Está en la página 1de 45

“La casa del senador”

De Hugo Daniel Marcos


hugoteatro@hotmail.com

Personajes:

Pipo
Cacho
Lucia
Juan
Senador
Betina
Adelfo
Eladio
Penélope

Escenografía:

Living muy moderno con distintos mobiliarios de muy buen gusto y adornos
valiosos. Al centro, un gran sillón de tres cuerpos y a cada uno de sus costados,
otros dos de un cuerpo, con mesitas ratonas y lujosos veladores.
A los costados tres puertas que comunican a interiores. Izquierda adelante: Puerta
a cocina, al centro la del baño y al fondo la de dependencias de servicio.
A la derecha adelante la puerta del escritorio, al centro puerta de calle, y al fondo
la que comunica al patio trasero.
Sobre el costado izquierdo adelante, lo mismo que al fondo sobre la derecha, se
ven dos escaleras, que comunican a las habitaciones del piso superior.
Sobre el foro un amplio ventanal que da a un jardín externo. Sobre un costado,
adelante, entre la puerta de cocina y baño, un pequeño pero coqueto bargueño con
dos banquetas altas y bebidas alcohólicas.

II

Al abrirse el telón la escena está vacía. Por el ventanal, se asoman Pipo y Cacho.
Este último lleva puestos guantes blancos. Comienzan a intentar abrir sigilosa, pero
un tanto torpemente. Cuando lo logran, entran. Miran a todos lados y luego de unos
instantes se relajan.

CACHO: Bueno... parece que tenías razón. No hay nadie.


PIPO: Te lo dije! Yo manejo información de primera! El dueño viene una vez por
mes. Se ve que está muy ocupado. (Ve un frasco de vidrio que contiene monedas
de distintos países) Y es un ricachón groso. Fijate las cosas de valor que tiene!
(Mete la mano en el frasco y se agarra varias monedas y se las guarda en el
bolsillo)
CACHO: No toques nada!
PIPO: Te volviste loco o tomaste pis de culebra?? Cómo que no toque nada?! No
vinimos a afanar?? Yo necesito monedas para comprar cigarrillos sueltos!
CACHO: Pero esas son monedas de otros países!
PIPO: Algún día puedo viajar, no?
CACHO: Y desde cuando comprás cigarrillos sueltos?
PIPO: Para fumar menos! Leí en una revista que no hay que fumar para que no te
dé el escorpio ese! Así que no compro más en paquete!
CACHO: No era escorpio, era cáncer! De todas formas, muy bien! Por algo se
empieza! Cuántos fumás ahora por día? Cinco, seis...?
PIPO: Veinte!
CACHO: (Pausita. Lo palmea en la mejilla) Vos son tan infeliz que tirás un tiro al
aire y le errás, no?!
PIPO: Qué querés? Nunca tuve puntería!
CACHO: (Sacando otros guantes blancos de su bolsillo) Tomá. Ya te lo dije en el
galpón: no hay que dejar huellas. Ponete esos guantes.
PIPO: (Poniéndose un par que le quedan grandes) Tenés razón. Ya que lo hacemos,
lo hacemos bien... (Vuelve a poner las monedas en su lugar y las vuelve a tomar
pero con los guantes) Ahora sí, Ves? Aprendo rápido! (Toma un cenicero común,
le echa aliento para sacarle brillo y se lo guarda en un bolsillo)
CACHO: Qué hacés, infeliz?!
PIPO: Estoy empezando a afanar.
CACHO: Con todas las cosas de valor que hay acá, lo primero que agarrás es un
cenicero de vidrio??
PIPO: Mi hermana la gorda, también fuma y siempre me apaga los puchos en la
tacita de café!!
CACHO: (Un tanto podrido) Dejá eso. Primero vamos a mirar que hay,
Okey? (Pipo asiente)
PIPO: Okey. Y el banquito verde que vimos afuera?
CACHO: Qué pasa con ese banco?
PIPO: Lo vamos a llevar??
CACHO: Es un banco de madera! Común y corriente! Para qué lo querés??
PIPO: Para subirme a cambiar la lamparita cuando se me quema!
CACHO: Usá la silla y listo!
PIPO: No puedo. Ayer se subió mi hermana y me la hizo bosta! Ahora la silla pasó
a formar parte del parqué!
CACHO: Bueno, después vemos lo del banquito... ahora empecemos a revisar,
okey? Veamos... (Comienza a recorrer el lugar y a revisar todo detenidamente)
Esto no es valioso... esto puede ser... Por lo visto vamos a necesitar más de un
bolso... (Mira a Pipo que está inmóvil) Qué te pasa?
PIPO: (Un tanto angustiado) No vamos a llevar el cenicero y el banquito??
CACHO: Olvidate del cenicero y el banquito!!! Y andá a traer los bolsos grandes
por ahora... Mientras yo me voy a fijar que hay arriba... (Cacho sale hacia
escaleras del fondo y Pipo lo observa irse. Luego cuando chequeó que Cacho ya
salió, como una travesura, toma el cenicero y se lo guarda. Cuando va a salir,
comienza a sonar el teléfono. Pipo se asusta y levanta las manos como rindiéndose.
No sabe qué hacer, va hacia un lado y a otro. Grita como en susurro hacia arriba)
PIPO: Cacho!!! (Luego, como si hubiese sido descubierto, vuelve a dejar el
cenicero. Intenta hacer callar al teléfono que sigue sonando. Finalmente atiende
temerosamente) Hola? Quién? Ahá... (Cacho llega desde arriba. Pipo tapa el
auricular y le dice a Cacho en voz baja) Parece que hay alguien enfermo!
CACHO: (Desesperado, pero como gritándole en voz baja para que no escuchen
del teléfono) Por qué atendiste ?!!
PIPO: Y qué querés, si no paraba de sonar?!
CACHO: Y qué te importa, infeliz?! Se supone que no hay nadie!! Por nosotros
podía sonar hasta mañana!!
PIPO: Y ahora que le digo a la enferma?
CACHO: Qué enferma?
PIPO: Quiere hablar con el doctor!
CACHO: Decile que no está!
PIPO: La enferma??
CACHO: No. El doctor!!
PIPO: (Al auricular) El doctor no está! Cómo? Cuando vuelve? Bueno, no sabría
decirle... Espere que le pregunto a Cacho… (Le pregunta a Cacho) Cuando vuelve?
(Cacho se pasa la mano por la barbilla como diciendo que no tiene idea) Después
de afeitarse!! (Cacho le hace señas y gestos para que conteste, que Pipo
malinterpreta y dice cualquier cosa poniendo cada vez más nervioso a Cacho) Ah,
no... Que... Va a venir... el Don Pirulero! Ah, no! Dando vueltas! No! Quiero
decir... Se va a tirar por la ventana! No, tampoco... Ahhhh, ya entendí, mañana!!
Si...! Ahá... Quiere dejarle algún mensaje? Que va a venir más tarde? Mejor!!
Habían arreglado una cita? (Cacho no puede creer lo que oye y le hace gestos que
le va a cortar el cuello) Porque le van a poner una corbata... No! A cortar el cuello!
Ah, no! A mí!! Bueno... (Más señas de Cacho para que corte) Tengo que sellar el
ataúd! No!! Bajar la persiana!! Hay que tapar la cacerola..! Tampoco!! Quiero
decir... Cerrar el baúl! (A Cacho) Sé más preciso!! (Como si fuera adivinanzas)
Dos palabras? No. Una sola! Tijera!! Ahhhh, ya entendí ..!
Cortar!! Tengo que cortar... Bueno... Si lo veo, yo le aviso... Bay bay! (Cacho le
quita el teléfono y corta)
CACHO: Decime, infeliz...
PIPO: "Infeliz"
CACHO: Vos sos la única persona en el mundo, con coeficiente intelectual
negativo?
PIPO: Qué hice de malo?
CACHO: Para qué atendiste? Se supone que no hay nadie en la casa!
PIPO: Bueno, estuve sometido a presión!
CACHO: (Empujándolo) Andá a buscar los bolsos y si suena el teléfono de nuevo,
ni se te ocurra atender, oíste?
PIPO: Si... Y si suena mi celular?
CACHO: Nada!
PIPO: Bueno... Primero voy al baño...
CACHO: Ahora tiene que ser?
PIPO: Qué querés? Ahora tengo ganas!(Muestra una botella plástica de agua
mineral vacía) Yo tomo mucha agua por día! Leí en una revista que es bueno tomar
mucho! Y con el estrés, a cada rato me dan ganas!
CACHO: Bueno, andá. (Mientras Pipo sale con la botella vacía en la mano) Y
después traé los bolsos! Mientras yo voy arriba a revisar. Ahí tiene que estar la
caja fuerte! (Cacho se va hacia escaleras de adelante y sale. Por puerta de calle
entran Juan hablando por celular, y Lucía)
JUAN: Claro, Peny. Es una reunión muy importante. No, mi amor... tu papá no
participa. Vos sabés cómo es... yo me encargo de esas cosas. (Lucía va hacia el
bargueño y prepara dos vasos con licor. Comienza a beber uno y le deja el otro
sobre la mesa a Juan. Este le hace señas que no, y Lucía deja el vaso en el
bargueño y sigue tomando el suyo. Gesto de disgusto de Juan) Y después tengo
que hablar con Gonzalo, por unas cosas del municipio.
Cómo qué? No me pediste que arregle el tema de las academias, para los registros
de conducir? Y bueno, estoy en eso. Después de las elecciones, vamos a anular la
licencia a todas las escuelas de manejo, y le voy a dar la licencia solo a una, como
un ente centralizador. Por supuesto, Peny: la de tu primo! Sino para qué hacemos
todo esto? Por otra parte... hay que aprovechar la oportunidad, no? Eh? Ahora?
Estoy llegando a la oficina...
Qué Lucía? Mi secretaria? Una de mis secretarias se llama Lucía?? Ah, sí!!
No. Hoy no está. Tiene el día libre. Por qué mejor? Otra vez con tus celos?
Peny, por favor!! No empieces!! Bueno... Sí, tengo un día muy difícil... (Lucía lo
mimosea por detrás besándole la oreja) Muchas reuniones... Una muy fecunda y
prolífica agenda con... cosas... importantes... que tengo, que no pueden esperar!
Así que no me llames. Sí, yo te llamo cuando me desocupe. Vos que vas a hacer?
Otra vez de compras? Peny, me vas a llevar a la ruina con tus compras!! Bueno...
divertite. Chau. (Cuelga y se dan un apasionado beso con Lucía)
LUCIA: Qué pasa? Peny sospecha de mí?
JUAN: Sospecha de todas!
LUCIA: Te conoce.
JUAN: (Quitándole el vaso de la mano) Cuando te decía que no, me refería a tu
copa, no a la mía!
LUCIA: Otra vez con eso?
JUAN: Lucia, mi chiquita... sabés que tenés prohibido tomar.
LUCIA: Es una copita nada más. Para festejar. (Vuelve a tomar la copa) Hace
mucho que no podemos estar solos, sin interferencias, sin reuniones, sin
entrometidos, sin tu mujer...
JUAN: (Volviendo a quitarle el vaso) Sin alcohol! Te hace mal...
LUCIA: (Subiéndosele a caballito y mimoseándolo) Una copita...
JUAN: Una, es suficiente para marearte!
LUCIA: No seas malito.
JUAN: Que va a decir el pueblo, nuestros encomiados súbditos tributarios, si se
enteran que la secretaria del presidente, de nuestro diáfano, probo, púdico e
incorruptible primer mandatario, es alcohólica!
LUCIA: No me quieras correr con eso porque, primero que no tienen por qué
enterarse. Segundo, que me vas a dar otro cargo y no tu secretaria y tercero, que
todavía no sos el presidente!
JUAN: Por eso me tengo que cuidar más que nunca! Estamos por empezar la
campaña! Si se entera Peny, mi suegro me retira su apoyo!
LUCIA: El Senador no va a saber nada... (Lo agarra de los testículos) Y de tu
“Peny”, me encargo yo! Pupi... Quedate tranquilo.
