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Centro de Altos Estudios Universitarios de la OEI

Curso Iberoamericano
de formación permanente
de profesores de matemática

Tema 5: Números reales


Centro de Altos Estudios Universitarios de la OEI

Los números reales

Contenido de este documento:


Introducción.
Conviene repasar.
Números irracionales. El cuerpo los números reales.
Operaciones. El cuerpo de los números reales.
La recta real.
Valor absoluto.
Intervalos.
Aproximaciones. Errores.
Notación científica.
Radicales.
Operaciones con radicales.
Racionalización.
Logaritmos.
Anexos.

Introducción

El número es uno de los conceptos que más significación tiene dentro del
currículo. La localización de la presencia de los números en el entorno y
en la vida cotidiana puede ser una buena estrategia para comenzar este
tema. Es evidente que, cuando se llegue a esta unidad, el alumnado
conoce ya cómo se ha ido ampliando el campo de los números que había
empezado a trabajar en la escuela infantil cuando le enseñaron a contar:
1, 2, 3,… Después le dijeron que esos son los números naturales que
representarán con la letra N. En algún momento de sus estudios, le
hicieron ver que esos números no resuelven determinadas situaciones y
que, por tanto, se hace necesario introducir los números enteros que se
representan con la Z. Pero debemos dejar claro que N es un subconjunto
de Z. Esta situación también la conoce y la ha visto escrita en esta forma:
N  Z
Es la manera de expresar que N es un subconjunto de Z. Sus
conocimientos se fueron ampliando y llegó la necesidad de ampliar Z y
aparecen entonces los llamados números racionales que se representan
con la Q. La cadena anterior adquiere un eslabón más porque se le hace
ver que Z es también una parte de Q y se tiene, por tanto:
N  Z  Q
Y este puede ser el punto de arranque para introducir los números reales.
Debemos tener cuidado con un detalle que, a veces, se desliza sutilmente
en la mente de nuestros estudiantes si no se pone un poco de cuidado.
Se trata de asociar la idea de número real solo a los números
irracionales, cuando tan real es el número 1 como el número 2.

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También suele quedar la impresión de que estos números irracionales son


unos números “raros” por lo que hay que convencerles que no existe esa
categoría de números.

Fig. 1

Otro aspecto, ya suficientemente estudiado, es el de las operaciones con


números y sus propiedades ya que han sido aprendidas y utilizadas en
numerosas ocasiones. Se supone conocido el papel que juega la
calculadora y el uso que debe hacerse de ella.

Conviene repasar:
1) Jerarquía en las operaciones.
Debemos comprobar que el alumnado lo recuerda. Una forma de hacerlo
es la de proponer una prueba con ejercicios que han de resolverse de
manera individual. La corrección permitirá hacer un repaso de estos
algoritmos cuando se observe que hay una mayoría que los ha olvidado.

2) Potencias.
En temas anteriores se explicó todo lo relativo a la operatoria con
potencias que resumimos a continuación sin demostrar:

a m  a n  a m n a m : a n  a m n a 
m n
 a mn a m 
1
am

a  bm  am  bm a
m
am a0  1 a  a1
   m
b b

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Por otro lado, la potencia par de un número, cualquiera que sea su signo,
da siempre un número positivo. Si el exponente es impar, entonces el
resultado tiene el signo de la base.

3) Identidades notables:

a  b2  a 2  2ab  b 2

a  b2  a 2  2ab  b 2

a 2  b 2  a  b  a  b

4) Toda fracción da lugar a un número decimal que tiene o bien un


número finito de cifras decimales (decimales exactos) o bien un
número infinito de cifras decimales pero que se repiten de forma
periódica (decimales periódicos). Y recíprocamente, cualquier número
decimal de esas características da lugar siempre a una fracción
(fracción generatriz).
Es importante que estas ideas repasadas queden bien claras. Tener en
cuenta que vamos a hablar de números de infinitas cifras decimales que
no deben confundirse con las que resultan de las fracciones.

Investigación.- Con la ayuda de la calculadora, averiguar cómo


debe ser el denominador de una fracción para que el número
decimal que se obtenga de ella sea decimal exacto.

Indagación.- Solicitar a los estudiantes, bien de manera


individual o por equipos, que busquen información sobre la relación
de la escuela Pitagórica y los números. Resumir esa información en
el número de folios que se estime pero tratar de evitar que sea un
“copiar y pegar”. Destacar especialmente la incidencia que tuvo el
descubrimiento de números que no eran racionales.

Nota: en este tema hemos decidido colocar la coma de los números


decimales en la parte de arriba. Es debido a que se quiere evitar
confusiones con la notación de los intervalos.

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Números irracionales. El cuerpo los números reales.


Hasta este momento, los números que se han trabajado son enteros o
decimales (fraccionarios) y dentro de los decimales hemos repasado los
tipos que existen: exactos o periódicos.

Sin embargo ya está suficientemente aclarado que existen números que


no son racionales. La siguiente demostración es muy interesante y
conveniente exponerla a los estudiantes paso a paso para que sea
perfectamente entendida. Es un estilo de demostración que se utiliza en
matemáticas, el de reducción al absurdo (reductio ad absurdum), que
consiste en demostrar que un teorema es verdadero probando que si no
fuera cierta la tesis, entonces se llega a una contradicción. Obsérvese el
proceso:

Probar que 2 no es un número racional.


Para ello vamos a suponer que no es verdad, es decir, que 2 es igual a una
fracción irreducible. Esto lo expresamos así:
a
2 
b
Que sea una fracción irreducible significa que la fracción no se puede simplificar
por tanto, a y b no tienen divisores comunes lo que, como sabemos se expresa
diciendo que mcd (a,b) = 1
Si elevamos al cuadrado los dos miembros de la expresión de partida se tiene la
siguiente cadena de pasos:
a2
2  2
 a 2  2b 2  a 2 ha de ser un número par  a tiene que ser par porque su
b
cuadrado no lo sería si a no lo es  a  2n  al elevar al cuadrado resulta :
a 2  2n   4n 2  volviendo atrás se tiene : 4n 2  2b 2  2n 2  b 2  b ha de ser
2

un número par.
Obsérvese el resultado al que se ha llegado con esos pasos: a y b son números
a
pares. Pero esto está en contradicción con la hipótesis de que la fracción es
b
irreducible ambos se pueden dividir por 2 ¿De dónde surge la contradicción?
Pues de haber supuesto que 2 es racional lo que nos lleva a que esta suposición
es falsa.
Conclusión: 2 es un número irracional.

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“Mi” número irracional.


Una vez que ha quedado claro que la expresión decimal de un número irracional
se caracteriza por tener infinitas cifras decimales no periódicas, podemos
proponer que cada estudiante se elabore “su” número irracional. Para ello deberá
construir un número decimal en el que se garantice la infinitud del número de
cifras y la no periodicidad. Por ejemplo:

0’1234567891011...

12’01001000100001...

Pues bien, el conjunto de los números reales está formado por la


unión de los números racionales y los irracionales.

2 está muy presente en nuestro entorno cotidiano.


En efecto, cada vez que manipulamos una hoja de papel de la
conocidas como DIN A tenemos en nuestras manos a ese número
irracional. Vamos a explicarlo a continuación. El tema se puede
desarrollar más ampliamente en un taller.
El sistema DIN = Deutsches Institut für Normung = Instituto
Alemán de Normalización fijó la directriz para la elaboración de
papel en el año 1922 con el fin de regularizar el formato.

¿Qué característica tiene este diseño? Tomar


un folio DIN A4 y partirlo a la mitad.
Fácilmente se comprueba que la mitad del
folio es semejante con el folio entero. Basta
con comprobar que la diagonal del folio y la
de su mitad coinciden (Figura 2): Fig. 2

Pues bien, esa propiedad nos permite obtener


la razón de los lados del folio (Figura 3)

Fig. 3
Según podemos deducir de la figura 3 se
verifica lo siguiente:

b a b 2a b2 b
    b 2  2a 2  2  2   2
a b a b a a
2

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Operaciones. El cuerpo de los números reales.


