Está en la página 1de 12

SEGUNDO PARCIAL HISTORIA DE

LA HISTORIOGRAFÍA DE LOS
SIGLOS XIX Y XX:

Estudiante: Rossina Colombo.


C.I: 5.380.967-9
Curso: 3ero profesorado de Historia.
Centro: CERP-Florida.
Fecha: 31/10/2022.
Profesora: Salomé Fernández Batista.
TÍTULO: “Historiografía de género, hacia una mirada transformadora de la Historia”.

Resumen: En el siguiente trabajo se va a realizar un análisis de la obra "El hombre


prehistórico es también una mujer" escrita por la historiadora francesa Marylene
Patou-Mathis, centrado en sus críticas a la prehistoria desde una perspectiva tanto científica
como de género, que sirven a una nueva mirada histórica. Para comenzar se va a hacer un
breve repaso biográfico de la historiadora, para así comenzar a desarrollar lo que son los
aspectos estructurales de la obra, finalizando por sintetizar los aportes que podría brindarle
esta fuente a mis clases de Historia, con sus aportes tanto históricos como didácticos.

Palabras claves: Prehistoria, historiografía de género, Historia de género, historia de las


mujeres y género.

Introducción: Para el siguiente trabajo se seleccionó la fuente “El hombre prehistórico es


también una mujer” de la historiadora Maryléne Patou-Mathis, dado que se presenta como un
claro ejemplo de historiografía de género, siguiendo de manera prudente con una obra en la
que se viera trazado el género como categoría de análisis para la Historia, tomando como
ejemplo a Joan Scott (1996) cuando, buscando repasar los orígenes del género para ligarlo
como categoría de análisis histórico, afirma que:

“Nos damos cuenta -escribieron tres historiadoras feministas- de que la inclusión de


las mujeres en la historia implica necesariamente la redefinición y ampliación de
nociones tradicionales del significado histórico (...) No es demasiado sugerir que, por
muy titubeantes que sean los comienzos reales, una metodología como ésta implica no
sólo una nueva historia de las mujeres, sino también una nueva historia" (Scott, 1996.
pág, 3).

Partir de este fragmento es clave, ya que va dando cuenta del origen de la corriente
historiográfica que va a atravesar la obra seleccionada, esta es la historiografía de género,
que las historiadoras utilizadas para este trabajo van a abordar de diferentes perspectivas,
pero todas ellas van a concordar en un aspecto a resaltar: la Historia de género o de las
mujeres, nace y se consolida en gran medida posterior o en paralelo a los movimientos
feministas de los años setenta en Estados Unidos.
Es a partir de esta redefinición de la Historia, de esta nueva historia y a través de una
serie de citas de texto extraídas del mismo, que se buscará dejar en claro las razones por las
cuales este libro pertenece a dicha historiografía y además, profundizar y desarrollar aspectos
tales como las críticas que hace esta corriente historiográfica y las distintas autoras que serán
traídas a este trabajo para así llegar a una conclusión a modo de reflexión, pensando sobre el
camino hacia el que se dirige o se estima se dirige la historiografía de género.

Para comenzar con el trabajo, se va a partir por presentar a la autora de la obra en


cuestión ya mencionada, la cual es Maryléne Patou-Mathis, quien nació en París (Francia) en
1955. Se trata de una conocida prehistoriadora francesa, que realizó sus estudios en la
Universidad Pierre y Marie Curie (en la década de los años ochenta), es la directora de
investigación en el Centre National de la Recherche Scientifique (ubicado en París),
conservadora de Prehistoria en el Musée National d'Histoire Naturelle, y miembro del comité
editorial de varias revistas francesas y más internacionales. Es una de las mayores
especialistas en el comportamiento de los neandertales, sobre los que ha escrito varios libros
y ha comisariado una gran exposición en el Musée de l'Homme de París que ha contribuido a
cambiar la imagen de estos homínidos, algo que va a denotarse presente a lo largo de la obra
analizada.

Esta autora ha publicado varios libros, destacando entre ellos a “Prehistoria de la


violencia y de la guerra” (2013), “Historias de mammouth” (2015), “Neandertal de la A a la
Z” (2018), y la obra utilizada para este trabajo: “El hombre prehistórico es también una
mujer” (Lumen, 2021).

