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—¿Puedes cubrirme por un rato? Tengo que ir a comer algo o de verdad creo que me desmayaré.
—Lo que sea está bien, tampoco he desayunado— Kai señaló al coreógrafo abandonar la sala— ve
rápido.
No era una tarea fácil, salir del edificio, correr en busca de un buen lugar de comida, comprar y
regresar sin ser visto.
Aunque claro, primero tuve que avisarle a nuestro mánager o de lo contrario me metería en
problemas, me dejó ir solo, únicamente porque es cerca, en los alrededores del edificio.
Incluso si ya es un poco tarde, creo que sigo en ánimo para desayunar, así que una cafetería sería
el lugar ideal al cuál acudir, pero hay un problema; la zona de cafeterías es la más alejada y eso
significa que debo caminar un poco más.
Me lo pienso nuevamente, me da pereza ir hasta allí, pero al mismo tiempo, tengo mucha hambre.
Troto hasta una de la zona y empiezo a buscar la que menos clientes tenga, pues necesito regresar
rápido, hago una nota mental de llevarle algo a Kai, tiendo a olvidar las cosas.
Un cartel con la palabra gigantesca que dice gratis llama inmediatamente mi atención, así que
entro al local y observo lo que según es gratis, pancitos dulces. Se me hace agua la boca, parecen
ser muestras, así que me como uno.
Luego otro, y otro, y uno más, son realmente pequeños, dulces y deliciosos.
Ya me comí seis.
—¡Oye!— brinco en mi lugar, casi atragantandome con el pan— ¡Tienes que pagar esos primero!
Una chica que supongo trabaja aquí, obviamente, tiene su delantal y gafete con su nombre, debe
trabajar aquí, se me pone en frente y no parece muy feliz.
—Si, tú— luego señala la cesta— tienes que pagar por eso antes de consumirlo.
Frunzo el ceño.
—¿No son muestras?
—Pero...
—Pero nada, tienes que pagar ¿Cuántos comiste?— enseño seis dedos, demasiado confundido
para usar mi voz—te empacaré seis y los dos de obsequio, los que si son gratis.
Estoy experimentando la llamada vergüenza, siento mi rostro enrojecer hasta las orejas y no hago
más que asentir, viéndola traer una cajita dónde lentamente empaca cada cosa, señalo otras cosas
en vitrina mientras mantengo la mirada gacha.
Que pena.
—¿Algo más?
Ignoré el comentario deprimente de mi hermana y seguí directo a la sala, papá no estaba, supuse
que seguía en el trabajo, así que me acerqué hasta el sofá donde mi hermano pequeño cambiaba
canales con desesperación, parecía buscar uno en específico, me senté a su lado y besé sus
regordetas mejillas para que me prestara atención.
—Estoy buscando el canal de los premios— chilló, cediendome el control—se presentarán muchos
grupos.
—No sé para qué lo alientas en eso— Gera, mi hermana, nuevamente con sus comentarios— son
famosos, ni siquiera lo conocen.
—No es cierto, si saben quién soy porque soy su fan y ellos quieren a todos sus fans— me mira—
¿Verdad que si, Soo?
—Por supuesto que si, además— la miro, pidiéndole silenciosamente que se detenga— si a Kyu le
gusta escuchar su música y verlos en la televisión, no tiene nada de malo. Él puede ser fan de
quien quiera.
Resopla.
—Tonterías, solo están llenándole la cabeza de babosadas— a Kyujae comienzan a brillrle los
ojos— tienes que ponerlo a hacer algo que le sirva en la vida, no seguir a un montón de tontos que
bailan y cantan, eso no le beneficia en nada.
—¡No tiene nada de malo!— solloza—¡A papá y a Soo también les gusta!
Gera se levanta, le blanquea los ojos y se va de la sala, no tardo en escuchar el azote a la puerta de
su habitación, cierro los ojos y antes de que Kyujae se suelte a llorar, encuentro el canal e
inmediatamente señalo la pantalla.
—¡Ahí está!— voltea el rostro, limpio sus mejillas y sonrío emocionándome para que se contagie—
Apenas comenzó, no te has perdido de nada.
La puerta principal se abre y papá no tarda en cruzar hasta dónde estamos, se ve cansado, pero
saca su mejor sonrisa cuando se acerca a nosotros. Kyujae salta a sus brazos y señala la pantalla,
inmediatamente comprende.
—¡Los premios son hoy!— se da una palmada en la frente— ¿Cómo pude olvidarlo?—baja a mi
hermano, este dice que correrá a traer las palomitas para ver los premios junto a nosotros, papá
aprovecha para sentarse y saludarme de paso— Hola, cariño ¿qué tal el trabajo?
Sé que le cuesta preguntar eso porque no le gusta que trabaje, pero, me conmueve que aún así se
preocupe por mi día.
—Todo bien, muy tranquilo— le cuento— de hecho es agradable, sólo comparto turno con otra
chica.
—Mm, me alegra que no sea malo, pero, si algún día quieres renunciar y seguir estudiando...
Kyujae regresa con todo un bowl que coloca en la mesa frente a nosotros, esto no dura mucho,
pues un rato después estamos los tres gritando, cantando y bailando junto a los cantantes en la
televisión, todos los grupos que a mi hermanito le encantan, salen a escena y dan lo mejor de
ellos.
—I can't stop me, can't stop me— canto yo y papá sigue la canción con un intento de nota alta
muy desafinado que Kyujae y yo apoyamos mientras intentamos seguir la coreografía.
Pasan varios grupos más, hasta que se presenta otro de los favoritos de Kyujae, TXT.
Es justo antes del coro que hacen un acercamiento al rostro de uno de ellos y yo sacudo la cabeza,
quedándome quieta, analizando ese rostro.
—But it’s you, you’re the one that I want.—canta— You, everything that I want.
Blue, nae gyeote naerin blue modeun ge bakkwieo.
Abro la boca.
Si, definitivamente es tierno, más tierno teniendo en cuenta que no leyó correctamente la
promoción de la cafetería y casi se mete en serios problemas.
—Es que...
—¡Ya pedí domicilio!— Taehyun llega con el recorte de la caja que tenía el número de la
cafetería— Ya no tienes que ir.
Respiro paz, igual, nada asegura que la misma chica esté atendiendo, así que no me verá y se reirá
de mi en mi cara por el ridículo que hice.
—Dice nuestro mánager que uno de nosotros debe bajar a recibir el pedido— observo al techo,
haciéndome el tonto— iremos todos para que nadie se queje.
—Le pregunté a Athena, pero ni siquiera está en la empresa— me mordí las uñas, noona era mi
última esperanza— andando.
—Van a regañarnos por estar comiendo tanto e inadecuadamente— les recordé— Jisub se
enojará.
—Nah.
—Athena se enojará.
—Correremos el riesgo, además, nadie tiene que contarle a noona que nos desviamos un poco de
la dieta— Kai me observa, sus ojos se entrecierran y me juzgan— ¿Por qué estás actuando tan
raro? ¿Mm?
—Algo le pasó a nuestro Soobinie en la cafetería y no quiere decirnos— me reí nervioso, Yeonjun
se pegó a mi como una garrapata y los demás imitaron su acción— habla, dinos.
Salimos del ascensor y mientras soy apretujado por cuatro intensos, observo al frente y ahí está la
chica.
Esto es humillante.
Trae su uniforme y ambas manos llenas con nuestro pedido, se me olvida la vergüenza por un
momento y me acerco para tomar todo, los chicos ayudan y yo mantengo la cabeza agachada para
que no se note mucho mi sonrojo.
Es que lo que más pena me da, es que hice el ridículo con una chica bonita y seguramente pensará
que soy un tonto.
