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UNIVERSIDAD SALESIANA DE BOLIVIA

Carrera de Derecho
La Paz - Bolivia

TRABAJO PRÁCTICO
"TIPOS DE OBLIGACIONES"
Materia: Derecho Civil

Universitario: Luz Evelyn Mamani Mamani

Paralelo: 112

Docente: Rocio Isabel Reinaga Vasquez

Fecha: 20/09/22

2022
"TIPOS DE OBLIGACIONES"

1. MARCO JURIDICO

Primeramente, se dice que la forma más básica de obligación tuvo su origen en


los pueblos primitivos en donde quien había cometido un delito, podía pagar un
precio para "compensar" el daño que había generado al agraviado.
En la civilización griega y persa de igual forma nació una responsabilidad de la
conducta delictiva, siendo el deudor el hechor, al no cumplir con lo pactado
respondía en forma de castigo o con su vida. La civilización Hindú sostenía que la
pena de muerte era la sanción adecuada para el deudor insolvente, consistiendo
en dejar de morir de hambre al deudor en la puerta de éste, así lo establecía el
código Manú.
Pues bien, generalmente, la comisión de un delito hacía surgir a favor de la
víctima o de su familia, un derecho de venganza eventualmente limitado por el
principio del talión (ojo por ojo, diente por diente), el cual, mediante una
composición podía transformarse en el derecho de la víctima o de su familia a
exigir cierta prestación del culpable o de su familia. Como garantía del
cumplimiento de tal prestación, un miembro de la familia del culpable quedaba ob-
ligatus, “atado” en la domus de la víctima como una especie de rehén, el
incumplidor permanecía en la casa del acreedor, atado en cadenas. Por tanto, la
obligación antigua era una atadura en garantía de cumplimiento de prestaciones
nacidas de los delitos.
Luego, al irse desarrollando la comunidad con el aumento de los contactos
económicos entre las domus, se presentaba, a veces, la necesidad de que un
paterfamilias prestara valores a otro, en tal caso, el acreedor quería tener una
garantía y así esta “atadura” se trasladaba del campo delictual al incipiente
Derecho Privado.
Por otra parte, podemos mencionar sobre los romanos veían el derecho de
obligaciones como parte esencial de la jurisprudencia, aun cuando desconocían
tanto el concepto de relación jurídica como el de relación obligatoria. La primera
regulación del Derecho romano de las sanciones de su insolvencia del deudor
fueron las doce tablas; concluyéndose en la época legendaria de Roma en el año
450 a.C., el cual fue aprobado por el pueblo romano. Enviaron a Grecia a diez
magistrados denominados Decenviros, quienes al regresar tenían que preparar
diez tablas. Resultando un triunfo para la plebe, porque todo el pueblo tendría un
código y así no estar sometido a las costumbres o la voluntad de un rey, de las
doce tablas la tercera regula los créditos y la sanción dura contra el deudor.
En las Instituciones de Justiniano en el año 533 a.C., se dio la primera definición
de obligación: “La obligación es el vínculo por virtud del cual una persona
denominada deudor, se encuentra constreñido a ejecutar algo a favor de otra
persona, denominada acreedor, de acuerdo a las leyes de nuestra ciudad”.
Surgiendo el nacimiento del término “obligación” nació en Roma en los tiempos
arcaicos, dentro de la regulación de los delitos, en cuanto a su denominación
“obligatio” se integra por prefijo “Ob” que significa: por causa, en virtud de,
alrededor de; y por la raíz “ligatio” expresa atadura, ligamen, por lo tanto, esta
palabra daba a entender que un “hombre libre” a causa de una deuda quedaba
ligado o vinculado a su acreedor” hasta el pago o cumplimiento.
La concepción romana de la obligación, contemplada ésta en su estructura
interna, se caracteriza por:
 Un rígido sentido formalista, que llevó a proclamar como fundamental el
principio de que no bastaba el acuerdo de voluntades para crear la
obligación, sino que para su nacimiento era necesaria una forma concreta.
 Un exageramiento del punto de vista subjetivo, que llevó a ver en la
obligación un vínculo entre dos personas: un determinado acreedor y un
concreto deudor.
 Y porque la responsabilidad por incumplimiento era personal hasta pasar,
más tarde, a ser patrimonial. En el viejo Derecho Romano la obligación era
la sujeción en que se colocaba a una persona libre para garantizar la deuda
que había contraído ella misma o por otra persona.