Pasando al punto que refiere a la estructura de la obra, esta se trata de una edición
traducida al español, del francés original, realizada por Maria Pons Irazazábal. Fue publicada
en el año 2021, por la editorial Lumen de origen español. Pasando a la obra en sí, la misma se
compone de una introducción corta, cuatro grandes capítulos, con sus respectivos subtítulos
cada uno de ellos, además de contar con un epílogo, agradecimientos y anexos (estos últimos
conformando un 50% del libro total, tanto en su edición física como digital).

Algo que se puede destacar también, es que resalta interesante para el análisis de la
obra, uno de los comentarios que le hacen a esta obra desde la crítica, por parte del periodista
Guy duplat, para La Libre Belgique, que expone lo siguiente: «En este libro deslumbrante,
Marylène Patou-Mathis deconstruye nuestro imaginario colectivo y cuenta una nueva historia
de las mujeres.» (Guy Duplat, 2021, La Libre Belgique). Y es interesante en tanto que
propone un punto que va a ser clave para otro punto más adelante, que es el deconstruir el
imaginario colectivo y pasar a contar otra historia de las mujeres, una nueva, porque pone
sobre la mesa otra cuestión ¿Por qué, entonces, sigue en vigencia esta imagen que divulgaron
los primeros prehistoriadores en el S. XIX? Uno de los objetivos que va a tener la
historiadora y parece clave, teniendo en cuenta el periodo en el que se centra, ni más ni
menos que en los orígenes de la humanidad (un foco de las preguntas existenciales que ha
tenido el ser humano desde la creación de la prehistoria como disciplina académica) y es que,
según Patou-Mathis, bastaría simplemente con realizar una mirada hacia atrás en el tiempo,
para comprender que la supuesta jerarquización existente entre los géneros solamente se ve
fundamentado en prejuicios que encuentra con urgencia deconstruir.

Para seguir con el análisis de la obra, se seguirá con el subtítulo que tiene el propio
libro en su portada: ”Una Historia de la invisibilidad de las mujeres”. Y ¿Por qué no
comenzar el análisis por acá? Ya se va presentando desde el título y subtítulo características
que se van a mencionar sobre la historiografía de género, la autora anticipa que se está frente
a una Historia -tomando a Burke de ejemplo, como lo hace Ángela Oviedo (quien hace un
estudio sobre la mujer y la cultura de masas)- a una “Nueva Historia” (ya antes incluso
mencionada), la Historia de las mujeres, en el que la historiadora francesa expone que:

“Las mujeres prehistóricas, olvidadas por la investigación durante más de un siglo y


medio, se han convertido en tema de estudio por derecho propio y empiezan por fin a
salir de la invisibilidad en que se las había mantenido. Nuestro objetivo es devolverles
el lugar que les corresponde en la evolución humana”(Patou-Mathis, 2021, pág, 10).

El subtítulo de la invisibilidad, teniendo en cuenta que por más de un siglo y medio


fue sin una perspectiva de género, es totalmente acertada, teniendo en cuenta un estudio sobre
miles de años que afectan, como ya se mencionó anteriormente, el imaginario colectivo.
Conforme a esto, es preciso lo que expone Mora en el siguiente fragmento, destacando esa
intencionalidad de volver a situar en la visibilidad a las mujeres: “Desde ese momento se
inició un proceso de redescubrimiento y visibilización de las mujeres en la historia que
consistió en darles voz y sacarlas a luz (...)” (Mora, 2013. pág 147).
Para pasar a analizar entonces el libro como tal, se puede comenzar con su breve
introducción, el la cual la historiadora presenta de lleno ya el contexto en que surge la
prehistoria, exponiendo que: ”La prehistoria es una ciencia joven, que nace a mediados del
siglo XIX(...)” (Patou-Mathis, 2021, pág, 6) . Tener esto en cuenta es sumamente primordial,
debido a que se puede decir que la prehistoria, como muchas otras disciplinas, es “hija de su
tiempo”, ya que: “Es probable que los roles desempeñados por los dos sexos, descritos en los
primeros textos de esa nueva disciplina, tengan más que ver con la realidad de la época que
con la del tiempo de las cavernas (...)” (Patou-Mathis, 2021, pág, 6). Y esto es precisamente
lo que la autora busca “deconstruir” o “desmentir” trayendo a la mujer al foco, sacándola de
esa invisibilidad u oscuridad en la que se encuentra para la prehistoria.

