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- AÑO XLVII - Nº 520

PSICOLOGICA
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Jorge Garaventa - Claudio Edelstein - Elena Scherb


Hernán Altobelli / Gabriela Giorla - Claudio Spivak
Eduardo Smalinsky - Lila María Feldman
Página 2 • Julio 2022 Actualidad Psicológica

Las prácticas “La práctica es una libertad conquistada con renova-


dos esfuerzos. Está alimentada por una teoría princi-
pal o por un ensamble de teorías. En general, los psico-
oría de género y las diversidades, para citar algunas de
las posibles interpelaciones.
Palomero Pescador (3) nos presta un esquema bá-
analistas que escriben artículos y libros tienden a sico que por supuesto reclama complejización pero
pensar que están en la buena senda, que el verdadero que es válido como recordatorio y punto de partida:

en psicoanálisis es el propio sea porque es “ortodoxo”, sea


porque es condescendiente. Y es inevitable que sea así,
pues, de otro modo, uno no escribiría y se limitaría a
(Freud) “Elaboró, una compleja teoría de la perso-
nalidad, conformada por cinco grandes sistemas: 1) El
descriptivo: consciente, preconsciente e inconsciente; 2)
enlistar interrogantes. Un escrito es una respuesta. El estructural: ello, yo y superyó; 3) El dinámico: eros y

psicoanálisis, Cierra el campo hasta que otro escrito


lo vuelva a abrir”. Luis Hornstein (1)
thanatos; 4) El económico: principios del placer, de la
realidad, de la repetición y de la constancia; y 5) El ge-
nético: etapas oral, anal, fálica, de latencia y genital”.
“El Psicoanálisis muestra una avanzada de la civili- Una aclaración necesaria. Freud nunca habló de
zación sobre la barbarie. Restaura la idea de que el Thanatos. No encontramos dicho vocablo en su obra.
una y otra vez hombre es libre en lo que respecta a su palabra y de
que su destino no está limitado a su ser biológico.
Introduce el concepto en 1920 en “Más allá del prin-
cipio del placer” (4) y se refiere siempre a “pulsión de
Debería también en el futuro ocupar el lugar que le muerte”. No es un concepto propio. Lo toma de la psi-
corresponde, al lado de las otras ciencias, para lu- coanalista rusa Sabina Spielrein que lo desarrolla en
char contra las pretensiones oscurantistas que apun- su altamente recomendable obra “La destrucción
Jorge Garaventa tan a reducir el pensamiento a una neurona o a como causa del devenir” (5). Freud no lo calca. Lo re-
confundir el deseo con una secreción química”. crea sosteniendo su esencia y lo sostuvo hasta el final
Élisabeth Roudinesco (2) de su obra.
En palabras de la psicoanalista chilena Paulina

E
ste no es un escrito sobre la vigencia Corsi:
del psicoanálisis, aunque la estruc- “Este aporte teórico ha encontrado gran resistencia
tura gramatical de la negación nos en el mundo psicoanalítico, suscitando oposiciones más
tiente a pensar que tal vez sí. Hace o menos categóricas provenientes de distintas líneas de
rato que hemos abandonado el pensamiento dentro del psicoanálisis. Para algunos au-
campo de las controversias acerca de su actualidad. tores el concepto de pulsión de muerte ha permitido una
No está en dudas eso. La contundente presencia en las comprensión más profunda de los fenómenos agresivos
prácticas particulares e institucionales nos releva de en la vida mental, incluida la autodestrucción y el su-
ello. De lo que se trata es de poder pensar el psicoa- frimiento del individuo, mientras que para otros resulta
nálisis hoy, las diversas formas que toman aquellas, y una visión meramente especulativa, cargada de contra-
confrontar sus pertinencias. dicciones internas e innecesaria desde el punto de vista
A pesar de los pesares, nos negamos a pluralizar clínico”.
la denominación freudiana. Lo que remite a la marca La llegara a la pulsión de muerte por parte de
en el orillo no son las formas de las prácticas sino la Freud está ligada a su intento de comprender la agre-
estructura de escucha e interpretación, más cabal- sividad, la agresión en sus distintas formas violentas,
mente, los modos de la intervención disparados desde pero también algunos fenómenos en la clínica que se
una concepción particular de aparato psíquico que antojaba que iban más allá de las formas clásicas y ya
contempla al Inconsciente como conductor inapela- explicitadas de los mecanismos de defensa del Yo o la
ble. Nos plantamos en la concepción de sujeto suje- puja entre las distintas instancias. La reacción tera-
tado por el Inconsciente y su fatal tensión inter péutica negativa y la compulsión a la repetición, co-
instancias. Porque no hay paz en el Sujeto que conce- bran claridad a partir de allí.
bimos, y ese es su motor. A partir de estas cuestiones y la realidad social im-
Seguimos hablando entonces de “el psicoanálisis”, perante, con el reinado del pasaje al acto y sin un Otro
sin esquivar las controversias, como por ejemplo la que ponga freno, es difícil pensar el ejercicio del psi-
del sinceramiento póstumo de Lacan cuando desde coanálisis hoy sin el concurso de la pulsión de muerte
el púlpito caraqueño, mirando a los americanos, e en nuestro bagaje conceptual. Volveremos sobre esto.
desmarca de aquel a quien llama su maestro.. Paula Corsi agrega:
Claro que el decir del francés no fue inocente. Fue “En lo personal, 1920 imprimió dos duros golpes a
un acto político con consecuencias complejas. Era un Freud. El primero fue la muerte de Anton von Freund,
ejercicio más de su juego intrincado de agitar y calmar paciente y amigo de Freud, a quien sentía muy cercano.
en un solo acto las aguas de un mar enfurecido. Fue Freud lo acompañó en su agonía bajo un fuerte vínculo
un acto de establecer baza y propiedad sobre lo laca- transferencial. De acuerdo a Jones, Freud encontró en
noamericano. En ese acto se colocó a la diestra del este dolor un motivo para su envejecimiento. Apenas se-
Señor, o colocó al Señor a su diestra. pultado Von Freund, Freud recibió la terrible noticia de
Las puestas en escena son astringentes, convocan la grave enfermedad de su hija Sophie, quien, azotada
la atención toda con su presencia. Si no nos encandi- por la gripe española, murió en enero de1920 a la edad
lamos, podemos avanzar hacia los procesos que nos de 26 años.”
pueden dar pistas más fundadas acerca de alguna ver- “Freud se esforzó por desvincular sus pensamientos
dad posible. acerca de la pulsión de muerte del duelo por su hija Sop-
No vamos a centrarnos en aquella controversia, hie, argumentando que “Más allá del principio del pla-
sino en la pregunta esencial: ¿Cómo se analiza hoy cer” (1) se encontraba prácticamente terminado ya en
con los legados que Freud y Lacan, entre otros y otras 1919, salvo por los aspectos referentes a la vida de los pro-
nos dejaron? tozoarios. Entonces Sophie gozaba aún de buena salud.
En el camino se delinearán trazos acerca de qué es Freud intentó evitar la asociación entre la muerte de su
el psicoanálisis hoy, en esencia y actualización. Un psi- hija y sus nuevos planteamientos, temiendo que esta re-
coanálisis puesto en jaque por las neurociencias, la te- lación quitara peso teórico a sus postulados. A pesar de
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sus esfuerzos, diversos autores han entendido sus elabo- sin alterar la estructura y coherencia de un corpus que Freud nunca esquivó estos temas. Cuando cuenta
raciones en torno a este tema como una especulación se fue solidificando a partir de la dialéctica de sus pro- la historia del movimiento psicoanalítico habla de sus
azarosa, fruto de un pensamiento desasosegado por el pios cuestionamientos. exigencias. Reivindicó la necesidad de tener mano
dolor, sin considerar la evolución de sus concepciones ni Hablamos de un Freud riguroso pero no rígido. firme en la defensa del corpus conceptual, al menos
los diecinueve años posteriores de trabajo intelectual en Podía poner bajo la lupa de la revisión propia y ajena hasta que este esté consolidado y no se arriesgue su
los que sostuvo permanentemente esta posición”. todas sus premisas. Pero había una exigencia de en- esencia.
Relativizar o negar la pulsión de muerte no es un samble conceptual. Además de la profusa correspon- No han sido pocos estos movimientos de acomo-
acto sin consecuencias. No fue un agregado. La escri- dencia, hay otros observatorios acerca de la dación, No todos tuvieron la misma trascendencia
tura freudiana lo venía reclamando. Fue la pieza que construcción del Psicoanálisis. Las actas de la Socie- pero modificaron las prácticas: el abandono del mé-
completó el rompecabezas y permitió comprender su dad Psicoanalítica de Viena, las famosas reuniones de todo catártico, la concepción de realidad psíquica y
clínica cabalmente. los miércoles, constituyen un mirador de privilegio. fantasía para reemplazar la preponderancia de expe-
Luego, otros desarrollos no hubieran sido posi- Allí la generosidad de Freud queda expuesta, como riencias concretas, la segunda tópica, la incorporación
bles. Melanie Klein, por ejemplo, sostiene el grueso de también en el hecho, luego corregido, de conceder ex- de la pulsión de muerte y otros. La casuística en su
su teoría en la defusión de la pulsión de muerte. Sin cesiva responsabilidad creativa sobre sus descubri- propia obra nos permite vislumbrar que lo novedoso
ella es imposible entender la posición equizo para- mientos a otros. Lo hizo con Flechner y con Breuer, complementó con contundencia pero no desterró lo
noide y toda su fantasmática de destrucción materna. para traer apenas dos ejemplos. que lo precedía.
Volviendo a Palomero Pescador, éste intenta mos- Adoptó e incorporó a su teoría, numerosos apor- Desde entonces, periódicamente los analistas se
trar que la vigencia de la disciplina alcanza aún a las tes de sus discípulos. Aquello que rechazó, o de lo que preguntan acerca de las prácticas y sus formas con-
neurociencias, en auxilio de lo cual trae una cita de necesitó diferenciarse eran sencillamente desvíos temporáneas.
Mark Solms: “la cartografía neurológica reciente tiene doctrinarios. Cuando Lacan rompe lanzas con la IPA, Asocia-
bastante correlación, en líneas generales, con la concep-
ción freudiana. Los centrales tallo cerebral y sistema lím-
bico -responsable de los instintos pulsiones corresponden
aproximadamente al ello de Freud. La región ventral del
córtex frontal, controladora del pensamiento consciente
de sí, y el córtex posterior, que rige las representaciones
del mundo externo, equivalen al yo y al superyó”. (7).
Hugo Bleichmar abona ese sendero:
“Contrariamente a lo que cierta literatura de orien-
tación biologista intenta hacer creer, los hallazgos recien-
tes de la neurociencia, lejos de entrar en contradicción
con las principales tesis psicoanalíticas, ofrecen, en cam-
bio, un sólido apoyo a las mismas. Los descubrimientos
sobre el doble procesamiento cognitivo y emocional, uno
inconsciente, automático, de respuesta inmediata, de-
pendiente de los sistemas subcorticales (básicamente, de
la amígdala cerebral y núcleos del llamado lóbulo lím-
bico) y otro que es consciente, y pasa por la corteza cere-
bral, muestran que la tesis del inconsciente como
radicalmente diferente de la conciencia ya no es sola-
mente defendida por los psicoanalistas. Neurocientíficos
de la talla de LeDoux, Damasio, Bechara, Cahill, Gaz-
zaniga, entre otros, aportan pruebas de la importancia
de los procesos inconscientes. Se ha abierto un diálogo
entre psicoanalistas y neurocientíficos en el que los par-
ticipantes, sin abandonar sus respectivos dominios de
pertinencia, tratan de ver cómo el trabajo colaborativo
permite entender mejor la complejidad del funciona-
miento mental, en especial el entrelazamiento entre, por
un lado, el nivel simbólico de la mente humana, mar-
cada por los discursos, por el lenguaje, por las identifica-
ciones, por las relaciones con los seres significativos, y, por
el otro, los procesamientos cognitivos y emocionales in-
fluenciados por las estructuras neurohormonales”. (8).
No obstante, hasta aquí llega nuestro acompaña-
miento. En lo profundo auguramos veredas distintas
de tránsito entre el Psicoanálisis y las neurociencias.
Para caminar juntos se necesita identidad en la con-
cepción de Sujeto, y ahí, definitivamente, se bifurcan
los caminos.
La preocupación por las prácticas es inherente al
psicoanálisis desde su fundación.
Freud tenía una mirada rigurosa sobre sus propios
desarrollos y las prácticas concomitantes, pero ello fue
ajeno a la rigidez. Las revisiones que el maestro encaró
nunca fueron livianas. Establecieron premisas de mi-
radas, escuchas e intervenciones novedosas que tuvie-
ron que ver con lecturas de su propia clínica.
Momentos centrales que sacudieron el esquema
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ción Internacional de Psicoanálisis, o la IPA con hay un goce que parasita al sujeto, produciendo mani- entorno? Conciencia lúcida que reclamaba desasirse de
Lacan, parte precisamente de esa pregunta contextual festaciones indeseadas de toda índole: bulimias, obesi- las repeticiones dogmáticas de las teorías para enfren-
denunciando que las prácticas estaban anquilosadas dad, adicciones de las más variadas. Pero en otras tarse con el mundo externo del cual provienen los estí-
y habían perdido las aristas filosas de la construcción ocasiones cuando la represión logra imponerse y la pul- mulos capaces de vulnerar la coraza defensiva. Quizás
freudiana. Con el correr de los años comprobamos sión queda refrenada los síntomas de quienes acuden a el escaso protagonismo de los datos históricos en la cons-
que esa crítica alcanzaba al propio Freud. (9) nuestra consulta son otros: inhibiciones, impotencia, fri- trucción de trabajos teóricos y técnicos no haya sido
Centrémonos en un aporte de alta vigencia: La clí- gidez y todo tipo de dificultades para el goce. (…) Gozar ajeno a la eficacia de una coraza con entidad propia del
nica del Goce. Etapa avanzada de Lacan, nos legó pre- de otro modo es la propuesta del psicoanálisis”. (12). orden del psicoanálisis antiestímulo frente a todo aquello
cisamente ese significante, (goce), mientras que Real, En el discurso de Caracas y con la mirada clavada que no fuera la aplicación de las teorías tal como fueron
Imaginario y Simbólico son su apuesta más fuerte que en Latinoamérica, Lacan resuelve la interna discipular enseñadas y persistidas. Pero ésta no es mi interpretación
en nuestra lectura lo diferencia de Freud pero no del de su escuela y admite, sin simbolismos ni vocablos actual”. (15)
Psicoanálisis. rebuscados, su histórico hiato con Freud: Efectivamente, su docencia estuvo siempre dedi-
Vale aclarar. Goce no es exclusividad del léxico la- “Vengo aquí antes de lanzar mi Causa Freudiana. cada a poner en evidencia los nudos androcéntricos
caniano. Viene desde los orígenes mismos del Psico- Como ven no me desprendo de este objetivo. Sean uste- de la teoría y las consecuencias invisibilizantes de las
análisis, y antes aún. Pasa que Lacan lo condecoró, des lacanianos si quieren. Yo soy freudiano. prácticas devenidas de ello.
empoderó y estableció como herramienta de inter- Por eso creo adecuado decirles algunas palabras del Ana Fernández, muestra un recorrido indispen-
vención privilegiada en la dirección de la cura. debate que mantengo con Freud, y que no es de ayer. sable acerca de cómo las prácticas del psicoanálisis se
Uno de los objetivos centrales consiste en acotar Aquí está: mis tres no son los suyos. Mis tres son lo fueron transformando con la mirada de género. Y jus-
el goce de la pulsión que rebaza al sujeto. Es, por simbólico, lo real y lo imaginario (…). Eso le di yo a los tamente introducir el tema de la mirada de la mujer
lejos, la palabra que más suena en seminarios y su- míos. Se los di para que supieran orientarse en su prác- es un aporte trascendental al que hay que estar atento.
pervisiones. tica. Pero, ¿se orientan mejor que con la tópica legada Fernández insiste en no pedirle completud a las
Analía Cervetto, en una minuciosa descripción por Freud a los suyos?”. (13). teorías de los fundadores sino transformarlas desde
muestra, citando a Jadin y Ritter, al menos cuatro En un artículo mío acotaba sobre la cuestión: pensamientos y prácticas convocados por la subjeti-
tiempos de conceptualización de “goce” en la obra “Allá por los ‘50 Lacan había instruido a sus pacien- vidad de nuestra época.
de Lacan. tes para que declararan ante el tribunal de disciplina de “El psicoanálisis, en la mayoría de los casos, man-
“En los años cincuenta, la noción de goce hace su la filial francesa de la IPA que ya no aplicaba la escan- tiene implicaciones patriarcales y dogmáticas que no
aparición asociada al concepto de deseo. Esto corres- sión en sus tratamientos y había vuelto a los cincuenta dan lugar a las disidencias, construyendo así una socie-
ponde a los seminarios La relación de objeto, Las for- minutos. Abrigaba la esperanza de no ser expulsado. dad más inequitativa. Es necesario, por tanto, un psico-
maciones del inconsciente y El deseo y su Quería seguir siendo “freudiano institucional.”. Y du- análisis acorde a la época que se contagie de los
interpretación. Es en la lección del 05 de marzo de 1958 rante 30 años fue marcando diferencias con Freud mien- movimientos y conquistas logradas por las minorías en
que Lacan introduce el concepto de goce. (…). El con- tras se ratificaba freudiano y sus discípulos se esforzaban los últimos años. (…) cambiado y sin lógicas patriarca-
cepto es presentado como opuesto al de deseo. Durante en mostrar lo indemostrable, que era una relectura, otra les, puede ser productor de políticas públicas y saberes
este período, el deseo y el placer serán siempre de una forma de decir lo mismo, un camino diverso para volver “para un mundo y una comunidad que se encuentran
cierta manera “barrera contra el goce”. Esta idea es a las fuentes, siempre desde la identidad…como si fuera aislados, abatidos y desangrados” y puede constituirse
fundamental en la construcción del concepto y será pecado innovar. en “una herramienta para los equipos de salud comu-
mantenida durante toda la enseñanza de Lacan. El El maestro se esforzaba en decir “(…) nuestro in- nitaria”. “Para lograr estos cambios es necesario el tra-
goce mortificado por el hecho de pasar por el signifi- consciente y el inconsciente freudiano (…)” y nadie es- bajo transdiciplinario. Yo no puedo pensar sin
cante: al mismo tiempo que el significante anula el goce cuchaba…como si no fuera esencial concebir diferente psicoanálisis pero solo con psicoanálisis puedo pensar un
de la vida, lo restituye bajo otra forma. El goce fálico los conceptos centrales…el concepto central”. (14). poco” (17)
es el correlato del deseo significado.” Pero la ironía lacaniana encerraba una gran ver- En la misma línea, acentuando la pluralidad aca-
“Un segundo momento consiste en la formalización dad. Todo el edificio se montó sobre los cimientos démica se manifiesta Irene Meler:
del concepto. (…) En el seminario La ética, Lacan freudianos que, ochenta años después de iniciada la “Disponer de mayores grados de libertad no garan-
afirma que el goce es el mal. Desarrollando, sobre todo, historia sigue siendo soporte y sostén. tiza la felicidad para las mujeres subordinadas, los va-
el goce en su calidad de prohibición, es decir, de Das Las prácticas de hoy se sostienen en los desarrollos rones sobreexigidos o los homosexuales discriminados.
Ding, la Cosa. (…)” fundamentales de ambos maestros y en las síntesis in- Lo que se habilita con los progresos hacia la democrati-
“En el tercer momento, en los años sesenta y setenta, tentadas. Difícil encontrar hoy análisis que no estén zación tal vez puede expresarse como dignidad, en tanto
Lacan desarrolla la noción de goce en su relación al infiltrados por este debate. la estima de sí depende en alto grado del reconocimiento
cuerpo. Un texto esencial ilustra esta relación, se trata La teoría de género y su potencia transformadora intersubjetivo. Otro logro posible se refiere a la creativi-
de la conferencia y debate del colegio de medicina en La no podía estar ajena a la dinámica sensible entre el dad, la capacidad de innovación, de invención de nuevos
Salpetrière intitulada El lugar del psicoanálisis en la me- Psicoanálisis y lo social. No es un movimiento nuevo. escenarios que alberguen mejores condiciones de exis-
dicina. Varias definiciones presentan la relación estrecha Históricamente ha habido analistas que marcaron tencia. La construcción de discursos es una práctica so-
entre cuerpo y goce: “(…) un cuerpo es algo hecho para época cuestionando parcialmente aristas doctrinarias. cial que implica un propósito de autocuestionamiento y
gozar, gozar de sí mismo (…)” (1966, p.772)…” Eva Giberti es indudablemente punta de lanza en constante reestructuración de nuestra propia subjetivi-
Según Jadin y Ritter, en un cuarto momento de ela- ese sentido al señalar el androcentrismo en prácticas dad. Hemos sido configurados en redes de sentido hete-
boración, la noción de goce se establece desde una pers- y teorías tanto del psicoanálisis como de la psicología rosexistas, racializadas y estratificadas socialmente. No
pectiva nodal. Los seminarios en juego en esta topología en general. Su prédica advirtiendo sobre el sexismo se trata de traer la buena nueva o iluminar a los otros,
del nudo borromeo son R.S.I (197’-1975) y El Sinthoma en la sociedad y por ende en la teoría psicoanalítica sino de involucrarnos en la tarea cotidiana de decons-
(1975-1976). En este último seminario, Lacan propone permitió conceptualizar violencias y desigualdades y truir nuestras identificaciones y deseos para inventar
una definición: “el goce es de lo real (…) el Goce de lo abrir líneas de investigación y conceptualización ins- modalidades alternativas de subjetividades posibles y de
real comporta -es de lo que Freud se apercibió- comporta titucionales como la Carrera sobre Violencia Familiar vínculos recíprocos vitales.
el masoquismo “. (10) en la UBA o el Foro de Psicoanálisis y Género de En los tiempos que corren es difícil pensar la sa-
En el Seminario Aún dirá que todo lo que afecta APBA, para citar apenas algunos de los espacios que lida del Edipo, y al Edipo mismo desde el binomio
el cuerpo puede ser pensado como un modo de transitó desde sus comienzos. fálico- castrado en un mundo que resiste el encapsu-
goce. (11) “En los comienzos del psicoanálisis en nuestro país lamiento binario.
Benjamín Domb puntualiza: la construcción de la subjetividad no demandaba el re- Lila Feldman y Mercedes Cicalese reivindicando
“Hay un supuesto bastante generalizado que dice gistro consciente acerca de los procesos político, econó- su doble identidad de feministas y psicoanalistas pro-
que al nacer, al comienzo de la vida, se trataría de un micos y sociales en los que se insertan las actividades del ponen la “de- castración” en una rigurosa profundi-
puro goce; un goce que, sin límite, conduciría a la psicoanálisis. ¿Existiría una falla en la constitución de zación crítica:
muerte. En nuestra práctica se comprueba a diario que procesos conscientes lúcidos capaces de caracterizar el “Pensar lo pasivo y lo activo como posiciones en la
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trama edípica en relación a los objetos de amor, desli- psicoanálisis es una de las pocas disciplinas que se nica de la Facultad de Psicología. http://intersecciones.psi.uba.
gándolo de lo femenino o lo masculino y de la diferen- confronta a sí misma como forma de ejercicio…y ese, ar/index.php?option=com_content&view=article&id=871:ensayo-
cia sexual anatómica, puede ser una puerta para es el secreto de su perennidad. sobre-el-goce-todavia-otra-vez-y-aun-el-goce-encore-la-jouis-
pensar de un modo no binario las existencias y sexua- sance&catid=11:alumnos&Itemid=1
lidades (…)” Bibliografía de referencia 11) Lacan, Jacques (1981). Libro 20. Aun. El seminario de Jacques
“De-castración: desmontar ese término de nuestro Lacan. Ediciones Paidos, Barcelona, Buenos Aires.
aparato conceptual y bajar al santo falo de su pedestal 1) Hornstein, Luis (2018). Ser analista hoy. Fundamentos de la 12) Domb, Benjamín (2013). Goces: Disfrutar o padecer. De la re-
como organizador de todo pensamiento posible y ga- práctica. Paidos Psi. Argentina. presión primaria a la castración en la clínica psicoanalítica. La
rante de una pretendida “pureza” del psicoanálisis. Des- 2) Roudinesco, Èlisabet (2000). ¿Por qué el psicoanálisis? Paidos. Docta Ignorancia. Buenos aires, Argentina.
montar la falta sostenida en la idea de la diferencia Argentina 13) Lacan, Jacques (1982). El seminario de Caracas. Actas de la reu-
sexual en tanto conflicto prínceps para el psiquismo y 3) Palomero Pescador, José Emilio (2006). ¿Sigue vigente, hoy, el nión sobre la enseñanza de Lacan y el Psicoanálisis en América Latina.
reaseguro de la existencia de un género desigualado y de psicoanálisis? La polémica continúa. Revista Interuniversitaria de Fundación del campo freudiano. Ed. Ateneo, Caracas, Venezuela.
un esquema binario. Nos oponemos a ese psicoanálisis Formación del Profesorado, 20(2),233-266. https://www.redalyc. 14) Garaventa, Jorge (Che Caracas, Je T aime (2013). La docta ig-
que cree que leer es practicar la ecolalia. org/articulo.oa?id=27411341014 norancia. Año 5, Nº 10. Buenos Aires. http://jorgegaraventa.com.
De nuestras realidades, no solo de nuestras fantasías, 4) Freud, Sigmund. (1976)Más allá del principio del placer. Tomo ar/che_caracas.htm
somos responsables. En eso estamos: viendo qué lugar le XVIII. Sigmund Freud, Obras Completas. Amorrortu. Buenos 15) Giberti, Eva (2002). La clínica psicoanalítica en tiempos de in-
damos lxs psicoanalistas a la realidad y a los conceptos. Aires, Argentina. certidumbre. La perspectiva vincular. Panel en las Jornadas orga-
Si soportan la puesta en relación de unos y otros. En los 5) Spielrein, Sabina (2021) La destrucción como devenir. Univer- nizadas por la Asociación de Psicología y Psicoterapia de Grupo.
libros, en los consultorios y en la vida.” sidad Nacional Autónoma de México. https://evagiberti.com/la-clinica-psicoanalitica-en-tiempos-de-incer-
Las citas que hasta aquí nos acompañaron cues- 6) Corsi, Paulina (2002). Aproximación preliminar al concepto de tidumbre-la-perspectiva-vincular/#more-2246
tionan la mirada sesgada de un cierto psicoanálisis. pulsión de muerte en Freud. Revista chilena de neuropsiquiatría. 16) Fernández, Ana. (2021). Psicoanálisis. De los lapsus fundacio-
La historización no puede ser piadosa pero tampoco v.40 n.4. Santiago, Chile. http://dx.doi.org/10.4067/S0717-922720 nales a los feminismos del Siglo XXI. Paidos Psi. Bs As., Argentina.
cancelatoria. Es tendencioso pretender que el Siglo 02000400008 17) Fernández Ana. (2022). El desafío de construir un psicoanálisis
IXX incorporara las categorías analíticas y socio his- 7) Solms, M. (2004). “Vuelve Freud”. Investigación y Ciencia, 334, acorde a la época. https://untref.edu.ar/mundountref/el-desafio-
tóricas del Siglo XXI, Pero si se hace necesario ser crí- 50-56. (El resumen está disponible en: http://dialnet. unirioja.es/ de-construir-un-psicoanalisis-acorde-a-la-epoca
tico con la persistencia actual de ciertas servlet/autor?codigo=894974). 18) Meler, Irene. (2017). Prefacio. Psicoanálisis y género. Escritos
conceptualizaciones cuando la percepción del mundo 8) Bleichmar, H. (1999). Psicoanálisis y neurociencias. Aperturas sobre el amor, el trabajo, la sexualidad y la violencia. Paidos. Bue-
es otra. Revisar todo no significa cambiar todo. La mi- Psicoanalíticas. Revista internacional de Psicoanálisis. nos Aires. Argentina.
rada crítica en Psicoanálisis es enriquecedora de la http://www.aperturas.org/articulo.php?articulo=0000058 19) Feldman, Lila y Cicalese, Mercedes. (2022). De-castración.
misma herramienta que se critica. El psicoanálisis in- 9) Lacan, Jacques (1981). Libro 1. Los escritos técnicos de Freud. https://lobosuelto.com/de-castracion-lila-feldman-y-mercedes-cica-
vita al analizante a mostrarse allí donde no se piensa. El seminario de Jacques Lacan. Ediciones Paidos, Barcelona, lese/?fbclid=IwAR0svR6-zIE7GAiOfNelSnYvwV6oljd249EuiSXd
El analista necesita repensar sus prácticas en cada Buenos Aires. WVTC25sB7to3MCZlRwM
época o estaría contradiciendo su propio marco. 10) Cervetto, Analía. Ensayo sobre el goce. Todavía, otra vez y aún
Mientras tanto sostenemos una vez más, que el el goce (Encore la jouissance). Intercepciones Psi. Revista electró-
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La práctica El atravesamiento de la pandemia nos interpela la