La suma y el producto de números reales son operaciones internas. Esto
quiere decir que el resultado de las operaciones es también un número
real. Debemos tener en cuenta, no obstante, que si se utiliza para
realizar la operación las expresiones decimales de los números, entonces
el resultado no será exacto y el error que se comete dependerá del
numero de cifras decimales que se tomen. Veamos esto con el siguiente
Ejemplo.

Sabemos que 2 = 1’41421356... y  = 3’14159265...

Si para calcular 2 .  (es decir, el producto de los dos números) vamos


usando los siguientes números decimales, obsérvense las diferencias en
los resultados:
1’4. 3’1= 4’34
1’41. 3’14 = 4’4274
4’4274 – 4’34 = 0’0879
Se tiene, por tanto, que la diferencia cuando se toman una o dos cifras
decimales es de esa magnitud. Lógicamente, cuantas más cifras decimales
se utilicen, menor será la diferencia.
1’41. 3’141= 4’42881
4’42881 – 4’4274 = 0’00141
La suma y el producto de números reales tienen las propiedades ya
conocidas en conjuntos numéricos anteriores y que volvemos a enunciar:

Suma Producto

Conmutativa: a + b = b + a Conmutativa: a. b = b. a

Asociativa: a + (b + c) = (a + b)+ c Asociativa: a. (b. c) = (a. b). c

Elemento neutro: a + 0 = a Elemento neutro: a. 1 = a

Elemento opuesto: a + (-a) = 0 Elemento inverso: a. 1/a = 1, a  o

Además, el producto es distributivo respecto de la suma, es decir:


(a + b). c = a.c + b.c
Todas estas propiedades hacen que el conjunto de los números reales con
la suma y el producto tenga estructura de cuerpo conmutativo.
Notación: al conjunto de los números reales lo representaremos
mediante la letra  .

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El conjunto de los números reales es totalmente ordenado


En efecto; para demostrarlo se define la siguiente relación:
Dados dos números reales cualesquiera, a y b, se dice que a es mayor o
igual que b si la diferencia a – b es positiva o nula.
Simbólicamente lo expresaremos así:
a  b a b  0
Se trata de una relación de orden porque cumple las tres propiedades
siguientes:

Reflexiva: aa
Antisimétrica: si a  b y b  a entonces a  b
Transitiva: si a  b y b  c entonces a  c
Que sea una relación de orden total significa que, dados dos números
reales cualesquiera, a y b, se verifica una de estas dos relaciones:
ab ó ba
Conviene conocer las propiedades que se explican a continuación porque
se necesitan más adelante, por ejemplo, en el estudio de las inecuaciones.
Fijarse especialmente en las propiedades c) y d).
a) Si se suma o resta un mismo número a los dos miembros de una
desigualdad, entonces se conserva el sentido de la desigualdad, es
decir:
Si a  b entonces a  c  b  c
Ejemplo

6  2  6  10  2  10  4  8

b) Si se multiplican o dividen los dos miembros de una desigualdad por


un número positivo, entonces se conserva el sentido de la
desigualdad.

c) Si se multiplican o dividen los dos miembros de una desigualdad por


un número negativo, entonces se cambia el sentido de la
desigualdad.
Ejemplo

8  5 ; Como 8 3  24 . y 5   3  15 entonces: 8   3  5   3

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1 1
d) Si a  b entonces 
a b

Ejemplo

1 1
12  3  
12 3

Propiedad curiosa: comprueba con ejemplos que dados dos números


reales a y b, con el mismo signo, entonces se verifica que:
a b
 2
b a
Otra forma de expresar la relación de orden:
La relación a  b se puede expresar también de esta forma: decimos que
a  b si existe un número c  0 de forma tal que a = b + c.

La recta real.
Se trata de una especie de “instrumento de trabajo” como lo puede ser el
bisturí para un cirujano. Es muy importante que al alumnado adquiera una
idea clara de la recta real, de sus propiedades, de su orientación, de cómo
ubicar cualquier número sobre ella, etc.
Se podría considerar como definición de la recta real la siguiente: se
toma una recta cualquiera; en un punto cualquiera de ella se marca el 0 y,
por un convenio que se ha establecido, a la derecha de ese punto se
marca otro, el 1, de forma que el segmento marcado será la unidad. Con
esos datos, cualquier número real puede ser llevado sobre la recta y
recíprocamente, todo punto de la recta real se corresponde con un único
número real. Es una aplicación biunívoca de gran trascendencia en los
estudios matemáticos. Esa construcción es lo que nos proponemos hacer a
continuación.
Veamos cómo representar sobre la recta los números irracionales con la
ayuda de regla y compás. Ya sabemos cómo se dibuja la recta real; en
ella tenemos marcado el segmento unidad. Pues bien, hacemos un
cuadrado de lado igual a uno como se ve en la figura. El teorema de
Pitágoras permite saber que la diagonal del cuadrado es igual a 2 . En la
figura vemos cómo con la ayuda del compás, podemos llevar esa distancia
a la recta y, por tanto, ese es el punto correspondiente a 2 . Si ahora en
ese punto trazamos un segmento vertical de una unidad de longitud, se
forma un rectángulo cuya diagonal mide 3 (de nuevo se aplica el
teorema de Pitágoras). Podemos repetir el proceso e iremos situando
sobre la recta esos números irracionales como se hace en la figura 4.

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Fig. 4

En el anexo se muestran otras formas de representación.


Pero no todos los números irracionales se pueden llevar a la recta con la
ayuda de una regla graduada y un compás. Los números  y e, por
ejemplo, son de ese tipo.

Ejercicio

Representar sobre la recta real los números: a) 17 b) 23 c) 17  29

Una importante conclusión.


El hecho de ser  un cuerpo ordenado, permite clasificar los números
reales es tres conjuntos, obviamente disjuntos:
 Los números reales positivos, esto es, los mayores que cero.
 El cero, que queda en la frontera de los otros dos.
 Los números reales negativos, esto es, los menores que cero.
Esta situación la podemos esquematizar en la recta real con este gráfico
(Figura 5):

Fig. 5

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Un detalle destacado de lenguaje.


Ya hemos explicado que entre el conjunto de los números reales y los
puntos de la recta real existe una aplicación biyectiva que hace que a
cada punto le corresponda un único punto de la recta y que a cada
punto se le pueda asociar un único punto. Esta circunstancia hace
que, en lo sucesivo, podamos hablar de puntos y de números reales
con un poco de abuso del lenguaje sin que por ello se merme el rigor
matemático. Así, por ejemplo, decir cosas como “la distancia entre
los números a y b” se puede interpretar como la distancia que hay
entre los puntos de la recta real correspondientes a los números a y
b. Por tanto, el rigor queda garantizado.

Valor absoluto
Es un concepto que ya se ha trabajado en temas anteriores. Recordar que
el valor absoluto de un número a es el mismo número si es positivo y su
opuesto si es negativo. Se representa colocando el número a entre barras
verticales, es decir:
 a, si a  0
a 
 - a, si a  0
Por esto, 15  15 mientras que  15  - - 15  15

También sabemos que el valor absoluto de un número coincide con la


distancia que hay entre ese número y el cero de la recta. La distancia
siempre se mide positivamente. Esto hace que si se quiere calcular la
distancia entre dos puntos cualesquiera a y b de la recta, que notaremos
por d(a,b), se tenga el siguiente resultado:
d(a,b) = a - b

Como d(a,b) = d(b,a) se tiene la igualdad: a - b  b - a

Ejercicio
Determinar el valor de las siguientes distancias y hacer la comprobación
gráficamente:
a) d(4,0) b) d(0,4) c) d(-4,0) d) d(-4,4)
e) d(-3,7) f) d(-12, -4) g) d(5’3,-4’86)

Existe una propiedad conocida como desigualdad triangular de dos


números que dice: el valor absoluto de la suma de dos números reales es

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menor o igual que la suma de los valores absolutos de los dos números.
Simbólicamente se expresa así:
ab  a  b

La definición de valor absoluto que hemos dado al principio es útil para


hacer ejercicios como el siguiente ejemplo que presentamos resuelto.
Ejemplo
a  a - 4 si a - 4  0
a a-4 
a - (a - 4) si a - 4  0
Obsérvese que se ha aplicado la definición. Hacemos las operaciones
indicadas y se tiene:
2a - 4 si a  4
a a-4 
 4 si a  4
Nos podemos plantear ahora el cálculo de la expresión inicial para los
diferentes valores de a.
Así, por ejemplo, para a = 8 toma el valor 16 – 4 = 12, y si a vale, por
ejemplo, 3 entonces toma el valor 4, pues para valores menores que 4, la
expresión toma siempre el valor 4.