Conjuntamente y a modo de reafirmar lo anterior, para los científicos de la época, las


mujeres son catalogadas como biológicamente inferiores, “Si damos crédito a estos
científicos, las mujeres serían físicamente débiles, psicológicamente inestables e
intelectualmente inferiores a los hombres, y estarían menos dotadas para los inventos por ser
menos creativas” (Patou-Mathis, 2021, pág, 7). Pero pasando a otros ámbitos más puntuales,
como los textos: ”(...) Es probable que los roles desempeñados por los dos sexos, descritos en
los primeros textos de esa nueva disciplina, tengan más que ver con la realidad de la época
que con la del tiempo de las cavernas (...)” (Patou-Mathis, 2021, pág, 6). Donde se expone lo
anteriormente mencionado. Pero además, esto también se ve en los medios audiovisuales, en
aquellos que no cabe espacio para la imaginación, es más, son aquellos espacios, según
Patou-Mathis (2021) en los que se conforma el imaginario colectivo, donde queda todo
“fielmente” representado, que se expone que estos, “Afianzan la idea de que las mujeres no
desempeñaron ninguna función en la evolución técnica y cultural de la
humanidad”(Patou-Mathis, 2021, pág, 14). En este sentido cabe cuestionarse acerca de si
¿Será así? ¿Puede haber sido esto así? interrogantes acerca de la seudo inutilidad en
funciones más allá de las reproductoras y recolectoras de las mujeres en la prehistoria que se
hace la propia autora.

Pasando al primer capítulo del libro, utilizado para este análisis, la “Visión novelesca
de la mujer prehistórica”. Este mismo muestra varios postulados, comenzando por uno de
ellos, que sería que: la prehistoria es cosa de hombres. Por todo lo que se ha mencionado
hasta el momento, además es de destacar que es literalmente cosa de hombres. Es un dominio
en el que hasta antes de la primera guerra mundial no había ninguna prehistoriadora. Esto es
fuerte, en el sentido de que tanto para las historiadoras feministas, como para las que posean
una perspectiva de género, esto ya da un indicio del por qué se ve a la mujer como se la ve.
Aproximadamente un siglo y medio, según Patou-Mathis (2021), el dominio de esta
disciplina, que influye de lleno en el imaginario colectivo, fue establecido sólo por hombres.

Esto explica también la visión y representación de la mujer en el arte, como segundo


postulado, Patou-Mathis (2021) va a exponer en este capítulo algo que no es ninguna
sorpresa, el cómo las mujeres son representadas frecuentemente medio desnudas y rodeadas
de niños, esperando en la cueva —a veces con inquietud y temor— el regreso de los
cazadores. Análisis propio, casi pareciera que se habla de la misma representación que se le
da a la mujer en la Edad dorada del capitalismo de Estados Unidos.”Las representaciones de
la familia prehistórica imitan el modelo ideal de la familia occidental del siglo XIX: nuclear,
monógama y patriarcal” (Patou-Mathis, 2021. pág, 13). En estas obras las mujeres quedan
relegadas a las tareas reproductoras, maternales y domésticas, consideradas completamente
subalternas, y los hombres son valorados en sus tareas denominadas como “nobles” según la
historiadora, como lo son la caza, la pesca, la talla de utensilios y armas. También es algo
inimaginable una artista mujer, como de la misma manera, la sola idea de que el modelo
pueda ser negro, al menos hasta que en el año 1911, el doctor Jean-Gaston Lalanne descubre
la Venus de Laussel, de estructura física que da las pautas de ser una mujer de piel negra.

