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RELIGION 2022 SEM 2. GUÍA TERCER BIMESTRE.

LECTURA 1
LOS DERECHOS Y DEBERES
Los derechos son todos los mecanismos legales que
protegen las libertades y garantías de los individuos.

Existen dos grandes categorías de derechos:

Derechos humanos
Son las disposiciones asentadas en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, creada en 1948
por la ONU. En los 30 artículos de este documento, se
establecen una serie de derechos de carácter universal,
es decir, aplicables a todos los individuos desde que
nacen, sin ningún tipo de discriminación.
Los derechos humanos están amparados por el Derecho Internacional y deben ser procurados por
todos los Estados que forman parte de la ONU.

Algunos ejemplos de derechos humanos son:


• Derecho a la vida, a la integridad y seguridad de la persona.
• Derecho a la intimidad personal y familiar.
• Derecho a la igualdad de oportunidades para todos los seres humanos.
• Derecho a la libertad de conciencia y religión.
• Derecho a la libertad de expresión.

Derechos ciudadanos
Los derechos ciudadanos son las disposiciones descritas en la constitución de cada país y se
garantizan dentro de ese territorio. También son llamados derechos fundamentales.
Los derechos ciudadanos están amparados por las leyes e instituciones jurídicas nacionales, y
deben ser procurados por todos los Estados.
Si bien los derechos ciudadanos parten de los derechos humanos, cada Estado procura las
disposiciones legales convenientes para proteger su soberanía y a sus ciudadanos.

En este sentido, los derechos ciudadanos pueden variar, pero en términos generales se clasifican en
dos tipos:

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Derechos civiles y políticos
Son los derechos que protegen a los ciudadanos contra posibles acciones del Estado y garantizan su
inserción en la vida civil y política de su país.

Entre algunos ejemplos de derechos civiles y políticos se encuentran:


• Derecho a voto
• Derecho a la organización y participación política.
• Igualdad ante la ley.
• Derecho a la libre circulación.

Derechos económicos, sociales y culturales


Hacen referencia a las garantías que deben ser procuradas para el desarrollo económico, social y
cultural del individuo, con el objetivo de que pueda vivir en bienestar y ser productivo para la
sociedad.
Algunos ejemplos de derechos económicos, sociales y culturales son:
• Derecho al trabajo.
• Derecho a la salud.
• Derecho a la educación.
• Derecho a la integración de las personas con discapacidad.

Derechos colectivos
Son los derechos creados para proteger a un grupo social y tienen la intención de proteger la
identidad e intereses de dichos grupos.

Un ejemplo de derecho colectivo es el principio de autodeterminación de los pueblos. Esto es, que
cada Estado tiene derecho a establecer sus propias condiciones políticas y a procurar su propio
desarrollo económico, social y cultural.

Los derechos colectivos han sido objeto de controversia ya que, para algunos especialistas, el
ejercicio de estas garantías puede entrar en conflicto con los derechos individuales.

Los Deberes
Deberes son los compromisos morales, sociales y
legales que los ciudadanos adquieren en función
del ejercicio de sus derechos. Esto quiere decir que
el ejercicio de todo derecho implica también el
cumplimiento de una serie de obligaciones. Los
deberes se clasifican en:

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Deberes morales
Tienen que ver con el cumplimiento de compromisos en función de los valores de cada individuo.
Ejemplos de deberes morales serían:

• La adquisición de una deuda a través de un préstamo implica un deber moral para con el
acreedor, en función de ciertos valores personales: honradez, responsabilidad, etc.
• Los deberes existentes entre padres e hijos, de asistencia y cuidado cuando alguna de las
partes así lo necesite. En caso de los hijos, mientras son menores; en el caso de los padres,
cuando no pueden valerse por sí mismos.

Deberes jurídicos
Son todas las normas asentadas en las legislaciones internacionales, regionales, nacionales o
locales. Al tener carácter jurídico, pueden implicar una sanción en caso de no ser cumplidas. Estos
son ejemplos de deberes jurídicos:

• Deber de cumplir la ley y respetar a las autoridades del país de residencia o del país que se
visite.
• El cumplimiento de sanciones en caso de cometer delitos, como, por ejemplo, hurto, secuestro
o estafa. Dependiendo de la ley de cada país, este tipo de castigos puede implicar hasta pena
de cárcel durante días, meses o años, dependiendo de la gravedad del delito.

Deberes sociales y cívicos


Son las normas establecidas por un grupo de personas, comunidad o grupo social determinado.
Están vinculadas con los deberes morales porque se crean en función de ciertos valores o
comportamientos esperados. Algunos ejemplos de deberes sociales y cívicos son:

• Los ciudadanos tienen el deber de pagar impuestos al estado con la finalidad de costear y
mantener los servicios de carácter público.
• Deber de cooperar con el Estado y la comunidad en casos de necesidad, como catástrofes o
atentados.
• Deber de recibir una educación básica que permita un óptimo desarrollo de la persona.