dualidad de que en esta supuesta salida hacia un
mundo sin barbijos nos hace creer con mecanismos
vemos en el DSM IV, las confusiones que generan los
trastornos, de todo tipo, que los describe siempre con
signos y síntomas, con un modo de aparición y una
contributivos como la negación, la disociación, la re- duración en el tiempo, lo cual hace perder la subjeti-
negación. Entrar en un mundo imaginario como si vidad y singularidad de cada paciente, por supuesto

clínica hoy. todo estuviese resuelto. Cuando los efectos y conse-


cuencias todavía no fueron investigados en profundi-
dad, con tendencia a encuestas cuantitativas, de
no toma en cuenta las series complementaria de la
historia de cada paciente. Por esto en el artículo freu-
diano, que nos guía en las posibilidades de su abordaje
mucha ayuda, pero con la deuda de investigar más la psicoanalítico. puede también trabajar las fobias in-

Universidad y clínica pandémica.


En los tiempos del ASPO, aislamiento social pre-
ventivo y obligatorio nos obligó a confrontar lo im-
fantiles a diferencia de la histeria de angustia devenida
luego en fobias de la psiconeurosis. Distinguimos en
la angustia como manifestación corporal, la opresión
pensable, nos generó espacios de aislamiento, en el pecho a nivel precordial como síntoma patog-
confusión, tristeza, depresión y una angustia difícil de nomónico y la ansiedad del lado de la excitabilidad,
su procesar, una angustia libremente flotante donde sa-
liendo de una nosografía cotidiana como las neurosis
del pensar que algo malo esta por ocurrir. La angustia
y la ansiedad predominantes en épocas de COVID
histérica, fóbica y obsesiva entramos en una neurosis dejan su impronta a develar en la actualidad. No obs-
adaptativa donde debemos manejar grandes montos tante podemos pensar que estos síntomas en COVID

actualización de angustia sin poderlos procesar, a la cual nos referi-


remos más entrado en este artículo. El trabajo de li-
gadura queda en suspenso ante lo nuevo, ante lo
no provienen por la falta de simbolización o proce-
samiento psíquico del aparato, la instancia reactiva
como respuesta como el COVID y la respuesta social
inédito, inclusive cualquier tipo de proyecto de inves- a nivel local y mundial, generaba falta de respuesta
tigación al respecto queda huérfano ante la falta de confusión enfermedad y muerte, por esto las afeccio-
de contenidos estado del arte. No hay antecedentes que remitan a
una pandemia con estas particularidades. Pasados
nes hipocondríacas, psicosomáticas y fóbicas comien-
zan a tomar protagonismo en la sintomatología y
unos meses donde las patologías y cuadros prevalen- cuadros clínicos, inferimos también que el meca-
tes tenían que ver con las fobias y la obsesión una pa- nismo de defensa como la renegación, o la negación

después de la reja perfecta para poder tener temores y medidas


preventivas que en este caso son reactivas al medio
amenazante por eso no las denomino cono neurosis
ante lo que es inconciliable para la conciencia, tam-
bién operan por eso es tributario a la reactividad y los
aleja de los cuadros como las neurosis de angustia y
ya que existe la causa concreta y real que instrumenta la neurastenia y los acerca a nuevas propuestas de
estos procesamientos psíquicos evolucionan hacia un neurosis, el DR. H. Fischer y La Dra. M.C., plantean
pandemia. DISPO que ya no es el aislamiento sino el distancia-
miento.
en su trabajo sobre “Metapsicología de las personali-
dades neuróticas y psicóticas” allí observamos más
Actualmente, hay un desborde en las salidas fuera posibilidades de procesamiento en la personalidad
de la casa, salir a diferentes eventos compulsivamente neurótica que nos permite trabajar una clínica con
y sin ningún tipo de recaudo, es la respuesta al encie- más recursos, posibilidades y plasticidad, se planean
Claudio Edelstein rro pandémico restaurantes llenos, salidas compulsi- las posibilidades de la neurosis sintomática, crítica y
vas, como si fueran a morir mañana, son vías de adaptativa. La neurosis sintomática es el despliegue
escape que toman formas de síntomas si son compul- sintomático de procesamientos y sintomatología ob-
sivos y sin resguardo, esto todavía convive en sujetos sesiva fóbica, histérica, depresiva o angustiado, nos
Creatividad en el encuadre, que si toman precauciones y quienes no. permite pensar en mixturas dentro del cuadro. La
la tele psicología. neurosis critica
La ansiedad como posibilidad de Opera con la realidad y su mundo interno, utili-

M
uerte, enfermedad, plaga, escucha. zando sus recursos auto y aloplásticos, lo cual es fa-
barbijo, contagio, confu- Desde las neurosis actuales freudia- vorecedora a una salida propicia a su cotidianeidad y
sión, angustia, ansiedad, pa- nas hasta las neurosis adaptativas. la función crítica opera como procesamiento ade-
decimiento psíquico, cuado y no peyorativo desde lo que le sucede, no crí-
cementerios sin rituales, fo- Freud en 1898 designa el termino Neurosis actual tica como la puesta en el afuera su padecer sino como
bias al contacto, nosofobias, fantasía de fin de mundo. para designar la neurosis de angustia y la neurastenia, trabajo de ligadura. La neurosis adaptativa es el sujeto
Como poder confrontar estas realidades. En el luego trataría desde este lugar la hipocondría. Lo que vive con angustia flotante como respuesta a sus
trabajo de la represión Freud, también nos muestra enuncia como la disfunción somática de origen sexual vivencias y situaciones a resolver, realiza grandes gas-
la tendencia a olvidar, para luego adentrarse en dife- y donde plantea diferencias etiológicas y patogénicas tos energéticos para mantenerse compensando, esto
rentes mecanismos de defensa que no se agota, sino con la psiconeurosis. La causa es actual, conflicto pre- nos permite trabajar esta propuesta en tiempo
que la operación de otros mecanismos defensivos, tri- sente que provoca un estancamiento libidinal a dife- COVID, sujetos ansiosos con devenir de que algo va
butarios, que con sus cualidades, formas y estilos, nos rencia de las psiconeurosis con causa en el pasado, en a suceder activando fantasías de fin de mundo y en-
presenta por ejemplo a la renegación, donde a pesar la historia del paciente que no han sido trabajados y fermedad, contagio y muerte, poniendo de manifiesto
de saber, aun así, la pongo al servicio de renegar la que se expresan en síntomas que son simbólicos y su relación con el otro y con lo social, mostrando
castración, como confrontar a la muerte si no hay ins- permiten un trabajo analítico, la sexualidad en este también egoísmo, peyorativización y destructividad,
cripción de la misma en el aparato psíquico, la rene- caso esta fantasmatizada. No obstante, la Neurosis de sobre lo que no puede ligar ni procesar, como salida
gación contribuyo a los altos índices de contagio, el angustia, rica en sus manifestaciones sintomáticas, analítica.
COVID es una gripecita se afirma, (Presidente de nos describe en su cuadro excitabilidad general, ex-
Brasil, Bolsonaro, ) los muertos lo atestiguan, ya no pectativa angustiada y ataques de angustia, (los Ata- Aspectos favorables de la
bailan bossa nova, es tan difícil de aceptar la realidad?, ques de pánico referidos en el DSM IV), pero Freud atención virtual.
o es un mecanismo renegatorio. Actualmente no se los trabajo oportunamente con una riqueza teórica y
informa sobre contagios y muertes por COVID, si práctica excepcional en 1984/5 en su artículo: “Sobre Según el New York Times, remarca en su artículo
vemos, escuchamos por diferentes medios de difu- la justificación de separar de la Neurastenia un deter- sobre psicoterapia y pandemia que hubo un alto ín-
sión, en otros continentes los rebrotes y medidas pre- minado síndrome en calidad de Neurosis de angustia”. dice de asistencia virtual en comparación a los 4 años
ventivas a realizar. Donde sí, no solo describe el ataque de angustia, anteriores a la pandemia. Con respecto a los ausen-
Actualidad Psicológica Agosto 2022 • Página 7

tismos se observa en una investigación de la APA que También en algunos pacientes sus dificultades capitular ante las interrupciones de conectividad
fueron también significativamente menores a los de para poner límites en el momento de tomar la sesión planteándoselo al paciente antes de la sesión, si plan-
mismos períodos anuales de 2018 y 2019. El paciente donde irrumpen sin pedir permiso sus parejas o sus tear al paciente que, si toma la sesión en su auto, no
tiene el beneficio de: No tener que viajar hasta el con- hijos. Esto nos marca las dificultades que tiene el pa- sea manejando por las distracciones y peligros que
sultorio, evitando de esta manera viáticos, Puede or- ciente para organizar y poner límites en los 50 minu- implica. También en el encuadre, debe quedar esta-
ganizarse en la asistencia de sus hijos para generar una tos de su sesión. esto nos hace repreguntar si blecido el cobro de honorarios y la forma en que serán
pausa y tomar su sesión psicoterapéutica sin necesi- permitimos fluir como la asociación libre los posicio- realizadas.
dad de dispensar horas en los viajes de ida y vuelta al namientos del paciente durante la sesión o auditar sus
consultorio. Puede toar sus sesiones transitando movimientos prohibiendo situaciones, como tomar, Posibilidades de abordajes
COVID u otras enfermedades. Puede generar una comer o donde se ubican, la cama, por ejemplo, pen- psicoterapéuticos
pausa en el medio de su función laboral sea tanto pre- samos que la creatividad pone al analista en la situa-
sencial o teletrabajo y asistir a su sesión. Puede tomar ción de confrontar lo inesperado y que esto tenga un La psicoterapia con orientación psicoanalítica se
su sesión estando de viaje, flexibilizar horarios ante sentido por la riqueza de como se expresa el paciente desarrolla tal como propuso Sandor Ferenczi, en el V
dificultades cotidianas, evitar contagios, también se- desde su casa u otro espacio que elija. Congreso de Budapest donde marcaba la posibilidad
ñalan que el Psicoterapeuta pudo entrar a la casa, el de una psicoterapia para las masas inclusive la posi-
trabajo y diferentes ámbitos donde el paciente tomaba Encuadre, sus posibilidades, bilidad de atención gratuita en hospitales de psicoa-
la sesión. Semiológicamente El psicoterapeuta puede su actualidad. nálisis, donde los analistas noveles se formen y sean
observar en la sesión de psicoterapia como vive el pa- pagados sus servicios profesionales, Victor Von
ciente, se pudo observar situaciones como consumo ¿El encuadre ha cambiado sus lineamientos? ¿Qué Feund, filántropo seguidor de Freud, era uno de los
de alcohol, si es que está tomando cerveza o whisky y lugar ocupa el diván, qué lugar ocupa el celular u otras que aportarían para el desarrollo de este tipo de aten-
si se sirven repetidamente durante la sesión, co- plataformas virtuales? ción comunitaria, pero lamentablemente fallece y se
miendo, acostados en sus camas. Se puede observar El encuadre desde concejos al médico maravillo- aborta esta propuesta por la falta de recursos. Actual-
no solo lo disruptivo de sus vidas sino lo cotidiano de sos trabajo freudiano que nos permite posicionar un mente los recortes de presupuestos que han sido tan
sus vidas conociendo a sus mascotas que general- encuadre, no solo con pasos a seguir sino también de agresivos con los tratamientos psicológicos, cortando
mente se cruzan y se acercan al dispositivo virtual, sus una riqueza clínica donde las rupturas del encuadre las coberturas y cantidad de sesiones a realizar, acota
niños infantes, sus parejas y su trato hacia ellos y tam- o su flexibilización nos permite pensar en las mani- hoy las posibilidades de tratamiento, por esto las co-
bién su postura cuando sienten que lo están obser- festaciones del paciente, resistenciales o transferencia- berturas de 6 meses y co-pagos, asimismo reintegros
vando o escuchando sus familiares por si están les en sus más diversas posibilidades propiciadoras. muy bajos que no colaboran con la economía del pa-
compartiendo en ese momento la misma casa, aun- Tener en cuenta si aprendemos de la experiencia ciente. Las psicoterapias psicoanalíticas a diferencia
que estén lejos o en otro sector de sus casas. Madres la dependencia al buen funcionamiento de los dispo- del tratamiento psicoanalítico, pueden cubrir las co-
que toman la sesión con sus bebés en brazos o ama- sitivos virtuales, tener un WIFI adecuado, proponer berturas de tiempo limitadas, sin ser terapias breves
mantándolos. En donde podemos observar la moda- en caso de que el paciente este más cómodo una pla- por su s bases teóricas, no utiliza diván, sino el cara a
lidad vincular y el maternaje. taforma en lugar de la videollamada de whatsapp, re- cara para sostener al paciente, no se registran silencios

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Página 8 • Agosto 2022 Actualidad Psicológica

prolongados, no se utilizan interpretaciones, salvo si La Universidad, materias como tan en síntomas como la agresión y odio que dificulta
pueden ser metabolizadas por el paciente, se evitan Psicopatología y Psicología Clínica la dinámica de los régimen de visitas a sus hijos,
las neurosis de transferencia, si bien es tenida en como ejes a replantear.
cuenta pero no se la verbaliza al paciente, como sos- A modo de conclusión abierta
tiene Orstein, se puede utilizar puntuaciones, esclare- Desde la universidad y en la transmisión de la for-
cimiento, interpretaciones a veces cuando la mación del psicólogo materias como psicopatología Esta salida de la pandémica nos hace repreguntar
psicoterapia lo permite, teniendo en cuenta la cober- donde estamos actualmente evaluando nuevas sinto- si estamos trabajando lo suficiente para no repetir
tura de tiempo limitada, cuando no hay limite de matologías y cuadros como efecto de la pandemia y luego en cualquier tipo de situaciones límites, posibi-
tiempos establecidos en el contrato psicoterapéutico, en las materias como psicología clínica donde la lidades de abordaje. Debemos pensar en dispositivos
si se utiliza, también la sugestión ( tomando en cuenta transmisión desde el encuadre abordaje atención y comunitarios, sociales, trabajo inter y trans discipli-
las palabras freudianas a veces el oro de la interpreta- clínica pasan a un nuevo dispositivo como resultado narios, una universidad que trabaje con otras univer-
ción puede ser sustituido por el cobre de la sugestión de la pandemia tanto en el abordaje como en sus efec- sidades con el objetivo de las investigaciones y
y la confrontación son algunas de las herramientas de tos. Las horas practicas se reflejan en ateneos clínicos atención clínica, la UAA (Unidad Académica Asisten-
la psicoterapia psicoanalítica. con la posibilidad de trabajar el historial y abordaje cial), cuadruplicó la atención psicológica de lo pre-
La necesidad de articular diferentes miradas y clínico de pacientes, en este caso debemos plantearnos sencial a lo virtual, las universidades deben transmitir
abordajes desde el psicoanálisis freudiano a propues- las mixturas entre la atención virtual y presencial y los a sus futuros egresados los caminos de inserción a la
tas de la escuela inglesa como las de Winnicott donde espacios para de acuerdo con el cortejo sintomático, práctica profesional y los posgrados las especializa-
se trabaja el Holding y el Handling y también se tra- la demanda y los cuadros clínicos reactivos al mo- ciones para estar preparados ante esto inmensos de-
baja el odio en la contratransferencia en cómo puede mento de consulta, como debería implementarse un safíos. La necesidad de poder transmitir a los futuros
responder el terapeuta. Esto nos plantea que no solo encuadre que pueda dar respuesta al inicio de trata- psicólogos este cambio y adaptación del encuadre,
los pacientes graves se los abordan desde las herra- miento. Los alumnos al no ejercer la profesión y a presencialidad, atención virtual y sus posibles mixtu-
mientas como el sostén sino pacientes no graves en pesar de las materias prácticas, remiten a la atención ras que se puedan adecuar de acuerdo con el cuadro
época de pandemia por momentos el holding, acom- de pacientes presenciales, por eso la necesidad de in- clínico de los pacientes respetando su padecimiento
pañamiento, era fundamental en el trabajo psicotera- cluir pandemia y virtualidad nutriendo una etiología, psíquico, su subjetividad y singularidad, ante estos de-
péutico, este trabajo permitía luego adentrarse en semiología y nosografía que aportan multiplicidad de safíos impensados.
intervenciones más profundas. posibilidades a saber en la práctica clínica, tanto en
atención individual, grupal, comunitaria, social, par Referencias
tener más recursos clínicos de abordaje. Por esto la
posibilidad d modificación y actualización de los pro- Edelstein, C. Psicoterapias con cobertura de tiempo limitado. Do-
gramas. La atención a niños por dispositivo virtual, cumenta Laboris Nº3. UK.2002
Debemos tener en cuenta la mixtura presenciali- tuvieron a los psicólogos y psicoanalistas de niños po- Edelstein, C. Iatrogenia, coronavirus. El Psicólogo Clínico y la ac-
dad virtualidad esto nos marca que dentro del encua- niendo a prueba como poder jugar con sus pacientes, tualidad. Actualidad Psicológica. (2020)
dre podemos convenir tener sesiones virtuales y la creatividad y profesionalidad de estos psicólogos Ferenczi, S. Elasticidad de la técnica psicoanalítica. (1928) Tomo
presenciales en el tratamiento, así, si el paciente no lle- fue y es creativamente maravillosa por eso ahora es IV. Obras completas. Espasa Calpe. Madrid, 1981
gara a tiempo a su sesión se puede cambiar a virtual, poner el acento en la transmisión. Los alumnos se Fischer, H. – Piaggio, M.C. metapsicología de las personalidades
y en patologías como las fobias, el paciente tener la adentraron en la atención virtual por sus propios aná- neuróticas y psicóticas. Documenta Laboris Nº3. UK1998
oportunidad de ser atendido de manera virtual en la lisis personales, fundamental para quienes van a prac- Fischer, H. Tiempos difíciles (iatrogenia a distancia).Actualidad
comodidad de su vivienda. Las fobias también son ticar el abordaje clínico, por esto la importancia de no Psicológica. (2020)
importantes a tener en cuenta cuando se convierten descuidar esta posibilidad ante pandemias o situacio- (Comp.). Sigmund Freud. Obras completas. Volumen XXIII. Bue-
en el beneficio secundario de la enfermedad, por esto nes límites. nos Aires: Amorrortu editores. (1940{1938}).
el trabajo dl analista es tratar de que el paciente que Fischer, H., Y Col. (2000). Conceptos Fundamentales de Psicopa-
si necesita contactarse con otro presencial lo pueda Los efectos de la generación COVID tología VI (Las Neurosis). Buenos Aires: Centro Editor Argentino.
hacer. También pacientes que demandan que al Freud, S. (1895/1985). Estudios sobre la histeria. Obras Completas
menos una vez al mes sea de manera presencial. La En la práctica clínica escuchamos pacientes que Tomo: II Ed. Amorrortu, Bs.As.
dificultad en los psicólogos que atienden niños al o destacan que, manifiestan que sus hijos nacieron du- Freud, S., Consejos al médico en el tratamiento psicoanalítico,
poder implementar esencialmente la caja de juegos rante la pandemia y que tienen dificultades para re- Obras completas, Tomo XII, Buenos Aires, Amorrortu, 1912.
tan significativa. lacionarse con otros niños por estar sujetos al Freud, S. (1897/1985). Las Neuropsicosis De Defensa. Tomo XIV,
aislamiento, que con dificultades para hablar ni se re- pp.285-6. Ed. Amorrortu. Bs.As.
La contratransferencia, la supervisión lacionan con cuestiones cotidianas que los sienten y Freud, S., Nuevos caminos de la terapia psicoanalítica, Obras
observan con temores y conductas de aislamiento, completas, Tomo XVII, Buenos Aires, Amorrortu, 1918.
Winnicott, plantea en el odio en la contratransfe- con dificultades con el otro y fobias, niños que nacie- Freud, S. La escisión del yo en el proceso defensivo. En J. Strachey
rencia lo importante de los puntos ciegos del analista, ron entre barbijos y mascaras de protección, con ex- Freud, S. (1917/1985). La Fijación Al Trauma. Lo Inconsciente.
sobre todo en el trabajo de pacientes graves o psicó- tremos cuidados de contagio como eje de sus vidas,. Obras Completas Tomo: XVI Ed. Amorrortu. Bs.As.
ticos, poder revisar en supervisión, sus incomodida- El fallecimiento de sus padres, hermanos u otros Freud, S. (1929/1985). Más allá del principio de placer. Obras
des ante la proyección masiva del paciente y su miembros de su familia o amigos significativos, donde Completas Tomo: XVIII. Ed. Amorrortu. Bs.As. (Publicado por
agresividad, en momentos de pandemia el analista, los rituales y ceremoniales estaban muy limitados, no primera vez en 1920).
sobre todo ante los desafíos tecnológicos que no son pudieron despedir ni llorar y tramitar lo que lo sim- Freud, S. (1930/1985). El Malestar en la Cultura. Obras Comple-
incumbencia de la práctica profesional, se resistía a bólico nos permite, por eso las pesadillas y trastornos tas Tomo: XXI. Ed. Amorrortu. Bs. As. (Publicado por primera vez
perder la presencialidad, tanto en el consultorio, como en el sueño y en el dormir que continúa hasta la ac- en 1930).
en sus ámbitos de transmisión docente y académica, tualidad con las fantasías que generan el no despedir Freud, S. (1919). Psicologías de las masas y análisis del Yo. Amo-
El analista debía adaptarse y continuar con la atención apropiadamente al cuerpo y el alma, las separaciones rrortu. Bs. As.
de sus pacientes que demandan y están desbordados, en época COVID, donde el 7 x 24, compartir todo el Rowensztein, R. Un método terapéutico en el contexto de la Pan-
aquí el paciente y analista vivían la misma situación, día con pareja e hijos no era lo esperado, departamen- demia. Actualidad Psicológica. (2020)
la pandemia, también atravesados, por esto la super- tos pequeños, con pocas comodidades, con una sola Tisseron S. El psiquismo ante la prueba de las generaciones. Amo-
visión y la especialización en psicología clínica, espe- computadora que funciona sin poder cubrir las ne- rrortu editores.1995
cialmente en analistas noveles fue tan importante en cesidades virtuales familiares, escuela, trabajo, comu- Winnicott, D. Escritos de Pediatría y Psicoanálisis. Edit. LAIA, Es-
instancia de aprendizaje. La supervisión es parte im- nicación, incrementando la violencia de genero y paña (1958)
portante en la formación del analista y fundamental violencia doméstica, pacientes que refieren a ello Winnicott, D. Los procesos de maduración y el ambiente facilita-
en etapa pandémica. como traumático y que en la actualidad se manifies- dor Edit. Paidós, Argentina. (1993)
Actualidad Psicológica Agosto 2022 • Página 9
Página 10 • Agosto 2022 Actualidad Psicológica

