Está en la página 1de 10

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

ESCUELA PROFESIONAL DE CIENCIA POLÍTICA

Docente:

Juan Francisco Morales Giraldo

Curso:

Taller de Tesis I

Integrantes:

Villacorta Fierro, David Augusto

Lima-Perú

2022

Tema
Aportes para la construcción de categorías en ciencia política
Problema
El uso corriente como lo llamaría Sartori refiriéndose a personas no
especializadas de la materia, de las categorías políticas ha logrado
imprecisiones que han llegado al lenguaje especializado de la Ciencia Política.
Esto a raíz de cómo los científicos políticos y los que no lo son conciben la
política y los cambios a través del tiempo por lo que pasa la política. La poca
explicitación acerca de un proceso definido para determinar el contenido de
estas categorías por parte de politólogos dándolas por obvias o dadas
consigue que hoy en día la ciencia política carezca de un método claro a la
hora de justificar el contenido lingüístico u ontológico de las categorías, por
poner ejemplos. Frente a esto, cierto método materialista, entendido como
el estudio científico de los hechos, dentro del paradigma de la Ciencia política
empírica, puede darnos nuevos aportes para entender formas de categorizar
en Ciencia Política bajo criterios de cientificidad desde nuevos ángulos, o
complementar los ya existentes anteriormente.
Justificación
Este tema se plantea a raíz de la poca cantidad de textos especializados de
ciencia política para tratar el problema de cómo construir categorías dentro
de la disciplina. Entiendo las categorías como dadas, los politólogos
contemporáneos se han acostumbrado a la automática operacionalización de
ciertos enfoques sin tener en cuenta criterios científicos a la hora de
construir y operacionalizar sus variables. La autonomía de la ciencia política
respecto a sus categorías, el contenido de estas o el nivel de abstracción que
deben tener son algunos de los temas que se busca explicar en el presente
trabajo.
Pregunta principal
¿Como el método materialista puede aportar a la construcción de categorías
en la Ciencia Política?
Preguntas secundarias
¿cuáles son los criterios de cientificidad que pueden ayudar a la hora de
construir las categorías de la ciencia política?
¿cuáles son los criterios lingüísticos que pueden ayudar a la hora de construir
las categorías de la ciencia política?
¿cuáles son los criterios ontológicos que pueden ayudar a la hora de
construir las categorías de la ciencia política?
Objetivo principal
Exponer cómo los aportes del método materialista, entendido como el
estudio científico de los hechos, puede ayudar a construcción de categorías
científicas dentro de la Ciencia Política

Objetivos secundarios
Exponer cómo los criterios de cientificidad pueden ayudar a la constitución
de categorías
Exponer cómo los criterios lingüísticos pueden ayudarnos a construir de una
mejor manera categorías dentro de la ciencia política
Exponer cómo los criterios ontológicos pueden ayudarnos a construir de una
mejor manera categorías dentro de la ciencia política

Hipótesis
El método del materialismo filosófico, entendido como el estudio de los
hechos de manera científica a través de criterios de cientificidad, puede
ayudarnos a constituir de una manera más esclarecedora, científica, rigurosa
y ordenada las categorías de la Ciencia política aptas para su
operacionalización.

