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EL LICOR ESPIRITUOSO

Daniil Harms

Una botella con licor, el llamado licor espirituoso. Y junto a ella está Nikolai
Ivanovich Serpuhov.

De la botella se levanta un vapor espirituoso. Mirad cómo la aspira Nikolai


Ivanovich Serpuhov por la nariz. Mirad cómo se relame los labios y cierra los
ojos. Se nota que para él es muy agradable, en especial porque se trata de
una bebida espirituosa.

Pero dáos cuenta de que detrás de Nikolai Ivanovich noy hay nada. No se
trata de que haya un armario o una cómoda, o algo por el estilo: no hay
nada, ni siquiera aire. Creedlo o no, detrás de Nikolai Ivanovich no existe ni
siquiera el vacío, o como se dice, el éter del mundo. Lo digo sinceramente:
nada hay. En verdad, es algo que ni imaginarse puede.

Pero dejemos eso a un lado. Lo único que nos interesa es el licor espirituoso
y Nikolai Ivanovich Serpuhov.

Y he aquí que Nikolai Ivanovich toma la botella y se la lleva a la nariz.


Nikolai Ivanovich huele y mueve la boca, como un conejo.

Ahora es tiempo de decir que no sólo detrás de Nikolai Ivanovich no hay


nada: tampoco existe cosa alguna delante de él, ni en todos los alrededores.
La falta perfecta de cualquier existencia, o como se dijo alguna vez con
agudeza: la ausencia completa de cualquier asistencia.

Sin embargo, concentremos nuestra atención en el líquido espirituoso y en


Nikolai Ivanovich.

Imaginad que Nikolai Ivanovich mira la botella, la lleva después a los labios,
la hace dar media vuelta de modo que el fondo queda arriba y bebe -¡sólo
imaginad!- todo el contenido.

¡Qué habilidad! Nikolai Ivanovich bebió todo el licor y quedó con un tic en el
ojo. ¡Qué valiente! ¿Cómo lo hizo?.

Y ahora debemos confesar lo siguiente: Hemos dicho que nada existe ni


detrás, ni delante, ni en los alrededores de Nikolai Ivanovich. Pues bien,
tampoco existe nada dentro de Nikolai Ivanovich, nada existe.
Ciertamente todo eso puede ser como lo contamos, y sin embargo Nikolai
Ivanovich podría existir sin problemas en tales condiciones. Es verdad.

Pero, para hablar con sinceridad, el asunto es que Nikolai Ivanovich no


existió ni existe. Mirad cómo es la cosa.

Podréis preguntar: "¿Qué pasa entonces con la botella y con el licor


espirituoso? En especial, ¿Cómo y hacia dónde desapareció el licor, si lo
bebió un tal Nikolai Ivanovich que no existe? Supongamos que la botella
permanece. ¿Y el licor? Hace un momento estaba y ya no está. Decís que
Nikolai Ivanovich no existe. Ahora bien, ¿Cómo se puede explicar eso?"

La verdad es que, en esta ocasión, tampoco yo sé qué pensar.

Y además, ¿Cuál es el problema? Ya dijimos que nada existe al interior ni


al exterior de Nikolai Ivanovich. Y si afuera y adentro nada existe, en
consecuencia tampoco la botella existe, ¿no?.

Pero, por otra parte, prestad atención a lo siguiente: Si decimos que nada
existe adentro ni afuera, viene la pregunta: ¿al interior y al exterior de qué?
Es evidente entonces que algo existe. Pero puede ser también que no
exista. En este caso, ¿por qué decimos "adentro" y "afuera"?

Es claro que estamos en la sin salida. Y ni yo mismo sé qué decir.

Hasta pronto.

(FIN)

Septiembre 18 de 1.934

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