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PRIMER PARCIAL HISTORIA

NACIONAL:

ESTUDIANTE: Rossina Colombo.


FECHA: 30/06/2022.
GRUPO: 3er año profesorado de Historia.
INSTITUCIÓN: CERP Centro - Florida.
PROFESOR: Fernando López D’Alessandro.
El tema elegido para este trabajo se enmarca en lo que fue la Guerra de la
Triple Alianza, entre los años 1965 y 1971, teniendo en cuenta a la misma como un
agente beneficiante, particularmente para el Uruguay, pero más en concreto,
problematizar y visualizarlo como factor de modernización y disciplinamiento para la
mentalidad de la población uruguaya posterior a la Guerra, generando así
reflexiones sobre el uso de la guerra y violencia en este sentido.

Para comenzar se cree preciso tener en cuenta la situación de los orientales


previo a la Guerra, para comprender algunos aspectos fundamentales más
adelante. Remontándose unas décadas más atrás, y teniendo en cuenta lo
planteado por los autores Barrán y Nahum (1967), el estado en el que se
encontraba el territorio del Uruguay era devastador, desolador, como se puede
apreciar en la siguiente cita: “(...) Todos los otros años fueron testigos de la gradual
desaparición de sus bienes materiales y sus fuentes de riqueza, (...) despoblación
de la campaña, desorden en la propiedad de la tierra, ruina de la industria saladeril”
(Barrán y Nahum,1967. pág, 15). Los autores uruguayos, plantean que existía, en
este momento, lo que se puede denominar como una época de caos, desorden, que
si bien distintos historiadores, pueden poseer distintos puntos a focalizar en tanto a
los efectos de la Guerra Grande en el territorio, es una afirmación innegable que la
misma causó daños de inmensa magnitud.

El ejército, como uno de los grupos en los que se va a hacer hincapié -ya que
lo que interesa es el factor bélico en el territorio- fue perjudicado evidentemente
también. Barrán y Nahum (1967) argumentan que en la primera parte del S. XIX, la
milicia estaba alimentada en campaña, esto en los primeros años del levantamiento,
mismo los autores citan que, para jefes militares, generales como Oribe, "La
subsistencia del ejército es objeto que me desvela (...)" (Barrán y Nahum,1967. pág,
30). Pero ahora bien, en esta situación de caos y destrozo, ¿qué pasa con este
privilegio? Comienza a escasear este beneficio del que gozaban, por lo cual también
aquí se denota una crisis, a nivel de la milicia.

Lo que lleva los autores a plantearse la siguiente cuestión referida a la


conformación del Estado moderno uruguayo, lo cual, en definitiva, se trata de
abarcar en la obra citada, teniendo el siguiente planteamiento, que resulta de sumo
interés para el presente trabajo (a pesar de referirse a una década previa):

“¿Cómo pensar en la existencia del Estado moderno en el Uruguay de 1851


cuando los medios de comunicación entre Montevideo y el interior eran casi
inexistentes, cuando las noticias y las órdenes de la autoridad central no
llegaban o lo hacían demasiado tarde?(...)” (Barrán y Nahum,1967. pág, 53).

Entonces, no sólo había una crisis general en lo que respecta a la situación


ganadera, ni el ejército, o incluso lo que refiere a la calidad de vida de los
uruguayos, sino que también se debe abordar a sabiendas de que, teniendo
presente el planteamiento de Barrán y Nahum (1967), se esta en el marco de una
de las décadas claves para el paso de la mentalidad de la barbarie, en la sociedad
uruguaya hacia el disciplinamiento o aquello que se piensa “más civilizado”.
Entonces cabe destacar el aporte que realizan Barrán y Nahum en el anterior
fragmento, debido a que este desorden también viene referido a o que son las
instancias de acatar o llevar a cabo el relevamiento de órdenes por parte de lo que
podrían ser las autoridades, tal vez menos profesionalizadas, con las que cuenta el
Uruguay a principios del 1860. No había población que se pudiera denominar como
una sociedad tal cual la palabra lo define.

Sin lugar a dudas, esta afirmación dejó devastado al Uruguay, en tanto


territorio y población. Y para salir de esta misma situación, se va a recurrir al mismo
medio: la guerra, pero con un protagonista más y con efectos adversos para ambas
partes. Así como la Guerra Grande va a dejar en una situación de miseria general al
Uruguay, también la Guerra de la Triple Alianza va a sacarla a través de la
acumulación de capital, como si de una ironía se tratara o de un círculo vicioso.