JUAN: Estás segura que mi suegro no va a aparecer por la casa quinta, no?
LUCIA: Revisé su agenda y hoy está jugando al golf con el secretario de deportes.
Tienen un proyecto nuevo: “Golf para todos” y chiquito abajo, entre paréntesis
“Todos los que puedan pagar” ya sabés, sus estupideces de siempre...
JUAN: No lo subestimes. Gracias a esas estupideces y a otros negocios como
esos, ya es multimillonario. Tenemos mucho que aprender de él. Su padre fue
político. Su abuelo fue político. Su bisabuelo fue político. Increíble! Ni un solo
tipo honesto en toda la familia!! Prohombres revolucionarios y afanosos próceres
que lucharon por su patria.
LUCIA: Sobre todo eso: Afanosos!
JUAN: Si. Pero después llegó él y ensombreció a todos. Cuando era más joven,
tenías que verlo hacer negocios con las empresas. Les sacaba hasta los botones de
la camisa. Un verdadero lobo hambriento! Pero eso sí... revisás sus cuentas y no
tiene nada. Nada! Seco como pañal de muñeca! Y mirá que varias veces lo
quisieron agarrar. Pero nada. Era un artista para hacer callar a la gente que
incomodaba. No hay banco en el exterior que no tenga una cuenta suya. Ahora ya
está viejo, pero hace unos años...!
LUCIA: Uuhhh! Cuánto lo admirás!
JUAN: (Besándole el cuello) Digamos mejor, que estoy aprendiendo! A él no le
queda mucho. Ya está por llegar mi momento, y como por arte de magia, todo lo
de él va a pasar a ser mío!
LUCIA: Lo vas a limpiar?
JUAN: Qué te pensás que soy? Don Corleone?? No! Eso ya no se usa! Lo voy a
desterrar de la política, porque ya está gagá y va a ser una molestia! (Quitándole
otra vez la copa) Por otra parte, y volviendo a lo nuestro... me gusta más el sexo sin
alcohol!
LUCIA: Uff! Bueno! Como quieras... (Deja la copa y se dirige hacia escaleras del
fondo, mientras se desabrocha la blusa) Pero eso sí...
JUAN: Qué?
LUCIA: (Mimosa, mientras se va yendo) Nada de secretaria!!!
JUAN: (La mira embobado como se quita la blusa quedando en corpiño) Si!!
(Mientras sale corriendo desesperado también hacia arriba) Si!! Ministra de medio
ambiente o tres ambientes con patio y cocina, si querés!!! (Salen ambos y por baño
aparece Pipo. Va hacia la salida, pero se detiene y mira a todos lados. Vuelve sobre
sus pasos mirando a todos lados, saca la botella plástica vacía y luego de oler el
contenido de una botella de vodka, que había sobre el bargueño, llena su envase
plástico con un embudo. Luego intenta salir, pero otra vez vuelve sobre sus pasos y
quiere tomar otra vez el cenicero, cuando de escaleras llega Cacho, llamando como
en voz baja, pero excitado. Pipo, asustado, deja el cenicero) CACHO: Pipo!!!!
Pipo…!!!
PIPO: Yo no fui!! Te juro que no tuve nada que ver!! El cenicero me miraba
fijo...!!
CACHO: De qué hablás?
PIPO: Vos porqué me llamaste?
CACHO: Encontré la caja fuerte!!! Está arriba! Vení conmigo! Ahora falta la
combinación!!
PIPO: Qué bueno? Y sin combinación debe estar más fuerte, no??! (Suben ambos
por escaleras de adelante y por escaleras del fondo baja Lucía a medio desvestir,
hablando enojada por celular)
LUCIA: Pero cómo no me avisan de una cosa así??!!Sí. Ahora me estás avisando.
Un poquito tarde, no te parece??! Cerraron todo ayer entre ustedes y me avisás
recién ahora??!! Para qué se te paga esa comisión a vos??! Para que me tengas al
tanto de lo que va a pasar!! No para que me avises media hora antes! (Va hacia el
bargueño y se sirve una copa de alcohol) Y si no lo encuentro a Pupi…? (Se
rectifica) al doctor Comisoli...? Bueno… voy a tratar de ubicarlo lo más pronto
posible! (Juan baja las escaleras en calzoncillos y medias) No tengo idea dónde
está, pero de alguna forma lo voy a localizar. En media hora van a venir…?
Qué??? No lo puedo creer!! Tal vez menos??! (Juan comienza a abrazarla por
detrás y a besarle el cuello. Le quita el vaso y lo vuelve a dejar en el bargueño) Y
si no lo ubico? Se imaginan qué papelón?! El reportaje que va a ser el lanzamiento
a la candidatura presidencial y lo arreglan sin consultarme??! Bueno, bueno, voy a
ver cómo me las arreglo! Eso sí, Te acordás lo que te pedí? llamá al periodista y
mandalo a la casa quinta del senador. Hacé lo que te digo!! Si, dale la dirección. Si
ya se la dieron, no hay problema, pero confirmalo. Está ahí arriba, en mi escritorio
al lado de la foto del Pu... del doctor Comisoli!. (Juan asustado, deja de besarla)
Okey. Chau.
JUAN: Qué hacés?? Te volviste loca?? Cómo vas a mandar al periodista para acá?
Habíamos arreglado la entrevista para hoy a la noche, en la sede del partido! (Se
sienta sobre una de las butacas altas del bargueño)
LUCIA: No se cómo pensás ganar las elecciones, con esta sarta de inútiles que
tenés. Decí que estoy yo acá, que si no, no llegás ni a presidente del club de
bochas!
JUAN: No me contestaste!
LUCIA: Mi amor... La cagada ya se la mandaron... (Se la acerca aún con la camisa
abierta y casi se le sube encima, poniéndole los pechos en la cara, sensualmente,
mientras disimuladamente agarra la copa del bargueño por detrás y bebe un sorbo)
Así que hay que arreglarlo lo mejor posible. Si vienen ahora, excelente! Nos
desocupamos antes y después nos queda toda la tarde y la noche para disfrutar!
JUAN: Otra vez tomando??
LUCIA: Un traguito, nomás!
JUAN: Nada! Ni siquiera medio! Tenés que estar fresca para cuando venga el
periodista!
LUCIA: Ufa, está bien! Eso sí... arreglé otro precio con el diario... Nos tenemos
que esforzar un poquito esta vez.
JUAN: Pagar más todavía??! Vos y ese diario me van a llevar a la ruina!!
LUCIA: Querés que hablen bien de vos o que sea un reportaje en serio??!!
JUAN: No, qué reportaje en serio??! Ni se te ocurra!! Quiero que hablen bien de
mí!! Que realcen, prestigien y ennoblezcan mi intachable e incorruptible imagen,
como la más excelsa de todas!!
LUCIA: Entonces hay que pagar! Esto no va a ser nada, en comparación con lo
que les vas a tener que dar, cuando seas presidente, para que sigan hablando bien
de vos!
JUAN: Ni punto de comparación! Cuando sea presidente no voy a gastar un
centavo de mi peculio! Eso va a salir de las arcas del estado!
LUCIA: Ah sí? Y ahora de dónde sale??
JUAN: De los fondos para la campaña!
LUCIA: Y de dónde salen esos fondos para la campaña?
JUAN: Del peculio de mi suegro!
LUCIA: Y él de dónde la sacó?
JUAN: Del peculio del estado!
LUCIA: Y el Estado de dónde la saca?
JUAN: Del peculio de la gilada!! Ahhh... hablando de eso, me tenés que hacer
acordar... Cuando subamos, vamos a tener que inventar un par de impuestos
nuevos. Ser el primer mandatario, acarrea algunos gastos extras...
LUCIA: (Lo mimosea) Como la casita de verano que me prometiste en
Montecarlo?
JUAN: Eh? Ah, sí... Bueno, eso me va a romper el peculio! (Dándose cuenta) Que
sean tres los impuestos!
LUCIA: (Mirando su reloj) Nos queda media hora... No querés preparar lo que vas
a contestar? (Llevándolo hacia arriba por escaleras de adelante)
JUAN: (Manoseándola lascivamente) Preferiría revisar tu peculio!
LUCIA: Ya lo conocés de memoria, pero las respuestas, no!
JUAN: Ya tenés las preguntas?
LUCIA: Que si las tengo?? Yo se las di!!
JUAN: Y para qué todo éste circo de venir a hacer el reportaje?(Se van por
escaleras de adelante izquierda)
LUCIA: Ellos no saben que se las di yo. Fue un arreglo con el director del diario!
JUAN: (Casi protestando) Ahhhh! Las cosas que hay que hacer por la patria!! Decí
que uno se debe a su gente, que si no...
LUCIA: Cuando seas presidente, le vas a deber a muchos más!! (Salen por
habitaciones. Del otro costado, por las escaleras del fondo a la derecha, aparecen
Cacho y Pipo)
CACHO: (Mientras lo acompaña hasta la puerta) Se está poniendo más difícil de lo
que pensé...
PIPO: Yo te lo dije.
CACHO: Qué me dijiste?
PIPO: Esa caja fuerte, es muy fuerte! (Saca la botella de su bolsito y bebe un
sorbo. Tose un poco y deja la botella sobre el bargueño)
CACHO: (Mientras lo induce a salir por el ventanal de foro) Andá, traé el taladro y
la cajita con mechas para agujerear. Y no te olvides de los bolsos más grandes. A
ésta casa hoy la vamos a dejar completamente limpia! Poné manos a la obra porque
tenemos mucho laburo!
PIPO: (Como haciendo un comentario gracioso) Lo que son las vueltas de la vida...
Nos pusimos a afanar para no tener que laburar! Y miranos ahora... tenemos
mucho laburo! Qué parajoda, no?
CACHO: Para, qué?
PIPO: Parajoda.
CACHO: No, infeliz! Paradoja!
PIPO: Y yo qué dije? Parajoda!
CACHO: Paradoja!!!
PIPO: Parajoda!!!
CACHO: (Más fuerte, marcando las sílabas) Pa-ra-do-ja!!
PIPO: (Tratando de imitarlo) Pa-ra-jo-da!!
CACHO: No!!! (Conteniéndose) Repetí conmigo...
PIPO: Conmigo. (Cacho se carga de paciencia para no matarlo)
CACHO: Pa!!
PIPO: Pa!
CACHO: Ra!
PIPO: Ra!
CACHO: Do!
PIPO: Do!
CACHO: ja!
PIPO: Ja!
CACHO: Ahora todo junto!
PIPO: Todo junto!!
CACHO: (Perdiendo la paciencia, grita) No, infeliz!!!
PIPO: (Siempre imitándolo) No, infeliz!!!!
CACHO: (Vencido) Dejalo así!
PIPO: Dejalo así!!
CACHO: Terminala!!
PIPO: Terminala!!
CACHO: Basta!!!!
PIPO: Basta!!!!!!
CACHO: Pará!!!!!
PIPO: Pará... doja!!!!! (Salta de contento y lo abrazo como festejando un gol) Me
salió!!!! Me salió!!!! Vamos todavía!!! Viste??? Y vos pensabas que yo era un
infeliz!
CACHO: (Sacándoselo de encima) Antes lo pensaba. Cuando te veía tomar leche
en el súper, porque leías que en el cartón decía: Abra aquí!
Pero hace tiempo que ya no tengo dudas! Andá a buscar lo que te pedí, me podés
hacer el favor!
PIPO: Yo siempre te hago favores! (Sale por el ventanal siempre aparatosamente,
tanto que hasta Cacho debe ayudarlo empujándolo) Qué difícil me hacés todo! Por
qué no estacionaste la camioneta del otro lado y salía por la puerta como una
persona normal??!!
CACHO: Porque no sos una persona normal! Andá!!
PIPO: Y me puedo llevar el banco de madera??
CACHO: Hacé lo que quieras!!!