Beomgyu me quita todo y empiezan a revisar el contenido de las cajas, recuerdo entonces que yo
tengo la tarjeta para pagar y se la entrego con ambas manos, ella la acepta.
—¿D-Dónde firmo?— sonríe suavemente, sacando una libreta junto a una lapicera— ¿Cómo se
llama tu hermanito?
—Si quieres...
—No me molestaría en absoluto— se colocó el cabello detrás de las orejas— si soy honesta,
conozco su música, pero no reconocí tu rostro en la cafetería, no es nada malo, simplemente no
estoy mucho en el mundo de los artistas y esas cosas.
Asintió.
—En casa escuchamos y vemos las actuaciones gracias a él— coloco mis manos dentro de los
bolsillos de mi abrigo— son muy buenos.
Sonreí honestamente.
—Gracias.
—Bueno, yo debo seguir trabajando— señaló detrás de ella— disfruta los panes dulces.
—G-Gracias— ya no sabía decir otra cosa, ella giró sobre sus talones y caminó a paso rápido hasta
la salida, la observé desde mi lugar antes de regresar mi atención a los chicos— ¿Q-Qué?
—Sospechoso.
—Muy sospechoso— blanqueo la mirada pasando por un lado para regresar al estudio— Está bien
si te pone nervioso hablar de chicas.
Niego.
—Que no pasa nada, Beomgyu— presiono el botón, esperando al ascensor— solo me pidió una
firma para su hermanito.
—Y tú eres muy amable y se la diste cuando tenemos prohibido dar autógrafos.— me recordó
Yeonjun.
Me señaló.
Cuando por fin le perdimos de vista, mi compañera tomó mi mano y se mostró muy apenada, le
dejé pasar, era la tercera vez que algo se le caía y ya estaba advertida, si dañaba algo más, la
despedirían.
—Está bien, no te preocupes— sonrío— ve, yo empezaré a llenar el lado derecho y me alcanzas.
Escucho la puerta abrirse e inmediatamente dejo a un lado el asunto de los estantes para atender,
mis ojos se abren al notar el ya conocido rostro del idol que hizo a mi hermanito muy feliz con su
autógrafo.
Viene con otro chico de su grupo, una mujer y un hombre mayor, todos cubiertos por cubrebocas,
Soobin se descubre el rostro y sonríe de boca cerrada dejando notar unos hoyuelos bastante
bonitos.
—Hola de nuevo— me saluda, inclina la cabeza hacia adelante con torpeza— Sooah-ssi.
Me pregunto cómo es posible que alguien con esa intimidante altura derroche tanta dulzura, es la
segunda vez que viene personalmente a comprar, normalmente hacen pedido desde la empresa y
lo entrego al personal, le he pedido que me llame de manera más cómoda, así que está bien.
—Si, pero, siete órdenes extra— casi quiero chillar por el asombro, eso es mucho pan, asiento a la
chica— y en lugar de coca-cola, café está bien.
—De acuerdo— achica los ojos y agradece— no la cargaré a la factura para que no se enteren de
tu jugarreta.
—Hasta las ocho, es sábado— observo a ambos lados, sus acompañantes nos están mirando así
que me ubico de manera que su cuerpo me cubre— ¿Por qué lo preguntas?
—Y ¿Tienes que regresar rápido a tú casa?—niego, hoy papá está todo el día con mis hermanos,
así que no hay peligro— ¿T-Te gustaría pasar el rato? Puedo invitarte a comer.
Se me rompe una caja por la impresión y debo cambiarla, me aclaro la garganta y observo al suelo
esperando que se me pase la vergüenza porque tengo el rostro rojo, lo sé por como la
temperatura ha subido de la nada.
—Me gustaría— le aseguro, es que suena como a una cita, es decir, obviamente es una cita—
anotaré mi número en una tarjeta ¿está bien?
—E-Está perfecto.
Regresa con los suyos y yo me apuro a pedirle un bolígrafo a Lena que me observa como si
estuviese loca y tal vez si lo estoy, pero me he emocionado.
Soobin
—¿Qué haces?— aparté la vista del espejo, creí que ya se habían ido— Estamos esperándote para
ir a casa ¿por qué te estás arreglando?
—Eh...—Yeonjun se cruzó de brazos, tenía esa expresión extraña dónde parecía saber sobre mis
planes— voy a salir, es todo.
—Se me hace tarde— salté de la silla, tomé mi abrigo y me despedí, agitando la mano— s-solo es
algo importante.
—Lo prometo.
🍞🍞🍞
—¡Las olvidé!
Pensé que no podría, honestamente, pasé horas armandome de valor para poder ir hasta la
cafetería y preguntarle eso, repetí lo que diría miles de veces en mi cabeza e incluso lo repasé en
susurros mientras caminaba hacia allí.
Casi me devuelvo cuando pensé en la posibilidad de que me rechazara y eso sería increíblemente
humillante, creo que ya pasé suficientes vergüenza los últimos días.
—¿Estás lista?— asiente— Bien, debemos movernos en auto ¿Está bien para ti?
—Y también, uh, no puede ser durante mucho rato porque debo trabajar mañana— sonríe
nuevamente, le gusta mucho sonreír y termina contagiandome—¿Está bien?
—Está bien.
—Bien— me acerco al auto y abro la puerta— oh y también debemos ir con alguien de seguridad.
Se rió.
—Está bien, lo entiendo, no te preocupes—sube, palmea el asiento a su lado— vamos.
—V-Vale— subí, apenas la puerta se cerró, el guardaespaldas arranca— ¿Te gusta el helado, no?
—Mucho— le brillan los ojos, parece que acerté en algo esta vez— no existe sabor de helado que
no me guste, es el mejor postre.
—No mucho, era mi tercer día cuando fuiste por primera vez— ay, no quiero recordar ese día...—
así que supongo que ya casi completo el mes.
Soy del tipo que hace muchas preguntas por lo que básicamente todo el trayecto hasta el
restaurante me la paso preguntándole cosas sobre su vida, qué planes tiene y el porqué está
trabajando aún cuando es tan joven.
Llegamos al restaurante dónde ya había reservado— fue la primera vez que hice una reservación,
Adam me ayudó con ese asunto porque no entendí mucho— pedí una mesa privada, obviamente,
debo tener todo tipo de precauciones y mientras esperamos, me dedico a escucharla.
—Bueno, te conté que vivo con mi hermanito menor, mi hermana y papá— así fue— mm, mi
hermana es solo dos años menor que yo, tiene diecinueve y quiere estudiar medicina en la mejor
universidad de Seúl, está estudiando mucho para rendir los exámenes y... bueno, ella quiere entrar
a una universidad bastante costosa que se sale del presupuesto de papá.
—Entonces...
—Pensé que lo mejor sería trabajar para empezar a ahorrar y así poder costear la carrera—
encogió los hombros— además, no vendría mal un poco de dinero extra en casa.
Siempre me han dicho que no debo meterme en asuntos de vida ajenos, pero no puedo evitar
pensar que Sooah renunció a sus metas y las reemplazó por las de su hermana.
Cualquiera pensaría que es un acto muy lindo y noble, pero a mí parecer no es lo correcto
teniendo en cuenta que su hermana no parece ser muy agradecida...
Pero, está bien, no es mi asunto, no conozco su familia muy bien como para opinar.
Sooah
—No soy muy fan de la comida de mar, pero puedo comerla— confieso, señalando su barbilla—
tienes...
—¿Qué tengo?— se toca las mejillas, me río porque he señalado su barbilla, no sus mejillas.
—¿Puedo?
Inclina todo su cuerpo para darme acceso a su rostro y casi me desmayo ahí mismo.
Es muy guapo.
