Está en la página 1de 45

PRÓLOGO

—¿Puedes cubrirme por un rato? Tengo que ir a comer algo o de verdad creo que me desmayaré.

—Claro ¿Me traes algo?

Entrecerré los ojos.

—¿Ese es el precio de tu ayuda?— asintió—Está bien, dime que quieres.

—Lo que sea está bien, tampoco he desayunado— Kai señaló al coreógrafo abandonar la sala— ve
rápido.

No era una tarea fácil, salir del edificio, correr en busca de un buen lugar de comida, comprar y
regresar sin ser visto.

Una misión suicida.

Aunque claro, primero tuve que avisarle a nuestro mánager o de lo contrario me metería en
problemas, me dejó ir solo, únicamente porque es cerca, en los alrededores del edificio.

Seguramente también está ocupado.

Incluso si ya es un poco tarde, creo que sigo en ánimo para desayunar, así que una cafetería sería
el lugar ideal al cuál acudir, pero hay un problema; la zona de cafeterías es la más alejada y eso
significa que debo caminar un poco más.

Me lo pienso nuevamente, me da pereza ir hasta allí, pero al mismo tiempo, tengo mucha hambre.

Si, tengo que ir, el hambre es más grande.

Troto hasta una de la zona y empiezo a buscar la que menos clientes tenga, pues necesito regresar
rápido, hago una nota mental de llevarle algo a Kai, tiendo a olvidar las cosas.

Un cartel con la palabra gigantesca que dice gratis llama inmediatamente mi atención, así que
entro al local y observo lo que según es gratis, pancitos dulces. Se me hace agua la boca, parecen
ser muestras, así que me como uno.

Luego otro, y otro, y uno más, son realmente pequeños, dulces y deliciosos.

Ya me comí seis.

—¡Oye!— brinco en mi lugar, casi atragantandome con el pan— ¡Tienes que pagar esos primero!

Una chica que supongo trabaja aquí, obviamente, tiene su delantal y gafete con su nombre, debe
trabajar aquí, se me pone en frente y no parece muy feliz.

Oh ¿Me habla a mi? Me señalo a mi mismo.

—Si, tú— luego señala la cesta— tienes que pagar por eso antes de consumirlo.

Frunzo el ceño.
—¿No son muestras?

—¡Por supuesto que no!

—¡Pero ahí dice gratis!

—¡Termina de leer la oferta!

Confundido, tomo el papel y lo leo atentamente.

Por la compra de una docena, te obsequiamos dos adicionales, totalmente


GRATIS.

—Pero...

—Pero nada, tienes que pagar ¿Cuántos comiste?— enseño seis dedos, demasiado confundido
para usar mi voz—te empacaré seis y los dos de obsequio, los que si son gratis.

Estoy experimentando la llamada vergüenza, siento mi rostro enrojecer hasta las orejas y no hago
más que asentir, viéndola traer una cajita dónde lentamente empaca cada cosa, señalo otras cosas
en vitrina mientras mantengo la mirada gacha.

Que pena.

—¿Algo más?

—U-Una coca-cola fría, por favor.

Paso mi tarjeta y recibo mi compra, ella señala el número de la cafetería.

—Hacemos entregas a domicilio.

—De nada— sacudo la cabeza— quiero decir, gratis- ¡Gracias!

Mejor me voy corriendo.

No pienso volver, ya me humillé lo suficiente.

Se van a burlar de mi, lo presiento.


Sooah
—Familia— abrí los brazos para hacer énfasis en mi presencia— he llegado.

—Le llamas familia a lo que queda de ella.

Ignoré el comentario deprimente de mi hermana y seguí directo a la sala, papá no estaba, supuse
que seguía en el trabajo, así que me acerqué hasta el sofá donde mi hermano pequeño cambiaba
canales con desesperación, parecía buscar uno en específico, me senté a su lado y besé sus
regordetas mejillas para que me prestara atención.

—Estoy buscando el canal de los premios— chilló, cediendome el control—se presentarán muchos
grupos.

Sonreí, buscando por él.

—¿A quiénes quieres ver?

—¡A todos!— exclamó— Twice, Itzy...

—¿Quieres ver a Tzuyu?

—A Tzuyu, Momo, Dahyun-

—No sé para qué lo alientas en eso— Gera, mi hermana, nuevamente con sus comentarios— son
famosos, ni siquiera lo conocen.

Kyujae pucherea y se defiende, poniéndose de pie en el sofá y sosteniendose de mis hombros.

—No es cierto, si saben quién soy porque soy su fan y ellos quieren a todos sus fans— me mira—
¿Verdad que si, Soo?

—Por supuesto que si, además— la miro, pidiéndole silenciosamente que se detenga— si a Kyu le
gusta escuchar su música y verlos en la televisión, no tiene nada de malo. Él puede ser fan de
quien quiera.

Resopla.

—Tonterías, solo están llenándole la cabeza de babosadas— a Kyujae comienzan a brillrle los
ojos— tienes que ponerlo a hacer algo que le sirva en la vida, no seguir a un montón de tontos que
bailan y cantan, eso no le beneficia en nada.

—¡No es así!— vuelve a exclamar— ¡A mi me gusta!

—Ay, ya cállate, Kyujae.

—¡No tiene nada de malo!— solloza—¡A papá y a Soo también les gusta!

Gera se levanta, le blanquea los ojos y se va de la sala, no tardo en escuchar el azote a la puerta de
su habitación, cierro los ojos y antes de que Kyujae se suelte a llorar, encuentro el canal e
inmediatamente señalo la pantalla.
—¡Ahí está!— voltea el rostro, limpio sus mejillas y sonrío emocionándome para que se contagie—
Apenas comenzó, no te has perdido de nada.

La puerta principal se abre y papá no tarda en cruzar hasta dónde estamos, se ve cansado, pero
saca su mejor sonrisa cuando se acerca a nosotros. Kyujae salta a sus brazos y señala la pantalla,
inmediatamente comprende.

—¡Los premios son hoy!— se da una palmada en la frente— ¿Cómo pude olvidarlo?—baja a mi
hermano, este dice que correrá a traer las palomitas para ver los premios junto a nosotros, papá
aprovecha para sentarse y saludarme de paso— Hola, cariño ¿qué tal el trabajo?

Sé que le cuesta preguntar eso porque no le gusta que trabaje, pero, me conmueve que aún así se
preocupe por mi día.

—Todo bien, muy tranquilo— le cuento— de hecho es agradable, sólo comparto turno con otra
chica.

—Mm, me alegra que no sea malo, pero, si algún día quieres renunciar y seguir estudiando...

—Lo tendré en cuenta, no te preocupes.

Kyujae regresa con todo un bowl que coloca en la mesa frente a nosotros, esto no dura mucho,
pues un rato después estamos los tres gritando, cantando y bailando junto a los cantantes en la
televisión, todos los grupos que a mi hermanito le encantan, salen a escena y dan lo mejor de
ellos.

—I can't stop me, can't stop me— canto yo y papá sigue la canción con un intento de nota alta
muy desafinado que Kyujae y yo apoyamos mientras intentamos seguir la coreografía.

Pasan varios grupos más, hasta que se presenta otro de los favoritos de Kyujae, TXT.

Es justo antes del coro que hacen un acercamiento al rostro de uno de ellos y yo sacudo la cabeza,
quedándome quieta, analizando ese rostro.

—But it’s you, you’re the one that I want.—canta— You, everything that I want.
Blue, nae gyeote naerin blue modeun ge bakkwieo.

Abro la boca.

—Ese es el chico pan— musito— ¡Ese es el chico pan!

—A él le gusta el pan— ríe mi hermano— se llama Soobin y es muy tierno.

Si, definitivamente es tierno, más tierno teniendo en cuenta que no leyó correctamente la
promoción de la cafetería y casi se mete en serios problemas.

Quién lo diría, atendí a una celebridad.


Soobin

—¿Por qué tengo que ir yo?

—Porqué tú sabes dónde es— me rasqué la cabeza, Beomgyu se cruzó de brazos,


observandome— ¿Por qué no quieres ir?

Porque no quiero pasar vergüenza otra vez.

—Es que...

—¡Ya pedí domicilio!— Taehyun llega con el recorte de la caja que tenía el número de la
cafetería— Ya no tienes que ir.

Respiro paz, igual, nada asegura que la misma chica esté atendiendo, así que no me verá y se reirá
de mi en mi cara por el ridículo que hice.

—Dice nuestro mánager que uno de nosotros debe bajar a recibir el pedido— observo al techo,
haciéndome el tonto— iremos todos para que nadie se queje.

—Le pregunté a Athena, pero ni siquiera está en la empresa— me mordí las uñas, noona era mi
última esperanza— andando.

Yeonjun me empujó y a nadie le importaron mis quejas y negaciones, puchereé en el ascensor,


maldiciendo internamente porque aquella cafetería tenía pancitos tan ricos.

—Van a regañarnos por estar comiendo tanto e inadecuadamente— les recordé— Jisub se
enojará.

—Nah.

—Athena se enojará.

Se lo pensaron un poco más.

—Correremos el riesgo, además, nadie tiene que contarle a noona que nos desviamos un poco de
la dieta— Kai me observa, sus ojos se entrecierran y me juzgan— ¿Por qué estás actuando tan
raro? ¿Mm?

—Algo le pasó a nuestro Soobinie en la cafetería y no quiere decirnos— me reí nervioso, Yeonjun
se pegó a mi como una garrapata y los demás imitaron su acción— habla, dinos.

Salimos del ascensor y mientras soy apretujado por cuatro intensos, observo al frente y ahí está la
chica.

Esto es humillante.
Trae su uniforme y ambas manos llenas con nuestro pedido, se me olvida la vergüenza por un
momento y me acerco para tomar todo, los chicos ayudan y yo mantengo la cabeza agachada para
que no se note mucho mi sonrojo.

Es que lo que más pena me da, es que hice el ridículo con una chica bonita y seguramente pensará
que soy un tonto.