Panorama de Psicología Clínica, sus orígenes zado a pasos agigantados desde las primeras tera-
pias comportamentales de Joseph Wolpe hacia me-

L
a Psicología Clínica tiene sus orí- diados del SXIX con la inhibición recíproca y la
genes en fuentes muy diversas, de desensibilización sistemática para fobias y trastor-

la Psicología allí la multiplicidad de modelos


subyacentes. Por un lado, en los
primeros laboratorios de Psicolo-
nos de ansiedad hasta las actuales Terapias Cogni-
tivas de Tercera Ola, de Stephan Hoffman y Steven
Hayes. Estas incluyen técnicas de mindfulness,
gía Experimental de Wilhelm Wundt en 1879, aceptación; descentramiento; defusión cognitiva;
antes de la II Guerra Mundial, donde lo que se valores; procesos de flexibilidad psicológica, y for-

Clínica Hoy - pretendía era hacer inteligible el fenómeno de la


conciencia con métodos empíricos. Por otro lado,
en los laboratorios de fisiología de Ivan Pavlov,
man parte del repertorio de las terapias cognitivo-
conductuales y de psicoterapias basadas en
evidencia (PBE), con probada eficacia y efectividad
con su premio Nobel en 1904 por el descubri- en una gran variedad de trastornos. Los modelos

Alcances y miento del reflejo condicionado y sus consecuen-


cias para el entendimiento del comportamiento,
las investigaciones de Sigmund Freud desde el Psi-
teóricos subyacentes sobre los que se fueron con-
formando distintas escuelas de Psicoterapia son
muy diversos. Los de mayor prevalencia, psicodi-
coanálisis en fines del SXIX y principios del SXX, námicos, conductuales, sistémicos, humanístico-
y sus modelos de funcionamiento del aparato psí- existenciales, cognitivos, fueron evolucionando a

Limitaciones quico, donde lo que se pretendía era alcanzar una


nueva comprensión del ser humano. Ya desde an-
tiguo, en toda la historia de la Filosofía, podría de-
partir de la aplicación de sus principios para el ali-
vio del malestar de origen psicológico, con pruebas,
en muchos casos muy sólidas, de su efectividad y
cirse que encontramos antecedentes de lo que es eficacia. La inclusión de la Psicoterapia en el movi-
hoy la moderna Psicología Clínica, en los intentos miento de las prácticas basadas en evidencias la co-
Elena Scherb por comprender al sujeto. Pero la Psicología como loca en su status científico que conocemos hoy.
disciplina científica independiente, con sus pro- Definitivamente el avance de la ciencia y la investi-
pios laboratorios y formación en Universidades, gación han facilitado la profesionalización que
comienza con Wilhelm Wundt. Pero bien entrada tiene hoy el Psicólogo Clínico y la delimitación dis-
ya la II Guerra, la mayoría de los científicos de la ciplinar de la Psicología clínica.
época emigran a USA, instalando progresiva-
mente allí, en las Universidades estadounidenses, Psicología Clínica y de la Salud
sus laboratorios de investigación en Psicología. Es
allí donde comienza fuertemente el desarrollo de Desde los años posteriores al fin de la II Gue-
la disciplina de la Psicología científica y de sus rra Mundial han habido grandes avances en el
aplicaciones, entre ellas, la Psicología Clínica. Las campo de la Psicología Clínica. Hoy se considera
primeras distinciones disciplinares entre psicolo- que es una especialización de la Psicología que
gía clínica y psicología académica, surgen del an- aplica los principios, técnicas y conocimientos
tagonismo entre el conocimiento académico científicos desarrollados por esta para evaluar,
científico y el práctico o aplicado. Los departa- diagnosticar, explicar, tratar, modificar y/o preve-
mentos de investigación en Psicología académica nir las anomalías o los trastornos mentales o cual-
se focalizaban en comprender aspectos científicos quier otro comportamiento relevante para los
del comportamiento humano, desarrollando teo- procesos de salud y enfermedad, en los distintos y
rías y experimentos sobre el funcionamiento de la variados contextos en que estos puedan tener
memoria, atención, percepción, aprendizaje, len- lugar (Colegio Oficial de Psicólogos, 1998, citado
guaje, pensamiento, diferencias individuales, per- en Bados-Lopez, 2008). Los fenómenos que cons-
sonalidad, y muchos de los principios de la tituyen el centro de atención de la psicología clí-
Psicología científica que hoy conocemos. nica y de la salud son los trastornos mentales o del
comportamiento (correspondan o no a criterios
Muy pronto ante la llegada de miles de soldados diagnósticos preestablecidos), cualquier otro tipo
heridos física y emocionalmente que venían de la de comportamiento (normal o patológico) que
guerra, y el enorme peso de las enfermedades ner- afecte a la salud y los procesos y estados de salud
viosas que no encontraban alivio, llevaron a los psi- y bienestar. Las intervenciones psicológicas abar-
quiatras de la época a buscar respuestas en los can también el campo de la prevención primaria
Psicólogos. A pesar de que, en aquel momento, el y secundaria, programas de auto-ayuda, counse-
rol de éstos era sólo de evaluación y diagnóstico, se ling, gestión comunitaria y otras, a nivel indivi-
les solicitaba alguna intervención para dar alivio al dual, pareja, familiar, grupal, comunitario e
sufrimiento, aunque su posición seguía estando su- institucional.
bordinada a la del médico psiquiatra (Frank, 1984),
y sólo eran considerados como colaboradores. Esta Definición de Psicoterapia
iniquidad con el tiempo fue llevando a la apertura
de los programas de Doctorado y la inclusión de La terapia psicológica o psicoterapia es una
las metodologías de investigación equiparables a las parte de la psicología clínica y de la salud. Berns-
del mundo médico con el objeto, también, de ho- tein y Nietzel (1980/1988, pág. 320, citado en
mologar los status académicos y profesionales entre Bados-Lopez, op. cit.) han definido la terapia psi-
psiquiatras y psicólogos en el tratamiento de pro- cológica del siguiente modo:
blemas psicopatológicos. Desde ese momento en 1. La terapia psicológica consiste en una rela-
adelante, la labor del Psicólogo clínico fue desarro- ción interpersonal entre por lo menos dos parti-
llándose de manera exponencial, en la aplicación cipantes, uno de los cuales (el terapeuta) tiene un
de principios de la psicología científica al servicio entrenamiento y experiencia especial en el manejo
de la resolución de síntomas psíquicos. Se ha avan- de los problemas psicológicos.
Actualidad Psicológica Agosto 2022 • Página 11

2. El otro participante es un cliente que expe- las siguientes actividades: evaluación, tratamien- psicólogo como colaborador en el arte de curar,
rimenta algún problema en su ajuste emocional, to/prevención/intervención, investigación, ense- es derogada y reemplazada en 1985 por la 23.277
conductual o interpersonal y ha pasado a for- ñanza, asesoramiento y dirección/gestión (Berns- que le otorga al Psicólogo Clínico como se lo co-
mar parte de la relación (terapéutica) con el fin de tein y Nietzel, 1980/1988; Colegio Oficial de noce hoy, la autonomía para el ejercicio pleno de
resolver su problema. Psicólogos, 1998; Kendall y Norton-Ford, 1982/ su profesión. En relación a su desempeño como
3. La relación psicoterapéutica es una alianza 1988, citado en Bados - Lopez, op. cit.). Un tera- psicólogo clínico, la Ley es específica en cuanto a
de ayuda, pero con propósitos bien definidos, en peuta es un psicólogo clínico que se aboca al ejer- que lo habilita a la indicación de teorías, métodos,
la cual se utilizan varios métodos, en su mayor cicio de la psicoterapia, es decir, a cargo de la recursos, procedimientos y técnicas en diagnós-
parte de naturaleza psicológica, con el objeto de implementación de técnicas para el logro del me- tico, tratamiento, enseñanza, investigación, en
provocar los cambios que el cliente desea y el te- joramiento de síntomas psicopatológicos y cam- todo lo relacionado a salud mental. En lo vincu-
rapeuta aprueba. bios en el sentido en que pacientes y terapeutas lado a la asistencia, lo ubica al mismo nivel que el
4. Estos métodos se basan en alguna teoría for- desean. En la Argentina, a partir de la inclusión de médico en sus incumbencias en el arte de curar,
mal acerca de los problemas psicológicos en gene- la Psicología en el art. 43 de la Ley de Educación eliminando el requerimiento de que sus tareas en
ral y de la queja específica del paciente en Superior que regula aquellas carreras que pueden la clínica con los pacientes tengan que ser super-
particular. comprometer el interés público poniendo en visadas por un médico. En este último sentido,
5. Independientemente de las inclinaciones te- riesgo de modo directo la salud, la seguridad, los también plantea las condiciones para el trabajo
óricas, la mayoría de los terapeutas emplean varias derechos, los bienes o la formación de las personal, interdisciplinario, entendiéndose éste, a partir de
técnicas de intervención: fomentar el insight, re- la Licenciatura en Psicología cuenta con estándares ese momento, desde una igualdad de condiciones
ducir el sufrimiento emocional, fomentar la catar- CONEAU (Resolución Ministerial RM Nº 343/09). y no como uno subalterno del otro. La promulga-
sis, proporcionar información nueva, diseñar Entre otros requisitos para la formación de grado ción de la nueva Ley de Salud Mental 26.657, años
tareas fuera de la terapia y aumentar la fe de los del Psicólogo, se indica que ésta es generalista, más tarde, remarca aún más esta relación de igual-
clientes y sus expectativas de lograr cambios. siendo la especialización en clínica de posgrado. El dad interdisciplinar, yendo aún más allá en cuanto
A partir de la Declaración de APA (American proceso de estandarización, si bien aún no se ha a colocar también al Psicólogo Clínico en posición
Psychological Association Declaration, 2012), la completado, ya se ha iniciado y hay un número de ocupar cargos de conducción y gestión de los
Psicoterapia como práctica clínica alcanza status importante de Universidades que cuentan con ca- servicios y las instituciones vinculadas a la asis-
de científica y reconocida como tratamiento psi- rreras de Psicología acreditadas según los estánda- tencia en lo referido al sufrimiento psíquico. No
cológico validado para una gran variedad de pro- res de calidad mencionados. Existen desde hace sin críticas, se continúa hasta la actualidad, con el
blemáticas vinculadas a la Salud Mental. Los varios años entidades privadas de formación de debate acerca de la correcta implementación de
distintos países se fueron sumando a este recono- posgrado que brindan capacitación a los Psicólo- muchos de los puntos que figuran en ella (Ley de
cimiento con sus particularidades específicas en gos recién recibidos y también con experiencia Salud Mental, 26.657).
cada región. para la aplicación de distintos tipos de terapias psi- En la Argentina, por ende, el rol y la formación
cológicas en su rol de terapeutas. del Psicólogo Clínico como profesional del ejerci-
Definición de la Psicoterapia cio de la Psicología clínica está respaldado tanto
científica Incumbencias del Psicólogo Clínico por la formación académica como por la norma-
en Argentina tiva habilitante que acompaña y jurídicamente
La definición de Psicoterapia que se utilizó en sustenta su desempeño profesional en el campo
la Declaración fue la siguiente: Es importante recordar el marco normativo que de la asistencia a personas, familias, grupos o ins-
¨ La Psicoterapia es la aplicación informada e acompaña el ejercicio profesional del Psicólogo Clí- tituciones donde prevalezca algún problema o si-
intencional de métodos clínicos y de posturas in- nico en la Argentina, y que sustenta su accionar en tuación vinculada al sufrimiento psicológico o
terpersonales derivadas de principios psicológicos el campo profesional del ejercicio de la psicoterapia dentro del campo de la psicopatología, según la
establecidos con el objetivo de asistir a las personas para las problemáticas en Salud Mental. nominación preferida.
a modificar sus comportamientos, cogniciones,
emociones y/u otras características personales en Previo a la Ley 23.277 que regula el ejercicio La investigación en Psicoterapia
la dirección que los participantes consideren dese- profesional de la Psicología, las actividades del
able (Norcross, 1990, p. 218-220, citado en APA, Psicólogo en psicopatología debían limitarse a ser De manera muy sucinta, se sintetizan los ha-
2012 ).¨ Para el caso de la Psicoterapia Basada en colaboradores del médico especializado en psi-
Evidencias (PBE), la definición se completa del si- quiatría, por su indicación y bajo su supervisión
Alquilo Consultorio
guiente modo: es ¨ la integración de la mejor in- y control, debiendo restringirse a la administra- por día o por hora
vestigación disponible posible; más la experiencia ción y evaluación de tests psicológicos y/o a la co-
Muy luminoso - 10º piso a la calle - aire acondic.
clínica; la relación terapéutica, la conceptualiza- laboración en tareas de investigación (Fotia, G., et
ción del caso, dentro del contexto de las caracte- al., 2019). Honduras y Coronel Díaz
rísticas del consultante, las preferencias culturales; La Ley 17.132, que regulaba las actividades del Mario cel: 11-5109-3200
de valores y de tratamientos disponibles.
Las definiciones de Psicoterapia implican ASOCIACIÓN ARGENTINA
una/un profesional a cargo en el rol del terapeuta. DE PSICODIAGNÓSTICO
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Página 12 • Agosto 2022 Actualidad Psicológica

llazgos de investigación sobre procesos y resulta- El desarrollo de la investigación de eficacia y Nuevas aplicaciones tecnológicas
dos de la Psicoterapia. Todo comenzó para refutar efectividad de los tratamientos psicológicos ha lle-
la hipótesis de Hans Eysenck quien en 1956 vado en la era de la Psicoterapia Basada en Evi- Una mención aparte merecen las nuevas tec-
afirmó que hacer tratamiento psicológico era lo dencias a la confección de Guías de Tratamientos nologías que se están insertando e integrando en
mismo que no hacerlo, a los efectos de sus resul- de libre acceso. La Base Cochrane incluye también la implementación de las intervenciones en Psico-
tados. Esta ¨hipótesis de la remisión espontánea ¨ publicaciones sobre tratamientos psicológicos va- logía Clínica. Además de la terapia cognitiva-con-
fue definitivamente refutada en 1980, en un me- lidados (Cochrane Controlled Trials Register). ductual por Internet (e-CBT), hoy se cuenta con
ticuloso meta-análisis realizado sobre miles de software diseñado específicamente para la asisten-
publicaciones que daban cuenta de los beneficios Indicaciones en Psicoterapia cia de algunos tipos de padecimientos psicológi-
del tratamiento psicológico (Smith, Glass & Mi- cos. Un ejemplo es el ECA que se está llevando a
ller, 1977). Desde ese momento en adelante se de- En una reciente revisión bibliográfica de artí- cabo en España (Barceló-Soler, et al., 2019), donde
sarrolló exponencialmente la investigación sobre culos científicos sobre tratamientos psicológicos se está estudiando la efectividad a nivel poblacio-
la eficacia y la efectividad de los tratamientos psi- basados en evidencias para pacientes con co-mor- nal de la implementación de un programa de asis-
cológicos. Estas investigaciones llevaron a la con- bilidad y severidad (Scherb, 2022), se hallaron nu- tencia psicológica por Internet para la Depresión
fección de las primeras listas de tratamientos merosas investigaciones en los últimos dos años (Aprender a Sonreír), que ya está mostrando sus
validados (Chambless et al., 1998), realizados con en distintos formatos, ya sea estudios cualitativos, primeros resultados alentadores.
estrictas metodologías de ensayos controlados ECA, longitudinales, estudios de caso, de inter-
doble ciego (ECA). venciones psicológicas basadas en evidencias con Otra línea de trabajo investigativa muy intere-
patologías severas (trastorno de personalidad bor- sante es la perspectiva del paciente, por ejemplo,
Los trastornos se definen a partir de las clasi- derline, de estrés postraumático, de alimentación, se está estudiando el impacto de incluir esta pers-
ficaciones vigentes (actualmente DSM V e ICD depresiones resistentes, bipolaridad, psicosis, es- pectiva en la evaluación y monitoreo de los trata-
11) y los tratamientos se describen en Manuales quizofrenia, TAG, y otros trastornos nominados mientos, y cómo esto mejora sus resultados
de aplicación. Las Listas de Tratamientos Valida- transdiagnósticos, entre ellos). Se hallaron más de (Breilmann et al, 2020).
dos para los diagnósticos específicos se publican 150 investigaciones.
periódicamente y son de libre acceso a la comuni- Conclusiones
dad científica. Las patologías más estudiadas son A modo de ejemplos, llama la atención un
los distintos tipos de Trastornos de Ansiedad y del ECA realizado sobre tratamiento combinado de Está ampliamente demostrado que las inter-
Estado de Animo, y la mayoría de los tratamientos ketamina con terapia cognitiva-conductual por venciones psicológicas, que devienen de la Psico-
validados están dentro del espectro de las Terapias Internet (e-CBT), para pacientes con estrés pos- logía Clínica, implementadas por profesionales
Cognitivas, Conductuales y Cognitivo - conduc- traumático resistente (Phillip-Muller et al., 2021), debidamente entrenados, tienen buenos resulta-
tuales. Esto ha permitido que en los últimos 30 o una propuesta de nuevas taxonomías para des- dos en el tratamiento de problemáticas vinculadas
años pudiéramos contar con una gran cantidad de cribir y tratar la depresión resistente (Rush et al., al padecimiento psíquico ya sea diagnosticado a
tratamientos con probada eficacia, es decir, que 2022), donde, a partir de los resultados de la in- partir de las clasificaciones nosológicas vigentes o
demuestran buenos resultados ante la sintomato- vestigación sobre resultados de tratamientos far- en cualquiera de sus formas. Sobre esta base, se in-
logía presentada, en grandes poblaciones de pa- macológicos y psicológicos en depresión que sertan innovaciones de la mano de las tecnologías
cientes. La desventaja de los estudios controlados muestran que un tercio de los pacientes no se be- que aportan mejoras flexibilizando los encuadres
aleatorizados (ECA) es la alta frecuencia e inci- neficia, se plantea una nueva categorización para para acceder a una mayor cantidad de pacientes.
dencia de patologías que no pueden ser identifi- pacientes con depresión resistente (DTD), para La Pandemia del COVID-19, al forzar a toda la co-
cadas con diagnósticos claros, es decir, que se mejorar la comprensión de lo que les pasa a estos munidad de terapeutas a trabajar online, ha de-
presentan con comorbilidad, y el hecho de que pacientes, ligada a las intervenciones psicológicas jado evidencias de que es posible, hasta cierto
una gran cantidad de pacientes, dada la severidad que puedan ser efectivas, derivadas de procesos punto, la psicoterapia virtual y online.
y complejidad de su condición, no pueden ser so- básicos y mecanismos de cambio. La figura del terapeuta, que no ha sido abor-
metidos a aleatorización de las intervenciones Otro ECA plantea investigar la efectividad de dada en este artículo, es de una tremenda impor-
(Scherb, 2014). intervenciones vinculares con los otros significa- tancia, ha sido estudiada desde antaño y más
En los últimos años, no obstante, se ha flexibi- tivos en pacientes con depresión resistente y sus recientemente en su rol específico en la imple-
lizado la metodología de investigación para poder allegados (Solis et al., 2021), o para estudiar la mentación de las técnicas y el establecimiento de
realizar estudios de efectividad también con este efectividad de una intervención grupal para pa- la relación terapéutica. (Fernández-Alvarez,
tipo de pacientes. Un ejemplo de ellos es el Trata- cientes externalizados con trastornos psiquiátricos 2003).
miento Dialéctico Conductual de Marsha Linehan graves (Zeibig et al, 2021).
(Dialectical Behavioral Treatment) para el Tras- Se demuestra que hoy contamos con interven- Para finalizar, se resaltan tres líneas a futuro:
torno de Personalidad Límite. ciones psicológicas con probada efectividad y que por un lado, ya no hay vuelta atrás con respecto a
la Psicología clínica, por ende, tiene grandes posi- la necesidad de demostrar los buenos resultados
bilidades de hacer contribuciones significativas en de las terapias, implementando, en el trabajo con
la asistencia de pacientes en contextos institucio- los pacientes, la integración de los tratamientos
nales o en consultorio, y para la consideración de validados en la singularidad del caso particular.
las políticas públicas en términos de Salud Mental, Por otro lado, queda definitivamente discrimi-
como ya se está aplicando en varios países. nada la práctica científica de la pseudo-científica
y profesional. Por último, se destaca la necesidad
Inglaterra, por ejemplo, desde 2018 está pro- de aplicar tratamientos combinados allí donde sea
bando un programa de asistencia con tratamientos indicado, contando con que los profesionales in-
psicológicos basados en evidencias en forma ma- volucrados estén debidamente capacitados en
siva (Clark, D., 2018) para depresión, denominado prácticas basadas en evidencias, donde se resalta
IAPT (Improving Access to Psychological Thera- la relevancia de otros factores, como la perspectiva
pies), que está demostrando beneficios a nivel de del paciente, la relación terapéutica, la conceptua-
grandes poblaciones. Más aún, ya se está estu- lización de caso, además de la efectividad de las
diando no solo la efectividad de los tratamientos terapias. Es importante aquí el trabajo en equipo,
psicológicos específicos, sino cómo mejorar la ac- cada uno desde su perspectiva complementaria
cesibilidad de los mismos a nivel de países o regio- sin que uno sea subalterno al otro. Esto último es
nes (Kazdin, 2017). tiene un alto impacto con pacientes con severidad
Actualidad Psicológica Agosto 2022 • Página 13