U Un número irracional muy amigo del arte: el número de oro.

Recordemos que una proporción de dos números es su cociente, es decir, es


un número; también se llama razón de dos números. Pues bien, existe una
proporción conocida desde muy antiguo que ha jugado un interesante papel
especialmente en la historia del arte. Ese por ahora misterioso número se le
conoce por número de oro y, como en latín oro se dice aurum, pues otros
nombres son: número áureo o proporción áurea. Quizá llevado por un
apasionamiento matemático, Luca Pacioli (1445-1517) lo denominó divina
proporción. Además de esos nombres, se utiliza una letra griega para
simbolizarlo. Es la letra “phi” (se pronuncia fi) cuya grafía es:

El tema permite desarrollar un taller en el que se construya el rectángulo
áureo, se estudien algunas de sus propiedades, obtener el valor de  en
función del nivel del alumnado y se muestren aplicaciones, especialmente
en el arte. Haremos un esquema a continuación.
En primer lugar vamos a seguir un proceso que nos permita construir el
rectángulo áureo y deducir el valor de la proporción áurea que no es otra
que la que tienen los lados del rectángulo que vamos a construir. Para ello
es necesario disponer de un compás y una regla. Se dan los siguientes pasos
esquematizados a continuación:

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1.- Se dibuja un cuadrado ABCD y se marca el punto medio de la base M


(Figura 6).

Fig. 6
2.- Con el compás se abate el segmento MA sobre la prolongación del lado
CD. Se tiene así el punto N.

Fig. 7

3.- Partiendo de N, se cierra el rectángulo PBCN que es un rectángulo


áureo.

Fig. 8

¿Cuál es el valor del número áureo? Para conseguirlo vamos a calcular la


razón entre la longitud del lado PB y BC, esto es:
PB
BC
Para simplificar los cálculos, vamos a suponer que el lado del cuadrado
mide la unidad: BC = 1. Para calcular la medida del lado CN (que es igual
a PB), precisamos la del segmento MN = MA.
En el triángulo rectángulo MDA, por el teorema de Pitágoras, se tiene:

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2
1 1 5 5
MA  1     1  
2

2 4 4 2
En consecuencia,

1 5 1 5
CN =  =
2 2 2
Pues bien, ya podemos calcular el valor del número de oro. Así que:
1 5
PB 1 5
  2   1'6180399...
BC 1 2
La presencia de la 5 es la que le da el carácter de número irracional.
Tiene, por lo tanto, infinitas cifras decimales que no se repiten
periódicamente.
Su “amistad” con el arte proviene del hecho de ser la proporción áurea uno
de los cánones de belleza de nuestra cultura. Ha sido utilizado
profusamente desde la época de la griega clásica hasta nuestros días con
especial incidencia en la época del Renacimiento. Si se busca información
en internet se encontrará un buen número de pinturas, esculturas y
edificios en los que aparece la proporción áurea marcando las pautas de la
elaboración. Como ejemplos de esa aplicación, reproducimos el cuadro de
La Gioconda de Leonardo da Vinci, la iglesia de Santa María Novella de
Florencia y el palacio Nava de La Laguna cuyo almohadillado lateral está
formado por rectángulos áureos.

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Intervalos
Con lo estudiado hasta este momento, vamos a definir unos objetos
matemáticos que son muy útiles en el estudio de la teoría de funciones.
Se trata de los intervalos y de unos tipos especiales de intervalos
llamados entornos. La interpretación gráfica que daremos ayuda a
entender el concepto.
Como en apartados anteriores, expresaremos primero la definición con
palabras y después la escribiremos con la notación que hemos ido
creando.
Intervalo abierto. Dados los números reales a y b, siendo distintos y
suponiendo a < b, se llama intervalo abierto de extremos a y b al
subconjunto de los números reales formado por los números
estrictamente mayores que a y estrictamente menores que b.
La notación que usaremos para indicar el intervalo abierto definido es:
(a,b)
Obsérvese que los extremos a y b no pertenecen al subconjunto definido.
Esto es importante.
Con símbolos conocidos, el concepto de intervalo abierto queda así:
(a,b) = x   / a  x  b
(la barra / se lee: tal que o tales que)

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En cuanto a la representación gráfica en una recta real, no resulta difícil


de entender. Solo hemos de decidir una forma de expresar que los
extremos a y b no toman parte del conjunto. Aunque se utilizan varias,
usaremos la de colocar un circulito en los lugares de esos puntos tal y
como se indica a continuación:

Fig. 9

Ejemplo
El intervalo abierto (-2, 5) = x   / - 2  x  5. En este caso, si, por ejemplo
se toma x = -2’1, entonces se trata de un punto que no pertenece al
intervalo. Tampoco x = 5’01. Tampoco el -2 ni el 5.
Gráficamente:

Fig. 10

Intervalo cerrado. Dados los números reales a y b, siendo distintos y


suponiendo a < b, se llama intervalo cerrado de extremos a y b al
subconjunto de los números reales formado por los números mayores o
iguales que a y menores o iguales que b.
La notación que usaremos para indicar el intervalo cerrado definido es:
[a,b]
Obsérvese que, a diferencia de los intervalos abiertos, ahora los extremos
a y b sí pertenecen al subconjunto definido. Esto es importante.
Ese concepto lo expresamos con símbolos de la siguiente forma:
[a,b] = x   / a  x  b
En la representación gráfica, la pertenencia de los extremos al conjunto la
señalaremos “rellenando” el circulito:

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Fig. 11

Ejemplo
El intervalo cerrado [- 2,5] = x   / - 2  x  5.
La representación gráfica es:

Fig. 12

Naturalmente, podemos definir intervalos semiabiertos o semicerrados:


Intervalo abierto en a y cerrado en b: (a,b] = x   / a  x  b
Intervalo cerrado en a y abierto en b: [a,b) = x   / a  x  b

Interesante.
Las definiciones de los intervalos van a permitir presentar la recta
real de otra forma. Ya dijimos que  es la unión de los conjuntos
formados por los números reales positivos, los números reales
negativos y el cero. Pero tanto los números positivos como los
negativos se pueden expresar como intervalos.
En efecto, los positivos y negativos están, respectivamente, en los
intervalos:
x  / x  0 = (0,∞) ; x  / x  0 = ( - ∞,0)
Por lo tanto, se tiene el interesante resultado:
 = ( - ∞,0) U 0 U (0,∞) = (- ∞,∞)

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Punto medio
El valor del punto medio de un intervalo tanto abierto como cerrado es
igual a la semisuma de los extremos del intervalo. Es decir, si se trata del
intervalo abierto (a,b) o del intervalo cerrado [a,b], entonces el punto
medio es:
ab
m
2
Entorno
Es un tipo especial de intervalo. Igual que éstos, pueden ser abiertos y
cerrados con el mismo significado. Así, llamaremos entorno abierto de
centro el punto a y de radio r al subconjunto de la recta real formado
por los puntos x de la recta real cuya distancia a a es menor que r.
Lo notación que utilizaremos es
E(a,r)
Veamos distintas formas de expresar simbólicamente esta idea:
 Utilizando el lenguaje conjuntista de la definición, se tiene:
E(a,r) = x  / d(x, a)  r
 Teniendo en cuenta cómo puede escribirse también la distancia,
tenemos las siguientes formas equivalentes para expresar el
entorno abierto:
x  a  r  - r  x - a  r  a - r  x  a  r  (a - r, a  r)