Tomo una de las servilletas de mi helado y limpio su mentón, tenía crema embarrada, todo este
tiempo me he sentido muy a gusto y tranquila con el hecho de ir a sitios que están bastante bien
escondidos pues me sentiría muy mal si termina teniendo problemas a causa de este encuentro.
—¿Qué cosa?
—Ser cantante, conoces a otros cantantes y artistas de muchas índoles— asiente— no creo que
sea fácil, pero debe tener su lado divertido.
—Mm, es divertido porque haces algo que amas, yo tengo la suerte de estar en esto con mis
amigos— supongo que se refiere a sus compañeros de grupo— pero no, no es fácil, es agotador,
requiere de mucho esfuerzo, tiempo, dedicación, a veces es doloroso... tu cuerpo duele, se tensa,
te frustras por cualquier pequeña cosita que no sale como quieres— vuelve a sonreír— pero no lo
cambiaría por nada, me hace feliz saber que hago un poco feliz a otras personas con lo que hago.
Noto como se pone de nervioso porque comienza a rascarse el cuello o a jugar con sus manos
torpemente, llegamos al auto y comienza a insistir en llevarme hasta mi casa alegando que es muy
tarde.
—Yo te traje, yo te regreso— insiste— por favor. Además, aún tengo tiempo para que sigamos
juntos.
Me convence con eso porque no quiero que se vaya. Estoy por decirle que si cuando su
guardaespaldas y conductor sale del auto hablándole.
—Soobin-ah ¿Llevamos a tú chica o...?—me ve, el rostro de mi cita pasa de ser blanco a rojo en
micro segundos— subiré al auto.
Reverencia y se regresa, me cubro la boca con una mano y hago como que no entendí para que
Soobin no se sienta peor.
—¿Vamos?— le digo.
🍞🍞🍞
Las luces de mi casa están apagadas, bueno, solo las de la sala y es entendible pues según el
mensaje de mi padre, se llevó a mi hermano a pasar el fin de semana con los abuelos lo que indica
que Gera es la única en casa y debe estar encerrada en su habitación.
Soobin camina conmigo hasta la puerta, se ha puesto el cubrebocas y el gorro de su abrigo por lo
que solo tengo vista de sus ojos.
—Ese era mi propósito, conocerte— observa sus zapatos— podemos hablar de mi la próxima vez.
—S-Si quieres...
—Quiero— confirmo de una vez, no me haré la difícil, no es necesario— ¿Quieres pasar unos
minutos? Tomas algo antes de irte.
—Si.— responde con inmediatez, sorprendiendome— Quiero decir, claro, tengo tiempo aún.
Me río, le hace una seña al hombre que lo acompaña y yo abro la puerta consciente de que está
siguiéndome, enciendo las luces de la sala.
—Bienvenido a mi casita— extiendo los brazos, señalando la sala, él sonríe y ríe un poco— el sofá
más grande es mi favorito, así que te recomiendo sentarte en ese y yo te llevaré algo rico de beber
para seguir nuestra charla.
—Hago mi mejor esfuerzo— como Soobin es dulce, parece que le gustan las cosas que son igual de
dulces, así que un jugo de manzana estará bien— siéntate, siéntate.
Me hace caso mientras corro a la cocina a servirle lo propuesto y con la emoción a flor de piel por
lo increíble que está siendo esta noche, le entrego el vaso y me siento frente a él.
—Bien.
—Lo siento.
Me siento apenada y se me olvida rápidamente cuando intenta beber el jugo con el cubrebocas
puesto, me suelto a reír porque es muy torpe
Soobin
—N-Nadie.
—¿Cuál chica de la cafetería?— Jisub entra y yo quiero asesinar a Yeonjun—No me digas que ya
andas por ahí de Romeo, Soobin.
Negué.
—¡Ese no es el punto!— exclama, me río y me levanto para masajear sus hombros, este hombre
morirá del estrés— En fin, no está de más pedirte que tengas mucho cuidado, no queremos
problemas. Y vengo por Yeonjun.
—¿A dónde te llevas a hyung?—salta Taehyun— Y ¿Por qué no estamos incluidos ahí?
Jisub suspira.
—Debo llevármelo a filmar el programa de baile que les he mencionado con exactitud quince
veces, ahora dieciséis— nos señala— vayan con Athena, deben estar organizandose para la
premiación de esta noche. Nada de estar jugando por ahí.
🍞🍞🍞
Sooah-ssi
Soobin
¿Ya saliste del trabajo?
Sooah-ssi
En efecto
Kyujae y yo estaremos
animando a TXT esta
noche en los premios
Sooah-ssi
Suerte, suerte, suerte~
Soobin
¿Sabes de qué me dió hambre?
Pasteles de arroz:(
Sooah-ssi
Ay, no me antojes...
Soobin
Estamos a mano :D
Sooah-ssi
Pero ¿sabes que si hay?
HE- LA- DO
Soobin
NooooooOOoooo
Sooah-ssi
I scream You scream
Give me that give me that
ICE CREAM.
Soobin
Invítame
Invítame
Invítame
Sooah-ssi
No puedes, te prohibieron
consumir pan en exceso.
Soobin
No dijeron nada de helado...
—¿Quién es?
—Mi mamá— guardo, tomo sus hombros y la empujo hacia nuestros lugares— ¡Andando! ¡A
trabajar!
🍞🍞🍞
Y no era mentira, estos días han sido los más atareados hasta ahora, pero no puedo detener el
ritmo de ellos.
—Estás un poco pálido— Yeonjun toca mi frente— ¿Quieres más agua?— asiento— Te traeré una
botella, espérame aquí.
—No te has hidratado correctamente desde ayer— Beomgyu me regaña— y no has comido bien,
por eso te duele la cabeza.
—Creo que si es eso— musité— pero no es tan malo, ya nos presentamos, así que estaré bien solo
quedándome quieto hasta que se me pase.
Yeonjun regresa con dos botellas de agua porque es exagerado, pero lo agradezco y me acabo
ambas en cuestión de minutos, aplaudo cuando es necesario hacerlo y sonrío como siempre hago.
El rostro de Sooah llega a mi cabeza y pienso en que lo más probable es que esté viendo la
premiación, qué tal vez esté pendiente por si nos enfocan.
Tal vez me busca entre los demás. Esa posibilidad me hace sentir contento y a gusto, porque ella
parece ser así de especial y atenta. No hemos podido vernos de nuevo desde nuestra primera cita,
pero si nos enviamos mensajes tan seguido como me es posible y ella está siempre animándome o
bromeamos un poco acerca de lo que sea.
Es adorable.
Y me gusta mucho.
—¿Qué dijiste?
—Están entregando un premio a mejor grupo femenino, no hay ninguna canción sonando.—
Yeonjun sonríe— ¿Tan enfermo estás?
—Enfermo de amor...
—No digan esas cosas aquí— los mando a callar— no sabemos si alguien puede escuchar o peor;
pueda leer nuestros labios.
Los cuatro bajan la cabeza y se cubren la boca con ambas manos, intentando no reírse.
¿Qué dije?
Soobin entra a mi casa después de invitarle, le cedo unas pantuflas y tomo sus manos cuando me
las extiende.
—Claro, claro—hago a un lado los juguetes de mi hermano— ¿Qué tienes? ¿Te duele algo?
—La vida.
—Me pesa el cuerpo— confiesa— pero hoy tengo permiso para salir, no quería desaprovecharlo.
Yeonjun deberá estar concentrado en ese programa nuevo y probablemente pasen meses en eso.
Acomodo un cojín suavecito bajo su cabeza, mi hermana está estudiando con amigos, Kyujae está
durmiendo y mi papá trabajando, yo me tomé el día libre y parece que Soobin también.
