Está en la página 1de 2

Características del dadaísmo

Se toma como punto de inicio el año de publicación del manifiesto inaugural escrito en
1916 por Hugo Ball. No obstante, anterior a este año ya habían tenido sitio varias
protestas artísticas que tienen la posibilidad de ser calificadas de dadaístas, como por
ejemplo los ready made de Marcel Duchamp.
El dadaísmo o arte dadá no definió un estilo unificado, ya que se basaba,
precisamente, en la crítica al sentido tradicional del arte, de la escuela o del estilo.

El movimiento dadaísta fue de tipo interdisciplinario, es decir, se manifestó


tanto en las artes plásticas (pintura y escultura) como en la literatura.
Por ello, el dadaísmo también creció abrazado a los manifiestos y, de hecho,
a lo largo del movimiento se llegaron a redactar unos siete manifiestos en
total.
Aborrecimiento frente al concepto de belleza
B los dadaístas, el concepto tradicional del arte perdía sentido frente a la
realidad de la violencia desatada en Europa.
Sentido antiartístico y antiliterario
Más que un arte, el Dadá o dadaísmo es más bien un antiarte, es decir, es un
planteamiento, un concepto, un posicionamiento, lo cual lo convierte, sobre
todo, en un modo de actuar sobre la realidad y no en un lenguaje pictórico o
literario específico.
Valoración del gesto artístico por encima del objeto artístico
El artista dejará de ser el que pinta o esculpe, el que genera belleza, y pasará
a ser aquel que escoge un objeto sin pretensiones estéticas y le otorga un
significado por el sólo hecho de haberlo seleccionado.
Humor irónico, carácter provocador e irreverente
El dadaísmo se propuso así una burla feroz del arte –no solo del arte
tradicional sino incluso de las vanguardias como el cubismo y el futurismo,
este último glorificador de la guerra-, una burla de la burguesía capitalista,
finalmente, un desafío a la estética.
Crítica aguda en contra de la sociedad occidental
En efecto, los valores reinantes de aquella generación, como la fe ciega e
irreflexiva en el desarrollo científico-tecnológico como sentido de la historia,
el nacionalismo radical, el culto al capital y el uso del arte como
tranquilizador de conciencias despertaron el malestar de la nueva generación
de creadores.
Reivindicación de la irracionalidad como rechazo al positivismo
Al quedar al descubierto que la razón moderna no traía consigo una mejor
vida sino destrucción masiva, los dadaístas entendieron que el arte y la
literatura ya no se justificaban en nombre de la razón. Dieron paso así a la
reivindicación de lo irracional en el arte y de lo absurdo. Esta manera de
operar en la creación hizo posible un desarrollo creativo sin precedentes,
aunque no exento de polémica y rechazo.
Creación de nuevas técnicas artísticas

También podría gustarte