y comorbilidad, donde es evidente la multi-cau- dence-Based Psychological Therapies: The IAPT Program. An- a Randomized Controlled Trial. JMIR research protocols, 10(7),
salidad implicada en la misma perspectiva bio- nual review of clinical psychology, 14, 159–183. 10.1146/ annu- e30334
psico-social sobre el padecimiento humano, el rev-clinpsy-050817-084833 Rush, A. J., Sackeim, H. A., Conway, C. R., Bunker, M. T., Ho-
poder reforzador del contexto, la estigmatización Cochrane Controlled Trials Register (www.cochrane.org/ llon, S. D., Demyttenaere, K., Young, A. H., Aaronson, S. T.,
de quien padece, la sobrecarga de los profesionales index0. htm) Dibue, M., Thase, M. E. & McAllister-Williams, R. H. (2022).
de la salud y otras variables que entran en juego y Cook, S. C., Schwartz, A. C., & Kaslow, N. J. (2017). Evidence- Clinical research challenges posed by difficult-to-treat depres-
tienen que ser consideradas para el logro de los Based Psychotherapy: Advantages and Challenges. Neurothe- sion. Psychological Medicine, 1-14.10.1017/s003329172100
tan deseados buenos resultados. rapeutics : the journal of the American Society for Experimental 4943.
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Referencias s13311-017-0549-4 complex, difficult patient grounded in the integrated psychot-
Fernández-Álvarez, H., García, F., Lo Bianco, J. and Corbella herapy model. Pragmatic Case Studies in Psychotherapy, 10(1),
American Psychological Association: Recognition of Psychot- Santomá, S. (2003), Assessment questionnaire on the personal 1–29. https://doi.org/10.14713/pcsp.v10i1.1844
herapy Effectiveness, 2012, https:///www.apa.org/about/policy style of the therapist PST-Q. Clin. Psychol. Psychother., 10: 116- Scherb, E. (2022): Revisión sistemática sobre psicoterapias
/re solution-psychotherapy 125. https://doi.org/10.1002/cpp.358 efectivas y/o tratamientos combinados con pacientes con
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C. (2019). Intervenciones de psicoterapia por ordenador para Jornadas de Investigación. XV Encuentro de Investigadores gement intervention for patients with persistent depressive di-
la depresión en Atención Primaria en España. Actas Españolas en Psicología del MERCOSUR. I Encuentro de Investigación sorder and their partners/caregivers: study protocol of a
de Psiquiatría, 47(6), 236-246 de Terapia Ocupacional. I Encuentro de Musicoterapia. Facul- multicenter pragmatic randomized controlled trial. Trials,
Breilmann, J., Kilian, R., Riedel-Heller, S. G., Gühne, U., Hasan, tad de Psicología - Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. 22(1), 1-15. 10.1186/s13063-021-05666
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Clark, D. M. (2018). Realizing the Mass Public Benefit of Evi- the Treatment of Posttraumatic Stress Disorder: Protocol for
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Esquirlas del “El que es capaz de sudar, sin dudas


saldrá adelante.
En cuanto al que sonríe gentilmente.
relación a su deseo. Eva es esto. Surge de la costilla
de Adán para ser una “ayuda adecuada”.

¿Lo convertiremos en algún momento en Lilith se va al mar rojo en donde hay una gran

Colonialismo. una cortesana?


Fernand Deligny “Semilla de crápula”
fauna marina, también está allí la oscuridad y los
demonios. Gestación de vida junto con lo prohibido
y lo peligroso. Nos encontramos con dos femeninos
Quilombos y problemas con matices distintos. Uno incluye ser para el otro.

Q
El otro es en sí mismo. Lo femenino en Lilith como

De dulzuras y uilombo define “problemas”,


es sinónimo de algo malo, de
cosas que no salieron bien y se
resistencia a ser para el otro. Insurrección inicial a
la dominación incipiente. A la vez, gesto de una po-
tencia crucial para la vida en común. Así quedará
complicaron. “Hay quilombo” asociada a la oscuridad y a las vírgenes negras.

resistencias. nos habilita a describir, con


una sola palabra, el problemático estado de situa-
ción de algo o alguien. La clínica se nos presenta del
Mismidad y otredad no son cualidades que han
de tener un origen individual, sino que se determi-
mismo modo, es un quilombo. Conservar palabras nan cada vez y en situación. Desterrar a Lilith, una
rioplatenses para un pensamiento descolonizador, forma de instalar la relación con el otro, ahora si.
Hernán Altobelli es un primer paso. Si cedemos en las palabras, ce- Adan y Eva. Y de aquí en más el amor solo es de a
demos en los hechos decía Freud. Primer acto clí- dos, porque tres son multitud. La multiplicidad
nico. Habitar el lenguaje que nos habita y desde allí erradicada, expulsada. Inicios de la estafa del sus-
poder pensar y actuar. tantivo. De aquí en más, sujeto y predicado, el in-
La palabra libertad no existió en Guaraní hasta consciente estructurado como un lenguaje. ¿Qué
Gabriela Giorla
la colonización, cuando se expresó con un término impactos y qué limitaciones impone a la clínica este
que significa “desatado”, dado que a partir del ser modo de andar por el mundo?
atado por los puños para trabajos forzados (escla-
vizantes) surge la libertad como propósito y hori- “Son novios desde que eran muy jóvenes. Ahora,
zonte. La libertad impuesta como valor para en su incipiente juventud adulta se cuestiona el
sostener el sometimiento. Pensamientos paradoja- amor que siente por ella. Se han acostumbrado a
les. Habitar la paradoja para escapar a los binaris- estar juntos, crecieron juntos. Ambos en distintos
mos. Desatarnos, desencajarnos, descoincidir para momentos necesitan otros cuerpos para hacer expe-
verse arrojado a la vida. Otro acto clínico. riencia pero la fidelidad al vínculo monogámico les
¿Cuál fue el primer quilombo mitológico? Cual impidió pensar otras formas de amarse. Una expe-
y no quien nos parecía mejor para no ingresar de riencia de ella con otros abre la posibilidad para él.
lleno a la lógica de la culpa. Fuera culpa le diríamos, Acuerdan los modos cuidadosos para que esto ocu-
como quien le dice “juira bicho” a algún sapito, rra. Pero cuando él tiene la oportunidad de estar con
mosquito, o perro que se quiera acercar y que no es otras personas rápidamente ella entra en crisis y cie-
invitado. Juira culpa. rra las puertas de esta experiencia. Él se acomoda
nuevamente a la modalidad de pareja que tenían.
La primera en hacer algo de quilombo en el pa- Entonces aparecen momentos de desconcentración,
raíso fue una mujer. Pero no fue Eva, no. La primera de desorientación, de sentir que nada tiene sentido.
fue Lilith. Podemos encontrarla en el mito sumerio <Cuelga> casi todos los días, se siente perdido en la
como una diosa o fuerza independiente asociada a vida. Las actividades que le producían placer se tor-
la oscuridad y temida por los hombres. También en nan monótonas”
el mito hebraico en donde representaría la igualdad
frente al hombre. Ambos nacieron del barro. Y lo La clínica interpela necesariamente el modo en
que les sucedió es que instintivamente quisieron que nos vinculamos con el otro, con lo otro. ¿Al-
estar juntos. Arrebatados por volver a unirse se en- canza la transferencia-contratransferencia para
tregaron a la pasión. Adán arriba, Lilith abajo. Al pensarnos en esa zona de encuentro? Entrar en el
rato, estos dos que recién estaban iniciando la exis- mundo interno del otro es aventurarse a descubrirse
tencia no podían estar separados. Y volvieron a que- como participante de la vida psíquica del otro. La
rer unirse. Aunque esta vez Lilith quiso variar y le vida psíquica no es entonces subjetividad, es trama
propuso ir arriba. Bueno, no. Parece que Adán no que desarma espacialidades binarias (adentro-
quería incursionar en variaciones. Aquí está el pri- afuera), es desborde: del yo, del otro, de la historia.
mer quilombo. Sí, en el paraíso. Cuestión que al pa- Siempre un derrame. La clínica hoy exige despsico-
recer, después de discutir un buen rato, Lilith tomó logizarse, politizarse, expandir sus lecturas y revisar
sus cosas (sus hojas, dos manzanas… vaya a saber sus intervenciones. Subjetividad y eso que llamamos
unx que…) y se fue. lo social no alcanzan en tantos polos que sitúan una
interioridad y una exterioridad con sus fijezas. Am-
Algunos podrán decir que era una lucha de biente, una forma de lo intermedio. Jugar también
poder lo que produjo el quilombo en el paraíso, o lo es. Amar podría serlo.
no ceder el mando en este juego de ir arriba y do-
minar a otro. A nosotrxs nos gusta pensar otra cosa Alan Badiou define al amor como la experiencia
(solo para enquilombarlo un poco). Nos gusta pen- del pasaje posible de la pura singularidad al encuen-
sar que lo femenino que representa Lilith fue un tro con el otro. Algo que en sí mismo es solo un en-
gesto de dislocación. Fue la primera que no se puso cuentro nos interpela a experimentar el mundo a
en el lugar del yo. partir de la diferencia y ya no solamente desde la
Luego de que se fue Lilith, Adán se duerme y identidad. El encuentro terapéutico incluye prue-
sueña un sueño en donde hay un femenino más en bas, deseos, desafíos, discusiones, aperturas, alegrías
Actualidad Psicológica Agosto 2022 • Página 15

y mil cosas más. Cualquier cosa en realidad. La cues- tiene lugar al tomar el riesgo de aventurarse a estar contrario: resistencia e insurrección pero enhebra-
tión es vivir una prueba desde el punto de vista de con, sin impugnar la experiencia” dos en la unión de estos negros.
la diferencia. Como en el amor, la clínica es siempre En este sentido, lo ambiental al que nos referi- Objeto de manipulaciones lingüísticas, que die-
la posibilidad de presenciar el nacimiento de un mos es aquel capaz de entregarse durante un lapso ron lugar a sustracciones de sentido, quilombo ha
mundo nuevo, ya no a partir sólo del encuentro y limitado a su tarea de cuidado para proteger el se- sido un espacio más de ataque colonialista al debi-
las relaciones que se tejen entre dos (o más de dos), guir siendo. Una de las cualidades/conceptos que litar y extraer las fuerzas vitales de un movimiento
sino una (de) construcción, una vida que se hace lo habitan es la Ternura. Como concepto la pensa- de resistencia a los poderes hegemónicos.
desde otra escena. mos como aquel material necesario para la protec-
ción de las necesidades básicas de existencia. Hacer clínica es necesariamente transitar proce-
Esta perspectiva arma cercanías entre el amor Ternura no banalizada, sino pensada como com- sos enquilombados que se pretenden (y desean) ex-
y lo político, en tanto éste lleva hacia lo colectivo, promiso ético político. Emparentada con la dulzura pansivos. El trabajo nos fuerza, y lo que nos fuerza
da cuenta de lo que un colectivo es capaz. En el ambas incluyen las ideas de enigmas, potencia, no es sin violencia. Lo que fuerza es disruptivo, im-
amor se trata de saber si son capaces, de a dos, de fuerza simbólica, poder transformador con grados plica provocación, dislocación, un corrimiento,
asumir la diferencia volviéndola creadora. En lo de intensidad diversos. “una des-coincidencia”. Jullien utiliza la expresión
político se trata de saber si son capaces, de a mu- “exaptación”. Ella implica que es por una disocia-
chos, de crear igualdades diferenciantes. Frente a Sería importante pensar una ética del cuidado, ción con respecto a la funcionalidad (normalidad)
las nuevas olas políticas, como máquinas subjeti- no del control, pero esto requiere pensar situacio- adquirida que se desprende y promueve un juego
vantes que prometen “gestión”, se vislumbran pro- nalmente y desde otra perspectiva. Implica estar inédito de posibilidades. Trabajar para disociarse.
mesas terapéuticas que prometen gestionar las atentxs a las formas imperceptibles de accionar del Lo grave no parece ser tanto lo que nos sucede, sino
emociones. Modos actuales de anestesiar lo que se capitalismo despiadado que impone los modos del el hecho de que se fije. ¿Que habrá en el origen de
escurre por entre los saberes y los poderes. ¿Puede vivir, desear, soñar, amar. la represión? La fijación sirve para señalar ese inicio.
una familia decepcionar al amor? ¿Puede un(a) En el horizonte aparece la sanación. Producir una
analista decepcionar al amor? la respuesta es sí. No se cuida a otro, se cuida entre otros, se cuida des fijación. Un nuevo acto clínico.
Como decía J. Puget: “Tal vez los mismos psicoa- desde el parar, pensar, hacer, percibir la singularidad
nalistas han ayudado a que se anhelen las relaciones de las situaciones. La capacidad de espera, otra ca- Spinoza propone ir en búsqueda de encuentros
sin conflictos donde primen las semejanzas” y ahí tegoría conceptual con la que pensamos lo ambien- compatibles que aumenten nuestras potencias, que
todo lo que ocurriría en clave de quilombo queda tal, también sería una de las capacidades den alegría. Y huir de aquellos que nos descompo-
imposibilitado como tal. posibilitadoras de que todo esto ocurra. nen, que disminuyen nuestra potencia de actuar y
En la aceleración de los cuerpos, en la acelera- generan tristezas. “Los poderosos nos quieren tristes”
En este punto, la clínica y el amor se vuelven evi- ción del vivir, la trama puede ser tejida sin tener en expresaba el filósofo hace siglos, casi la misma can-
dentemente una cuestión política. Lo político es una cuenta cuales son las necesidades básicas de quienes tidad de siglos que lleva la construcción de poderes
forma de resistir, no ponerse de rodillas frente a una la componen. Operaciones de poder pueden venir colonizadores. La alegría al igual que la dulzura,
realidad que amenaza con ser sinónimo de capita- a indicar cómo entramar. Los riesgos en ese sentido otras palabras a recuperar en su plena dimensión
lismo despiadado. Dice Badiou que si queremos siempre están presentes. política. Deuda del psicoanálisis hegemónico. No
abrirnos a la diferencia, a que el colectivo sea el cederlas. Defenderlas, cuidarlas del marketing, cui-
mundo entero, lo que debemos experienciar es Quilombos y resistencias darlas como se cuida lo delicado. Con delicadeza.
amor. Al culto identitario de la repetición hay que La delicadeza, otro acto clínico.
oponer el amor de lo que difiere, no repite, es único, Quilombo se usó en América Latina para refe-
es errático y extraño. Generar condiciones de posi- rirse a los espacios de resistencia de personas que ¿Cómo intervenir? Con delicadeza. ¿Para qué
bilidad es un acto clínico-político. huían de la esclavitud. Fueron una referencia in- intervenir? Para ampliar el campo de acción, para
Para Puget la relación entre el psicoanálisis y lo discutida de la lucha contra el esclavismo en el expandir el territorio de lo que un cuerpo puede,
político implica un aspecto ético en cuanto a la re- continente, con un estilo de vida comunitario y ya que el poder no interviene sólo sobre los cuer-
flexión acerca de nuestras ideas y opiniones. Anali- organizados políticamente. Esta palabra viene del pos sino sobre sus campos de acción posible. Po-
zarlas, ver cómo se forman y qué las sostienen para Quimbundo, lengua de los bantúes del centro y deres limitantes, abusivos, máquinas de tristezas.
poder, en clave de diferencia, sostener diálogos que norte de Angola. De ella también proviene la pa- No necesitamos tantas cosas nuevas. No hay en-
no obturen las posibilidades de despliegue. Tanto el labra “milonga” y hace referencia a la idea de cuentro sino en la medida en que éste logra hacer
exceso de información como de silencio impiden la “unión”. que surja otro lugar dentro del aquí. Si el encuen-
capacidad reflexiva para que se geste la opinión. Im- La agrupación brasilera Quilombo Vermelho ex- tro se torna relacional, no hay otro. El encuentro
portancia de lo ambiental, imperceptible, respe- presa: “los quilombos son el símbolo de resistencia más no funda sino que de entrada desborda lo que
tuoso de lo personal, cuidadoso, una apuesta fuerte y esta grabado en el imaginario de todos los ne- existe. Construir una transformación silenciosa
silenciosa a la dulzura y la demora para alojar. ¿Qué? gros de nuestro país. La identidad negra es fuerte e in- que actúa sin hacer escándalo. Indiscernible. Un
Lo impredecible. tolerable para la burguesía, ya que lleva en sus venas desarrollo que se despliega en el tiempo y no solo
esta trayectoria e insubordinación que amenaza el en el espacio.
“Durante meses llegaba a las sesiones toda apu- poder de las clases dominantes”.
rada. Cuestionaba si la analista se demoraba en En el siglo XIX el término pasó a ser parte del Pensar una ética de la des coincidencia reside en
abrir la puerta. Merendaba en el encuentro. Las ga- lunfardo de Argentina para referirse despectiva- el principio de la capacidad para no dejar que la
lletitas desbordaban su boca, trataba de hablar mente a los prostíbulos de las clases bajas, en las que vida se circunscriba en su mundo, sino para alzarla,
mientras comía. Todo ocurría rápido. Pasaba de allí había mujeres de origen africano. Entonces qui-
a dibujar, a pintar, a ...a …a. Al principio, la ana- lombo comenzó a ser sinónimo de peleas, compli-
lista trataba de alguna manera de frenar algo de este caciones, etc. Sin embargo su inicio refleja todo lo Atención
ritmo. Le incomodaba el cuestionamiento de la pe-
psicológica
queña y la aceleración. Se preguntaba cómo estar con
ella para no interrumpir lo que ocurría y qué era lo online y presencial
que le afectaba de todo esto. Investiga modos de estar,
de sostener el despliegue, de no interrumpirlo. Apa- Psicólogos UBA
Buenos Aires - Argentina
recen distintos ritmos. A veces más acelerados (allí
cuando la niña necesitaba conversar sobre lo que la
Whatsapp: 
inquietaba), a veces más calmos, otros variados entre
risas, juegos y desafíos. Parece que lo impredecible +54 9 11 3049 1305
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arriesgarla más allá. “Tenes que tener coraje” dijo un en las clínicas son hermosos porque, aún con los penso hoy son un quilombo para las coordenadas
día Sonia Kleiman en un espacio de esos que llama- riesgos la vida se siente en el cuerpo, entre cuer- deterministas de la vida que se nos imponen en
mos supervisión. El coraje, condición necesaria para pos. Allí no es de nadie, sucede entre, deviene vida aceleraciones constantes, en donde la rentabilidad
la clínica hoy. como la lluvia deviene lluvia. La marea de cuerpos de la vida se mide por la efectividad de lo produ-
se dispone a salir. ¿Junta? No. Devenimos cuerpo cido: sea esto un objeto, un servicio o la actividad
Quilombos riesgosos y temporalidades en ese instante. Tenemos que movernos para que recreativa. Pura gestión de vida, gestión que im-
nadie se lastime en un compás que vamos compo- plica un trámite para resolver con diligencia aque-
Coraje y riesgo. Anne Dufourmantelle (2021) niendo en ese preciso momento. Frenar, avanzar. llo que importuna o se vuelve demasiado visible
nos cuenta que: La vida es un riesgo inconsiderado No hay algoritmos que marquen lo que hay que en su diferencia.
que nosotros, los vivos, corremos. “Arriesgar la vida” hacer. Se siente y se avanza o demora. Se registra
es una de las expresiones más bellas de nuestro vibratilmente. Quilombo que la adrenalina gesta. Comenzamos a accionar entrampados en apli-
idioma. ¿Significará necesariamente enfrentar la Ebullición de sensaciones. El suspenso aquí antes car supuestos saberes y automatizaciones. Nos re-
muerte y sobrevivir?... ¿O bien habrá inserto en la de la largada nos envuelve y agita. Un instante. En sulta útil esta descripción que hace Ignacio
vida misma un dispositivo secreto, una música la clínica las palabras pueden derribarnos, asus- Lewkowicz sobre la subjetividad heroica: “el héroe
capaz por sí sola de desplazar la existencia hacia esa tarnos, resbalar con ellas y salvarnos de caer al sabe cómo se debe resolver esa urgencia, monta su dis-
línea de batalla que llaman deseo? Pues el riesgo vacío. Y hay un “en común” construyéndose todo curso en la urgencia: no hay tiempo para pensar, hay
abre un espacio desconocido. ¿Cómo es posible, es- el tiempo. que actuar ya. La subjetividad heroica siempre tiene
tando vivo, pensarlo a partir de la vida y no de la que llegar a tiempo. Y en ese ir de urgencia en urgencia
muerte? En el momento de la decisión, éste escu- Habitar el quilombo nos impone habitar las pa- no deja tiempo para reflexionar, planificar o progra-
driña nuestra relación íntima con el tiempo. Es radojas de la no resolución de eso que ocurre, dejar mar. La urgencia lleva al acto compulsivo. El héroe es
como un combate en el que desconoceríamos al opo- que se produzcan las preguntas que sean vitales para el salvador que siempre sabe qué hacer. La contraparte
nente, un deseo del que no tendríamos conoci- vivir, para que el cuerpo piense y sienta. del héroe es la víctima. El héroe necesita que la víctima
miento, un amor del que ignoraríamos la cara, un no se mueva de su lugar de víctima: debe permanecer
acontecimiento puro”. Suspender el vivir viviendo es doloroso. Es una víctima porque si no, el héroe dejaría de ser héroe, per-
forma de evitar el quilombo, de aplastarlo, de anes- dería todo su valor y pasaría a ser “uno más”. Dejar
Coraje: Préstamo (s. XIV) del francés courage tesiarlo. Allí la resistencia a la normalidad del vivir enclavado al otro en la posición de víctima impide el
‘valentía’, derivado del latín cor ‘corazón’. Las dos deja de ocurrir. Las excepciones nos proponen lí- crecimiento, la transformación; pero no sólo del otro
acepciones del sustantivo surgen de las acepciones neas de fuga para embarcarnos en otros recorridos. sino de ambos: víctima y héroe. Héroes y víctimas se
de corazón relacionadas con el área de los senti- Pero ¿Por qué llamar a algo excepción cuando lo confirman mutuamente.”
mientos. Coraje y riesgo conviven en cercanías. que ocurre es algo distinto? Al denominarlo como
Riesgo implica el coraje de no dejar de moverse. tal lo excluimos de incluirlo como posibilidad. Fin No es sencillo frenar cuando el camino está pre-
Quilombo aquí como potencia, no sin riesgos, del temido quilombo. Dentro de las filas de lo per- parado para deslizarse vertiginosamente. Las lógicas
tampoco sin coraje. Interesante ver cómo prolife- mitido, todo vuelve a la asfixia. que están sosteniendo muchas de las prácticas ac-
ran los protocolos de intervención, las normas que tuales están más ligadas a la ficción de buscar segu-
domestican los haceres, las razones que abusan en Para Anne Dufourmantelle (2021) “La suspen- ridad evitando riesgos que a las lógicas del cuidado.
argumentaciones. “Tenés que tener coraje”. Infini- sión no es un tiempo detenido antes de que algo ocu- Contienen en sí mismas dominación y protección.
dades de teorías que explican y no dejan de expli- rra, sino que es el suceso mismo; la entrada en ese No todo quilombo es urgencia. La urgencia im-
car para gestionar, para encontrar razones, para tiempo íntimo donde en realidad la decisión ya fue pone un armado jerárquico en donde las relaciones
perder coraje, porque al coraje se lo encuentra tomada sin que nadie lo sepa... Estar suspendido en de poder determinan esa confirmación mutua de
cerca del corazón. un balancín conceptual sin realmente tocar tierra, y quien salva y quien padece, distinto al quilombo
elegir el no… Juzgar, decidir, actuar. Todavía no, no como proceso expansivo. El quilombo en la clínica
“En una reunión hospitalaria, en el marco de una inmediatamente. Quedarse el máximo tiempo posi- es un suspenso de los que allí estén envueltos en lo
supervisión interdisciplinaria para pensar acerca de ble en esta postura insostenible que internamente le que surja, donde se sostienen como equilibristas en
una situación clínica en el tratamiento de una familia ordena a uno estar en espera… Y no fiarse de nin- la cuerda floja, donde es necesario que se muevan
alguien dice: “algo tenemos que hacer, si pasa algo gún concepto prefabricado, predigerido. Estar lo más para estar quietos. Paradojas del equilibrio.
quien va a hablar con los medios”. lejos que se pueda del pensamiento cuajado en pos-
turas, en respuestas, en certezas, y no obstante pen- Anne Defourmantelle pregunta: “¿Cómo no in-
¿Porque habría que hablar con medios? Primer sar…El suspenso es una negación de la actitud que terrogarse acerca de una cultura que ya no puede pen-
cuestionamiento a realizar. El riesgo temido, ser es- sería la acción misma… no es esperar, no es diferir sar el riesgo sin convertirlo en un acto heroico o una
crachado o escrachada por los medios. ¿Son esos los por miedo o indecisión. No implica el pasaje al acto locura?” O capturando al riesgo en la idea román-
riesgos? Prácticas inquisitoriales donde las denun- sino que también puede borrarse, disolverse en su tica de “el salir de la zona de confort”. De resistencia
cias son condenas. Otra falacia, confundir hacer propia retirada. Ya es acontecimiento en sí, en su “no e insurrección no le quedaría nada. Del mirar y estar
algo con denunciar, internar, medicar apresurada- acción” efectiva. en la situación del/con el otro tampoco.
mente. Borramientos del otro. Ataques a la capaci- El riesgo tiene a la pasión como sustancia. Un
dad de espera. Una clínica protocolizada que teme Hacer quilombo para mover los suspensos. Por concepto de pasión que no es posesivo en su apa-
ser escrachada. Tener coraje para enfrentar el miedo eso nos movemos a ese sustantivo. Interrogar, pen- sionamiento sino que implica un movimiento que
a pensar y actuar. sar, son acciones que están encubiertamente poster- nos despoja y nos revela a la vez. Revelar como
gadas. Las preguntas que afectan, se alejan de buscar aquello que trae a la luz algo que estaba ignorado,
Devenir Quilombo rápidamente soluciones. Los interrogantes abren el oculto o sin desplegar.
juego del pensar, a diferencia de este correr tras la
La salida en una carrera como la clínica es un solución, estimulan buscar, ampliar, pausar. Esto no En el quilombo el movimiento es su esencia. No
quilombo. Todos juntos, cuerpos que no respetan es muy aceptado, es visto como dilatorio o hasta existe sin movimiento, inquieto vibrar impercepti-
distancias se mueven sin moverse y moviéndose. como insolvencia. ble de seres mágicos en los intersticios de la vida.
Un poco para que no se enfríe el cuerpo, un poco Movimientos imperceptibles debajo de la piel que
porque la adrenalina se eleva exponencialmente. “Estar en suspenso es volver a la penumbra, a un agitan impulsos-pulsaciones-acciones. Nada queda
Los riesgos en ese momento de largada aparecen punto de relativa ceguera, y de cierta forma mante- en su lugar porque no hay lugar, aunque lo haya.
en los empujones, en las resbaladas que pueden nerse allí. Porque al mantenerse allí aparece otra Con Nancy decimos que comprendemos muy bien
dejarnos caídos antes de cruzar el punto de par- cosa, otro límite, otra orilla” nos cuenta Anne Du- que la vida no es el mantenimiento de una inercia
tida. El quilombo de los inicios en las carreras o fourmantelle (2021). Tanto la espera como el sus- sino el riesgo de una existencia.
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Habitar el quilombo nos ofrece la oportunidad lectivos. Ya no podemos preguntarnos entonces Sin miedo ellas van, sin miedo ellos van
de registrar la necesidad de vivir nuestra propia ¿Qué es un acto clínico? Pura multiplicidad. No nos sembrando libertad
vida. Movimientos indispensables en ambientes im- necesitan las sensibilidades que nos consultan, nos En comunidad caminando por la justicia
perceptibles. Entregarnos a la búsqueda de “vivirla”. necesitamos. Otro acto clínico, visibilizar todas esas y dignidad.
Experiencias en-con el cuerpo. lluviosidades que se encuentran conectadas por in- Sara Curruchich “Pueblos”
visibles hilos de colores que forman una enorme,
Clínica Quilombera enmarañada y entreverada trama.
Referencias Bibliográficas
Nuestra propuesta es recuperar movimiento. No más diagnósticos impunes, no más estruc-
¿Qué es esto en la vida cotidiana, en la clínica coti- turas universales y violatorias de las individualida- Altobelli, Hernán. Giorla, Gabriela (2017): La capacidad de es-
diana? des, no más normalidades normalizantes…¿De pera. Movimientos de des-fijación. En Entreveros y Afinidades
Como dice Michael Serres: “Ningún profesor quién es el síntoma? ¿Dónde ocurren los hechos clí- 2. Altobelli - Grandal Editores. Buenos Aires. Argentina.
sentado en una silla me enseñó el trabajo productivo, nicos? No más adentro ni afuera. Pensar-hacer (2018) El tiempo a destiempo. Revista Actualidad Psicológica
el único que vale, mientras que mis maestros de gim- desde los intersticios. nro. 478. Buenos Aires. Argentina.
nasia, mis entrenadores, y más tarde mis guías, ins- Altobelli, Hernán. Giorla, Gabriela. Guaragna, Agustina (2020):
cribieron sus condiciones en mis músculos y mis Comenzamos retomando las palabras de Freud Movimiento. En Entreveros y Afinidades 3. Altobelli - Grandal
huesos. Ellos enseñan lo que puede hacer el cuerpo. como primer acto clínico, “si cedemos en las pala- Editores. Buenos Aires. Argentina.
¿Quieren escribir, buscar, entrar en una vida de bras, cedemos en los hechos”. Tomamos el quilombo Badiou, Alan (2012): Elogio del amor. Paidos. Buenos Aires, Ar-
obras? Sigan sus consejos y su ejemplo. Que son éstos: como acto político, como gesto que promueva un gentina.
que nada resiste al entrenamiento, cuya ascesis repite común vivir, como conceptualización. No sustituir Borgeaud, Beatriz (2008): Lilith el secreto. Edición de autor.
gestos poco naturales… y facilita las virtudes nece- más el gesto por la gestión. Recuperar lo que el pro- Buenos Aires. Argentina.
sarias de concentración, de coraje, de paciencia, de tocolo niega: Belleza y Movimiento. Necesitamos Deligny, Fernand (2017): Semilla de crápula. Cactus Tinta
dominio de la angustia…Respetar la cosa misma, nuevas figuraciones, nuevos relatos que nos impul- Limón. Buenos Aires. Argentina.
que es la única que gobierna, y no la opinión, eso, por sen a aprender (y aprehender) a recibir y atender Dufourmantelle, Anne (2021): Elogio del riesgo. Editorial
encima de todo, es lo que enseña una vida de obras. sensibilidades que no se agoten en el ser paciente, Nuevo Offset. Buenos Aires. Argentina.
No importa a qué actividad se entregue uno, el usuario de servicios. ¿Qué te está pasando? cada vez Jullien, Francois (2021): Des-coincidencia. El cuenco de plata.
cuerpo sigue siendo el soporte de la intuición, de la que se hace posible la pregunta acontece la clínica, Buenos Aires, Argentina.
memoria, del saber, del trabajo y, sobre todo, de la y acontece en momentos y lugares no previstos. La Grandal, L. Giorla, G (2021): Cuerpos acelerados y el placer de
invención. Un procedimiento maquinal puede reem- mayor parte del tiempo. Eso hace que los agentes de la lentitud. Revista Actualidad Psicológica nro. 507. Buenos
plazar cualquier operación del entendimiento, pero salud estemos ahí, como disponibilidades porosas a Aires. Argentina.
nunca los actos del cuerpo” lo que se precipita. Moscardi, Matias (2021): El gran Deleuze. Beatriz Viterbo edi-
tora. Rosario, Argentina.
En el quilombo recuperamos cuerpo, no hay go- Los pueblos originarios dicen que tenemos que Nancy, Jean Luc (2014): ¿Un sujeto?. Ediciones La Cebra. Buenos
biernos, hay movimientos. En el quilombo estamos, caminar las palabras: hablan del compromiso con Aires, Argentina.
somos, devenimos. Como la lluvia que jamás se lo que decimos. Es crear este momento al poner el Puget, Jeanine (2015): Subjetivación discontinua y psicoanálisis.
queda quieta. Si hacemos clínica algo de lluvia te- cuerpo, y esto es una acción colectiva. Lugar Editorial. Buenos Aires. Argentina.
nemos que sertener. No es mojarse ni bailar bajo la Serres, M.(2021): Variaciones sobre el Cuerpo. Editorial Fondo
lluvia, sino devenir lluvia. Porque si la lluvia se Caminando van tantos pueblos, en pie de de cultura económica. Buenos Aires. Argentina.
queda quieta no sería lluvia, si la clínica pierde mo- lucha están
vimiento tampoco es clínica. Van por los caminos con su corazón retumbando