—Kai está ocupado buscando a alguien, no lo sé, está actuando raro y no queda otra más que
dejarlo ser— continúa, me río y le quito el cubrebocas, ha salido sin maquillaje— Taehyun y
Beomgyu están muy confidentes últimamente y no he querido preguntar qué se traen entre
manos y también están en prácticas vocales.
—Siempre dices ese tipo de cosas porque te gusta avergonzarme— me sonríe y arruga la nariz—
te traeré alguna bebida caliente, no hay pancitos y coca-cola para ti el día de hoy.
—Cuanta crueldad en un cuerpo tan pequeño— no hace caso y se levanta, siguiéndome hasta la
cocina— estaba pensando en que quiero que volvamos a salir pero esta vez a dónde tú quieras.
Me lo pienso, soy muy mala eligiendo lugares para salir, técnicamente soy malísima teniendo citas,
no sé cómo fue que la que tuvimos, salió bien.
Kyujae suele enfermarse muy seguido, así que tuve que aprender a cuidar de él dado que mamá
no pudo.
Mamá murió después de dar a luz a mi hermanito, así que alguien debía tomar el papel de madre
para él, yo lo hice sin dudar un solo segundo.
—Eres buena preparando todo tipo de cosas, esto está rico— le sonrío, cuando Soobin comienza a
confiar y a sentirse a gusto, habla más, se expresa más, ya no es tan tímido— ¿De nuevo estás sola
aquí?
—Mi niño está durmiendo, seguro despierta en una hora para comer.
—Dijiste una vez que Kyujae le dice a todos que eres su madre— asiento, es así.
—Dice que soy su hermana y madre porque cuido de él— confieso—cuando mamá murió, mi
padre y mi hermana no tenían cabeza para nada más que para estar tristes, yo también lo estaba,
pero soy la mayor y alguien tenía que estar pendiente del bebé que había nacido—me siento en el
taburete a su lado— así que, aunque era muy pequeña, lo intenté, fue muy difícil. Éramos unas
niñas, pero aún así lo hice.
—Y ahora sigues ocupándote de tu familia— dice— ¿Tú papá está bien ahora?
—Si, está totalmente bien, quiero decir, aún es doloroso para él recordarla, pero ha sabido salir
adelante por nosotros, lo ves ahora y es como ver a un hombre nuevo— me río— es muy jovial y
amoroso.
—Lo son— doy por terminado el tema, me pone sensible hablar de mi familia o mi crecimiento—
¿Puedes quedarte todo el día?
—Como hasta las seis, debo ir con los chicos a una entrevista en vivo— suspira— y hay que
recoger a Yeonjun que debe estar en la otra empresa.
—Pobre Soobinie y su horario ajetreado— me inclino— solo te consentiré un poco, pero tienes
que prometerme que quitarás la cara larga.
—¿Qué haremos?
—Pastelillos.
Soobin
Se muerde el pulgar, sus ojos buscan cualquier cosa en la que posarse porque no puede
sostenerme la mirada.
—Estuvo mal, lo sé, pero no creo que deba preocupar a papá con eso.
—Ya, Sooah.
He estado viniendo a casa de Sooah durante semanas porque obviamente estamos saliendo así
que por naturaleza voy a querer compartir tiempo de calidad con ella, tanto como pueda.
Conocí a su padre, no tuvimos la oportunidad de conversar tanto como hubiese querido, pero hoy
se podrá puesto que Sooah preparó una cena para los cuatro, su padre, su hermanito, ella y yo.
Gera no estará porque no le place y porque parece que se irá con sus amistades a no sé con
exactitud dónde.
Kyujae me sonríe con timidez y se regresa por dónde vino, recuerdo que cuando nos conocimos le
daba mucha vergüenza hablarme, ahora al menos me mira.
—Soobinie...
—No, escúchame primero, solo lo diré una vez y no volveré a insistir con el tema— tomo una de
sus manos y jalo de ella para que se acerque— yo creo que está bien que los padres quieran darle
a sus hijos todo lo que estos pidan y que se esfuercen por ello, eso está bien y entra en su deber
como padres— le digo— pero eso deja de estar bien cuando tienen la actitud y el descaro que tú
hermana tiene contigo y con tu padre, ella es grosera, desagradecida, no valora el sacrificio que tú
estás haciendo para verla feliz, ni siquiera ayuda aunque sea un poco y siempre está con su actitud
pesimista por todos lados.
—¿S-Si?
—Si, no tienes que cargar con todo ese peso tú sola— asiente con lentitud, me siento mal—no
llores, me harás llorar a mí también, soy de corazón sensible.
🍞🍞🍞
Ahora estaba temblando y volviendo a ser el mismo hombre nervioso de siempre, los momentos
de compostura no me duran mucho.
—Debo admitir que si pensé que mi hija estaba enloqueciendo cuando me dijo que hablaba con
un chico que ya conocíamos porque aparecía mucho en la televisión— continúa contando— con
eso de que las fanáticas de los cantantes se autodenominan novias o esposas de estos, no me
sorprendió, pensé que Sooah había encontrado a un cantante que le gustaba y se haría fanática.
—Sabes que ese no es mi estilo, papá— ríe ella— conocí a Soobin en mi trabajo y me invitó a salir
después de haber comprado pan como por dos o tres semanas.
—Los hombres somos tímidos, Sooah, aunque no lo creas— gracias, al fin alguien me entiende—
Kyujae con esfuerzo habla y solo lo hace con nosotros, es tímido y-
El sonido de una puerta cerrandose roba la atención del mayor en la mesa, Gera va de salida y
para mí sorpresa, su padre la detiene llamándola y señalando el asiento vacío a su lado.
—Voy a salir.
Esto se había llenado de tensión y aunque le pregunté al señor Han si debía irme para que
pudiesen conversar en familia, él me pidió que me quedara.
¿Testigo de qué? ¿De cómo su hija iba a enloquecer y a matarnos a todos los presentes en la
mesa? Claro, por qué no.
—Estuve pensando las cosas esta última semana y llegué a una conclusión contigo, Gera— la
miró— no voy a sacrificar el futuro de tu hermana sólo para que tú tengas todo lo que pides.
—Lo es cuando ella tuvo que decir no a lo que quería solo para mantenerte a ti contenta.
—Estudiar medicina es más importante que estudiar repostería— miré a Sooah, o sea que ella si
quería estudiar algo— además, ella fue quien tomó el rol de madre apenas mamá murió, pues que
se haga responsable.
—Gera. Las cosas no son así.— suspiró, mantenía la calma, no levantaba la voz, nada, era
impresionante—Escucha, yo tengo un deber como padre y ese deber es darles todo lo que esté en
mis posibilidades para que puedan hacer lo que deseen, pero no puedo tolerar todo este maltrato,
esta actitud tuya hacia nosotros no es correcta, menos cuando lo único que hemos hecho es velar
por que estés cómoda, feliz. No eres la única que extraña a-
—No he terminado, ya dije que no saldrás esta noche. No con el dinero que tomaste sin permiso
de tú hermana.— me cubro la boca un segundo y luego deshago el gesto, supongo que nos
escuchó, Gera palidece—Además, yo también invité a alguien y prometí que estaríamos todos, no
hay que ser groseros, respeta la presencia del novio de tu hermana.
Como si sus palabras estuviesen coordinadas con los sucesos, el timbre se escucha y el hombre se
levanta a abrir, nunca estuve presente en un drama familiar de este tipo, que impresión.
Gera tiene las manos hechas puño sobre la mesa y honestamente comienza a asustarme.
Cuando el señor Han regresa, lo hace con un mujer a su lado y creo que todos sabemos cuál es el
papel de esa mujer aquí, Sooah se levanta, yo me levanta, incluso Kyujae se levanta— por
supuesto la señorita amargura no lo hace— y la mujer sonríe, se ve amable.
