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Título 1: Crítica de la taxonomía de “derecha e izquierda” de Nolberto Bobbio desde

la obra de Gustavo Bueno


Anónimo
Introducción

A lo largo del siglo XX, se han tratado las categorías de “derecha” e “izquierda” debido a
su relevancia práctica y a la búsqueda de una distinción que nos ayude a esclarecer ciertas
políticas de otras, incluyendo al “centro” dentro de este espectro, conformando una tríada
que nos ayuda a comprender la totalidad del espectro ideológico. Autores de alta categoría,
principalmente Nolberto Bobbio, han ayudado estableciendo criterios racionales e
históricos a la taxonomía: la búsqueda de la igualdad en la “izquierda”, y la búsqueda de la
libertad en la derecha. Así mismo, y de manera simplificada, el centro vendría a
caracterizarse por ser la versión más moderada de ambas posturas. Y respectivamente, los
extremos vendrían a ser las versiones más nocivas, dogmáticas y exaltadas. Respecto de la
metodología el autor afirma su eclecticismo conforme a la forma en cómo busca la
definición de las categorías, afirmando que recurre a una metodología tanto analítica como
histórica.
Sin embargo, y a pesar de las críticas, luego de la distinción de Bobbio durante los años
noventa, no ha surgido una calificación que la haga frente a la hegemónica planteada por
Bobbio. En este sentido, es que se quiere hacer una comparación crítica respecto de la
forma en que Gustavo Bueno plantea su forma de distinguir estas categorías a partir de su
obra. Gustavo Bueno no solo discrepa de la forma en que se plantean las categorías
“izquierda” y “derecha” tradicionalmente, de forma unívoca; sino, también, plantea una
nueva metodología que toma en cuenta criterios distintos de clasificación de estas
categorías, tratándolas como acentuadamente históricas. La filosofía del autor, el
materialismo filosófico, toma especial relevancia en este punto, ya que la Teoría del cierre
categorial que plantea el autor señala que la característica principal que diferencia a las
ciencias sociales, y la filosofía, de otras ciencias es su capacidad para plantear categorías
racionalmente universales e independientes. Es decir, las ciencias como las matemáticas, la
física o la química tienen un cierre categorial más completo debido a que logran acuñar
categorías que son universales, que son propias de cada ciencia y que actúan con
independencia de otras ciencias; mientras que las ciencias sociales y las filosofía son un
tipo de conocimiento diferente, donde las categorías no son univocas, toman prestadas
categorías de otras ciencias y tienen un arraigo histórico fuerte, por lo tanto, su cierre
categorías es más incompleto. Por ende, el estudio de los fenómenos sociales, para el
materialismo filosófico de Gustavo Bueno, apunta hacia una acuñación de categorías que se
dan en torno a eventos específicos de la historia, para los cuales se usan categorías
históricas específicas, en contraposición a posturas más racionalistas.
Es así, que en el presente trabajo se pretende destacar las principales diferencias de criterios
y usos de las categorías de Gustavo Bueno con respecto a las de Nolberto Bobbio, a fin de
poder resaltar su capacidad explicativa y utilidad operativa para el esclarecimiento de
diversos fenómenos político en diversos estadios históricos y políticos.