Salirse de los sustantivos requiere por lo menos


de tres elementos que hacen de la lluvia un llover
lluvioso. Se necesitan:
-cientos de miles de gotitas
-un caer que no deje nunca de caer (cuando deja
de caer, deja de llover)
-y un salpicar que moje plantas, animales, cosas
y personas

Matías Moscardi (2021) se pregunta ¿Qué suce-


dería si le hiciéramos la pregunta de la lluvia a otros
objetos y seres? Dentro de cada cosa hay una llo-
vizna que todo deshilacha en múltiples briznas. La
clínica puede ser como la lluvia y en tal caso ¿cuáles
serían las gotas de lluvia de la clínica? Fantasías, pa-
cientes, ternura, analistas, jugar, pensar, poesía, in-
consciente, normalidades, demasías, internaciones,
instituciones, sensibilidades excedidas, miedos,
muros, consultorios, amor, rarezas, disidencias, cap-
turas patologizantes, porvenir, actos clínicos, polí-
tica, ambiente, diagnósticos, desciframientos,
disponibilidades. ¿Qué tiene que existir para que
exista la clínica? Miles de cosas, infinidades, multi-
plicidades. Lo único que seguro no es, un sustantivo
individual. Innumerables gotitas nos hacen quienes
somos. Necesitamos de los otros para vivir y amar,
como gotitas incesantes que no dejan de caer. Los
sustantivos nunca son individuales, siempre son co-
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Un camino
E
n 2004 el psicoanalista Jacques- secas. Este sentido del síntoma era cernido como
Alain Miller orientaba hacia un real y como lo que se pone en cruz, como lo que se
programa de trabajo que todavía interpone para impedir que las cosas marchen. Es-
está en marcha. Su ponencia, pecifica que este impedir que las cosas marchen es
mientras ubicaba una serie de en el sentido de que ellas den cuenta de sí mismas

que se aparta cambios en la clínica, señalaba como vía de futura


intervención a la clínica lacaniana. Anunciaba, ade-
más, que esta clínica habría que inventarla a partir
de manera satisfactoria. Agregando que de “satisfac-
toria al menos para el Amo”. Concluye diciendo: “lo
cual no significa en modo alguno que el esclavo lo
de vía abierta por Lacan, en particular por el último sufra, en absoluto”.

de la Lacan.
Puestos al trabajo, podemos localizar al último
Lacan referenciándolo a su enseñanza de los años
El introducir lo imposible, lo que no anda, acaso
sea motivo de críticas de parte del Amo o de quien
atienda a sus apetitos.
1970s. Nos interesan, en especial, una serie de inter-
venciones que suceden en los pocos días que van de Esclavos que no sufren. La introducción del es-

maquinaria fines de octubre y comienzos de noviembre de 1974.


En ellas se plantea algunas novedades y reordena-
clavo en el planteo convoca alguna aclaración, la cual
nos es aportada por el mismo Lacan. La referencia
mientos, que serán motivo del trabajo de Lacan en propuesta deriva de Hegel y de su dialéctica del Amo
los años posteriores. Otro motivo es que permiten y el esclavo. Lacan refiere que no puede saberse de-
vislumbrar sobre qué y cómo habrá de intervenir masiado qué eran los esclavos. Tenemos tan solo al-
Claudio Spivak quién practica el psicoanálisis. Algunas alertas de ese gunas noticias acerca de qué realmente eran a partir
trazado inaugural, entendemos, es el que hoy se de las comedias latinas clásicas, de Plauto o Terencio.
hacen efectivos ante nosotros. También, porque a los Lacan señala que el esclavo estaba mucho mejor
días, en 1975, Lacan traerá una convocante solución. de lo que pueda pensarse. Él gozaba, a pesar de lo
que haya dicho Hegel, y debido a este goce es que el
Un anuncio. En 1974, Jacques Lacan participa esclavo se dejó manipular por el Amo.
de uno de los pocos reportajes que ha ofrecido du-
rante su vida. El contexto es una visita a Roma, a Más de esclavos y verdades. Mientras Lacan se
días de presentar su discurso conocido como “La refiere a los esclavos y toma distancia de lo dicho
tercera” (1). por Hegel, agrega una vertiente religiosa que se de-
El reportaje (2) será publicado en la Revista Pano- canta de la dialéctica. De acuerdo a su lectura, Hegel
rama y quien hace las preguntas es Emilia Granzotto. promete al esclavo una suerte de cristianismo en
A poco de comenzar la entrevista Lacan se en- épocas paganas, y esto por la ofrenda de un porve-
frenta con una pregunta que es variación de una nir, donde se encontrará la dicha. Dice que se trata
afirmación que ya se había planteado a Freud. La de una pura ganancia que ya no volveremos a ver.
idea ronda a la insuficiencia de la práctica psicoa- Hay aquí un pequeño desarrollo, donde lo reli-
nalítica para tratar el sufrimiento de los seres ha- gioso cobra relieve, en especial por sus nexos a otras
blantes, así como la ineficacia de los practicantes nociones.
para llevar a cabo una labor terapéutica. En el caso Durante aquellos días bullen en Lacan los dichos
del reportaje, la afirmación se pone en práctica bajo sobre la religión y la religión verdadera. En el con-
la alternativa de una pregunta. Ella inquiere acerca texto de Roma, la religión aparece en saga con la
de sí el psicoanálisis se encuentra en crisis y sí Freud verdad, lo que transforma a esta religión en religión
ha sido superado. Lacan, sin titubeos, descarta verdadera.
ambas propuestas. Lacan acompaña sus enunciados con una depre-
Líneas después encontramos sus razones. Lacan ciación de las verdades y su proliferación. Transi-
indicará que el psicoanálisis es un síntoma “revela- tando esa vía, por ejemplo, expone que todo lo que
dor del malestar de la civilización en que vivimos”. dice durante “La tercera”, no es obligatoriamente
Además caracteriza al psicoanálisis como una prác- una verdad eterna, cosa que, además, no le mueve
tica que se ocupa de lo que no anda, lo cual es “te- un pelo. Acaso porque la verdad se acerca al sentido
rriblemente difícil porque pretende introducir en la y a lo religioso.
vida cotidiana lo imposible”. Agregamos que lo im- En esta dirección, las verdades y el sentido que-
posible, en especial por sus nexos con lo real, había dan vinculados con lo imaginario. La verdad, indica
sido motivo de más de un trabajo para él. Lacan, es vomitada y regurgitada por lo imaginario.
En el mismo reportaje Lacan propondrá al psi- También sugiere una idea de proliferación, diciendo
coanálisis como una profesión imposible, al igual que lo imaginario nos regurgita una verdad, una
que el educar y el gobernar. Este difiere de las otras verdad más, lo cual es el colmo.
profesiones en su novedad; es un recién llegado. La imagen de colmo y de colmar la encontramos
Algo de esto puede relacionarse con lo que indica de nuevo en su comentario relativo al esclavo. Lacan
de lo dicho y escrito por Freud. Para el momento afirma que Hegel le promete “además” a este esclavo
del reportaje han transcurrido pocos años del im- el porvenir, con lo que está “colmado”. Para luego
pacto que es el acontecimiento Freud y todavía no añadir, mientras trae la vinculación entre Hegel y el
se conocen las consecuencias de su elaboración. cristianismo, que se trata, en verdad, de una pura
Acaso con esto pueda entenderse que diga que hasta ganancia. Un todo para ser feliz.
ese momento el psicoanálisis ha obtenido ciertos re- Dejamos para más adelante los lazos que Lacan
sultados, pero aún no tiene reglas y se presta a toda traza entre la religión y el sentido, que se decantan
suerte de equívocos. En el “todavía” es legible que el de una nueva definición de síntoma que ya debe-
psicoanálisis encuentra en un devenir. mos presentar.
Días antes Lacan (3) había señalado al síntoma
como lo que viene de lo real. Agregaba la presenta- Una novedad. En su Discurso en Roma, Lacan
ción del sentido del síntoma, distinto del sentido a formula la pregunta de sí el psicoanálisis es un sín-
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toma. Y luego pasa a indicar de qué síntoma trata la devastación social de los eufóricos depredadores rrollo presentado en Radiofonía (8), en 1970. Es en
su exposición. Dice entonces que llama síntoma a en nivel planetario, esto es, afectando a todos. el momento en que introduce la idea de la explota-
lo que viene de lo real (4). ción ya no ejercida por el Amo, sino por la máquina
La frase tiene una serie de implicaciones, que no Adjunta que el problema será saber si el conflicto o por los productos que se obtienen, a título de
podremos agotar en este trabajo. Tan solo recorre- del Amo y del esclavo encontrará su solución en el plusvalía, de los buenos oficios en la industria tec-
remos alguna. Por ahora nos interesa señalar su no- servicio de la máquina. Esto implica un corrimiento nológica, acompañada de los patrocinios de la cien-
vedad y el nexo entre real y síntoma. del problema planteado por Hegel, luego del éxito cia aplicada. Los antes esclavos, ahora productores,
Junto a la formulación del síntoma encontrare- darwinista y victoriano, donde la solución adquiere siguen explotados, pero no por el Amo sino por los
mos, durante su exposición, la noticia de variantes. un tinte paradójico. En torno al escrito tratado tam- mismos productos resultados del régimen capita-
Lacan hablará, por lo tanto, del síntoma que sería el bién implica un deslizamiento, siendo que desde la lista. Se lo encuentra en la página 437:
psicoanálisis, entenderá como síntoma a las muje- lectura de Lacan, es a partir del conflicto del Amo y
res, siendo que ellas “expresan lo real muy pero muy del esclavo “de donde deduce todo el progreso sub- “Los productos por ejemplo a cuya calidad, en
bien”, e indicará que, con toda evidencia, el gadget jetivo y objetivo de nuestra historia”, haciendo emer- la perspectiva marxista de la plusvalía, los produc-
es un síntoma. ger “de esas crisis las síntesis que representan las tores, más que al Amo, podrían pedir cuentas de la
Además plantea una distinción en relación a la formas más elevadas del estatuto de la persona en explotación que sufren.”
angustia, la cual es considerada como síntoma “tipo Occidente”. La forma más elevada de persona que-
de todo acontecimiento de lo real” (5), donde daría así del lado de la euforia, de la predación y la Se lee una mutación en el régimen de explota-
“acontecimiento” plantea algo disímil del síntoma devastación social, ahora asociada a la máquina. ción, en términos marxistas, donde varía la figura
“que viene de lo real”. Lacan suma, a este orden de cosas, la presencia del explotador. Esto acompañado de la modifica-
de una psicotécnica, “que se muestra ya preñada de ción en relación al lazo, donde el lugar del explota-
Junto a esto, precisará al síntoma, distinguién- aplicaciones más y más precisas”, la cual se dedicará dor, antes ocupado por un otro humano, que puede
dolo de aquello que presenta como síntoma social. a proporcionar diversos modos de operadores de encarnar la figura del Amo, ahora es ocupado por
Señala que el psicoanálisis no es un síntoma social máquinas. Él nos habla de “conductores de bólidos un objeto de la técnica, el cual guarda relación con
y que de esta especie no hay más que uno. Acerca y vigilantes de centrales reguladoras”. Derivado de un recupero de goce.
del síntoma social expone que: “cada individuo es esto, el cauce que toma la psicotécnica es la simple
realmente un proletario, es decir, no tiene discurso proveeduría de operadores de máquinas, soslayando Proletario, ciencia, Capitalismo y los discurso
alguno con el cual hacer lazo social, o sea, sem- la intervención posible en las contrariedades y ma- que no son. Más arriba traíamos la mención al único
blante” (6). lestares de la experiencia humana. O, en términos síntoma social, el del proletario que no tiene dis-
A este proletario se lo puede pensar como un de 1974, la intervención sobre lo que no anda. curso alguno con el cual hacer lazo social. La frase,
desplazamiento de la figura del esclavo, silueta que Entonces, ya para 1948 es rastreable el anuncio en el contexto de Roma de 1974 permite ser leída de
venimos cerniendo. de la promoción del vínculo del individuo con la un modo particular, el cual nos abrirá un camino.
Con lo anterior, mientras ajusta figuraciones del máquina, al tiempo que se subraya una degradación Distintas lecturas de la frase, entre la que hemos
síntoma, al mismo tiempo separa a la angustia y del lazo social. En adición a esto, un deslizamiento sumado la nuestra, acercan este proletario al capi-
precisa al síntoma social. de la práctica psicológica a la psicotécnica, hacía talismo, pseudo discurso que echa luz en algunos
En este punto debemos hacer un pequeño aplicaciones en consonancia con una empresa téc- puntos de su comprensión.
rodeo, antes de continuar con el desarrollo de Roma nica que involucra a todos. En la década de 1970 Lacan trabaja y presenta
de 1974. Lo indicado en 1948 encuentra eco en un desa- varias veces a este discurso o pseudo discurso, el