—Quiero presentarles a Hyekyo— sonríe radiante— ella es una compañera de trabajo a la que le
tengo muchísimo aprecio—uy— por eso la invité a cenar con nosotros.
—No lo haces, tranquila. Ella es mi hija mayor, Sooah— sonríe y saluda con la mano, es tan bonita,
me encanta que sea así de amable— Gera, la niña del medio— nada, no se mueve, cero— y el
menor de la casa, Kyujae.— él tampoco se mueve, pero si sonríe con timidez— Él es Soobin, el
novio de mi hija.
—Es un gusto.
—El gusto es mío— se aclara la garganta, se le nota muy nerviosa, yo al ser un persona en extremo
nerviosa, sé identificar a otras personas que también lo son— traje una tarta para acompañar la
cena ¿está bien?
—Claro que si— Sooah es un poco torpe con los pies, así que tropieza al caminar hacia ella,
alcanzo a sostenerla— lo lamento, que torpe— ríe— puedo servirla.
—Permíteme ayudarte.
Yo solo agradezco no ser el único nervioso en la mesa, ellas dos desaparecen y apenas el señor
Han está seguro de que están un poco alejadas y que además Kyujae salió corriendo detrás de
Sooah, se vuelve a dirigir a Gera.
—Si no quieres estar aquí, no voy a obligarte a estar en la mesa— le dice— pero no vas a salir de
esta casa hasta nueva orden, Gera, así que, puedes irte a tú habitación si deseas.
No tiene que repetirselo, ella se levanta hecha una furia y camina pesadamente, escuchamos una
puerta cerrarse.
Sooah
—Tú padre me ha contado mucho sobre ustedes— sonreí, él se la pasaba hablando sobre nosotros
en el trabajo— pero aún así me sorprende un poco ver a tú hermanito seguirte a todas partes.
—Le gusta saber que estoy haciendo.— le miro— Puedes hablar si quieres.
—A mí me gusta Sana.
Kyujae sonríe.
Soobin se ha quedado con mi papá, no sé si preocuparme por eso, pero de todas maneras no será
durante mucho rato.
Todo este momento incómodo que tuvo que pasar, no me pareció justo, el pobre ya estaba lo
suficientemente nervioso y asustado por conocer a mi padre y esto se sumó a la cena.
—¿Tú hiciste estos pastelillos?— regreso al mundo real, asintiendo hacia Hyekyo— Se ven
preciosos, seguro saben tan bien como se ven.
Sonrío.
Cuando regresamos a la mesa, Soobin está conversando con mi papá, menciona a su familia y me
ayuda a caminar con todo esto que traigo en manos.
—Ten, los pancitos son para ti.— le murmuro tan bajo como puedo.
—¿Los hiciste tú?— asiento, tomé la receta de la cafetería, mira a ambos lados de la mesa y se
asegura de que nadie está viéndonos, entonces, besa mi frente rápidamente— Gracias, Soo.
Conversamos un rato más dónde nos enteramos de que Hyekyo entró a la misma empresa de mi
padre hace algunos meses en los que ambos contentaron muy bien, trato de que mi expresión no
me delate, pero no soy buena escondiendo mis emociones, honestamente, me agrada mucho la
idea de papá conociendo a alguien.
No me duele que quiera enamorarse de nuevo, sé que él amó demasiado a mamá y que la cuidó
tanto como pudo, así que, merece continuar.
—Ay no.
También quiero que mi relación avance, honestamente estoy muy a gusto con Soobin, desde que
lo conocí me río mucho más, tengo con quien platicar, hacemos planes pequeños como ir de
paseo a algún lugar bonito, que él venga a casa a pasar el rato y cosas de ese tipo que le permitan
hacer y que por supuesto no le causen problemas.
—Tengo una hija, tal vez pueda presentarselas cuando regrese de casa de su padre.
—¿Es amable?
—Eso es lindo, a mi no me gustan demasiado los idols— siento la mirada de mi novio encima—
solo me gusta Soobinie y su grupo.
Qué lindo nombre, Soobin frunce el ceño un segundo y sigue comiendo mientras responde las
preguntas de papá.
Soobin
—Y esta es mi habitación— siento que entro a terreno prohibido— puedes pasar, es seguro.
La verdad es muy distinto a como creí que sería, todo es tan rosa pastel que no parece ser de
Sooah.
—Es bonito, tienes todo muy organizado—me acerco a las estanterías— tienes muchos libros de
repostería.
Esta habitación está llena de sueños, me frustra y me molesta mucho que haya tenido que
suprimirlos para hacer a alguien feliz.
Tomo su mano, veo sus uñas, están muy cortas pero no dejan de ser bonitas, luego la miro a ella y
es inevitable suspirar.
—Puedes solo hacerlo medio tiempo, las clases son en la tarde, puedes trabajar en horario de la
mañana— insisto— vamos, están dándote la oportunidad de estudiar algo que te gusta, inténtalo.
—Gera puede esperar, aún faltan años para que pueda aplicar a la universidad y todas las
universidades son buenas, no tiene que entrar a una costosa— le digo— puedes concentrarte en
ti, darte el gusto.
—Más te vale— se empina tanto como puede— ay, no, agáchate un poco.
Lo hago.
—¿Qué...?
Oh.
Deposita un beso en mis labios. No puede ser, su boca acaba de tocar la mía.
—Es vergonzoso admitirlo, pero ese fue mi primer beso, así que espero que lo recuerdes todos los
días porque es un asunto importante.— increíble— ¿Soobinie?
🍞🍞🍞
Sooah empieza sus clases hoy, debe estar por la mitad de la jornada y yo me preocupo porque no
me responde. Cada pausa del ensayo la dedico a mirar el teléfono.
De todas maneras estamos ensayando sin Yeonjun y eso no tiene mucho sentido.
—Desde el inicio.
Repetimos, y repetimos, hasta que sin darnos cuenta, pasan dos horas más, estamos sudando y la
pausa parece demorarse siglos en llegar, observo el teléfono; nada.
—Pareces ansioso.
—¿Qué cosa?
Sooah-ssi ❤️
Soobinieee~
Y te hice pancitos dietéticos para que no sientas tanta culpa, pero me temo que tendremos que
reemplazar la coca-cola por agua :(
—Creo que tengo muchos problemas. Me gusta mucho y eso no es normal.— observo a Kai— ¿Y
tú por qué estás tan callado?
—Soy un tonto.
Soobin
—Oh.
Athena había decidido acompañarnos gracias a que se lo pedí, pero creo que no fue una muy
buena idea puesto que observa todo y pucherea como si estuviese a punto de llorar. Supongo que
sunbae era quién estaba todos los días regalandole collares y anillos ya que a ella le gustan mucho.
—No sabemos si puedes ver algún collar que pueda gustarle más.
—Anillos no.
—Vale pues, anillos no. Y ¿buscamos algún colgante de pan o algo así?
—No, algo que le guste a Sooah— comienzo— a ella le gustan las estrellas, las cosas brillantes y el
color amarillo.
—Disculpe, señor— le habla al hombre que nos atiende— ¿Tiene algo parecido a lo que acaba de
escuchar?
Él asiente, despreocupado. Camina hasta otra de las vitrinas y ahí nos tiene siguiéndolo para poder
apreciar la obra de arte que saca.
—¡La compro!
—Está preciosa, simplemente me sorprende que encuentres lo que buscas a la primera— se cruza
de brazos— yo me tardé como tres días buscando un Rolex perfecto para mí señor novio, no
encontré nada y tuve que enviar a personalizar uno.
—Me alegra que Soobin encontrara algo rápido porque la cena es pronto y no tiene más tiempo
para buscar— también me alegro, buscar regalos no es lo mío.