Criterios
Como se mencionó anteriormente, Bobbio considera que derecha e izquierda es una
antinomia excluyente, por lo cual sus criterios distintivos deben ser incompatibles entre sí.
El criterio más frecuentemente adoptado para distinguir la derecha de la izquierda
es el de la diferente actitud que asumen los hombres que viven en sociedad frente
al ideal de la igualdad, que es, junto al de la libertad y al de la paz, uno de los
fines últimos que se proponen alcanzar y por los cuales están dispuestos a luchar.
(Bobbio, 1995, p.135)
Es decir, en la búsqueda de la igualdad la izquierda no puede al mismo tiempo conseguir la
libertad; igualmente, la derecha, al buscar la libertad, no puede conseguir la igualdad. Es
por eso, que el rasgo distintivo, al tornarse exaltado en cada corriente ideología, termina por
anular uno de los dos principios constitutivos de la modernidad. En consecuencia, tanto
derecha como izquierda, al volverse dogmática en sus principios, termina por erradicar o la
igualdad o la libertad, tornándose en los extremos del espectro político. Bobbio toma como
ejemplos en cada radicalismo al caso de la Alemania nazi, por parte de la derecha extrema;
y por otro lado, toma como ejemplo de una izquierda extrema el caso de la experiencia en
la URSS. Por lo tanto, se termina generando una taxonomía que va a entender a la izquierda
como izquierda moderada y extrema. En su versión moderada apostaría por un equilibro
entre la libertad y la igualdad haciendo énfasis en el segundo; mientras que la versión
extrema se entendería como la versión dogmática que exacerbaría la igualdad por sobre la
libertad. Por otro lado, en la derecha se entendería como moderada y extrema. Entendiendo
como moderada una derecha que busca un equilibrio entre igualdad y libertad, haciendo
énfasis en el segundo a través de mecanismos como el libre mercado. Siendo el principal
representante de la derecha extrema en nacional socialismo de la Alemania nazi.