Se suelen utilizar varias formas de representarlo gráficamente. En todas


ellas se pretende dejar claro que es un intervalo abierto:

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Haciendo ahora los cambios correspondientes tendremos el entorno


cerrado:
Entorno cerrado de centro el punto a y de radio r es el subconjunto
de la recta real formado por los puntos x de la recta real cuya distancia a
a es menor o igual que r.
Lo notación que utilizaremos es:
E[a,r]
Formas de expresar simbólicamente esta idea:
 Utilizando el lenguaje conjuntista de la definición, se tiene:
E[a,r] = x  / d(x, a)  r
 Las siguientes expresiones son formas equivalentes de expresar el
entorno cerrado:
x  a  r  - r  x - a  r  a - r  x  a  r  [a - r, a  r]

Igual que con el entorno abierto, se


suelen utilizar las formas
correspondientes. En todas ellas se
pretende dejar claro que es un
intervalo cerrado.

Ejercicio

Representar los siguientes entornos:


a) E(3,4) b) E(- 1,3) c) E[0,2]
d) [-5 – 2, -5 +2] e) (- 2’5, 2’5) f) x  3  4 g) x  3  4

Intervalos en los que interviene el infinito.


Si se nos pide que representemos el conjunto x   / x  1 es evidente
que se trata de los números reales mayores o iguales a 1 y, como es
sabido, ese conjunto no tiene límite superior. Ahora bien, existe una
forma de expresar ese conjunto que se suele utilizar pero que
conviene tener claro lo que significa. Es esta:

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x  / x  1 = [1, ∞)
Que el intervalo sea cerrado en 1 está en consonancia con que se
trata de los números mayores o iguales a 1. Pero el símbolo de
infinito debe interpretarse de la siguiente forma: no se trata de un
número sino una forma de expresar la idea de que el intervalo no
tiene límite superior. Por otro lado, siempre se coloca el intervalo
abierto para dejar claro que no es un número que se pueda alcanzar.

En algunas situaciones se trabaja con los puntos exteriores a un intervalo


o a un entorno. Veamos cómo se expresa y se representa esa idea.

Si escribimos d ( x,3)  2 estaremos refiriéndonos a aquellos puntos de la


recta cuya distancia al punto 3 es mayor o igual que 2. Eso se puede
expresar también así:
x 3  2

O de estas formas:
x - 3  2 ó x - 3  -2  x 3 2 ó x  3- 2  x 5 ó x 1
En definitiva, se trata de los números pertenecientes a la unión de los dos
intervalos siguientes: (- ∞,1] U [5, ∞)
Gráficamente se representa como se indica en la figura 13:

Fig. 13

Ejercicio
Representar gráficamente los siguientes conjuntos de números reales:
a) x  4  2 b) x  4  2 c) x  4  2 d) x  4  2 e) x  2

f) x  0 g) x 3 2 h) x  3  2 i) x  3  2 j) x  3  2

El número π, el número irracional más popular.


Su historia es interesante e intensa pues a pesar de su antigüedad,
realmente no se le vino a conocer del todo hasta que, en 1882, el
matemático alemán Carl Lindemann (1852,1939) demostró que es un
número irracional trascendente. A esta categoría de números irracionales
pertenecen los que no son solución de ninguna ecuación polinómica con

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coeficientes enteros.
Para acercarse al número, llevar al aula varios círculos como tapas de
fiambreras o de otros objetos. Que sean de distinto tamaño. Unos hilos,
cinta métrica y calculadoras. Se pide que midan con la mayor precisión
posible el perímetro (la circunferencia) de los distintos círculos y que
dividan ese valor por la medida del diámetro.
Si las cosas se hacen bien, la aproximación 3,1 debe salir en casi todas
las medidas. Es una forma de llegar a la deducción del número π.
Esa observación ya la habían realizado en Egipto y en Mesopotamia, esto
es, en los albores de nuestra cultura hace unos a cinco mil años. Durante
mucho tiempo, se trató de llegar al valor exacto de este número a través
de fracciones porque creían que era un número racional. Lejos estaban
aun de llegar a la auténtica “personalidad” de π. Algunas
aproximaciones fueron bastante buenas y a efectos prácticos funcionaron
sin causar problemas.
En Egipto, hacia el 2000 a. C. se tomó la aproximación
2
 16 
   3’160493827
9
En la Biblia (Reyes, I,7,23) (hacia el siglo VI a. C.) se toma una
aproximación bastante pobre: 3.
Arquímedes (siglo III a. C.) lo afinó mucho más llegando a establecer
estas cotas para π:
10 10
3  3
71 70
La primera expresión de π como número irracional la aportó el
matemático francés François Vieta (1540-1603). Es la siguiente:
2 2 2 2
  2    
2 2 2 2 2 2 2 2 2 2

Fueron apareciendo más y más expresiones de π. El número de cifras


decimales iba aumentando. Lo que ocurrió es que el intento de algunos de
superar algún record anterior se veía complicado por las enormes
dificultades para hacer operaciones. Leibiniz, por ejemplo, aportó la
siguiente serie alternada:
 1n 1 1 1 1 1 1
 2n  1  1  3  5  7  9  11  13  ...
Con la ayuda de la calculadora podemos pedir como ejercicio hacer una
aproximación del valor de π. Se comprobará que la convergencia de esta
serie es muy lenta; pero con los medios actuales, no sería mayor problema
obtener el número de cifras exacta que se deseen.

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La historia de π continúa y llega la demostración rigurosa de su


irracionalidad aportada por el matemático Johann Lambert (1728-1777).
La carrera por obtener el mayor número de cifras de π no se puede decir
que haya acabado. Pero no resulta fácil saber a cuántas se ha llegado ya
porque los ordenadores avanzan a tal velocidad, que se podría llegar al
número de cifras que se quisiera. En ocasiones se utiliza este ejercicio
para medir la potencia calculística de un ordenador.
Para nuestro objetivo, basta con saber que la “conquista” de π ha sido un
proceso largo, interesante y que en él han intervenido muchos
matemáticos, algunos tan destacados como Leonard Euler que, además,
fue el que le dio el nombre con el que lo conocemos hoy. Parece ser que
motivado porque la palabra perímetro (de la circunferencia) empieza en
griego por esa letra.

Aproximaciones. Errores.
Este apartado ha sido tratado de manera especial en el anexo de este
tema. Vamos a destacar las ideas esenciales. No obstante, hacemos la
siguiente reflexión previa:

Los cálculos tediosos…


Hasta no hace mucho, operaciones como esta: 437’99837x7698’008794
podían acabar con la paciencia de cualquiera porque, además de lo
tedioso del proceso, las posibilidades de cometer un error son bastante
altas. Y si en lugar de multiplicarlos, se dividen ya se pueden imaginar la
desesperación.
Para aliviar estas situaciones, se encontró un mecanismo de cálculo que
lo consiguió en gran medida. Fueron los logaritmos que estudiaremos en
este tema.
Mediante unas propiedades muy sencillas y el manejo de unas tablas, la
operación indicada arriba se puede hacer en muchísimo menos tiempo y
con mayores posibilidades de éxito en el resultado. Pero la humanidad no
ha parado y nos ha proporcionado unos instrumentos de cálculo mucho
más potentes y seguros: la calculadora y el computador.
Ya no hay problemas ni para hacer operaciones por muy grandes o muy
pequeñas que sean las cantidades, ni con la exactitud porque esos
aparatos nos la garantizan. Por esta razón, en el futuro bastará con saber
redondear los resultados finales porque en las operaciones intermedias de
cualquier proceso, se trabajará con muchas cifras decimales sin que eso
produzca perturbaciones.
Por otra parte, supongamos que al hacer una determinada operación se
tiene como resultado final el número:

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5 23
3
17
Este número es “exacto” y queda así expresado. Ahora bien, si fuera
necesario trabajar con su expresión decimal, es evidente que tendremos
que limitar el número de cifras decimales porque tiene infinitas. Al hacer
esa limitación, se está cometiendo un error que será mayor cuantas menos
cifras decimales se utilicen. ¿Qué hacer entonces? Pues dependiendo de la
naturaleza del problema que se esté resolviendo, se tomará el número de
cifras decimales que se considere más adecuado. En cualquier caso, se
insiste en la idea anterior: las calculadoras ofrecen el valor decimal de
esa expresión con suficientes cifras decimales exactas.
El resultado en la operación indicada es 9’325761015.