Lacan y la agresividad en el psicoanálisis. Luego


de la Segunda Guerra Mundial, Lacan produce el es-
crito “La agresividad en el psicoanálisis” (7). El texto
se divide en Tesis, siendo la V aquella en donde en-
Para adquirir ediciones
contramos una articulación afín a lo que expondrá
en 1974. anteriores vía email
Puede decirse que hay en esa Tesis V un contra-
punto entre una época anterior y la que corres-
ponde a ese 1948. En los tiempos previos el hombre
se encontraba en un mundo donde el lazo social era
promovido desde la comunidad, donde había ritos
Actualidad
de iniciación y donde la familia, extendida más allá
del pequeño agrupamiento madre, padre e hijo,
ponía algún coto a la agresividad. Para la modalidad
Psicológica
de orden social del 1948, en cambio, hay una degra-
dación de ritos y fiestas que dan cuenta del sentido
de comunidad, al tiempo que se promueve la figura
pueden solicitarlos a través de nuestra NUEVA página web
de un individuo, como hombre aislado, abando-
nado, a partir de acentuar al yo y al narcisismo.
Lacan escribe lo que asemeja ser una dirección
www.actualidadpsicologica.com
del movimiento que se desarrolla en aquellos años.
Explica que, por razones de una contingencia histó- Donde encontrará todos los números anteriores
rica, estamos comprometidos en una empresa téc-
nica a la escala de la especie. Es de entender que este
disponibles para envío por mail
compromiso, al tratarse de “escala de la especie”, en
este escrito, remite a Darwin y al llamado darwi- Seguinos en nuestro facebook
nismo social. Poco antes Lacan escribía que el éxito
de Darwin parecía consistir en que “proyecta las pre- @ActualidadPsicologica•Revista
daciones de la sociedad victoriana y la euforia eco-
nómica que sancionaba para ella la devastación social donde encontrarás las novedades de nuestra publicación.
que inauguraba a la escala del planeta”. Obtenemos
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cual hace un buen maridaje con el proletario. En es- Una opción es que el capitalista y el de la cien- dijo el Señor”, para luego aclarar que utiliza a sa-
pecial porque esta figura es trabajada por Marx y el cia, acaso no hayan logrado advenir en discurso en biendas multiplicación y no reproducción.
mismo Marx es una referencia casi obligada en la enseñanza de Lacan, y tan solo se presenten El otro camino es que el síntoma reviente, afir-
Lacan cuando presenta sus elaboraciones relativas como perturbaciones o perversiones de los defini- mando que eso sería lo mejor y hacia donde debe-
al discurso capitalista. dos. Siguiendo esta orientación es pensable una de- rían apuntar los esfuerzos de los analistas. Entonces
No menos cierto es que la figura del proletario rivación del discurso capitalista desde el Discurso deja caer la pregunta de cómo hacerlo.
encuentra origen en la Roma clásica, aquella a la del Amo, del que es su perversión. En el seminario La nueva definición de síntoma lo pone en rela-
que alude Lacan cuando se refiere al esclavo, de 17 el discurso capitalista parece también confun- ción a lo real, ya que es su punto de proveniencia.
Plauto y Terencio, el cual goza a pesar de lo que dirse con el que será definido como Discurso de la En su discurso de “La tercera” Lacan hace mención
pueda pensarse. Se trataría, en esta oportunidad, de Universidad. Otro tanto aparenta suceder entre el a la intrusión de la ciencia en lo real; delatando su
los desposeídos que solo tienen prole o hijos para Discurso de la Histérica y el discurso de la ciencia, potencia de afectar lo real. Indica que lo real bien
aportar a la empresa, ya sea la romana de la repú- del cual parece derivar o al menos implica el es- podría desbocarse, sobre todo desde que tiene el
blica o del imperio o quizá, en nuestros días, a la fuerzo de distinguirlos. apoyo del discurso científico.
empresa técnica o a la empresa de lo que provee la La tentativa de Lacan de obtener otros discursos, Días antes, Lacan había ofrecido una conferencia
ciencia. además de los cuatro señalados y definidos, queda de prensa (12). Entre sus respuestas encontramos
a. Confusión ciencia y capitalismo. Se nos hace expuesta en una intervención de noviembre de un nexo entre la ciencia, lo real y la religión. Anun-
lícito indicar que hay confusión entre los potencia- 1976. Se trata de “Respuestas a unas preguntas sobre cia que, por poco que la ciencia ponga de su parte,
les discursos de ciencia y capitalismo, y esto debido los nudos y el inconsciente” (11). En la ocasión se lo real se extenderá, y la religión tendrá entonces
a algunas equivalencias. También colabora en esta evocaba al discurso filosófico, del cual Lacan habría muchos más motivos aún para traer algún apaci-
juntura que se presenten como lugares frecuente- hablado. Él no niega que lo haya hecho, pero en guamiento. La ciencia, nos dice, introducirá mon-
mente contemporáneos en la enseñanza de Lacan, cuanto a definir, indica, solo han sido definidos cua- tones de cosas perturbadoras en la vida de cada uno.
en especial en tiempos en que define sus cuatro tro. Agrega que durante unas vacaciones se ha roto Allí la religión verdadera, dará un sentido a todas
Discursos. la cabeza para tratar de sacar otros, pero no ha lle- las perturbaciones introducidas por la ciencia. La
Esto justifica un doble deslinde que, por un lado, gado a ello. De este evento pensaba que los discursos potencia de dar sentido de la religión, enuncia, la
implica el separar ciencia y capitalismo de los cuatro constituían relaciones posibles entre cierto número hace capaz de dar sentido a cualquier cosa. Aporta
discursos definidos. Mientras, por otro, al señalar la de lugares. Entonces, a pesar de lo trabajado y de como ejemplo a la vida humana. En la enseñanza
confusión entre ciencia y capitalismo, quizá sea po- “haberse roto la cabeza”, solo cuatro cumplen la de Lacan lo real carece de sentido. La vida, para él,
sible decantar alguna diferencia, alguna precisión, condición de discurso, en el sentido de establecer queda ubicada del lado de lo real, por ende como
que de otro modo quedaría obturada. modos de lazo social, delatados por las relaciones sin sentido. Dar sentido a la vida, en esa dirección,
b. Separaciones. El pseudo discurso capitalista, posibles entre un número limitado de lugares. es un colmo.
en la enseñanza de Lacan, se desmarca en varios c. Recapitulación y una precisión. Regresando a Un poco más adelante precisa un tanto el pro-
puntos de los discursos que ha trabajado, por ejem- lo que nos orienta y a partir del deslinde anterior blema que trae el sentido aportado por la religión.
plo, en El seminario 17 (9). Una característica de cabe recordar que, en las intervenciones de Roma Indica que para eso “fue pensada la religión, para
este discurso capitalista es que resulta de la perver- de 1974, lo aludido es la ciencia y no el capitalismo. curar a los hombres, es decir, para que no se den
sión del discurso del Amo. Entre sus especificacio- En verdad se encuentran repetidas menciones a la cuenta de lo que no anda”. Agregamos que la reli-
nes, justamente, está el no presentar un lazo con ciencia y a los científicos, lo que ofrece un contexto gión proveedora de verdades vela el sentido de lo
otro o un lazo social sino mostrar una relación con de lectura. real, esto es, lo que no anda, lo que se opone a la
un objeto, plus de gozar. Esto lo hace diferir de los Nos permitimos por lo tanto ligar al proletario marcha en el sentido de dar satisfacción al Amo. Su
otros discursos, los cuatro definidos, donde se pro- con la ciencia y aquello que ella nos provee, sus pro- propuesta es soslayar el problema.
mueven parejas, ya sea entre el Amo y el esclavo o ductos. Escribíamos que el lazo establecido entre el En el reportaje de la Revista Panorama, el que
el estudiante y el profesor o el sujeto histérico y el objeto técnico y el sujeto es inherente a los intentos sucede a “La tercera”, Lacan dirá que lo real es lo que
Amo. Otro tanto sucede en torno a las distintas ba- de definir este discurso, presentándose una ruptura se alimenta de sentido. Recordamos que el sentido
rreras, ya sea de impotencia o de imposibilidad que del lazo con otros. Al tiempo que ofrece una muta- tiene parte de su procedencia de lo imaginario, al
encontramos en aquellos, la cual está ausente a nivel ción hacía una forma de lazo con un objeto, ya sea igual que las verdades regurgitadas.
del lazo capitalista. Esto, tal como veremos, también la máquina anticipada en “La agresividad en el psi- Aquí lo real, desde donde proviene el síntoma,
se presenta a nivel de la ciencia en las menciones coanálisis” o, en Televisión, bajo la forma de pro- es un pájaro voraz que no hace más que nutrirse de
que lo acerca a discurso. ductos de explotación u ofertando de semblante de cosas sensatas, de acciones que tienen un sentido.
Recordamos aquí que Lacan, en su comunica- plus de gozar, lo que permite entender el gozar que Agrega que, en su contexto, se repite que hay que
ción conocida como Televisión (10), próxima a las recupera quien ocupa el lugar del esclavo. Esto se dar un sentido a esto y aquello, a los propios pensa-
intervenciones de Roma, compara al Discurso de la acomoda a la definición de síntoma social. mientos, a las propias aspiraciones, a los deseos, al
Histérica y al Discurso de la ciencia, señalando que Además nos abre la vía a una precisión: en aque- sexo, a la vida. Para luego aclarar que “de la vida no
ha buscado modos de distinguirlos. Luego concluye lla Roma de 1974, el producto de la ciencia, llamado sabemos nada de nada, como se extenúan expli-
que ambos, el discurso histérico y el discurso cien- por Lacan gadgets, guarda relación con el sentido o cando los científicos”.
tífico, tienen casi la misma estructura. Lo llamativo conduce a su llamado. Tal como veremos esto es Al parecer la ciencia y la religión se distancian
es que si bien ambos mantienen el mismo orden, efecto de los oficios perturbadores de la ciencia en este punto, en las tentativas de ofrecer sentido al
difieren en cuanto a las relaciones que establecen sobre lo real. Estas perturbaciones introducidas en hambriento real y al voraz síntoma. Sin embargo,
entre sus lugares. Con esto, por ejemplo, se establece lo real, vincularán a la ciencia y sus productos con pegado a lo anterior Lacan dice que la ciencia está
la misma relación entre objeto a y sujeto barrado la religión y el sentido. sustituyendo a las religiones, de manera otro tanto
que encontramos en el pseudo discurso capitalista. despótica, obtusa y oscurantista. De hecho, explica,
De tal modo aparece escrito en la página 549 de la Síntoma y sentido. Antes traíamos la definición ya hay un dios-átomo, un dios-espacio, etc.
traducción al español de Televisión. Si se toma de síntoma que proponía Lacan en la Roma de Si bien merece un desarrollo, que ya hemos rea-
como referencia al orden presentado en la estruc- 1974. Decía que llamaba síntoma a lo que viene de lizado en otra parte, no es ocioso recordar que, en
tura de los otros discursos, algo de desorden aparece lo real. estas intervenciones de Lacan, la ciencia, ante el pro-
en los dos postulantes a discurso. Además, en ambos Para Lacan el síntoma se presenta como un pe- blema de la no relación sexual, viene a ofertar can-
se escribe un cruce de flechas que abren a vínculos cecito cuya boca voraz sólo se cierra cuando tiene tidades de gadgets. Los mismos son señalados como
ausentes en los cuatro que reciben de definición de sentido donde hincar el diente. A partir de allí plan- entretenimientos para el hambre de lo que no fun-
discurso. Por último, estas elaboraciones de dis- tea dos caminos: uno es que el sentido lo haga ciona a nivel de los seres hablantes, a nivel de lo que
curso, prescinden de las barras de imposibilidad o proliferar. En este punto introduce un dicho de no hay o no se tiene una fórmula escrita y que es
de impotencia. campo de la religión. Dice “Creced y multiplicaos, causa de síntomas. El ofrecimiento que traen los
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gadgets no es tanto una solución como algo para que no estaba presente en “La tercera”, entre sín- Esto trae una vía de tratamiento distinta a la pro-
masticar o algo que viene a masticarnos. toma e inconsciente. Aquello escrito en el nudo en- puesta de la ciencia y la religión.
Las vías de sentido o del entretenimiento se nos cuentra su acompañamiento en la palabra de Lacan.
hacen presentes como modos generales, para todos, Enuncia que lo “que hay de sorprendente en el sín- Notas y Bibliografía
de desentenderse de lo que no anda. En esto, los toma, en ese algo que, como ahí, se besuquea con el
productos de ciencia, si bien tienen carácter de sín- Inconsciente, es que uno allí cree {on y croit}”. La co- (1) Lacan, J., (1974) “La tercera”, en Revista Lacaniana de
Psicoanálisis. Año IX. N° 18, mayo de 2015
toma, de síntoma multiplicado, serán síntomas para nexión se hace necesaria. Es por ella, llamada “be-
(2) Lacan, J., (1974b) Entrevista a Jacques Lacan en la revista
el goce de los proletarios. suqueo” del síntoma con el inconsciente que surge Panorama. Recuperado: https://elpsicoanalisis.elp.org.es/nu-
Mientras tanto, la verdadera religión también la posibilidad de creencia, que se cree en un sín- mero-27/entrevista-a-jacques-lacan-en-la-revista-panorama-
provee síntomas, que Lacan dice “sustentan a la per- toma, en un síntoma que quiere decir algo. 1974/
fección la neurosis universal”. Esta neurosis univer- En la Clase del 18 de Febrero de 1975, Lacan (3) Idibem (1)
sal acaso venga a emparejarse al síntoma social, en promueve otra novedad en relación al síntoma. Los (4) Idibem (1), P. 15
(5) Idibem (1), P. 18
detrimento de sufrimiento de cada quien. lazos con el inconsciente son bien obvios en la men-
(6) Idibem (1), P. 17
ción. Además se mantiene en la escritura del nudo,
(7) Lacan, J., (1948) “La Agresividad en el Psicoanálisis”, en
Hacerlo reventar. En el parágrafo anterior reco- modificado en la clase que mencionamos antes, con Escritos 1, Ed. Siglo veintiuno. 2003.
rrimos la vía que abre a la multiplicación del sín- el inconsciente conectado al síntoma. (8) Lacan, J., (1970) “Radiofonía”, en Otros Escritos, Buenos
toma. El otro camino que había ofertado Lacan es Indica que hay coherencia, que hay consistencia Aires, Paidós, 2012.
que el síntoma reviente y era hacia donde debería entre el síntoma y el inconsciente. Agregando luego (9) Lacan, J., (1969-70). El seminario 17: El reverso del psi-
dirigirse el esfuerzo del practicante del psicoanálisis. que el síntoma no es definible de otro modo qué coanálisis, Buenos Aires, Paidós, 2002.
(10) Lacan, J., (1974) “Televisión”, en Otros Escritos, Buenos
Quedaba enunciada una pregunta, el cómo hacerlo, por la manera en que cada uno goza del Incons-
Aires, Paidós, 2012.
que Lacan se ocupa de responder. ciente en tanto que el Inconsciente lo determina. (11) Lacan, J., (1976) “Respuestas a unas preguntas sobre los
Promediando “La tercera”, Lacan trae la me- En esta clase, además, retoma la idea del hombre nudos y el inconsciente”. Recuperado:
moria de su primera intervención en Roma, suce- proletario. Lo hace a partir de encontrar un nuevo https://www.lacanterafreudiana.com.ar/2.5.1.30%20%20%20
dida veintiún años antes. Recuerda que en aquel origen para el síntoma, ya no viniendo de la medi- %20%20RESPUESTAS%20A%20UNAS%20PREGUN-
TAS%20SOBRE%20LOS%20NUDOS%20Y%20EL%20IN-
momento había soltado que la interpretación no cina, sino de Marx. Y propone una solución al pro- CONCIENTE,%201976.pdf
era interpretación de sentido, sino juego con el blema que nos encontramos planteado en “La (12) Lacan, J., (1974) El triunfo de la religión: precedido de
equívoco. tercera”, que permite transformar el síntoma social Discurso a los católicos.- 1a ed. 2a reimp.- Buenos Aires, Pai-
Un poco más adelante agrega que la interpreta- por uno particular. Para eso sugiere tomar al hom- dós, 2006.
(13) Lacan, J., (1967) “Breve discurso a los psiquiatras”. Re-
ción debe apuntar a lo “esencial que hay en el juego bre como determinado por la particularidad en
cuperado: https://www.lacanterafreudiana.com.ar/2.5.1.12%
de palabras” y de esa forma no ser la que da de cada caso de su inconsciente y de la manera en que 20%20BREVE%20DISCURSO%20A%20LOS%20PSI-
comer sentido al síntoma. La interpretación ha de goza de él. De esta forma, entendemos, el síntoma QUIATRAS,%201967.pdf
ir en contra del sentido y de alimentar al síntoma. social tiene la posibilidad de devenir uno particular. (14) Lacan, J., (1974-1975) “R. S. I.”. Inédito.
Y finalmente, indica que se logra hacer recular
al síntoma a partir de la intervención analítica, la
que solo se apoya en el significante, esto es, separada
del sentido.

Una modificación. Más arriba mencionábamos


que Lacan enunciaba que las verdades que traía no
eran eternas. En distintos momentos, Lacan ha se-
ñalado que las formulas que proponía no tenían ca-
rácter definitivo. Hay un movimiento constante en
su enseñanza, que implica retornos, aclaraciones,
avances, cambios de punto de vista o ajustes. Así po-
demos traer una mención que realizó en noviembre
de 1967, durante la intervención conocida como
“Breve discurso a los psiquiatras” (13). Allí indicaba
que no ha tenido todavía tiempo para decirlo todo,
para amonedar todo. Alertaba a quienes lo escucha-
ban que no había que creer que, en tanto él viviese,
podrían tomar ninguna de sus fórmulas como de-
finitiva, agregando que todavía tenía algunos trucos
guardados.
Las intervenciones de Roma de 1974 proponen
al síntoma como lo que viene de lo real.
Podemos leer a “La tercera” como una presenta-
ción del nudo o cadena borromea puesta en el
plano. En la exposición Lacan ira transcribiendo en
el nudo puesto en el plano las distintas nociones que
presenta en forma de palabra hablada. Lo curioso
es que tal como queda escrito en el nudo, síntoma e
inconsciente aparecen desconectados y, a lo sumo,
solapados. O siguiendo lo dicho por Lacan, el in-
consciente aparece vinculado a lo que permite hacer
retroceder al síntoma.
En diciembre de 1974 y a lo largo de las primeras
clases de su seminario R.S.I. (1), encontramos un
cambio en el nudo que Lacan escribe en su semina-
rio. Con la modificación se establece un vinculo,
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Qué hace a
C
uando nos preguntamos sobre lo que pueden estar al margen de lo político. Hemos
actual de la clínica, este interro- sido atravesados por esta catástrofe al igual que toda
gante implica diferentes perspec- la población. Renegar de ello resulta triplemente ca-
tivas. Una de ellas, centrada en un tastrófico para nuestra práctica, nuestros pacientes
mundo que está siendo llevado a y nuestra vida privada. Durante los últimos treinta

una clínica transitar ciertos límites de no retorno, con guerras,


crisis políticas, económicas, sociales, sanitarias y
años hemos tenido que implementar dispositivos
psicoanalíticos para hacer frente a las persecuciones,
ambientales. el desempleo y la miseria masiva, y hemos tenido y
seguimos teniendo la necesidad de implementar

