Una moneda de 10 centavos
“La cuestión es que el caracol era celeste con
manchitas anaranjadas como una camisa hawaiana,
más o menos así, ¿te imaginás?... Bueno…”
Bianfa.
Una moneda de diez centavos
“Qué salame este caracol, pedirle a un chico una
moneda de 10 centavos cuando cualquier caracol,
debería saber que los chicos no van a la playa con
monedas de diez centavos…”
Bianfa.
Una moneda de diez centavos
“Cerré los ojos, y volví a escuchar. Primero fue una
ola, después otra y en mi cabeza vi todo el mar, vi
pasar dos gaviotas, un pez volador, un barco pirata,
dos medusas, y cuando en el fondo veía venir una
enorme ballena…”
Bianfa.
Clara y Carmen
“Desde ese mismísimo día guardaron distancia.
Hablaban, por supuesto, pero… ahí no más, lo justo, lo
necesario para entenderse…”
Bianfa.
El secreto
“Se juntaban de noche y salían a volar. Les gustaba
hacer figuras geométricas, otra se les daba por volar
fuertísimo para ver quién dejaba una estela más larga
de luz…”
Bianfa
Mi vecino gordito de cara redonda
“Mis vecinos eran una familia de cara redonda, claros,
oscuros, chillones, opacos, grandes, medianos y
chicos…”
Bianfa.
El huevo azul
“La abuela de Federico compró media docena de
huevos blancos en el mercadito y los acomodó en la
huevera de la heladera. Por la mañana cuando se
hacía el tecito con leche del desayuno, se dio cuenta
de que uno de los huevos que hasta ayer era blanco,
hoy había amanecido de color azul…”
Bianfa.
El huevo azul
“El huevo hace dos años que vive en la heladera de la
abuela y ya no amanece azul…”
Bianfa.
Entre una papa y el cebollo de verdeo
“La papa se miraba al espejo. Se miraba la cara, se
miraba las raíces que le adornaban la cabeza.
Descubrió dos manchas de tierra que tenía en una
mejilla y dijo en voz alta…”
Bianfa.
Entre una papa y el cebollo de verdeo
“Se casaron un sábado de marzo en una verdulería de
barrio y se fueron de luna de miel a Checoslovaquia
que es donde van de luna de miel las papas que se
casan con cebollas de verdeo…”
Bianfa.
¿Qué vamos a hacer el lunes?
“Ponele vinagre dijo muy convencida la Tía Rosalía,
que además le va a dejar el pelito brilloso. Claro pensé
para mis adentros, total la cabeza es mía, y la que voy
a oler a ensalada soy yo…”
Bianfa.
Un día en la Opera
“El panadero puso la bandeja con tortitas en el
mostrador y los sacramentos, medialunas y vigilantes
se sonrieron y se acomodaron en su lugar…”
Bianfa.
El vasito de saque
“En un instante vio todo, los que lo habían intentado
antes que él, vio las tardes bajo los cerezos en flor, los
olió, vio su calle, y el restaurante con el tacho de
basura, vio su amor… Lo que no vio la mosca fue…”
Bianfa.
Un día en la Opera
“Puntualmente a las 7:40 una torta negra grande se
paró frente a las chiquitas, contó hasta tres y toda la
bandeja comenzó a cantar una ópera…”
Bianfa.
Un día en la Opera
“Esa noche, el panadero prendió la radio y al escuchar
al cantante pensó sonriendo: ese que canta es cliente
mío…”
Bianfa