(Termina de salir. Cacho se va subiendo las escaleras hacia el mismo lugar de
donde vino. Por puerta de calle llegan el senador, hombre muy mayor, con
temblequeo en la mano, dificultad para moverse, algo sordo, con problemas de
flatulencias y muy mujeriego. Betina, la asistente-enfermera muy bonita, que lo
trae de un brazo ayudándolo a caminar lentamente, vestida muy provocativamente
y con minifalda. Por detrás llega también, Adelfo, su asistente personal, hombre
servil más que servicial. Entran por la puerta de calle y Betina recriminándole pero
con suavidad)
BETINA: Le dije “Apóyese en mi”! No, que me apoye!! Usted siempre entiende lo
que le conviene!
SENADOR: Ese es el arte de la política!
ADELFO: Senador, quiere sentarse a descansar un poquito?
SENADOR: Acostarme?? Es media mañana!
ADELFO: Dije, sentarse!!
SENADOR: Ah. Sí, pero en el sillón grande. Amo ese sillón enorme, porque me
puedo inclinar para los dos lados (Sonríe pícaramente y le pellizca la cola a Betina)
Je, je, je!!
BETINA: (Llegan trabajosamente hasta el sillón y lo sientan) Eso es... por acá. Ya
llegamos.
SENADOR: Cuándo almorzamos? No me acuerdo!
BETINA: (Hablándole fuerte al oído) Digo que ya llegamos!! Del almuerzo me
voy a ocupar después. Quiere comer?
SENADOR: (Muy entusiasmado, comienza a desabrocharse el cinturón) Si!! Vos
también tenés ganas??
BETINA: (Se le acerca y le muestra los labios) Comer! Dije “Comer”, Papu... con
“eme”.
SENADOR: Ahhh... qué lástima, porque yo sí tenía ganas...!
BETINA: Usted siempre tiene ganas! Pero no es la hora! Además... todavía me
debe el regalito de ayer.
SENADOR: Regalito? Ayer??
BETINA: Además de sordo es olvidadizo? Sin el regalito de ayer, (Lo seduce con
los pechos) no hay mimitos de hoy!
SENADOR: (Metiéndose una mano en el bolsillo, saca un alhajero y le da un
anillo que ella se prueba) Yo nunca me olvido de mi gente!
BETINA: A ver? Hum... está bastante bueno. Gracias, Papu. (Le da un piquito)
ADELFO: Quiere que llame al secretario de deportes, para ver cómo se encuentra?
SENADOR: No hace falta. Fue una cosita de nada.
ADELFO: Si, pero fue un feo momento...
SENADOR: Se lo merece por estúpido! A quién se le ocurre pararse al lado mío en
el golf, cuando estoy pegando con un hierro largo. Se olvida que tengo Parkinson?
BETINA: Pero del golpe se tragó dos dientes!
SENADOR: No te preocupes, mamita... nada que no se pueda arreglar con una
buena digestión! Y éste tiene una muy buena... con todo lo que se traga desde que
asumió!!! (Adelfo se va a cerrar la puerta de calle y el senador lo llama como a un
perro) Adelfo! Junto!! (Adelfo deja la puerta y rápidamente va hasta él y se queda
parado a su lado como esperando una orden. El senador, levanta la mano como
para dar una seña de empezar una carrera. Expectación por un segundo) Ruido!!!
(El senador hace un chasquido con los dedos y Adelfo empieza a hacer ruidos con
la boca, aplaude, pega grititos, zapatea en el piso, pero todo al mismo tiempo,
mientras corre por todo el ambiente. El senador comienza a inclinar su cuerpo
hacia un costado, hasta que despide una sonora flatulencia. Betina,
disimuladamente, se corre asqueada por el olor, hacia un costado. El senador
vuelve a su posición) Suficiente!! (Adelfo deja de hacer ruido) Bien, vamos a
poner manos a la obra... Esta limpieza hay que hacerla muy bien y con mucha
discreción, mesura y sagacidad.
BETINA: (Con cierta angustia) Qué? Vinimos a limpiar??
ADELFO: No, chiquita. Se refiere a la limpieza de un banco.
BETINA: Cuál? El que está en el jardín?
ADELFO: No! Uno mucho más grande!!
SENADOR: (Irónicamente) Un banco tan grande, que se sientan en él, catorce mil
personas al mismo tiempo!
BETINA: Guauuu!!! Es grande en serio!
ADELFO: Discúlpeme, senador... con el mayor de mis respetos... (Se sienta a su
lado en el sillón, levemente inclinado hacia adelante, y el senador le acaricia la
cabeza y lo palmea como un perro) Ese banco es uno de los más fuerte e
importantes del país... y no sólo eso, también produce extraordinarios dividendos!
Porqué limpiarlo y tirarlo a la basura? No lo entiendo!
SENADOR: Cuánto te falta por aprender, Adelfo querido! Decime... si lo
limpiamos... adónde va a ir a parar toda la plata que hay?
ADELFO: A usted?
SENADOR: Correcto!! Incluyendo algunos socios más, que nunca hay que dejar
de lado! Pero he aquí la cuestión, que al banco nadie lo va a tirar a la basura...
Simplemente, debido a ésta lamentable crisis que nos toca vivir, y a las hipotecas
que la gente no paga, el banco está atravesando un momento muy delicado y
necesita un rescate financiero de la nación. Da la casualidad que yo soy parte de
los que toman las decisiones de la nación. Y cuando se reciba ese dinero, que no
se va a devolver nunca, todo va a seguir igual a como estaba antes... con una
pequeña diferencia.
ADELFO: Que la plata que había, la van a tener usted y sus socios!
SENADOR: Exacto!! Es un gran robo, pero absolutamente legal!!
Entendés?
ADELFO: Usted es un maestro!! Qué digo un maestro... Un genio!!! No habrá sido
usted el que inventó toda esta historia de la crisis?? A veces voy por la calle y
escucho a la gente, como que ya se acostumbró a la palabra, vio?! Todos hablan de
la crisis, que hay que aguantar por la crisis y que no pueden comprar algo por la
crisis... Los chicos quieren una Play o juguetes nuevos, y les dicen “No! Estamos
en crisis!” Y lo mejor de todo, es que ya están resignados a vivir en la crisis!! Y me
dije: Esto tiene que ser obra de un genio!! El senador!!!
SENADOR: Ojalá fuese así, querido Adelfo! Ojalá!!... Pero no! Cuando yo nací,
ya habían inventado lo de la crisis! Fue mi tatarabuelo!!! Un visionario!
BETINA: A mí me agarra cada dos por tres...
ADELFO: Qué cosa?
BETINA: Eso de la crisis. Lloro porque si... No sé, es como una cosa que me viene
desde lo más profundo, que me quema por dentro y no la puedo parar! Hasta que
no la descargo, no puedo ni siquiera respirar!!!
SENADOR: (Tocándose el vientre) A mí me pasa lo mismo! Se llama pedo!! (Ríen
juntos con Adelfo, hasta que con una seña éste se calla) (A Adelfo) Eso sí... El
único que sabe de esto, es Eladio, el abogado que se va a encargar de todos los
papeles. No lo conozco personalmente, pero me lo recomendaron muy
especialmente porque es un lince para estas cosas. Ayer arreglé con él para que
venga a ésta hora, así que debe estar por llegar en cualquier momento. Esto es top
secret!!
ADELFO: Le traigo su computadora?
SENADOR: No... Vamos a mi escritorio. Me resulta más cómodo trabajar ahí...
ADELFO: Le parece? Este sillón es más amplio! (Adulándolo, como buscando
aprobación en cómplice) Acá se puede inclinar para los dos lados, no??
SENADOR: Si, pero allá tengo un escritorio y no hay nada más lindo que estar
escribiendo y... (Le da una palmada en la cola a Betina) que alguien te haga unos
mimos por debajo, no? (Mientras se van yendo hacia puerta de escritorio, que está
abajo al frente, llevado por Betina y Adelfo que lo sigue de atrás)
BETINA: Qué, otra vez?? Usted no descansa nunca!! Vamos a tener que hablar de
un aumento de sueldo!!
SENADOR: Cemento en el suelo?! No! Es parqué!!
BETINA: Si. Hágase el sordo, nomás, que ya conozco esa historia. Cuando le
hablan de aumento, no escucha!
SENADOR: Cierto! Está pachucha! Necesita unos mimos, no?
BETINA: (Con suficiencia) Sí, sí, sí...
SENADOR: (A Adelfo) Hace unos cuantos años, en ésta misma casa, vino de
sorpresa el presidente... y bueno, yo estaba en el medio de... digamos, mi
escritura... así que el mismísimo presidente, no tuvo más remedio que esperarme
veinte minutos en éste living! Pero tuvo su recompensa! Él también se echó su par
de “escrituras”!! (El senador levanta una mano, se detiene y todos se detienen con
él. Un segundo de expectativa) Adelfo! Ruido!!! (Adelfo vuelve a hacer los
mismos ruidos de antes, y a correr por el ambiente, mientras van saliendo por
escritorio y una vez que los tres salieron, se escucha en off un tremendo sonido de
flatulencia) (De escaleras bajan Lucía con una copa y Juan como si la estuviese
persiguiendo)
JUAN: (Viene con la corbata desajustada y una bombacha que le asoma del
bolsillo chico del saco) Te dije que no! Dame eso! El periodista va a venir en
cualquier momento!!
LUCIA: Todavía falta para que llegue! Te olvidás hasta dónde tiene que viajar?!
Cuál es el problema? (Lucía llega hasta el bargueño y otra vez intenta beber de su
copa. Juan la ve y se la quita)
JUAN: No seas delirante! Tenés que concentrarte en el reportaje! Es muy
importante!
LUCIA: Es todo sanata!! Una copita sola, dale!! Hoy me siento maravillosa!!
JUAN: Lucía, por favor! No entendés que vos tenés una enfermedad con el
alcohol??! Una copa es suficiente para transformarte!
LUCIA: (Haciéndose la sexi) En qué?? En un monstruo sexópata que devora
candidatos a presidentes??!!
JUAN: Para eso no te hace falta tomar! Dejá esa copa de una vez! (Dándole la
botella de plástico) Si tenés sed, tomá esto!
LUCÍA: (Burlonamente) No me digas??! Mirá vos!! (Abriéndola con desgano, va a
tomar y luego la huele con desconfianza. Se alegra) Vos querés que tome esto?
JUAN: Es lo único que te voy a dejar tomar durante todo el día!
LUCIA: Bueno... voy a hacer un sacrificio por vos. Pero que conste que lo hago
solamente por vos, eh?
JUAN: Así me gusta! (Ella comienza a beber de la botella) Ojalá siempre fueras
tan dócil y obediente! (La conduce hacia las escaleras) Dale, vamos a seguir
trabajando, así después podemos disfrutar del día!
LUCIA: (Mientras van subiendo las escaleras y ella bebe intermitentemente)
Okey... Lo que vos digas... Y te prometo que no me voy a despegar de ésta botella!
(Salen por escaleras hacia habitaciones. Por puerta de calle entra Eladio, hombre
que llega a exasperar porque nunca pierde la paciencia)
ELADIO: Hola... llegué...! No hay nadie?? Qué raro... Me dijeron que iba a haber
alguien... (Sale por cocina como buscando. Por el ventanal vuelve a entrar Pipo,
entre balbuceando y protestando, trayendo un bolso más grande)
PIPO: Nunca voy a entender éstas cosas! Mirá que había lugar para estacionar!
Quinientos metros de descampado! Pero no! El señor tiene que estacionar al lado
del ventanal. Encima yo tengo que traer todo esto! (Pipo deja el bolso sobre la
mesita. Eladio sale de cocina y al advertir a Pipo se le acerca)
ELADIO: (Tímidamente por detrás, le toca el hombro) Disculpe, buen hombre...
PIPO: (Asustándose) Ahhh!!
ELADIO: Lamento mucho haberlo asustado!
PIPO: Asustado?? Casi me mata de un infarto!! Se volvió loco?? Cómo me va dar
semejante susto??!
ELADIO: Créame que lo lamento mucho. No fue mi intención en absoluto!
PIPO: Quién es usted?
ELADIO: Justamente eso le quería preguntar.
PIPO: (Pausita. Pipo lo mira de arriba a abajo sospechosamente) Usted me quería
preguntar, quién es usted??