Introducción:
A puertas de iniciar el siglo XXI el tema de las categorías en la Ciencia Política
se ha vuelto cada vez más relevante en el debate global, sin embargo, eso no
quita que sea una de las temáticas menos tratadas dentro de la teoría política
considerada dentro de la Ciencia política empírica como la conocemos
actualmente. A raíz de la desidia por parte de muchos politólogos es que se
ha justificado esta temática para el presente trabajo, sobre todo en
Latinoamérica, donde la operacionalización acrítica de los enfoques ha traído
una gran cantidad de información acerca de la realidad política y las políticas
públicas, que, sin embargo, en muchas ocasiones carece de avances en lo que
respecta a una reflexión acerca las categorías y los métodos para su
constitución. Considerado como materia de teoría política, que a su vez sufre
la ambivalencia de estar entre la Ciencia Política y la Filosofía Política. Es por
esto por lo que hacemos la demarcación temporal entendiendo a la Ciencia
política como ciencia a partir de lo que se denomina revolución behaviorista
en las ciencias sociales, donde el objeto de estudio de la Ciencia Política ya no
solo corresponde al Estado o a las instituciones estatales, sino también, al
énfasis en la conducta humana dentro del sistema político. Es así, que la
Ciencia Política adquiere su identidad como ciencia y pasa a cuestionarse el
papel de su núcleo teórico, las categorías. Desde entonces los enforques
analíticos, empiristas y materialistas entran en debate sobre el método para
construir de una mejor manera. A fin de dar un lenguaje común y científico a
los politólogos que les permita desarrollar su ciencia operacionalizando
variables claras avaladas teórica y empíricamente, para lo cual se ha
recurrido a bibliografía que hace mención a la temática mencionada del
presente trabajo desde el siglo XX hasta nuestros días.
Capítulo 1:
En este capítulo se discute el papel han venido teniendo los criterios para
desarrollar las categorías y la teoría política dentro de la Ciencia Política.
Dentro de los primeros enfoques que se tuvo para determinar el rol de las
categorías y la teoría política dentro de la Ciencia política como la
entendemos hoy en día está el desarrollado por David Easton (1965) en
Esquema para en Análisis Político, donde afirma:
¿Qué se entiende por investigación de la conducta con respecto a la vida
política? La respuesta a esta pregunta revelará el papel central que está
cumpliendo la teoría de orientación empírica en la transformación de la
ciencia política, y ubicará en un contexto más amplio uno de los enfoques
tendientes a desarrollo de una teoría general: el del análisis sistémico. (p.
20)
Es a partir de los desarrollos emprendidos por Easton que se abandonan los
anteriores entendimientos acerca del estudio de la vida política como el
análisis del Estado o de las instituciones estatales. Para pasar al estudio de la
conducta de los agentes (behavioral approach) dentro de un sistema en el
cual entra información a través de los inputs y desarrolla resultados a través
de outs. Es así como bajo el paradigma conductista y positivista se desarrolla
una teoría política orientada hacia el estudio empírico de la conducta política
que busca separarse metódicamente del estudio netamente especulativo de
la filosofía política. Hasta entonces los estudios históricos habían ocupado el
lugar de lo que pudieron ser estudios empíricos de la ciencia política hasta
antes de la Segunda Guerra Mundial.
Respecto a las atribuciones que considera fundamentales Easton respecto de
las categorías en la teoría política señala que estas deben ser de índole
analítico, deben resistir los cambios políticos, deben tener alto grado de
abstracción y se caracterizan por su utilidad dentro del entendimiento de los
sistemas, no por su verdad o falsedad. Por ejemplo, de la categoría “sistema”
Easton (1965) señala:
El concepto "sistema" corresponde de algún modo a la ida de masa en la
física. El físico atribuye una masa a todas las cosas físicas; en su
conceptualización de las cosas físicas no cabe que no la tengan. Al hacerlo
no pretende tratar esta formulación como una hipótesis o descripción
sujetas confirmación fáctica, sino simplemente trabajar con su objeto de
estudio de modo unificado. (p. 60)
Es así como toma como categoría principal o núcleo de su teoría política al
“sistema” desde la cual elabora las categorías secundarias menos abstractas
apropiados (vida política, conducta, estabilidad, cambio) para constituir un
cuerpo de categorías interrelacionadas y sistemáticas.
A partir de aquí podemos delimitar que nuestro estudio sobre las categorías
de las Ciencia Política se limita al enforque empírico desarrollado a partir de
la influencia de conductismo en esta ciencia. Entendemos a la Ciencia política
de esta manera ya que es el principal cuerpo teórico la ha venido