Beomgyu me quita todo y empiezan a revisar el contenido de las cajas, recuerdo entonces que yo
tengo la tarjeta para pagar y se la entrego con ambas manos, ella la acepta.

—Oye...—susurra, la miro y se dirige a mi—no sé si esté permitido, pero me preguntaba si podías


darme un autógrafo para mi hermanito.

Abrí los ojos, oh.

—¿D-Dónde firmo?— sonríe suavemente, sacando una libreta junto a una lapicera— ¿Cómo se
llama tu hermanito?

—Kyujae, Han Kyujae— asiento— tiene cinco y le gusta mucho el grupo.

—¿Y tú c-cómo te llamas?

—Han Sooah— soltó una risa— ¿Me darás un autógrafo a mi también?

—Si quieres...

Se sorprendió, pude ver un indicio de rojo en sus mejillas.

—No me molestaría en absoluto— se colocó el cabello detrás de las orejas— si soy honesta,
conozco su música, pero no reconocí tu rostro en la cafetería, no es nada malo, simplemente no
estoy mucho en el mundo de los artistas y esas cosas.

Terminé de firmar, entregándole la libreta, hizo una reverencia a manera de agradecimiento.

—Entonces...— la retuve— a tú hermanito si le gustan más estas cosas.

Asintió.

—En casa escuchamos y vemos las actuaciones gracias a él— coloco mis manos dentro de los
bolsillos de mi abrigo— son muy buenos.

Sonreí honestamente.

—Gracias.

—Bueno, yo debo seguir trabajando— señaló detrás de ella— disfruta los panes dulces.

—G-Gracias— ya no sabía decir otra cosa, ella giró sobre sus talones y caminó a paso rápido hasta
la salida, la observé desde mi lugar antes de regresar mi atención a los chicos— ¿Q-Qué?

Me miraban como si fuese un bicho raro.

—¿Qué fue eso?— pregunta Taehyun.


—¿Qué fue qué?

—Eso— dice, señalandome— la charla, la firma.

—"Disfruta los panes dulces"—Kai imitó la voz, intentó— y sigues rojo.

—No fue nada.

—Sospechoso.

—Muy sospechoso— blanqueo la mirada pasando por un lado para regresar al estudio— Está bien
si te pone nervioso hablar de chicas.

Niego.

—Que no pasa nada, Beomgyu— presiono el botón, esperando al ascensor— solo me pidió una
firma para su hermanito.

—Y tú eres muy amable y se la diste cuando tenemos prohibido dar autógrafos.— me recordó
Yeonjun.

—Nadie tiene que saberlo, no es un delito— arrugué la nariz— dejen de cuestionarme, no es


interrogatorio.

Se rieron, poniéndome más nervioso.


Sooah

—¡¿Qué fue ese ruido?!

Mi compañera se mordió el pulgar, angustiada. Me observó y suspiré, acercándome a ayudarla, el


supervisor no tardó en llegar.

—Lo lamento— me disculpo— no he visto por dónde iba y se me ha caído todo.

Me señaló.

—Eso se descontará de tu sueldo a fin de mes— asentí— recojan rápido y a exhibir.

Cuando por fin le perdimos de vista, mi compañera tomó mi mano y se mostró muy apenada, le
dejé pasar, era la tercera vez que algo se le caía y ya estaba advertida, si dañaba algo más, la
despedirían.

Ella solo está muy nerviosa, son sus primeros días.

—Yo me encargo de limpiar lo demás— suspira— lo lamento, Sooah. Te pagaré.

—Está bien, no te preocupes— sonrío— ve, yo empezaré a llenar el lado derecho y me alcanzas.

Despidieron a mi compañera anterior y Lena ha tomado su puesto, es muy dulce, amable y


disfruta de conversar ocasionalmente, pero ha estado muy nerviosa estos días debido a la
constante presencia del supervisor, así que ha cometido algunas torpezas, pero la tranquilizo
contándole que será solo durante la primera semana, a partir de ahí, el hombre nunca está
presente, solo un día a la semana.

Escucho la puerta abrirse e inmediatamente dejo a un lado el asunto de los estantes para atender,
mis ojos se abren al notar el ya conocido rostro del idol que hizo a mi hermanito muy feliz con su
autógrafo.

Viene con otro chico de su grupo, una mujer y un hombre mayor, todos cubiertos por cubrebocas,
Soobin se descubre el rostro y sonríe de boca cerrada dejando notar unos hoyuelos bastante
bonitos.

No es de extrañar, todas estas personas son visualmente muy atractivas.

—Hola de nuevo— me saluda, inclina la cabeza hacia adelante con torpeza— Sooah-ssi.

Me pregunto cómo es posible que alguien con esa intimidante altura derroche tanta dulzura, es la
segunda vez que viene personalmente a comprar, normalmente hacen pedido desde la empresa y
lo entrego al personal, le he pedido que me llame de manera más cómoda, así que está bien.

—Hola— le sonrío— ¿Lo mismo de siempre?— observo a sus acompañantes.

—Si, pero, siete órdenes extra— casi quiero chillar por el asombro, eso es mucho pan, asiento a la
chica— y en lugar de coca-cola, café está bien.

—Por supuesto— señalo las mesas— pueden sentarse a esperar su orden.


Me ubico detrás del mostrador y Lena llega en el momento perfecto para ayudarme, mientras ella
prepara los cafés—siempre piden el tradicional— yo me encargo de poner en cajas y de manera
ordenada los panecillos dulces que tanto han cautivado el paladar de esta gente.

—Disculpa, Sooah-ssi— levanto la mirada—¿Podrías añadir una coca-cola a mi orden?—eso lo


susurra, como si tuviese miedo de que lo escucharan— Por favor.

Suelto una risa.

—De acuerdo— achica los ojos y agradece— no la cargaré a la factura para que no se enteren de
tu jugarreta.

—Gracias, la pagaré en efectivo y por aparte—asiento, terminando de sellar la última caja y


marcándola con su nombre, son bastante amplias, así que pude empacar su bebida por un lado—
Sooah-ssi ¿Hasta qué hora tienes turno?

Parece que hablaremos por susurros.

—Hasta las ocho, es sábado— observo a ambos lados, sus acompañantes nos están mirando así
que me ubico de manera que su cuerpo me cubre— ¿Por qué lo preguntas?

—Y ¿Tienes que regresar rápido a tú casa?—niego, hoy papá está todo el día con mis hermanos,
así que no hay peligro— ¿T-Te gustaría pasar el rato? Puedo invitarte a comer.

Se me rompe una caja por la impresión y debo cambiarla, me aclaro la garganta y observo al suelo
esperando que se me pase la vergüenza porque tengo el rostro rojo, lo sé por como la
temperatura ha subido de la nada.

—Me gustaría— le aseguro, es que suena como a una cita, es decir, obviamente es una cita—
anotaré mi número en una tarjeta ¿está bien?

—E-Está perfecto.

Regresa con los suyos y yo me apuro a pedirle un bolígrafo a Lena que me observa como si
estuviese loca y tal vez si lo estoy, pero me he emocionado.
Soobin

—¿Qué haces?— aparté la vista del espejo, creí que ya se habían ido— Estamos esperándote para
ir a casa ¿por qué te estás arreglando?

—Eh...—Yeonjun se cruzó de brazos, tenía esa expresión extraña dónde parecía saber sobre mis
planes— voy a salir, es todo.

Y yo temblaba como niño descubierto haciendo algo malo.

—Vale— sonrió— no te esperaremos entonces, pero ¿le avisaste al manager?—asentí— y te dió el


permiso— volví a afirmar— muy bien ¿es algo especial?

—Se me hace tarde— salté de la silla, tomé mi abrigo y me despedí, agitando la mano— s-solo es
algo importante.

—¿Nos cuentas luego?

—Lo prometo.

🍞🍞🍞

—Entonces, a cenar y luego la heladería— asiento— muy bien ¿y las flores?

Abrí los ojos.

—¡Las olvidé!

Adam se burla de mi.

Pensé que no podría, honestamente, pasé horas armandome de valor para poder ir hasta la
cafetería y preguntarle eso, repetí lo que diría miles de veces en mi cabeza e incluso lo repasé en
susurros mientras caminaba hacia allí.

Casi me devuelvo cuando pensé en la posibilidad de que me rechazara y eso sería increíblemente
humillante, creo que ya pasé suficientes vergüenza los últimos días.

Ella es muy linda y amable, demasiado amable, colosalmente amable.

—Hola— y me asusta cuando aparece de la nada, se ríe— lo siento.

—¿Estás lista?— asiente— Bien, debemos movernos en auto ¿Está bien para ti?

—No te preocupes, está perfecto.

—Y también, uh, no puede ser durante mucho rato porque debo trabajar mañana— sonríe
nuevamente, le gusta mucho sonreír y termina contagiandome—¿Está bien?

—Está bien.

—Bien— me acerco al auto y abro la puerta— oh y también debemos ir con alguien de seguridad.

Se rió.
—Está bien, lo entiendo, no te preocupes—sube, palmea el asiento a su lado— vamos.

—V-Vale— subí, apenas la puerta se cerró, el guardaespaldas arranca— ¿Te gusta el helado, no?

—Mucho— le brillan los ojos, parece que acerté en algo esta vez— no existe sabor de helado que
no me guste, es el mejor postre.

—Menos mal— murmuro—¿Llevas mucho tiempo trabajando en la cafetería?

—No mucho, era mi tercer día cuando fuiste por primera vez— ay, no quiero recordar ese día...—
así que supongo que ya casi completo el mes.

Soy del tipo que hace muchas preguntas por lo que básicamente todo el trayecto hasta el
restaurante me la paso preguntándole cosas sobre su vida, qué planes tiene y el porqué está
trabajando aún cuando es tan joven.

Llegamos al restaurante dónde ya había reservado— fue la primera vez que hice una reservación,
Adam me ayudó con ese asunto porque no entendí mucho— pedí una mesa privada, obviamente,
debo tener todo tipo de precauciones y mientras esperamos, me dedico a escucharla.