ELADIO: No, eso ya lo sé!
PIPO: Y entonces para qué pregunta?
ELADIO: Yo no pregunté nada.
PIPO: Si. Me dijo que me quería preguntar!
ELADIO: Quería preguntar, pero no pregunté.
PIPO: Y si no preguntó, porqué contesté?!
ELADIO: Qué contestó?
PIPO: Lo que me preguntó! O no contesté?!
ELADIO: (Dudando, confundido) No. Sí. Más o menos... Quiero decir... ya no me
acuerdo... Por qué no empezamos de nuevo, mejor? No le parece?
PIPO: Okey. Pero sin la parte del susto...
ELADIO: Me parece justo...
PIPO: Quién es usted?
ELADIO: Justamente eso le quería preguntar.
PIPO: Usted me quería preguntar, quién es usted??
ELADIO: No. Eso ya lo sé!
PIPO: Y entonces para qué pregunta?
ELADIO: No... Espere....
PIPO: Si. Parece que esto no va. Va a haber que pensar en otra forma... (Le llama
la atención una cajita de chicles del bolso y lo saca. Lo mira, lo huele y le convida
a Eladio) Gusta un chicle?
ELADIO: Gracias... me encantan. Son mi debilidad. Soy capaz de comerme yo
solo una caja entera!
PIPO: Agárreselos todos si quiere. Yo no como porque hacen mal a los dientes...
Lo leí en una revista! (Le da la caja entera y Eladio se mete tres en la boca) Seguro
que son del Cacho, pero yo se los tiro para cuidarle los dientes también a él!
Bueno. Adónde estábamos?
ELADIO: (Mascando chicle) Que así no vamos a ninguna parte.
PIPO: Adónde tenemos que ir?
ELADIO: A llegar a buen puerto, me refería!
PIPO: Mire que yo no sé nadar!
ELADIO: No. Quiero decir... No importa... Mejor me presento... (Le tiende la
mano) Yo soy Eladio! Mucho gusto...
PIPO: Cómo dijo?
ELADIO: Eladio.
PIPO: Adio?? Que nombre raro le pusieron! Conocí Petronio, Teodomiro,
Primitivo... Pero Adio, ninguno!
ELADIO: No. Adio, no.
PIPO: Cómo qué no? Usted lo dijo.
ELADIO: No. Yo no lo dije.
PIPO: Si. Si yo lo escuché.
ELADIO: No voy a saber cómo me llamo??
PIPO: Hace un rato no lo sabía!
ELADIO: Yo no lo sabía??
PIPO: Claro! Si me preguntó quién era usted??
ELADIO: Otra vez?? Yo no pregunté nada!
PIPO: Y entonces para qué contesté??!!
ELADIO: Empecemos de nuevo, le parece?
PIPO: Okey... Quién es usted:
ELADIO: Eladio. Mucho gusto!
PIPO: Vio?? Usted mismo lo dijo!!
ELADIO: Qué dije??
PIPO: Adio!!!
ELADIO: No. Dije: Eladio!
PIPO: Si. Entendí. El Adio... como el Néstor, el Carlitos, el Poroto... Si fuese
mujer sería distinto. Sería la Clarita, la Juana, O como mi hermana, la Rosa,
aunque todo el mundo le dice la gorda!
ELADIO: No. No me entiende... Mi nombre es todo junto!
PIPO: (Comienza a reírse) En serio??!!
ELADIO: Si. Qué tiene de gracioso??
PIPO: Ese es peor que el otro!! A quién se le ocurre llamarse “Todo junto”??!! En
la escuela debería ser un quilombo: “A ver, Todojunto, pase al frente” y pasaban
todos!!!! O el día del casamiento: “A ver la novia.... Quiere Todojunto por esposo,
o se lo va llevando en pedacitos”? (Ríe solo)
ELADIO: Me parece que hoy no nos entendemos... Bué, no importa.
Dejémoslo ahí! Mejor vayamos a nuestro metier!
PIPO: Si... Metié nomás!
ELADIO: (Come otro chicle) Bien. Esto también dejémoslo ahí... Quería saber si
usted… Cómo dijo que se llamaba?
PIPO: Se lo dije?
ELADIO: No.
PIPO: Y por qué dice que se lo dije, si no se lo dije?
ELADIO: Es una forma de preguntar “cómo se llama”.
PIPO: Y por qué no pregunta “Cómo se llama”, en lugar de mentir.
ELADIO: Yo no mentí!
PIPO: Si. Me dijo que yo le dije lo que no dije.
ELADIO: No. Yo dije que usted dijo lo que no dijo, porque es una forma de decir.
PIPO: De decir qué?
ELADIO: Lo que quise decir. Yo digo que usted dijo lo que no dijo, simplemente
como una forma de decir, porque se dice así, todo junto
PIPO: Hablamos de mi nombre, o del suyo?
ELADIO: Del suyo.
PIPO: Y porqué se nombra a usted?
ELADIO: Yo no dije Eladio.
PIPO: Dijo Todojunto!
ELADIO: Mejor dejémoslo ahí. Usted también vino por el tema de la limpieza del
banco.
PIPO: Bueno, más o menos... En realidad... (Se restriega las manos, como
hambriento y le habla como en voz baja) Ya que estamos en confianza se lo voy a
decir... el Cacho me dijo que, además del banco, vamos a limpiar todo!!
ELADIO: Ahhh... Por lo visto va a ser un trabajo mucho más grande de lo que me
comentaron!
PIPO: Podés creer?? El Cacho me dijo lo mismo: Vamos a tener que laburar como
locos para limpiar todo!
ELADIO: Hay algún lugar preparado para empezar a trabajar?
PIPO: Le parece bien la cocina? De paso nos hacemos unos sanguchitos...
ELADIO: No hay problema. De todas formas, yo no voy a ingerir nada... Anoche
comí una salsa picante, que... Bueno... (Tocándose el estómago) Ando un poco
flojo de vientre, no sé si me entiende......
PIPO: Claro que lo entiendo! A veces me pasa!
ELADIO: Y justamente hoy, no ando nada bien. Ya fui al baño seis veces!
PIPO: Como quién diría: Está hecho un cagador!
ELADIO: (Sonriendo) Si. Como soy abogado, eso me lo dicen todos los días.
Tanto andar con políticos, vio?! De todas formas yo me arreglo con los chicles.
Son muy ricos!
PIPO: Se nota. Ya se comió cinco!!
ELADIO: Eso sí... Con respecto a la limpieza... (Le habla como en secreto,
mirando a todos lados) Ya tengo todo arreglado: en lugar de pasar todo a un
número de una cuenta, que pueda ser localizado y muy peligroso, pensé que sería
mejor algo en clave, para que luego, no se obstruya el traspaso y la trasferencia se
logre con absoluta pulcritud... Así que ideé una fórmula computarizada, que con un
simple número de teléfono, el programa sólo, busca las cuentas bancarias y hace el
traspaso limpio, automático, preciso y sin poder ser rastreado.
PIPO: No entendí un corno... Qué necesita?
ELADIO: Un número de teléfono! Que no sea el de la casa, por supuesto!
PIPO: Un celular!
ELADIO: Exacto!
PIPO: (Mientras van saliendo hacia cocina) Hubiera empezado por ahí! Le doy el
mío o el de mi hermana. Ella también tiene celular, tarjeta de crédito, todo. Es casi
una ricachona, la gorda. Se casó con un empleado bancario! Pero igual me apaga
los puchos en la tacita de café! Tiene una manía con eso?!
ELADIO: Sería más apropiado el de ella. Incluso menos sospechoso! Eso sí…
debería conocer primero el nombre… (Mientras se van yendo hacia cocina)
PIPO: El suyo??
ELADIO: No. Ese ya lo sé…
PIPO: Y entonces para qué pregunta?
ELADIO: Yo no pregunté nada!
PIPO: Dijo que quería conocer su nombre!
ELADIO: Cómo no voy a conocer mi nombre??
PIPO: Y entonces para qué pregunta, Don Todojunto??
ELADIO: No me llamo Todojunto! Yo me llamo Eladio!
PIPO: Al final se llama Adio????
ELADIO: No!!! Eladio, todo junto!!!
PIPO: Ahhhh, entendí!!!
ELADIO: Entendió por fin???
PIPO: Si!! Todojunto es el apellido!!!! Adio Todojunto!!!(Salen por cocina.
Por escaleras del fondo viene Cacho y llega hasta el bolso que dejó Pipo.
Lo abre y revisa mientras protesta)
CACHO: Será posible que no pueda hacer una sola cosa bien??! Le dije bien
clarito “Los” bolsos. Significa que son más de uno. Y el infeliz cuántos trajo? Uno
solo!! Y encima me sacó los chicles laxantes! Sabe que soy seco de vientre, pero
no, él tiene que tirarlos... (Imitándolo) “porque te hace mal a los dientes”! Tengo
que andar escondiéndolos, porque el infeliz me los tira!! Decí que soy previsor, y
siempre tengo laxante en polvo, que si no...! (Mientras dijo esto, en una botellita de
agua mineral, disuelve un polvito y toma un trago. Cuando termina de taparla, por
escaleras del frente baja Lucía algo mareadita y muy risueña, con su botella
plástica bajo el brazo y llega hasta Cacho que se quedó tieso al verla)
LUCIA: (Desde arriba de las escaleras, mientras baja) Ahhh, ya llegó??
CACHO: (Un tanto asustado) Eh?? Bueno, yo le puedo explicar...
LUCIA: Qué suerte!!! Lo estábamos esperando con los brazos abiertos!! Bueno
báh, más o menos... O eran las piernas? Ja, ja, ja... Qué loca!! Hoy estoy
zafadísima!! Hace mucho que espera?
CACHO: Eh? No... Casi nada. Recién llegué.
LUCIA: Y... Siempre es mejor esperar mucho... Antes que acabar rápido, no???
(Ríe a carcajadas) Ja, ja, ja!!!! Hoy estoy más loca que nunca!! Si quiere tomar
algo, sírvase del bargueño, (Mostrándole la botella de plástico) Pero de ésta agua
no has de beber!!! Já, ja, ja!!!
CACHO: (Mirándola serio) Se siente bien?
LUCIA: Por supuesto!! Simplemente estoy... exultante de vigor!! Hoy tengo todo
el sex appeal a flor de piel!! Me brota por los poros!! Y hoy tengo todos los poros
muy abiertos!! (Bebe más de la botella)
CACHO: Se nota.
LUCIA: Bueno... vos dirás, hermoso... por dónde te gustaría empezar?
CACHO: Perdón?
LUCIA: Arriba o abajo?
CACHO: No le entiendo.
LUCIA: El reportaje! (Se da cuenta, y se ríe sola a carcajadas) Ahh, claro...!
Pensaste que era para...!!! Já, já, já...!!! No, mi amor! Todavía te falta mucho
para... (Le palmea el pecho, casi despectivamente y siente los pectorales de Cacho
que la seducen) Guauuu!!! Qué pectorales!! Pensándolo bien... después del
reportaje, hablamos... Já, já, já (Se va otra vez hacia arriba) Voy a ver si Pupi está
listo y te llamo, Okey?? (Hablando fuerte hacia habitaciones) Pupi!!!! Vestite que
llegó el papirri!!! (Vuelve a reír a carcajadas mientras sube, bebe y ríe)
CACHO: (Como para sí) Se pudrió todo! Tenemos que rajar de acá lo antes
posible! (Mira a todos lados) Dónde se metió ahora éste infeliz??!! (Olvidando su
botellita en el bargueño, va hasta el ventanal del fondo y luego sale por él,
llamando) Pipo!!! Dónde estás??!(Sale. Al mismo tiempo aparece corriendo desde
cocina Eladio con una mano tomándose el vientre, y con la otra la cola, seguido
por Pipo que mastica un sándwich)
ELADIO: (Mientras corre buscando dónde queda el baño, Hablando hacia atrás a
Pipo) Permiso!! Es una urgencia, vio? En un minutito seguimos con el traspaso!!
Pero esto no puede esperar! Usted me entiende, no? Dónde está el baño??!!