ACTIVIDAD 1
Realice en una hoja aparte una tabla donde especifique todos los derechos según la declaración
universal de derechos humanos ( https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-
rights ) e identifique los deberes que debo cumplir según el siguiente ejemplo:

DERECHOS DEBERES
A la vida Cuidar mi vida y no atentar contra la vida de otro
A la Educación Asistir a clases, realizar las tareas asignadas, a seguir las
normas del colegio.

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Actividad 2
Resolver la siguiente sopa de letras

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Lectura 2

Sobre la responsabilidad de las religiones para con la paz


Todas las religiones se identifican con la paz, pero todos los días hay conflictos, guerras y terrorismo
en su nombre. Poco se escucha sobre el potencial de paz de las religiones, una capacidad a la que
los políticos deberían recurrir más a menudo.

El exitoso escritor británico Ian McEwan sueña con un mundo sin religiones. Sería, dice, “un mundo
pleno de respeto por el prodigio de la vida”. Las religiones, por el contrario, se hallan “en el centro de
los grandes conflictos de nuestro tiempo”, escribió para el semanario “Die Zeit”. Es cierto, dice
también la exsecretaria de Estado de EE. UU. Madeleine Albright en su libro “El poderoso y el
Todopoderoso”, las religiones fueron siempre (aunque no solo) una “fuente de odio y conflictos”,
justamente en la política. Pero Albright no quiere abolir las religiones, sino que propone recurrir a
teólogos y otros expertos en religión como asesores de política exterior.

Potenciales de violencia y de paz


Intelectuales y políticos, medios de comunicación y la ciencia, y, naturalmente, una gran parte de los
seres humanos: todos están perplejos en vista del potencial de violencia y conflicto de las religiones.
Y las noticias diarias lo confirman: guerra santa, terrorismo fundamentalista, asesinatos en nombre
de la religión en todo el mundo. Sin duda: la religión puede ser un arma peligrosa y destructiva en
disputas y conflictos.
Los medios de comunicación, sin embargo, no informan sobre el potencial de paz de las religiones.
No se oye, ni se ve ni se lee nada. ¿Es que no existe? Las autoridades y los creyentes de todas las
religiones dicen querer la paz. ¿Son mentiras? Pero si existe un potencial de paz de ese tipo, ¿cómo
se ve?, ¿qué efectos tiene? ¿Debe practicarse la buena vecindad o evitar al prójimo con una sonrisa
en los labios? ¿Deben los representantes religiosos asegurar ante cámaras tolerancia mutua y amor
por la paz? ¿O tiene el deseo de paz de las religiones también una relevancia política, concreta y
práctica, en conflictos civiles e internacionales, guerras y guerras civiles?

Prevención, resistencia, mediación, reconciliación


En la bibliografía, prácticamente no se encuentran respuestas. El periodismo y la investigación de la
paz tienen el foco puesto mayormente en el potencial destructivo de las religiones. “When it bleeds, it
leads”: es noticia cuando corre sangre. A casi nadie se le ocurre investigar sobre el potencial
constructivo de las religiones. Algo sorprendente, en tanto los más famosos héroes de la no
violencia, iconos mundiales de la paz –Mahatma Gandhi y Martin Luther King– fueron actores
políticos, pero simultáneamente personalidades profundamente religiosas. Ambas cosas, la religión y
la política de paz, iban para ellos de la mano. Y hay muchos hermanos de Gandhi y King: actores
religiosos que contribuyeron decisiva y exitosamente a apaciguar violentos conflictos políticos y
evitar derramamiento de sangre. Esos ejemplos son unos pocos de muchos –desde Albania,

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pasando por Birmania, Kenia, Polonia, Sudáfrica y Uganda hasta Zimbabue– en los que la
intervención de actores religiosos pudo limitar conflictos. Conflictos, en los que seres humanos
motivados religiosamente impidieron o redujeron la violencia, en los que contribuyeron a la paz y la
reconciliación. Naturalmente, no fueron los únicos actores ni los únicos. Pero hicieron decisivas
contribuciones al apaciguamiento, que ningún otro actor estaba en condiciones o quería realizar.

¿Paz sin religión?


Si bien es cierto que, históricamente, con fundamentaciones religiosas se ha llevado mucho dolor y
muerte a los seres humanos, también es cierto que sobre un fundamento religioso se ha prestado
mucha ayuda, se ha generado paz y rechazado la violencia. ¿Sería el mundo más pacífico sin las
religiones?
¡De ninguna manera! Quien quiere azuzar conflictos y librar guerras no necesita la religión como
fundamento. Bastan cosmovisiones seculares, por ejemplo, el nacionalismo y el fascismo, el
etnicismo, el imperialismo o el comunismo. Todos esos “ismos” tienen una tendencia a la exclusión y
la marginación de otros. Solo hace falta, entonces, un pequeño paso hasta el enfrentamiento y la
agresión violenta. La gran mayoría de los millones de muertos de guerra en el siglo XX fueron
víctimas de ideologías seculares, no de violencia con una fundamentación religiosa. Y también hoy –
en contra de una impresión generalizada– solo una pequeña parte de los conflictos violentos tiene
realmente causas religiosas, tal como lo demuestra, por ejemplo, el Barómetro de Conflictos de
Heidelberg.