Por otro lado, para Bueno, las categorías dentro de las ciencias sociales y la filosofía, si
bien pueden optar por una metodología mixta como la de Bobbio, deben apuntar a ser
categorías históricas, ya que a esta es la distinción que caracteriza estos tipos de
conocimiento. En su Primer ensayo sobre las categorías de las ciencias políticas y en su
Teoría del cierre categorial, Bueno señala que la materia de estas categorías se da en los
hechos históricos en los que se forman. Es así como Bueno señala que la izquierda obtiene
su materia categorial a raíz de la revolución francesa en contraposición al Antiguo Régimen
que busca transformar, que es donde se originan estas categorías. Por lo tanto, la definición
de izquierda vendría a ser negativa ya que la izquierda aquí se expresa como posibilidad
histórica; frente a la derecha que obtiene su materia categorial del Antiguo Régimen, como
definición positiva. Es así, que las izquierdas o derechas se pueden definir como tales y en
relación con el régimen vigente.
Así mismo, Bueno es consciente de que debe acuñar un criterio de definición de izquierda y
derecha desde un enfoque analítico igualmente, ya que el criterio histórico es insuficiente
para una taxonomía operable, o en su defecto se tendría que acuñar una tipología para cada
movimiento o partido político de izquierda. Es en este sentido, el autor señala que es
requerido un criterio etic (criterio desde la posición del científico) para definir de forma
objetiva la derecha o izquierda, ya que si se definiera en sentido emic (criterio desde la
posición del agente estudiado) tendría que haber una clasificación desde cada persona que
se autodefina de izquierda o de derecha. Finalmente, y conforme a estos lineamientos
Bueno esbozará las características respecto del principal criterio de distinción de derechas e
izquierda, que vendría a ser su proyecto político, el cual se expondrá más adelante. Por lo
tanto, respecto a su método, Bueno (2003) señala, “éste es el motivo de nuestro intento de
acudir a criterios de clasificación de carácter más bien lógico o sintáctico que a criterios
semánticos” (p.55). El cual vendría a ser el criterio lógico o sintáctico del autor.
Por otro lado, están el criterio lógico estructural el cual intenta crear una definición de
izquierda univoca respecto de su historia, funcional respecto de su operabilidad y
posicional respecto de una postura ideológica. Y finalmente, los criterios de segundo orden:
modal y predicamental. Los cuales ayudan a ordenar las categorías de modo que sean
funcionales en cada uno de sus casos (modal) y que estén de acuerdo con lo que cada
persona predique respecto de su propia postura ideológica (predicamental).
Izquierda
Mientras que para Bobbio la izquierda es una corriente política caracterizada por la
búsqueda de la igualdad en mayor o menor medida. Para Bueno esta categoría es
insuficiente para lo que se quiere expresar. En su El mito de la izquierda, Bueno (2003)
señala, “en cualquier caso, el mito de la izquierda es oscurantista en cuanto oculta las
diferencias e incompatibilidades entre diferentes corrientes de izquierdas; es confusionario
porque no permite distinguir las diferentes corrientes que están comprendidas en su
nombre” (p.18). La categoría izquierda ha venido siendo usada para oscurecer o encubrir lo
que es una facultad sustancial dentro de esta postura política, es decir, que no es una
categoría unívoca. Y esto es de especial atención en el autor, ya que, como se mencionó
anteriormente, parte de la materia que conforma esta categoría proviene de la revolución
francesa. La izquierda, para Bueno, no puede ser unívoca desde su origen histórico. Al
manifestarse la izquierda como posibilidad del cambio frente a la derecha del Antiguo
Régimen ésta se puede dar de muchas maneras ya que siempre esta en construcción. Es por
eso por lo que las izquierdas se definen en torno al proyecto que se tiene para con el Estado
político, ya se para transformarlo o destruirlo.
Sin embargo, existen tres rasgos característicos de la izquierda en su proyecto político en
cualquiera de sus variantes:
1) están asociadas a proyectos universalistas que no pretenden discriminar por sexo, raza o
condición socio-económica.
2) pretenden basarse en la razón filosófica o científica.
3) pretenden pasar de una sociedad política dirigida por el Antiguo Régimen a una sociedad
política de ciudadanos iguales entre sí, o sin estamentos o jerarquías, o libres e iguales
como lo propone el proyecto ilustrado del siglo XVIII.
Sería universalista aquella concepción o teoría de la izquierda que pretendiera ser
aplicable tanto a las sociedades esclavistas como a las sociedades feudales, tanto a las
sociedades burguesas como a las democracias homologadas del presente, tanto a las
sociedades occidentales, políticamente estructuradas en torno al Estado. (Bueno, 2003,
p. 60)
El racionalismo de estas izquierdas surgiría en contraposición de sectores avalados en el
irracionalismo, es decir, en corrientes avaladas por fundamentos no filosóficos o científicos
como la religión o la tradición. Buscando una reconfiguración de las partes del sistema
político que quiere transformar. Es así como el autor afirma que dentro de las izquierdas
autodefinidas de esta forma están: las izquierdas no socialistas como la jacobina o la liberal,
en los contextos de la Revolución Francesa (s. XVIII) y la Guerra de Independencia
Española (s. XIX); las izquierdas socialistas no marxistas como la libertaria o anarquista de
la Primera Internacional; las izquierdas influidas por Marx como la izquierda
socialdemócrata de la Segunda Internacional, la Marxista-Leninista y la Maoísta y
finalmente la izquierda populista o bolivariana. Aunadas a estas izquierdas definidas están
las izquierdas indefinidas que son corrientes que sin tener proyecto político definido
respecto del estado se adhieren a las izquierdas definidas: izquierda extravagante
(utopismo), divagante (intelectuales y artistas) y fundamentalista.

