático del Estado Requirente, o en
defecto de éste, por un agente consular de ese Estado.

2) La solicitud de extradición deberá contener:

a) La información concerniente a la identidad de la persona reclamada y el lugar donde pueda


encontrarse, si se conociere.

b) Una breve relación de los hechos pertinentes al caso.

3) La solicitud de extradición deberá venir acompañada de documentos que contengan:

a) Una explicación detallada de los hechos pertinentes al caso.

b) Pruebas que demuestren que la persona reclamada es la persona acusada o condenada.

c) El texto y una explicación sobre la ley que define el delito y la pena correspondientes.

d) El texto y una explicación sobre la ley que determine la prescripción de la acción penal y de la
pena correspondiente.

4) Cuando la solicitud de extradición se relacione con una persona que aún no ha sido sentenciada, deberá
ir acompañada de:

a) Una copia del documento en donde se formulen los cargos o un documento equivalente dictado
por un juez o por una autoridad judicial.

b) La documentación que, de acuerdo con las leyes del Estado Requerido, sea necesaria para
justificar la detención y el enjuiciamiento de la persona reclamada si el delito se hubiera cometido en
ese Estado.

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5) Cuando la solicitud de extradición se refiera a una persona condenada, deberá ir acompañada de una
copia de la condena o una declaración de la autoridad judicial competente del Estado Requirente de que la
persona ha sido condenada.

6) Todos los documentos presentados por el Estado Requirente deberán traducirse, ya sea en el Estado
Requirente o en el Estado Requerido, en el idioma del Estado Requerido.

Artículo 10.- Pruebas Adicionales

1) Si el Estado Requerido considera que las pruebas presentadas en apoyo de la solicitud de extradición
de una persona reclamada no son suficientes para satisfacer los requisitos del presente Tratado, dicho
Estado solicitará la presentación de las pruebas adicionales que estime necesarias. El Estado Requerido
podrá establecer una fecha límite para la presentación de las mismas, y podrá conceder una prórroga
razonable de ese plazo, a petición del Estado Requirente, el cual expresará las razones que lo mueven a
solicitarla.

2) Si la persona reclamada se encuentra privada de la libertad y las pruebas adicionales no son suficientes,
o si dichas pruebas no se reciben dentro del plazo estipulado por el Estado Requerido, será puesta en
libertad. Dicha libertad no impedirá que la persona sea detenida nuevamente y extraditada, siempre y
cuando las pruebas adicionales se reciban posteriormente.

Artículo 11.- Detención Provisional

1) En caso de urgencia, cualquiera de las Partes Contratantes podrá solicitar la detención provisional de
una persona procesada o condenada.

La solicitud para la detención provisional puede efectuarse a través de la vía diplomática o directamente
entre el Ministerio de Justicia de la República de Costa Rica y el Departamento de Justicia de los Estados
Unidos de América.

2) La petición deberá contener la identificación de la persona reclamada; el lugar donde se encuentra, si se


conoce; una breve relación de los hechos del caso; una declaración de que existe auto de detención o una
orden de arresto dictadas por una autoridad judicial, o una condena o sentencia condenatoria contra esa
persona; y una declaración de que la solicitud de extradición se presentará luego.

3) Al recibir dicha solicitud, el Estado Requerido tomará las medidas necesarias para asegurar la
detención de la persona reclamada. Se notificará prontamente al Estado Requirente sobre el resultado de
su solicitud.

4) La detención provisional se dará por terminada si, dentro de un plazo de 60 días, a partir de la fecha de
la detención de la persona reclamada, el Estado Requerido no ha recibido la solicitud oficial y los
documentos mencionados en el Artículo 9.

5) La terminación de la detención provisional con arreglo al párrafo

4) de este Artículo no impedirá la extradición de la persona reclamada si la solicitud de extradición y los


documentos de prueba mencionados en el Artículo 9 se entregan en una fecha posterior.

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Artículo 12.- Detención y Libertad

Una persona que haya sido detenida de acuerdo con este Tratado, no será puesta en libertad hasta que la
solicitud de extradición haya sido resuelta definitivamente, a menos que la ley de extradición del Estado

Requerido lo estipule o este Tratado disponga la libertad de la persona reclamada.

Artículo 13.- Resolución y Entrega

1) El Estado Requerido comunicará al Requirente lo antes posible, por medio de la vía diplomática, la
resolución sobre la solicitud de extradición.

2) El Estado Requerido consignará las razones por las cuales se denegó, total o parcialmente, la solicitud
de extradición.

3) Si la extradición ha sido concedida, la entrega de la persona reclamada se efectuará dentro del plazo
establecido por las leyes del Estado Requerido. Las Partes Contratantes acordarán la fecha y el lugar de la
entrega de la persona reclamada. Sin embargo, si ésta no ha salido del territorio del Estado Requerido
dentro del plazo prescrito, puede ser puesta en libertad.

Artículo 14.- Entrega Diferida o Entrega Temporal

1) Si la solicitud de extradición se otorga en el caso de una persona que está siendo enjuiciada o
cumpliendo una sentencia condenatoria en el territorio del Estado Requerido por un delito distinto, el
Estado Requerido puede diferir la entrega del reclamado hasta la conclusión del trámite contra esa
persona, o hasta la plena ejecución de la sentencia condenatoria que se le pueda imponer o que se le haya
impuesto.

2) Si la solicitud de extradición se otorga en el caso de una persona que está cumpliendo una sentencia
condenatoria en el territorio del Estado Requerido por un delito diferente, el Estado Requerido puede
entregar temporalmente la persona reclamada al Estado Requirente para ser procesada. La persona
entregada de este modo deberá ser mantenida en detención mientras esté en el Estado Requirente y deberá
ser devuelta al Estado Requerido después de que concluya el proceso en su contra, de acuerdo con las
condiciones que se establezcan por mutuo acuerdo entre las Partes Contratantes.

Artículo 15.- Solicitudes por varios Estados

1) El Estado Requerido, al recibir solicitudes de la otra Parte

Contratante y de un tercer o de otros Estados para la extradición de la misma persona, bien sea por el
mismo o por distintos delitos, decidirá a cuál de los Estados Requirentes entregará dicha persona. Para
tomar la decisión podrán considerarse los factores pertinentes, incluyendo:

a) El Estado en donde el delito se cometió.

b) La gravedad de los delitos si los Estados solicitan la extradición por diferentes delitos.

c) La posibilidad de reextradición entre los Estados Requirentes.

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d) El orden en el cual las solicitudes de los Estados Requirentes fueron recibidas.

2) Siempre se dará preferencia a la solicitud presentada por un

Estado con el cual exista un tratado de extradición.

Artículo 16.- Regla de Especialidad

1) La persona extraditada en virtud del presente Tratado será detenida, juzgada o sancionada en el
territorio del Estado Requirente solamente por:

a) El delito por el cual la extradición ha sido concedida.

b) Un delito de menor gravedad basado en los mismos hechos que figuran en la solicitud de
extradición que resulte de un cambio en la calificación legal del delito.

c) Un delito cometido después de la extradición.

d) Cualquier delito respecto del cual proceda la detención de la persona, su procesamiento o su


sanción por parte del Estado Requerido.

Para los propósitos de este párrafo, el Estado Requerido puede solicitar la presentación de los documentos
mencionados en el Artículo 9.

2) La persona extraditada en virtud del presente Tratado no podrá ser extraditada a un tercer Estado, sin
consentimiento del Estado Requerido.

3) Nada de lo dispuesto en los párrafos 1) y 2) del presente Artículo impedirá la detención, procesamiento
o sanción de una persona extraditada, de acuerdo con las leyes del Estado Requirente, o la extradición de
dicha persona a un tercer Estado:

a) Si la persona ha abandonado el territorio del Estado Requirente después de su extradición y ha


regresado a él voluntariamente, o

b) Si la persona no ha abandonado el territorio del Estado Requirente dentro de los 30 días después de
tener libertad para hacerlo.

