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Colegio de Estudios Universitarios del Mayab

Derecho Agrario

Actividad.- Temas de exposición

Integrantes Equipo N.3.-


-Acosta Chuc Angely Beatriz
-Ramirez Herrera Martin Orlando
-Estrella Izquierdo Javier Enrique
-Montero Pérez Carlos Mauricio
-Noh Pat Zalet Jaquelin
-Chac Reyes Francisco Antonio
-Rodríguez Paredes Sulemi Monserrat

Maestra.- Daniela Souza Herrera

Semestre.- 6 Grupo.- A
4. PANORAMA DE LAS DIVERSAS LEGISLACIONES AGRARIAS DE MÉXICO.
Introducción
Mucho antes de lo que hoy conocemos como normas jurídicas agrarias existieron
ya estas, lo que permitió que posterior a la revolución se crearan otras más y
reformaran la ya existentes o se abrogaran, con la intención de regular la vida
agropecuaria en el país. Al triunfo de la Revolución de 1910, y con la publicación
de la Constitución de 1917, algunos de los muchos ideales agraristas se
plasmaron en su Artículo 27, lo que dio origen a una serie de disposiciones
legislativas reglamentarias de la materia agraria, con el fin de dar cumplimiento a
los principios y disposiciones generales agrarias de la Constitución y procurar
resolver el problema agrario en relación a la distribución y tenencia de la tierra de
carácter social destinada para este sector social y productivo del país.
Disposiciones agrarias por las que fue pasando el derecho agrario para
llegar a lo que actualmente es:
Antes a la revolución mexicana, se contaba un conjunto de disposiciones jurídicas
como la Ley de Desamortización por el entonces presidente Comonfort en
1856, referente a la desamortización de las tierras conocida como Ley Lerdo, con
el fin de poner en movimiento la propiedad inmueble del país, trayendo consigo el
despojo de tierras colectivas, ya que al fraccionar las tierras estas deberían ser
adjudicadas a los condueños en los casos de tierras comunales y no a terceras
personas. Al acto jurídico de desamortización que consiste en poner en circulación
los bienes inmuebles que por alguna razón no pueden ser vendidos se le conoce
con este nombre “desamortización”. Los bienes inmuebles que se hallan
amortizados, es decir fuera del mercado, se dice que son de manos muertas.
Constitución de 1857
En su artículo 27 se establecía ya la protección a favor de la propiedad privada,
así como la ocupación de la misma solo en caso de utilidad pública y previa
indemnización. También se refería a la prohibición de que las sociedades civiles o
eclesiásticas podrían adquirir o administrar por si bienes raíces, y solo adquirir los
bienes destinados a su inmediata y directamente al servicio u objeto de la
institución.
La Ley de Baldíos de 1863, así como al decreto sobre Colonización y Compañías
Deslindándolas de 1883, en el que se facultaba a compañías deslindándolas a que
realizaran la habilitación de terrenos baldíos, y los terrenos que habilitaban no
deberían tener extensiones mayores a 2500 hectáreas.
Posteriormente aparece la Ley sobre Ocupación y Enajenación de Terrenos
Baldíos de 1894, en la cual se suspende el límite de las 2500 hectáreas, así como
ordenaba que los predios nacionales, baldíos o demasías poseídas por más de 20
años o más debieran tener títulos patrimoniales, origino esto una acumulación de
tierra desmedida.
En 1910, se pública el Plan de San Luis con el fin de acotar el movimiento
revolucionario, reconociendo el despojo de las comunidades pequeños
propietarios de sus tierras y se proponía la restitución de los mismos, acción que
no se cumplió.
1911, aparece el Plan de Texcoco, donde se replante la inconformidad de lo no
cumplido en el Plan de san Luis y el fraccionar a los grandes latifundios, como el
realizar una reforma agraria real y de fondo,
Da paso al Plan de Ayala de 1911, planteándose la necesidad de los pueblos o
ciudadanos retomen la posesión de los inmuebles que les pertenecían y que de
manera arbitraria se les habían quitado mismos que deberían presentar los títulos
que los amparaban, a la expropiación de los monopolios previa indemnización de
una tercera parte de los mismos y si se oponían se recurriera a la nacionalización
de esos bienes.
Para el año de 1912 bajo el auspicio del Plan de la Empacadora se crea la
Comisión Agraria Ejecutiva, en el cual se manejaba la reconstitución de los
pueblos y ejidos dándole a estos la tierra en usufructo y preservando a la nación la
reserva de dominio de la misma.
Decreto de 1915, estable la figura jurídica de la nulidad, la restitución y la
dotación, como se refiere en su articulado, teniendo vigencia hasta el año de 1933.
Se da paso al artículo 27 Constitucional de 1917.
Ley de Ejidos de 1920.
Establecía quienes tenían Derecho a ser beneficiados con la dotación o restitución
de terrenos en el país, para que fueran disfrutadas en comunidad mientras no se
legisle sobre fraccionamiento, así quienes tenían este Derecho eran: los pueblos,
las rancherías, las congregaciones, las comunidades y los demás núcleos de
población que refería esa Ley, estos núcleos poblacionales que solicitaban tierra
deberían probar la necesidad de la misma o la conveniencia de la dotación,
cuando se solicitaba la restitución se debería probar su Derecho a ellas así como
el carácter que poseían para el efecto, sino se contaba con documentación alguna
con un censo oficial en el que se anotaban más de 50 vecinos jefes de familia, con
el fin de que se considerara un núcleo de población como poblado agrícola.