actual? Por otra parte los analistas nos preguntamos y


nos sentimos interpelados por este mundo, que
tiene algo en común con aquel que habitaron los
dispositivos para tratar las patologías que ha provo-
cado y provoca esta catástrofe.” (2)
En la misma perspectiva Ana Benveniste postula
psicoanalistas que nos antecedieron. Se advierten la importancia de interrogarnos sobre nuestra pro-
también las diferencias, siendo necesario reconocer- pia posición.
Eduardo Smalinsky las y hacerles lugar. “Es condición necesaria para enfrentar las pro-
La actualidad de la clínica psicoanalítica podría blemáticas que el mundo actual nos plantea,
leerse a la luz de la capacidad que los psicoanalistas afrontar las diversas resistencias, dificultades y sin-
hemos tenido y tenemos a lo largo del tiempo para tomatologías institucionales graves, que impiden
recepcionar diversas transferencias. la libertad de recordar, transformar y crear espa-
cios de pensamiento y acción, en el interior de la
Desde el descubrimiento mismo del incons- praxis psicoanalítica y sus instituciones. Es enton-
ciente, Freud se planteó el problema de cómo hacer ces imprescindible para afrontar los nuevos desa-
lugar a variadas modalidades transferenciales. fíos, resolver nuestras propias resistencias a
Distintas formas de transferencia (analíticas, afrontar ciertos aspectos de nuestra historia y
operativas o simbólicas) dan cuenta de diversos nuestro presente.” (3)
modos de concebir la clínica. A mi entender, lo importante no es que los psi-
En este sentido, un enfoque recurrente es cen- coanalistas hagamos una ruptura con nuestra con-
trarse en el supuesto problema sobre qué es y qué cepción de práctica. Se trata más bien de romper
no es psicoanálisis, mientras que otro podría ser re- con la imagen de neutralidad en su concepción de
pensar cómo trabajadores y profesionales pensamos la relación con el otro, porque en realidad, el otro
psicoanalíticamente. Es decir, revisar con qué recur- es alguien que nos trae algo que pertenece a una
sos y herramientas salimos al encuentro de una clí- cierta problemática contextualizada.
nica actual, que haga lugar a ese mundo que está
afuera y que por momentos nos resulta impensable, Félix Guattari, dijo al respecto:
inconcebible. “Me refiero al hecho de que los psicoanalistas
¿Cuáles son los modos en que la praxis psicoa- dicen que ellos no tienen que meterse en política,
nalítica está articulada con las transformaciones que ellos no tienen que ensuciarse las manos en las
históricas y sociales? realidades a las que están confrontados, que ellos se
bastan a sí mismos. Son depositarios de la ciencia
Héctor Fenoglio nos dice: de los matemas del inconsciente, lo que les conlleva
“En cuanto a los cambios que se vienen ope- trabajo suficiente en su sillón y hace que dejen el
rando en la estructura de la demanda, hay que decir resto de la administración de los problemas a per-
que dicha formulación no refleja la realidad actual: sonas tales como los asistentes sociales, los carcele-
hoy la mayoría de las demandas no son resultado de ros y los enfermeros psiquiátricos. Desde mi punto
una prolongada duda hiperbólica ni se presentan de vista son simplemente reaccionarios: trabajan
bajo la forma de un acto que “des-cree de su saber”; sistemáticamente en consolidar cierta producción
por el contrario, lo que en estos días se registra de subjetividad, y son tanto más eficaces -pues son
como trasfondo de muchas demandas no es el su- muy eficaces- cuanto más logran intimidar. (4)
frimiento ante el derrumbe de un saber (inmediato
o no) en las que la función esencial del psicoanalista Desde esta perspectiva, que podríamos remon-
es “situar al sujeto en una posición de dimisión de tar hasta Spinoza, es interesante pensar al deseo
su saber consciente”, sino más bien el sufrimiento como todas las formas de voluntad de vivir, de crear,
producto de una devastación psíquica mortífera. de amar, de inventar: otra sociedad, otra percepción
Lo que se trata de ver es cómo y de qué manera del mundo, otros sistemas de valores.
pueden llegar a creer, no en éste u otro saber cons- En este sentido, hay una fuerte conexión entre
ciente, sino a creer como sinónimo de desear, pues la idea de “agenciamiento’’ de Deleuza y Guattari
lo que impera es la incapacidad y hasta la imposi- con la de “uso” en Winnicott. Se trata entonces de
bilidad de desear.” (1) posibilitar el “crear lo encontrado” tal como sucede
En este sentido es interesante acercar la idea de en los procesos de transición.
Freud donde se propone la capacidad de amar y tra- Desde esta mirada es diferente el recurrir a cier-
bajar como indicadores de salud mental. Winnicott tos procedimientos de iniciación, castración y/o or-
agregó al advenir humano la capacidad de estar y denamiento pulsional, que concebir al deseo como
de jugar a solas (en presencia de otro), de crear lo modo de producción o de construcción.
dado y de creer. En sus orígenes Winnicott nombra como amor
cruel, indolente o irresponsable a esa vitalidad que
Alfredo Caeiro, en la misma publicación men- busca hacerse un lugar, que busca crear su mundo.
cionada anteriormente escribió;
“Los psicoanalistas que se sostienen en la ilusión En el orden social en el que vivimos, el deseo
de ser extranjeros en su cultura, funcionan creyendo está definido como un flujo que tiene que ser disci-
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plinado de modo que se instituya una ley para ser y que no son producto de una catástrofe reciente ficción, para que funcione como tal, tiene que re-
controlado. sino de un sistema que desde hace décadas deja a la sultar creíble.
Esta versión del deseo está destemporalizada y mayor parte de la población excluida, puede adop-
desterritorializada. tar esa posición de llamado y escucha para que En los meses subsiguientes me relato cómo
Genera la oposición del deseo con la pulsión, la aquellos que identificados con el lugar de deshecho, había sido abusada desde muy pequeña por su
agresión, la muerte y el desorden. emitan alguna señal, casi inaudible e intenten res- padre. Él estaba enfermo y ella quedaba a su cui-
catarse subjetivamente.”(5) dado cuando la madre salía a trabajar. Al intentar
Es interesante, que como analistas pudiéramos contar a la madre lo sucedido, ella no le creía.
pensar en una clínica que preserve los procesos de Para finalizar haré un breve relato clínico de una Le madre escuchaba al padre y no a ella.
singularización en el orden del deseo, sin que eso experiencia en el hospital con una paciente joven Paula empezó a insistir con que yo tenía que
represente un riesgo para la existencia individual que atendí durante varios años y que creo que convencer a su mamá de que la quisiera, con todo
y/o colectiva. muestra algo de esta actualidad que supone el terri- lo enigmático y absurdo que eso podía resultar. Me
Es notable que son los procesos de modeliza- torializar y contextualizar nuestro trabajo. pedía que le escribiera a su madre, que la citara, que
ción de la subjetividad generados por la cultura ca- se lo dijera al director del hospital. Reclamaba que
pitalista, lo que nos ha llevado al actual estado de Paula tenía 20 años cuando me fue derivada en el alguna autoridad se lo impusiera. Llegó a cansarme
cosas y puede llevarnos a catástrofes absolutamente hospital por una colega que ya no toleraba atenderla. con esa insistencia que al principio tomé y luego ad-
definitivas. Al poco tiempo, comencé a sentir lo mismo, me vertí lo inútil e imposible que era. Ya bastante ago-
resultaba muy desagradable. tado del asunto después de algunos meses le dije,
Del mismo modo se piensa que debe haber una Vino acompañada de una orden judicial por pe- “mirá yo no sé si tu mamá te quiere o no, por lo que
modelización simbólica que sobrecodifique garle a su madre, que se advertía que no toleraba a contás creo que seguro que no lo suficiente, pero no
la economía supuestamente indiferenciada del su hija. vamos a poder cambiar eso, así que decidí, si querés
deseo y de la espontaneidad. Era entre agresiva, desafiante e indiferente. Con- que continuemos con otras cuestiones”. Lo aceptó.
sumía alcohol y cocaína. Pasaba la noche en boli-
Se da por supuesto una idea de deseo primario, ches bailables y se dedicaba al trabajo sexual. En otra oportunidad me avisó que por un pro-
una suerte de fuerza bruta que precisa pasar por las Después de algunos meses dejó de venir, lo que blema de tránsito iba a demorarse, pero me pre-
mallas de lo simbólico y de la castración según cier- me resultó un enorme alivio. Supe que nuevamente guntó si íbamos a poder tener nuestra sesión.
tos psicoanálisis. le había pegado a su madre, intervino la policía y Entendí que ese aviso implicaba algo pero no sabía
Se trata de diferentes tipos de modelización que por eso quedó internada un tiempo en un hospital exactamente qué.
se proponen, cada uno en su campo, disciplinar el psiquiátrico. Al llegar me preguntó hasta qué hora íbamos a
deseo. Cuando la vi regresar no me alegré. Sin embargo trabajar, que ella estaba cansada de todas las injus-
la noté diferente. Vino hacia mí y me dijo si podía- ticias que había sufrido en la vida a causa de otros y
Los tipos de agenciamiento singular propuestos mos hablar unos minutos, mostrando un interés que no lo iba a tolerar más, y que si no la iban a re-
por Guattari obedecen a la misma lógica con la que manifiesto que antes no había aparecido. sarcir, ella no iba a continuar.
Winnicott piensa la creatividad primaria como di- Me dijo que me quería hacer unas preguntas y Entendí entonces que someterla a la “ley” de que
ferente de los procesos de sublimación. que según mis respuestas iba a decidir qué hacer. cuando algo se pierde es irreversible, solo iba a
La noción de agenciamiento no es ni exclusiva- Me pareció interesante, novedoso y un tanto in- poner en riesgo nuestro espacio. Sabía que ella no
mente individual, ni social, se da como el jugar y la quietante. estaba en condiciones de tolerarlo.
transicionalidad, en una zona intermedia. Me preguntó qué me parecía, sobre si ella debía Someterme pasivamente a su capricho nos haría
No hay allí ni sentido latente, ni significación continuar con el tratamiento, a lo que respondí afir- perder la oportunidad de cómo podía hacerse pre-
verdadera, ni interpretación. mativamente. Luego me preguntó si yo sabía que sente una pérdida a través de lo que pensaba podía
No hay significaciones que prevalezcan, unas había estado internada. A lo que también le res- ser un jugar.
sobre otras. Se trata de un devenir transicional, in- pondí que sí, advirtiendo que sus preguntas me lle- Le dije que lamentaba no poderla atender el
termedio. Conlleva un “Devenir jugando’’ (5) que vaban a una zona incómoda. tiempo convenido porque ya había acordado algo
permita el advenimiento de los gestos espontáneos Entonces me preguntó cómo era posible, que si antes, pero le propuse reintegrarle esos 20 minutos
que están allí en cada lugar y momento para ser re- yo pensaba que ese espacio era importante para ella, e incluso le podía dar un vale firmado por mí, por
conocidos. no la hubiera ido a visitar o al menos la hubiera lla- ese tiempo. Protestó un poco pero lo aceptó, y en la
Me refiero a aquellos que no tuvieron la oportu- mado. sesión siguiente le “devolví” ese tiempo perdido.
nidad de experienciarse por no estar dadas las con- Le respondí que su pregunta me parecía impor-
diciones ambientales que lo hubieran permitido. tante. Aunque Paula venía regularmente en ocasiones
Le recordé que antes de su internación ella venía se ausentaba y varias veces, con un poco de ver-
Desde una perspectiva sumamente territoriali- desganada y fastidiada y que a mí también me mo- güenza, me pedía que cuando sucedía eso, la lla-
zada y temporalizada Aída Perugino, en su libro lestaban esos encuentros. Cuando me enteré de su mara o le enviara un mensaje. Creo que la paciente
“Hueco de Vida”, cuenta cómo una analista puede internación fue un alivio para mi y no se me ocurrió proponía que acusara recibo de su ausencia. Era un
trabajar en los límites. visitarla, pero ahora que la veía interesada me daban modo de hacerme saber que le importaba que yo la
Quizás todo trabajo analítico ocurra en los lími- ganas de atenderla. “extrañara.” Eso le hacía sentir que no era indife-
tes, pero no siempre se lo advierte y se lo tiene en Se sonrió y me dijo que si era así continuaría con rente que ella estuviera o no.
cuenta. el tratamiento.
Un sábado a la noche me dejó un mensaje tele-
“Hueco de vida es el modo en que se nombra el Me sorprendieron las singulares formas que pue- fónico en donde se escuchaban gritos y en el que
espacio o vacío que ha quedado formado en la es- den adoptar las condiciones para experimentar con- decía que la llamara. Cuando lo hago, me dice que
tructura de un derrumbe, el lugar donde todavía es fianza. Considero que más allá de mentir o de decir quiere que alguien vaya a su casa para que vea de
posible que haya vida bajo los escombros. Para la verdad la confianza se va construyendo cuando qué modo su madre la rechaza y por eso ella ter-
poder acceder es necesario conocer la estructura, las algo se nos torna creíble, incluso con independencia mina pegándole.
condiciones del derrumbe y las características de los del amor o del desamor, y no porque sean lo mismo, Me pregunta reiteradamente si voy a ir. Advierto
atrapados. Hay un momento de llamado y se espe- sino porque se puede confiar más en un desinterés que la tranquiliza más que le asegure que voy a ir a
rará un tiempo para que un signo de respuesta creíble, que en una corrección evidentemente hipó- que lo haga con urgencia.
pueda aparecer, a partir de esa respuesta se verá qué crita y por lo tanto muy inconsistente. Aprovecho para decirle que primero voy a cenar
rescate es posible [...]. Un analista ante las situacio- Aún lo ficcional que implica un espacio analítico con mi familia y que después iría para allí. Esto la
nes de derrumbe social y subjetivo en que vivimos constituye una meta y no un punto de partida. Una tranquiliza mucho y a mí me permite manifestar tá-
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citamente que ese llamado no era ni lo que más me apariencia corriente. El encontrarse en un bar a Desde el psicoanálisis tenemos la oportunidad de
entusiasmaba ni lo único que tenía por hacer. conversar, con un tiempo libre aunque no ilimitado. reconocer la existencia de micropolíticas reacciona-
Cuando llego a una casa, bastante deteriorada rias que conviven con nuestras teorías y prácticas y
de la zona sur de Buenos Aires, toco la puerta de un En el lapso de tiempo que duraron nuestros en- que son un obstáculo para repensar nuestra clínica.
larguísimo pasillo, me hace pasar la madre, que me cuentros, que fueron irregulares, pasaron unos 10
dice algo como “está chica, cuántos disgustos…”. años. En ese periodo que duraron nuestros encuen- Toda problemática micropolítica consiste en en-
Caminamos hasta el departamento del fondo que tros ella estudió una carrera ligada al diseño e in- contrar las formas que permitan el despliegue de los
estaba bastante destruido y desordenado. formática y continuó como trabajadora sexual. procesos de singularización en su territorio y con-
texto.
Está Paula en una cama grande con un osito en El día de nuestra despedida, trajo al hospital una En el nivel de lo micropolítico no es fácil identi-
un brazo y un palo en la otra. pastafrola y tomamos mate. Le pedí que cuando ficar al adversario o al obstáculo. Ese obstáculo es
Le pregunto qué pasa. arribara a su nuevo hogar me enviara un mensaje algo que se encarna en nuestros amigos, en nosotros
Me dice que su madre no la quiere y que quería comentándome cómo se encontraba. Nos despedi- mismos, en nuestras filas.
que alguien viera eso. Le digo que lo veía. Le pre- mos con un abrazo. Desde esta perspectiva sería importante para
gunto qué era ese oso y ese palo. pensar una clínica actual, considerar porque micro-
Al oso, yo lo quiero y es para que vea cómo me Me interesa compartir este relato para pensar políticas está atravesada.
tiene que cuidar. El palo, es para pegarle si no en- cómo lo transicional o el jugar, pueden desplegarse Hay micropolíticas en todas partes, en nuestras
tiende. en un análisis sin adoptar modos de caricatura. El relaciones estereotipadas de la vida personal, de la
Me pide que le diga a la madre que la deje dor- jugar no siempre aparenta ser un jugar, sino que vida conyugal,
mir con ella. surge cuando nos adaptamos a ciertas necesidades de la vida amorosa y de la vida profesional, en
Llamo a la madre y le explico lo importante que que aparecen y no cuando reaccionamos ante ellas. las cuales todo es guiado por códigos.
es para Paula en ese momento dormir cerca de ella.
Me dice que no, porque así no descansa bien. Si pensamos el asociar libre, el rememorar, el Un fundamento de la micropolitica coincide con
Le digo que si valora un poco el hecho de que jugar y los agenciamientos, podemos entenderlos los atributos que se le adjudican al superyó y al yo
me haya hecho presente un sábado a la noche para como formas de elaboración y singularización. Sin ideal.
ayudar, sería importante que ella hiciera una excep- embargo también existen obstáculos, algunos siste-
ción. Acepta a disgusto. máticos. Lacan afirma que las resistencias están del Se trata de estar alerta frente a todos los factores
Antes de irme Paula me dice que me quiere lado del analista (7) Winnicott menciona en “El de culpabilización, frente a todo lo que bloquea los
pedir algo, pero le da vergüenza. Le pregunto qué. odio en la contratransferencia” (8) una explicación procesos de transformación del campo subjetivo.
Me dice que le dé un abrazo cómo en las películas y de la deuda que la cultura y el psicoanálisis tienen
le diga que todo va a estar bien. con el jugar. El odio y la intolerancia como tal, están A mi entender, lo que es fundamental, es el cues-
Lo hago y nos quedamos todos en paz, por lo primero en los adultos y en los psicoanalistas y no tionamiento radical de la
menos por esa noche. en los niños ni en los pacientes. Puede haber des- relación entre la teoría (tal como es expresada
tructividad, pero no odio. en los libros y enseñada en las
Bastante tiempo después un día Paula llama universidades e instituciones) y la manera en
para avisarme que había muerto su madre. Sor- De nuestro lado las resistencias del analista, los que concretamente se la utiliza, se discute y se la ar-
prendido porque era una persona joven, le pregunté rechazos transferenciales, son también los microfas- ticula. Es decir, la manera en la que se sitúa en una
si la iban a velar y me dio la dirección. Era un lugar cismos que nos habitan y que reproducimos incons- realidad concreta, territorial y temporal.
muy triste en el sur de la ciudad, ella estaba con una cientemente. Quizás un modo de nombrar a una clínica psi-
amiga y me presento como su psicólogo. No había coanalítica actual, articulada a lo micropolítico, po-
nadie más. Sólo el ataúd. Era difícil imaginarse un Lo micropolítico atraviesa nuestras teorías y dría ser el de micro psicoanálisis. Una praxis
lugar más desolado y triste. nuestras prácticas y lo hace de un modo invisible. psicoanalítica, territorializada y contextualizada de
Esto es inevitable. Lo que podemos es visibili- la que los analistas como personas y como integran-
Tiempo después me planteó que le gustaría zarlo para dejar de ser cómplices silenciosos de di- tes de diferentes colectivos, formamos parte.
poder hablar con un amigo o amiga y una de las di- versos microfascismos.
ficultades que tenía es que como parte de su trabajo Creer que por enunciar la regla fundamental de Psicoanalista, docente y supervisor del CSMN*3 Ameghino
sexual está en las redes. Ella tenía dos vidas que no asociar libremente o de jugar estamos propiciando y de su Curso de Post Grado.
se ponían en contacto: la vida con sus clientes y la un espacio para hablar o jugar con libertad es por
vida con algunas amigas y amigos que no saben lo menos ingenuo, inexacto y negador de las difi-
nada de esa otra vida. cultades que implica el sostener espacios que pue-
dan ser usados. Bibliografía
Lo que ella necesitaba era que nos encontrásemos Las micropolíticas que nos atraviesan pueden
a conversar más tiempo, Más bien un tiempo no pre- pasar por rechazar todos los modos de existencia 1. Héctor Fenoglio, Revista Topia, Agosto 2006.
determinado de antemano. Dos o tres horas por la que no armonizan con nuestros prejuicios e ideales, 2. Alfredo Caeiro, Revista Topia, Agosto 2006
mañana o por la tarde, para conversar con tranquili- con lo blanco, lo cis heteronormativo, lo patriarcal, 3. Ana Berezin, Revista Topia, Agosto 2006
dad, incluso no tendría problema en pagarlo. lo colonial y lo capitalista entre otras tantas norma- 4. Suely Rolnik y Feliz Guattari, Micropolitica:Cartografías del
tividades. Deseo. Ed. Traficantes de sueños 2006
No sé porque demoré tanto tiempo en entender Es notable que diferentes instituciones ligadas a 5. Eduardo Smalinsky Devenir Jugando, Editorial Brueghel 2020
y atender este pedido. Fue un encuentro muy refle- los psicoanálisis Freudianos, Kleinianos y Lacania- 6. Aída Perugino, “Hueco de Vida” Ed. Yotser 2016
xivo y reconfortante. Me habló de su intención de nos han producido documentos manifiestamente 7. Donald. D. Winnicott “Escritos de Pediatría y Psicoanálisis’
irse del país para empezar una nueva vida donde no reaccionarios tanto en Europa como en América. Ed. FCE
tuviera que estar escondiéndose. En un posición diferente de ésta que acabo de 8. Lacan Jacques. “Función y campo de la palabra y del lenguaje”
Al mismo tiempo comprendí que ese espacio mencionar podríamos nombrar el reconocimiento
que se construyó entre nosotros, integraba esos 2 reciente por parte de la Asociación Psicoanalítica de
aspectos de su vida que estaban muy escindidos. Finlandia, de haber ejercido violencias contra diver-
sas identidades y orientaciones sexuales.
También me llamó la atención la diferencia que El problema de lo micropolítico es la de cómo
había entre los espacios que eran sus sesiones y este reproducimos (o no) los modos de subjetivación
otro espacio tan original y al mismo tiempo tan en dominantes.
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Clínica “la escritura y el análisis se abandonan,


ambos se confían,
cada uno a su modo, al torrente de la lengua”.
taigne). Pedro escribe sobre lo difícil que es escribir,
sobre lo verdadero y lo falso, sobre lo propio y lo
ajeno. Sobre sus recuerdos, los convoca, los permite,
J. B. Pontalis. los confronta. Comparte el trabajo de revisar y re-

J
visitar su memoria. Y no es suficiente recordar, va a

psicoanalítica oaquín llega a sesión. Mientras subimos


en el ascensor escribe en su celular.
(¿Chatea? Pienso...). Empieza a hablar
la búsqueda del origen, o de los tantos orígenes y vi-
cisitudes, de este modo –suyo- de pensar y sentir,
que lo agobia y lo perturba. Escribir como una ma-
de su padre, una vez más. Todo lo que nera de pensar en voz alta, o en voz escrita. Escribir