Artículo 17.- Extradición Simplificada

Si la persona reclamada accede por escrito a ser extraditada al Estado Requirente después de haber sido
advertida personalmente por la autoridad judicial competente de que tiene derecho a un trámite formal de
extradición y de que la entrega no quedará sujeta a lo dispuesto en el Artículo 16, el Estado Requerido
podrá conceder su extradición sin que se lleve a cabo el procedimiento formal.

Artículo 18.- Entrega de Artículos, Instrumentos, Objetos y Documentos

1) Todos los artículos, instrumentos, objetos de valor, documentos y demás pruebas concernientes al
delito, podrán ser decomisados y, una vez que se haya otorgado la extradición, podrán ser entregados al
Estado Requirente. Los efectos mencionados en este Artículo, podrán ser entregados aún cuando no se

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pueda otorgar o efectuar la extradición debido a muerte, desaparición o evasión de la persona reclamada.
Los derechos de terceros, en cuanto a tales efectos, se respetarán debidamente.

2) El Estado Requerido podrá condicionar la entrega de los efectos dichos, hasta que el Estado Requirente
le garantice satisfactoriamente que los mismos le serán devueltos tan pronto como sea posible y puede
retener su entrega si se necesitan como prueba en el Estado Requerido.

Artículo 19.- Tránsito

1) Cualquiera de las Partes Contratantes puede autorizar el tránsito por su territorio de una persona
entregada a la otra Parte por un tercer Estado. La Parte Contratante que solicita el tránsito deberá
presentar al Estado transitado, por vía diplomática, una solicitud de tránsito que deberá contener una
descripción de dicha persona y una relación breve de los hechos pertinentes del caso.

2) No se requerirá tal autorización cuando se use la vía aérea y no se haya previsto ningún aterrizaje en
territorio de la otra Parte Contratante. Si ocurre un aterrizaje no previsto dentro del territorio de esa Parte,
ésta detendrá a la persona por un período que no exceda de 96 horas, mientras espera la solicitud de
tránsito de acuerdo con el Párrafo 1) de este Artículo.

Artículo 20.- Representación Legal

1) El Departamento de Justicia de los Estados Unidos asesorará, asistirá y representará, o suministrará la


correspondiente representación, a favor de Costa Rica en cualquier trámite que lleve a cabo en los Estados
Unidos, como resultado de una solicitud de extradición presentada por Costa Rica.

2) La Procuraduría General de la República de Costa Rica asesorará, asistirá y representará, o


suministrará la correspondiente representación, a favor de los Estados Unidos de América en cualquier
trámite que se lleve a cabo en Costa Rica, como resultado de una solicitud de extradición presentada por
los Estados Unidos.

3) Las funciones representativas señaladas en los párrafos 1) y 2) de este Artículo pueden ser asumidas
por cualquier organismo señalado como sucesor de los órganos dichos por las leyes del país
correspondiente.

Artículo 21.- Gastos

1) Los gastos concernientes a la traducción de documentos y al transporte de la persona reclamada del


lugar donde se lleva a cabo el trámite de extradición al Estado Requirente correrán a cargo de este último.
Todos los demás gastos concernientes a la solicitud de extradición y al procedimiento recaerán sobre el
Estado Requerido.

2) El Estado Requerido no presentará al Estado Requirente ningún reclamo pecuniario derivado de la


detención, custodia, interrogación y entrega de las personas reclamadas de acuerdo con las disposiciones
de este Tratado.

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Artículo 22.- Ambito de Aplicación

Los procedimientos establecidos en el presente Tratado se aplicarán a los hechos cometidos antes y
después de la fecha de vigencia del mismo.

Artículo 23.- Ratificación y Vigencia

1) El presente Tratado estará sujeto a su ratificación. Los instrumentos de ratificación serán canjeados en
Washington tan pronto como sea posible.

2) El presente Tratado entrará en vigencia inmediatamente después de que se efectúe el canje de los
instrumentos de ratificación.

3) Al entrar en vigencia este Tratado, quedará sin efecto el suscrito en San José el 10 de noviembre de
1922, entre la República de Costa Rica y los Estados Unidos de América.

Aprobación de la convención interamericana sobre extradición

N. 7953 del 21 de diciembre de 1999. La Gaceta No. 36 del 21 de febrero del 2000

RATIFICADA por el artículo 1° del Decreto Ejecutivo N° 28548 de 02 de marzo de 2000, publicada en
La Gaceta N° 64 de 30 de marzo de 2000.

Artículo único.- Apruébase, en cada una de las partes, la Convención Interamericana sobre Extradición,
suscrita el 25 de febrero de 1981, cuyo texto literal es el siguiente:

CONVENCION INTERAMERICANA SOBRE EXTRADICION

Los Estados Miembros de la Organización de los Estados Americanos.

Reafirmando el propósito de perfeccionar la cooperación internacional en materia jurídico penal, que


inspiró los convenios celebrados en Lima el 27 de marzo de 1879, en Montevideo el 23 de enero de 1889,
en la ciudad de México el 28 de enero de 1902, en Caracas el 18 de julio de 1911, en Washington el 7 de
febrero de 1923, en La Habana el 20 de febrero de 1928, en Montevideo el 26 de diciembre de 1933, en la
ciudad de Guatemala el 12 de abril de 1934 y en Montevideo el 19 de marzo de 1940.

Teniendo en cuenta las resoluciones CVII de la Décima Conferencia Interamericana (Caracas, 1954), VII
de la Tercera Reunión del Consejo Interamericano de Jurisconsultos (México, 1956), IV de la Cuarta
Reunión del mismo Consejo (Santiago de Chile, 1959), AG/RES. 91 (II-0/72), 183 (V-0/75) y 310 (VII-
0/77) de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos así como los Proyectos de
Convención del Comité Jurídico Interamericano elaborados en 1954, 1957, 1973 y 1977.

Estimando que los estrechos lazos y la cooperación existentes en el Continente Americano imponen
extender la extradición a fin de evitar la impunidad de los delitos y simplificar las formalidades y permitir

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la ayuda mutua en materia penal en un ámbito más amplio que el previsto por los tratados en vigor, con el
debido respeto de los derechos humanos consagrados en la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Estando conscientes de que la lucha contra el delito en escala internacional importará el afianzamiento del
valor supremo de la justicia en las relaciones jurídico penales.

ADOPTAN LA SIGUIENTE CONVENCION INTERAMERICANA SOBRE EXTRADICION

Artículo 1. Obligación de extraditar

Los Estados Partes se obligan, en los términos de la presente Convención, a entregar a otros Estados
Partes que lo soliciten, a las personas requeridas judicialmente para procesarlas, así como a las
procesadas, las declaradas culpables o las condenadas a cumplir una pena de privación de libertad.

Artículo 2. Jurisdicción

1.- Para que proceda la extradición, se requiere que el delito que la motiva, haya sido cometido en el
territorio del Estado requirente.

2.- Cuando el delito por el cual se solicita la extradición ha sido cometido fuera del territorio del Estado
requiriente se concederá la extradición siempre que el Estado requiriente tenga jurisdicción para conocer
del delito que motiva la solicitud de extradición, y dictar el fallo consiguiente.

3.- El Estado requerido podrá denegar la extradición cuando sea competente, según su propia legislación,
para juzgar a la persona cuya extradición se solicitó por el delito en que se funda el requerimiento. Si por
este motivo la extradición es denegada por el Estado requerido, este someterá el caso a sus autoridades
competentes y comunicará la decisión al Estado requiriente.

Artículo 3. Delitos que dan lugar a la Extradición

1.- Para determinar la procedencia de la extradición es necesario que el delito que motivó la solicitud por
sus hechos constitutivos, prescindiendo de circunstancias modificativas y de la denominación del delito,
esté sancionado en el momento de la infracción, con la pena de privación de libertad por dos años como
mínimo, tanto en la legislación del Estado requiriente como en la del Estado requerido, salvo el principio
de la retroactividad favorable de la ley penal.

