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Clara me miró burlona, con toda la burla que había en su

JORGE SKINFIELD rostro hermoso como de virgen.

—Ésta es una escuela decente, no deberían aceptar a la


hija de un borracho y una p...

Era una virgen malvada. Las risas se volvieron


insoportables, tenía ganas de llorar y me dolía la cabeza. No pude
más; le di una patada en el estómago, aproveché su caída y
monté en ella, hice que tragara lodo.

Sus amigas corrieron a la dirección, dijeron que la había


Honrarás a tus padres atacado sin ningún motivo. La directora me regañó muy feo,
dijo cosas que no debió, ofendió a mi familia, a mí. Era como la
voz de Clara ocupando el cuerpo de la directora.
...y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni cosa verde
alguna, solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus Sentí deseos de morir para no molestar a nadie, para no
frentes. llorar más y que no me castigaran. En el otro mundo nadie me
diría mugrosa y no habría niñas rubias que me molestaran. Le
Apocalipsis pregunté a Miss Lupita cuál era la forma más rápida de morirse.
Le hablé de mi padre, que nunca me mira a la cara, que olvida la
fecha de mi cumpleaños, siempre apestando alcohol.
No soy mala. Antes lo creía, me sentía así, tonta e inútil. Todo
cambió desde que hablé con Miss Lupita, ella me dio consejos, me Mamá está eternamente triste, en casa no habla mucho y se
hizo pensar y ayudó a que yo encontrara mi bondad. dedica a planchar o a ver televisión. Sólo cambia su gesto cuando
discute con papá; se le agria el rostro, avienta cosas. Las únicas
Había pasado una semana espantosa, llena de gritos, veces que sonreía era cuando se acostaba con otros hombres. Eso
regaños y bajas calificaciones. A eso vino a sumarse lo de Clara. me daba asco, a mí no me gustaba que tocasen mis caderas.
Fue en un receso, ella se acercó junto con sus amigas para burlarse
de mí; opté por no hacerles caso. Miss Lupita es una maestra buena, siempre está sonriendo,
juega con todos los alumnos y su clase es divertida. Platicó
—Oye, mugrosa, no deberías estar aquí, dedícate a lavar conmigo, me dijo cosas en las que nunca había pensado. Sugirió
los baños, a recoger la basura. que el cambio viniera de mí y no de los demás, dijo también que yo
no era mala. Me pidió que todos los días hablara con Dios y
Sentí la cara muy caliente. Las bocas de las amigas de Clara ocupara mi tiempo libre en algo provechoso.
estallaron en carcajadas, la voz se me quebró y apenas pude
contestar "déjame en paz". Me inscribí en el taller de primeros auxilios, y pedía
permiso para ayudar en el laboratorio de biología. Mis maestros se esperándola en el baño, tengo un poco de ácido para sus lindos ojos
sorprendieron con el cambio y me felicitaron, verdes.

Todas las tardes voy a la iglesia y rezo por la gente que


sufre. A veces veo cómo se mueven las manos de los santos, no
me da miedo, es la voluntad de Dios.

Mamá no dijo nada cuando mejoré mis calificaciones; papá


ladró un "no estés fregando". Era una prueba para mi fortaleza,
ellos necesitaban de mí. Redoblé esfuerzos y me encargaba de todas
las labores de la casa; fui por los mandados, corté el pasto, limpié
la cisterna (hace años se descompuso la bomba y nadie había hecho
nada por ella) y puse flores en el comedor. Mamá me dijo que eso
era cursi y tiró las flores a la basura. Era la señal que estaba
esperando, tenía que actuar rápidamente.

Robé algunas cosas del laboratorio. Antier, cuando mi


madre regresaba de sus correrías (parecía gata en celo), la encontré
en el patio, de un solo empujón cayó en la cisterna; antes había
acondicionado el lugar para que fuese habitable. Mamá viviría
allí, a salvo de sus apetitos, de su maldad y de ella misma. Gritó,
suplicó, exigió que la sacara. Cerré la tapa de la cisterna; en el
exterior no se oía nada,

A papá no le preocupó gran cosa la ausencia de mamá, un


buen pretexto para ahogarse en el alcohol. Ayer lo ayudé a subir a
su recámara, no podía sostenerse en pie.

Algodón, cloroformo, una sierra, todo sirvió para salvar a


papá, sus piernas no volverían a llevarlo a cantinas y burdeles.

Ahora tendrá más tiempo para pensar en su familia. Grita


mucho, tal vez deba encerrarlo con mamá, así estarán juntos y
podrán ayudarse.

Clara siguió ofendiéndome. Solamente el sufrimiento


hará posible que Dios la perdone y la ayude a ser buena. Estoy

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