Trabajo Práctico N°2 – Derecho de Familia (Parte 2)

El impedimento de falta de edad nupcial que establece el ordenamiento jurídico

argentino en su artículo 404 del Código Civil y Comercial de la República Argentina
(CCCN) citado a continuación:

Art. 404 CCCN: En el supuesto del inc. f) del Art. 403, el menor de edad
que no haya cumplido la edad de 16 años puede contraer matrimonio previa
dispensa judicial. El menor que haya cumplido la edad de 16 años puede
contraer matrimonio con autorización de sus representantes legales. A falta de
esta, puede hacerlo previa dispensa judicial.

El juez debe mantener una entrevista personal con los futuros contrayentes
y con sus representantes legales.

La decisión judicial debe tener en cuenta la edad y grado de madurez

alcanzados por la persona, referidos especialmente a la comprensión de las
consecuencias jurídicas del acto matrimonial; también debe evaluar la opinión
de los representantes, si la hubiesen expresado. (…)

El piso de edad de 16 años me parece justo en comparación con otras instituciones

jurídicas como la Emancipación, la Capacidad para ser responsable de delitos de acción
privada o reprimidos con pena privativa de la libertad que no exceda de dos (2) años,
con multa o con inhabilitación; el Derecho al sufragio. Por el hecho que, tanto la ciencia
como la justicia coinciden en que la edad de 16 años es una etapa en que los individuos
han desarrollado gran parte de su capacidad mental, que poseen un discernimiento
(conciencia exacta y cabal comprensión del acto que se va a concreta) ya elaborado y
logran entender las consecuencias de sus actos. Una edad menor me parece un tema más
complejo, por el hecho que para este acto jurídico (el Matrimonio) se requiere una
madurez personal de cada parte, tanto que comprenda sus obligaciones legales y
morales como también las consecuencias que pueden suceder ante su irresponsabilidad.
El tema de la dispensa me parece una alternativa justa ante situaciones donde los
futuros contrayentes si poseen la capacidad y el discernimiento, pero por otras
circunstancias sociales les imponen el impedimento de la autorización. Ante estas
posibles situaciones, la labor del juez se encuadraría en dar la posibilidad de ejercer sus
derechos dando a entender a los futuros contrayentes todas sus obligaciones y los
efectos que este acto a realizar va a producir y como cambiara sus respectivas vidas. El
otorgamiento por el juez de la dispensa liberara de toda responsabilidad a los
progenitores o representantes legales de los contrayentes, por otorgarles a estos su
emancipación.