En su artículo 13 se establece que todas las tierras dotadas a los pueblos se le
denominarían EJIDO. El mínimo de dotación de tierras seria tal que pudiera
producir a cada jefe de familia una utilidad diaria equivalente al duplo del jornal
medio en la localidad. Se establecía que en tanto no se legisle sobre el
fraccionamiento de las tierras obtenidas, las aguas, los bosques y los pastos
comprendidos dentro del ejido, serán de uso común, bajo la vigilancia de la
Comisión de Aprovechamiento de los Ejidos, de acuerdo con las Leyes existentes
de la materia
LEY REGLAMENTARIA SOBRE REPARTICIÓN DE TIERRAS EJIDALES Y
CONSTITUCIÓN DEL PATRIMONIO PARCELARIO EJIDAL 1925
Sienta las bases con toda precisión de la organización y desarrollo ejidal, el
reparto equitativo de la tierra, desconociendo a la organización comunal o
colectiva ya establecida, ya que los ejidos habían sido divididos en parcelas entre
los ejidatarios, exceptuando los bosques, aguas y tierras de agostadero mismas
que terminaron en una situación de explotación colectiva; se señalan sanciones a
los ejidatarios que no cumplan con el objetivo de hacer producir sus parcelas. Esta
Ley constó de 24 Artículos y 4 Transitorios
LEY DE DOTACIONES Y RESTITUCIONES DE TIERRAS Y AGUAS DEL 28 DE ABRIL
DE 1927.
Conocida también como Ley Bassols por el contenido ideológico de la misma plasmado
por Narciso Bassols. Con un contenido de 196 artículos y 2 transitorios, recabo todas las
disposiciones agrarias que se habían expedido, estableciendo la acción misma para la
integración de ejidos, señalando que todos los pueblos que careciera de tierras o aguas o
que no los tuviera en cantidad suficiente para sus necesidades agrícolas tenía Derecho a
que se le dotara en la cantidad y con los requisitos que señalaba la propia Ley. Se
continua con la negativa de considerar como sujetos de Derechos para las dotaciones a
los trabajadores con el carácter de peones acasillados; se relacionan los individuos que
tienen Derecho a la tierra y las condiciones de los mismos, en relación a la ampliación de
las tierras de los ejidos esta se permitía cuando hubiera aumentado el número de la
población. Señala las autoridades que tenían injerencia en los expedientes ejidales.
Señalaba a la pequeña propiedad que quedaba exceptuada de la afectación ejidal.

Códigos agrarios de 1934, 1940 y 1942 con sus reformas cada uno
El primero
Recopilan todas las deposiciones de la materia y el ejido, estableciendo que los
poblados para que tuvieran Derecho a solicitar tierras deberían contar con una
antigüedad de 6 meses a la fecha de la solicitud, se reorienta la dotación a 4
hectáreas de riego a cada ejidatario, se les reconoce el Derecho a los peones
acasillados de las haciendas como ejidatarios. La pequeña propiedad inafectable
se fijó en 50 hectáreas de riego.
El segundo
Contenía 334 artículos y 6 transitorios, podemos decir que se refrendan los
lineamientos generales del anterior Código, señalaba en su artículo 120 que una
vez hecha la posesión definitiva de tierras y aguas al núcleo de población pasaban
a ser propietarios y poseedores en Derecho en los términos del Código. Aparte de
señalar que los bienes del ejido eran inalienables, imprescriptibles, inembargables
e intransferibles, también señalaba que se declaraban nulos de pleno Derecho
todos los actos de particulares y todas las resoluciones, decretos, acuerdos, Leyes
o cualquier acto de las autoridades municipales, de los Estados o federales, así
como de las autoridades judiciales o del orden común, que hubieren tenido por
consecuencia privar total o parcialmente de sus derechos agrarios a los núcleos
de población.
El tercero
Contenía 362 artículos y 5 transitorios, mantenía la propiedad de las tierras
dotadas a los núcleos agrarios, establecía que los solares y parcelas vacantes del
núcleo pasarían a ser propiedad del núcleo, se declaraban inexistentes los actos
que se llevaban a cabo en contravención a lo establecido en el codito, prohibía la
explotación de las tierras por medio de terceras personas, permitía el cambio de
régimen del núcleo agrario, autorizaba la permuta de parcelas dentro del mismo
núcleo y en su artículo 225 establecía el procedimiento.
Y, por último: La ley Federal de Reforma Agraria 1971 (LFRA).
Consistente en 480 artículos y 8 transitorios, reglamentaba las disposiciones
agrarias del artículo 27 Constitucional. En la actualidad sigue teniendo vigencia en
relación a lo que se establece en los artículos transitorios de la Ley Agraria de
1992. Su aplicación se encomendaba a las autoridades siguientes: el Presidente
de la República, los Gobernadores de los Estados y al Jefe del departamento del
Distrito Federal, Secretario de la Reforma Agraria, Secretario de Agricultura y
Recursos Hidráulicos, el Cuerpo Consultivo Agrario y a las Comisiones Agrarias
Mixta.
Sus temas son:
LIBRO I. AUTORIDADES AGRARIAS.
LIBRO II. EL EJIDO.
LIBRO III. ORGANIZACIÓN ECONÓMICA DEL EJIDO.
LIBRO IV. REDISTRIBUCIÓN DE LA PROPIEDAD AGRARIA.
LIBRO V. PROCEDIMIENTOS AGRARIOS.
LIBRO VI. REGISTRO Y PLANEACIÓN AGRARIA.
LIBRO VII. RESPONSABILIDADES.
Innovaciones: Señala las autoridades internas del ejido siendo: la asamblea
general, el Comisariado Ejidal y el consejo de vigilancia; en su artículo 27 señala
la reglamentación de las asambleas y los tipos de las mismas. Las comisiones
agrarias mixtas se convirtieron en órganos de primera instancia para asuntos
ejidales, para que los campesinos dirimieran sus controversias en sus diferentes
localidades.