El tercer punto y uno que fue de interés personal, fue la violencia siempre asociada al
hombre y "su naturaleza". La autora, como se mencionó al principio, hace estudios sobre la
guerra y la violencia, pero en este caso y esto es lo que resulta interesante abordar, hace un
estudio sobre la relación de “lo masculino” con la violencia. Es interesante cómo plantea a la
violencia a su vez en este relato, tan integrada y característica e incluso justificativa hasta hoy
en argumentos plenamente misóginos, la pone en discusión y diálogo con la historia de
género, incluso toma ejemplos de la filosofía y la psicología. Utiliza, según J. Scott (1996) al
género como la categoría de análisis en la que la entrecruzan con conceptos tan fuertes como
la violencia y la guerra.

Y es luego de estos puntos mencionados y brevemente analizados, que se procede a


citar a una gran influencia para esta corriente historiográfica: Simone de Beauvoir. Filósofa
francesa, escritora, su obra más célebre es “el segundo sexo”, libro que plantea desde la
filosofía este postulado: “No se nace mujer, sino que se llega a serlo” y viene a tono con una
cita extraída de Patou-Mathis (2021), es que “«Toda la historia de las mujeres ha sido hecha
por los hombres», escribía Simone de Beauvoir” (Patou-Mathis, 2021, pág. 8). Para Beauvoir
(1949), que tiene una perspectiva filosófica como ya se mencionó, pero además atravesada
por el estudio de la psicología y un enfoque del materialismo histórico: la mujer no es sino en
relación al hombre, se trata de una relación de dependencia, no recíproca. “Simone de
Beauvoir llega a la conclusión de que la mujer ha de ser ratificada por el varón a cada
momento, el varón es lo esencial y la mujer siempre está en relación de asimetría con él (...)”
(Varela, 2008. pág, 68) Lo que se denomina como la segunda ola del feminismo, es una
fuerte influencia para la historia de las mujeres, así como también el estructuralismo, con
Foucault.

Otro fragmento que posibilita profundizar un análisis atravesado por reflexiones e


investigaciones en torno a la historia y el género es Carmen Ramos, cuando afirma que,

”Es impensable (...) una historia de la humanidad sin la presencia de las mujeres. (...)
Sin embargo, hasta hace muy poco, en la reflexión teórica y en la práctica
historiográfica, la mujer parecía AUSENTE de la historia, dado que no era objeto de
estudio de esta disciplina” (Ramos, s/f, pág, 139).

Lo que se puede subrayar de esta cita es esta reflexión que trae consigo. Es
impensable una historia de la humanidad sin mujeres, una prehistoria sin ellas, pero algo que
motiva a Patou-Mathis en su estudio, es lo que se empezó con los movimientos estudiantiles
en Estados Unidos en las décadas de setenta, preguntarse ¿Dónde están las mujeres en la
Historia? ¿Y en la ciencia? ¿Y en la arqueología? ¿Y en la prehistoria? Tomarla como objeto
de estudio y sacarla de las sombras, es algo que caracteriza la obra de Patou-Mathis.

Concordando con lo anterior, se expone que, en determinado momento a finales del S.


XIX y principios del S. XX, en el que se estaban produciendo, según Mora (2013)
determinados cambios en la sociedad que pasan a constituir el motor de varias
transformaciones en el ámbito de la ciencia. Afectando a la Historia, por ejemplo con
respecto a las escuelas historiográficas más tradicionales, que entran en crisis con los nuevos
paradigmas, la misma definición de Historia y su carácter científico, pero teniendo en cuenta,
claramente las nuevas formas de pensar la historia, entre ellas, entrando en escena la
necesidad de poner en el foco a las mujeres, es por eso que queda bastante claro cuando
expone que: "En este punto entre mundo científico y sociedad, se produce la permutación del
movimiento feminista en disciplina académica" (Mora, 2013, pág 146). Esta cita afirma más
claramente todo lo que se viene desarrollando, esa “permutación”, ese cambio que se da con
la implicación en este caso del movimiento de la segunda ola feminista del siglo XX y que se
va integrando de a poco, pero de forma consolidada en una nueva forma de ver la historia.