Mientras ellos dos hablan y el señor empaca mi regalo, recibo justamente una llamada de Sooah,
le dije que estaría un poco libre a estas horas y parece que ha aprovechado para llamarme.
A ella no le molestó tener un horario para buscarme, me alegra que sea tan comprensiva.
Esnifa, está llorando, volteo a verlos y siguen en lo suyo, así que puedo hablar tranquilo.
—¿Qué pasó?
—Llegué a casa y Kyujae estaba solo y en la puerta llorando, le pregunté que sucedía y me dijo que
Gera lo dejó solo. Dijo que Gera se fue.
—Se fue de la casa— abro los ojos sorprendido—Kyujae dijo que ella llevaba una maleta y un chico
la esperaba afuera de la casa, fui a revisar su habitación y no está su ropa— Beomgyu llega a mi
lado y me mira, le entrego la tarjeta y va pagar por mi— Kyujae le dijo que no podía irse y que no
podía dejarlo solo—llora— pero ella no le hizo caso y solo se fue.
—Lo hice, está intentando pedir permiso en el trabajo para que lo dejen salir, Hyekyo lo va a cubrir.
—Entonces llama a la policía, Gera es menor de edad aún, así que no debería ser un problema
llevarla a casa de regreso.
—B-Bien.
Intentó consolar a Kyujae, el pobrecito continúa llorando por el susto que pasó y se aferra a mi
como si así pudiese evitar que yo también lo deje solo.
Papá entra y suspira extendiendole sus brazos, él me suelta para ir con papá.
—Eres todo un campeón ¿eh? Tú solito esperaste a qué llegáramos— acaricia su cabeza,
esperando que se tranquilice— y no hiciste nada que no debías, me alegra que sigas las
indicaciones que te hemos dado.
—N-No salí.
—Muy bien, eso estuvo muy bien, no puedes estar en la calle solo.
Logra dormirlo, se levanta y lo lleva a su habitación, para cuando regresa al sofá conmigo, me
abraza igualmente, besa mi cabeza y se disculpa como si Gera hubiese decidido irse a causa suya.
—Lo que me esperaba, no pueden comenzar una búsqueda hasta que no pasen al menos
veinticuatro horas como mínimo.
Se molesta inmediatamente.
Yoosan es un sujeto de veinticuatro años del cual Gera parece muy encaprichada porque según
ella, él la apoya en todo lo que quiere hacer y la deja vivir su vida de manera divertida.
Mi teléfono suena y es Soobin, me había olvidado de llamarlo por estar ocupada con este montón
de problemas que Gera ocasionó.
—No pasa nada, estoy en un descanso de cinco minutos.— sonrío un poco, es muy atento— Dime,
fueron a la policía ¿no?
—Si, papá fue pero no pueden hacer nada porque no han pasado las horas correspondientes
desde que se fue, así que si queremos reportarla como desaparecida o algo así, debemos esperar
un mínimo de veinticuatro horas.
—Y lo más probable es que pasadas las veinticuatro horas, nos digan que hay que esperar las
setenta y dos— dice papá— dónde podría estar en setenta y dos horas.
—Le pregunté a alguien de seguridad y dijo que si con quién se fue era mayor de edad...
—Entonces dice que la policía podría actuar rápidamente si dicen que un mayor de edad se llevó a
una menor, que quizás en ese caso puedan hacer una excepción e ir a buscarla.
—No hay de qué, no puedo ir justo ahora pero, puedo intentar ayudar.
—Me parece que lo más seguro es que la inscriban en un internado de esos estrictos dónde con
esfuerzo tienen permiso de respirar.
—Creo que también podrían considerar llevarla con algún psicólogo— Yeonjun se levantó, ya
debía irse— alguien con quién pueda hablar y sacar todo ese enojo que tiene acumulado, quizás
eso sirva.
—Disculpándose como por centésima vez— Beomgyu escribe una tarjeta— ahora los papeles se
invirtieron, es él quien le deja cartas a la chica, resultó ser una trainee de source la que le enviaba
todo eso y por imprudente, ahora debe arreglarlo.
Si no tiene éxito, lo más seguro es que entre en alguna especie de depresión y la culpa lo persiga
durante algunos meses.
🍞🍞🍞
—Hola, Soo.
—Mm, hola.
—Creímos que estaría en la casa del tipo, pero no es así. Kyujae despertó y se niega a soltar a
papá.
—¿Dónde están?
—En la estación— esnifa— tú amigo ha sido de mucha ayuda, no habla casi, pero es amable y nos
ayuda a buscar.
Observo la sala, Yeonjun aún no llega y Taehyun sigue grabando sus partes, Kai y Beomgyu están
durmiendo.
—Si puedes, por favor, hazlo. Me iré a casa, solo estoy sobrando aquí y papá dice que quizás Gera
regrese.
Lo dudo mucho, pero hay que tener en cuenta todas las posibilidades.
—Te espero.
Cuando colgamos, pienso bien en a quién llamar, si llamo a Athena, tendré que rogarle una
eternidad para que me conceda el permiso y seguramente seguirá siendo no.
Si llamo a Sejin, probablemente no me conteste porque está muy ocupado.
—Hey, Soobinie.
—Bien, si.
Silencio.
—Y... ¿Necesitabas algo? No voy a salir a correr a las ocho de la noche, Soobin.
—Ew, no, el deportivo es Taehyun, yo no. Pero te llamaba para avisarte que debo salir...
Le explico lo que sucede y aunque al principio está muy inseguro, termina accediendo, yo ya me
había puesto los zapatos y abierto la puerta, voy despacio porque realmente me duelen las
piernas, el día fue duro esta vez y las prácticas se alargan mucho más de lo esperado.
Ni modo, ya me acostumbré.
🍞🍞🍞
—¿Tienes hambre?
Me ubico en el sofá y se une a mí, toma mis piernas y las estira sobre las suyas, tomó la costumbre
de hacer eso desde que sabe que me duelen, sonrío porque realmente disfruto mucho de estos
momentos, son simples, pero los valoro mucho porque son escasos, rara vez puedo ver a Sooah,
no tengo todo el tiempo que quisiera para al menos tener una tarde de películas o algo así, incluso
a veces pienso en que no es justo que tenga un novio tan ausente.
Sonríe y niega.
—Buscaste la manera de venir, eso es más que suficiente y me hace muy feliz— toma mi mano,
entrelaza nuestras manos— eres un gran chico, Soobinie, soy muy afortunada de haberte
conocido.
—¿Incluso si no nos vemos tanto?
—Incluso así, es cierto que no nos vemos todos los días o con suerte una vez a la semana pero—
aprieta el agarre— pero, cuando nos vemos, es más especial y memorable porque ambos sabemos
que pasará otro tiempo antes de poder vernos otra vez, la expectativa es lo más emocionante.
Le quiero muchísimo.
Todo iba muy bien, entré, conocí a Dan-Oh, quién no hablo mucho, solo dijo "Ho-o-ola" y supuse
que estaba nerviosa.
Aunque lo dudo porque cuando su madre le dijo que yo era un cantante ella dijo que no tenía idea
pero que si tenía toda la imagen de uno, cosa que fue muy dulce y lo tomé como un cumplido.
Observé a Sooah mientras contaba alguna de sus historias de siempre y ahí me quedé, pensando
en que me gusta mucho y en que es muy bonita cuando habla sobre lo que le apasiona.
—Deberías intentar tener tú propia repostería— Hyekyo la anima y lo agradezco porque ella está
insegura respecto al tema— Dan-Oh puede ayudarte, a ella le encantan los postres, el azúcar y
todas esas cosas, además aprende rápido.
—Sé decorar, solo eso— rió nerviosa— pero puedo ayudarte si te decides a hacerlo, tengo mucho
tiempo libre.