¡Paz a través de la religión!


Simultáneamente, no hay duda de que en muchos conflictos y guerras hubiera corrido mucha más
sangre sin la influencia de actores religiosos. Además de un deseo de paz y una responsabilidad
para con la paz llevada a la práctica, los distingue que gozan a menudo de la confianza de las partes
en conflicto. Por lo general, de fuerzas seculares –ya sean políticos u ONG– se desconfía acerca de
cuáles pueden ser sus verdaderos, quizás ocultos intereses, particularmente cuando los actores de
paz provienen del exterior o tienen financiación externa. Una motivación religiosa para lograr la paz
despierta, por el contrario, confianza en muchos.
Esa confianza abre puertas y espacios para negociaciones, a menudo cerrados para actores
seculares. Los actores seculares y religiosos no deben ser vistos, sin embargo, como competidores,
sino como socios de cooperación. Ambos disponen de capacidades que se complementan
excelentemente. Pero, lamentablemente, a menudo los (potenciales) actores de paz con una
motivación religiosa no son tomados en cuenta o sus capacidades son ignoradas. Así se
desaprovechan posibilidades de evitar crisis o apaciguar situaciones de violencia, perjudicándose a
muchos miles de seres humanos.

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¿Delimitación o entendimiento?
La confianza depositada en actores religiosos es válida más allá de todas las fronteras religiosas,
culturales y étnicas, incluso cuando las partes en conflicto y los mediadores pertenecen a religiones
diferentes. Además, investigaciones empíricas demuestran que ninguna religión tiende más a la
violencia (o a la paz) que otra. Todas las religiones encierran el peligro de agudizar conflictos, pero
también tienen el potencial de superar conflictos y violencia. La gran gama de diversas
interpretaciones de textos religiosos (o partes de ellos) y tradiciones llevó en todas las religiones a
una gran variedad de confesiones, corrientes, comunidades y grupos. Esa gama de interpretaciones
posibilita, simultáneamente, poder fundamentar y legitimar religiosamente toda acción, justamente
también las acciones violentas.
En relación con los conflictos, las religiones no son ni buenas ni malas. Son la famosa medalla con
las dos caras, una de intensificación de conflictos y otra, de apaciguamiento. De qué cara de la
medalla tiene más fuerza son responsables las comunidades religiosas y cada uno de los creyentes:
¿se ocupan, sobre todo, de los aspectos excluyentes de la religión, de los componentes de temor y
la tendencia a la violencia en las tradiciones religiosas –en la propia religión como en otra– o se
orientan por el llamado de las religiones a la paz, a la negación de la violencia y a resaltar los puntos
y los valores en común?
El entorno religioso y cultural, la educación y los modelos religiosos a seguir desempeñan en ello un
gran papel, en una u otra dirección. Simultáneamente, tiene enorme importancia que los políticos
perciban la responsabilidad de las comunidades religiosas para con la paz y sus competencias en la
materia. Y más aún: que a los actores de paz religiosos se les recuerde esa responsabilidad, se los
aliente y se los incluya activamente en los esfuerzos por lograr la paz.
Los políticos, las comunidades religiosas y las iniciativas de paz seculares pueden darse mucho y
beneficiarse mucho mutuamente. Si hacen confluir sus diversas posibilidades y capacidades en
esfuerzos comunes, es posible lograr mucha más paz de lo que podemos imaginarnos, a nivel local,
nacional y mundial.

Actividad 3
Basado en la lectura anterior, responda en una hoja a parte las siguientes preguntas con su debida
justificación:
1. ¿Qué significa ser religioso?
2. ¿Qué significa ser secular?
3. ¿La fe y la paz pueden convivir pacíficamente?
4. ¿Los medios de comunicación informan adecuadamente de las gestiones de paz realizadas
por las autoridades religiosas?
5. ¿Esta usted de acuerdo con Ian McEwan o con Madeleine Albright?
6. ¿Cree usted que la educación religiosa en las escuelas contribuye a la paz?

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Video 1
El siguiente es el video de referencia para realizar la actividad 4
https://www.youtube.com/watch?v=rgYvsodbYOw ¿Deberías creer en Dios?

Actividad 4
En una hoja tamaño carta plasme en una imagen original (realizada por usted) tipo grafiti el mensaje
que le dejo el video y explique en máximo 10 líneas la razón de la imagen.

Nota: Entregar las cuatro actividades en un único paquete debidamente marcado (Nombre completo
y curso) el día martes 30 de agosto de 2022. Paquete que no este marcado no se tendrá en cuenta.

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