4.1 DISPOSICIONES AGRARIAS QUE SE DICTARON ANTES DEL CÓDIGO
AGRARIO DE 1934.
El 6 de enero de 1915, Venustiano Carranza, desde Veracruz, emitió la Ley
Agraria, con la cual buscaba dar respuesta a la principal demanda de la
Revolución: la restitución y la dotación de tierra a los pueblos y comunidades
indígenas del país. La ley señalaba que era necesario:
Devolver a los pueblos los terrenos de que han sido despojados como un acto de
elemental justicia y como la única forma efectiva de asegurar la paz y de promover
el bienestar y mejoramiento de nuestras clases pobres… Los pueblos que
necesitándolos, carezcan de ejidos… podrán obtener que se les dote del terreno
suficiente para reconstituirlos conforme a las necesidades de su población,
expropiándose por cuenta del gobierno nacional el terreno indispensable para ese
efecto.
Inició su trabajo la Comisión Nacional Agraria, presidida por el Ing. Pastor Rouaix,
Secretario de Fomento. Para cumplir con lo establecido por la Ley Agraria del 6 de
enero, emitida por Venustiano Carranza, se analizaron las solicitudes de
restitución y dotación de ejidos a los pueblos. Rouaix prometió hacer justicia y
restituir los ejidos a los legítimos propietarios, expropiando los terrenos que
hicieran falta.
La Ley de Ejidos
El presidente Álvaro Obregón determinó que era necesario regular de manera más
general y menos casuística la solución de los diversos problemas que iba
afrontando el proceso agrario y que se turnaban a la Comisión Nacional Agraria, la
cual trataba de orientar a través de circulares. Para ello se expidió la Ley de Ejidos
del 30 de diciembre de 1920.
Se dispone que las solicitudes de restitución y dotación deberían presentarse ante
los gobernadores de las entidades, acompañando los documentos base de la
acción. La Comisión Nacional Agraria propondría las resoluciones definitivas sobre
las acciones de tierras al Ejecutivo; en tanto que los comités particulares
ejecutivos pondrían en práctica las resoluciones dictadas.
Además de regular el procedimiento para la tramitación de los expedientes
agrarios, se establecen lineamientos para el pago de las indemnizaciones por las
afectaciones o expropiaciones de tierras sujetas a reparto, y se ordena la
constitución de las juntas de aprovechamiento de los ejidos, encargadas de la
administración de las tierras comunales de los núcleos agrarios constituidos.
En los casos de restitución, se previno el establecimiento de procedimientos
mixtos: administrativos ante las comisiones locales agrarias, a las cuales
correspondía la integración de los expedientes, y judiciales, parael desahogo de la
información testimonial, aplicando las disposiciones del Código de Procedimientos
Civiles para el Distrito Federal, cuyas constancias certificadas debían ser
presentadas ante las autoridades agrarias.
El Reglamento Agrario
El Reglamento Agrario del 10 de abril de 1922, expedido por el presidente Álvaro
Obregón y publicado el 18 de ese mismo mes y año, refrenda el derecho de los
pueblos, las rancherías, las congregaciones, las comunidades y los núcleos de
población existentes en las haciendas, para solicitar y obtener tierras por concepto
de dotación o restitución de ejidos, añadiendo a las ciudades y villas que por sus
características particulares lo requirieran. Se reitera que los expedientes de
dotación o restitución de tierras a los pueblos serían tramitados por las comisiones
locales agrarias y resueltos provisionalmente por los gobernadores; que los
comités particulares ejecutivos darían la posesión provisional de las tierras, y que
la Comisión Nacional Agraria sometería los expedientes a la resolución definitiva
del presidente de la República.
Por decreto del 26 de mayo de 1923, se adicionó el Reglamento Agrario sobre las
propiedades que quedarían exceptuadas de afectación para la dotación de ejidos.
De igual manera, mediante decreto del 12 de julio del mismo año, se precisa la
forma en que se ejecutarían provisionalmente las resoluciones de los
gobernadores por los comités particulares ejecutivos.
El decreto 7 del 1 de noviembre de 1923 concede a los núcleos agrarios el
derecho preferente al aprovechamiento de las aguas federales.
Ley de Dotaciones y Restituciones de Tierras y Aguas
El 23 de abril de 1927, el presidente Plutarco Elías Calles expidió la Ley de
Dotaciones y Restituciones de Tierras y Aguas, Reglamentaria del Artículo 27 de
la Constitución,14 que deroga las leyes, los decretos y reglamentos dictados en
materia agraria, así como los acuerdos y las circulares de la Comisión Nacional
Agraria.
Esta ley pretendió perfeccionar los procedimientos de reparto llevados a cabo por
las autoridades agrarias y corregir las deficiencias observadas a partir del triunfo
de la Revolución y de la expedición de la
Ley Agraria de 1915 y de la Constitución de 1917, que generaron una gran
cantidad de amparos concedidos en contra de las resoluciones de restitución de
tierras y de dotación y ampliación de ejidos, lo que originaba enormes gastos al
gobierno y desaliento para los campesinos que, habiendo obtenido las tierras
merced a alguno de los procedimientos citados, las perdían para ser devueltas a
los propietarios afectados, años después y como resultado de ejecutorias que les
eran adversas.
Martha Chávez Padrón15 comenta sobre esta situación que el juicio de amparo
“interpuesto con obstaculizadora frecuencia por los presuntos afectados, nulificaba
indirectamente la legislación agraria en el rápido efecto que se buscaba, de tal
manera, que estructurar un procedimiento inmune al juicio constitucional, era la
tarea a la que el legislador se enfrentó”.