Derecha
Mientras que para Bobbio la derecha iría desde un centro que busca la libertad en equilibrio
con la igualdad, haciendo énfasis en la libertad. Para Bueno, la principal característica de la
derecha, a diferencia de la izquierda es que es más probable su univocidad que en la
izquierda. Esto se debe, como mencionamos anteriormente, a la forma en cómo se origina
el término derecha, en torno al Antiguo Régimen como categoría positiva de algo realmente
existente, y no negativa como lo es en la izquierda. La categoría de izquierda, en este
sentido, se define de manera negativa ya que es una posibilidad por construir respecto del
antiguo régimen dado positivamente. Entendiendo como Antiguo régimen la confluencia de
trono y altar; es decir, la confluencia de la soberanía, justificada política o religiosamente; y
el conjunto de creencias no basadas en la razón que sostienen ese sistema político, razones
políticas o religiosas. Esta confluencia entre la estructura del estado y el conjunto de
creencias que lo avala configura el Antiguo Régimen al cual se opone la izquierda. Las
derechas definidas de esta forma serian quienes buscan hacer mantener esta estratificación
ya que la entiende por natural de manera religiosa o metafísica. Por tanto, la derecha
vendría a ser, en todas sus modulaciones, todo movimiento político que trata de mantener,
en mayor o menor medida esta estratificación social derivada del trono y del altar. Sin
embargo, esta derecha puede ser universalista mas no racionalista, ya que sus fundamentos
no se basan en una razón científica o filosófica sino se logran basar en la tradición o en
ideas metafísicas. Así como también puede ser particularista irracionalista. Cuando
considera, por ejemplo, que una minoría debe gobernar sobre una gran mayoría, o que una
minoría debe ser exterminada por considerarse inferior. Bueno (2008) sintetiza,
Llamamos, pues, mito de la Derecha a la creencia propia de muchas personas o grupos
de personas, pertenecientes a una sociedad política compleja, organizada en régimen
de democracia parlamentaria, según la cual en tal sociedad política existe realmente un
estrato social de individuos o grupos orientados y aun cohesionados por su tendencia,
más o menos consciente, a mantener las características, improntas o prerrogativas
heredadas del régimen anterior a la democracia (al Antiguo Régimen), frente a los
intentos de otros grupos o partidos, denominados como izquierdas, orientados en el
sentido de demoler tales características ' improntas o prerrogativas. (p. 108)
Así, la izquierda logra erigirse por sobre la positividad de la derecha, como en el caso del
Antiguo Régimen, de donde surge la materialidad de estas categorías. En el caso de la
izquierda jacobina, posibilita la nación política de libres e iguales y en el caso de la
izquierda liberal de la Guerra de Independencia posibilita la unión de españoles de ambos
hemisferios en la constitución de Cádiz. Por lo tanto, las izquierdas son la negación del
Antiguo Régimen y la derecha es la afirmación de este hecho positivo, el Antiguo Régimen.
Y la facilidad de la univocidad de la derecha, a diferencia de la izquierda, en este caso
radica en su unidad histórica positiva con el Antiguo Régimen. Finalmente, no es el
Antiguo Régimen en sí mismo la derecha, sino, es la reacción de las personas que controlan
el Antiguo Régimen lo que las caracteriza de esta manera.
Finalmente, la derecha se puede autodefinir desde dos perspectivas: las que están alineadas
al Antiguo Régimen y las que no. Así Gustavo Bueno nos ofrece esta clasificación de la
derecha alineada: socialismo reaccionario y anticapitalismo clerical, durante la Revolución
Francesa; antisocialista e individualista, durante la Guerra de Independencia Española;
intervencionismo y Estado de bienestar, durante el siglo XX. Y por parte de las derechas no
alienadas: socialismo no marxista, es decir: fascismo, nacionalsocialismo,
nacionalsindicalismo; y finalmente, socialistas y antisocialistas: separatismo-secesionismo,
teología de la liberación, ecologismo.

Centro
Mientras que en Bobbio el centro viene a ser una parte privilegiada por ser moderada, lo
que el autor toma como lo moralmente más conveniente, para Bueno esta distinción es
oscurecedora. Para Bobbio (1995), y así, en el ámbito de la izquierda, una izquierda
moderada que tiende hacia el centro y una izquierda extrema que se contrapone al centro, e
igualmente, en el ámbito de la derecha” (p. 56). Ya que no existe una familiaridad
geométrica entre ambas posturas que la hagan compartir un rasgo común como la
moderación. Bueno considera que el centro puede tener diversas formas dependiendo del
contexto histórico, y el hecho de que sean una especie de mediador entre la derecha y la
izquierda no quiere decir que haya una cercanía ideológica entre ellas que radique en la
moderación. Al ser el centro una suerte de punto medio entre dos parámetros dependerá de
donde se encuentren los parámetros en cierto periodo histórico.
Cuando interpretamos el centro (el punto o la línea central) en su sentido originario
(paramétrico, neutral) entonces su oficio no consistirá tanto en sugerir que él
constituye la dimensión privilegiada en la cual habrían de acabar confluyendo,
convergiendo, o confundiéndose las direcciones de derecha y las de izquierda, cuanto
en enmarcar el punto o línea de la divisoria de las corrientes que transcurren o bien a
su derecha o bien izquierda. (Bueno, 2003, p. 41)
Por ejemplo, en el caso de la URSS en un momento dado se podría decir que Stalin
represento el centro por ser la ortodoxia, mientras que dentro del espectro Trotsky se
ubicaba a la izquierda y Bujarin a la derecha; mientras que en la China de Deng
Xioaping, Bujarin representaba la ortodoxia, el maoísmo la izquierda y la derecha
conformada por manifestaciones políticas en 1989 en la plaza de Tiananmén. Por lo tanto,
el centro vendría a ser un lugar paramétrico que depende de la situación histórica y que
carece de sustancia. Sin embargo, el centro en los hechos llega a formarse como una
alternativa de confluencia de derechas e izquierdas, a pesar de esto, y debido a la
metodología etic usada por Bueno, esta no califica como categoría ideológica, mas que
como parámetro en la triada izquierda-centro-derecha.