2.- Si se ejercita entre Estados cuyas legislaciones establecen penas mínimas y máximas, será necesario
que el delito materia del proceso, de acuerdo con la legislación del Estado requiriente y del Estado
requerido, sea pasible de una pena intermedia mínima de dos años de pena privativa de libertad. Se
considera pena intermedia la semisuma de los extremos de cada una de las penas privativas de la libertad.

3.- Si la extradición se solicita para el cumplimiento de una sentencia de privación de libertad, se


requerirá además que la parte de la sentencia que aún reste por cumplir no sea menor de seis meses.

4.- Al determinar si procede la extradición a un Estado que tenga una forma federal de gobierno y
legislaciones penales federales y estatales distintas, el Estado requerido tomará en cuenta únicamente los
elementos esenciales del delito y prescindirá de elementos tales como el uso del servicio de correos u

13
otros servicios de comercio interestatal, ya que el único objetivo de dichos elementos es el de establecer
la jurisdicción de los tribunales federales del Estado requiriente.

Artículo 4. Improcedencia de la extradición

La extradición no es procedente:

1. Cuando el reclamado haya cumplido la pena correspondiente o haya sido amnistiado,


indultado o beneficiado con la gracia por el delito que motivó la solicitud de extradición,
o cuando haya sido absuelto o se haya sobreseído definitivamente a su favor por el
mismo delito;

2. Cuando esté prescrita la acción penal o la pena, sea de conformidad con la legislación
del Estado requiriente o con la del Estado requerido, con anterioridad a la presentación de
la solicitud de extradición;

3. Cuando el reclamado haya sido juzgado o condenado o vaya a ser juzgado ante un
tribunal de excepción o ad hoc en el Estado requiriente;

4. Cuando con arreglo a la calificación del Estado requerido se trate de delitos políticos, o
de delitos conexos o de delitos comunes perseguidos con una finalidad política. El Estado
requerido puede decidir que la circunstancia que la víctima del hecho punible de que se
trata ejerciera funciones políticas no justifica por sí sola que dicho delito sea calificado
como político;

5. Cuando de las circunstancias del caso pueda inferirse que media propósito persecutorio
por consideraciones de raza, religión o nacionalidad, o que la situación de la persona
corra el riesgo de verse agravada por alguno de tales motivos;

6. Con respecto a los delitos que en el Estado requerido no puedan perseguirse de oficio,
a no ser que hubiere querella, denuncia o acusación de parte legítima.

Artículo 5. Delitos específicos

Ninguna disposición de la presente Convención impedirá la extradición prevista en tratados o


convenciones vigentes entre el Estado requirente y el Estado requerido, que tengan por objeto prevenir o
reprimir una categoría específica de delitos y que obliguen a dichos Estados a procesar a la persona
reclamada o a conceder su extradición.

Artículo 6. Derecho de asilo

Nada de lo dispuesto en la presente convención podrá ser interpretado como limitación del derecho de
asilo, cuando este proceda.

Artículo 7. Nacionalidad

1.- La nacionalidad del reclamado no podrá ser invocada como causa para denegar la extradición, salvo
que la legislación del Estado requerido establezca lo contrario.

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2.- Tratándose de condenados, los Estados partes podrán negociar entre sí acuerdos de entrega mutua de
nacionales para que estos cumplan sus penas en los Estados de su nacionalidad.

Artículo 8. Enjuiciamiento por el Estado requerido

Cuando correspondiendo la extradición, un Estado no entregare a la persona reclamada, el Estado


requerido queda obligado, cuando su legislación u otros tratados se lo permitan, a juzgarla por el delito
que se le imputa, de igual manera que si este hubiera sido cometido en su territorio, y deberá comunicar al
Estado requiriente la sentencia que se dicte.

Artículo 9. Penas excluidas

Los Estados Partes no deberán conceder la extradición cuando se trate de un delito sancionado en el
Estado requiriente con la pena de muerte, con la privación de libertad por vida o con penas infamantes, a
menos que el Estado requerido obtuviera previamente del Estado requiriente, las seguridades suficientes,
dadas por la vía diplomática, que no impondrá ninguna de las citadas penas a la persona reclamada o que
si son impuestas, dichas penas no serán ejecutadas.

Artículo 10. Transmisión de la solicitud

La solicitud de extradición será formulada por el agente diplomático del Estado requiriente, o en defecto
de este, por su agente consular, o en su caso por el agente diplomático de un tercer Estado al que esté
confiada, con el consentimiento del gobierno del Estado requerido, la representación y protección de los
intereses del Estado requirente. Esa solicitud podrá también ser formulada directamente de gobierno a
gobierno, según el procedimiento que uno y otro convengan.

Artículo 11. Documento de prueba

1.- Con la solicitud de extradición deberán presentarse los documentos que se expresan a continuación,
debidamente autenticados en la forma prescrita por las leyes del Estado requiriente:

a) Copia certificada del auto de prisión, de la orden de detención a otro documento de


igual naturaleza, emanado de autoridad judicial competente o del Ministerio Público, así
como de los elementos de prueba que según la legislación del Estado requerido sean
suficientes para aprender y enjuiciar al reclamado. Este último requisito no será exigible
en el caso de que no esté previsto en las leyes del Estado requiriente y del Estado
requerido. Cuando el reclamado haya sido juzgado y condenado por los tribunales del
Estado requiriente, bastará acompañar certificación literal de la sentencia ejecutoriada;

b) Texto de las disposiciones legales que tipifican y sancionan el delito imputado, así
como de las referentes a la prescripción de la acción penal y de la pena.

2.- Con la solicitud de extradición deberán presentarse, además, la traducción al idioma del Estado
requerido, en su caso, de los documentos que se expresan en el párrafo anterior, así como los datos
personales que permitan la identificación del reclamado, indicación sobre su nacionalidad e, incluso
cuando sea posible, su ubicación dentro del territorio del Estado requerido, fotografías, impresiones
digitales o cualquier otro medio satisfactorio de identificación.

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Artículo 12. Información suplementaria y asistencia legal

1.- El Estado requerido, cuando considere insuficiente la documentación presentada de acuerdo con lo
establecido en el artículo 11 de esta convención, lo hará saber lo más pronto posible al Estado requiriente,
el que deberá subsanar las omisiones o deficiencias que se hayan observado dentro del plazo de treinta
días, en el caso que el reclamado ya estuviere detenido o sujeto a medidas precautorias. Si en virtud de
circunstancias especiales, el Estado requiriente no pudiera dentro del referido plazo subsanar dichas
omisiones o deficiencias, podrá solicitar al Estado requerido que se prorrogue el plazo por treinta días.

2.- El Estado requerido proveerá asistencia legal al Estado requiriente, sin costo alguno para este, a fin de
proteger los intereses del Estado requiriente ante las autoridades competentes del Estado requerido.

Artículo 13. Principio de la especialidad

1.- Ninguna persona extraditada conforme a esta convención será detenida, procesada o penada en el
Estado requiriente por un delito que haya sido cometido con anterioridad a la fecha de la solicitud de su
extradición y que sea distinto del propio delito por el cual se ha concedido la extradición, a menos que:

a) La persona abandone el territorio del Estado requiriente después de la extradición y


luego regrese voluntariamente a él; o

b) La persona no abandone el territorio del Estado requiriente dentro de los treinta días de
haber quedado en libertad para abandonarlo; o

c) La autoridad competente del Estado requerido dé su consentimiento a la detención,


procesamiento o sanción de la persona por otro delito; en tal caso, el Estado requerido
podrá exigir al Estado requiriente la presentación de los documentos previstos en el
artículo 11 de esta convención.

2.- Cuando haya sido concedida la extradición, el Estado requiriente comunicará al Estado requerido la
resolución definitiva tomada en el caso contra la persona extraditada.