PIPO: Si mi intuición no me falla, (Señalando) creo que es ese de allá!
ELADIO: Le dije que hoy no andaba nada bien!
PIPO: Ya me di cuenta! Si ni sabía cómo se llamaba!
ELADIO: Quién no sabía??
PIPO: Usted. Me dijo que no sabía cómo se llamaba!
ELADIO: Sí que se lo dije! Eladio!
PIPO: No! Me dijo “Adio Todojunto”!
ELADIO: No me entendió!
PIPO: Quiere que empecemos de nuevo?
ELADIO: (Tomándose el vientre) Primero preferiría pasar al baño… Permiso!
PIPO: Haga nomás! Si necesita fósforos, avíseme! Yo siempre llevo encima!
(Eladio se mete por baño. Pipo llega sigilosamente, hasta donde está el cenicero e
intenta tomarlo pero por puerta de escritorio entra Adelfo haciendo ruidos,
aplaudiendo, saltando y pegando grititos por toda la habitación ante la mirada
atónita de Pipo, que se quedó tieso por el susto y desiste de su propósito.) Hoy me
quieren matar de un susto a mí??!! (Se escucha el sonido de una flatulencia,
procedente del escritorio y entran a escena el senador y Betina tapándose la nariz)
SENADOR: Suficiente! (Adelfo deja de hacer ruido) Veo que llegó, por fin!
PIPO: A mí me dice?
SENADOR: Sepa usted, apolíneo jurisconsulto de parva edad...
PIPO: Dígame Pipo, nomás...
SENADOR: Tito, entonces... decía que...
PIPO: Pipo!
SENADOR: Tito. Ya escuché! Decía que la prontitud de los resultados, requiere de
una celeridad extrema...
PIPO: (Por lo bajo a Adelfo) Es sordo??
SENADOR: No tiene importancia mi gordura! Me sigue?
PIPO: Depende... Adónde va?
SENADOR: Diga mejor: vamos! Si bien usted se va a encargar de la limpieza,
ambos vamos a ser los beneficiarios!
PIPO: Ahhh, picarón! Ustedes también se van a llevar algo?
SENADOR: (Riendo) Algo?? Me gusta su sentido de la ironía, Tito
ADELFO: (Hablándole al oído, demasiado cerca y provocativamente, con un
mohín sexual) No se olvide que él, es el cerebro de la operación!
PIPO: Quién?
BETINA: Quién va a ser? Papu!!!
PIPO: (A Adelfo por lo bajo) Es la hija??
BETINA: (Abriendo un frasquito y entregándole una pastillita con un vaso de agua
que tomó del bargueño) Papu!! Tenés que tomar la pastillita del mediodía!
ELADIO: (A Pipo también por lo bajo) No sea indiscreto. Digamos mejor... la
sobrina!
SENADOR: (A Betina) La pastillita de porquería?
BETINA Del mediodía!!
SENADOR: Ya la tomé ésta mañana!
BETINA: (Al senador) No, papu... Esa era la de la mañana!
SENADOR: Ufa!! (Toma la pastilla y bebe)
PIPO: Entonces, si es la sobrina dígale “tío”, no “Papu”. Yo a mi hermana la
gorda, no le digo “prima”, porque no es mi prima, es mi hermana! Me entiende? Se
llama Rosa, aunque en el barrio todos la conocen por la gorda!
BETINA: Ay, Pobre... Si se llama Rosa, porqué le dicen gorda?
PIPO: Porque es muy, pero muy gorda!
BETINA: No debe ser para tanto.
PIPO: Con decirle que para darle el abrazo de fin de año, hay que empezar en
agosto!
SENADOR: Suficiente! No perdamos más tiempo en tonterías... Lo mejor será que
se ponga a trabajar ipso facto!
PIPO: Y ya vino?
ELADIO: Quién?
PIPO: Ese que hizo el fato!
ELADIO: Se refiere a usted!
PIPO: Por mí no se preocupe! Hace rato que empecé con el choreo!
ELADIO: Y por dónde empezó, se puede saber?
PIPO: Lo primero fue el banco!
ELADIO: Ya lo limpió??
PIPO: Que si lo limpié??! Me está cargando?? Ese banco ya es un recuerdo!!
SENADOR: Cómo?! Entonces ya terminamos!?
PIPO: Qué terminamos, si esto recién empieza!! Eso era un banquito de
morondanga!! Yo estoy acá para operaciones más importantes!! Ahora empieza la
cosa en serio! Ya me van a ver en acción! No va a quedar nada!!
Cuando termine no va a quedar títere con cabeza!
SENADOR: (A Betina) Me gusta este muchacho!
BETINA: A mí también.
ADELFO: (Acercándosele seductor) Y a mí!! (Le susurra por lo bajo) Después me
puede graficar eso del títere sin cabeza?!
SENADOR: (Dirigiéndose hacia escritorio) Maravilloso!! Estupendo!! Eso quiere
decir que podemos empezar con la segunda parte del plan... Vamos a acelerar los
tiempos!!! Vamos a deglutir los capitales!! Vamos a explotar
los mercados!! Vamos a reventar...!! (Va a salir, pero se detiene levantando la
mano y todos se quedan tiesos) Adelfo! Junto!! (Adelfo corre a su lado) Ruido!!!
(Adelfo otra vez empieza a correr y hacer ruidos, mientras el senador y Betina van
saliendo. Betina, antes de salir, le pellizca la cola a Pipo y le guiña un ojo. En off
se escucha otro ruido de flatulencia y al senador en off)
SENADOR EN OFF: Suficiente!! (Adelfo deja de hacer ruido) Adelfo! Junto!
(Adelfo va a salir por escritorio, pero antes de hacerlo, también le pellizca la cola a
Pipo y sale)
PIPO: Qué pasa acá? Mi culo es pilar de iglesia, que todo el mundo mete la
mano??! (Llega silenciosa y delicadamente hasta donde está el cenicero e intenta
agarrarlo cuando llega Eladio por puerta de baño, con gesto de satisfacción,
terminando de cerrarse el cinturón y dirigiéndose a la cocina)
ELADIO: Si tiene que pasar al baño, le recomiendo esperar un ratito. Salvo que
esté resfriado. Permiso, voy a seguir con el descargue del... quiero decir, el
segundo... bué, usted me entiende...
PIPO: Haga nomás! (Ríe sólo) Qué va a hacer? Mejor no haga más! Si sigue
haciendo va a quedar más flaco que perfil de galleta!!
ELADIO: Le puedo hacer una preguntita?
PIPO: Si. Don Todojunto, diga nomás...
ELADIO: Usted alguna vez estuvo enamorado?
PIPO: A qué se refiere?
ELADIO: A estar enamorado... A sentir esa sensación como de tener mariposas en
el estómago... De no poder pensar en otra cosa que no sea ella! De depender de
ella!! De vivir con miedo por culpa de ella!! Que no puede alejarse más que unos
metros y sentir otra vez esa necesidad de volver a ella. De sentir que formará parte
de su vida para siempre!! De no poder quitarla de sus pensamientos en todo
momento!! De sentirla en sus vísceras!! De intentar, una y otra vez alejarse y
abandonarla, pero siempre volvemos a ella!!! De amarrar y depender toda nuestra
vida a sus caprichos!!! Bueno... Eso, es exactamente igual... a la diarrea!!! (Sale
por cocina)
PIPO: (Como para sí) Qué vida de mierda!!
CACHO: (Por el ventanal aparece Cacho, al verlo corre hacia él) Pipo!!!
PIPO: Cachito! Dónde estabas?
CACHO: Vos dónde te habías metido??
PIPO: Yo estaba acá hablando...
CACHO: (Sin dejarlo terminar) No importa ahora!! Tenemos que irnos!!
(Intenta llevarlo hacia el ventanal)
PIPO: (Volviendo sobre sus pasos) Estás loco vos??! Cómo nos vamos a ir ahora,
si todavía no afanamos casi nada?
CACHO: Se pudrió todo!! Vamos a dejar todo como estaba (Intenta llevarlo otra
vez hacia el ventanal)! Tenemos que rajar de acá lo más pronto posible, porque
llegó gente a la casa!!
PIPO: Ahh, era eso?? (Volviendo sobre sus pasos) No te preocupes! Ellos están de
nuestro lado!
CACHO: De qué hablás, infeliz??!
PIPO: Son chorros como nosotros!
CACHO: Quienes?? (De escaleras aparece Juan, con la corbata arreglada, pero aun
asomándole la bombacha del bolsillito, y Lucía con su botellita, mucho más
mareada. Juan baja hablando fuerte como si estuviera haciendo un discurso al
pueblo)
LUCIA: (Como si tocara una trompeta) Tu-tu-tuuuuuu-tu-tuuuu!!!! Aca táaaa!!!!!
(Se ríe sola) Ja, já, já!
JUAN: (Tratando de disimular y de tapar a Lucía) Es un verdadero placer, albergar
en mi humilde morada, a tan prestigioso medio periodístico, que ha sabido
enaltecer, aún en épocas de ignominiosa desidia, tan noble profesión. Deseo
profundamente, ofrendar mis más excelsos respetos, no sólo al medio que
dignamente representa, sino también a tan impoluto profesional!
PIPO: (Lo mira receloso. A Cacho) Qué le dijo al Cacho??
JUAN: Me refería a que como profesional, no me caben dudas, por su aspecto sin
perífrasis, que es de lo más impoluto y reputado!!
PIPO: (Intenta írsele a las manos) Más reputada será tu hermana!! A quién le
ganaste, cara de naranja chupada?!
LUCIA: (Riendo a carcajadas) Naranja chupada??!! Já, já!! Y eso que no vio a la
esposa... Tiene cara de limones chupados, pero no por él!! Já, já!!
CACHO: (Cacho lo frena) Pará animal!! Qué hacés??
JUAN: (Retrocediendo, poniéndose a Lucía como escudo) Qué le pasa a éste
hombre??
PIPO: (A Cacho) Escuchaste lo que te dijo??! Tu vieja será hincha con las
fritangas, pero para mí también es sagrada!!
CACHO: (Frenándolo enérgicamente) Callate la boca, infeliz!! No dijo nada contra
mi vieja!! Dejame hablar a mí!!
PIPO: Pero te dijo...
CACHO: (Tapándole la boca) Callate te dije!!! (Cuando advierte que Pipo se
calmó, le habla a Juan) Discúlpelo... pasa que no le captó la idea, vio?
JUAN: No hay cuidado! Ya pasó! Pero por favor, tratemos de coercer al primate!
PIPO: (Por lo bajo a Cacho) Y ahora se la agarra con tu prima??
CACHO: Cerrá la boca de una vez!! (Le pega un coscorrón en la nuca y Pipo calla)
No se preocupe. No va a volver a suceder...
JUAN: Eso espero.
CACHO: (Observándolo) Se lo prometo... Yo me voy a hacer cargo de la
situación. (Lo mira fijo) No se ofenda pero... ahora que lo miro bien... le veo cara
conocida a usted... Lo tengo visto de algún lado. Usted no es...?
LUCIA: Si señor!!! El mismo que viste y calza! Pero es más rápido para
desvestirse!!! Já, já, já!!
CACHO: Ya me parecía cara conocida! (A Pipo) No te das cuenta quién es??
PIPO: (Lo mira atentamente. Da una vueltita alrededor suyo y Juan se queda tieso
del pánico hasta que Pipo quiebra a entusiasmado) Uyyyy, si!!! Tenés razón!!
Sale todo el tiempo en la tele, no? (Juan comienza a ensancharse por el ego) Es el
mismo!!! Yo lo vi por la tele!!!! Todos los días lo veo!! Me encanta!!! Cada vez
que aparece en la tele, con la gorda corremos como locos para verlo!! Porque me
gusta mucho y para que la gorda no me ocupe todo el sofá!
CACHO: (Todavía sin estar muy seguro) Si. Yo también... Al principio no lo
reconocí, pero viéndolo de cerca, me doy cuenta que usted es...
LUCIA: Si!!! Es él mismo. En persona!!
CACHO: (A Pipo) Si. No es cierto?