Asimismo, una de las diferenciaciones que va a plantear Mora (2013) en su estudio


sobre el paradigma de género, esta hace una diferenciación entre historia de género e historia
de las mujeres, exponiendo que ambas escriben del mismo objeto (las mujeres) pero no son la
misma disciplina, aunque en algo que coincide es que:

"(...) la historia de género y la historia de las mujeres no solo queda constituida o


conformada por estos dos conceptos (género y mujeres) que acompañan a historia,
sino que existe un amplio campo conceptual que ha sido necesario para poder
cuestionar la historia existente y tener la capacidad de generar una nueva visión de la
misma". (Mora, 2013, pág, 150).

Es clave señalar, con lo expuesto hasta el momento, que la historia de género o de las
mujeres no tiene por qué situarse aislada de la perspectiva de la historia en general, así como
no debe olvidar su pertenencia tanto a la historia social y cultural (o nueva historia social), de
la que puede beneficiarse, como también a través de su relación con la historia de la familia,
de las mentalidades, tomando como claro aporte también el de la Escuela de los Annales
francesa, con Braudel, etc.

Pero entonces, en lo que es preciso enfocarse, como se trata de un ejemplo de


historiografía de género, es en la definición que más se repite y la más reciente sobre este
como categoría de análisis histórico, el de Joan Scott (1996): "(…) el género es una forma
primaria de relaciones significantes de poder. Podría mejor decirse que el género es el campo
primario dentro del cual o por medio del cual se articula el poder (…)"(Scott, 1996, pág, 26).
Lo que se busca explicar, es cómo operaban históricamente las ideas sobre la diferencia
sexual, para esto Scott (1996) y su estudio son claves, además de las diferentes interrogantes
sobre el significado que se le daba a lo femenino, a lo masculino a través del tiempo; como
por ejemplo: ¿cómo se va modificando la concepción de lo femenino históricamente? ¿Cómo
se contrapone a lo masculino? ¿Cuál es la relación entre estos? ¿Qué altera esa relación? etc,
etc.

Respecto a esto y con lo que Ramos (s/f) coincide, es que la idea más innovadora es
sin duda la expresada por la historiadora norteamericana Joan Scott, en el momento que
plantea una crítica a la historia tradicional, formulando el concepto de género como una
categoría útil para el análisis histórico, la formulación de estas interrogantes, supone sin
embargo, el conocimiento de varios problemas que la historia de las mujeres se ha venido
planteando desde varias perspectivas, las más importantes: el marxismo, el psicoanálisis y la
reflexión sobre la sexualidad como espacio de poder, formulada por Michel Foucault, gran
influencia también para esta forma de hacer historia. Pero lo que se haya más interesante para
traer a este trabajo, de lo expuesto por Ramos, es el siguiente planteo específico sobre uno de
estos tres aspectos centrales del estudio que atraviesa a Scott (1996) que es el marxismo: ya
que postula que la mujer sería el proletario del proletario, en esta relación asimétrica de la
que ya escribía Beauvoir en 1945,

“(...) el sistema de género es un componente importante del capitalismo porque


separa y vuelve excluyentes los espacios y las actividades de trabajo y de vida
cotidiana. Esta separación se inicia la división sexual del trabajo, adscribiendo a la
mujer la tarea de la reproducción biológica, en tanto que el varón tiene a su cargo la
reproducción de la vida material mediante el trabajo asalariado” (Ramos, s/f, pp.
144-145).

Finalizando con el análisis de la obra, siguiendo con lo expuesto por Patou-Mathis


(2021) en tanto al género como categoría de análisis que atraviesa su estudio sobre la
prehistoria y por qué la mujer ha sido por casi dos siglos invisibilizada, ha sido víctima de
prejuicios y ha estado sometida a una caracterización subordinada constantemente a la figura
del hombre, como su opuesto, se comprende que, para generar una reflexión concordante al
respecto tanto de la historiadora trabajada como de todas las utilizadas en este caso, también,

“La historia de las mujeres implica una modificación de la historia, pues pregunta
sobre la forma en que se ha establecido el significado. Critican la prioridad relativa
concedida a la historia masculina (his-tory) frente a la historia femenina (her-story), lo
cual expone la jerarquía implícita en muchos relatos históricos (Burke,
2003)”(Oviedo, s/f. pág, 38).

