Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
(FILIPENSES 3: 13,14)
A nosotros nos pasa igual que ellos, porque al venir a Cristo somos como
bebes, como niños recién nacidos a los cuales deben cuidarnos y
protegernos, estamos en un momento bello, precioso en el cual nos
sentimos protegidos, pero a medida que crecemos en el Señor, El mismo
comienza a quitarnos un poco de esa protección inicial y comenzamos a
recibir pruebas, somos probados como el oro dice La Palabra.
Y es que realmente, hermanos, eso debe ser así porque quien dio el
ejemplo fue el mismo Jesucristo, El Hijo del Dios Altísimo, el cual se
humillo y descendió hasta la tierra tomando forma de hombre y paso por
todas las pruebas y vicisitudes que ya conocemos.
Todos conocemos y creemos que Jesús es fiel, que cumple sus promesas y
todas y cada una de ellas se van a cumplir en nuestras vidas ¿verdad?,
pues dentro de esas promesas esta la que dice “En el mundo tendréis
aflicciones”.
Así como Dios conoce nuestras pruebas y las permite, también el diablo
las conoce y se aprovecha de ellas para tratar de desestabilizarnos, el
propio Jesús paso por eso, ya que cuando fue al desierto, al cabo de 40
días sin comer ni beber, vino satanás a aprovecharse de su debilidad física,
pero El Señor no lo permitió y por el contrario obtuvo una de sus más
grandes victorias.
Anécdota
Pero no todo termina ahí, la historia no termina ahí, solo en la prueba,
porque la segunda parte de esa promesa es que El estará con nosotros,
Jesús dijo: “En el mundo tendréis aflicciones, pero confiad, Yo he vencido
al mundo”. Así como el enemigo estará asediándonos en medio de la
prueba, mucho más cerca de nosotros estará Dios. En el libro de Josué
1:5-6 “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida, como
estuve con Moisés, estaré contigo, no te dejare ni te desamparare”.
Les confieso que yo pensé que nunca me iba a poder levantar después de
lo que nos pasó, pero a raíz de la muerte del niño, mi esposa y yo nos
refugiamos en el único que nos podía dar consuelo, y día tras día nos
aferramos más a su Palabra, esas noches en que no podíamos dormir por
el llanto, nos poníamos a adorar a El Señor y Él nos traía paz. Ahora
sentimos que Él está más cerca de nosotros que nunca y nos da fortaleza
(Aplausos a Dios).
Les puedo asegurar a nuestros nuevos hermanos en la fe que Dios los trajo
al lugar indicado, porque como les dije antes, recibirán duras pruebas,
pero la victoria está asegurada. Alabado sea nuestro Dios, y les puedo
asegurar que no importa la prueba que tenga que pasar, seguiré adelante
sirviéndole a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, porque solo Él nos da
garantías de pasar una eternidad con Dios en el cielo.
En el texto que leímos Pablo nos dice que debemos olvidarnos de todo lo
que queda atrás y hasta ahora solamente hemos hablado de las pruebas,
pero lo que más tiene el cristiano son victorias y la principal de ellas es
haber salido del pozo donde estábamos sumergidas nuestras vidas y
emerger de allí para poder vivir libres seguros de nuestra salvación.
Cuando venimos a Cristo, Dios nos prepara y nos usa de diferentes formas
y nos da a cada uno dones, los cuales usamos para servirle a Él. Y gracias a
esos dones hacemos cosas, realizamos hazañas que nunca hubiéramos
podido hacer por nuestros propios medios, algunos Dios los usa como
profetas, maestros, pastores, evangelistas, etc.
Dice William Barclay al respecto que Pablo sentía que cuando Cristo le
detuvo en su camino de Damasco, tenía una visión y un propósito para él y
pablo sentía que toda su vida estaba obligada a proseguir adelante, no
fuera que le fallara a Jesús y frustrara Su sueño. Toda persona (dice
Barclay) es agarrada, rescatada con algún propósito y por tanto toda
persona debe proseguir adelante hasta alcanzar aquel propósito para el
que Cristo le llamo.
Con este fin, dice Barclay, que Pablo hace dos cosas, él está olvidando las
cosas que va dejando atrás, es decir, que nunca se gloriara de ninguno de
sus logros ni los usara como disculpa para relajar su esfuerzo. Lo que
pablo está diciendo es que el cristiano debe olvidar lo que ha hecho y
tener presente lo que le queda por hacer. En la vida cristiana no hay sitio,,
no hay cabida para los que se quieren dormir en los laureles.
En la versión Dios habla hoy dice así, desde el versículo 12 “No quiero
decir que ya lo haya conseguido todo, ni que sea perfecto pero sigo
adelante con la esperanza de alcanzarlo, puesto que Cristo Jesús me
alcanzo primero. Hermanos, no digo que yo mismo lo haya alcanzado lo
que si hago es olvidarme de lo que queda atrás y esforzarme por
alcanzar lo que esta adelante para llegar a la meta y ganar el premio
celestial que Dios nos llama a recibir por medio de Cristo Jesús”.
Dice Pablo, lo que si hago es olvidarme de lo que esta atrás (pruebas,
desilusiones, fracasos, triunfos, coronas, premios, coronas, etc.), todo lo
que está detrás y me esfuerzo para alcanzar lo que esta adelante y ¿que
esta adelante?, el premio que Dios nos llama a recibir por medio de Cristo
Jesús.
Ahora a qué clase de esfuerzo se refiere Pablo, bueno pues a cumplir con
el propósito para el cual fuimos llamados. Todos los que estamos aquí
hemos sido llamados con un propósito específico que solo Dios conoce,
hasta que nos lo revela, pero este propósito específico debe estar
subordinado al propósito general de Dios, la razón por la cual todavía
estamos aquí, y es ganar almas para Cristo.
Una última apreciación de las palabras de Pablo es que él dice “una cosa
hago”. Al decir esto Pablo nos está diciendo que nuestro principal objetivo
debe ser cumplir con esa gran comisión que Jesús nos mandó, de ganar
almas para su reino.
Al decir una cosa hago Pablo se refiere a que todas nuestras fuerzas deben
estar dirigidas a predicar El Evangelio de Cristo.
Pero les digo que cada actividad que realicemos en nuestras vidas hacerlas
de forma que contribuya a ese gran propósito, ese llamado que tenemos.
Por ejemplo, estoy seguro que Jaquin y Pablo exhortan a sus estudiantes a
seguir a Cristo, Sé que el hermano Ariel, cuando visita a los clientes del
banco les presenta a Cristo.
De pie …….