PIPO: Si!! El de la propaganda de la pomada para los callos de los pies!!! Está
buenísima esa parte, cuando se pone la pomada berreta, esa que ustedes dicen que
no hay que usar y cuando camina descalzo, paz!! Se cae de culo...!! (Ríe sólo) Já,
já, já!!! Está bárbaro!! Hicieron muchas veces esa toma? Porque le debe haber
quedado el culo a la miseria!
LUCIA: (Señalándole la cara a Juan, que se quedó estupefacto) El de la pomada
para los callos...???! (Rompe a reír en carcajadas) Já, já, já...!!! Me muero!!! Já, já,
ja!!!
CACHO: (Enérgico) Podés callarte la boca, infeliz??!! El no hizo ninguna
publicidad!!
PIPO: Ah no? Prestó la cara, nomás?
LUCIA: (Tentada, a Juan) Te duele el culito, mi amor??!! Já, já, já!!!
JUAN: Lucía, por favor!!!
CACHO: (Zamarreando a Pipo de un brazo) No! Es el diputado Comisoli!!
PIPO: Quién?
JUAN: (Enérgico, tratando de hacer callar a todos) Juan Genaro Augusto Comisoli
Del Huerto, abogado, jurisconsulto, con postgrado at the Cambridge University...
LUCIA: Y más calentón que asfalto en el Sahara!! Já, já, já!! Hoy estoy hecha una
desquiciada!
JUAN: (Mirando de reojo a Lucía) Diputado nacional... Y próximo candidato a
presidente por nuestro partido nacional, para nuestra querida y nunca bien
ponderada patria!
PIPO: (Por lo bajo a Cacho) Candidato a presidente? Con esa cara de naranja
chupada?
CACHO: (Dándole la mano) Mucho gusto...
JUAN: Como le dije antes, el placer es enteramente mío. Usted lo va a hacer?
CACHO: Qué cosa?
JUAN: Cómo qué? El reportaje!
CACHO: Eh? Ah, sí! Claro, el reportaje...
PIPO: Vos? Un reportaje? Para dónde?
CACHO: Bueno, para... (A Juan) Ustedes saben para dónde es, no?
LUCIA: Por supuesto! Para el diario más importante y coimero del país!! Já, já...!!
(Señalando a Juan) Cada nota para éste, nos cuesta un huevo y medio!
CACHO: Bueno... por lo visto... (Pausita. Lo mira. Sonríe casi con tristeza)
Ustedes no se acuerdan de mí, no?
JUAN: (Lo mira más fijo, de arriba a abajo) Debería??
CACHO: Creo que sí.
LUCIA: (Se le aproxima y le apoya la cola) No sé... Lo siento conocido!!
De dónde...?? Ya sé!! Cuando viajaba en colectivo a las seis de la tarde!!
(Se tienta y ríe) Já, ja, ja (Vuelve a beber)
JUAN: Hummm... (Pensando) Nos vimos en el diario o tal vez en alguna
conferencia de prensa?
CACHO: No, no... Hace un año, yo fui a verlo a su despacho, porque me estaban
desalojando de casa, por la hipoteca, se acuerda?
JUAN: Caramba! Lamentablemente no lo recuerdo. Qué desafortunada situación!!
... Debería chequear los registros con mi secretaria. Atendemos cientos de casos de
éstos cada día!! Habrá notado que esta crisis está haciendo estragos!! Y qué pasó
finalmente?
CACHO: Usted me mandó decir por su secretaria, que no tenía tiempo para
dedicarme... y me echaron de mi casa. Pero eso no fue lo peor. No solamente el
banco se quedó con la casa y la remataron, sino que todavía tengo que seguir
pagándole la hipoteca al banco, por la deuda que queda, durante ocho años, porque
eso decía la letra chiquita!!
JUAN: Caramba, caramba, qué contrariedad, no Lucía??!
LUCIA: Lo recagaron, báh!
CACHO: Eso mismo pensé yo!!
JUAN: No se imagina cuánto lo lamento!! Cada vez que escucho casos como el
suyo, cada vez que descubro este tipo de hechos, siento una opresión en el pecho,
que...! Acontecimientos como éstos, son situaciones in extremis, que nos agobian
cotidianamente! Es la crisis!!! Nadie escapa a sus terribles y despiadadas garras!!
Incluso nosotros, nos vimos en la necesidad... Qué digo necesidad? En la
obligación moral, de recortar nuestros gastos de representación parlamentaria en un
2 por ciento!! Pero hagamos una cosita... no se preocupe. Para eso estoy yo! Le
prometo que después de las elecciones, cuando sea presidente, yo mismo, en
persona, le voy a conseguir otra!
PIPO: Otra casa??!
JUAN: No! Otra hipoteca! Pero a muy bajo interés!!
PIPO: (Se le acerca en canchero) Sabe una cosa?
JUAN: (Se aleja de él, un tanto temeroso) Qué?
PIPO: Nosotros el otro día, estuvimos hablamos con los muchachos del barrio!
JUAN: Sobre mi candidatura?
PIPO: (Provocándolo cara a cara) No, exactamente... Vamos a llevar al gobierno a
todas las putas del país! Para que sus hijos no tengan lugar!!
(Cacho lo separa suavemente y lo aleja de Juan)
LUCIA: Quiere decir que voy a ser parte del gobierno???!! Já, ja, ja...!!
CACHO: Pipo! (Pipo se calma y se repliega hacia un costado) No hace falta...
Dejalo así!
JUAN: Debido a mi investidura parlamentaria y a que está en juego el porvenir de
la patria, voy a hacer de cuenta que no he escuchado nada...!
CACHO: (Guiñándole un ojo a Pipo, por lo bajo) Yo no.
JUAN: (A Cacho) Bien... espero que esta desafortunada confusión, con el primate,
no altere nuestro cometido.
CACHO: Quédese tranquilo: “nuestro” cometido está intacto. Es más... acaba de
incrementarse... Soy un profesional!!!
JUAN: Excelente. (Señalando hacia las habitaciones de arriba) Si gusta, podemos
hacer el reportaje en el balcón terraza que tenemos arriba, ya que el día amerita un
poco de aire puro y mientras tomamos algo, le parece?
CACHO: (Mientras van subiendo por escaleras) Con todo gusto...
JUAN: Lucy, querida... Qué nos podés traer para tomar?
LUCY: Copas de vidrio!!! Já, já, já...!!!
JUAN: (A Juan) Eso sí, (Señalando disimuladamente a Pipo) sin el primate!
CACHO: No hay problema. (A Pipo) Vos esperame acá, que voy a...
terminar con algo importante...
PIPO: Hacé nomás! Mientras yo voy a seguir con “nuestro” cometido!
CACHO: (A Juan) Me gustaría saber todo sobre su vida... para el reportaje, digo,
no? (Salen por habitaciones de arriba.)
LUCIA: (A Pipo, mientras se dirige al bargueño con la camisa abierta y le muestra
los pechos con el corpiño como en chiste) Vos querés tomar algo, papito??
PIPO: No, gracias... Yo ya tomé la leche en casa! (Lucía llega casi tambaleando
hasta detrás del bargueño, intentando sostenerse en pie, pero de pronto cae
estrepitosamente, desapareciendo detrás del mostrador. Pipo mira a todos lados y
va hacia donde está ella. Por puerta de cocina vuelve a aparecer Eladio, pero ahora
un poco más apurado, yendo hacia el baño)
ELADIO: Ayayayayyy!! Me parece que no llego!! Me parece que no
llegooooo...!!! Abran pasoooo!!! (Eladio sale por baño mientras Pipo ayuda a
incorporarse a Lucía.)
LUCIA: (Tambaleante) Adónde no llegás?
PIPO: (Abrazándola y tratando de llevarla hacia el centro, tomada por la cintura.
Lucía no puede mantenerse en pie) Tengo la sensación que se le fue un poco la
mano con la bebida. Sería bueno que no tome más!
LUCIA: Te prometo y te juro por Dios y la patria... que no voy a tomar más!! Pero
menos tampoco!!! Já, já, já!! Y si no es así, que Dios y la patria me lo demanden!!!
Já, já, já!! El día que a Dios y a la patria se les ocurra demandar a los políticos
corruptos, vamos a tener setecientas setenta y siete mil demandas por día!!! Já, já,
já!! (Cantando como la cumbia) Setecientas setenta y siete mil demandas por
díaaaa…!!!
(Pipo la sienta en el sillón de un cuerpo que da espaldas a escritorio, quedando de
pie delante de ella. Lucía, sentada, tambalea como para caerse hacia adelante, casi
golpeándole los testículos con la frente por el mareo. Pipo la sostiene por los
hombros y la empuja delicadamente hacia atrás, pero otra vez ella se tambalea
hacia adelante, y el juego se repite varias veces mientras ocurre la escena)
PIPO: Trate de quedarse sentadita un ratito. No se bambolee tanto que le puede
hacer mal!
LUCÍA: (Sacándose la blusa y quedando en corpiño) Qué calor!!! Me sube un
fuego por todo el cuerpo que...!!
PIPO: No! No se saque nada! Mire si viene alguien??
LUCIA: Tengo mucho calor!! O lo que es lo mismo... estoy más caliente que
cenicero de lata!!! Já, já, já!!!
PIPO: Si quiere yo le preparo un cafecito. Negro, bien cargado!
LUCIA: Eso!! Eso es lo que me hace falta!!
PIPO: Le hago un cafecito cargado?
LUCIA: No, un negro!!! Metro noventa, por lo menos! Já, já, já!! Sabias palabras
las de mi vieja: Cada hombre es un mundo...! Por eso yo estoy haciendo turismo!!!
Já, já, já... Hoy estoy sin control!!
PIPO: Ya me dí cuenta!! Hágame caso... No se mueva tanto que le puede hacer
mal!
LUCIA: Aahhhhhh!!! Siento que todo me da vueltas... en la cabeza y en el
estómago!!! (Ella queda arqueada hacia adelante, apoyando su frente en el bajo
vientre de Pipo, y comienza a tener arcadas, lo que le origina movimientos rítmicos
y casi convulsivos) Vio?? Qué le dije...?? Empezó con las arcadas! Vio que yo
tenía razón?! Al final le hizo mal!! Respire hondo, que eso la tranquiliza!!! (De
escritorio sale Adelfo, sigilosamente, casi en puntas de pie, como para no ser oído
desde adentro y se queda tieso al ver a Pipo y la espalda de Lucía) Despacito...
despacito... eso es... más hondo... trate que sea cada vez más hondo... Un poquito
más... ahí va...!
Eso...!! Con cuidado, eh? Lo único que me falta es que me enchastre todo el
pantalón nuevo!! (A Adelfo se le hace agua la boca y le hace mohines.
Pipo lo observa sin entender) No! estee... No vaya a pensar mal, eh?
ADELFO: Al contrario!
PIPO: La estaba ayudando a... hacer provechito!
ADELFO: No me diga?? Se atoró con algo muy grande??!
PIPO: No! Bueno, si! Más o menos! Tampoco es cuestión de andar
fanfarroneando... Aunque en el barrio siempre me llamaban “Mesa de espiritista”
porque decían que tenía tres patas!
ADELFO: Tres patas??! Pero mire usted lo que son las casualidades! Yo soy
pedicuro matriculado!
PIPO: Ahhh, ahora entiendo...! Discúlpeme, no se ofenda... pero a mí me gustan
las polleras.
ADELFO: Ya veo… preferís a esas… (Melodramático) No me dejás otro camino!
(Se va cabizbajo hacia escaleras arriba por el fondo.)
PIPO: Y ahora qué hago con vos?? (Pipo mira a todos lados sin saber qué hacer
con Lucía, que está casi como desmayada) No te puedo dejar así! A ver? Si me
ayudaras un poquito para levantarte...! (Intenta levantarla, pero es como un peso
muerto. Lucía cae sobre el sillón grande, como si estuviera recostada. Pipo no sabe
cómo agarrarla. La toma de las piernas e intenta levantarla desde allí, pero
trastabilla y le arranca la pollera, dejándola en bombacha. Pipo cae encima de ella,
que había quedado con las piernas abiertas, pero en posición de 69, justo en el
momento que, por puerta de escritorio, aparece Betina aplaudiendo, pegando
grititos y haciendo ruido como Adelfo)
BETINA: Aeaaeee, aeéeeeaaeeee!! Adelfo!! Porqué desaparecés cuando más te
necesitamos?? (Advierte a Pipo que la mira inexpresivo) Ayy!!!