Artículo 14. Detención provisional y medidas cautelares

1.- En casos urgentes, los Estados Partes podrán solicitar por cualquiera de los medios previstos en el
artículo 10 de esta convención u otros medios de comunicación, que se proceda a detener
provisionalmente a la persona reclamada judicialmente, procesada o condenada, y a la retención de los
objetos concernientes al delito. La solicitud de detención provisional deberá declarar la intención de
presentar el pedido formal para la extradición de la persona reclamada, hacer constar la existencia de una
orden de detención o de un fallo condenatorio dictado contra dicha persona por parte de una autoridad
judicial y contener la descripción del delito. La responsabilidad que pudiera originarse por la detención
provisional corresponderá exclusivamente al Estado que hubiera solicitado la medida.

2.- El Estado requerido deberá ordenar la detención provisional y en su caso la retención de objetos y
comunicar inmediatamente al Estado requiriente la fecha de la detención.

3.- Si el pedido de extradición, acompañado de los documentos a que hace referencia el artículo 11 de
esta convención, no fuese presentado dentro de los sesenta días contados a partir de la fecha de la

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detención provisional, de que trata el párrafo 1 del presente artículo, la persona reclamada será puesta en
libertad.

4.- Cumplido el plazo a que hace referencia el párrafo anterior, no se podrá solicitar nuevamente la
detención de la persona reclamada, sino después de la presentación de los documentos exigidos por el
artículo 11 de esta convención.

Artículo 15. Solicitudes por más de un Estado

Cuando la extradición fuere pedida por más de un Estado con referencia al mismo delito, el Estado
requerido dará preferencia a la solicitud del Estado en cuyo territorio se cometió el delito. Si en las
solicitudes concurre esta circunstancia por delitos diferentes, se dará preferencia al Estado que reclame a
la persona por el delito que sea sancionado con pena más grave según la ley del Estado requerido. Si se
tratare de hechos diferentes que el Estado requerido considera de igual gravedad, la preferencia será
determinada por la prioridad del pedido.

Artículo 16. Derechos y asistencia

1.- La persona reclamada gozará en el Estado requerido de todos los derechos y garantías que conceda la
legislación de dicho Estado.

2.- El reclamado deberá ser asistido por un defensor, y si el idioma oficial del país fuere distinto del suyo,
también por intérprete.

Artículo 17. Comunicación de la decisión

El Estado requerido comunicará sin demora al Estado requirente su decisión respecto a la solicitud de
extradición y las razones por las cuales se concede o se deniega.

Artículo 18. Non bis in ídem

Negada la extradición de una persona no podrá solicitarse de nuevo por el mismo delito.

Artículo 19. Entrega de la persona reclamada y de objetos

1.- La entrega del reclamado a los agentes del Estado requirente se efectuará en el sitio que determine el
Estado requerido. Dicho sitio será, de ser posible, un aeropuerto de salida de vuelos internacionales
directos para el Estado requirente.

2.- Si la solicitud de detención provisional o la de extradición se extendiere a la retención judicial de


documentos, dinero, u otros objetos que provengan del delito imputado o que puedan servir para la
prueba, tales objetos serán recogidos y depositados bajo inventario por el Estado requerido, para ser
entregados al Estado requiriente si la extradición fuere concedida o, en su caso, se frustrare por fuerza
mayor, a menos que la ley del Estado requerido se oponga a dicha entrega. En todo caso, quedarán a salvo
los derechos de terceros.

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Artículo 20. Postergación de la entrega

1.- Cuando la persona reclamada judicialmente estuviera sometida a juicio o cumpliendo condena en el
Estado requerido, por delito distinto del que motivó la solicitud de extradición, su entrega podrá ser
postergada hasta que tenga derecho a ser liberada en virtud de sentencia absolutoria, cumplimiento o
conmutación de pena, sobreseimiento, indulto, amnistía o gracia. Ningún proceso civil que pudiera tener
pendiente el reclamado en el Estado requerido podrá impedir o demorar su entrega.

2.- Cuando por circunstancias de salud, el traslado pusiera en peligro la vida de la persona reclamada, su
entrega podrá ser postergada hasta que desaparezcan tales circunstancias.

Artículo 21. Extradición simplificada

Un Estado requerido podrá conceder la extradición sin proceder con las diligencias formales de
extradición siempre que:

a) Sus leyes no la prohiban específicamente, y

b) La persona reclamada acceda por escrito y de manera irrevocable a su extradición


después de haber sido informada por un juez u otra autoridad competente acerca de sus
derechos a un procedimiento formal y de la protección que este le brinda.

Artículo 22. Plazo de recepción del extraditado

Si la extradición se hubiera concedido, el Estado requirente deberá hacerse cargo de la persona reclamada
dentro del término de treinta días a contar de la fecha en que hubiera sido puesta a su disposición. Si no lo
hiciera dentro de dicho plazo, se pondrá en libertad al reclamado, quien no podrá ser sometido a nuevo
procedimiento de extradición por el mismo delito o delitos. Sin embargo, ese plazo podrá ser prorrogado
por treinta días si el Estado requiriente se ve imposibilitado, por circunstancias que no le sean imputables,
de hacerse cargo del reclamado y conducirlo fuera del territorio del Estado requerido.

Artículo 23. Custodia

Los agentes del Estado requiriente que se encuentren en el territorio de otro Estado Parte para hacerse
cargo de una persona cuya extradición hubiera sido concedida, estarán autorizados para custodiarla y
conducirla hasta el territorio del Estado requiriente, sin perjuicio de estar sometidos a la jurisdicción del
Estado en que se hallen.

Artículo 24. Tránsito

1.- Los Estados Partes permitirán y colaborarán, avisados previamente, de gobierno a gobierno, por vía
diplomática o consular, el tránsito por sus territorios de una persona cuya extradición haya sido
concedida, bajo la custodia de agentes del Estado requiriente y/o del requerido, según el caso, con la
presentación de copia de la resolución que concedió la extradición.

2.- El mencionado aviso previo no será necesario cuando se haga uso de los medios de transporte aéreo y
no se haya previsto ningún aterrizaje regular en el territorio del Estado Parte que se vaya a sobrevolar.

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Artículo 25. Gastos

Los gastos de detención, custodia, manutención y transporte de la persona extraditada y de los objetos a
que se refiere el artículo 19 de esta Convención, serán por cuenta del Estado requerido, hasta el momento
de su entrega, y desde entonces quedarán a cargo del Estado requirente.

Artículo 26. Exención de legalización

Cuando en la aplicación de la presente Convención se utilice la vía diplomática, consular o directa de


gobierno a gobierno, no se exigirá la legalización de los documentos.

Artículo 27. Firma

La presente Convención estará abierta a la firma de los Estados Miembros de la Organización de los
Estados Americanos.

Artículo 28. Ratificación

La presente Convención está sujeta a ratificación. Los instrumentos de ratificación se depositarán en la


Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos.

Artículo 29. Adhesión

1.- La presente Convención estará abierta a la adhesión de cualquier Estado americano.

2.- La presente Convención estará abierta a la adhesión de los Estados que tengan la calidad de
Observadores Permanentes ante la Organización de los Estados Americanos, previa aprobación de la
solicitud correspondiente por parte de la Asamblea General de la Organización.

Artículo 30. Reservas

Cada Estado podrá formular reservas a la presente Convención al momento de firmarla, aprobarla,
ratificarla o adherir a ella, siempre que la reserva verse sobre una o más disposiciones específicas y no sea
incompatible con el objeto y fin de la Convención.

Artículo 31. Entrada en vigor

1.- La presente Convención entrará en vigor el trigésimo día a partir de la fecha en que haya sido
depositado el segundo instrumento de ratificación.

2.- Para cada Estado que ratifique la Convención o adhiera a ella después de haber sido depositado el
segundo instrumento de ratificación, la convención entrará en vigor el trigésimo día a partir de la fecha en
que tal Estado haya depositado su instrumento de ratificación o adhesión.