Los elementos esenciales de la obligación. - son aquellos factores


indispensables para su configuración, sin los cuales no es posible concebir su
existencia

1) Sujeto: Los sujetos de la obligación son las personas que aparecen


vinculadas por dicha relación jurídica. Toda relación debe tener por lo menos
dos sujetos, Es esencial por que no puede existir obligación si falta algunos de
ellos:
Sujeto Activo: En el polo activo encontramos al acreedor, titular del derecho de
crédito; al acreedor le pertenece el derecho de exigir del deudor la prestación
que es objeto de la obligación.
Sujeto Pasivo: En el pasivo se halla el deudor sobre quien pesa el deber de
prestación, es la persona que está obligada a procurar al acreedor del objeto
de la obligación. Pueden ser sujetos únicos o múltiples, pueden existir varios
acreedores y deudores esto no impide que funcione la obligación, la pluralidad
puede ser tanto de acreedores, como de deudores.
2) Objeto: Es la cosa o hecho sobre el cual recae la obligación contraída. Es la
prestación prometida por el deudor, puede apreciarse el objeto designado
también con la expresión “obtenida de la obligación o prestación”, este
concepto resulta claro cuando se trata de obligaciones de hacer o no hacer
aquí el objeto es exclusivamente una conducta humana y en las obligaciones
de dar el objeto es la cosa prometida.
Los objetos de los actos jurídicos deben ser cosas que estén en el comercio o
que por un motivo especial no se hubiese prohibido que sean objeto de algún
acto jurídico o hechos que no sean imposibles, ilícitos, contrarios a las buenas
costumbres o prohibidos por las leyes o que se opongan a la libertad de las
acciones o de la conciencia o perjudiquen los derechos de un tercero.
• Debe ser determinado, se debe precisar cuál es la cosa o hecho
debido.
• Debe ser posible, nadie puede ser obligado a pagar o hacer algo
imposible.
• Debe ser lícito, todo hecho contrario a la ley anula la obligación.
• Debe estar en el comercio.
• Debe ser conforme a la moral y a las buenas costumbres.

3) Vínculo o Relación Jurídica: El vínculo es la obligación misma, es la liga o


relación que se crea entre los sujetos en el momento en que pactan y que se
prolonga o no el tiempo, según la naturaleza de la obligación.
“Que permite la coherente actuación de los elementos ya descritos de las
obligaciones y de sus consecuencias jurídicas. Otorga a esa relación la
expresión de coercibilidad como elemento esencial del derecho positivo y que
hace a la diferencia con las obligaciones morales o de trato social”.
La relación jurídica, es el vínculo que se establece entre los sujetos que
intervienen en la obligación, es decir, el acreedor está facultado para acudir al
juez con el objeto de hacer cumplir por parte del deudor la prestación. La
relación jurídica se reduce a la facultad que tiene el acreedor de poder exigir al
deudor que cumpla, y la situación del deudor de debe cumplir con la
prestación de su acreedor.
El vínculo jurídico recae sobre las partes de la relación, permite dar sustento a
la idea de que el acreedor y deudor están en posiciones jurídicamente
equivalentes para el derecho, no comprende a terceros ni los alcanza. El
vínculo jurídico no solo recae sobre la propia persona del deudor,
imponiéndole deberes, cargas o sobre ciertos actos del mismo. Sino también
al acreedor, sobre quien pesa el deber de cooperar para que el deudor pueda
cumplir con la obligación y liberarse.
La clasificación de las obligaciones. - Por la naturaleza del objeto las
obligaciones se clasifican en:
• Obligaciones de dar.
• Obligaciones de hacer.
• Obligaciones de no hacer
Bajo el mismo criterio se clasifican en:
• Obligaciones pecuniarias.
• Obligaciones simples.
• Obligaciones compuestas (conjuntivas y alternativas)

PECUNIARIAS

“Las obligaciones dinerarias son aquellas que tienen por objeto dar o entregar una
suma de dinero, transmitiendo al beneficiario o deudor de dicha cantidad, el
derecho de propiedad sobre la misma”
Sobre este particular, es indispensable consultar la opinión de Hinestrosa, según
la cual se trata de “aquellas obligaciones cuya prestación consiste en dar entregar
(transferir) una cantidad de unidades monetarias y que son, sin duda, las más
universales y frecuentes de todas”.