De esta forma, resulta interesante reflexionar en cuanto a que todas estas


consecuencias de la Guerra Grande, que dejan daños visibles en el territorio
oriental, comienzan a ser más amenas y mejorar a raíz de varias razones que
expresan los historiadores uruguayos, pero y como curiosidad que llama la atención,
la Guerra de la Triple Alianza, con la acumulación de capital que le significó al
Uruguay, no es uno de los factores modernizantes que se tiene para la historiografía
uruguaya como destacable, es más, si se lo menciona, ni siquiera se hace énfasis
en el mismo.

Entonces, cabe llegar a la cuestión del vínculo entre Uruguay y Paraguay, a


lo que hace referencia el historiador argentino, Alberdi, que expone que,
“Montevideo es al Paraguay por su posición geográfica, lo que el Paraguay es al
interior del Brasil, la llave de su comunicación con el mundo exterior” (Alberdi, 2019,
pág 73). Pero además, los historiadores Galasso e Ibáñez también se plantean la
cuestión referente a qué era Paraguay hacia el 1860, a lo que afirman que:

“(...)era el país más desarrollado de América del Sur. Era la realización


práctica del programa morenista. La explotación de la yerba mate era
productos estaban, pues, excluidos del laissez faire. Estos estancos
subvenían a las necesidades de la administración pública y el pueblo casi
desconocía los impuestos. (Galasso y Ibáñez, 2005, p.3)

Esto es de total importancia a la hora de abordar a la guerra como un factor


tan benefico para Uruguay, cómo a la vez significó uno tan devastador para el
Paraguay, que incluso tiene autores como Pelúas & Piqué (2009) utilizan el término
del “genocidio del pueblo paraguayo” (Pelúas & Piqué. 2009. pág,197) y también en
el título de sus crónicas. Quienes hacen un análisis del tratado secreto -en principio-
de la Triple Alianza, en el cual exponen que, es una guerra que se realiza con fines
e incluso en el propio nombre de la civilización, adjudicando esto al artículo 3 del
tratado, que describe que el Paraguay, “(...) por vía de redención sin duda, puede
ser saqueado y devastado(...) (Pelúas & Piqué. 2009. pp,153). Uruguay acuerda
este tratado, por medio del cual se consta toda una planificación, básicamente, de la
guerra misma, justificada además como una especie de cruzada civilizadora, de la
cual, los orientales salen con una acumulación de capital que pareciera no tener
mayor peso a la hora de ser abordada como factor de la modernización posterior del
Uruguay.

Referente a esto, Alberdi se hace una pregunta importante para profundizar


en lo anterior: “(...)¿qué nombre dar a la política que ha despoblado esas regiones
casi solitarias de más de medio millón de habitantes en seis años?” (Alberdi, 1886,
pág, 141.). Es en este punto que se puede utilizar la diferenciación que hace la
ensayista político-filosófica Hannah Arendt (2018) sobre los conceptos de poder y
violencia, que si bien es un aporte referido a la Historia del S. XX, servirá en este
caso:

“El poder y la violencia se oponen el uno a la otra; allá donde uno domina, la
otra está ausente. La violencia aparece cuando el poder peligra, pero si se
permite que siga su curso, lleva a la desaparición del poder.(...)” (Arendt,
2018. pág, 75).