Artículo 32. Casos especiales de aplicación territorial

1.- Los Estados Partes que tengan dos o más unidades territoriales en las que rijan distintos sistemas
jurídicos relacionados con cuestiones tratadas en la presente convención, deberán declarar, en el momento

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de la firma, ratificación o de la adhesión, que la convención se aplicará a todas sus unidades territoriales o
solamente a una o más de ellas.

2.- Tales declaraciones podrán ser modificadas mediante declaraciones ulteriores, que especificarán
expresamente la unidad o las unidades territoriales a las que se aplicará la presente convención. Dichas
declaraciones ulteriores se transmitirán a la Secretaría General de la Organización de los Estados
Americanos y surtirán efecto treinta días después de recibidas.

Artículo 33. Relación con otras convenciones sobre extradición

1.- La presente convención regirá entre los Estados Partes que la ratifiquen o adhieran a ella y no dejará
sin efecto los tratados multilaterales o bilaterales vigentes o concluidos anteriormente, salvo que medie,
respectivamente, declaración expresa de voluntad de los Estados Partes o acuerdo de estos en contrario.

2.- Los Estados Partes podrán decidir el mantenimiento de la vigencia de los tratados anteriores en forma
supletoria.

Artículo 34. Vigencia y denuncia

La presente convención regirá indefinidamente, pero cualquiera de los Estados Partes podrá denunciarla.
El instrumento de la denuncia será depositado en la Secretaría General de la Organización de los Estados
Americanos. Transcurrido un año, contado a partir de la fecha de depósito del instrumento de denuncia, la
Convención cesará en sus efectos para el Estado denunciante, quedando subsistente para los demás
Estados Partes.

Artículo 35. Depósito, registro, publicación y notificación

El instrumento original de la presente convención cuyos textos en español, francés, inglés y portugués son
igualmente auténticos, será depositado en la Secretaría General de la Organización de los Estados
Americanos, la que enviará copia auténtica de su texto para su registro y publicación a la Secretaría de las
Naciones Unidas, de conformidad con el artículo 102 de su Carta Constitutiva. La Secretaría General de
la Organización de los Estados Americanos notificará a los Estados miembros de esta Organización y a
los Estados que hayan adherido a la convención acerca de las firmas y los depósitos de instrumentos de
ratificación, adhesión y denuncia, así como de las reservas que se formularen. También les transmitirá las
declaraciones previstas en el artículo 32 de la presente convención.

EN FE DE LO CUAL, los plenipotenciarios infrascritos, debidamente autorizados por sus respectivos


gobiernos, firman la presente convención.

HECHA EN LA CIUDAD DE CARACAS, República de Venezuela, el día veinticinco de febrero de


mil novecientos ochenta y uno.

DECLARACION HECHA AL FIRMAR LA CONVENCION

Guatemala:

No existiendo en el Derecho Comparado y en nuestra legislación un sistema homogéneo para definir los
delitos y por haberse adoptado en esta Convención un procedimiento esencialmente subjetivo e integral

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para calificarlos, nuestra Delegación la ha suscrito, en el entendido de que la interpretación de los
artículos 7 y 8 cuando hubiere lugar a ello se sujetará a lo dispuesto en el artículo 61 de nuestra
Constitución, especialmente en lo que se refiere a que: "ningún guatemalteco podrá ser entregado a
Gobierno Extranjero para su juzgamiento o castigo, sino por delitos comprendidos en Tratados
Internacionales vigentes para Guatemala".

RESERVAS HECHAS AL FIRMAR LA CONVENCION

Haití:

Bajo Reservas."

Rige a partir de su publicación.

Ley de Extradición

N. 4795 del 16 de julio de 1971. La Gaceta No. 250 del 23 de julio de 1971

Ultimas reformas:

 Ley No.7445 del 2 de noviembre de 1994

NOTA: La ley No.5991 del 9 de noviembre de 1976 reprodujo íntegramente la presente ley, quedando su
texto como sigue:

Artículo 1.-

A falta de tratados, tanto las condiciones como el procedimiento y los efectos de la extradición, estarán
determinados por la presente ley, que se aplicará también a los aspectos que no hayan sido previstos por
los tratados.

Artículo 2.-

La extradición alcanza a los procesados o condenados como autores cómplices o encubridores del delito
cometido fuera del territorio nacional.

Artículo 3.-

No se ofrecerá ni concederá la extradición:

a) Cuando al cometer el hecho punible el reclamado fuera costarricense por nacimiento o por
naturalización. En esos casos será juzgado por los tribunales nacionales. Si hubiera descontado en el
exterior parte de la pena o de la medida de seguridad impuesta, ellas el serán abonadas por el juez.

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b) Cuando la solicitud de extradición se fundamente en delitos cometidos por personas que se estén
juzgando o sancionando en Costa Rica por los mismos hechos, o cuando como consecuencia del proceso
incoado a que se refiere este inciso, éstas hayan sido absueltas, indultadas o perdonadas o hayan cumplido
la condena impuesta.

c) Cuando el reclamado esté siendo juzgado o haya sido condenado por delito o delito culposo cometido
en la República, con anterioridad al recibo de la solicitud de entrega; pero si se le absolviere o una vez
extinguida la pena impuesta, podrá decretarse la extradición.

d) Cuando el hecho imputado no fuere delito, según la ley costarricense, o siéndolo hubiera prescrito la
acción penal o la pena.

e) Cuando la pena asignada a los hechos imputados, según su calificación provisional o definitiva por el
juez o tribunal competente del Estado que solicita la extradición, sea menor de un año de privación de
libertad y que esté autorizada o acordada la prisión o detención preventiva del procesado, si no hubiere
aún sentencia firme. Esta debe ser privativa de la libertad.

f) Cuando el delito no se hubiera cometido en el territorio del Estado reclamante o no hubiere producido
sus efectos en éste.

g) Cuando el delito sea político o cuando, aunque común, fuere conexo con el delito político, según la ley
costarricense.

h) Cuando se trate del autor de un delito común, si el objeto de extradición se fundamenta en razones
políticas.

i) Cuando los delitos por los cuales se solicita la extradición fueren sancionados con privación de la vida,
excepto cuando el Estado requirente se obliga a imponer la pena inmediata inferior a ésta. Caso de no
obtener esta seguridad, el imputado será juzgado por nuestros tribunales con fundamento en la
documentación que se remita.

j) Cuando el inculpado hubiere de comparecer ante un tribunal o juzgado de excepción en el Estado


requirente; y k) Cuando el inculpado se encuentre amparado a la condición de asilado político.

(La Sala Constitucional mediante resolución N° 6780 del 22 de noviembre de 1994, estableció que la
interpretación judicial dada al inciso a) del artículo 3 de la Ley de Extradición, en el sentido de conceder
la extradición cuando se trate de un costarricense por naturalización con posterioridad a la comisión del
hecho punible por el que se le reclama, es inconstitucional, "…debiendo interpretarse que tal posibilidad
cabría únicamente cuando el extraditable pierda la nacionalidad costarricense….")

Artículo 4.-

Si dos o más Estados reclamaren a un mismo individuo por razones de distintas infracciones, se dará
preferencia al hecho más grave conforme a la ley costarricense; caso de igual gravedad se atenderá a la
prioridad de la demanda, pero siempre tendrán preferencia los Estados con los cuales existan convenios
de extradición. Si las distintas reclamaciones se hicieren por un mismo hecho, se preferirá la del país
donde se cometió éste y en todo caso la del país del que fuera súbdito o ciudadano el reo, sin perjuicio de
la regla precedente relativa a convenios.

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Artículo 5.-

La facultad de pedir, conceder, ofrecer o negar la extradición corresponde al Poder Judicial, pero las
decisiones que éste tome se pondrán en conocimiento del Estado requirente o requerido, por medio del
Poder Ejecutivo. En este último caso, se acompañarán los mismos documentos y se llenarán los mismos
trámites que exige esta ley para todo país que los solicite.