—Bueno, te conté que vivo con mi hermanito menor, mi hermana y papá— así fue— mm, mi
hermana es solo dos años menor que yo, tiene diecinueve y quiere estudiar medicina en la mejor
universidad de Seúl, está estudiando mucho para rendir los exámenes y... bueno, ella quiere entrar
a una universidad bastante costosa que se sale del presupuesto de papá.

—Entonces...

—Pensé que lo mejor sería trabajar para empezar a ahorrar y así poder costear la carrera—
encogió los hombros— además, no vendría mal un poco de dinero extra en casa.

Siempre me han dicho que no debo meterme en asuntos de vida ajenos, pero no puedo evitar
pensar que Sooah renunció a sus metas y las reemplazó por las de su hermana.

Cualquiera pensaría que es un acto muy lindo y noble, pero a mí parecer no es lo correcto
teniendo en cuenta que su hermana no parece ser muy agradecida...

Pero, está bien, no es mi asunto, no conozco su familia muy bien como para opinar.
Sooah

—No soy muy fan de la comida de mar, pero puedo comerla— confieso, señalando su barbilla—
tienes...

—¿Qué tengo?— se toca las mejillas, me río porque he señalado su barbilla, no sus mejillas.

—¿Puedo?

Inclina todo su cuerpo para darme acceso a su rostro y casi me desmayo ahí mismo.

Es muy guapo.

Tomo una de las servilletas de mi helado y limpio su mentón, tenía crema embarrada, todo este
tiempo me he sentido muy a gusto y tranquila con el hecho de ir a sitios que están bastante bien
escondidos pues me sentiría muy mal si termina teniendo problemas a causa de este encuentro.

—Debe ser muy increíble.

—¿Qué cosa?

—Ser cantante, conoces a otros cantantes y artistas de muchas índoles— asiente— no creo que
sea fácil, pero debe tener su lado divertido.

—Mm, es divertido porque haces algo que amas, yo tengo la suerte de estar en esto con mis
amigos— supongo que se refiere a sus compañeros de grupo— pero no, no es fácil, es agotador,
requiere de mucho esfuerzo, tiempo, dedicación, a veces es doloroso... tu cuerpo duele, se tensa,
te frustras por cualquier pequeña cosita que no sale como quieres— vuelve a sonreír— pero no lo
cambiaría por nada, me hace feliz saber que hago un poco feliz a otras personas con lo que hago.

—Eres muy dulce— suelto de la nada— supongo que te lo dicen mucho.

Noto como se pone de nervioso porque comienza a rascarse el cuello o a jugar con sus manos
torpemente, llegamos al auto y comienza a insistir en llevarme hasta mi casa alegando que es muy
tarde.

—Yo te traje, yo te regreso— insiste— por favor. Además, aún tengo tiempo para que sigamos
juntos.

Me convence con eso porque no quiero que se vaya. Estoy por decirle que si cuando su
guardaespaldas y conductor sale del auto hablándole.

—Soobin-ah ¿Llevamos a tú chica o...?—me ve, el rostro de mi cita pasa de ser blanco a rojo en
micro segundos— subiré al auto.

Reverencia y se regresa, me cubro la boca con una mano y hago como que no entendí para que
Soobin no se sienta peor.

—¿Vamos?— le digo.

🍞🍞🍞
Las luces de mi casa están apagadas, bueno, solo las de la sala y es entendible pues según el
mensaje de mi padre, se llevó a mi hermano a pasar el fin de semana con los abuelos lo que indica
que Gera es la única en casa y debe estar encerrada en su habitación.

Soobin camina conmigo hasta la puerta, se ha puesto el cubrebocas y el gorro de su abrigo por lo
que solo tengo vista de sus ojos.

—Me divertí mucho, aunque solo hablamos de mi.

—Ese era mi propósito, conocerte— observa sus zapatos— podemos hablar de mi la próxima vez.

—¿Habrá una próxima, entonces?

—S-Si quieres...

—Quiero— confirmo de una vez, no me haré la difícil, no es necesario— ¿Quieres pasar unos
minutos? Tomas algo antes de irte.

—Si.— responde con inmediatez, sorprendiendome— Quiero decir, claro, tengo tiempo aún.

Me río, le hace una seña al hombre que lo acompaña y yo abro la puerta consciente de que está
siguiéndome, enciendo las luces de la sala.

—Bienvenido a mi casita— extiendo los brazos, señalando la sala, él sonríe y ríe un poco— el sofá
más grande es mi favorito, así que te recomiendo sentarte en ese y yo te llevaré algo rico de beber
para seguir nuestra charla.

—Eres buena anfitriona.

—Hago mi mejor esfuerzo— como Soobin es dulce, parece que le gustan las cosas que son igual de
dulces, así que un jugo de manzana estará bien— siéntate, siéntate.

Me hace caso mientras corro a la cocina a servirle lo propuesto y con la emoción a flor de piel por
lo increíble que está siendo esta noche, le entrego el vaso y me siento frente a él.

No pasan ni dos segundos antes de que Gera irrumpa en la sala y lo arruine.

—Sooah, necesito dinero— observa a Soobin, ni siquiera tiene la decencia de saludarlo—tengo


que comprar unos materiales para mis maquetas de geografía.

Suspiro y me disculpó con Soobin silenciosamente.

—En mi habitación, mira en el cajón de mi armario.

—Bien.

Se regresa por dónde vino.

—Lo siento.

—No pasa nada, no te preocupes.

Me siento apenada y se me olvida rápidamente cuando intenta beber el jugo con el cubrebocas
puesto, me suelto a reír porque es muy torpe
Soobin

—¿A quién le escribes?

Apago el teléfono y lo dejo a un lado.

—N-Nadie.

—Ah, la chica de la cafetería.

—¿Cuál chica de la cafetería?— Jisub entra y yo quiero asesinar a Yeonjun—No me digas que ya
andas por ahí de Romeo, Soobin.

Negué.

—A Romeo se le muere Julieta.

—¡Ese no es el punto!— exclama, me río y me levanto para masajear sus hombros, este hombre
morirá del estrés— En fin, no está de más pedirte que tengas mucho cuidado, no queremos
problemas. Y vengo por Yeonjun.

—¿A dónde te llevas a hyung?—salta Taehyun— Y ¿Por qué no estamos incluidos ahí?

Jisub suspira.

—Debo llevármelo a filmar el programa de baile que les he mencionado con exactitud quince
veces, ahora dieciséis— nos señala— vayan con Athena, deben estar organizandose para la
premiación de esta noche. Nada de estar jugando por ahí.

—Soobin, a filmar tú también.

Fruncí el ceño ¿Filmar? Filmar...

—¡Ah, soy MC!

🍞🍞🍞

Sooah-ssi

Te deseo mucha suerte hoy💐

Soobin
¿Ya saliste del trabajo?

Sooah-ssi
En efecto

Kyujae y yo estaremos
animando a TXT esta
noche en los premios

Traje pancitos dulces en tú honor


Soobin
Presumida:(

Sooah-ssi
Suerte, suerte, suerte~

Soobin
¿Sabes de qué me dió hambre?

Pasteles de arroz:(

Sooah-ssi
Ay, no me antojes...

Ahora también quiero y aquí no hay.

Soobin
Estamos a mano :D

Sooah-ssi
Pero ¿sabes que si hay?

HE- LA- DO

Soobin
NooooooOOoooo

Sooah-ssi
I scream You scream
Give me that give me that
ICE CREAM.

Soobin
Invítame

Invítame

Invítame

Sooah-ssi
No puedes, te prohibieron
consumir pan en exceso.

Soobin
No dijeron nada de helado...

—¿Quién es?

Observo al frente, Arin me mira con sospecha.

—Mi mamá— guardo, tomo sus hombros y la empujo hacia nuestros lugares— ¡Andando! ¡A
trabajar!
🍞🍞🍞

¿Por qué actúo así?

—¿Falta mucho para irnos?

—Ya, Choi Soobin.

—Perdón, perdón. Me duele la cabeza.—me excusé—Estoy muy cansado...

Y no era mentira, estos días han sido los más atareados hasta ahora, pero no puedo detener el
ritmo de ellos.

Mm, creo que no tengo siquiera derecho a quejarme ni un poco.

—Estás un poco pálido— Yeonjun toca mi frente— ¿Quieres más agua?— asiento— Te traeré una
botella, espérame aquí.

—No te has hidratado correctamente desde ayer— Beomgyu me regaña— y no has comido bien,
por eso te duele la cabeza.

—Creo que si es eso— musité— pero no es tan malo, ya nos presentamos, así que estaré bien solo
quedándome quieto hasta que se me pase.

Yeonjun regresa con dos botellas de agua porque es exagerado, pero lo agradezco y me acabo
ambas en cuestión de minutos, aplaudo cuando es necesario hacerlo y sonrío como siempre hago.

El rostro de Sooah llega a mi cabeza y pienso en que lo más probable es que esté viendo la
premiación, qué tal vez esté pendiente por si nos enfocan.

Tal vez me busca entre los demás. Esa posibilidad me hace sentir contento y a gusto, porque ella
parece ser así de especial y atenta. No hemos podido vernos de nuevo desde nuestra primera cita,
pero si nos enviamos mensajes tan seguido como me es posible y ella está siempre animándome o
bromeamos un poco acerca de lo que sea.

Es adorable.

Y me gusta mucho.

Podría llegar a gustarme mucho más de lo que me gusta ahora.

—Y pensar que quería esconderme en el baño cada vez que la veía...

—¿Qué dijiste?

Parpadeo, lo dije en voz alta.

—N-Nada, que me gusta mucho esta canción.

—Están entregando un premio a mejor grupo femenino, no hay ninguna canción sonando.—
Yeonjun sonríe— ¿Tan enfermo estás?

—Enfermo de amor...
—No digan esas cosas aquí— los mando a callar— no sabemos si alguien puede escuchar o peor;
pueda leer nuestros labios.

Los cuatro bajan la cabeza y se cubren la boca con ambas manos, intentando no reírse.

¿Qué dije?

—Paranoico, Soobinie, paranoico.


Sooah

Mis ojos no podían creer lo que veían.