Sabemos que hay números que poseen infinitas cifras decimales o siendo
finitas, tiene muchas y para trabajar con ellos se hace complicado
manejarlas todas. Lo que se aconsejaba es utilizar aproximaciones
decimales con el número de cifras decimales que se considere apropiado.
Esta última decisión está ligada al problema concreto que se quiera
resolver. No es lo mismo, por ejemplo, calcular la distancia que hay entre
dos ciudades que determinar el grosor de un libro. En el primer caso, se
puede dar el resultado final con una o dos cifras decimales y la
aproximación sería buena. En el segundo, habría que dar algunas cifras
decimales más.
Como es sabido, aproximar un número es la operación que consiste en
sustituirlo por otro que tenga un número finito de cifras decimales,
generalmente no superior a cinco. La aproximación se llama por defecto
si se sustituye por un número más pequeño que el de partida y por
exceso en caso contrario.
En toda aproximación se debe indicar el orden. Esto significa que el
número original y la aproximación han de coincidir hasta el orden que se
indique si la aproximación se hace por defecto. Pero si se hace por exceso,
entonces la última será una unidad superior.

Ejemplo
Consideremos el número 19 . Con una calculadora se tiene:

19 = 4’3588989435407
Pues bien, en el siguiente cuadro escribiremos las aproximaciones en los
sucesivos órdenes:

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Orden Unidad Décimas Centésimas Milésimas … Diezmillonésimas

Por defecto 4 4’3 4’35 4’358 4’3588989

Por exceso 5 4’4 4’36 4’359 4’358899

Como ya se ha expresado, al hacer una aproximación en los números que


hemos utilizado, se comete un error. Se llama error absoluto a la
diferencia que existe entre el verdadero valor del número y la
aproximación tomada. Se suele tomar en valor absoluto. Pero este error
no es suficiente para calibrar su incidencia en el cálculo que se está
haciendo. Piénsese de nuevo en una gran distancia y una muy corta. Por
eso se utiliza el error relativo que se calcula dividiendo el error absoluto
y el verdadero valor aunque, en la práctica, éste es sustituido por el valor
aproximado. Este error es costumbre expresarlo en porcentajes.

Ejemplo
Vamos a averiguar el valor del error relativo que se comete cuando
tomamos para 19 el valor de la aproximación por exceso del orden de las
milésimas, esto es, 4’359.
Error absoluto = 4'359  4'3588989  0' 0001011

0'0001011
Error relativo =  0'00002319  0'002%
4'359

Pero, realmente, lo que se hace en la práctica es redondear los números.


Esta operación consiste en tomar la aproximación (por defecto o por
exceso) que tenga un menor error absoluto. En este proceso se suelen
seguir unas reglas que dicen lo siguiente:
- Cuando se fije el orden del redondeo, se prescinde de todas las
cifras decimales siguientes.
- Si la primera cifra de la que se prescinde es inferior a cinco,
entonces el redondeo coincide con la aproximación por defecto.
- Si la primera cifra de la que se prescinde es igual o superior a cinco,
entonces el redondeo coincide con la aproximación por exceso.
En el cuadro anterior vamos a añadir una fila para indicar los redondeos
de las cantidades:

Orden Unidad Décimas Centésimas Milésimas … Diezmillonésimas

Por defecto 4 4’3 4’35 4’358 4’3588989

Por exceso 5 4’4 4’36 4’359 4’358899

Redondeo 4 4’4 4’36 4’359 4’3588989

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Taller de aproximaciones.
Tener en cuenta que existen los llamados errores sistémicos, es decir,
los que son debidos a la toma deficiente de las medidas, a la de los
propios aparatos de medida, etc.
Un taller realizable sin mayores complicaciones se centra en hacer la
medida de un elemento concreto. Puede ser, por ejemplo, calcular el
área de salón de la clase. Se distribuye al alumnado en grupos de dos
o tres y se les proporciona una cinta de medir. Cada grupo tomará las
medidas que considere necesarias para conseguir el objetivo
propuesto. Cuando se pongan en común los resultados finales, habrá,
con toda probabilidad, un conjunto de medidas que no coinciden.
¿Qué hacer? ¿Cuál se toma como la exacta o más cercana a la exacta?

Notación científica.
Las calculadoras ofrecen la posibilidad de trabajar con muy grandes o muy
pequeñas cantidades utilizando las potencias de 10 para expresarlas.
Obviamente, se trata de cantidades aproximadas, pero un error de 1000
km en el cálculo de la distancia de una estrella que esté a medio trillón de
kilómetros ¡ni se nota!
En general, todas las calculadoras escriben esa gran o pequeña cantidad
mediante un número decimal cuya parte entera solo tiene una cifra y para
la parte decimal tienen alguna forma de fijar el número con las que se
quiera trabajar, como veremos a continuación. Detrás de este número
decimal, como si fuera un exponente, aparece la potencia de 10 por la que
debe multiplicarse. A partir de ahí, cuando se hacen las operaciones, el
resultado lo expresa en esa misma forma.
Cada uno debe estudiar cómo conseguirlo con su calculadora pues no se
sigue el mismo procedimiento en todas, incluso con la misma marca.
Aprovechamos la ocasión para hacerle ver lo importante que es guardar el
librito de instrucciones de la calculadora. Hasta es aconsejable hacerle una
fotocopia y guardar uno de los dos. La tecla exp es la que suele utilizarse
para ese cometido y el modo SCI el que fija el número de decimales con
los que se quiere trabajar.

Compruebe si la suya responde a este criterio: busque el modo SCI y


pulse, por ejemplo 6 para determinar el número de cifras para la
expresión de los resultados. En la pantalla debe aparecer 6.000000 que
nos indica que si ahora hace esta multiplicación: 4569879x34567898 =

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1.57971114 es decir, da como resultado un número decimal con una cifra


entera, seis decimales y ese 14 que indica que hay que multiplicar el
número por 1014.

Por otra parte, obsérvese el resultado final en la siguiente operación:


7.36 EXP 8 x 4.3567 EXP 5 x 9.5432 EXP +/- 7 = 3.06005708
La tecla +/- es la que coloca el exponente negativo en la potencia de 10,
es decir, que la expresión 9.5432EXP+/-7 = 9.5432x10-7
En algunas calculadoras la tecla EXP se ha sustituido por x10x.

Radicales.

Nota previa:
En la mayor parte de los programas de secundaria aparecen los radicales, generalmente
con cierta extensión. Debemos aclarar que trabajar con radicales no era nada fácil en el
pasado porque apenas hay algoritmos y los que hay requieren muchos pasos a veces un
tanto “mágicos” como por ejemplo ocurre con el conocido algoritmo de la raíz cuadrada.
Por otra parte, lo que se pretendía en casi todos los ejercicios, era llegar a una expresión
final a la que luego aplicar logaritmos con el fin de obtener una expresión decimal.
Todas esas cuestiones han quedado superadas con la presencia de las calculadoras. Así,
por ejemplo, no es necesario dedicar tiempo a explicar cómo obtener una expresión
sencilla de una suma de radicales de distinto índice cuando la calculadora nos da un
valor con varias cifras decimales exactas. En una reforma futura de los contenidos, esta
parte será de las que queden reducidas a los conceptos porque la algoritmia está
resuelta con el manejo de las calculadoras o los ordenadores.

