Está en la página 1de 3

La Identidad digital, ¿qué es?

y los riesgos que existen


para las empresas. (Segunda parte)
Las organizaciones han desarrollado una presencia en el mundo digital que les ha
permitido llegar a una mayor audiencia, y esto en ocasiones se refleja en mayores
clientes; un cliente nuestro lo resume en una frase: “sin Internet, no existimos”;
por lo que tener una presencia en la WEB es una obligación para toda
organización; sin embargo, esta presencia no se realiza de manera planificada lo
que conlleva una serie de riesgos que resultan de crear y exponer nuestra
“Identidad digital”, ya que nuestra información la enviamos a todo el mundo y
olvidamos que al exponer la información de nuestra organización, ésta se
encuentra en riesgo si no tomamos las debidas precauciones y protocolos de
seguridad..

Pero, ¿qué es la identidad digital?

Es la suma de rasgos y características que tiene una persona, una empresa, un


sitio web, etc.; es decir es todo aquello que “construimos” para proyectar en el
mundo digital, puede ser el estilo de un influencer, una página web, un personaje
animado, o una identidad corporativa que se construye con aquello que sabemos
valioso y que queremos proyectar al mundo.

La mayoría de elementos que conforman la identidad digital y que crean esta


“personalidad” tienen de manera aislada o al conjuntarse una originalidad tal, que
permite al público en general identificar a una empresa, una persona, una idea por
esas características únicas, que podemos señalar algunas:

1.- imagen corporativa (colores institucionales, tipo de letra, etc.)

2.- Marcas (logos, nombres, imagen comercial, sonidos, etc.)

3.- Nombres de dominio (www.registrodemarcas.org.mx)

4.- Formas de expresión (estilos de lenguaje que identifican a una persona o


personaje real o virtual)

Esto implica que una empresa, si o si debe existir en el mundo digital y exponerse
para comunicar lo que es, lo que vende.

Pero hay que saber discernir lo que se va a transmitir y de qué manera se lleve a
cabo esto para mantener protegida la información más importante, como la
confidencial, los datos personales, los secretos comerciales y demás aspectos del
negocio que no deben exponerse.

Por eso es necesario hacer una revisión básica de cómo construir la imagen
comercial de una empresa; empecemos con lo que sí podemos compartir:
1.- Nombre de marca y logo, así como slogans;

2.- imagen comercial (colores, mobiliario, etc.)

3.- Productos o servicios que se quiere promover

4.- Estrategias de consolidación de imagen de marca (solidez en la prestación de


los servicios, calidad de productos, eficiencia de respuesta, etc.)

Una vez identificados estos aspectos básicos, debemos decidir los canales de
comunicación, los más comunes son:

1.- Sitio web de la empresa

2.- Páginas de redes de comunicación social (Facebook, Instagram, Twitter, etc.)

3.- Plataformas de comunicación de videos (streaming) YouTube Tik Tok, Vimeo


etc.

Por supuesto que más allá de informar es importante comunicar, y eso implica
que exista una doble vía de comunicación, es decir las opiniones de los clientes y
usuarios sean conocidas y compartidas; es su opinión sobre la empresa, sus
acciones, su personal y sus productos o servicios.

En esta comunicación es donde existen riesgos de fuga de información, o ataques


a la imagen de la empresa que van más allá que la opinión de los usuarios, sino
que pueden ser utilizadas las redes sociales por la competencia para influir en la
imagen y dañar la percepción que se tenga de la misma.

También podría gustarte