—Oppa—musité— ¿No tenías trabajo hoy?

Soobin entra a mi casa después de invitarle, le cedo unas pantuflas y tomo sus manos cuando me
las extiende.

—Necesito sentarme un momento.

—Claro, claro—hago a un lado los juguetes de mi hermano— ¿Qué tienes? ¿Te duele algo?

—La vida.

—Ya, aparte de la vida, que más te duele.

—Me pesa el cuerpo— confiesa— pero hoy tengo permiso para salir, no quería desaprovecharlo.
Yeonjun deberá estar concentrado en ese programa nuevo y probablemente pasen meses en eso.

—Me contaste algo de eso, si.

Acomodo un cojín suavecito bajo su cabeza, mi hermana está estudiando con amigos, Kyujae está
durmiendo y mi papá trabajando, yo me tomé el día libre y parece que Soobin también.

—Kai está ocupado buscando a alguien, no lo sé, está actuando raro y no queda otra más que
dejarlo ser— continúa, me río y le quito el cubrebocas, ha salido sin maquillaje— Taehyun y
Beomgyu están muy confidentes últimamente y no he querido preguntar qué se traen entre
manos y también están en prácticas vocales.

—¿Y tú no deberías estar con ellos practicando?

—No, Sooah-ssi, terminé y vine aquí yo solito para poder verte.

Me duelen las mejillas de tanto sonreír.

—Siempre dices ese tipo de cosas porque te gusta avergonzarme— me sonríe y arruga la nariz—
te traeré alguna bebida caliente, no hay pancitos y coca-cola para ti el día de hoy.

—Cuanta crueldad en un cuerpo tan pequeño— no hace caso y se levanta, siguiéndome hasta la
cocina— estaba pensando en que quiero que volvamos a salir pero esta vez a dónde tú quieras.

Me lo pienso, soy muy mala eligiendo lugares para salir, técnicamente soy malísima teniendo citas,
no sé cómo fue que la que tuvimos, salió bien.

—¿Tengo tiempo para pensar un lugar?

—Claro que si.

—Estaré comentándote mi decisión, entonces— asiente, pellizca mi nariz y se queda viéndome


mientras le preparo un té de limón.

Kyujae suele enfermarse muy seguido, así que tuve que aprender a cuidar de él dado que mamá
no pudo.
Mamá murió después de dar a luz a mi hermanito, así que alguien debía tomar el papel de madre
para él, yo lo hice sin dudar un solo segundo.

—Eres buena preparando todo tipo de cosas, esto está rico— le sonrío, cuando Soobin comienza a
confiar y a sentirse a gusto, habla más, se expresa más, ya no es tan tímido— ¿De nuevo estás sola
aquí?

—Mi niño está durmiendo, seguro despierta en una hora para comer.

—Dijiste una vez que Kyujae le dice a todos que eres su madre— asiento, es así.

—Dice que soy su hermana y madre porque cuido de él— confieso—cuando mamá murió, mi
padre y mi hermana no tenían cabeza para nada más que para estar tristes, yo también lo estaba,
pero soy la mayor y alguien tenía que estar pendiente del bebé que había nacido—me siento en el
taburete a su lado— así que, aunque era muy pequeña, lo intenté, fue muy difícil. Éramos unas
niñas, pero aún así lo hice.

—Y ahora sigues ocupándote de tu familia— dice— ¿Tú papá está bien ahora?

—Si, está totalmente bien, quiero decir, aún es doloroso para él recordarla, pero ha sabido salir
adelante por nosotros, lo ves ahora y es como ver a un hombre nuevo— me río— es muy jovial y
amoroso.

—Tu papá y tu hermano parecen ser personas increíbles.

—Lo son— doy por terminado el tema, me pone sensible hablar de mi familia o mi crecimiento—
¿Puedes quedarte todo el día?

—Como hasta las seis, debo ir con los chicos a una entrevista en vivo— suspira— y hay que
recoger a Yeonjun que debe estar en la otra empresa.

—Pobre Soobinie y su horario ajetreado— me inclino— solo te consentiré un poco, pero tienes
que prometerme que quitarás la cara larga.

Le brillan los ojos.

—¿Qué haremos?

—Pastelillos.
Soobin

—No puedes estar hablando en serio, Sooah.

Se muerde el pulgar, sus ojos buscan cualquier cosa en la que posarse porque no puede
sostenerme la mirada.

—Estuvo mal, lo sé, pero no creo que deba preocupar a papá con eso.

—Ya, Sooah.

—¡Puedo solucionarlo yo!

—Robó tú dinero, Sooah.

—Tal vez no fue ella.

He estado viniendo a casa de Sooah durante semanas porque obviamente estamos saliendo así
que por naturaleza voy a querer compartir tiempo de calidad con ella, tanto como pueda.

Conocí a su padre, no tuvimos la oportunidad de conversar tanto como hubiese querido, pero hoy
se podrá puesto que Sooah preparó una cena para los cuatro, su padre, su hermanito, ella y yo.

Gera no estará porque no le place y porque parece que se irá con sus amistades a no sé con
exactitud dónde.

—¡Noona!—Kyujae aparece, su camisa mal abotonada, sin medias y despeinado—Ayuda, por


favor.

Lo carga, sentándolo en el banquillo frente a mí y se dispone a arreglar el pequeño desastre que


es, recargo mi mentón en mi mano y me quedo viendo a Sooah mientras pienso en cuál podría ser
la solución para deshacerse del parásito de hermana que tiene.

Kyujae me sonríe con timidez y se regresa por dónde vino, recuerdo que cuando nos conocimos le
daba mucha vergüenza hablarme, ahora al menos me mira.

—Creo que deberías volver a considerar estudiar algo que tú quieras.

—Soobinie...

—No, escúchame primero, solo lo diré una vez y no volveré a insistir con el tema— tomo una de
sus manos y jalo de ella para que se acerque— yo creo que está bien que los padres quieran darle
a sus hijos todo lo que estos pidan y que se esfuercen por ello, eso está bien y entra en su deber
como padres— le digo— pero eso deja de estar bien cuando tienen la actitud y el descaro que tú
hermana tiene contigo y con tu padre, ella es grosera, desagradecida, no valora el sacrificio que tú
estás haciendo para verla feliz, ni siquiera ayuda aunque sea un poco y siempre está con su actitud
pesimista por todos lados.

Se muerde el labio inferior, sus ojos comenzando a cristalizarse.

—Es que— suspira— es difícil.


—Entiendo que lo sea, no sé mucho, pero veo que te esfuerzas por mantener un buen ambiente
en tú familia— paso saliva— incluso tomaste un papel que no te corresponde para que no se
notase el vacío, y lo has hecho increíble.

—¿S-Si?

—Si, no tienes que cargar con todo ese peso tú sola— asiente con lentitud, me siento mal—no
llores, me harás llorar a mí también, soy de corazón sensible.

🍞🍞🍞

Ahora estaba temblando y volviendo a ser el mismo hombre nervioso de siempre, los momentos
de compostura no me duran mucho.

—Debo admitir que si pensé que mi hija estaba enloqueciendo cuando me dijo que hablaba con
un chico que ya conocíamos porque aparecía mucho en la televisión— continúa contando— con
eso de que las fanáticas de los cantantes se autodenominan novias o esposas de estos, no me
sorprendió, pensé que Sooah había encontrado a un cantante que le gustaba y se haría fanática.

—Sabes que ese no es mi estilo, papá— ríe ella— conocí a Soobin en mi trabajo y me invitó a salir
después de haber comprado pan como por dos o tres semanas.

Corrección; estaba armandome de valor en el proceso de compra.

—Los hombres somos tímidos, Sooah, aunque no lo creas— gracias, al fin alguien me entiende—
Kyujae con esfuerzo habla y solo lo hace con nosotros, es tímido y-

El sonido de una puerta cerrandose roba la atención del mayor en la mesa, Gera va de salida y
para mí sorpresa, su padre la detiene llamándola y señalando el asiento vacío a su lado.

—Voy a salir.

—No, no vas a salir. Siéntate, vamos a hablar esta noche.


Soobin

Esto se había llenado de tensión y aunque le pregunté al señor Han si debía irme para que
pudiesen conversar en familia, él me pidió que me quedara.

Para que fuese testigo.

¿Testigo de qué? ¿De cómo su hija iba a enloquecer y a matarnos a todos los presentes en la
mesa? Claro, por qué no.

—Estuve pensando las cosas esta última semana y llegué a una conclusión contigo, Gera— la
miró— no voy a sacrificar el futuro de tu hermana sólo para que tú tengas todo lo que pides.

Sooah abrió los ojos a tope, pero no pronunció palabra.

—¿Qué quieres decir?— resopló— ¿Ahora pagarme la universidad es un sacrificio?

—Lo es cuando ella tuvo que decir no a lo que quería solo para mantenerte a ti contenta.

—Estudiar medicina es más importante que estudiar repostería— miré a Sooah, o sea que ella si
quería estudiar algo— además, ella fue quien tomó el rol de madre apenas mamá murió, pues que
se haga responsable.

—Gera. Las cosas no son así.— suspiró, mantenía la calma, no levantaba la voz, nada, era
impresionante—Escucha, yo tengo un deber como padre y ese deber es darles todo lo que esté en
mis posibilidades para que puedan hacer lo que deseen, pero no puedo tolerar todo este maltrato,
esta actitud tuya hacia nosotros no es correcta, menos cuando lo único que hemos hecho es velar
por que estés cómoda, feliz. No eres la única que extraña a-

—Ahórratelo, me voy con las chicas.

—No he terminado, ya dije que no saldrás esta noche. No con el dinero que tomaste sin permiso
de tú hermana.— me cubro la boca un segundo y luego deshago el gesto, supongo que nos
escuchó, Gera palidece—Además, yo también invité a alguien y prometí que estaríamos todos, no
hay que ser groseros, respeta la presencia del novio de tu hermana.

Como si sus palabras estuviesen coordinadas con los sucesos, el timbre se escucha y el hombre se
levanta a abrir, nunca estuve presente en un drama familiar de este tipo, que impresión.