—Oh, si, desde que no esté trabajando en la floristería con su padre, ella puede ayudarte.
¿Floristería?
Dan-Oh.
Floristería.
Sería mucha coincidencia ¿verdad? no digo nada, me hago el desentendido y continúo apoyando
la moción para que Sooah empiece a explotar su talento.
—Soobin sería tú comprador estrella. Estoy seguro de que te haría promoción en su empresa
incluso.
Ríe.
—Renuncia. Puedes empezar desde aquí en casa mientras estudias y de esa manera avanzas.—
propongo— Inténtalo.
—Yo también puedo invertir, negocios son negocios— Hyekyo lo dice seriamente, sonríe
después— tienes mucho apoyo.
Le da un vistazo a Dan-Oh.
No habla, pero si sonríe de boca cerrada y asiente, que interesante, vino a comer y se irá con
negocio pendiente, es bueno dado que ella parece estar más familiarizada con ese tipo de cosas.
Debo hablar con Beomgyu sobre la posibilidad de que su Dan-Oh, sea esta misma Dan-Oh.
🍞🍞🍞
—Me pregunto porqué tu papá siempre nos envía a tú habitación— encoge los hombros, parece
tampoco tener idea del porqué, deja la puerta abierta y me siento a los pies de su cama— tengo
algo para ti.
Se sorprende.
—Pronto... pronto serán dos meses desde que salimos— me aclaro la garganta— dos meses y
pocos días, si contamos desde que nos conocimos.
Se sienta frente a mi, asiente, yo tomo su mano porque es difícil para mí expresar esto.
—No lo sé, no suele pasar— ríe, se cubre la boca— y no te dije nada porque quizá pensarías que
soy tonta, ya que yo si estoy marcando los días que llevamos en mi calendario.
Me voy a derretir.
—Luego.
—No~
—Bien, pero tengo que decirte muchas cosas primero. Practiqué antes de venir.
—Vale, te escucho.
Sooah
Por alguna razón que no podía explicar en el momento, me sentía muy ansiosa, Soobin es mi
primer novio y por como van las cosas, me gustaría que fuese el primero y el único.
—Sooah— se aclara la garganta— sé que lo digo mucho, pero realmente me gustas demasiado.
Fue una sorpresa muy grande conocerte, yo nunca he buscado o esperado por la persona indicada,
supongo que precisamente porque no la busqué, fue que llegó por si sola— no, voy a llorar— sé
que es poco tiempo, comparado con otras parejas que se juran amor eterno y esas cosas pero, lo
que quiero decir es que, a mí me encantaría que tuviesemos un futuro juntos dónde lleguemos tan
lejos que quizá algún día seamos parte de esas parejas que prometen amarse toda la vida.
—Soobinie...
—Ya sé lo que dirás, que somos muy jóvenes como para estar pensando en esas cosas como
eternidad y futuro— asiente repetidas veces— y en efecto lo somos, pero creo que me gusta más
esto de decir las cosas en el momento en que se sienten en lugar de esperar a que llegue un
tiempo correcto. Solo es eso, que me gustas mucho y quiero que nos gustemos por mucho tiempo
más.—pienso en que ya terminó, pero continúa—Al menos hasta que decidas terminar conmigo.
—Yo tampoco quiero terminar contigo ¿ves que estamos perfectamente así?— suelto una risita
ahogada y golpeo su hombro con suavidad— Ahora si, el regalo.
Soobin llegó en esta ocasión un poco más elegante, pero sin perder ese aire juvenil tan bonito que
lo caracteriza, del bolsillo interno de su saco saca una cajita y tengo que guardarme las lágrimas
para poder observar atenta de que se trata.
—Soobinie...
—¿Qué? ¿No te gusta? Porque si no te gusta podemos cambiarlo por uno que si te guste— lo
observa, yo estoy anonadada— Cuando lo compré pensé que en que era perfecto y-
—Lo sé, te encantan las estrellas, y los brillantes, este brilla muchísimo.— parpadea, sacándome
otra risa— En la joyería no brillaba tanto.
Me inclino, tomo sus mejillas bonitas y dejo un beso en sus labios, sonríe como un bobo y tarda en
espabilar cuando le pido que me coloque la cadena él mismo, me levanto el cabello y cuando me
asegura que ya está abrochado, me giro a verlo y sonrío gigante.
—Preciosa.
—Gracias, prometo nunca quitarmela, está hermosa.— le hago colocarse de pie e ignorando que
es demasiado alto y eso teniendo en cuenta que yo también soy alta, abrazo su cintura— Te
quiero mucho, Soobinie.
🍞🍞🍞
—¡Acabo de renunciar!— apenas coloco un pie en casa, anuncio aquello y papá emite sonidos de
celebración mientras Kyujae corre a aferrarse a mis piernas— ¿Algo nuevo que reportar?
—De hecho, si— con dificultad levanto a mi hermano, quién cada día pesa más y me acerco a papá
quien se cruza de brazos— encontraron a Gera.
—En una comisaría de Busan— ¿Qué? ¿Qué demonios hace tan lejos?— no me dijeron mucho
más, debo ir por ella y allí voy a enterarme de cómo es que resultó en otra ciudad.
—Prefiero que te quedes aquí en casa con este hombrecito y estaré llamándote para informar la
situación. Habla con Soobin y pídele que le envíe mis agradecimientos a Hyuk, fue de muchísima
ayuda su presencia y apoyo con la policía.
Eso haré, ahora a preparar todo para el regreso de Gera, aún no estoy segura de que decisiones
tomó papá al respecto, pero sea lo que sea, se hará a su manera.
Hay que hacer algo con Gera antes de que todo sea peor.
Soobin
—Se llama Dan-Oh y trabaja en una floristería. Le pregunté a Sooah y me dijo que se llamaba así
porque según su padre le quería nombrar Dandelion. Eso traduce a diente de león.
—Me niego a creer que mi posible crush sea hermana de tú novia— blanqueo la mirada— no me
malinterpretes, me agrada mucho Sooah, pero es que sería muy raro...
—¿Qué cosa?
—Pues, imagínate que termino cayendo a los pies de Dan-Oh— al menos está considerando la
posibilidad— en el hipotético caso de que eso suceda, me invitarían a cenar y tendría que verte la
cara. Sería muy raro.
—Pudo haber fingido que no me conocía, porque tartamudeó un montón al saludarme y no era
capaz de verme a la cara.
—Estabamos sentados, Beomgyu.— arrugo el entrecejo— ¡Y eso no tiene nada que ver!
🍞🍞🍞
—Te dije que no pasaba nada, solo que llevaré a Kyujae al parque para que se entretenga un
poco— oh— está aburrido y papá ya salió directo a Busan.
—¿SooSoo viene?
Los tres estamos bastante cubiertos y es que es de madrugada, son las seis de la mañana y solo a
Kyujae se le ocurre ir al parque a esta hora. Yo debo regresar a mis responsabilidades a las diez,
recién terminé de ensayar a las tres.
Me ofrece una de sus manos cuando salimos de la casa y la restante se la da a Sooah, el
guardaespaldas saluda a ambos y asiente para mí en señal de "te estoy vigilando por si acaso"
como siempre, solo que él es muy bueno pasando desapercibido así que no siento su presencia.
—Olvidé contarte— en algún momento, Kyujae nos suelta para irse saltando— me quedé toda la
noche hablando con Dan-Oh.
—¿Si?
—Si, tomamos confianza y hablamos sobre cómo podríamos empezar el asunto de los postres.
Ríe.
—Ella habló con su madre y yo con mi papá, aunque sería bueno empezar desde casa, no creo que
quiera hacerlo en la mía por el asunto de Gera, mm, no quiero que ella haga algo para... estropear
los materiales, por ejemplo.