Perdón!!! No quise interrumpir!!! Sepan disculpar!!!
PIPO: No!! No interrumpe nada!!! Es más yo necesitaría un poquito de ayuda,
para...
BETINA: Les juro que nada me gustaría más!! Pero mi obligación es allá adentro,
y el jefe es el jefe!!! Sigan nomás...! En todo caso después... si le quedan fuerzas...
en fin... Permiso!!! (Llamando hacia todos lados) Adelfo!!!! Dónde te metiste???!!
Porqué tengo que hacer tu trabajo??!
(Vuelve a salir por escritorio, desde donde se escucha otra flatulencia)
PIPO: No hay caso... Yo tengo una puntería para la desgracia! (La mira a Lucía) Y
ahora qué hago con vos? (Señalando la tercera puerta a la izquierda, la carga al
hombro y la lleva hacia allá) Si te recuesto en la piecita de la mucama, vos no te
ofendés, no? Qué se va a ofender, si ni sabe cómo se llama! Está más chupada que
naranja de preso!! (Sale por puerta de dependencia de servicio con Lucía al
hombro. Por puerta de baño, sale Eladio, con un saco y pantalón iguales a los que
traía antes, pero tres talles más grandes para dar la sensación que adelgazó)
ELADIO: (Tambaleando y tomándose de los muebles para no desfallecer. Habla
hacia todos lados aunque no hay nadie) Acá estoy... No se preocupen por mí!!
Estoy bien... Es sólo que tengo el estómago un poco flojo... Más que flojo, lo tengo
derretido!! Me deshidraté un poquito, eso sí... pero estoy bien... nada que no se
pueda recuperar con un poquito de agua! (Toma la botellita que dejó Cacho sobre
el bargueño, y se la bebe de golpe, sediento) Ahhhh!!! Ahora sí...!! Tiene gusto a
sales minerales! Con sales minerales me va a hacer bien!! Bueno... voy a seguir
con el trabajito... (Llega con mucho trabajo hasta la cocina y sale. Por puerta de
dependencias, aparece nuevamente Pipo con el hombro dolorido)
PIPO: Chiquita, pero pesada! Debe ser de tanto alcohol!! (Por escaleras baja Cacho
muy entusiasmado)
CACHO: Pipo!! Pipito mío!! No sabés!!
PIPO: No me digas nada... Te consiguió otra hipoteca?!
CACHO: Mucho mejor que eso!! Me está dando todos los detalles de su casa!!
PIPO: Para qué? Se la vas a decorar?
CACHO: No, infeliz!! Tengo todos los detalles! Cuando están en la casa, quienes,
porqué, horarios, fechas, integrantes de la familia, amigos... Todo, entendés??
PIPO; No me digas nada!! Le vas a organizar la agenda!!
CACHO: (Pausita. Lo mira un tanto severo) Vos sos tan estúpido, que el día del
padre le llevás un regalo al cura del pueblo, no??
PIPO: Eh, che!! Porqué me insultás??
CACHO: Pipo querido... Decirte estúpido no es un insulto... Es un diagnóstico!!
PIPO:(Contento lo abraza) Ahhh... entonces sí!
CACHO: (Armándose de paciencia) Pensá un poquito! Te prometo que no te va a
doler!! Hacé un mínimo esfuerzo!! Si tenemos todos esos datos... Podemos
organizar el afano del siglo!!! Sabés las cosas de valor que debe tener éste?? Va a
ser mi gran venganza!! Entendés ahora?? (Mirando a su alrededor) Y qué pasó con
la secretaria? Por qué no llevó las bebidas? PIPO: Porque se las tomó ella!!
(Señalando al fondo) Ahora está durmiendo la mona, allá!
CACHO: Bueno, no importa. Traenos algo vos, que yo quiero que éste se siga
cebando y me cuente todo! Okey??
PIPO: Okey!
CACHO: (Cacho vuelve a subir las escaleras mientras se va cantando en ritmo de
salsa) Todo, todito, todo!! Todo, todito, todo!! (Cacho sale por escaleras de
izquierda adelante. Cuando terminó de salir, suena fuerte una música tipo show, a
elección del director, preferentemente cantada por una mujer, y por escaleras de
atrás a la derecha, aparece Adelfo, vestido como mujer, con pollera y peluca. Va
haciendo la mímica de la canción, mientras va bajando las escaleras. Lo hace muy
sensualmente, y sin quitarle la vista de encima a Pipo, que a su vez lo mira sin
poder creer. Cuando llega a su lado, Pipo está tieso, con temor a moverse)
PIPO: Disculpe la indiscreción… usted es la hermana del muchacho que estuvo
acá recién?
ADELFO: No. Yo no tengo hermana.
PIPO: Lo estaba sospechando…
ADELFO: Y...? Ahora que tengo pollera, me vas a dejar que te haga una sesión de
pedicuría??
PIPO: No haced falta. Cuando llego a casa yo pongo los pies en la pangalana y
listo!
ADELFO: Palangana.
PIPO: Es lo que yo dije. En la pangalana.
ADELFO: Pangalana, no. Palangana.
PIPO: Y yo qué dije? Pangalana!!
ADELFO: Palangana!!!!
PIPO: Pangalana!!!
ADELFO: (Casi gritando) Palangana!!!!!
PIPO: (Nervioso. Entrando en duda) Panlagana!! Ganpalana!!!
Napalgama!!! Palganama!!! Nagalpama!!! Laganpama!!!
ADELFO: (Le tapa la boca, harto) En la fuente!!!
PIPO: Eso… porque vio que ahora está de moda, eso de los pescaditos que te
chupan los pies?
ADELFO: Bueno, no es exactamente eso, pero bué…
PIPO: Entonces yo también lo hago en casa!
ADELFO: Consiguió esos pececitos?
PIPO: En realidad, no había… Así que compré dos cangrejos! Lo que tiene de
bueno es que cuando te hacen así de golpe (Seña con las manos de tenazas), te
cortan las uñas al mismo tiempo!! Eso sí, no te quedes dormido, porque el
cangrejito se te sube por la pierna. El otro día me pasó y me desperté gritando,
agarrado del ventilador de techo…!!!
ADELFO: Y no querés que yo sea tu cangrejito? O tu sirenita?
PIPO: Bueno, yo... Preferiría cangrejo, porque sirena, me hace acordar a la cana!!
ADELFO: (Entusiasmado) Ay, si!! Te espero en la suite!! Esa es ideal!!
Vamos??
PIPO: Vaya yendo usted nomás y póngase cómodo. Yo enseguidita voy!
ADELFO: (Subiendo las escaleras sensualmente) No tardes!!! Te voy a estar
esperando...
PIPO: Si ve que tardo, vaya relajándose sin mí!! (Adelfo sale por escaleras arriba.
Por calle entra Penélope, con revólver en mano, desesperada, apuntado a todos
lados. Pipo se asusta y levanta las manos)
PENELOPE: Te encontré degenerado!!!
PIPO: El degenerado es él!! Yo no hice nada!!
PENELOPE: (Apuntando a un lado y otro con el arma, como buscando, sin reparar
en Pipo) Así te quería agarrar!! Con las manos en la masa!!!
Sinvergüenza!! Crápula!!
PIPO: Yo le puedo explicar, resulta que yo estaba acá...!
PENELOPE: (Le apunta a Pipo) Usted cierre la boca, entendido?!! Dónde te
metiste??!! Salí, atorrante!!! Malviviente!! Degenerado!!! (Revisa por todos lados
y luego vuelve a apuntarle a Pipo) Dónde está?? (Pipo intenta hablar pero con la
boca cerrada)
PIPO: Mmmmmmñññmmm, mmmññnnnññmm!!!
PENELOPE: No le entiendo!!
PIPO: (Haciéndole señas que tiene la boca cerrada) Mmmmmñññnn,
mmmñññnn!!!!
PENELOPE: Hable claro, hombre!!!
PIPO: Pero usted me dijo que cierre la boca!!
PENELOPE: Quise decir que te calles!! Que no hables!!
PIPO: (Igual) Mmññññnnn!!!
PENELOPE: Y ahora qué te pasa?
PIPO: Qué hago?? Me callo o no me callo??
PENELOPE: (Apuntándole con el arma en la sien) Si no me decís ya mismo dónde
está ese zanguango, te vuelo el cerebro!!
PIPO: Cuál de los zanguangos? Porque he conocido a varios!
PENELOPE: Cuál va a ser??! El zanguango más grande que existe sobre la tierra!!
Mi marido, el diputado!! (Llorando desconsoladamente) Me engaña!!! Cómo pude
ser tan ingenua??!! Y todo el mundo me lo decía!!!
Pero no... Yo no lo creía!!! Soy una estúpida!! Una estúpida!!!
PIPO: (Consolándola) Bueno... No se ponga así... No se quede con un sólo
diagnóstico. Busque una segunda opinión!
PENELOPE: Y cómo quiere que me ponga??! Me traicionó!!!
PIPO: Y si... Todos los zanguangos son iguales!!
PENELOPE: Fui hasta la oficina a buscarlo, y me cuentan que se había venido
para acá con la atorranta de su secretaria!! Lo llamo por teléfono de ahí, y el muy
caradura me dice que está en la oficina y que su secretaria está de franco!!
PIPO: Ahhh... y usted es??
PENELOPE: La esposa!!
PIPO; De la secretaria??
PENELOPE: No! Del zanguango!
PIPO: Del zanguango??
PENELOPE: Si! Yo soy Penélope!!
PIPO: No diga?? Penélope? La del bolso de piel marrón??
PENELOPE: Si. Pero como es un nombre muy largo, todo el mundo me conoce
por el apócope!
PIPO: La llaman así? Elapócope?? Es más fácil Penélope!
PENELOPE: No!! Apócope es el acortamiento del nombre. Cuando es muy largo,
se dice sólo la primera parte!
PIPO: (Se queda pensando) La primera parte de Penélope?
PENELOPE: Si. El apócope!
PIPO: (Sacando cuentas mentalmente, se asusta) Y a usted le gusta que la llamen
P... así??
PENELOPE: Me encanta!!
PIPO: Será porque es mujer!!
PENELOPE: Perdón... Pero usted quién es? No lo tengo visto!
PIPO: Ah, lo que pasa es que es la primera vez que vengo. Yo estoy acá para
hacerme cargo de la limpieza!
PENELOPE: Cómo?? Cambiaron el personal? Y la gorda??
PIPO: Está en casa!
PENELOPE: No entiendo...
PIPO: La gorda es mi hermana. !!
PENELOPE: Ahhh... ahora sí... Y??
PIPO: Y, qué??
PENELOPE: Dónde está??
PIPO: La gorda??
PENELOPE: No! El zanguango con la secretaria!!
PIPO: Ah. En las habitaciones de arriba.
PENELOPE: (Subiendo presurosa por la escalera del fondo) Seguro que en la
suite!! Ahora me va a conocer!!
PIPO: No... Oiga... Me parece que no fui muy preciso...! (Ella sale seguida de Pipo
por arriba, al tiempo que de escritorio aparecen Betina trayendo al senador muy
agitado y lo sienta en el sillón del medio)
BETINA: Vio??? Qué le dije???
SENADOR: Es un pequeño sofocón, nada más...!
BETINA: Usted ya no está para esos trotes!!! Mire cómo se ahoga!!!
SENADOR: Te digo que no es nada... Nada que no se pueda arreglar con unos
mimitos!!