Gera tiene las manos hechas puño sobre la mesa y honestamente comienza a asustarme.

Cuando el señor Han regresa, lo hace con un mujer a su lado y creo que todos sabemos cuál es el
papel de esa mujer aquí, Sooah se levanta, yo me levanta, incluso Kyujae se levanta— por
supuesto la señorita amargura no lo hace— y la mujer sonríe, se ve amable.

—Quiero presentarles a Hyekyo— sonríe radiante— ella es una compañera de trabajo a la que le
tengo muchísimo aprecio—uy— por eso la invité a cenar con nosotros.

—Espero no molestar— reverencia.

—No lo haces, tranquila. Ella es mi hija mayor, Sooah— sonríe y saluda con la mano, es tan bonita,
me encanta que sea así de amable— Gera, la niña del medio— nada, no se mueve, cero— y el
menor de la casa, Kyujae.— él tampoco se mueve, pero si sonríe con timidez— Él es Soobin, el
novio de mi hija.

—Es un gusto.

—El gusto es mío— se aclara la garganta, se le nota muy nerviosa, yo al ser un persona en extremo
nerviosa, sé identificar a otras personas que también lo son— traje una tarta para acompañar la
cena ¿está bien?

—Claro que si— Sooah es un poco torpe con los pies, así que tropieza al caminar hacia ella,
alcanzo a sostenerla— lo lamento, que torpe— ríe— puedo servirla.

—Permíteme ayudarte.

Yo solo agradezco no ser el único nervioso en la mesa, ellas dos desaparecen y apenas el señor
Han está seguro de que están un poco alejadas y que además Kyujae salió corriendo detrás de
Sooah, se vuelve a dirigir a Gera.

—Si no quieres estar aquí, no voy a obligarte a estar en la mesa— le dice— pero no vas a salir de
esta casa hasta nueva orden, Gera, así que, puedes irte a tú habitación si deseas.

No tiene que repetirselo, ella se levanta hecha una furia y camina pesadamente, escuchamos una
puerta cerrarse.
Sooah

—Tú padre me ha contado mucho sobre ustedes— sonreí, él se la pasaba hablando sobre nosotros
en el trabajo— pero aún así me sorprende un poco ver a tú hermanito seguirte a todas partes.

—Le gusta saber que estoy haciendo.— le miro— Puedes hablar si quieres.

Lo piensa antes de hacerlo.

—¿Le gusta Twice?

Por supuesto que preguntaría algo como eso.

—Me gusta Twice— ríe— mi sobrina las ama y escuchamos juntas.

—A mí me gusta Dahyun ¿A usted?

—A mí me gusta Sana.

Kyujae sonríe.

—Tambien me gusta Sana.

Soobin se ha quedado con mi papá, no sé si preocuparme por eso, pero de todas maneras no será
durante mucho rato.

Me siento apenada con él.

Todo este momento incómodo que tuvo que pasar, no me pareció justo, el pobre ya estaba lo
suficientemente nervioso y asustado por conocer a mi padre y esto se sumó a la cena.

—¿Tú hiciste estos pastelillos?— regreso al mundo real, asintiendo hacia Hyekyo— Se ven
preciosos, seguro saben tan bien como se ven.

Sonrío.

—Los probará pronto y me dará su opinión.

Cuando regresamos a la mesa, Soobin está conversando con mi papá, menciona a su familia y me
ayuda a caminar con todo esto que traigo en manos.

—Ten, los pancitos son para ti.— le murmuro tan bajo como puedo.

—¿Los hiciste tú?— asiento, tomé la receta de la cafetería, mira a ambos lados de la mesa y se
asegura de que nadie está viéndonos, entonces, besa mi frente rápidamente— Gracias, Soo.

Soobin es demasiado lindo para mi salud.

Conversamos un rato más dónde nos enteramos de que Hyekyo entró a la misma empresa de mi
padre hace algunos meses en los que ambos contentaron muy bien, trato de que mi expresión no
me delate, pero no soy buena escondiendo mis emociones, honestamente, me agrada mucho la
idea de papá conociendo a alguien.
No me duele que quiera enamorarse de nuevo, sé que él amó demasiado a mamá y que la cuidó
tanto como pudo, así que, merece continuar.

—¿Cómo se conocieron Sooah y Soobin?

—Ay no.

—Es mi historia favorita— aplaudo— todo empezó cuando...

También quiero que mi relación avance, honestamente estoy muy a gusto con Soobin, desde que
lo conocí me río mucho más, tengo con quien platicar, hacemos planes pequeños como ir de
paseo a algún lugar bonito, que él venga a casa a pasar el rato y cosas de ese tipo que le permitan
hacer y que por supuesto no le causen problemas.

—¿Tiene hijos?— me atrevo a preguntar.

—Tengo una hija, tal vez pueda presentarselas cuando regrese de casa de su padre.

—Eso nos gustaría ¿verdad Kyujae?

Él termina de masticar mientras asiente.

—¿Es amable?

—Lo es, un poco tímida.

—¿Qué edad tiene?

—Diecinueve, es estudiante— sonríe— es responsable, le gusta mucho la música, honestamente


yo solo escucho a Twice con mi sobrina, así que no sé absolutamente nada sobre los otros grupos,
pero sé que le gusta mucho un idol.

—Eso es lindo, a mi no me gustan demasiado los idols— siento la mirada de mi novio encima—
solo me gusta Soobinie y su grupo.

Este asiente complacido y mi papá se ríe.

—¿Cómo se llama su hija?

—Dan-oh. Prometo presentarla pronto.

Qué lindo nombre, Soobin frunce el ceño un segundo y sigue comiendo mientras responde las
preguntas de papá.
Soobin

—Y esta es mi habitación— siento que entro a terreno prohibido— puedes pasar, es seguro.

La verdad es muy distinto a como creí que sería, todo es tan rosa pastel que no parece ser de
Sooah.

—Es bonito, tienes todo muy organizado—me acerco a las estanterías— tienes muchos libros de
repostería.

—Ya sabes, la cocina es un constante aprendizaje.

Esta habitación está llena de sueños, me frustra y me molesta mucho que haya tenido que
suprimirlos para hacer a alguien feliz.

Tomo su mano, veo sus uñas, están muy cortas pero no dejan de ser bonitas, luego la miro a ella y
es inevitable suspirar.

—Hablé con tú papá y me dijo que te inscribió en una academia de gastronomía.

Abre la boca, rasca su cuello y hace una mueca.

—No tengo tiempo, debo trabajar.

—Puedes solo hacerlo medio tiempo, las clases son en la tarde, puedes trabajar en horario de la
mañana— insisto— vamos, están dándote la oportunidad de estudiar algo que te gusta, inténtalo.

—Es solo que, Gera...

—Gera puede esperar, aún faltan años para que pueda aplicar a la universidad y todas las
universidades son buenas, no tiene que entrar a una costosa— le digo— puedes concentrarte en
ti, darte el gusto.

—Supongo que si... ¿vas a apoyarme?

—Mucho, te haré porras así como tú a mí.

—Más te vale— se empina tanto como puede— ay, no, agáchate un poco.

Lo hago.

—¿Qué...?

Oh.

Deposita un beso en mis labios. No puede ser, su boca acaba de tocar la mía.

—Es vergonzoso admitirlo, pero ese fue mi primer beso, así que espero que lo recuerdes todos los
días porque es un asunto importante.— increíble— ¿Soobinie?

—¿Puedo tener el segundo también?

🍞🍞🍞

—Estás en las nubes.


—Déjame— me volteo— ah, estoy preocupado.

Bueno, tal vez exagero.

Sooah empieza sus clases hoy, debe estar por la mitad de la jornada y yo me preocupo porque no
me responde. Cada pausa del ensayo la dedico a mirar el teléfono.

De todas maneras estamos ensayando sin Yeonjun y eso no tiene mucho sentido.

—Desde el inicio.

Repetimos, y repetimos, hasta que sin darnos cuenta, pasan dos horas más, estamos sudando y la
pausa parece demorarse siglos en llegar, observo el teléfono; nada.

Aún nada, moriré por la angustia.

—Pareces ansioso.

—Lo estoy— volteo a ver a Taehyun— ¿Tú cómo estás?

—Bien, aunque hice algo tonto.

—¿Qué cosa?

Suspira, bebe de su botella de agua y se encoge de hombros.

—No me aguanté.— señala la pantalla— Ya te respondió Julieta, Romeo.

Sooah-ssi ❤️
Soobinieee~

Ya casi termina el día.

Estoy muy bien,


gracias por preocuparte.
También estoy muy a gusto,
prometo que al llegar a casa te cuento todo con detalle, me gustó mucho.

Y te hice pancitos dietéticos para que no sientas tanta culpa, pero me temo que tendremos que
reemplazar la coca-cola por agua :(

Cuídate mucho mi Soobinie~

Y si, si puedes tener mi


décimo primer beso, tonto.

—Creo que tengo muchos problemas. Me gusta mucho y eso no es normal.— observo a Kai— ¿Y
tú por qué estás tan callado?

Me mira, suspira dramáticamente.

—Soy un tonto.
Soobin

—¿Noona está bien?

—No, extraño a Yoongi.

—Oh.

Athena había decidido acompañarnos gracias a que se lo pedí, pero creo que no fue una muy
buena idea puesto que observa todo y pucherea como si estuviese a punto de llorar. Supongo que
sunbae era quién estaba todos los días regalandole collares y anillos ya que a ella le gustan mucho.

—Muy bien— dice Beomgyu— entonces nos enfocaremos en brazaletes.

—No sabemos si puedes ver algún collar que pueda gustarle más.

—Entonces enfoquemonos en todo.

—Anillos no.

—Vale pues, anillos no. Y ¿buscamos algún colgante de pan o algo así?

Resoplo, Athena suelta una leve risita.

—No, algo que le guste a Sooah— comienzo— a ella le gustan las estrellas, las cosas brillantes y el
color amarillo.

—Disculpe, señor— le habla al hombre que nos atiende— ¿Tiene algo parecido a lo que acaba de
escuchar?