—¿Ha pasado?— asiente, suelto un suspiro hastiado—Esto sonará horrible pero tú hermana no
puede agradarme ni un poco. Y debería agradarme o al menos sentir empatía por ella, pero no es
el caso.
—Es comprensible. De todas maneras, papá parece ya haber planeado algo, recibí una llamada
ayer, preguntaban por él para informarle sobre su solicitud de inscribir a Gera en un instituto
privado, estaría allí de lunes a viernes y los fines de semana podría regresar a casa.— eso suena
bien— Tendría un día entero de sesiones con una psicóloga que es amiga de la familia. Papá dice
que Gera necesita disciplina, que le hemos dado demasiada libertad y además debe intentar sanar
sus problemas personales, es lo último que puede hacer por ella y que una vez termine todo, era
entera decisión de ella si hacer las cosas bien o no.
Empecé a divertirme y a olvidar los pendientes cuando Kyujae y Soobin comenzaron a jugar y
cantar mientras saltaban de un lado al otro, era divertido porque Soobin a veces se comportaba
como un niño más, aquello era lo que Kyujae necesitaba, un amigo para pasarla bien.
—¡Soo!
Me hacen una seña y continúan su camino hasta la heladería, ya son las ocho y tenemos que
devolvernos.
—Calma, cariño— se ríe— déjame saludarte primero, pero, si, llegué hace un buen rato, son
apenas cuatro horas.
—Bueno, si, puede ser. Parece que estás por fuera de casa.
—Quise salir a pasear con Kyujae, Soobinie se nos unió aprovechando que tiene algo de tiempo
antes de irse a trabajar.— la verdad estoy ansiosa— ¿Y Gera? ¿Está contigo? ¿Cómo está?
—Dale mis saludos a Soobin. Y si, está justo a mi lado, continuamos en la estación de policía.—
baja un poco la voz—La encontraron en un apartamento, estaba ebria. Fue una casualidad,
estaban buscando a otra persona, a un amigo del idiota ese que se la llevó.
Me pregunto con qué clase de personas se estaba relacionando Gera. Me duele un poco el
corazón por ella.
—Entiendo...— retomo mi camino, hace mucho frío para quedarme en un solo punto— Pero ella
está bien, no está herida ni nada.
—Está bien, cariño, está bien. Un poco despeinada y somnolienta, pero está bien.— asegura, eso
me alivia— Te llamé para que puedas hablar con ella, no la llevaré a la casa.
Me confundo.
—No, hija, la llevaré directamente al instituto, sé que llamaron a casa y aprobaron su ingreso.
Pasaran unas tres semanas antes de que le den permiso para ir a vernos, así que, habla con ella
ahora antes de.
—Hola.
—Bien.
—¿Ya comiste? Es tarde para no haber desayunado.— no responde— Gera, yo... organicé tú
habitación, pensando en que vendrías a casa hoy, Kyujae me ayudó a colgar t-tus fotografías
favoritas y organizamos tú escritorio, tus libros y cuadernos— sigue sin hablar— pensé... pensé en
preparar tus pastelillos favoritos, sé que nunca me salen perfectos, pero busqué la receta y creo
que podría resultar...
—Basta...— pide, en tono suave, no suena tan a la defensiva como siempre— si saben bien.
—Lo siento.
—¿Por qué?
—Quizás debí ser mejor hermana en lugar de intentar ocupar el lugar de mamá.
Suspira sonora.
—No importa, no fue tú culpa. Supongo que Kyujae necesitaba lo más cercano a una madre y...
bueno, solo sucedió de esa manera.
—Sólo espero que tengas presente que- —tomo aire— que soy tú hermana y que no importa qué,
yo te quiero muchísimo y si puedo hacer cualquier cosa por ti, lo haré, Gera.
—Tosca.
La escucho reírse antes de pasarme con papá de nuevo, él me asegura que volverá a llamarme en
unas horas y que todo estará muy bien, además de pedirme que vaya con Hyekyo y Dan-Oh un
rato, para que no estemos tan solos en casa.
Colgué y después de respirar hondo, fui con mis chicos. Estaremos bien.
Sooah
—¡Ok!— exclamó Dan-Oh, su nariz llena de harina y mezcla para pastel— tenemos buenas y malas
noticias.
—Por supuesto— se endereza, señala el lugar— tenemos un local dónde comenzar, es pequeño,
pero bonito. También está bien situado, otra buena noticia es que logramos vender todo esto.
Aplaudimos, otra buena noticia es que podremos terminar de decorar el lugar a una hora decente,
la solución a mi alergia a las flores fue comprar ramos artificiales, Dan-Oh me enseñó a hacer
flores de papel.
Y me corté varias veces, pero valió la pena. Tenemos espacio para varias mesas que papá traerá
más tarde, vamos poco a poco, continúo estudiando de igual manera.
—Sooah— y mi antigua compañera de trabajo renunció para venir a ayudar— todo está limpio—
nos observa— menos ustedes.
Reímos, creo que tenemos azúcar hasta en el cabello. La puerta se abre y mi novio asoma la
cabeza, me alegra el día verlo, así que rodeo la vitrina mientras Dan-Oh se va atrás diciendo que se
aseará.
—¡Soobinie!
Alcanza a atraparme pues le he saltado encima, comienza a reírse mientras lleno su rostro de
besos, no le veía hace mucho y realmente me hacía muchísima falta.
Me detengo y bajo cuando detrás de él entran dos de sus compañeros de grupo, Taehyun y Kai.
—Hola— saludo, un poco avergonzada— pasen, por favor.— lo hacen riendo entre ellos y me giro
a ver a mi novio con la nariz arrugada— ¡¿Por qué no me avisaste?!
Busca mi perdón repitiendo mi nombre incontables veces en su tono de súplica que igual termina
convenciendome.
—¿Aún no abren?
—¿Y Dan-Oh?
—Atrás, luce peor que yo. Estuvimos jugando un rato y terminó en tragedia...
—¡Voy!
Le pido a Soobin que me espere aquí con sus amigos, los cuales observan con detenimiento cada
cosa que hay encima de las vitrinas, recuerdo entonces que horneé los pancitos dulces que a él
tanto le gustan y es precisamente por eso que están llamándome.
Para cuando salgo, papá llegó, hay personas colocando las mesas en el lugar y es una sorpresa ver
qué no llegó solo, Gera está con él y con Kyujae. Entiendo que no puede salir del instituto sin
autorización y acompañamiento de papá, aún así, verla me hace feliz.
Tomo un platito y dos pastelillos, me acerco hasta donde está sentada con Kyujae y le doy uno a
cada uno, sonríe un poco.
Mientras Kyujae ya está por acabarlo, ella da el primer mordisco y asiente varias veces, la punta de
su nariz enrojece y sus ojos se aguan un poco.
Observo a papá por el rabillo del ojo y este sonríe, dándome pulgares arriba, regreso a mostrador,
veo a Soobin buscando algo.
—¿Qué buscas?
—Es que, huele a pan dulce— dice, sus amigos blanquean los ojos— pero no veo ninguno en
ningún lado.
—Tres docenas de pan dulce integral para ti— contiene la respiración— con coca-cola dietética.
No te lo puedes comer todo en un solo día, comparte o guarda para los siguientes días.
—No le daré nada a Kai, ya me robó como veinte de estos.— lo acusa, se ofende— Yo lo sé todo.
Sonrío viéndolo discutir, me llena verlo contento, bien dicen que la mejor manera de llegar al
corazón de un hombre, es por medio de su estómago.
Al mío le conquistas con un poco de pan y coca-cola, aunque ya está apartado, por supuesto.
—Sabe a harina.
Fin