Reforma de la Ley Agraria
Por decreto del 23 de diciembre de 1931, expedido por el presidente Pascual Ortiz
Rubio, se reforma el artículo 10 de la Ley Agraria del 6 de enero de 191524 para
reiterar que los propietarios afectados con resoluciones de tierras “no tendrán
ningún derecho ni recurso legal ordinario ni el extraordinario de amparo”.
Se previene a las autoridades encargadas de tramitar las solicitudes de dotaciones
de ejidos para que por ningún motivo se afectara la pequeña propiedad en
explotación, estableciendo que se incurriría en responsabilidad por violaciones a la
Constitución en el caso de que se concedieran dotaciones de ejidos que afectaran
estas propiedades.
Incluso se prohíbe al presidente de la República autorizar cualquier dotación o
restitución de ejidos que afecte la pequeña propiedad, haciéndolo responsable por
violaciones a la Constitución.
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia,25 quien fue ministro presidente de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, comenta que la primera etapa de la reforma agraria se
orientó a la liquidación de los latifundios para su reparto entre los pueblos
solicitantes de tierras; que en este pro-ceso se afectaron intereses de particulares,
que recurrieron al juicio de amparo, y que, como “no se estableció ninguna
cortapisa adicional en cuanto a la procedencia del amparo promovido por los
propietarios de derecho civil o poseedores que habían sido afectados con motivo
de estas dotaciones o restituciones de tierras en favor de los núcleos de población
[...] esta falla dio lugar a que se concedieran casi todos los amparos solicitados”.
Concluye que, “así, en el año de 1932 (en que se publicó el acuerdo mencionado)
se introdujo una reforma a la Ley del 6 de enero de 1915, a través de la cual se
prohibió el juicio de amparo en contra de afectaciones agrarias”.
4.2 CÓDIGOS AGRARIOS DE 1934, 1940 Y 1942.
Código Agrario 1934
*El código agrario de los estados unidos mexicanos, fue expedido por el
presidente Abelardo L. Rodríguez, en la fecha del 22 de marzo de 1934.
*Se publicó el 12 de abril del mismo año (1934)
*Está integrado por 178 artículos y 7 siete transitorios.
*Establece atribuciones y mantiene como autoridades (presidente en república, al
departamento agrario, gobernadores de entidades federativas, comisiones
agrarias mixtas, comités particulares ejecutivos y comisarios ejidales.
*A este código se agregaron todas las nuevas acciones y perfeccionamiento en el
procedimiento.
*La pequeña propiedad se consideró más ampliamente y se legislo para la
propiedad ganadera.
*En este código se instituye al presidente de la república como máxima autoridad
agraria y se determinó que en sus resoluciones definitivas no podrían ser
modificadas.
*En materia de dotación. Se introduce una nueva vía de reparto agrario, la
creación de nuevos centros de población agrícola y reglamenta la operación del
registro Agrario Nacional.
*Decreto del 15 de enero de 1934, se crea un departamento agrario y dependería
directamente del ejecutivo, para aplicar leyes agrarias, tramitar expedientes,
restituciones de tierras y aguas.
*Abarca las responsabilidades y las sanciones de los funcionarios que
intervinieran en la tramitación de expedientes agrarios y de las autoridades
agrarias.
*A las parcelas se les fijo una extensión de 4 hectáreas en tierras de riego, o su
equivalente en otro tipo de tierras.
*El código agrario careció de exposición de motivos, sin embargo, las
declaraciones hechas por el presidente Abelardo L. Rodríguez el 24 de marzo del
mismo año, se consideraron como tal, ya que se señalaron las reformas más
salientes y constituyen una fuente de interpretación auténtica.
*Respecto a los límites de la pequeña propiedad, el artículo 51 se refería que sería
inafectables las superficies que no excedieran de 150 hectáreas de riego y 300 de
temporal.
*El primer código se expidió el 12 de abril de 1934

Código Agrario1940
*A principios de 1940 siendo presidente Lázaro Cárdenas, entra la reforma
agraria.
*la vigencia del código agrario de 23 septiembre de 1940 fue muy breve, pero
sobre sale las autoridades agrarias, destacando autoridades y órganos. (Ya que
los órganos son técnicos auxiliares, los cuales nunca realizan resoluciones)
*constaba de 334 artículos y 6 transitorios.
*Se estableció una división entre órganos y autoridades agrarias.
*En 1940 se reforma el código agrario de 1934. (Finalidad: proteger la industria
ganadera del país y hacer más rápida la tramitación, tanto de las solicitudes
agrarias existentes en el departamento agrario).
*El general Lázaro Cárdenas, a través de las experiencias recogidas en sus giras
de gobierno, advirtió la necesidad de reformar el código agrario de 1934, para
hacer más rápido la tramitación, tanto de las solicitudes agrarias que existen en el
departamento agrario, como en las ejecuciones de las resoluciones tomadas por el
poder ejecutivo.
*La tendencia de las disposiciones de este código se decía en su exposición de
motivos, es permitir que donde haya tierras suficientes, que se finque una
verdadera agricultura comercial, en consonancia con las demandas económicas
de la nación.
*En el titulo primero del ordenamiento en estudio. Se distinguió entre autoridades y
organismos agrarios, determinando el origen, la designación, funcionamiento y
atribuciones de las autoridades y de los órganos agrarios: en el libro séptimo las
sanciones en materia agraria para estas autoridades y organismos.
*Un avance notable se ve en el artículo 163, que prescribe que, para la capacidad
individual agraria, es indispensable ser mexicano por nacimiento.