Se dice que a es la raíz n-ésima de A si al elevar a a la potencia n se


obtiene A, es decir: an = A.
Esto lo notaremos en la siguiente forma y es lo que llamaremos un
radical, en este caso, de índice n y radicando A:
n
A  a  an  A
De la propia definición se deduce que si n es par, entonces A ha de ser un
número positivo. Así, por ejemplo:
4
 16
no es un número real porque si fuese igual a x, entonces tendría que
verificarse que
x4 = - 16

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y, como ya sabemos, cualquier potencia par de un número real no nulo,


sea el que sea, es siempre un número positivo.
Si el índice de la raíz n es impar, entonces A puede tener cualquier signo.

Notación interesante:
Conviene conocer una notación que se utiliza para los radicales que suele
simplificar ciertas operaciones. Nos referimos a la notación que
transforma un radical en una potencia de exponente fraccionario. Es esta:
m 1
n
am  a n
en particular: n
a a n

Son aplicables todas las propiedades de las potencias que figuran al


comienzo del tema.

Operaciones con radicales.


Vamos a enunciar y escribir las operaciones con radicales sin poner
ejemplos porque los creemos innecesarios.
Simplificación de radicales. Radicales equivalentes.
Si se multiplica o divide por un mismo número el índice y el exponente del
radicando se obtiene un radical equivalente.
p 1
a  a pues a a a n a
np p n np p np n

Esta propiedad servirá para simplificar radicales o para conseguir que dos
o más radicales tengan el mismo índice.
Ejemplo

Simplificar 12
x9 y 8
81 .
12
x 9  4.3 x 3.3  4 x 3
8
81  8 3.4  3

Reducir a índice común los radicales 6


ay 4
2.
Calculamos el m.c.m. de los índices que será el índice común.
m.c.m.(6,4)=12.
Para determinar el índice de cada radicando, dividimos el m.c.m. entre
cada índice para obtener la potencia a la que debe elevarse el radicando.
6
a  12 a 2
4
2  12 2 3

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Producto de radicales.
1 1 1 1

De igual radicando y distinto índice: m
a a n
 a a m n
a m n

1 1 1
De igual índice y distinto radicando: m
a b m
 a m
b m
 a  b  m
 m ab
Cociente de radicales.
1 1 1 1

De igual radicando y distinto índice: m
a n a  am a n
a m n

1 1 1
De igual índice y distinto radicando: m
a mb  am b m
 a  b m  m a b
Con otra notación se expresa así:
m
a a
m
m
b b
Potencia de un radical.
1 m
 n
a m   a n
m  a n
 n
am
En esta operación debe tenerse la precaución de trabajar con números
que sean reales pues si n es par y el radicando a es negativo, ese número
no pertenece al conjunto de los números reales y elevarlo a una potencia
tendría otro sentido.
Radical de un radical.
nm
n m
a a

Ejemplo
3
75 9
Lógicamente, si se necesita el valor de este número, se toma la
calculadora y se suman las dos raíces. Si se desea que las raíces tengan el
mismo índice, como el mcm (3,5) = 15, éste será el índice común y se
procede de la siguiente forma:
3
7  5 9  15 7 5  15 9 3
Extracción de factores de un radical.

Sabemos que: n a n  a . Este resultado es lo que debe tenerse en cuanta


para extraer factores de un radicando. Veamos un ejemplo en el que
primero descomponemos el número en producto de factores primos.

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Ejemplo
Extraer los factores que sean posibles del siguiente radical:
3
86 400  3
2 7  33  5 2  3 2 3  2 3  2  33  5 2  2  2  3  3 2  5 2

Introducir factores de un radical.


Para introducir un factor en un radical, bastará con elevarlo a la potencia
que indique el índice.

b n
a  n
bn a
Radicales semejantes.
Son aquellos que tienen el mismo índice e igual radicando.

Por ejemplo 18 es semejante a 2 ya que 18  2.32  3 2

Un error habitual.
Sabemos que m
a  b  m a  m b ; sin embargo m
ab  m a  m b

Obsérvese el siguiente ejemplo: 16  9  4  3  7


Por otra parte: 16  9  25  5

Ejemplo
4
a 3b 5
Simplifica aplicando las propiedades de los radicales, la expresión .
ab 3
Reducimos los radicales a índice común.
El m.c.m.(2,4)=4, que será el índice común.
4
a 3b 5 4
a 3b 5 a 3b 5 4 a
 4 
4
a 2 (b 3 ) 2 4
a 2b 6 a 2b 6 b

Suma y resta de radicales.


Dos o más radicales no se podrán sumar o restar salvo que sean radicales
semejantes.
Cuando son radicales semejantes se agruparán tal y como mostramos en
el siguiente ejemplo.

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Ejemplo
Realizar la operación siguiente: 4 125  2 27  2 5  12
Extraemos los factores que sea posible para encontrar radicales
semejantes.
4 125  2 27  2 5  12  4 53  2 33  2 5  2 2.3  4.5 5  2.3 3  2 5  2 3 
20 5  6 3  2 5  2 3
Ya solo se podrán agrupar los radicales semejantes, quedando:
(20  2) 5  (6  2) 3  22 5  8 3
Ya no es posible realizar más simplificaciones, salvo que se utilice la
calculadora para obtener el valor aproximado.

Racionalización.
Es un proceso por el que se suprimen los radicales que hay en el
denominador de una fracción, para transformarla en otra equivalente (el
denominador indica el número de partes en que se divide la unidad y no
tendría mucho sentido que ese número de partes sea un número
irracional).
Este algoritmo podría eliminarse de las programaciones didácticas ya que
las calculadoras realizan estas operaciones de manera exacta y con mucha
más facilidad y rapidez.

Ejemplo:
5 5 3 5 3
 
3 3 3 3

El objetivo de la racionalización es eliminar el radical del denominador,


para lo que multiplicamos el numerador y el denominador por 3 y de
esta forma la fracción queda racionalizada.
En los libros suelen presentarse tres situaciones para racionalizar que
vamos a exponer, pero insistimos en que es conveniente enseñar al
alumnado a utilizar la calculadora y no insistir con largas listas de
ejercicios para ser racionalizados.

Caso 1.- Es el estudiado en el ejemplo anterior, es decir, en el


denominador aparece una raíz cuadrada. Para racionalizar basta con
multiplicar y dividir por la misma raíz del denominador para que ésta
“desaparezca” del denominador.

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Caso 2.- En el denominador aparece una raíz de índice mayor que dos. El
algoritmo para este caso, consiste en multiplicar y dividir la fracción por el
radical del mismo índice pero con el radicando elevado a la diferencia
entre el índice y el exponente del radicando. Obsérvese el algoritmo en el
siguiente ejemplo, en el que hay una raíz de índice 5 en el denominador y
como el exponente del radicando es 2, basta multiplicar por 5 7 3 ya que la
diferencia entre el índice(5) y el exponente del radicando(2) es 3.

Ejemplo
4 4  5 73 4  5 73 4  5 73
  
72 
5
49 5 5
73 5
75 7

Caso 3.- Se trata de fracciones en cuyo denominador aparece una suma o


resta con al menos una raíz cuadrada. En este caso, si se multiplica y
divide por la expresión conjugada, entonces se puede utilizar la conocida
igualdad notable “suma por diferencia igual a diferencia de cuadrados” y
“desaparecen” las raíces que puedan estar en el denominador, esto es, se
“racionaliza” la fracción. Así procedemos en el siguiente ejemplo con dos
raíces cuadradas en el denominador.