Como características principales de las obligaciones pecuniarias tenemos las


siguientes:
• La obligación pecuniaria es el supuesto de obligación genérica por
excelencia.
• Nunca podrá tener lugar la extinción de la obligación pecuniaria por
imposibilidad sobrevenida, ya que siempre existe dinero idóneo para su
cumplimiento: el dinero, técnica y genéricamente hablando, nunca perece.
• Sólo hay una obligación pecuniaria propiamente dicha cuando tenga por
objeto la entrega de una determinada cantidad de dinero cuyo único
requisito sea el de tener curso legal, es decir, servir como medio general y
liberatorio de pago, por imponerlo así la ley.
• Que suelen dar lugar a la prestación de un interés, o cantidad a la que
tiene derecho el acreedor como rendimiento de capital que se le adeuda,
fijado en proporción a éste y al tiempo por el cual está privado de su
utilización.
• Que su incumplimiento devenga automáticamente interés como
indemnización, ya sea el pactado o el legal, porque siendo el dinero un
bien productivo, la mora o el impago produce siempre perjuicio al
acreedor.
• La indemnización por incumplimiento de la obligación pecuniaria
consistirá, salvo pacto en contrario, en el pago de intereses y el pago de
daños y perjuicios.
Como problemática de estas obligaciones tenemos lo siguiente:
• Los intereses y el problema del anatocismo.
• La devaluación monetaria, donde se enfrentan como soluciones posibles
las teorías nominalista y valorista

Dentro de las obligaciones pecuniarias podemos mencionar que existen las


siguientes clasificaciones según el momento de liquidez de esta, pueden ser:
• Deudas de moneda individual: tiene por objeto moneda/s individuales
contempladas como bienes muebles preciosos.
• Deuda de especie monetaria: deuda de suma de dinero, con
especificación de las piezas monetarias en que debe efectuarse el pago.
• Deuda de suma de dinero: deuda de una cantidad de dinero cualquiera
que sea la especie monetaria en la que ésta se materialice, lo cual implica
que el cumplimiento es siempre posible y que su incumplimiento ocasiona
un daño perfectamente medible que se puede establecer y liquidar
automáticamente.
• Deudas de dinero: el dinero opera como medio de cambio de cosas o
servicios. La prestación del deudor consiste en una determinada cantidad
de dinero, o unidades monetarias por ejemplo (Bs. 100 - cien bolivianos).
• Deudas de valor: el dinero opera como medida de un valor. El dinero actúa
como equivalente de otros bienes o servicios queridos o habidos por el
acreedor desde el momento en que éstos no pueden ser entregados al
mismo o éste se ve privado de ellos. La suma de dinero no se encuentra
determinada en el título constitutivo de la obligación y se determina a
posteriori como referencia al valor de otro bien.
“Hay deuda de dinero siempre que alguien esté obligado a entregar una
determinada suma a otra persona. En las deudas dinerarias, el objeto de la deuda
es la moneda misma, un determinado monto de medios de pago; la cantidad
debida se encuentra originariamente determinada en una suma de dinero”
Dentro de las funciones que cumple el dinero tenemos las siguientes:
• Económicas
• Jurídicas
En efecto la obligación pecuniaria es primaria o estipulada desde su origen en
dinero, o subrogada, en consecuencia, de la inobservancia de una prestación
diferente por decaimiento del interés creditorio en su expresión genuina o por
imposibilidad, ya natural, ya jurídica, de su exigencia in natura.
Por ejemplo, en la destrucción o deterioro fundamental de la cosa debida, en su
salida del comercio o en la incapacidad, pérdida, supresión o suspensión del
poder dispositivo del deudor y, en general, en todas aquellas situaciones en que la
prestación in natura no es susceptible de cumplimiento por actos u omisiones
imputables al obligado o a las personas por quienes es responsable y, aun, por
casus o vis asumidos legal o negocialmente, en donde, la obligación subsiste y se
perpetúa en su estimativo o equivalente monetario.