*Dejaron de ser autoridades agrarias los ejecutores, pero se señalaban a los
núcleos de población ejidal y comunal como otra categoría de autoridades.
*La vigencia de este código solo duro 2 años, pues fue derogado por el código
agrario de 1942.
Código Agrario 1942
*Por decreto del 30 de diciembre de 1942, publicado el 27 de abril de 1943.
*Fue promulgado por el presidente Manuel Ávila Camacho, expidió un nuevo
código agrario, en general reitera la mayoría de las disposiciones del código de
1940, con una mejor estructuración jurídica.
*En sus postulados, recogió Prácticamente la misma ideología que en el código de
1940.
*Este código de 1942, enmarco la protección de la propiedad agrícola y dispuso la
ampliación de ejidos de cualquier clase.
*Se reitera que el presidente de la república era la suprema autoridad agraria y
que sus resoluciones en ningún caso podían ser modificadas. De igual forma,
sanciono la simulación agraria.
*Los sujetos de derecho agrario que preveía el Código son de dos clases:
colectivos e individuales (Se consideraban como sujetos colectivos a las
comunidades agrarias, los núcleos de población carentes de tierras o que no las
tienen en cantidad suficiente para satisfacer sus necesidades. Las dotaciones de
tierras se concedían a los núcleos de población; pero en función de los individuos
que las necesitaban.)
(Son sujetos individuales de derecho agrario, los grandes y los pequeños
propietarios puesto que la Constitución y el Código Agrario establecían a favor de
ellos, determinados derechos.)
*Este código agrario permaneció vigente en México por más tiempo.
*Precisó que el cuerpo consultivo era una oficina más del departamento agrario y
aumento un miembro como consejero.
*La suprema autoridad agraria era el presidente de la república.
*Se estableció que el ejidatario beneficiado con su derecho podía disponer en
herencia de su parcela y se sustituyó la palabra parcela por la unidad individual de
dotación.
*Los derechos de restitución, dotación y ampliación de ejidos y de creación de
nuevos centros de población agrícola eran de carácter colectivo, se concedían a
núcleos de población.
(La restitución procedía en los casos en que un pueblo hubiere sido despojado de
las tierras que le pertenecían por medio de los actos ilegales enumerados en el
artículo 27 de la Constitución. Era posible solicitar la dotación por los núcleos de
población en los que un mínimo de veinte campesinos careciera de tierras o no las
tuvieran en cantidad suficiente para satisfacer sus necesidades. Como el artículo
27 no impone límites a las dotaciones, sucedía que aun cuando ya se había
dotado de tierras a un grupo de campesinos, pero con el transcurso del tiempo ese
grupo aumentara y sufriera nuevas carencias, procedía la ampliación de ejidos.)
*La dotación, la ampliación y la creación de nuevos centros de población agrícola
sólo procedían cuando los solicitaban por lo menos veinte campesinos. Los
derechos de inafectabilidad y acomodamiento son individuales.
(Las dotaciones y las ampliaciones sólo se concedían sobre fincas que se
encontraran dentro del radio de siete kilómetros a partir del núcleo de población
solicitante. SI no las hubiera, los interesados pueden solicitar la creación de un
nuevo centro de población agrícola.)
*La propiedad de las tierras de ejido en 1942 podía ser de dos clases: propiedad
comunal del núcleo de población y propiedad de los individuos particularmente
beneficiados en el reparto (En lo que se refiere a la propiedad social o comunal, el
artículo 130 del Código Agrario mencionaba que una vez dictada la resolución
presidencial que otorgaba tierras a un núcleo de población, el acta de posesión y
deslinde definitivo se integraba como parte de la misma, donde físicamente se
localizaban las tierras dotadas, las cuales se entregaban en propiedad al núcleo
solicitante. En relación con los pastos y montes, el Código señalaba que estos
serían de uso comunal y que pertenecían al núcleo de población, a menos que
éstos se abrieran al cultivo, o se adjudicaran individualmente. Con respecto a los
solares y parcelas que llegaran a quedar vacantes por la muerte de su ejidatario y
la ausencia de herederos, éstos regresaban a ser propiedad del núcleo de
población).
*Este Código es el primero que prevé que el poseedor de una parcela pudiera
dejarla en herencia a sus familiares o personas que dependan económicamente
de él, incluyéndolos en una lista de herederos que se debía formular al recibir la
unidad de dotación.
*El código agrario de 1942 se mantuvo vigente durante casi tres décadas, siendo
hasta el 16 de marzo de 1971 cuando se expide un nuevo ordenamiento agrario
en forma de la ley federal de reforma agraria.
DIFERENCIAS
*Los códigos agrarios hablan sobre la creación de organismos y/o departamentos
para distribuir la tenencia de la tierra bajo el articulo 27 y proteger la industria
ganadera, aunque en ningún caso de los ejidos, propiedades de comunidad
podían venderse solo.
*En organización y competencia de las autoridades y órganos agrarios y ejidales
de 1942, se repiten las autoridades agrarias ya previstas en el código de 1940,
solo elimina a los ejecutores de las resoluciones agrarias y los comités ejecutivos
agrarios.

4.3 LEY FEDERAL DE REFORMA AGRARIA


La Ley Federal de Reforma Agraria, fue emitida el día 16 de marzo de 1971,
publicada en el Diario Oficial de la Federación el 16 de abril del mismo año.
La reforma agraria se desarrolló como un proceso de formación de unos
minifundios cuya producción era insuficiente para satisfacer plenamente las
necesidades de las familias campesinas. Los campesinos que luchaban por la
obtención de tierras pedían tierras de cultivo, y querían conseguir la seguridad
alimentaria y la autonomía mediante el consumo directo de alimentos básicos de
producción propia.