A modo de conclusión/reflexión final, por qué no traer a Burke a colación,


conjuntamente con lo expuesto por Patou-Mathis en el epílogo que se encuentra bajo el título
de “mujeres y feminismos de ayer y hoy”, afirmando finalmente que la mujer no es por
«naturaleza» ese otro al que se puede poseer. Si sociedades y culturas han forzado a las
mujeres durante siglos a encajar en el molde reductor de los roles de género que se les han
designado al nacer, ya va siendo tiempo de dejar de lado el pensar en una jerarquización
argumentada en una inferioridad inexistente de la mujer para con el hombre, sino más bien en
una complementariedad entre ambos. “El patriarcado ha de sustituirse por otro sistema, que
debemos construir juntos” (Patou-Mathis. 2021. pág, 225).

Como algunas consideraciones finales, desde una postura crítica, desde la que se tomó
postura para la realización de este trabajo, en el cual se entiende, a modo personal, que es un
trabajo que no sólo debería quedar en lo teórico o el espacio de la evaluación académica, sino
que es una investigación (la que se lleva a cabo desde la historiografía de género) que se
entiende debería ser llevada a las aulas de clase, desde las planificaciones, dado que es una
perspectiva que sin duda enriquece y además incluye por lo general a un buen porcentaje de
lxs estudiantes que se encuentran en un salón de clase.

Pero además, se encuentra necesario el hecho de llevar esta corriente historiográfica


que aporta tanto a la prehistoria, teniendo en cuenta que es imprescindible en el S. XIX que
las estudiantes de secundaria tengan una representación que no es la que critica la
historiadora, es decir, que no se quede en esa visión novelesca de la mujer de las cavernas y
el hombre cazador, sino que se pueda salir de esos estereotipos, abrir las mentes desde lo que
nos permite la relación e intercambio entre docente-estudiante. Siendo de vital importancia, al
menos desde una perspectiva identitaria propia, que la Historia sea un lugar en el cual se
pueda encontrar no siempre quien ha escrito la Historia tradicional, en este caso el hombre,
pero dígase también el hombre blanco, heterosexual, privilegiado ¿por naturaleza? sino
también aquel al que esa “naturaleza”, llámese prejuicio, estereotipo, sociedad desigual, o de
cualquier otra forma que se pueda pensar, entrando en este sector las mujeres y todo un gran
sector marginado por las construcciones sociales. Poner estos aspectos en cuestionamiento a
raíz de la lectura o la puesta en acción de lo aportado por la lectura realizada para este
trabajo, puede generar que muchas de estas construcciones dejen de ser visualizadas como
realidades y comiencen a serlo como lo que son, productos de las sociedades que la
humanidad ha ido construyendo y reproduciendo, va siendo hora de que la historia y como
acertadamente propone Patou-Mathis al final de su obra, vaya cambiando al patriarcado por
otro sistema, aunque no se sepa tan bien cual, pero uno sin dudas mejor, menos desigual y
que nos incluya a todxs como seres humanos que construyen y han construido siempre la
Historia.
Referencias Bibliográficas:

-Beauvoir, S. D. (2017). El segundo sexo. Ediciones Cátedra.

-Bleda, E. M. (2013). El paradigma de género y mujeres en la historia del tiempo presente.


Revista Historia Autónoma.

-Oviedo, A. (s/f). La mujer entre la historia y la cultura de masas. Comunicación y


humanidades.

-Patou-Mathis, M. (2021). El hombre prehistórico es también una mujer. Lumen Editorial.

-Ramos, C. (s/f). Historiografía, apuntes para una definición en femenino.

-Scott, J. (1996) El género: Una categoría útil para el análisis histórico. Lamas Marta
Compiladora. El género: la construcción cultural de la diferencia sexual. PUEG, México.

-Varela, N. (2020, 1 octubre). Feminismo para principiantes (1.a ed.). Penguin Random

House Grupo Editorial.

-https://www.txalaparta.eus/es/libreria/autores/marylene-patou-mathis

También podría gustarte