Está en la página 1de 3

REFLEJOS Y ARCOS REFLEJOS.

Un reflejo es una respuesta natural y automática a un estímulo determinado.


Las neuronas que conducen el impulso forman un arco reflejo, el más simple
está integrado por una neurona sensorial, una conectora y una motora. Los
reflejos constituyen las unidades funcionales del sistema nervioso. Por ejemplo
al quemarnos apartamos la mano como un acto reflejo antes que la sensación
dolorosa llega al cerebro.

Los reflejos congénitos se llaman absolutos o incondicionados y los adquiridos


condicionados.

Los reflejos se clasifican de acuerdo con el número de vías nerviosas


comprendidas. El reflejo simple es el caso en el que la estimulación de un
receptor provoca la contracción de un único músculo. Los reflejos
condicionados son complicados, indirectos y difíciles de investigar. La capacidad
de adquirir este tipo de reflejos se vincula con el desarrollo de la corteza
cerebral siendo por lo tanto mayor en los mamíferos. Se cree que la formación
de estos reflejos ocurre en las áreas de asociación de la corteza. Convergen
hacia ellas los impulsos de los receptores de todo el cuerpo y son allí derivados
hacia las neuronas motoras. El pasaje de un impulso a través de una sinapsis
tiende a reducir la resistencia de ésta así el impulso proveniente de un nuevo
estímulo sigue el camino del impulso. Un reflejo condicionado puede servir de
base a otro, hasta que se adquiere una serie compleja de muchos niveles de
reflejos condicionados.

En el tipo de reflejo bineuronal el estímulo recogido por células receptoras o


terminaciones nerviosas es llevado al sistema nervioso central por una larga
fibra aferente o sensitiva. El cuerpo celular de la neurona sensitiva a la que
pertenece dicha fibra se encuentra en un ganglio cerca de la médula o del
cerebro; pero la fibra sigue directamente hasta el sistema nervioso central. Ahí
suele ramificarse y hacer sinapsis con varias neuronas, a las que puede
estimular. Cada una de estas neuronas también puede recibir impulsos de
muchas fibras aferentes, de modo que el número de posibles combinaciones
entre receptores y efecotres son casi infinitas.
En el más simple de los reflejos las neuronas estimuladas pueden ser eferentes.
Suele tratarse de neuronas motoras cuyos cuerpos celulares se encuentran en
la médula o en el cerebro, y cuyos larguísimos axones van hasta los órganos
efectores (fibras musculares). Pero en general existe una cadena que
comprende tres neuronas. Las fibras aferentes no suelen hacer sinapsis
directamente con células motoras, sino con neuronas de asociación o
intercaladas, situadas en el sistema nervioso central. Estas neuronas de
asociación mandan prolongaciones ramificadas que llegan a muchas células
motoras. Así se multiplican aún más las posibilidades de respuesta a un impulso
sensitivo, y el número de impulsos sensitivos capaces de producir un cierto
efecto motor.

CURIOSIDADES:

En el hombre y
en otros mamíferos el
El sistema
impulso nervioso se
nervioso está compuesto
propaga a una velocidad
por 10.000.000.000 (diez
de 90m por segundo en
mil millones) de
un nervio con capa de
neuronas.
mielina y 7 a 15 m por
segundos en los nervios
con solo una capa
delgada.

Se hacen
operaciones de cerebro
con anestesia local así es
posible interrogar al
Todas las fibras
paciente acerca de las
de la médula espinal se
sensaciones
cruzan de una lado a
experimentadas por la
otro del cuerpo, por lo
estimulación de
tanto el lado derecho del
determinadas regiones.
cerebro controla la mitad
El cerebro no posee
izquierda del cuerpo y
terminaciones nerviosas
recibe las impresiones de
para el dolor, por esta
los órganos sensoriales
causa la estimulación
del lado izquierdo.
directa de la corteza no
resulta dolorosa.
Solo duermen
los vertebrados
superiores con cortezas
cerebrales desarrolladas
y los que tienen
hemisferio mayores
parecen requerir más
sueño que otro. El ritmo
entre sueño y vigilia es
controlado por un centro
del sueño localizado en la
parte anterior del
hipotálamo y un centro
de la vigilia, en la parte
posterior de dicho
órgano. El hábito
humano de dormir
durante ocho de las
veinticuatro horas del día
es adquirido. El ritmo
básico natural es aquel
en que el sueño y la
vigilia alternan cada tres
o cuatro horas, como se
observa en los niños
pequeños.

También podría gustarte