Él asiente, despreocupado. Camina hasta otra de las vitrinas y ahí nos tiene siguiéndolo para poder
apreciar la obra de arte que saca.

—Cadena de oro, tres estrellas brillantes de cristal-

—¡La compro!

Saco la tarjeta, Athena me mira espantada.

—¿No quieres ver nada más?

—No, este es perfecto— le digo— ¿No te parece?

—Está preciosa, simplemente me sorprende que encuentres lo que buscas a la primera— se cruza
de brazos— yo me tardé como tres días buscando un Rolex perfecto para mí señor novio, no
encontré nada y tuve que enviar a personalizar uno.

Esos dos ya son otro nivel en regalos, asustan.

—Me alegra que Soobin encontrara algo rápido porque la cena es pronto y no tiene más tiempo
para buscar— también me alegro, buscar regalos no es lo mío.
Mientras ellos dos hablan y el señor empaca mi regalo, recibo justamente una llamada de Sooah,
le dije que estaría un poco libre a estas horas y parece que ha aprovechado para llamarme.

A ella no le molestó tener un horario para buscarme, me alegra que sea tan comprensiva.

—Soobin-ah— ni tiempo para saludar tuve—pasó algo malo.

Esnifa, está llorando, volteo a verlos y siguen en lo suyo, así que puedo hablar tranquilo.

—¿Qué pasó?

—Llegué a casa y Kyujae estaba solo y en la puerta llorando, le pregunté que sucedía y me dijo que
Gera lo dejó solo. Dijo que Gera se fue.

—¿Cómo que se fue?

—Se fue de la casa— abro los ojos sorprendido—Kyujae dijo que ella llevaba una maleta y un chico
la esperaba afuera de la casa, fui a revisar su habitación y no está su ropa— Beomgyu llega a mi
lado y me mira, le entrego la tarjeta y va pagar por mi— Kyujae le dijo que no podía irse y que no
podía dejarlo solo—llora— pero ella no le hizo caso y solo se fue.

—¿Ya le hablaste a tú papá?

—Lo hice, está intentando pedir permiso en el trabajo para que lo dejen salir, Hyekyo lo va a cubrir.

—¿Kyujae vio con quién se fue?

—Si, él reconoce a los amigos de Gera.

Asiento aunque no puede verme.

—Entonces llama a la policía, Gera es menor de edad aún, así que no debería ser un problema
llevarla a casa de regreso.

—B-Bien.

—Llámame en un rato o envíame mensaje para estar al tanto.

Colgamos, suspiro, esa niña me saca de casillas y lo peor es que no es mi hermana.


Sooah

Intentó consolar a Kyujae, el pobrecito continúa llorando por el susto que pasó y se aferra a mi
como si así pudiese evitar que yo también lo deje solo.

¿Cómo se le ocurre a Gera irse dejando a Kyujae a su suerte en la casa? ¿Y si se lastimaba


subiendo los escalones? ¿Intentando alcanzar algo? Kyujae es muy pequeño, no sabe usar el
teléfono y tampoco tiene la suficiente fuerza para subirse por si sólo al sofá.

¿Tanto es su desprecio por Kyujae para hacerle pasar por esto?

Papá entra y suspira extendiendole sus brazos, él me suelta para ir con papá.

—Eres todo un campeón ¿eh? Tú solito esperaste a qué llegáramos— acaricia su cabeza,
esperando que se tranquilice— y no hiciste nada que no debías, me alegra que sigas las
indicaciones que te hemos dado.

—N-No salí.

—Muy bien, eso estuvo muy bien, no puedes estar en la calle solo.

Logra dormirlo, se levanta y lo lleva a su habitación, para cuando regresa al sofá conmigo, me
abraza igualmente, besa mi cabeza y se disculpa como si Gera hubiese decidido irse a causa suya.

—¿Qué dijo la policía?

—Lo que me esperaba, no pueden comenzar una búsqueda hasta que no pasen al menos
veinticuatro horas como mínimo.

—Kyujae dijo que se fue con Yoosan.

Se molesta inmediatamente.

—Ese idiota siempre se aprovecha de la rebeldía de Gera y la manipula a su antojo. No puedo


creer que incluso después de haberle dicho que si seguía relacionandose con él, lo denunciaría,
siga necia con esas amistades.

Yoosan es un sujeto de veinticuatro años del cual Gera parece muy encaprichada porque según
ella, él la apoya en todo lo que quiere hacer y la deja vivir su vida de manera divertida.

Lo cuál, honestamente, me parece una estupidez.

Mi teléfono suena y es Soobin, me había olvidado de llamarlo por estar ocupada con este montón
de problemas que Gera ocasionó.

—Hola, Soobinie— aprieto la mano de papá— lo siento, se me pasó llamarte.

—No pasa nada, estoy en un descanso de cinco minutos.— sonrío un poco, es muy atento— Dime,
fueron a la policía ¿no?

—Si, papá fue pero no pueden hacer nada porque no han pasado las horas correspondientes
desde que se fue, así que si queremos reportarla como desaparecida o algo así, debemos esperar
un mínimo de veinticuatro horas.
—Y lo más probable es que pasadas las veinticuatro horas, nos digan que hay que esperar las
setenta y dos— dice papá— dónde podría estar en setenta y dos horas.

—Dijiste que Kyujae sabe con quién se fue.

—Si, con un supuesto amigo— activo el altavoz— ¿Por qué?

—Le pregunté a alguien de seguridad y dijo que si con quién se fue era mayor de edad...

Papá se sienta recto y presta atención.

—Si, es mayor de edad.

—Entonces dice que la policía podría actuar rápidamente si dicen que un mayor de edad se llevó a
una menor, que quizás en ese caso puedan hacer una excepción e ir a buscarla.

—Podemos intentar eso.

—Enviaré al guardaespaldas de una amiga, él conoce a varias personas en estaciones de policía y


tal vez de esa manera accedan a buscar a Gera de inmediato— eso serviría mucho— su nombre es
Hyuk, él podrá ir hasta allí con tú padre y tal vez sea de ayuda.

—Eso sería más que suficiente, Soobin, muchas gracias.

—No hay de qué, no puedo ir justo ahora pero, puedo intentar ayudar.

Este hombre es un sol.


Soobin

—Me parece que lo más seguro es que la inscriban en un internado de esos estrictos dónde con
esfuerzo tienen permiso de respirar.

Observé a Taehyun, eso ya sonaba a algo muy exagerado.

—Creo que también podrían considerar llevarla con algún psicólogo— Yeonjun se levantó, ya
debía irse— alguien con quién pueda hablar y sacar todo ese enojo que tiene acumulado, quizás
eso sirva.

Asiento, viéndolo irse, dejándome solo con estos dos.

—¿Y dónde está Kai?

—Disculpándose como por centésima vez— Beomgyu escribe una tarjeta— ahora los papeles se
invirtieron, es él quien le deja cartas a la chica, resultó ser una trainee de source la que le enviaba
todo eso y por imprudente, ahora debe arreglarlo.

Si no tiene éxito, lo más seguro es que entre en alguna especie de depresión y la culpa lo persiga
durante algunos meses.

🍞🍞🍞

—Hola, Soo.

—Mm, hola.

—¿Nada aún?— hace un sonido de negación— Lo lamento.

—Creímos que estaría en la casa del tipo, pero no es así. Kyujae despertó y se niega a soltar a
papá.

—¿Dónde están?

—En la estación— esnifa— tú amigo ha sido de mucha ayuda, no habla casi, pero es amable y nos
ayuda a buscar.

—¿Quieres que vaya?

Observo la sala, Yeonjun aún no llega y Taehyun sigue grabando sus partes, Kai y Beomgyu están
durmiendo.

—Si puedes, por favor, hazlo. Me iré a casa, solo estoy sobrando aquí y papá dice que quizás Gera
regrese.

Lo dudo mucho, pero hay que tener en cuenta todas las posibilidades.

—Iré, solo debo pedir permiso.

—Te espero.

Cuando colgamos, pienso bien en a quién llamar, si llamo a Athena, tendré que rogarle una
eternidad para que me conceda el permiso y seguramente seguirá siendo no.
Si llamo a Sejin, probablemente no me conteste porque está muy ocupado.

Ya está, llamaré a Jisub, está disponible y es más manipulable.

—Hey, Soobinie.

—Hola ¿Cómo estás?

—Bien, bien ¿Tú?

—Bien, si.

Silencio.

—Y... ¿Necesitabas algo? No voy a salir a correr a las ocho de la noche, Soobin.

—Ew, no, el deportivo es Taehyun, yo no. Pero te llamaba para avisarte que debo salir...

—Tienes agenda mañana.

—Pero después del mediodía.

—Es tarde ¿estás seguro?

—Muy seguro, es importante.

Le explico lo que sucede y aunque al principio está muy inseguro, termina accediendo, yo ya me
había puesto los zapatos y abierto la puerta, voy despacio porque realmente me duelen las
piernas, el día fue duro esta vez y las prácticas se alargan mucho más de lo esperado.

Ni modo, ya me acostumbré.

🍞🍞🍞

—¿Tienes hambre?

—No te preocupes, estoy bien ¿Kyujae?

—Con papá, no pude traerlo.

Me ubico en el sofá y se une a mí, toma mis piernas y las estira sobre las suyas, tomó la costumbre
de hacer eso desde que sabe que me duelen, sonrío porque realmente disfruto mucho de estos
momentos, son simples, pero los valoro mucho porque son escasos, rara vez puedo ver a Sooah,
no tengo todo el tiempo que quisiera para al menos tener una tarde de películas o algo así, incluso
a veces pienso en que no es justo que tenga un novio tan ausente.

Pero a ella no parece molestarle en absoluto, de hecho, le tiene cierto gusto.

—Lamento no haber podido venir antes.

Sonríe y niega.

—Buscaste la manera de venir, eso es más que suficiente y me hace muy feliz— toma mi mano,
entrelaza nuestras manos— eres un gran chico, Soobinie, soy muy afortunada de haberte
conocido.
—¿Incluso si no nos vemos tanto?

