Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Acto III - Escena 2docx
Acto III - Escena 2docx
PALESTRIÓN, LURCIÓN
PA.— (Solo.) ¡Qué líos tan grandes que organizo, menudas las armas que manejo! Verás cómo dejo hoy
al militar sin su amiga. Voy a llamar al otro: ¡eh, tú, Escéledro, sal aquí a la puerta, si no tienes otra cosa
que hacer, soy yo, Palestrión!
LU.— No.
PA.— No está mal la cosa: unos hartos de vino, y otros... a beber agua con vinagre. ¡Bonito par estáis
hechos de jefe y ayudante al frente de nuestra bodega!
LU.— Pues lo mismo harías tú si fueras el que estuviera al frente de ella. Como no nos puedes imitar,
por eso nos lo tomas a mal a nosotros.
LU.— ¿Ah, sí? Para que tú te chives de que lo he dicho y luego cojan y me priven de poder forrarme en la
bodega, y tú, si te ponen allí de encargado, te busques otro ayudante.
LU.— De verdad que yo no he visto sacar el vino, sino sólo que él me decía que lo sacara y yo entonces
iba y lo sacaba.
PA.— Por eso estaban las ánforas tantas veces boca abajo
LU.— No, no, no era por eso, sino que había en la bodega una esquinilla así un poco resbaladiza y allí
mismo había junto a las ánforas una jarra de a litro, que solía llenarse hasta diez veces al día.
PA.— Menudas bacanales os organizáis ahí en la bodega. Te juro que ahora mismo voy y traigo al amo
del foro.
LU.— ¡Muerto soy! El amo me mandará a la horca cuando vuelva y se entere de lo ocurrido, por no
habérselo dicho.
LU.— A Filocomasio
LU.— Por favor, si se reparten los palos, quédate con mi parte en mi ausencia.
PA.— Ahora caigo en la cuenta de lo que trama Filocomasio: como Escéledro está durmiendo, ha
mandado a su sustituto fuera, mientras que ella se pasaba a la otra casa. Me parece muy bien. Pero ahí
viene Periplectómeno con la joven que le encargué, y es guapísima. Los dioses están con nosotros.
Menudo atuendo trae