NATURALES

Obligaciones naturales son las que, fundadas sólo en el derecho natural y en la


equidad, no confieren acción para exigir su cumplimiento, pero que, cumplidas por
el deudor, autorizan para retener lo que se ha dado por razón de ellas.
Se trata de obligaciones anormales, pues no parece jurídico hablar
de obligación o de derecho sin acción para obligar al deudor a cumplir. Pues
precisamente lo que define la obligación desde el punto de vista jurídico es
la posibilidad del acreedor de compulsar al deudor a darle cumplimiento o, en
su defecto, a pagar la indemnización correspondiente. Pero no están desprovistas
de toda protección jurídica, ya que si el deudor ha pagado voluntariamente (única
vía concebible desde que el acreedor no puede compulsarlo)
el acreedor tiene derecho a retener lo pagado.
Se afirma que la obligación natural es reconocida por el Derecho únicamente
cuando se cumple, no antes; dicho de otra forma, la obligación natural no existe
como tal mientras no haya una atribución patrimonial, pero hecha la atribución, el
Derecho la va considerar justificada por un principio ético o moral, de forma que
esa atribución va a quedar consolidada.
En el caso de la prescripción, la obligación nace como civil, plenamente válida,
pero al carecer de acción no es exigible. Entonces ya no estamos ante una
obligación, ni civil, ni natural, ni de ninguna otra naturaleza, pues si no existe
exigibilidad es porque el vínculo jurídico ha desaparecido. Y si no existe vínculo
jurídico, tampoco existe obligación. Lo que queda, como expresamos al analizar la
naturaleza jurídica de la obligación, es un deber jurídico con contenido patrimonial,
que quien tuvo la condición de deudor puede cumplir o no. Ello dependerá,
exclusiva y soberanamente, de su voluntad Si cumple lo hace porque sus
sentimientos íntimos lo impulsan a ello; porque existe un deber moral, un deber de
conciencia, que quiere satisfacer. Y por eso la ley le veda la posibilidad de exigir la
restitución de lo pagado.
En cuanto a las obligaciones naturales, la cuestión es algo más compleja: aunque
carece de acción jurídica para ser exigida, por sus características no debe
confundirse con el simple deber moral, en la medida que sí produce una serie de
efectos jurídicos (Efectos de las obligaciones naturales).

El más habitual es el del principio de la retención de lo pagado, es decir la facultad


del acreedor de retener cuanto el deudor le haya espontáneamente pagado.
Además, una obligación natural puede oponerse al acreedor que exige el
cumplimiento de una obligación civil, y por otra parte puede ser convertida de natural
a civil por medio de la llamada ‘novación’. En ocasiones, se garantizan estas
obligaciones naturales por medio de la constitución de un derecho de prenda o
hipoteca. La mayoría de los Códigos civiles establecen particularidades respecto a
las diferencias entre las clases de obligaciones naturales y las obligaciones
civiles. Es habitual que se enumeren los casos de las obligaciones civiles, siendo
frecuente hallar allí:

• las contraídas por personas relativamente incapaces (que no han tenido


suficiente juicio y discernimiento);
• las que proceden de actos que carecen de las solemnidades que la Ley exige;
• las que se extinguen por la prescripción;
• y las desestimadas judicialmente.

La doctrina entiende que del Código Civil puede desprenderse la existencia de dos
tipos de obligaciones: la obligación perfecta y obligación imperfecta o anormal, de
efectos más débiles a la que se denomina obligación natural para distinguirla de la
obligación jurídica perfecta u obligación civil.
En efecto, el caso de las deudas de juego origina una controversia sobre su
caracterización como obligación natural, pues mientras unos afirman que son
deudas de honor y de conciencia, y por tanto su pago es el cumplimiento de una
obligación natural, en cambio otros sostienen que no se trata de obligación natural,
sino que se rechaza la acción por su causa inmoral explicándose la no repetición
en caso de pago voluntario, por la regla neino auditur propriam turpitudinem
allegans, que produce el mantenimiento de la situación creada por el acto inmoral
o ilícito de que se trate (in pari causa turpitudinis cessat repetitio)