—Incluso así, es cierto que no nos vemos todos los días o con suerte una vez a la semana pero—
aprieta el agarre— pero, cuando nos vemos, es más especial y memorable porque ambos sabemos
que pasará otro tiempo antes de poder vernos otra vez, la expectativa es lo más emocionante.

Le quiero muchísimo.

—Realmente me gustas mucho, Sooah.

—Tú también me gustas mucho, chico pan.

Me quejo, ella se ríe.


Soobin

Todo iba muy bien, entré, conocí a Dan-Oh, quién no hablo mucho, solo dijo "Ho-o-ola" y supuse
que estaba nerviosa.

Oh quizás, solo quizás, me conoce.

Aunque lo dudo porque cuando su madre le dijo que yo era un cantante ella dijo que no tenía idea
pero que si tenía toda la imagen de uno, cosa que fue muy dulce y lo tomé como un cumplido.

Observé a Sooah mientras contaba alguna de sus historias de siempre y ahí me quedé, pensando
en que me gusta mucho y en que es muy bonita cuando habla sobre lo que le apasiona.

—Deberías intentar tener tú propia repostería— Hyekyo la anima y lo agradezco porque ella está
insegura respecto al tema— Dan-Oh puede ayudarte, a ella le encantan los postres, el azúcar y
todas esas cosas, además aprende rápido.

—Sé decorar, solo eso— rió nerviosa— pero puedo ayudarte si te decides a hacerlo, tengo mucho
tiempo libre.

—Oh, si, desde que no esté trabajando en la floristería con su padre, ella puede ayudarte.

¿Floristería?

Dan-Oh.

Floristería.

Sería mucha coincidencia ¿verdad? no digo nada, me hago el desentendido y continúo apoyando
la moción para que Sooah empiece a explotar su talento.

—Soobin sería tú comprador estrella. Estoy seguro de que te haría promoción en su empresa
incluso.

—Claro, no te preocupes por eso, yo obligo a todos a comprar.

Ríe.

—Pero tengo trabajo...

—Renuncia. Puedes empezar desde aquí en casa mientras estudias y de esa manera avanzas.—
propongo— Inténtalo.

—Prometo invertir en tú negocio~— canturrea su padre.

—Yo también puedo invertir, negocios son negocios— Hyekyo lo dice seriamente, sonríe
después— tienes mucho apoyo.

Le da un vistazo a Dan-Oh.

—¿Si te gustaría ayudarme?

No habla, pero si sonríe de boca cerrada y asiente, que interesante, vino a comer y se irá con
negocio pendiente, es bueno dado que ella parece estar más familiarizada con ese tipo de cosas.
Debo hablar con Beomgyu sobre la posibilidad de que su Dan-Oh, sea esta misma Dan-Oh.

🍞🍞🍞

—Me pregunto porqué tu papá siempre nos envía a tú habitación— encoge los hombros, parece
tampoco tener idea del porqué, deja la puerta abierta y me siento a los pies de su cama— tengo
algo para ti.

Se sorprende.

—¿Para mí? ¿Qué cosa?

—Pronto... pronto serán dos meses desde que salimos— me aclaro la garganta— dos meses y
pocos días, si contamos desde que nos conocimos.

Se sienta frente a mi, asiente, yo tomo su mano porque es difícil para mí expresar esto.

—No pensé que lo recordarías.

—¿Por qué no?

—No lo sé, no suele pasar— ríe, se cubre la boca— y no te dije nada porque quizá pensarías que
soy tonta, ya que yo si estoy marcando los días que llevamos en mi calendario.

Me voy a derretir.

—¿De verdad?— asiente, me duelen las mejillas de tanto sonreír—¿Puedo ver?

—Ah, no, estábamos hablando de otra cosa.

—Pero yo quiero ver, Sooah.

—Luego.

—No~

—¡Quiero saber que tienes para mí!

Suspiro, resignándome y asintiendo.

—Bien, pero tengo que decirte muchas cosas primero. Practiqué antes de venir.

—Vale, te escucho.
Sooah

Por alguna razón que no podía explicar en el momento, me sentía muy ansiosa, Soobin es mi
primer novio y por como van las cosas, me gustaría que fuese el primero y el único.

Así que todo lo que tenga para decirme, es importante.

—Sooah— se aclara la garganta— sé que lo digo mucho, pero realmente me gustas demasiado.
Fue una sorpresa muy grande conocerte, yo nunca he buscado o esperado por la persona indicada,
supongo que precisamente porque no la busqué, fue que llegó por si sola— no, voy a llorar— sé
que es poco tiempo, comparado con otras parejas que se juran amor eterno y esas cosas pero, lo
que quiero decir es que, a mí me encantaría que tuviesemos un futuro juntos dónde lleguemos tan
lejos que quizá algún día seamos parte de esas parejas que prometen amarse toda la vida.

—Soobinie...

—Ya sé lo que dirás, que somos muy jóvenes como para estar pensando en esas cosas como
eternidad y futuro— asiente repetidas veces— y en efecto lo somos, pero creo que me gusta más
esto de decir las cosas en el momento en que se sienten en lugar de esperar a que llegue un
tiempo correcto. Solo es eso, que me gustas mucho y quiero que nos gustemos por mucho tiempo
más.—pienso en que ya terminó, pero continúa—Al menos hasta que decidas terminar conmigo.

—Tonto, yo no quiero terminar contigo.

—Yo tampoco quiero terminar contigo ¿ves que estamos perfectamente así?— suelto una risita
ahogada y golpeo su hombro con suavidad— Ahora si, el regalo.

Soobin llegó en esta ocasión un poco más elegante, pero sin perder ese aire juvenil tan bonito que
lo caracteriza, del bolsillo interno de su saco saca una cajita y tengo que guardarme las lágrimas
para poder observar atenta de que se trata.

La abre y casi me voy de espaldas.

—Soobinie...

—¿Qué? ¿No te gusta? Porque si no te gusta podemos cambiarlo por uno que si te guste— lo
observa, yo estoy anonadada— Cuando lo compré pensé que en que era perfecto y-

—¡Es perfecto!— no pienso arruinar el momento llorando— Son estrellas...

—Lo sé, te encantan las estrellas, y los brillantes, este brilla muchísimo.— parpadea, sacándome
otra risa— En la joyería no brillaba tanto.

Me inclino, tomo sus mejillas bonitas y dejo un beso en sus labios, sonríe como un bobo y tarda en
espabilar cuando le pido que me coloque la cadena él mismo, me levanto el cabello y cuando me
asegura que ya está abrochado, me giro a verlo y sonrío gigante.

—¿Qué tal? ¿Bonito?

—Preciosa.
—Gracias, prometo nunca quitarmela, está hermosa.— le hago colocarse de pie e ignorando que
es demasiado alto y eso teniendo en cuenta que yo también soy alta, abrazo su cintura— Te
quiero mucho, Soobinie.

—Yo igual, Sooah-ssi.

🍞🍞🍞

—¡Acabo de renunciar!— apenas coloco un pie en casa, anuncio aquello y papá emite sonidos de
celebración mientras Kyujae corre a aferrarse a mis piernas— ¿Algo nuevo que reportar?

—De hecho, si— con dificultad levanto a mi hermano, quién cada día pesa más y me acerco a papá
quien se cruza de brazos— encontraron a Gera.

Amplío los ojos.

—¿Y dónde está? ¿Está bien?

—En una comisaría de Busan— ¿Qué? ¿Qué demonios hace tan lejos?— no me dijeron mucho
más, debo ir por ella y allí voy a enterarme de cómo es que resultó en otra ciudad.

Asiento, ah, esta niña.

—¿Quieres que vaya contigo?

—Prefiero que te quedes aquí en casa con este hombrecito y estaré llamándote para informar la
situación. Habla con Soobin y pídele que le envíe mis agradecimientos a Hyuk, fue de muchísima
ayuda su presencia y apoyo con la policía.

Eso haré, ahora a preparar todo para el regreso de Gera, aún no estoy segura de que decisiones
tomó papá al respecto, pero sea lo que sea, se hará a su manera.

Hay que hacer algo con Gera antes de que todo sea peor.
Soobin

—Entonces, pensé en que tenía que decírtelo porque es demasiado extraño.

Beomgyu parpadeó y negó con la cabeza después.

—Nah, no puede ser.

—Se llama Dan-Oh y trabaja en una floristería. Le pregunté a Sooah y me dijo que se llamaba así
porque según su padre le quería nombrar Dandelion. Eso traduce a diente de león.

—Me niego a creer que mi posible crush sea hermana de tú novia— blanqueo la mirada— no me
malinterpretes, me agrada mucho Sooah, pero es que sería muy raro...

—¿Qué cosa?

—Pues, imagínate que termino cayendo a los pies de Dan-Oh— al menos está considerando la
posibilidad— en el hipotético caso de que eso suceda, me invitarían a cenar y tendría que verte la
cara. Sería muy raro.

—Me parece que estás exagerando.

—Y dijiste que ella no parecía haberte reconocido.

—Pudo haber fingido que no me conocía, porque tartamudeó un montón al saludarme y no era
capaz de verme a la cara.

—Es porque eres muy alto.

—Estabamos sentados, Beomgyu.— arrugo el entrecejo— ¡Y eso no tiene nada que ver!

🍞🍞🍞

—Ya llegué, ¿qué pasó?

Sooah se suelta a reír y niega con la cabeza.

—Te dije que no pasaba nada, solo que llevaré a Kyujae al parque para que se entretenga un
poco— oh— está aburrido y papá ya salió directo a Busan.

—Puedo acompañarlos si quieren.

Kyujae baja los escalones tan rápido como puede y me saluda.

—¿SooSoo viene?

—¿Puedo ir?— asiente— Entonces vamos.

Los tres estamos bastante cubiertos y es que es de madrugada, son las seis de la mañana y solo a
Kyujae se le ocurre ir al parque a esta hora. Yo debo regresar a mis responsabilidades a las diez,
recién terminé de ensayar a las tres.
Me ofrece una de sus manos cuando salimos de la casa y la restante se la da a Sooah, el
guardaespaldas saluda a ambos y asiente para mí en señal de "te estoy vigilando por si acaso"
como siempre, solo que él es muy bueno pasando desapercibido así que no siento su presencia.