Artículo 6.-

Cuando los Tribunales de Justicia, el Ministerio Público o el Poder Ejecutivo tengan conocimiento de que
un ciudadano extranjero deba ser extraditado, lo pondrán en conocimiento del Estado o Estados
interesados, por intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores, para que si a bien lo tienen
formalicen dentro del término de dos meses la solicitud de extradición.

Artículo 7.-

La extradición se puede solicitar por cualquier medio de comunicación siempre que exista una orden de
detención contra el inculpado y la promesa de cumplir con los requisitos señalados para el trámite. En
este caso los documentos de que habla el artículo 9° se presentarán a la embajada o consulado
costarricense, a más tardar diez días contados a partir de la detención del imputado, la cual deberá dar
cuenta de inmediato a las autoridades judiciales costarricenses y remitirlas a la mayor brevedad. Si no se
cumpliere con lo aquí ordenado, el detenido será puesto en libertad y no podrá solicitarse nuevamente su
extradición por este procedimiento sumario.

Si los tribunales de justicia determinaren interlocutoriamente que el inculpado es costarricense por


nacimiento o se encuentra en alguno de los casos de excepción previsto en los incisos g) y k) del artículo
3°, podrán otorgarle el beneficio de la excarcelación de conformidad con las disposiciones respectivas.

Artículo 8.-

La responsabilidad que pudiere originarse del hecho de la detención provisional, será del Estado
requirente.

Artículo 9.-

Cuando la extradición sea solicitada, se observarán los siguientes trámites:

a) El requerido será puesto a la orden del juzgado penal de su residencia y si ésta no se pudiere
determinar, corresponderá el conocimiento del asunto a un juzgado penal de la ciudad de San José.

b) Mientras se tramite la extradición el imputado será detenido preventivamente hasta por el término de
dos meses.

c) El gobierno requirente deberá presentar:

1.- Documentos comprobatorios de un mandamiento o auto de detención o prisión judicial, o en su


caso, de la sentencia condenatoria firme pronunciada.

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2.- Copia auténtica de las actuaciones del proceso, que suministren pruebas o al menos indicios
razonables de la culpabilidad de la persona de que se trate.

3.- Los datos de identificación del indiciado o reo.

4.- Copia auténtica de las disposiciones legales sobre calificación del hecho, participación atribuida
al infractor, precisión de la pena aplicable y sobre la prescripción.

d) Si la documentación estuviere incompleta, el tribunal solicitará por la vía más rápida el o los
documentos que falten.

e) Terminado este trámite, el tribunal nombrará defensor público al indiciado si no lo tuviere y dará
audiencia a éste y al Ministerio Público hasta por veinte días, de los cuales diez días serán para proponer
pruebas y los restantes para evacuarlas.

f) Los incidentes que se promovieren durante la sustanciación de las diligencias, serán decididos por el
tribunal que desechará de plano toda gestión que no sea pertinente o que tienda, a su juicio, a entorpecer
el curso de los procedimientos. Dictará resolución concediendo o negando la extradición dentro de los
diez días siguientes a los plazos indicados anteriormente y podrá condicionarla en la forma que considere
oportuna; en todo caso, deberá solicitar y obtener del país requirente, promesa formal de que el
extraditado no será juzgado por un hecho anterior diverso ni sometido a sanciones distintas a las
correspondientes al hecho o de las impuestas en la condena respectiva, copia de la cual el país requirente
remitirá a nuestros tribunales.

g) De lo resuelto por el tribunal cabe apelación para ante el tribunal superior correspondiente dentro del
término de tres días que comenzarán a correr al día siguiente de la notificación.

El tribunal concederá a las partes un término de audiencia de cinco días, vencido el cual, dictará la
resolución correspondiente a más tardar dentro del plazo de quince días.

Artículo 9 bis.- *

Si la persona reclamada accede, por escrito, a ser entregada al Estado requirente, después de que la
autoridad judicial competente le haya advertido, en forma personal y en presencia de su defensor, de su
derecho a un trámite formal de extradición, conforme se establece en el artículo anterior, el Juez podrá
conceder la extradición sin más trámite.

La resolución judicial deberá fundamentarse y se notificará a la defensa y a la Procuraduría General de la


República. Contra ella cabrá recurso de apelación ante el Tribunal Superior correspondiente, el cual podrá
ser interpuesto, tanto por la defensa como por la Procuraduría General de la República, dentro del plazo
establecido en el artículo anterior. Será resuelto dentro del término de quince días.

*Adicionado por el artículo 1 de la ley No.7445 del 2 de noviembre de 1994

Artículo 10.-

Cuando la extradición sea denegada, el reo será puesto en libertad o en su caso, si se concediere, será
puesto a la orden de las autoridades de policía, para su entrega; ésta deberá hacerse conjuntamente con los

24
objetos que se encuentren en su poder o sean producto del hecho imputado, lo mismo que de las piezas
que puedan servir para la prueba del mismo, siempre que ello no perjudique a terceros.

Artículo 11.-

Si el Estado requirente no dispone del imputado o reo dentro de los dos meses siguientes de haber
quedado a sus órdenes, será puesto en libertad.

Artículo 12.-

Negada la extradición de una persona por el fondo, no se puede volver a solicitar por el mismo delito.

Artículo 13.-

Los gastos de detención y entrega serán por cuenta del Estado requirente.4

DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS

A.G. res. 217 A (III), ONU Doc. A/810 p. 71 (1948).

PREAMBULO

Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la
dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana,
Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de
barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad; y que se ha proclamado, como la aspiración más
elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la
miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias, Considerando esencial que los
derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea
compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión, Considerando también
esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones, Considerando que los pueblos
de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la
dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres; y se han
declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más
amplio de la libertad, Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en
cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y
libertades fundamentales del hombre, y Considerando que una concepción común de estos derechos y
libertades es de la mayor importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso, La Asamblea
General Proclama la presente Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común por el que
todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones,
inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos
derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su

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reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros
como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.

Artículo 1

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y
conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

Artículo 2

1. Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de
raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.

2. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país
o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de
un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de
soberanía.

Artículo 3

Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Artículo 4

Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas
en todas sus formas.

Artículo 5

Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Artículo 6

Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.

Artículo 7

Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen
derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda
provocación a tal discriminación.

Artículo 8

Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que la
ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.

Artículo 9

26
Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.

Artículo 10

Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por
un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el
examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.

Artículo 11

1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su
culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías
necesarias para su defensa.

2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos
según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el
momento de la comisión del delito.

Artículo 12

Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su


correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de
la ley contra tales injerencias o ataques.

Artículo 13

1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.

2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.

Artículo 14

1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.

2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos comunes
o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

Artículo 15

1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.

2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.

Artículo 16

1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos
de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia; y disfrutarán de iguales derechos en
cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.

27
2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio.

3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la


sociedad y del Estado.

Artículo 17

1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.

2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.

Artículo 18

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye
la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su
creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el
culto y la observancia.

Artículo 19

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser
molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de
difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Artículo 20

1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.

2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.

Artículo 21

1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de
representantes libremente escogidos.

2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su
país.

3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará
mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y
por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.

Artículo 22

Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el
esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada
Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y
al libre desarrollo de su personalidad.

28
Artículo 23

1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y
satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.

2. Toda personal tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.

3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure,
así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso
necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.

4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.

Artículo 24

Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la
duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.

Artículo 25

1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud
y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios
sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez,
viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de
su voluntad.

2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos
de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.

Artículo 26

1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente
a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica
y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en
función de los méritos respectivos.

2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del
respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia
y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; y promoverá el desarrollo de
las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.

3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.

Artículo 27

1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las
artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.

29
2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan
por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.

Artículo 28

Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y
libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.

Artículo 29

1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y
plenamente su personalidad.

2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a
las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los
derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y
del bienestar general en una sociedad democrática.

3. Estos derechos y libertades no podrán en ningún caso ser ejercidos en oposición a los propósitos y
principios de las Naciones Unidas.