PROPTER-REM

Las obligaciones propter rem son aquellas derivadas de la titularidad de un


determinado derecho real. Literalmente, las obligaciones "a causa de la cosa"
existen como consecuencia de un derecho real previo .
Esta figura jurídica suele estudiarse desde la perspectiva de las obligaciones de
hacer impuestas por derechos reales (derechos reales in faciendo). Aún cuando
normalmente el contenido del derecho real es puramente negativo, pues sólo
impone a los extraños a él, o sujetos pasivos, obligaciones de no hacer o de sufrir
el derecho real del otro. Las obligaciones propter rem son las que generan a cargo
del obligado un auténtico deber de prestación, como cualquier otra relación
obligatoria. Su particularidad se halla fundamentalmente en que el sujeto pasivo
de esa obligación se individualiza por su posición jurídica: titular de un derecho
real sobre una cosa (dominio o ius in re aliena). Quien ostente en cada momento
esa posición es el obligado a ejecutar la prestación. También desde el lado del
acreedor concurre aquella nota frecuentemente. Así, por ejemplo, en materia de
servidumbres permite el artículo 599 del Código Civil que el dueño del predio
sirviente se obligue, al constituirse la misma, a costear las obras necesarias para
su uso y conservación.

Existen distintas corrientes de opinión al respecto.


a) Según algunos, se trataría de una categoría híbrida, intermedia entre los
derechos reales y las obligaciones, que tomaría de éstas el contenido del vínculo y
de aquéllos la circunstancia "de que tal vínculo no se establece entre personas
determinadas, sino entre quienes revisten la calidad de titulares de una relación de
derecho real o posesoria respecto de alguna cosa, tanto en el aspecto activo
(acreedor) como pasivo (deudor)".
b) Otros, en cambio, la aproximan fuertemente a los derechos reales, y consideran
que serían una especie del lado pasivo de los llamados derechos reales in
facendo.
c) Finalmente están quienes, en posición que compartimos, sostienen que las
obligaciones propter rem son relaciones obligatorias de carácter legal y que, más
allá de sus particularidades, quedan alcanzadas por los principios rectores de
éstas, en particular el que sustenta la responsabilidad ultra rem

Las obligaciones "propter rem" se caracterizan consiguientemente por:

 a) Accesoriedad de una determinada titularidad jurídico-real;


 b) Especial designación del sujeto pasivo, a través de la titularidad de un
derecho real;
 c) Renuncia y abandono liberatorio;
 d) "Transmisión del derecho real", sin que sea preciso una especial
voluntad encaminada a producir la transmisión pasiva de la obligación, sino
que basta la voluntad de transmitir el derecho real para que a tal
transmisión acompañe la de las obligaciones.

En todo caso, se trata de obligaciones que se observan con bastante frecuencia


en el tráfico jurídico. Pueden mencionarse varios ejemplos: son
obligaciones propter rem las que tienen los comuneros en razón de compartir la
propiedad de una cosa, así como algunas obligaciones que nacen del dominio y
que nuestro Código Civil calificó como “servidumbres legales”, entre ellas
destacan las obligaciones que nacen de la medianería. También el usufructuario
es obligado a pagar las obligaciones usufructuarias que afecten la cosa. En la
copropiedad inmobiliaria son múltiples las obligaciones que nacen sólo por el
hecho de ser propietario de una unidad, entre las cuales está la de pagar los
gastos comunes. Las obligaciones propter rem operan también en el campo del
derecho público: así, el impuesto territorial obliga al propietario del bien raíz afecta
y las multas que se cursan por infracción a las reglas del tránsito afectan al
propietario del vehículo, aunque no fuera el conductor que cometió la infracción.

CONDICIONALES Y A TERMINO

1. Obligaciones puras
Las obligaciones puras, son aquellas exigibles inmediatamente por no estar
sometida su eficacia a ningún elemento accidental, como la condición o el término.
2. Obligaciones condicionales
Por el contrario, son obligaciones condicionales aquellas cuyo cumplimiento
depende de un suceso incierto, que no se sabe si se va a producir (1113 CC). Es
condición que sea un suceso futuro e incierto.
3. Obligaciones a plazo
Por otro lado, las obligaciones a plazo sólo son exigibles cuando el día llega (1125
CC). La diferencia primordial entre plazo y condición es precisamente la certeza o
no de que el día vaya a llegar. Es término siempre que dependa de un certus
an ya sea certus quando (11 de noviembre) o incertus quando (cuando muerta
Pepito).
Pero es condición cuando la eficacia depende de un incertus an,
independientemente de que sea certus quando o incertus quando.
La condición es perfectamente admisible siempre que no se superen los límites de
la autonomía de la voluntad en cuyo caso se produce el efecto “vitiatur et vitians”
artículo 1116 CC por el que las condiciones imposibles, contrarias a las buenas
costumbres y las prohibidas por la ley anularán la obligación que de ellas
dependa. (*imposible: no improbable o difícil).