Ejemplo
9


9  13  7  

  9   13  7  
9  13  7
13  7  13  7   13  7   13    7 
2
13  7 2

9   13  7 

6

Logaritmos.

La palabra procede de la unión de los vocablos griegos “logos” que


significa “razón” y “arithmos” traducido por “números”. Se trata de un
mecanismo de cálculo cuya invención supuso un tremendo alivio para los
que debían hacer tediosas operaciones con grandes o pequeños números.
Como luego se verá, los logaritmos transforman las multiplicaciones y las
divisiones en sumas y en restas, y es evidente que éstas últimas son más
fáciles de hacer que aquéllas.
John Neper (1550-1617) es el matemático escocés que los dio a conocer en
1614. Fue uno de los muchos que se preocuparon de encontrar métodos de
cálculo que facilitaran las complicadas operaciones que se hacían
especialmente al principio del siglo XVII. El suizo Joost Bürgi
(1552,1632), relojero y matemático, presentó otras hacia 1620.

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A partir de ahí y durante siglos, las tablas de logaritmos y su manejo


constituían un importante capítulo de la enseñanza, porque en muchas
situaciones profesionales era necesario su uso. Pero, desde que las
calculadoras irrumpieron en las aulas con sus logaritmos incorporados,
ya ese capítulo desapareció de las programaciones, y lo que se pretende en
este apartado es dar a conocer el fundamento de los logaritmos y sus
propiedades más como una curiosidad histórica y de ejercicio mental que
de utilidad posterior que, en caso necesario se puede recurrir a ellos si se
tienen claras la definición y las propiedades.

Sabemos que:
100=1; 101=10; 102=100; 103=1000; 104=10 000…
Son las sucesivas potencias de 10 en las que observamos que los
exponentes son números naturales. La cuestión que se plantea ahora es
la siguiente: tomamos un número intermedio entre, por ejemplo, 100 y
1000, sea el 356, ¿a qué potencia se debe elevar el 10 para obtener ese
número? Dicho en forma simbólica,
¿Cuánto ha de valer x para que: 10x = 356?
Pues esa es la definición de logaritmo de un número N: es el exponente
x al que hay que elevar una base a (en este caso 10) para obtener
un número N (en este caso el 356) así que, en general es:
ax = N
Si a  0 y a  1 , se define logaritmo en base a de N y se escribe log a N al
valor x al que hay que elevar a para obtener N.
log a N  x  a x  N

Observación
Los logaritmos en base 10 no necesitan especificar la base, es decir que si
escribimos o vemos escrito log 356 se sobreentiende que la base es 10. Las
demás bases necesitan especificarse excepto cuando se utiliza como base el
número e aunque, en este caso, los logaritmos tienen “apellido” pues en
honor a Neper se les conoce como logaritmos neperianos y se utiliza la
notación ln.
Por tanto, si escribimos log3 81 la base es 3 y el resultado es 4 porque 34 =
81.

Volvamos a nuestro problema. Es evidente que el log 356 es un número


comprendido entre 2 y 3 porque 100 < 356 < 1000. Se trata, por tanto de
un número decimal de la forma 2’xxxxxx y son esas cifras decimales las
que debemos buscar para obtener el logaritmo. Tradicionalmente a la
parte entera del logaritmo se le llama característica y a la parte decimal,
mantisa.

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Hasta hace unos años se utilizaban las tablas de logaritmos para


determinar la mantisa del logaritmo de un número, pero en la actualidad,
todos los cálculos se realizan con la calculadora.

Propiedades.
a) El logaritmo de 1, en cualquier base, es igual a 0, esto es:
loga 1 = 0.

log a 1  0 ya que a 0  1

b) El logaritmo de la base es igual a 1: loga a = 1 ya que a1  a

c) Demostremos ahora una de las propiedades destacadas de los


logaritmos, la que transforma un producto en una suma:

Dados dos números A y B se verifica:

loga A.B = loga A + loga B

En efecto:
Sean x = loga A ; y = loga B. Teniendo en cuenta la definición de
logaritmo se tiene:
A = ax ; B = ay. Por tanto, obsérvese la secuencia siguiente:
A.B = ax . ay = a x+y

Pero por la definición de logaritmo: x + y = loga A.B; sustituyendo


ahora x e y se tiene, finalmente:
loga A.B = loga A + loga B

d) Una consecuencia inmediata de la propiedad c) es la siguiente:


loga An = n.loga A
Al ser An = A.A…A es decir, el producto de A n veces, al aplicar el
logaritmo a ese producto aparece n veces el sumando loga A.

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e) Una consecuencia de la anterior es que:


1 1
log a n A  log a A n
  log a A
n

f) Dejamos para demostrar la que transforma la división en una resta,


esto es:

loga A/B = loga A – loga B

Observación
Teniendo en cuenta que las calculadoras presentan los logaritmos de base
10 y los neperianos que, como se ha indicado, tienen base e, podemos
plantearnos la siguiente curiosidad: ¿cómo podemos calcular el logaritmo
de un número en cualquier base que no sea ni 10 ni e?
El problema tiene fácil solución si se tiene en cuenta el siguiente
razonamiento: sabemos que si loga A = x entonces ax=A .
Tomemos logaritmos decimales en esta expresión y apliquemos la
propiedad e):
log A = log ax = x.log a
Si de esa expresión se despeja x se tiene:
log A
x
log a
Podemos comprobarlo con un ejemplo. Sabemos que 6 = log2 64. Tomar la
calculadora y comprobar que:
log 64
6
log 2
Si en lugar de tomar logaritmos decimales hubiéramos tomado
logaritmos en una base cualquiera b, la relación que se obtendría sería:
log A
log a A 
log a

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El número e y los logaritmos neperianos .


El número e (llamado así en honor a Euler) es el límite de la siguiente
sucesión:
n
 1
e  lim 1    2'71828182846...
n 
 n
Es un número irracional trascendente, del tipo del número  . En los
estudios secundarios se introduce este número y se aplica a varios
resultados pero su importancia se aprecia en la matemática superior.
Pues bien, las calculadoras tienen incorporados los logaritmos cuya base
es el número e. Se llaman logaritmos neperianos en honor de John Napier
o Neper. La notación que se utiliza es ln y así aparece en los teclados de
las calculadoras.

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ANEXO.- Otras formas de representación de números


irracionales que se pueden hacer con regla y compás.
Método 1.- Una vez trazada la recta real, se van construyendo primero
el cuadrado de lado la unidad para obtener 2 y, a partir de la diagonal
de ese cuadrado, se construyen de manera sucesiva los rectángulos cuyas
diagonales van teniendo longitudes iguales a 3 , 4 , 5 ,…

Fig. 14

Método 2.- Se parte de estos


resultados:
a) En un semicírculo, todo triángulo
que tenga dos de sus vértices en
los extremos del diámetro y el
tercero sobre la
semicircunferencia, es rectángulo.
Fig. 15

b) En la figura 16 se expresa el
conocido como teorema de la
altura: en todo triángulo
rectángulo, la altura sobre la
hipotenusa es media
proporcional entre los dos
segmentos en que ésta queda
dividida, es decir:
h  mn
Fig. 16

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Pues bien, si construimos una semicircunferencia de 10 unidades, por


ejemplo, y sobre la unidad 7 trazamos la altura del triángulo, entonces se
tiene que esa altura h mide: h  7  3  21

Método 3.- El teorema de


Pitágoras proporciona un método
para obtener segmentos de
longitudes iguales a números
irracionales. Por ejemplo, en la
figura 18 vemos cómo representar
el número 18'25 :

Fig. 17

Fig. 18

Indagación.- Buscar información en internet sobre el problema de la


cuadratura del círculo y presentarlo en un número de folios como máximo
que estará en función del alumnado al que se le solicite.

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ANEXO. Aproximación decimal de los números reales


Sabemos que los números pueden ser enteros y decimales; Si nos
indican que el largo de una habitación rectangular mide 5 metros y el
ancho 3, entonces podemos decir que su área mide 5x3 = 15 metros
cuadrados exactamente. Esta exactitud en la medida está garantizada
siempre que trabajemos con números enteros.