Artículo 30

Nada en la presente Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al
Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a
la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.

CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS

N. 4534 del 23 de febrero de 1970. La Gaceta No. 62del 14 de marzo de 1970

Artículo único.- Apruébase en todas y cada una de sus partes, la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, suscrita en San José, Costa Rica, cuyo texto es el siguiente:

CONVENCION AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS

PREAMBULO

Los Estados Americanos signatarios de la presente Convención, Reafirmando su propósito de consolidar


en este Continente, dentro del cuadro de las instituciones democráticas, un régimen de libertad personal y
de justicia social, fundado en el respeto de los derechos esenciales del hombre;

Reconociendo que los derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de ser nacional de determinado
Estado, sino que tienen como fundamento los atributos de la persona humana, razón por la cual justifican

30
una protección internacional, de naturaleza convencional coadyuvante o complementaria de la que ofrece
el derecho interno de los Estados americanos.

Considerando que estos principios han sido consagrados en la Carta de la Organización de los Estados
Americanos, en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos que han sido reafirmados y desarrollados en otros instrumentos
internacionales, tanto de ámbito universal como regional;

Reiterando que, con arreglo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sólo puede realizarse
el ideal del ser humano libre, exento del temor y de la miseria, si se crean condiciones que permitan a
cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y culturales, tanto como de sus derechos civiles
y políticos, y Considerando que la tercera Conferencia Interamericana Extraordinaria (Buenos Aires,
1967) aprobó la incorporación a la propia Carta de la Organización de normas más amplias sobre
derechos económicos, sociales y educacionales y resolvió que una convención interamericana sobre
derechos humanos determinara la estructura, competencia y procedimiento de los órganos encargados de
esa materia, Han convenido en lo siguiente:

CONVENCION AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS

Parte I Deberes de los estados y derechos protegidos

Capítulo I Enumeración de deberes

Artículo 1 Obligación de respetar los derechos

1. Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades
reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que éste sujeta a su
jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones
políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier
otra condición social.

2. Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano.

Artículo 2 Deber de adoptar disposiciones de derecho interno

Si el ejercicio de los derechos y libertades mencionados en el artículo 1 no estuviere ya garantizado por


disposiciones legislativas o de otro carácter, los Estados Partes se comprometen a adoptar, con arreglo a
sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convención, las medidas legislativas o
de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades.

Capítulo II Derechos civiles y políticos

Artículo 4 Derecho a la vida

1. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en
general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.

31
2. En los países que no han abolido la pena de muerte, ésta sólo podrá imponerse por los delitos más
graves, en cumplimiento de sentencia ejecutoriada de tribunal competente y de conformidad con una ley
que establezca tal pena, dictada con anterioridad a la comisión del delito. Tampoco se extenderá su
aplicación a delitos a los cuales no se la aplique actualmente.

3. No se restablecerá la pena de muerte en los Estados que la han abolido.

4. En ningún caso se puede aplicar la pena de muerte por delitos políticos ni comunes conexos con los
políticos.

5. No se impondrá la pena de muerte a personas que, en el momento de la comisión del delito, tuvieren
menos de dieciocho años de edad o más de setenta, ni se le aplicará a las mujeres en estado de gravidez.

6. Toda persona condenada a muerte tiene derecho a solicitar la amnistía, el indulto o la conmutación de
la pena, los cuales podrán se concedidos en todos los casos. No se puede aplicar la pena de muerte
mientras la solicitud esté pendiente de decisión ante autoridad competente.

Artículo 5 Derecho a la integridad personal

1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral.

2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda persona
privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano.

3. La pena no puede trascender de la persona del delincuente.

4. Los procesados deben estar separados de los condenados, salvo en circunstancias excepcionales, y
serán sometidos a un tratamiento adecuado a su condición de personas no condenadas.

5. Cuando los menores puedan ser procesados, deben ser separados de los adultos y llevados ante
tribunales especializados, con la mayor celeridad posible, para su tratamiento.

6. Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación social
de los condenados.

Artículo 7 Derecho a la libertad personal

1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales.

2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las condiciones fijadas de
antemano por las Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes dictadas conforme a ellas.

3. Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios.

4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las razones de su detención y notificada, sin
demora, del cargo o cargos formulados contra ella.

5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro funcionario
autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo

32
razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá estar
condicionada a garantías que aseguren su comparecencia en el juicio.

6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o tribunal competente, a fin de
que éste decida, sin demora, sobre la legalidad de su arresto o detención y ordene su libertad si el arresto
o la detención fueran ilegales. En los Estados Partes cuyas leyes prevén que toda persona que se viera
amenazada de ser privada de su libertad, tiene derecho a recurrir a un juez o tribunal competente a fin de
que éste decida sobre la legalidad de tal amenaza. Dicho recurso no puede ser restringido ni abolido. Los
recursos podrán interponerse por sí o por otra persona.

7. Nadie será detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de autoridad judicial competente
dictados por incumplimientos de deberes alimentarios.

Artículo 8 Garantías judiciales

1. Toda persona tiene derecho a ser oída con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un
juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la
sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos
y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.

2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
establezca legalmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad,
a las siguientes garantías mínimas:

a) derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o intérprete, si no comprende o no
habla el idioma del juzgado o tribunal;

b) comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada;

c) concesión al inculpado del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa;

d) derecho del inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección y
de comunicarse libre y privadamente con su defensor;

e) derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado, remunerado o no
según la legislación interna, si el inculpado no se defendiere por sí mismo ni nombrare defensor dentro
del plazo establecido por la ley;

f) derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de obtener la comparecencia,


como testigos o peritos otras personas que puedan arrojar luz sobre los hechos;

g) derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable, y

h) derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior.

3. La confesión del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna naturaleza.

33
4. El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos
hechos.

5. El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los intereses de la
justicia.

Artículo 9 Principio de legalidad y de retroactividad

Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento de cometerse no fueran
delictivos según el derecho aplicable. Tampoco se puede imponer pena más grave que la aplicable en el
momento de la comisión del delito. Si con posterioridad a la comisión del delito la ley dispone la
imposición de una pena más leve, el delincuente se beneficiará de ello.

Artículo 10 Derecho a indemnización

Toda persona tiene derecho a ser indemnizada conforme a la ley en caso de haber sido condenada en
sentencia firme por error judicial.

Artículo 24 Igualdad ante la ley

Todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia tienen derecho, sin discriminación, a igual
protección de la ley.

Artículo 25 Protección judicial

1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los
jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aún cuando tal violación sea cometida
por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales.

2. Los Estados Partes se comprometen:

a) a garantizar que la autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado decidirá sobre los
derechos de toda persona que interponga tal recurso;

b) a desarrollar las posibilidades del recurso judicial, y

c) a garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión en que se haya
estimado procedente el recurso.

Capítulo III Derechos económicos, sociales y culturales

Capítulo IV Suspensión de garantías, interpretación y aplicación

Artículo 29 Normas de interpretación

Ninguna disposición de la presente Convención puede ser interpretada en el sentido de:

34
a) permitir a alguno de los Estados Partes, grupo o persona, suprimir el goce y ejercicio de los derechos y
libertades reconocidos en la Convención o limitarlos en mayor medida que la prevista en ella;

b) limitar el goce y ejercicio de cualquier derecho o libertad que pueda estar reconocido de acuerdo con
las leyes de cualquiera de los Estados Partes o de acuerdo con otra convención en que sea parte uno de
dichos Estados;

c) excluir otros derechos y garantías que son inherentes al ser humano o que se derivan de la forma
democrática representativa de gobierno, y

d) excluir o limitar el efecto que puedan producir la Declaración Americana de Derechos y Deberes del
Hombre y otros actos internacionales de la misma naturaleza.

Artículo 30 Alcance de las restricciones

Las restricciones permitidas, de acuerdo con esta convención, al goce y ejercicio de los derechos y
libertades reconocidas en la misma, no pueden ser aplicadas sino conforme a leyes que se dictaren por
razones de interés general y con el propósito para el cual han sido establecidas.