 Positivas: Se trata de que se cumpla un suceso


 Negativas: Se trata de que no se cumpla un suceso
 Suspensivas: Si suspenden la eficacia
 Resolutorias: si la obligación despliega una eficacia que se resolverá
cuando se cumpla la condición
 Modificativas: si simplemente modifican la eficacia o el contenido de la
obligación.
Suspensivas y Resolutorias suelen ser dos caras de la misma moneda: A le tiene
que dar el paraguas a B si mañana llueve. La posesión de A se resolverá si llueve
mientras que el derecho de B está suspendido y es una expectativa hasta que se
cumpla la condición.

Las obligaciones condicionales pueden ser clasificadas atendiendo a varios


criterios:
a) Por la forma en que figuren en el negocio jurídico
Las condiciones pueden ser expresas y tácitas, según que las partes de un modo
claro y terminante manifiesten que subordinan el negocio y, por ende, la obligación
que nazca del mismo al acontecimiento que integra la condición o quepa inferir o
deducir esta voluntad por vía de interpretación.
La más importante de éstas es la condición resolutoria tácita objeto de estudio en
las obligaciones recíprocas.
"En cualquier caso, como declara la sentencia de 30 de abril de 2010 (rec. 677 de
2006), el art. 1255 del CC "permite a las partes contratantes tipificar determinados
incumplimientos como resolutorios al margen de que objetivamente puedan
considerarse o no graves o, si se quiere, al margen de que conforme al art. 1124
del CC tengan o no trascendencia resolutoria"".
b) Por sus efectos
Las condiciones se clasifican en suspensivas y resolutorias.
Son condiciones suspensivas aquellas en las que se subordina la eficacia del
negocio jurídico a la realización del acontecimiento que determina la condición.
Son condiciones resolutorias aquellas que producen el cese del negocio jurídico y,
en consecuencia, el cese los derechos y obligaciones que de él dimanen desde el
instante en que se verifica aquel acontecimiento.
c) Por la naturaleza del suceso
Pueden ser positivas o negativas.
Las obligaciones están sujetas a condición positiva cuando se requiere la
realización de un hecho para que cambie el estado actual de las cosas.

CONCLUSIONES

Primeramente, como dijimos las Obligaciones Pecuniarias son aquellas


obligaciones que desde su origen tienen por objeto la entrega de sumas de dinero.
En nuestro país las obligaciones pecuniarias están reguladas por nuestro Código
Civil en su artículo 404 que dice: “(Deudas de Sumas de Dinero) Las deudas
pecuniarias se pagan en moneda nacional y por el valor nominal de ella. Por otra
parte, las obligaciones propter rem son verdaderas obligaciones y deben ser
distinguidas de ciertas relaciones reales con las que frecuentemente tienden a ser
confundidas, con peligroso oscurecimiento de nuestra temática; en particular con
las cargas reales y los deberes inherentes a la posesión.

la reforma limita la obligación propter rem de pagar las multas empadronadas


asociadas a un vehículo en caso de compraventa, haciendo responder únicamente
al comprador cuando la respectiva multa aparezca en el certificado emitido a la
fecha de celebración del contrato a requerimiento del propietario vendedor, por
exigencia del notario que autoriza el instrumento en el que consta el acuerdo
contractual.
Las obligaciones puras nacen por el mero hecho de serlo. Es decir, no necesitan
ningún otro supuesto.
En cambio, las condicionales requieren otros acontecimientos para que puedan
llevarse a cabo.
Y en el caso de las alternativas, existe un derecho de elección para llevar a cabo
la prestación necesaria para el cumplimiento de la obligación

BIBLIOGRAFIA

 Ley 23 de 1991.
 Decreto 1818 de 1998.
 Ley 446 de 1998.
 Ley 640 de 2001.
 CANDELA CARBAJAL ALDO MARTÍN (Los intereses por incumplimiento
de las Obligaciones Pecuniarias Gestión 2009).
 https://www.ejemplos.co/10-ejemplos-de-obligaciones-civiles-y-
obligaciones-naturales/#ixzz7fU7CclZR
 https://corraltalciani.wordpress.com/tag/obligaciones-propter-rem/

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