La reforma agraria mexicana tuvo su origen en una revolución popular de gran
envergadura y se desarrolló en tiempos de la guerra civil.
El contenido de la ley de reforma agraria es de interés público y de observancia
general en toda la República.
A lo largo de un extenso período se entregaron a los campesinos más de 100
millones de hectáreas de tierras, equivalentes a la mitad del territorio de México y
a cerca de las dos terceras partes de la propiedad rústica total del país, con los
que se establecieron cerca de 30 mil ejidos y comunidades que comprendieron
más de 3 millones de jefes de familia. Sin embargo, la reforma no logró el
bienestar perseguido, y los campesinos a los que llegó viven hoy en una pobreza
extrema. El deterioro paulatino del sector rural se prolongó hasta 1992, cuando se
consiguió reorientar cabalmente el desarrollo rural.
La aplicación de esta ley es encomendada a estos supuestos:
I.- El presidente de la Republica;
II.- Los Gobernadores de los Estados y Territorios Federales y el Jefe del
Departamento del Distrito Federal;
III.- El Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización;
IV.- La Secretaría de Agricultura y Ganadería; y
V.- Las Comisiones Agrarias Mixtas.
Todas las autoridades administrativas del país actuarán como auxiliares en los
casos en que esta Ley determine.
El fin de la ley federal de reforma agraria es sostener una política sobre
conservación de suelos, bosques y aguas y comprobar directamente o por medio
de sus subalternos, la eficacia de los sistemas cuya aplicación se haya dispuesto
en coordinación con el Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización, a efecto
de establecer como una de las obligaciones de los ejidatarios el constante cuidado
que deben tener en la preservación y enriquecimiento de estos recursos.
4.4 ASPECTOS PANÓRAMICOS.
Una de las primeras reformas que experimentó el precepto que se comenta fue la
que presentó al Congreso, afínales de 1933, el presidente sustituto y general
Abelardo L. Rodríguez; misma que fue aprobada y publicada en el Diario Oficial de
la Federación el 10 de enero de 1934. Esta reforma tuvo como objetivo principal
incorporar al texto del artículo 27 los postulados y principios de la Ley Agraria de 6
de enero de 1915, que el Congreso Constituyente de Querétaro había declarado
como ley constitucional. Por virtud de esta reforma se atribuye a la pequeña
propiedad la característica de ser agrícola y la necesidad de estar en explotación;
pero la misma reforma, desde su aprobación, no especificó lo que debía
entenderse en uno y otro caso.
Con motivo de esta reforma, el citado precepto constitucional señaló en su
fracción XI a las autoridades necesarias para dar cumplimiento a las leyes y
reglamentos que se expidan con base en éste; tales organismos eran: una
dependencia directa del Ejecutivo federal, encargada de la aplicación de las leyes
agrarias y de su ejecución; un cuerpo consultivo agrario; una comisión mixta que
funcionaría en cada estado, territorio y en el Distrito Federal, así como comisarios
ejidales para cada uno de los núcleos de población, entre otras.
Otro cambio importante que introduce esta reforma constitucional es la inclusión
del término ‘‘núcleos de población’’ como los titulares de derechos agrarios,
superando se algunos problemas de interpretación que impedían a muchos otros
grupos gozar de estos derechos por no reunir las características de los pueblos,
rancherías, congregaciones, etcétera. Poco después de que se publicó esta
reforma al artículo 27 de nuestra ley fundamental, en enero de 1934, se expediría
el Código Agrario, con fecha 9 de abril del mismo año; éste sería el marco jurídico
que regiría al campo tan sólo por escasos tres años, porque el 6 de diciembre de
1936 fue aprobada una nueva reforma a esta disposición constitucional
Durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas, a finales de 1936, el senador
Wilfrido C. Cruz presentó un proyecto de reforma que fue aprobado por ambas
cámaras. La fracción VII del artículo 27 fue adicionada para declarar de
jurisdicción federal los litigios por límites de terrenos comunales, y facultar al
Ejecutivo federal para que propusiera una solución en cada conflicto, misma que,
de ser aceptada por las partes, sería irrevocable.
En caso de inconformidad, los interesados podían recurrir ante la Suprema Corte
de Justicia de la Nación. Con esta reforma se continúa la tendencia inicial de la
reforma agraria de sustraer al Poder Judicial el conocimiento de controversias
agrarias, para adscribirlas a la competencia administrativa.
En el aspecto legal, el general Cárdenas promulgó un nuevo Código Agrario el 23
de septiembre de 1940, el cual establecería que el régimen de explotación podría
ser de tipo individual o colectivo; pero en uno y otro caso podrían unirse sus
elementos para formar un sistema colectivo o cooperativo de producción; este
código distinguía a los ejidos en: agrícola, ganadero, forestal, comercial, industrial,
etcétera.
La vigencia de este Código fue muy breve. La validez del ideario cardenista, sobre
todo en materia agraria, se demuestra en los años que siguieron a su gobierno, no
tanto en la fidelidad que guardaron los gobernantes que sucedieron al general
Cárdenas, sino por el éxito que experimentó el desarrollo económico de México y
que, en esencia, fue el resultado directo de las reformas que en el ámbito social
apoyó el régimen cardenista
Superada la etapa de los presidentes militares, y al tercer día de iniciada su
gestión como presidente de la república 12 de febrero de 1947 Miguel Alemán
presentó al Congreso de la Unión la iniciativa de reforma del artículo 27
constitucional, específicamente en sus fracciones X, XIV y XV.