No sé cómo lo logra, pero es asombroso.

—Olvidé contarte— en algún momento, Kyujae nos suelta para irse saltando— me quedé toda la
noche hablando con Dan-Oh.

—¿Si?

—Si, tomamos confianza y hablamos sobre cómo podríamos empezar el asunto de los postres.

—Me emociona, continúa.

Ríe.

—Ella habló con su madre y yo con mi papá, aunque sería bueno empezar desde casa, no creo que
quiera hacerlo en la mía por el asunto de Gera, mm, no quiero que ella haga algo para... estropear
los materiales, por ejemplo.

—¿Ha pasado?— asiente, suelto un suspiro hastiado—Esto sonará horrible pero tú hermana no
puede agradarme ni un poco. Y debería agradarme o al menos sentir empatía por ella, pero no es
el caso.

—Es comprensible. De todas maneras, papá parece ya haber planeado algo, recibí una llamada
ayer, preguntaban por él para informarle sobre su solicitud de inscribir a Gera en un instituto
privado, estaría allí de lunes a viernes y los fines de semana podría regresar a casa.— eso suena
bien— Tendría un día entero de sesiones con una psicóloga que es amiga de la familia. Papá dice
que Gera necesita disciplina, que le hemos dado demasiada libertad y además debe intentar sanar
sus problemas personales, es lo último que puede hacer por ella y que una vez termine todo, era
entera decisión de ella si hacer las cosas bien o no.

Nunca estuve más de acuerdo con ese hombre, muy bien.


Sooah

Empecé a divertirme y a olvidar los pendientes cuando Kyujae y Soobin comenzaron a jugar y
cantar mientras saltaban de un lado al otro, era divertido porque Soobin a veces se comportaba
como un niño más, aquello era lo que Kyujae necesitaba, un amigo para pasarla bien.

Mi teléfono vibra y me obliga a detenerme, es papá.

—¡Soo!

—¡Vayan primero! ¡Ya los alcanzo!

Me hacen una seña y continúan su camino hasta la heladería, ya son las ocho y tenemos que
devolvernos.

—Hola, papá ¿llegaste?

—Calma, cariño— se ríe— déjame saludarte primero, pero, si, llegué hace un buen rato, son
apenas cuatro horas.

—Eso es mucho para mí.

—Bueno, si, puede ser. Parece que estás por fuera de casa.

Observo a mi alrededor, el viento es un poco fuerte.

—Quise salir a pasear con Kyujae, Soobinie se nos unió aprovechando que tiene algo de tiempo
antes de irse a trabajar.— la verdad estoy ansiosa— ¿Y Gera? ¿Está contigo? ¿Cómo está?

—Dale mis saludos a Soobin. Y si, está justo a mi lado, continuamos en la estación de policía.—
baja un poco la voz—La encontraron en un apartamento, estaba ebria. Fue una casualidad,
estaban buscando a otra persona, a un amigo del idiota ese que se la llevó.

Me pregunto con qué clase de personas se estaba relacionando Gera. Me duele un poco el
corazón por ella.

—Entiendo...— retomo mi camino, hace mucho frío para quedarme en un solo punto— Pero ella
está bien, no está herida ni nada.

—Está bien, cariño, está bien. Un poco despeinada y somnolienta, pero está bien.— asegura, eso
me alivia— Te llamé para que puedas hablar con ella, no la llevaré a la casa.

Me confundo.

—¿Por qué no? Mm, yo arreglé su habitación...

—No, hija, la llevaré directamente al instituto, sé que llamaron a casa y aprobaron su ingreso.
Pasaran unas tres semanas antes de que le den permiso para ir a vernos, así que, habla con ella
ahora antes de.

Asiento, aunque no es como que pueda verme.

—Vale, pásala al teléfono.


La línea permanece en silencio durante al menos tres minutos, me muerdo las uñas sintiendo el
nudo en mi garganta, pensando en que tal vez no quiere hablar conmigo.

—Hola.

—Hola— siento mis ojos acuosos, paso saliva— ¿Cómo estás?

—Bien.

—¿Ya comiste? Es tarde para no haber desayunado.— no responde— Gera, yo... organicé tú
habitación, pensando en que vendrías a casa hoy, Kyujae me ayudó a colgar t-tus fotografías
favoritas y organizamos tú escritorio, tus libros y cuadernos— sigue sin hablar— pensé... pensé en
preparar tus pastelillos favoritos, sé que nunca me salen perfectos, pero busqué la receta y creo
que podría resultar...

—Basta...— pide, en tono suave, no suena tan a la defensiva como siempre— si saben bien.

—Lo siento.

—¿Por qué?

—Quizás debí ser mejor hermana en lugar de intentar ocupar el lugar de mamá.

Suspira sonora.

—No importa, no fue tú culpa. Supongo que Kyujae necesitaba lo más cercano a una madre y...
bueno, solo sucedió de esa manera.

—Igual, n-no debí descuidar-

—Ya, está bien. No llores.

Si me pide que no llore solo voy a llorar más.

—Sólo espero que tengas presente que- —tomo aire— que soy tú hermana y que no importa qué,
yo te quiero muchísimo y si puedo hacer cualquier cosa por ti, lo haré, Gera.

—Bien. Voy a colgar— dice— nos vemos algún día, o no sé.

—Tosca.

La escucho reírse antes de pasarme con papá de nuevo, él me asegura que volverá a llamarme en
unas horas y que todo estará muy bien, además de pedirme que vaya con Hyekyo y Dan-Oh un
rato, para que no estemos tan solos en casa.

Colgué y después de respirar hondo, fui con mis chicos. Estaremos bien.
Sooah

—¡Ok!— exclamó Dan-Oh, su nariz llena de harina y mezcla para pastel— tenemos buenas y malas
noticias.

—¿Las buenas, primero?

—Por supuesto— se endereza, señala el lugar— tenemos un local dónde comenzar, es pequeño,
pero bonito. También está bien situado, otra buena noticia es que logramos vender todo esto.

Aplaudimos, otra buena noticia es que podremos terminar de decorar el lugar a una hora decente,
la solución a mi alergia a las flores fue comprar ramos artificiales, Dan-Oh me enseñó a hacer
flores de papel.

Y me corté varias veces, pero valió la pena. Tenemos espacio para varias mesas que papá traerá
más tarde, vamos poco a poco, continúo estudiando de igual manera.

—Sooah— y mi antigua compañera de trabajo renunció para venir a ayudar— todo está limpio—
nos observa— menos ustedes.

Reímos, creo que tenemos azúcar hasta en el cabello. La puerta se abre y mi novio asoma la
cabeza, me alegra el día verlo, así que rodeo la vitrina mientras Dan-Oh se va atrás diciendo que se
aseará.

—¡Soobinie!

—¿Tienes harina en el cabello? ¡Ow!

Alcanza a atraparme pues le he saltado encima, comienza a reírse mientras lleno su rostro de
besos, no le veía hace mucho y realmente me hacía muchísima falta.

Me detengo y bajo cuando detrás de él entran dos de sus compañeros de grupo, Taehyun y Kai.

—Hola— saludo, un poco avergonzada— pasen, por favor.— lo hacen riendo entre ellos y me giro
a ver a mi novio con la nariz arrugada— ¡¿Por qué no me avisaste?!

Se rasca la cabeza y sonríe.

—Es que me gusta aparecer de sorpresa porque me recibes más lindo.

—Aish, eres imposible.

Busca mi perdón repitiendo mi nombre incontables veces en su tono de súplica que igual termina
convenciendome.

—¿Aún no abren?

—Nop, será pasado mañana, no estamos listas.

—¿Y Dan-Oh?

—Atrás, luce peor que yo. Estuvimos jugando un rato y terminó en tragedia...

—Pero el lugar es muy lindo, me gustan los tonos pastel.


—¡Sooah!

—¡Voy!

Le pido a Soobin que me espere aquí con sus amigos, los cuales observan con detenimiento cada
cosa que hay encima de las vitrinas, recuerdo entonces que horneé los pancitos dulces que a él
tanto le gustan y es precisamente por eso que están llamándome.

Para cuando salgo, papá llegó, hay personas colocando las mesas en el lugar y es una sorpresa ver
qué no llegó solo, Gera está con él y con Kyujae. Entiendo que no puede salir del instituto sin
autorización y acompañamiento de papá, aún así, verla me hace feliz.

Tomo un platito y dos pastelillos, me acerco hasta donde está sentada con Kyujae y le doy uno a
cada uno, sonríe un poco.

—Este si te gustará— le digo, asiente.

Mientras Kyujae ya está por acabarlo, ella da el primer mordisco y asiente varias veces, la punta de
su nariz enrojece y sus ojos se aguan un poco.

—Saben como los de mamá— y continúa comiendo.

Observo a papá por el rabillo del ojo y este sonríe, dándome pulgares arriba, regreso a mostrador,
veo a Soobin buscando algo.

—¿Qué buscas?

—Es que, huele a pan dulce— dice, sus amigos blanquean los ojos— pero no veo ninguno en
ningún lado.

Suspiro, me agacho y tomo la caja con su nombre escrito en la tapa.

—Tres docenas de pan dulce integral para ti— contiene la respiración— con coca-cola dietética.
No te lo puedes comer todo en un solo día, comparte o guarda para los siguientes días.

—Ya la escuchaste, comparte.

—No le daré nada a Kai, ya me robó como veinte de estos.— lo acusa, se ofende— Yo lo sé todo.

Sonrío viéndolo discutir, me llena verlo contento, bien dicen que la mejor manera de llegar al
corazón de un hombre, es por medio de su estómago.

Al mío le conquistas con un poco de pan y coca-cola, aunque ya está apartado, por supuesto.

Se inclina y besa mi nariz, arruga la suya.

—Sabe a harina.

Ya está súper apartado, así que no doy tips.

Fin

También podría gustarte