Para la Triple Alianza, enfrentada al dictador Francisco Solano López, no


escatimó en asumir el uso de la fuerza frente a una nación que no estaba tan
interesada en la búsqueda de la libertad, sino más bien de la independencia, por lo
cual recurrir a la violencia, como herramienta para derrocar, destruir el poder, se
corresponde a la definición de Arendt (2018), que si bien es utilizada como parte del
estudio de las sociedades del S. XX, se ve pertinente, ante la carencia de estudios
sobre la violencia en el S, XIX americano, aplicar lo formulado por la autora, incluso
a la vez que plantea que la violencia de la guerra, “(...) no solo crea tensiones y
provoca resistencias(...) “En ningún caso es más evidente el elemento
autodestructivo inherente a la victoria de la violencia sobre el poder que en la
utilización del terror para mantener la dominación (…) (Arendt, 2018. pp, 73-74).
Fragmento que se puede emplear al “genocidio de los paraguayos”, que se puede
ligar perfectamente a lo que escribe el doctor Carlos María Ramírez en el año 1868,
“(...)Los aliados pueden tener asegurada la visturia, pro los paraguayos han hecho
un pacto con la muerte y sólo el exterminio puede poner fin a su indomable
resistencia(...)”(Fernandez y Villa, 2008, pág.37) Esta es la solución que se ve por
parte de los aliados (Argentina, Brasil y Uruguay), el exterminio, debido a que esta
es la forma de acabar con el poder paraguayo, cuando las instituciones, en este
caso políticas, dejan de funcionar, en el momento en que pierden su legitimidad, es
cuando puede aparecer el otro fenómeno crucial en la vida política: la violencia, la
cual, para Arendt, haya su orígen, precisamente cuando el poder ha comenzado a
desaparecer (o en este caso, lo han hecho desaparecer…).
Las consecuencias de la guerra son claras, contundentes y fuertes por donde
se las vea. En el sentido de que el derrocamiento del poder paraguayo es innegable,
a pesar de los perjuicios para con los aliados, que por obvias razones se vieron
desgastados tras seis años de guerra, los beneficios de los cuales gozaron a raíz de
la victoria-sangre en sus manos, fue clave para los avances, para el caso de este
trabajo, del Uruguay.

En suma, luego de todo lo abordado, parecería importante e interesante


abordar el carácter moderno o los principios de la modernización de la nación
uruguaya en relación a la guerra de la Triple Alianza, hay historiadores que a veces
buscan separar de alguna forma la era de las guerras, la barbarie y la de
modernización y disciplinamiento, muchas veces es la historiografía misma, quien
se encarga de estos cortes en el proceso histórico. La historiografía uruguaya no
hace mucho énfasis en la guerra como un factor modernizador, teniendo en cuenta
que:

“La Guerra del Paraguay actuó, en el caso de nuestro país, como el acicate
del desarrollo económico y social, particularmente por ser el puerto de
Montevideo centro de abastecimiento del ejército imperial(…) Activación del
comercio. Movimiento de capitales. Por ende, crecimiento de Montevideo(...)
(Fernandez y Villa, 2008, pág, 51).

Se puede concluir con que el Uruguay ya habría consolidado entonces, la


independencia propia, luego de la muerte de dos de los principales protagonistas
uruguayos de la guerra (Berro y Flores), poniendo un puntapié que sería tomado
fuertemente por parte de Batlle, para consolidar totalmente, ya hacia fines del S. XIX
a un Estado nación uruguayo moderno, civilizado, a raíz de la guerra y además,
acompañado de una mentalidad con bases en el disciplinamiento, según Barrán y
Nahum. Como último punto a recalcar y no olvidar, cabe aclarar que no hay un
punto final en lo que respecta al tema, es más, la idea general del trabajo fue sin
dudas generar acercamientos o aproximaciones. La idea es que futuros estudios
puedan enriquecer esta mirada, que fue el punto de partida, pero esperando no ser
el final, teniendo presente que esto mencionado, es una de las premisas del estudio
del pasado, como lo es la Historia.
Referencias bibliográficas:

Alberdi, J. B. (2019). La Guerra del Paraguay (Digital. ed.). Biblioteca

Argentina de Historia y Política.

Barrán & Nahum, J. P. B. (1967). Historia Rural del Uruguay Moderno - de


1851 a 1885. Editorial Banda Oriental.

Galasso, Noverto y Ibañes, Germán (2005) La guerra de la triple infamia.


Argentina, Buenos Aires: Cuaderno para la otra Historia.

Hannah Arendt (2018) “Sobre la violencia”, Alianza Editorial.

J. B. Alberdi (1886) Obras completas de Juan Bautista Alberdi, [1a ed., París,
Imprenta Pablo Dupont, 1874], Buenos Aires, La Tribuna Nacional, 1886, t. VII, pp.
141.

Menck, A., Fernández, A., Gargiulo, G., & Villa, O. J. (2008). La guerra del
Paraguay en fotografías. Montevideo: Biblioteca Nacional.

Pelúas & Piqué, D. E. (2009). Guerra de la Triple Alianza y el Genocidio

Paraguayo (3.a ed.). Arca Editorial.

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