Artículo 31 Reconocimiento de otros derechos

Podrán ser incluidos en el régimen de protección de esta Convención otros derechos y libertades que sean
reconocidos de acuerdo con los procedimientos establecidos en los artículos 76 y 77.

Capítulo V Deberes de las personas

Artículo 32 Correlación entre deberes y derechos

1. Toda persona tiene deberes para con la familia, la comunidad y la humanidad.

2. Los derechos de cada persona están limitados por los derechos de los demás, por la seguridad de todos
y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad democrática.

Parte II Medios de la protección

Capítulo VI De

los órganos competentes

Artículo 33

Son competentes para conocer de los asuntos relacionados con el cumplimiento de los compromisos
contraídos por los Estados Partes en esta Convención:

a) la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, llamada en adelante la Comisión, y

b) la Corte Interamericana de Derechos Humanos, llamada en adelante la Corte,

Capítulo VII La comisión interamericana de derechos humanos

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Sección 1. Organización

Capítulo IX Disposiciones comunes

Parte III Disposiciones generales y transitorias

Capítulo X Firma, Ratificación, reserva, enmienda, protocolo y denuncia

Artículo 74

1. Esta Convención queda abierta a la firma y a la ratificación o adhesión de todo Estado miembro de la
Organización de los Estados Americanos.

2. La ratificación de esta Convención o la adhesión a la misma se efectuará mediante el depósito de un


instrumento de ratificación o de adhesión en la Secretaría General de la Organización de los Estados
Americanos. Tan pronto como once Estados hayan, depositado sus respectivos instrumentos de
ratificación o de adhesión, la Convención entrará en vigor. Respecto a todo otro Estado que la ratifique o
adhiera a ella ulteriormente, la Convención entrará en vigor en la fecha del depósito de su instrumento de
ratificación o de adhesión.

El Secretario General informará a todos los Estados miembros de la Organización de la entrada en vigor
de la Convención.

Artículo 75

Esta Convención sólo puede ser objeto de reservas conforme a las disposiciones de la Convención de
Viena sobre Derecho de los Tratados, suscrita el 23 de mayo de 1969.

Artículo 76

1. Cualquier Estado Parte directamente y la Comisión o la Corte por conducto del Secretario General,
pueden someter a Asamblea General, para lo que estime conveniente, una propuesta de enmienda a esta
Convención.

2. Las enmiendas entrarán en vigor para los Estados ratificantes de las mismas en la fecha en que se haya
depositado el respectivo instrumento de ratificación que corresponda al número de los dos tercios de los
Estados Partes en esta Convención. En cuanto al resto de los Estados Partes, entrarán en vigor en la fecha
en que depositen sus respectivos instrumentos de ratificación.

Artículo 77

1. De acuerdo con la facultad establecida en el artículo 31, cualquier Estado Parte y la Comisión podrán
someter a la consideración de los Estados Partes reunidos con ocasión de la Asamblea General, proyectos
de protocolos adicionales a esta Convención, con la finalidad de incluir progresivamente en el régimen de
protección de la misma otros derechos y libertades.

2. Cada protocolo debe fijar las modalidades de su entrada en vigor, y se aplicará sólo entre los Estados
Partes en el mismo.

36
Artículo 78

1. Los Estados Partes podrán denunciar esta Convención después de la expiración de un plazo de cinco
años a partir de la fecha de entrada en vigor de la misma y mediante un preaviso de un año, notificando el
Secretario General de la Organización, quien debe informar a las otras Partes.

2. Dicha denuncia no tendrá por efecto desligar al Estado Parte interesado de las obligaciones contenidas
en esta Convención en lo que concierne a todo hecho que, pudiendo constituir una violación de esas
obligaciones, haya sido cumplido por él anteriormente a la fecha en la cual la denuncia produce efecto.

Capítulo XI Disposiciones transitorias

Sección 1. Comisión interamericana de derechos humanos

Artículo 79

Al entrar en vigor esta Convención, el Secretario General pedirá por escrito a cada Estado miembro de la
Organización que presente, dentro de un plazo de noventa días, sus candidatos para miembros de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El Secretario General preparará una lista por orden
alfabético de los candidatos presentados y la comunicará a los Estados miembros de la Organización al
menos treinta días antes de la próxima Asamblea General.

Artículo 80

La elección de miembros de la Comisión se hará de entre los candidatos que figuren en la lista a que se
refiere el artículo 79, por votación secreta de la Asamblea General y se declararán elegidos los candidatos
que obtengan mayor número de votos y la mayoría absoluta de los votos de los representantes de los
Estados Miembros. Si para elegir a todos los miembros de la Comisión resultare necesario efectuar varias
votaciones, se eliminará sucesivamente, en la forma que determine la Asamblea General, a los candidatos
que reciban menor número de votos.

Sección 2. Corte interamericana de derechos humanos

Artículo 81

Al entrar en vigor esta Convención, el Secretario General pedirá por escrito a cada Estado Parte que
presente, dentro de un plazo de noventa días, sus candidatos para jueces de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos. El Secretario General preparará una lista por orden alfabético de los candidatos
presentados y la comunicará a los Estados Partes por lo menos treinta días antes de la próxima Asamblea
General.

Artículo 82

La elección de jueces de la Corte se hará de entre los candidatos que figuren en la lista a que se refiere el
artículo 81, por votación secreta de los Estados Partes en la Asamblea General y se declararán elegidos
los candidatos que obtengan mayor número de votos y la mayoría absoluta de los votos de los
representantes de los Estados Partes. Si para elegir a todos los jueces de la Corte resultare necesario

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efectuar varias votaciones; se eliminarán sucesivamente, en la forma que determinen los Estados Partes, a
los candidatos que reciban menor número de votos.

DECLARACIONES Y RESERVAS

Declaración de Chile:

La Delegación de Chile, pone su firma en esta Convención, sujeta a su posterior aprobación parlamentaria
y ratificación, conforme a las normas constitucionales vigentes.

Declaración del Ecuador:

La Delegación del Ecuador tiene el honor de suscribir la Convención Americana de Derechos Humanos.
No cree necesario puntualizar reserva alguna, dejando a salvo tan sólo, a la facultad general contenida en
la misma Convención, que deja a los gobiernos la libertad de ratificarlo.

Reserva del Uruguay:

El artículo 80 numeral 2 de la Constitución de la República Oriental del Uruguay establece que la


ciudadanía se suspende "por la condición de legalmente procesado en causa criminal de que pueda
resultar pena de penitenciaría". Esta limitación al ejercicio de los derechos reconocidos en el Artículo 23
de la Convención no está contemplada entre las circunstancias que al respecto prevé el parágrafo 2 de
dicho Artículo 23 por lo que la Delegación del Uruguay fórmula la reserva pertinente.

EN FE DE LO CUAL, los Plenipotenciarios infrascritos, cuyos plenos poderes fueron hallados de buena
y debida forma, firman esta Convención, que se llamará "PACTO DE SAN JOSE DE COSTA RICA", en
el ciudad de San José, Costa Rica, el veintidós de noviembre de mil novecientos sesenta y nueve.

El Salvador: Chile:

Manuel Castro Ramírez Alejandro Magnet Manuel Antonio Zeledón Castrillo Bertrand Galindo Uruguay:
Colombia:

Julio C. Lupinacci Roberto Dominguez Serrano Gómez Guatemala:

Ecuador:

Juan Isaac Lovato Carlos García Bauer Aucinena Salazar Honduras: Nicaragua:

Eliseo Pérez Cadalso J. B. Lacayo Paraguay: Venezuela:

Juan Alberto Llanés García Bustillo M. Falcón Briceño Panamá: I. Arcaya José Luis Zapata A. Zurbarán
Trejo Juan Materno Vázquez Eduardo Ritter Aislán Narciso Caray Costa Rica:

Peré Ramos Fernando Lara.

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