Conclusión
La principal razón por la cual Gustavo Bueno esgrime esta crítica es por la falta de
profundidad que tienen las categorías definidas por criterios preponderantemente analíticos
propuestos por estudiosos como Bobbio, Giddens o Cofrancesco. Bueno preferirá
esclarecer en lugar de oscurecer, por más que se complejice la taxonomía. Es por esa razón
que Gustavo Bueno exalta el papel de las ciencias sociales y la filosofía y su metodología.
Al ser estos conocimientos de segundo orden o no estrictamente ciencias, el autor resalta
que su riqueza radica en su capacidad explicativa y el poder usar categorías de diferentes
disciplinas. Es por esto por lo que estas disciplinas tienen que reconocerse como disciplinas
históricas, y que no tienen la necesidad de acuñar categorías que apunten a ser racionales o
generales, a diferencia de ciencias como la física o la matemática.
Además, Bueno resalta características que van más allá de la simple búsqueda de ideales
apangándose a los orígenes históricos de las categorías, y en torno a su relación con el
Estado definir las categorías de forma no sólo lógica, sino, también con una carga histórica
fuerte. Como se ve en la característica que Bueno denomina “oscurantismo”: al hacer
referencia a las izquierdas bajo la nomenclatura “izquierda” se está encubriendo un atributo
propio de la izquierda, su pluralidad. Al ser la izquierda el lado negativo del espectro, la
izquierda se manifiesta como posibilidad histórica frente al Antiguo Régimen, por tanto,
cuenta con un sinfín de posibilidades de terminar con la unión del trono y del altar. Estas
posibilidades llevadas a cabo bajo un racionalismo universalista filosófico o científico.
Mientras que en la derecha la finalidad es conservar el Antiguo Régimen, una estructura
estatal funcional a los intereses que cierto grupo que se adjudica el derecho político o
divino de gobernar.
Finalmente, el objetivo de Gustavo Bueno no ha sido el de simplificar los debates en torno
a las significaciones de estas categorías, sino, más bien, terminar con la forma tradicional
en la que se han venido tratando estas categorías desmitificándolas a pesar de hacer una
taxonomía mucho más cuantiosa y con contar con un conjunto de criterios adicionales que
pueden llegar a ser tomados en cuenta para una nueva formulación de estas distinciones
ideológicas que permanecen en vilo en la actualidad.

Bibliografía
Bobbio, N. (1995). Derecha e Izquierda. Razones y significados de una distinción política.
Taurus.
Bueno, G. (2003). El mito de la izquierda. Las izquierdas y la derecha. Ediciones B.
Bueno, G. (2008). El mito de la derecha ¿Qué significa ser de derechas en la España
actual? Ediciones temas de hoy.
Bueno, G. (1991). Primer ensayo sobre las categorías de las ciencias políticas. Logrobo.
Bueno, G. (1992). Teoría del cierre categorial. Introducción general. Siete enfoques en el
estudio de la Ciencia. Pentalfa ediciones.

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