desarrollando de esta manera, haciendo la distinción de que la teoría política
es la parte de la ciencia política que se encarga de desarrollar de manera no
empírica los métodos adecuados para la investigación de esta ciencia. A su
vez se hace énfasis en la forma en que se ha venido entendiendo cómo de
construir las categorías adecuadas para su riguroso estudio expuestos por
cada autor.
Así, a partir de la revolución behaviorista encabezada por Easton se produce
una fructífera proliferación de teorías y métodos dentro de la ciencia política
que se ve reflejada hasta nuestros días dentro de los manuales de la
especialidad en América Latina como un reflejo del zeitgeist de nuestra
ciencia, como señala Fernando Barrientos del Monte (2020) en La Ciencia
Política a través de sus manuales, “a partir de una selección de manuales
representativos, se identifican cuatro tendencias teórico metodológicas, en
igual número de periodos, que representan el devenir de la disciplina en la
región: filosófico-institucionalista, legal institucionalista, sociológico
funcionalista y marxista, y finalmente democrático-pluralista”(p. 37). Sin
embargo, muchos de los autores que han desarrollado estos enfoques dentro
de la ciencia política se han ocupado exclusivamente de aplicar
operatoriamente los métodos de los enfoques anteriormente mencionados
sin dar importancia o tomar como dadas las categorías que finalmente se
convierten en variables. La finalidad de este trabajo no solo es darle la
importancia requerida al problema de la constitución de las categorías
dentro de la ciencia política sino también poder dar aportes acerca de cómo
podemos construir estas categorías bajo criterios de cientificidad y a su vez
poder permanecer dentro del enfoque empírico que la ciencia política actual
tiene.
Por otro lado, las observaciones que hace Gianfranco Pasquino a las
categorizaciones hechas por Gabriel Almond junto a Sídney Verba en Diez
textos de Ciencia Política resultan infecundas por concluir que son
inadecuadas, debido a su incapacidad para tipificar países como los
escandinavos o países bajos dentro de sus esquemas comparativos.
Condenando su poca adecuación o adaptabilidad a los cambios en categorías
como las “sociedades preindustriales”. Pasquino (1997) considera, al igual
que Bluhm, que la mayoría de las categorías principales de la política fueron
concebidas desde un principio por los clásicos, por lo que no da mayores
criterios acerca de su constitución además de su coherencia lógica y
empírica:
La teoría política clásica sigue definiendo muchos de los problemas
fundamentales, dando forma a las interrogantes críticas y
proporcionando los conceptos cruciales que informan y guían, directa o
indirectamente, a los estudiosos en la ciencia política, incluyendo a los
que son más conscientemente científicos. Los análisis de la conducta
electoral, los sondeos de muestra y los datos adjuntos que se refieren a
categorías de sistemas políticos, así como los estudios de la actuación de
las políticas públicas, pueden ser reconocidos casi siempre como dirigidos
a temáticas que fueron identificadas antes como significativas en la teoría
política clásica. (Bluhm et al., 1985, citado en Pasquino, 1997, p. 35)
Siguiendo con la exposición en la forma de entender las categorías por
diversos autores suscritos dentro de la tradición de una Ciencia Política
empírica, y en analogía con su Teoría General del Derecho, Norberto Bobbio
(1999) afirma en su Teoría General de la Política, específicamente en su
índice analítico, “tiene un carácter exclusivamente analítico y no prescriptivo
[…] surge del estudio sistemático de “términos recurrentes” que atraviesan la
historia de pensamiento político, y está orientada a la identificación de
grandes categorías (p. 763-764).” En cierta medido Bobbio considera que el
rol de la filosofía política es estudiar las categorías fundamentales de la
política, sin embargo, cuando hablamos de ciencia política este análisis no
solo puede quedar en especulaciones sin correlato en la realidad, ya que
Bobbio considera que la ciencia política es una ciencia empírica. Es entonces
cuando Bobbio describe a su método para abordar la ciencia política como
empírico-analítico. Las tipificaciones en base a criterios para conceptos
abstractos, como se ha visto en Derecha e Izquierda. Razones y significados
de una distinción política, no dejan de lado la riqueza de la realidad histórica
y acepta los embates que ha de tener su teoría en un futuro adaptándose o
no a los nuevos datos, interpretaciones y eventos de la política en un futuro.
Como se ha visto en la obra anteriormente mencionada el autor no descarta
eventos históricos a partir de los cuales constituir sus categorías de forma
analítica como se da en el caso de la revolución francesa.
Es ya entrando en el siglo XXI cuando se dan las discusiones hacerla de la