Estas modificaciones se sustentaban en la concepción de emprender una nueva
etapa de la reforma agraria, la cual consistiría fundamentalmente en incrementar
la producción y la productividad agrícola, para lo cual debía protegerse a la
propiedad privada por tener mayor capacidad que el ejido para responder a dichas
expectativas.
El precepto constitucional que venimos comentando no experimentaría más
reformas sino hasta la gestión del presidente Miguel de la Madrid. Es oportuno
destacar que durante el periodo en que se mantuvo intacto el artículo 27 de
nuestra norma fundamental, los impulsos al campo se hicieron por la vía de las
leyes secundarias, y en este contexto hay que destacar en primer lugar la
promulgación de la Ley Federal de la Reforma Agraria expedida durante el
gobierno del presidente Luis Echeverría Álvarez, cuyos objetivos hechos públicos
durante su primer informe de gobierno eran
-Crear las bases para la organización eficiente y productiva en el campo;
reconocer la igualdad plena del hombre y de la mujer como sujetos de derecho
agrario; a las mujeres del ejido las dota de tierras para formar unidades agrícolas
industriales, en las que podrán realizarse tareas productivas de beneficio colectivo;
elimina la posibilidad de que las comunidades indígenas sean despojadas de sus
tierras, al declarar que éstas son inalienables, imprescriptibles e inembargables,
aunque no hayan sido confirmadas o tituladas; protege a los campesinos en caso
de que se expropien tierras ejidales, sentando las bases para que los ejidatarios
puedan dedicarse a otras actividades productivas, y descentralizadas y hace más
ágiles los procedimientos agrarios.
-Toda la legislación antes descrita nos da una idea clara y precisa de cuáles son,
actualmente, los ordenamientos aplicables a nuestra materia. Las diversas
reformas que el artículo 27 constitucional experimentó en el transcurso del
presente siglo han transfigurado, desde luego, el derecho agrario de principios de
la actual centuria en un derecho muy diferente con el que México, suponemos,
cruzará el umbral del nuevo milenio.
4.5 ALCANCES JURÍDICOS DE LA NUEVA LEY AGRARIA DE 1992.
En concordancia con la reforma del artículo 27 constitucional, publicada el 6 de
enero de 1992, el presidente Carlos Salinas de Gortari, el 10 de febrero de ese
año, envió a la Cámara de Diputados, como cámara de origen, una iniciativa de
Ley Agraria, al considerar que se requería aplicar profundos cambios a la
legislación para recuperar el crecimiento del sector rural y mejorar la situación del
campo "que permita elevar el bienestar de los productores y trabajadores rurales
para hacer realidad el compromiso de justicia establecido por el Constituyente de
1917.
Para lograrlo, se reconoce que la seguridad en la tenencia de la tierra es base y
presupuesto de todos los instrumentos de fomento a las actividades del sector
rural por lo que la iniciativa ofrece seguridad a ejidatarios, comuneros y pequeños
propietarios y la garantiza mediante un nuevo instrumento de justicia agraria, En
relación con la asamblea general, el comisariado y el consejo de vigilancia, se les
otorga el carácter de órganos de representación y ejecución, y dejan de tener la
calidad de autoridades. Se introduce la figura de junta de pobladores, integrada
por ejidatarios y avecindados. Se propone la libre asociación, tanto en el interior
del núcleo agrario como con terceros, como vía para superar las restricciones del
minifundio, ocupar productiva y eficientemente la tierra y conservar
adecuadamente los recursos. En cuanto a la clasificación de las tierras ejidales y
comunales, se encuentran las de asentamiento humano, las de uso común y las
parceladas. A las primeras y segundas se les reconoce el carácter de inalienables,
inembargables e imprescriptibles.
Se establece la posibilidad de que las tierras de uso común sean aportadas a una
sociedad mercantil o civil, y respecto de las tierras parceladas cuyos derechos de
usufructo pertenecen a cada ejidatario en lo particular, se autoriza su transmisión
a terceros, la adquisición del dominio pleno y su desincorporación del régimen
ejidal. Asimismo, se reiteran los límites de la pequeña propiedad y se plantea la
necesidad de promover su capitalización; se confirma el propósito de seguir
combatiendo el latifundio, y se deja a cargo de las entidades federativas la
determinación de su sanción.
Por decreto del 23 de febrero de 1992, publicado el 26 de ese mes y año, se
expidió la Ley Agraria, como reglamentaria del artículo 27 constitucional, de
observancia general en toda la República, que establece la supletoriedad en la
materia de la legislación civil federal y mercantil, así como la aplicabilidad de otras
leyes como la General de Asentamientos Humanos y la de Equilibrio Ecológico y
Protección al Ambiente.