Ahora bien, cuando se trata de números decimales, no podremos


garantizar siempre esa exactitud como veremos en lo que sigue.

Los números decimales sabemos que pueden tener un número finito


o infinito de cifras decimales. Si solo manejamos de los primeros, la
exactitud sigue garantizada. Así, si las dimensiones de la habitación son
4,25 metros de largo y 3,1 de ancho, entonces el área es 13,175 metros
cuadrados. Obviamente, el problema se plantea cuando trabajamos con
números de infinitas cifras decimales o, cuando teniendo un numero finito,
no las queremos utilizar todas. Para trabajar con ellos tendremos que
optar por una aproximación; esto significa que cuando, por ejemplo,
utilizamos el clásico 3,1416 para operar con el número π, estamos
trabajando con una aproximación porque este número tiene infinitas cifras
decimales.

Vamos a profundizar en esta idea del uso de las aproximaciones


porque es evidente que si tenemos que hacer operaciones en las que se
utilicen números de ese tipo, necesariamente estaremos trabajando con
errores pues la exactitud no queda garantizada como en los casos que
planteamos anteriormente.

Consideremos por ejemplo el número 2 . Sabemos que tiene


infinitas cifras decimales dada su condición de número irracional. Pero su
valor lo podemos acotar siempre en sucesivos intervalos cuya amplitud
sea cada vez más pequeña; es más, esa amplitud la podremos hacer tan
pequeña como se quiera. Obsérvese una de esas sucesiones de intervalos
en cuyo interior está 2 . A la derecha de cada uno aparece la amplitud
del intervalo:

Intervalo Amplitud

1 2  2 1

1,4  2  1,5 0,1

1,41  2  1,42 0,01

1,414  2  1,415 0,001

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Es evidente que el proceso se puede continuar indefinidamente con


lo que, como decíamos, el tamaño de la amplitud del intervalo se puede
hacer tan pequeño como se quiera. Demos nombre a los extremos de esos
intervalos. Al inferior les denominaremos aproximación por defecto pues
su valor es siempre inferior a 2 . Al superior de denominaremos
aproximación por exceso. Su valor es mayor que 2 .

Por otra parte, al número de cifras decimales que tomemos en las


aproximaciones anteriores lo determinaremos orden de la aproximación.

Así, por ejemplo, si tomamos 1,41 como aproximación de 2,


diremos que el orden de aproximación es a las centésimas, siendo por
tanto, una aproximación por defecto hasta las centésimas.

Truncamiento y redondeo

Para aproximar un número real hasta un determinado orden hay dos


formas de hacerlo, por truncamiento o por redondeo.

Por ejemplo, si para representar al número 3,5279124 utilizamos


una aproximación decimal hasta las centésimas tomando 3,52
despreciando el resto de cifras, 3,5279124 diremos que se ha aproximado
por truncamiento.

Sin embargo, diremos que se ha aproximado por redondeo cuando


antes de despreciar el esto de cifras observemos la primera cifra que se
va a despreciar; si esa cifra es mayor o igual que cinco, entonces
aumentaremos una unidad la cifra anterior; esto significa que se ha
tomado una aproximación por exceso. En caso contrario, esto es, si la
primera cifra que se desprecia es menor que cinco, entonces simplemente
se eliminan las cifras posteriores. En esta situación diremos que estamos
haciendo una aproximación por defecto que, como puede observarse,
coincide con el truncamiento.

Para el número 3,5279124 observamos que la primera cifra que se


desprecia es 7, que es mayor que cinco. Según lo señalado, para
redondear debemos aumentar una unidad la cifra de las centésimas. Por
tanto, la aproximación por redondeo hasta las centésimas será 3,53.

Ejemplo 1

Aproximar por truncamiento y por redondeo hasta las


milésimas a 15

Con ayuda de una calculadora podemos obtener:

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15  3,87298334...

Para aproximar hasta las milésimas tendremos que despreciar las


cifras que aparecen tachadas:

3,87298334...

En la aproximación por truncamiento solo hay que quedarse con las


cifras que necesitamos según el orden de la aproximación; en nuestro
caso es 3,872.

Y para la aproximación por redondeo observamos la primera cifra


despreciada que es 9, por tanto, la cifra de las centésimas tenemos que
aumentarla en una unidad y la aproximación quedará como

3,873.

Errores absoluto y relativo

Es evidente que al utilizar una aproximación decimal para


representar a un número se está cometiendo un error.

Denominamos error absoluto de una aproximación (ea) al valor


absoluto de la diferencia entre el valor exacto del número y el valor de la
aproximación.

Por ejemplo, si hemos aproximado 15 por 3,872, el error absoluto


de la aproximación será:

ea= 15  3,872 =0,00098334…

Como 0,00098334<0,001 diremos que el error absoluto cometido es


menor que una milésima, que se denominará cota del error absoluto.

En general, la cota del error absoluto cometido al tomar una


aproximación decimal será siempre menor que una unidad del orden de la
aproximación.

Es importante tener en cuenta que no es lo mismo cometer un error


con una cota de error de una décima al medir el largo una hoja de un
cuaderno que al medir la altura de una persona, o la longitud de una
carretera. Por esta razón necesitamos otra medida que nos permita
valorar el error cometido en la aproximación realizada.

Esta nueva medida se denomina error relativo (er). Se define como


el cociente entre el error absoluto y el valor exacto del número que se ha
aproximado.

Para el número 15 que hemos aproximado con 3,872, el error


relativo es:

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15  3,872 0,00098334
er =   0,000253
15 15

Acumulación de errores.

Hay un detalle que debemos considerar al realizar operaciones con


aproximaciones decimales y es que el error que se comete se va
propagando y por tanto aumentando, si se ha de realizar más de una
operación. Lo podemos observar en los cálculos siguientes:

Deseamos obtener con una aproximación por truncamiento hasta las


décimas el valor de la expresión 3. 2 .

Veamos qué ocurre si calculamos cada valor de manera


independiente, aproximándolos hasta las décimas.

3  1,7320508 2  1,41421356

Las aproximaciones serán 1,7 y 1,4 respectivamente.

Por lo que 1,7 x 1,4 = 2,38.

Si obtenemos primero el valor de la expresión 3. 2  6  2,44948974


, y aproximamos el resultado hasta las décimas obtendremos 2,4.

Podemos observar que hemos cometido en un solo cálculo un error


de 0,02.

Por tanto, en un proceso de cálculo es conveniente realizar las


aproximaciones al final de todos los cálculos.

Comprobemos cómo se van acumulando los errores con el siguiente


ejemplo.

Ejemplo 2

Hallar el área total de un depósito cilíndrico cuyas dimensiones son:


de 6 metros de altura y 2 metros de radio en sus bases.

Vamos a realizar todos los cálculos aproximando


por truncamiento hasta las décimas.

Calculamos el área de la base:

Ab=π r2 = π 22 =4π = 12,5663706 m2.

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Por tanto, la aproximación será 12,5 m2.

Y el área lateral:

Al= 2 π r h =2 π 2 . 6 =24π = 75,3982236 m2.

Para el área lateral el valor aproximado será 75,3 m2.

A partir de las aproximaciones anteriores obtendremos el área total


que será:

2 x 12,5 + 75,3 = 100,3 m2

Si las aproximaciones se realizan al final de los cálculos, tendríamos:

AT = 2 Ab + Al = 2 x 4 π +24 π =32 π m2 = 100,530964 m2

Al aproximar el resultado hasta las décimas obtendremos que el


área total es 100,5 m2.

Obsérvese, por tanto, el error que se ha acumulado con las


sucesivas aproximaciones y téngase en cuenta que los valores de la altura
y el radio de la base son enteros pues de haber sido decimales a los que
se aplicara la aproximación, entonces el error sería mayor.

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