importancia de las categorizaciones dentro de la Ciencia Política bajo criterios
lingüísticos y lógicos como podemos ver en la obra La Política. Lógica y
método de las ciencias sociales de Giovanni Sartori. Donde se le da un
tratamiento al lenguaje usado por las personas encargadas de tratar los
temas concernientes a la política en las premisas desde un punto de vista
lingüístico, a fin de elaborar un lenguaje común y especializado. Lo que
permitiría un tratamiento y comunicación acerca de los problemas políticos
mas efectivo que los realizados a través del lenguaje común. Sartori señala
que la sintaxis lógica a la hora de esbozar categorías es necesaria a hora de
formar un lenguaje especializado y que este proceso debe ser demostrativo.
Es decir, el proceso por el cual se establecen las categorías dentro de la
ciencia política debe ser riguroso y demostrativo para poder entablar un
punto de partida, al igual que otras ciencias, desde el cual discutir sus
problemáticas. En torno a la materia que contiene los significados de
categorías de una ciencia empírica Sartori (1979) afirma, “un conocimiento
empírico puede definirse en general como el conocimiento que se afinca en
la experiencia, que se refleja y recoge su material de la experiencia (p. 36)”.
En la formación de los conceptos, su tratamiento clasificatorio y su forma de
definirlo donde Sartori, siendo el autor que más ha desarrollado estas
observaciones dentro de la ciencia política, entra en el terreno de diálogo con
filósofo Gustavo Bueno.
Cerca de empezar el siglo XIX se emprende una nueva corriente dentro del
materialismo heterodoxo que se denomina materialismo filosófico, cuyo
mayor representante sería el filósofo español Gustavo Bueno. El cual ha
tratado temas concernientes a la teoría de la ciencia y en específico a la
Ciencia Política. Desde esta perspectiva se busca dar aportes a la Ciencia
Política dentro de Latino América a partir de criterios de cientificidad desde la
obra La Teoría del Cierre Categorial (tomo I y II), que si bien puede tener
elementos reñidos con la forma en que se ha venido tratando las categorías
dentro de la ciencia política, como es el tema de la autonomía de la Ciencia
Política, también tiene criterios que comparte y que pueden ser considerados
aportes para entender esta ciencia desde otras perspectivas que pueden
resultar se complementarias, al punto de poder ampliar su horizonte
metodológico en torno a sus categorías.
El enfoque que se plantea desde este paradigma es tener criterios de
cientificidad en el momento de definir categorías políticas a fin de que sean
puedan ser operacionalizadas de una mejor manera. El proceso por el cual el
autor entra en dialogo con Sartori es en elaborar los criterios a partir de la
constitución lingüística de las categorías, al igual que su materialidad o
contenido ontológico desarrollado en su obra Primer Ensayo sobre las
categorías de las Ciencias Políticas. Antes de pasar a exponer las principales
directrices veamos un fragmento de cómo concibe la Ciencia política bajo sus
criterios de cientificidad:
No puede aspirar a alcanzar los resultados, incluso sistemáticos, que las
ciencias más vigorosas han logrado obtener en sus respectivos campos
categoriales -por ejemplo el ‘sistema periódico de los elementos
químicos’. Esto se debe, principalmente, a que la concatenación
sistemática de las categorías políticas no puede llevarse a cabo en el
recinto de un campo categorialmente cerrado; tal sistematización obliga
a tomar conceptos de muchos otros campos -la etología, la biología, la
lógica formal y material, la ontología o la historia-, es decir, a abandonar
la estricta inmanencia que es propia de la forma de todas las ciencias
genuinas y, por consiguiente, le empuja, si quiere mantener esa disciplina
racional, a asumir la forma de construcción filosófica. (Bueno, 1991,
citado en Fernández, 2006, p. 142)

Bibliografía
Barrientos, F. (2020). La Ciencia Política a través de sus manuales. Tendencias
teóricas y perspectivas
metodológicas. México y América Latina en perspectiva
comparada. Civilizar: Ciencias Sociales y Humanas, 20(39), julio-
diciembre 2020.
Bobbio, N. (1999). Teoría General de la Política. Editorial Trotta.
Bueno, G. (1991). Primer ensayo sobre las categorías de las ciencias políticas.
Logrobo.
Bueno, G. (1992). Teoría del cierre categorial. Tomo I. Introducción general.
Siete enfoques en el
estudio de la Ciencia. Pentalfa ediciones.

Easton, D. (1965). Esquema para el análisis político. Amorrortu editores.

Fernández, J. (2006). La Teoría Política Materialista de Gustavo Bueno.


Universidad Complutense de
Madrid. Facultad de Ciencias Políticas y Sociología.
Pasquino, G. (1997). Nuevo Curso de Ciencia Política. Fondo de Cultura
Económica.
Sartori, G. (1979). La Política. Lógica y método de las ciencias sociales. Fondo
de Cultura Económica.

También podría gustarte