Igualmente, se establece la importancia del cuidado y conservación de los
recursos naturales y su aprovechamiento racional para la preservación del entorno
ecológico, Se reconoce personalidad jurídica y patrimonio propio a los ejidos, y su
carácter de propietarios de las tierras que posean. Se remite al reglamento interno
la organización de la vida de los ejidos y se otorga a la asamblea la facultad de
adoptar o modificar el régimen de explotación colectiva de sus tierras. Se definen
los conceptos de ejidatario y avecindado, los requisitos para su reconocimiento, la
forma de acreditación y se regula la sucesión agraria, otorgando validez al
testamento público e introduciendo la subasta pública con respecto a los derechos
que no puedan ser adjudicados a los herederos del ejidatario fallecido. Se señalan
con claridad las facultades y obligaciones, los requisitos e impedimentos relativos
a la integración y funcionamiento de los órganos de representación y vigilancia, y a
diferencia de la legislación anterior, se prohíbe la reelección, para el periodo
inmediato posterior, de quienes hubieran ocupado los cargos respectivos en el la
que termine, regulando la remoción de los miembros del comisariado y del consejo
de vigilancia. También se limita la extensión que puede adquirir un ejidatario
dentro de un mismo ejido y se faculta a la entonces Secretaría de la Reforma
Agraria para fraccionar y enajenar los excedentes de dichas tierras. A diferencia
de las legislaciones anteriores, se permite la prescripción de derechos sobre
parcelas ejidales y se establecen los requisitos de procedencia, señalando la
intervención de los tribunales agrarios. Asimismo, se remite lo relativo al uso y
aprovechamiento de las aguas ejidales y comunales a las leyes de la materia. Del
mismo modo, se le faculta para destinar tierras para el asentamiento humano, de
uso común y las áreas parceladas, a partir del plano aprobado por la propia
asamblea y conforme a las normas técnicas que emita el Registro Agrario
Nacional, el cual tendrá la obligación de certificar el plano interno del ejido y
expedir los certificados parcelarios o los de derechos sobre las tierras de uso
común a favor de los miembros del ejido, los que deberán inscribirse en el propio
Registro Agrario Nacional. En relación con las tierras del asentamiento humano,
se establece la forma de constitución y delimitación de la zona urbana del ejido, y
la asignación de derechos sobre los solares y el acreditamiento de su propiedad. A
diferencia de las legislaciones anteriores, se autoriza el aprovechamiento, uso y
usufructo de las tierras parceladas, y la transmisión de estos derechos por sus
poseedores o titulares a través de contratos de aparcería, mediaría, asociación,
arrendamiento o cualquier otro acto jurídico, no prohibido por la ley, a favor de
terceros.
Asimismo, se autoriza la adquisición del dominio pleno de las tierras ejidales, así
como su desincorporación del ejido, para lo cual el Registro Agrario Nacional
expedirá el título de propiedad correspondiente, que será inscrito en el Registro
Público de la Propiedad. Se regulan los requisitos y procedimiento para la
constitución de nuevos ejidos, lo que se deberá hacer constar en escritura pública,
que se inscriba en el Registro Agrario Nacional. Igualmente, se establece que
podrán revertirse al régimen ejidal tierras que hayan salido del patrimonio ejidal
por haber adquirido el dominio pleno. Como en la anterior Ley Federal de Reforma
Agraria, consistentes en la disponibilidad de tierras para el desarrollo de servicios
públicos; el ordenamiento urbano y ecológico; la constitución de reservas para el
crecimiento de los centros de población, construcción de viviendas y el fomento de
las actividades agropecuarias, forestales, pesqueras, industriales y turísticas, así
como la construcción de obras de infraestructura de diversa naturaleza; la
explotación de recursos naturales, como el petróleo; la constitución de unidades
de producción, y la regularización de la tenencia de la tierra urbana y rural. Se
previene la intervención, en los casos de inconformidad, de la Procuraduría
Agraria y de los tribunales agrarios. Se regula el procedimiento de reversión de las
tierras expropiadas a favor del Fideicomiso Fondo Nacional de Fomento Ejidal,
como en la legislación anterior. Las comunidades reconocidas podrán determinar
el uso, la organización, el aprovechamiento y el destino de sus bienes, pudiendo
optar por la constitución de sociedades civiles o mercantiles, asociarse con
terceros, encargar la administración o ceder temporalmente el uso y disfrute de
sus bienes para su mejor aprovechamiento, o transmitir el dominio de áreas de
uso común a sociedades civiles o mercantiles en los términos previstos para los
ejidos.
Asimismo, se establecen los órganos directivos y las formas de su designación;
los derechos y las obligaciones de los socios y calidad de los mismos; y se
distingue entre los diversos tipos de figuras asociativas. En relación con la
pequeña propiedad individual de tierras agrícolas y ganaderas, se introduce la
pequeña propiedad forestal en una superficie que no exceda 800 hectáreas; esto
permite que las tierras conserven su calidad inicial, no obstante las mejoras
derivadas de obras realizadas en ellas y que cambien su vocación o destino.
Se le otorgan facultades para promover la conciliación en el sector agrario;
prevenir el cumplimiento de las leyes en la materia, mediante el ejercicio de
funciones de inspección y vigilancia; así como para denunciar el acaparamiento o
concentración de tierras que excedan los límites legales. Dentro de sus funciones
se incluyen la defensa de los derechos de los sujetos agrarios, que comprenden a
ejidatarios, comuneros, sucesores de ejidatarios o comuneros, ejidos,
comunidades, pequeños propietarios, avecindados y jornaleros agrícolas.
Se establece que le corresponde la inscripción de los documentos relativos a las
operaciones y modificaciones que sufra la propiedad de las tierras y los derechos
constituidos sobre la propiedad ejidal y comunal; el registro de la propiedad de las
sociedades rurales; las resoluciones judiciales o administrativas relativas a los
derechos ejidales y comunales; los certificados o títulos sobre solares urbanos,
tierras de uso común y parcelas; los títulos primordiales de las comunidades; los
terrenos nacionales y los denunciados como baldíos; los planos de delimitación de
las tierras, y los decretos de expropiación de bienes ejidales o comunales, entre
otros.
Se dispone que el Registro Agrario Nacional será público y que cualquier persona
puede obtener información sobre sus asientos e inscripciones.
El último título de la ley se refiere a la justicia agraria, definiendo el juicio agrario,
sus etapas y sustanciación, desde la demanda, el emplazamiento, la contestación,
el desarrollo de la audiencia procesal, el desahogo de pruebas, los alegatos y la
conciliación, hasta la sentencia. Regula, además, el recurso de revisión y la
procedencia del juicio de amparo directo o indirecto, según se trate de sentencias
definitivas o de actos diversos de los tribunales agrarios.
Bibliografía
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