y escritura no puede decirle, el enojo, la decepción,


el desamparo. Si pudiera creer en que hablar tenga
sentido, el temor a que solo le deje culpa y dolor. El
para desmenuzar la parálisis que a veces lo embarga,
escribir para expandir la asociación libre. En oca-
siones, cuando siente que no sabe cómo desarmar
clima de tensión que sobrevuela en su casa, cosas no un atolladero, o traspasar un límite, o enfrentar
dichas que se cuelan. La pregunta, suya, propia, de algún riesgo: el riesgo que es condición de vivir.
Lila María Feldman lo que tiene o no sentido en su vida, las cosas que
hace, que elige. Todo aquello en lo que creyó alguna Ese trabajo, ¿ocurre sólo en la sesión? Sabemos
vez y hoy está roto. Todo aquello en lo que sí cree que no. La escritura prolonga, y prologa, se liga a las
y pospone. sesiones, nos aproxima de otro modo, porque en lo
Pero insiste: no cree que sirva hablar, no con su escrito Pedro se anima un poco más. ¿Únicamente
padre. ¿Qué podría decirle? Le pregunto por las pos- adentro del texto? No lo creo, el texto es acción. La
tergaciones en su vida. Dice alguna cosa y luego pa- escritura en análisis –tal como la pienso- tiene dis-
rece cambiar de tema. Me cuenta que siempre deja tintos soportes, y resultó un material fundamental
todo para último momento. Por ejemplo, la escri- que incorporamos al trabajo analítico. Una manera
tura. Ahí entiendo que lo que venía escribiendo en más de darle valor a su palabra, a lo que él tiene para
el celular era esa escritura pendiente para la facul- decir, y para no escabullirse en lo que otros no le
tad, la entrega es hoy. Escribió sobre su infancia. Me preguntan, no comprenden, no le han dado.
lo lee. Yo escucho, me conmuevo. Allí, en ese texto,
Joaquín despliega -en tercera persona- todo aquello De Fabián Casas rescatamos ambos, Pedro y yo,
que no sabe qué es, si tendría sentido decir. Lo es- una misma cosa: la posibilidad de subvertir los gé-
cribe. Pienso-digo cuan directo es el lazo entre lo neros literarios. Y la importancia de saber encontrar
que calla y lo que escribe. Se sorprende. “Está incon- –animarse- a la voz extraña. No a la voz propia. En
cluso”, agrega. Y finaliza, en primera persona: “venir esa paradoja lo propio, lo mas propio se reubica,
acá es como escribir. No sé bien porque empecé a descoloca, se reconoce más en lo incómodo, en lo
venir, ni porqué vengo cada día, y menos lo que voy inquietante, dice Casas, que en lo familiar.
a decir. Y entonces hablo, y descubro algo que me Pienso que también para nosotros, los analistas,
toca el cuerpo. Venir acá es como escribir”. Anali- se trata de subvertir los géneros literarios, el género
zarse es como escribir. Analizar, psicoanalizar, tam- sesión precisamente sigue adquiriendo nuevas li-
bién lo es, pienso mientras escribo. Es como escribir. bertades y riquezas, a partir –mucho más- que a
pesar del confinamiento inicial con su virtualidad
Con Pedro, durante el primer tiempo de su largo obligada, porque, ya lo dijeron Berezin y Muller, no
análisis, hablamos de podcasts. Le menciono (¿en se trata de ritualizar la técnica sino de conservar el
atención flotante?) uno que a mí me encantó, una método. La técnica se pone, incluso se recrea, al ser-
entrevista a Fabián Casas, le digo que creo que lo vicio del método. No al revés.
menciono porque hay algo que él dice que me re- Como analistas leemos y escribimos, en cada in-
sulta una idea interesante: escribir para transformar tervención, con, desde, nuestras propias transferen-
el dolor en aventura. Pedro lo escucha, y me con- cias. Y entonces el paciente también escribe,
tará luego que también a él le gustó mucho, que se reescribe. ¿A quién le pertenece ese texto?
quedó pensando varias cosas. Le sugiero, le pre- Al que se anima a reescribir, al que insiste en es-
gunto: ¿y si las escribís? cribir, porque no está todo dicho, no está todo es-
crito. Eso que anima a escribir, en transferencia. Al
Para Pedro vérselas con sus ganas no es nada que afirma su propia extraña voz, poniendo el saber
fácil. Suele dar rodeos, es un maestro del arte de es- en suspenso.
quivar, evitar, anticipar y posponer, temer. Trabajo Cada tanto, cuando vuelve a escribir en ese do-
mediante, y a pesar incluso de la pandemia, tal vez cumento, Pedro me envía un aviso por whatsapp:
un poco gracias a ciertas posibilidades que la pan- Estuve escribiendo. Ese material –para mí- es parte
demia abre, con sus distancias forzadas, Pedro es- de la sesión analítica, aunque ocurra afuera. A veces
cribe. Es un estudiante de informática, la escritura Pedro escribe luego de una sesión que lo deja pen-
no es lo suyo, pero sí es un ávido lector. Empieza sando algo que no logra aclarar del todo, o en la que
improvisadamente a poner palabras en un docu- queda movilizado, o en la que se lleva alguna pre-
mento, que luego me comparte. Un poco relato au- gunta para la que no tiene ninguna respuesta, pero
tobiográfico, testimonio, reflexión. Un poco el relato que lo toca. En otras ocasiones, escribe antes, por-
de sus avances y retrocesos con sus preguntas, esas que le sucedió algo, porque una lectura o una pelí-
preguntas que el análisis propicia o habilita, con su cula o una serie lo llevó a pensar alguna cosa, a
decir que se va animando, y lo anima. Es diálogo, recordar, a sentir que… necesita escribir. Se da
con él mismo, en su extrañeza, y conmigo. Un relato cuenta que escribir incluso modificó su manera de
acerca de cuan cerca o lejos estuvo y está de su co- leerse, dice que ahora es capaz de “leerse” a sí mismo
raje, de su miedo, de sus deseos, de las miradas aje- de otro modo.
nas. Escribir es para Pedro referirse a arrancar, a
encarar, a hacer lo propio, (inventarlo, diría Mon- Muchas veces pensé que todo ese material, que
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si lo leo todo junto me impacta por su extensión Sara inicia su trabajo de análisis a los casi 70 ciente es testimonio cuando escribe, y en sus escri-
pero además por sus alcances y potencia, por el ex- años. En un comienzo tuvimos que atravesar tor- turas revela un particular modo de leer.
traordinario saber que abre, no hubiera sido acce- mentas transferenciales intensas, en las que hostili- El síntoma es mensaje. Mensaje, lo es a partir
sible, no hubiera sido el mismo, jamás, de no haber dad, envidia, agresión, se animaban ante cualquier del encuentro con su lectura, no antes. El síntoma
sido escrito. Es que la escritura habilita saberes que mínimo movimiento de sus muchas formaciones no es oráculo, no es destino. Es retorno de lo repri-
el lenguaje oral no podría transmitir, aunque qui- reactivas. Mis primeras intervenciones, fuertes, sin mido pero también es creación. Ser capaces de
siera. La escritura en sí misma no cura, pero es parte concesiones, a las que yo le avizoraba un destino de “leer” síntomas implica poder desviarnos de los sa-
de la cura, algunas veces. interrupción del incipiente análisis (confieso que beres instituidos, de recortar esa lectura del discurso
esa idea entonces no me apenaba), posibilitaron un médico, religioso, académico, jurídico o escolar, de
Lucas escribe sobre el escritorio del consultorio muy interesante trabajo que fue generando alivio cualquier orden hegemónico y normativizante, o
las letras SOS utilizando unos bloques de madera. Yo sintomático y ampliación de las posibilidades afec- incluso del ‘sentido común’.
lo leo y él se lee, para inmediatamente decir que no tivas del mundo de Sara. Nos embarcamos en un re-
dijo eso, que no escribió eso. Pero las letras allí están. corrido en el que el trabajo con sus sueños y el idish, No hay lectura universal, y entonces leer es tam-
Como si fueran un mensaje dentro de una botella. idioma que su inconsciente tracciona, conserva, ex- bién una operación subjetivante. Leer y escribir es
Unas semanas después, relato de sueño mediante, pande, va vitalizando una escritura que acompaña extraer de un enigma su potencia, sin agotarlo.
empieza a narrar aquello que antes era imposible las sesiones (ella anota cosas que vamos conver- Leer, a partir del psicoanálisis, enseña que lo autén-
poner en palabras. Esa modalidad reaparece en otros sando en su cuaderno). Yo escribo y leo con la pre- tico es en principio lo más extraño, extranjero.
momentos de su análisis, por ejemplo hace algunos sencia de ese lenguaje, sobre el fondo de mi propio Leemos en los márgenes, en los olvidos, en lo con-
pocos meses. Me pide que vea una película. Yo la veo, lenguaje familiar. Yo (la analista) no anoto nada, o fuso, en el error, en el sueño, en el síntoma, en el
y entiendo que allí hay un modo de contarme-mos- casi nada, en mi libreta. Pero sé que escucharla cuerpo, leemos sus inscripciones pulsionales y de-
trarme algo, de un modo que conmociona. A la si- forma parte de una escritura mía, propia, intangible seantes. Pero leemos mejor si nos atrevemos a es-
guiente sesión intento recuperar ese material para pero que se incorpora vivida a mi fondo sensible. cribir una experiencia.
trabajarlo con él. Reboto, Lucas se muestra por com- Esa paciente que me despertaba tanto rechazo en
pleto refractario. Recién cuando él traiga –nueva- un inicio, se volvió un fragmento valioso de mi pro- Dije también en otro lugar que el sueño “escribe
mente- tres sueños, recién allí, con lo que sus sueños pia escucha analítica, conmoción de mis prejuicios, bien con lo que recuerda mal”. Toda escritura es una
reescriben de la película, podremos hablar, pensar, continúa ampliando la potencia de mis interroga- mala lectura (escribe Eduardo Müller leyendo a Ha-
asociar, decir, porque en transferencia, la película, su ciones. El idish es para Sara lengua primaria que se rold Bloom), una lectura no textual, no fiel ni servil,
historia y sus sueños, se encuentran. liga al lenguaje de los sueños, redobla sus metáforas no obediente ni dogmática, de aquello que hemos
con su potencia polisémica, poetizando y vitali- leído y ha sabido tocarnos. Escribir es convertirse
El sueño fabrica con diversos fragmentos, un zando su existencia. Esos lenguajes permiten nom- en autor de lo que se ha leído. El síntoma requiere
texto propio, pero además fabrica un tiempo pro- brar de modos muy específicos algunos de sus también malas lecturas, fecundas, para poder mutar
pio, una ocasión subjetiva en la cual la apropiación sufrimientos corporales. Son claves, poseen su pro- a otras escrituras, menos sufrientes. El sueño está
de esos fragmentos en principio sentidos tan aje- pia afectividad narrativa para traducir esa particular hecho, fabricado, por innumerables escrituras, se es-
nos, extranjeros, se vuelvan –para Lucas- material escritura sintomática. cribe en varios tiempos (este punto me parece fun-
que le concierne, que lo interpela, y le pertenece. damental, lo relatado antes acerca de Lucas es
Inés solía llamarme por teléfono durante sus pe- A los psicoanalistas, Freud nos enseñó a leer, in- testimonio de ello), incluso ha sabido construir un
ores crisis. Llamados catárticos e interminables. ventó un nuevo modo de leer, leyendo síntomas, lector particular, un lector que le es propio, porque
Mucho trabajo, mucho, de por medio, dio paso a la lapsus y sueños. Inventó un método para leer y es- la interpretación de los sueños es un dispositivo li-
posibilidad de escribir mensajes por whatsapp y cribir, para escuchar y narrar, creó esa extraña con- terario caracterizado por una cierta escucha, una
contarme algo que la angustia o la inquieta. Me dice versación hecha de silencios y palabras, que se cierta narración, una cierta escritura, y el sueño,
que un poco es para que yo lo lea, y un poco es para produce entre la asociación libre y la atención flo- también es un género literario en el que escritura,
sí misma. Leerse ya no sólo como descarga, porque tante. Para crear esa conversación tuvo que despren- escucha, y narración están presentes, en su mismo
escribir y leerse, la ayudan a pensar. derse del discurso médico, de la hipnosis y la interior.
sugestión, y nutrirse de lecturas literarias y filosófi-
Paula escribe para hacer de sus terrores más cas que lo llevaron a desplegar una escritura cercana Leer es romper los encantamientos hipnóticos y
grandes, ideas que aparecen y la parasitan, persecu- a lo ensayístico-poético, en la cual se afirma al la obediencia de la sugestión. Ésta última, es una lec-
toriamente, “historias de ciencia ficción”. Le da mismo tiempo que se pone el saber en suspenso. Esa tura impropia, vaciada, impuesta. Espejismo. Una
miedo hablar de ellas, hablar se le vuelve peligroso, extraña conversación que no es una simple conver- lectura inútil. Un poder inútil, porque no nos toca,
de vida o muerte, entonces escribe. La ficción la res- sación, en tanto la palabra deviene palabra analítica. no deviene escritura, a lo sumo produce ecolalias.
cata en ese borde en el que Paula a veces camina. Anne Dufourmantelle lo dice así: “Estar en sus- Leer es subvertir la temporalidad cronológica y
Recién ahí ese material puede entrar a la sesión. Y penso es volver a la penumbra, a un punto de rela- lineal, el tiempo de los relojes. Leemos el pasado
alivianarse un poco. El whatsapp también es el tiva ceguera, y de cierta forma mantenerse allí. como si fuera un texto que nunca ha sido escrito. La
marco para un intercambio casi diario, en el que me Porque al mantenerse allí aparece otra cosa, otro lí- historia no es acumulación, porque “el pasado es el
mantiene al tanto de sus días, y así la acompaño. Ese mite, otra orilla”. lugar donde siguen pasando cosas” (escribe Rodrigo
recurso que surgió en cuarentena, luego quedó ins- Fresan). La historia demanda interminables lecturas
taurado como herramienta para momentos pun- Introducir el uso del diván como propuesta para y (re)escrituras. Leer entonces restituye el tiempo a
tuales o épocas en las que el terror se reanima, en correr la mirada, y sacar la mano con la que Freud la historia, a cada historia singular, y a la Historia
las que algo lo actualiza. presionaba la frente de los pacientes (para propiciar con mayúscula también. Es una bella paradoja: el
el surgimiento de recuerdos y posibilitar la “abreac- pasado existe, adquiere existencia, cuando encontra-
Juana, de 13 años, me dice que el presente para ción” del afecto ligado al trauma), fueron hitos fun- mos un modo de leerlo. Por eso, una vez más, afir-
ella es como un libro que cuando se lee, se evapora. dantes de la terapia psicoanalítica como territorio mamos que leer es un acto político.
hecho fundamentalmente de palabras. La cura psi- La clínica psicoanalítica es uno de los espacios en
En una supervisión, una colega(1) me comparte coanalítica no es pastoral, no tiene que ver con con- los que se verifica que nunca leemos ni escribimos
una experiencia de trabajo por skype, en la que vencer ni encarrilar, ni con producir “confesiones”. solos. Pero leer, en suma, si nos lleva a escribir,
mientras su paciente habla, le escribe por chat en si- La verdad del inconsciente tampoco es propiedad otorga y devuelve derechos -y responsabilidad- de
multaneo, lo que no se atreve a decir, lo que no del analista, ni existe a priori como un tesoro escon- autor.
quiere que nadie, por ningún motivo en su casa, pa- dido a descubrir. La verdad se trabaja, se construye, Leer y escribir, entonces, son la consecuencia de
redes de por medio, escuche. Y ocurre que lo más aparece, nos sorprende, no se la puede anticipar ni un hecho que el análisis sostiene en su propia y co-
significativo, es lo que escribe allí. dominar. La verdad, las verdades, de ellas el incons- tidiana experiencia: el lenguaje no tiene una fun-
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ción. Desprovisto de la aspiración a entender y co- lectura, yo me animo a incluir a los Ensayos de La virtualidad a la que la pandemia y el confina-
municar, desprendido de la idea de adiestramiento, Montaigne entre sus posibles influencias). Diga lo miento inicial nos ha arrojado, fue también –creo
adquisición y destreza, apenas y afortunadamente, primero que se le ocurra tuvo su primer versión en yo- la vuelta a viejos géneros literarios. La palabra y
nos queda leer y escribir… entonces el lenguaje, si “escriba lo primero que se le ocurra”. Cuantas veces, aún el silencio, se las ingenian para volver a inventar
se lee y escribe, no es una herramienta, sino un te- quienes escribimos, referimos que los momentos de escrituras. Es cierto que también nuestro oficio con-
rritorio de existencia, y lo que le da derecho de asilo mayor inspiración aparecen cuando sentimos que siste en darles lugar, o inventarlo cuando no lo hay.
a todo lo que migre (aquí leo y reescribo a Pontalis). la mano escribe sola, como si algo le dictara, con la La correspondencia se reversiona en el correo elec-
A leer nos enseñó Freud, y tantos otros luego, velocidad que arrastra, y es empujada y puja con su trónico, el whatsapp. Tal vez lejos de incomodarnos,
pero ¿cómo es que los psicoanalistas aprendemos a fuerza vectora, haciendo que las palabras emerjan se trata de seguir siendo buenos lectores, es decir,
escribir? En principio, quiero desglosar algo a lo que de algún enigmático lugar, del sitio mismo e inago- los que pueden leer mal, perseverar en la palabra y
vengo haciendo referencia: los cuatro niveles en los table de los enigmas (eso que Fabián Casas nom- hacer del equívoco, el olvido, el sin-sentido, el azar
que análisis y escritura se enlazan: braba como la voz extraña). La paradoja es que la y la falla, sentido y verdad.
-Las formaciones del inconsciente como escritura. escritura hace existir el enigma, más que “descu-
-La práctica y el encuentro con cada paciente, brirlo”, para leerlo hay que escribirlo. El conocimiento de sí está más cerca del diálogo
cada sesión, como un espacio de escritura, y la es- que del monólogo, escribió Daniel Lagache a pro-
critura como una particular intervención, que no le Ricardo Piglia decía que “La Interpretación de pósito del autoanálisis de Freud, que no hubiera po-
pertenece por entero al analista. Ni al paciente. los sueños” fue un extraño tipo de relato autobio- dido ocurrir sin la correspondencia escrita. Esa
-La escritura como herramienta o territorio gráfico. Psicoanálisis, lectura y escritura son –desde escritura fue el primer soporte de la transferencia.
anexo, complementario, al de la sesión y el espacio sus comienzos- muy próximos. En Estudios sobre No creo que la transferencia deba prescindir de ese
analítico en general. ¿Parte “exterior-interior” al es- la histeria, Freud compara el inconsciente con una soporte sino valerse también de él, el encuentro
pacio analítico? lengua extranjera. También allí hace referencia a la analítico en el marco de un consultorio no lo erra-
-La narración de la clínica como acto político. constatación de un singular estado en el cual la pa- dica, aún más allá de la pandemia. No creo que sean
(En el seminario-taller que nombré “El coraje de ciente todo lo sabe, sin saberlo. En otro lugar, com- excluyentes.
narrar”, y que coordino, dedicado a los trabajadores para la sintomatología histérica con una escritura
del campo de la salud mental, descubro –cada vez- pictográfica (más adelante aún dirá jeroglífica para La invención del psicoanálisis no podría haber
que las posibilidades singulares y colectivas de la es- hablar de los sueños). prescindido de la escritura, y la abrazó al punto de
critura de la práctica clínica y profesional, son enor- Didier Anzieu ubica algunas de las influencias hacer de la escritura, y de lo literario –los Historiales
mes, de una potencia inédita). de lecturas presentes en los descubrimientos freu- son en ese sentido paradigmáticos- una herra-
dianos, influencias que sitúa en trabajos de Spi- mienta. El psicoanálisis inauguró el relato clínico
A escribir aprendemos en la práctica, pero in- noza, Herbart, Meynert y Griesinger. De ellos como un género particular también, con sus tantí-
cluyo en la práctica el intercambio con colegas y provienen algunas ideas, como aquella que dice del simas y diversas versiones, tan lejos de la “historia
compañeros y el trabajo de supervisión. A escribir carácter ilusorio del libre arbitrio, o que nos cree- clínica”, con la lectura semiológica y su traducción
no aprendemos con la teoría. mos libres en tanto ignoramos las causas de nues- diagnóstica. Esa lectura junto con su traducción,
Entonces, como dice Joaquín, analizarse es tros actos y deseos. O que el sueño y las psicosis son han encontrado en el manual de psiquiatría, el ca-
(como) escribir. Es leer y escribir. formas de cumplimientos de deseos, por nombrar mino directo a una aplicación farmacológica. Allí la
La pandemia, y la cuarentena instauraron nue- apenas algunas. única escritura en la de la receta. Otras veces lo ha
vos modos para el psicoanálisis. Algunos nuevos,
otros no tanto, ya que el autoanálisis de Freud se
sostuvo en su correspondencia con Fliess, y Juanito
no fue un paciente que Freud atienda en su consul-
torio, sino que fue una experiencia ligada a la co-
rrespondencia entre Freud y el padre del pequeño
Hans. De Shreber, de Wilson también, Freud escri-
bió lo que leyó.

Freud tuvo que escribir para pensar. Entre la hip-


nosis y la cura por la palabra, se encuentra el sueño,
y en él el descubrimiento del deseo inconsciente. De
lo inconsciente, y con ello el trazado de una pro- Escuela del pensamiento y autoconocimiento
puesta política. El objetivo no será controlarlo, adap-
tarlo, sino leerlo-escucharlo. Un inconsciente, por
otra parte, que no es exclusivamente productor de
ABIERTA LA INSCRIPCION
patología y síntomas, sino responsable además de
nuestros sueños, nuestro humor, nuestros recuerdos • Curso de Tarot Junguiano
encubridores, parte de nuestra memoria.

Muchos de los descubrimientos de Freud tienen


Teórico/Vivencial ‐ Niveles I, II y III
numerosos antecedentes en la literatura y en la fi-
losofía, en esas lecturas, tanto en las que lo prece-
dieron, como en sus lecturas contemporáneas.
ON LINE / PRESENCIAL
Freud construyó teoría a partir de esas influencias • Se realizan prácticas grupales a lo largo del curso y al finalizarlo.
literarias y filosóficas. Y fue en su autoanálisis donde
• Se dicta una clase semanal de dos horas.
hizo esa síntesis entre conocimiento científico y su
herencia cultural. A la literatura le debemos la cre-
ación del método de la Asociación Libre, en todo
caso, a la lectura que hizo Freud del modo de escri-
• Sesiones individuales
bir que la literatura inventó (la escritura automá- Informes: +54 11 65 32 48 43 http://www.epya.net
tica, o incluso el cadáver exquisito, con su propuesta
que revoluciona el sentido, e invita a una singular irenesfungaristos@gmail.com
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sido, y lo sigue siendo, el encierro, es decir, la de- cia, una gravedad, una soberanía, que harán de la
Sumario I 520 clinación de la palabra.
La escritura es una vía de transmisión, que im-
plica el coraje de narrar una experiencia tan difícil
palabra misma un reto de existencia y de poder”.
Así lo escribe Anne Dufourmantelle, y casi no dan
ganas de decir nada más. O sí. Diría que la exis-
de transmitir, y el lugar en el que la teoría cobra tencia de la palabra, con su libertad y condena si-
sentido. Pero no se trata simplemente de eso: es multáneas, su poder tanto como su invalidez nos
propia de la constitución íntima del espacio analí- arroja a escribir. Escribir nos duele y nos salva, hace
tico, en esa extraña conversación que desarrollan del tiempo historia, del desamparo cobijo, de las
paciente y analista cuando leen y escriben juntos. certezas y los abismos… la posibilidad de seguir
Por eso me gusta pensar que lectura y escritura no abriendo brechas de sentido y a veces de belleza.
definen una técnica sino un método, que no se
aplica, sino que se inventa, cada vez. Ese método Escribir es perseverar en la decisión de no re-
que solo autoriza a quien asume un estilo propio. nunciar. Aun cuando no haya nada que decir, aun
La experiencia es una lámpara que sólo alumbra a cuando no sepamos qué decir, o para quién. Aun
quien la sostiene, escribió Celine. cuando nos quedemos sin palabras.
Escribir, para quien consulta, es enlazar voz ex-
Vuelvo a Joaquín. El análisis con él se tornó in- traña y autoría. Analista es quien, en el curso de un
tercambio epistolar. Analizarse es escribir, esa frase análisis, se vuelve lector (ni el único ni el último,
sigue permitiendo nuevas lecturas… y ese inter- diferente con cada paciente. Un lector que –en el
cambio, en cuarentena, por correspondencia se ini- mejor de los casos- se sabe provisorio).
cia cuando escribe:
Pedro escribe: Empecé sin saber qué estaba ha-
Lila, ciendo, para quién escribía, si para mí, para Lila, o
¿cómo andás? Llegó la hora de escribir este mail. para alguien más. Unas notas en un block. Escribir
Agosto 2022 Lo venía postergando porque no sé, sentía que no es- me cambió. Quién lo diría, se convirtió en una incre-
Ilustración de tapa:
taba “conectado” para que las cosas pudieran salir íble saga… Podría ponerle un título, ¿no?
Rodolfo López Martino con fluidez. Luego recordé que, con un horario pau-
Distribución en Interior: D.I.S.A
tado, muchas veces voy camino al consultorio sin
nada en la cabeza y salgo luego con muchas más Bibliografía General
Los artículos firmados son de exclusiva
responsabilidad de sus autores, cosas de las que esperaba. Así que aquí estamos. Una
y no reflejan necesariamente la opinión vez más, de la postergación salgo escribiendo. -Anzieu, Didier. El autoanálisis de Freud y el descubrimiento del
de la dirección.
psicoanálisis. Tomo I y II. (Siglo XXI editores, 1978).
Otra cuestión en la que quiero detenerme es en -Berezin, Ana y Muller, Eduardo. Cuando la técnica es una re-
la de la desmentida como una forma de borra- sistencia al método. (Revista Topía).
miento. La desmentida es esa operatoria que des- -Blanchot, Maurice. El habla analítica. (Ediciones La Cebra,
2 Las prácticas en psicoanálisis, una y otra lee, borra, anula, ese movimiento que deshace la 2012).
vez. escritura una y otra vez. Es por eso que tantas veces -Casas, Fabian. La voz extraña. (Ediciones Universidad Diego
Jorge Garaventa apropiarse de un saber requiere de sucesivas escri- Portales, 2014)
turas. Y de un lector-testigo, que en la escena trans- Podcast “Abro hilo”.
6 La práctica clínica hoy. Universidad y su ferencial haga de lo leído y escuchado, testimonio -Dufourmantelle, Anne. Elogio del riesgo. (Nocturna Editora,
actualización de contenidos después de la imborrable, capital silencioso pero inclaudicable, 2020).
pandemia. a la espera de una nueva ocasión para retomar y -Feldman, Lila María. Conferencia en el Colegio de Psicoana-
Claudio Edelstein alzar la pluma. listas. Analizarse es escribir. (1 de Octubre del 2020).
Porque la pluma se alza, necesariamente, una La narración como acto político. https://lobosuelto.com/la-
10 Panorama de la Psicología clínica hoy -
y otra vez. Y otra más. Serán múltiples escrituras narracion-como-acto-politico-lila-m-feldman/
Alcances y limitaciones.
las que posibiliten que escribir sea inscribir una Política del síntoma. Leer y escribir como política. https://lo-
Elena Scherb
huella psíquica duradera, hacerse de un lugar en bosuelto.com/politica-del-sintoma-leer-y-escribir-como-politica-
14 Esquirlas del Colonialismo. De dulzuras y la compleja trama representacional y afectiva que lila-maria-feldman/
resistencias. es la genuina escritura. El trabajo de la escritura, Sueño, medida de todas las cosas. (Editorial Topía, 2018).
Hernán Altobelli / Gabriela Giorla pero también el de la desmentida, no ocurren una -Freud, Sigmund. Obras completas. (Amorrortu Editores,
sola vez, no son un único acontecimiento, su mo- 1992).
18 Un camino que se aparta de la vimiento está habitado por tantas repeticiones y -Montaigne, Michel E. de. Ensayos Completos. (Hyspanamérica,
maquinaria. diferencias. Escribimos entonces contra los borra- 1984).
Claudio Spivak mientos, a veces en el vacío; otras frente a las ma- -Muller, Eduardo. La angustia de las influencias. Biblioteca vir-
niobras con la que ciertas puntuaciones han tual del Colegio de Psicoanalistas. http://coldepsicoanalistas.
22 Qué hace a una clínica actual? interferido o detenido un cierto devenir; algunas com.ar/la-angustia-de-las-influencias/
Eduardo Smalinsky
gracias a la oportunidad que abre una cierta en- -Piglia, Ricardo. El último lector. (Editorial Anagrama, 2005).
crucijada; escribimos una y otra vez, en plena obra -Pontalis, J-B. Ventanas (Editorial Topía, 2005).
24 Clínica psicoanalítica y escritura
Lila María Feldman resignificante y fragmentariamente en el trabajo
de duelo; escribimos también contra las violencias Nota
que han intentado barrer una existencia de un
plumazo. (1) Material clínico de la Lic. Gretta Brophy.

“Lo que dice el análisis es que el simple hecho


de estar en la vida, de existir y hablar, de nombrar
el mundo, es dotado de un valor de vida inagotable
Próximo número y nos abre una inmensa libertad entre la vida y la
La función del padre actual muerte. Es también un acto político, porque el acto
de la palabra es entonces investido de una poten-

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