BETINA: Le dije que por ahí no se hace la respiración artificial!!! Pero usted
nada!! Terco como una mula!!! Ya no aguanta ni veinte minutos, mire cómo se
pone!! (Cuando termina de sentarlo frente al público, ella se inclina sobre la mesita
ratona para preparar el jarabe, apuntándole la cola al senador que la mira y se agita
cada vez más como si tuviese un ataque cardíaco) Siéntese ahí, que yo le voy a
preparar su jarabe, como dijo el médico. Usted nunca lo quiere tomar y ya ve lo
que le pasa. Se ahoga por nada!! Y lo tengo que hacer yo, porque si vamos a
esperar algo de Adelfo, vamos muertos!! (Se escucha un disparo de arma de fuego
en off. Betina salta hacia atrás asustada, incrustándole la cola en la cara al senador
y se queda un instante mirando lo que pasa a su alrededor. De escaleras del fondo
baja Adelfo, todavía vestido como mujer y con peluca, corriendo desesperado, y va
saliendo por calle) Qué fue eso???!!!
ADELFO: Se volvió loca!!! Se volvió loca!!! Explíquenle quién soy antes que me
mate!!! Socorroooooo!!! (Sale por calle. Por escaleras del fondo baja Penélope,
revolver en mano, siguiendo los pasos de Adelfo)
PENELOPE: Yo te voy a dar, disfrazarte para que no te reconozcan!! Yo sé muy
bien quién sos!!! Atorranta!!!! Dónde está el zanguango de mi marido???!!
(También sale por calle sin ver a nadie a su alrededor. Betina se baja del sillón y
sale corriendo tras ellos)
BETINA: (Al senador que quedó inerte, sentado en el sillón, con los ojos muy
abiertos) Ya vengo, Papu! Es un segundito! Pero esto es más urgente!!! (Gritando
hacia calle) Oiga!!! Espere!!! Peny!! Ese es Adelfo!!!! (También sale por calle. Por
cocina llega muy desesperado, Eladio casi sin fuerzas. Va hasta el baño)
ELADIO: (Casi arrastrándose y desesperado) Con... permiso... tengo... otra...
urgencia.... Espero poder... llegar, por lo menos...!! Porqué... harán... los baños....
tan lejos..?? (Sale por baño. De escaleras del fondo llega Pipo y va hasta el senador
que ya está muerto en el sofá)
PIPO: Qué gente loca! Estos ricachones están cada vez más pirados! (Llega hasta
el senador y le habla a él) Y usted por qué no pone un poco de orden acá, eh? Para
eso es el más jovato!! A Usted le van a hacer caso! (Lo palmea en la espalda) Lo
de jovato es con todo cariño, eh? (El senador, por el impulso de la palmada en la
espalda, cae hacia un costado del sillón. Pipo lo mira sin entender) Qué pasó? Se
durmió?? Oiga, Don!! (Intenta un leve zamarreo) No reacciona! Que hice??! (Le
abre los párpados) Lo maté??! De una palmada??! (Se mira la palma de la mano)
Fá!! Soy un peligro!!! Si se enteran, voy a tener la palmada prohibida!! Tengo una
mano asesina!! (Se mira la mano un tanto triste y luego le habla a su palma) Se
acabó lo de sexo desenfrenado, escuchaste?? (Mira el cadáver. Lo sienta otra vez)
Y ahora qué hago?? Maté al jovato!! A quién llamo?? Y... En éstos casos se llama
a un servicio fúnebre! (Como gritando en voz baja hacia afuera) Servicio
fúnebre!!!!! No. Me parece que así no es la cosa... No habrá sido ésta, la Pene??
Capaz que también lo mató al jovato de un tiro! (Entra Betina corriendo desde
calle)
BETINA: Usted!!! Lo vio a Adelfo??
PIPO: Si!
BETINA: Dónde está??
PIPO: Está con Pene afuera!!!
BETINA: (Protestando enojada) Para qué?? Si lo tiene de adorno??!!!
(Vuelve a salir por calle)
PIPO: (Saliendo detrás de ella) Oiga! Tenga cuidado que tiene una pistola grande!!
BETINA: El país también tiene un presidente y tampoco le sirve de nada!! (Salen
los dos por calle. De habitación de servicio llega Lucía, muy tambaleante, envuelta
en una sábana)
LUCIA: No me siento nada bien!!! Nada bien!!! Disculpe senador... (Llega hasta el
bargueño, se sirve una copa y se agarra una botella de whisky. Bebe la copa. Se
sienta en el sofá del costado derecho) Pero tengo mucha sed!! (Lucía abre la
botella de whisky y se la bebe de un sorbo sin respirar) Muy rico... pero con gusto
a poco!!! (Lucía, se desploma en su sillón, desmayada. Por escaleras de adelante,
llegan Juan y Cacho.)
JUAN: (Contando un chiste) Entonces el tipo entra a la biblioteca y pregunta:
Disculpe... el libro “La vergüenza de un político”?? y el empleado le contesta: -
Segundo piso. Ciencia ficción!! (Los dos ríen a carcajadas hasta que se quedan
tiesos al ver al senador)
JUAN: Qué pasó acá?? Senador!!! Lucía!!! (Cacho les toma el pulso a ambos)
Qué es esto??!! No puede ser!!! Hace un rato no había nadie acá!!
CACHO: (Por Lucía) Esta no tiene nada, solamente está en pedo... Hasta acá se le
siente el olor a alcohol... (Por el senador) Pero éste... ya dejó la guitarra y está
tocando el arpa!!
JUAN: (Sin poder contener la alegría) Se murió el senador????? Vamos
todavía!!!!! (Reacciona. Se da cuenta y se pone serio) Quiero decir... Que...
vamos a tener que llamar a alguien!!! Cuánto lo lamento!!! Es una irreparable
pérdida para el país... que por mucho tiempo no logrará...
CACHO: (Cortándolo en seco) No se gaste que estamos los dos solos!!
JUAN: Tiene razón... Pero qué hacían acá... y así???
CACHO: Eso ya no importa mucho... Ahora lo mejor sería llamar un médico, no?
Para que certifique todo...
JUAN: Tiene razón! Vamos al escritorio. Mi mujer es doctora, pero lo ideal sería
llamar a otro médico... (Salen los dos por escritorio. De calle entra Betina y llega
hasta el senador)
BETINA: Senador! Senador!! ... parece que su hija enloqueció y está...
tratando... de... matar... a... (Advierte que el senador no se mueve) Senador!!! (Se
angustia y comienza a lagrimear) Qué le pasa, senador???!! (Le ausculta el pecho)
Nooooo!!! No me diga que se murió!!! No lo puedo creer!!! Senadoooooor...!!!
(Transición. Se detiene de golpe y le revisa los bolsillos) Momentito! Dónde está
mi regalito de mañana??? A ver si todavía se lo agarran los de la morgue!! (Saca
un alhajero, lo revisa y se lo guarda) Ahhhh...! Acá está!!! Lo tenías escondido,
eh?? Ahora sí... (Vuelve a llorar) Senadoooooor!!!! No puedo creer que se nos
fue!!! No somos nada!! (Se va llorando hacia cocina. Por puerta de calle entra
Pipo y va hacia ellos)
PIPO: Que se arreglen ellos, qué me tengo que andar metiendo yo... A ver si
todavía ligo un balazo!! (A Lucía le cachetea la cara) Y usted??! Oiga!! Va a ser
mejor que se despierte! A ver si los de la morgue se equivocan y se la llevan a
usted! (Lucía se inclina hacia adelante por el cacheteo y con el brazo derecho,
empuja el velador que estaba en medio de los dos sillones, sobre la falda del
senador) Mire lo que hace!! (Al estar medio enredado el cable en Lucía., Pipo se
enreda un poco y no sabe cómo volver todo a su lugar). Tenga cuidado! Casi
rompe el velador! Y ésta es una de las cosas que nos tenemos que llevar!! Vamos a
ver... este cable viene por acá... No. Mejor así. (Le pone el velador bajo el brazo al
senador) Téngame un cachito que me parece que se desenchufó! (Pipo se agacha
detrás del sillón y se produce un fogonazo en el velador, dando aparentemente un
fuerte y no breve golpe de electricidad al senador, que se sacude por la descarga
eléctrica, y lentamente comienza a mover algunos músculos. Se produjo al mismo
tiempo un pequeño temblequeo de toda la iluminación) No hay caso... me parece
que se quemó... Y encima debe haber saltado una térmica...
BETINA: (Apareciendo de cocina) Qué pasa con la luz?? Hay un corte??
PIPO: Creo que sí... Voy a revisar antes que se incendie la casa... Dónde estará el
tablero de luz?
BETINA: (Señalando) Me parece que allá arriba... (Lagrimeando y señalando al
senador) Vio lo que pasó??? Se murió!!
PIPO: Eh? Si... bué, también pudo suicidarse...
BETINA: Suicidarse???
PEPITO: Si! Hay muchas formas... La más común es de una palmada en la
espalda!!
BETINA: Hace un rato nomás estaba tan lleno de energía! Con una vida por
delante!! Y se nos fue así... Tan joven!!
PIPO: (Dudando, a ella por lo bajo) Estamos hablando de él, no?
BETINA: Por supuesto!! De ese noble corazón!! Que siempre velaba por todos!!
PIPO: Y ahora lo estamos velando a él!!
BETINA: Una pérdida irreparable!
PIPO: Eh? Si... qué va a hacer... No somos nada! (Mirando los dos al piso, como
rezando, no advierten que el senador comienza a moverse muy lentamente)
BETINA: Era tan bueno...! Tan dadivoso!!! Para mí, no era sólo un senador!
PIPO: También almorzaba?
BETINA: Un hombre con una generosidad sin límites!! Y en lo mejor de su vida,
zas! Así es la vida! Qué va a hacer...? Nos va a tocar a todos!
PIPO: Por qué? Lo van a repartir??
BETINA: Quiero decir, que tarde o temprano, nos va a pasar lo mismo!
PIPO: Qué va??!! Al primero que venga a palmearme la espalda, le doy una
trompada, que...!! Mire... Mejor yo voy a resolver el temita de la luz, eh? Y me va
diciendo si vuelve o no, Okey?
BETINA: Okey... Pero no me deje sola mucho tiempo con el... Me da un poquito
de miedo, vio? (Pipo sale corriendo por escaleras de adelante. Se produce un
apagón y queda todo a oscuras) Ayyy...!! Ahora se apagó todo!!! Y encima yo
estoy con el muerto acá!!! Apúrese, por favor!!!
PIPO EN OFF: Ahí me parece que encontré la llave!!! (Vuelve la luz y vemos al
senador con el velador bajo el brazo, parado frente a Betina que está mirando para
otro lado.)
BETINA: Ahhh! Ahora sí! Qué susto...!! Con luz es otra cosa... (Al girar, se
enfrenta de pie con el senador y pega un grito desesperada) Aaaaahhhhhh!!!!!!!
SENADOR: (Ante el grito aterrado de Betina, él tambien se asusta y grita al
mismo tiempo) Aaahhhhhhh...!!!!!! (Se vuelve a cortar la luz. Se escuchan las
voces de Juan y Cacho que llegan desde escritorio)
JUAN: Qué pasó?? Qué son esos gritos???? Quién cortó la luz??! Esto debe ser un
boicot de la oposición!!
CACHO: Ayyyyy!!! Quién puso un sillón en mi camino??
PIPO EN OFF: Se cortó la luz, pero ya la estoy arreglando!! Es un minuto nomás!!
JUAN: Lucy, sos vos??? (Vuelve la luz y vemos al senador tirado en el sofá y a su
lado desmayada Betina. A Cacho haciendo flexiones con dolor de testículos y a
Juan parado de frente. Al lado de Juan, casi como una imagen fantasmagórica, está
erguido Eladio, muy ojeroso, demacrado y con la ropa extremadamente grande que
lo mira como un zombi cara a cara. Juan se da vuelta, lo ve)
ELADIO: Aguaaaaa!!!!!
JUAN: (Grita asustado) Aaaaaahhhhhhhhh!!!!!!!!! (Se vuelve a cortar la luz. Se
escucha a Adelfo y a Penélope en off que entran de calle)
ADELFO: Socorroooooo!!! Está loca!!!! (Trans) Epa!! Qué oscuro que está acá!!
PENELOPE: Te escuché, zanguango!!! No te escondas más!! Da la cara de una
vez!! Dónde te metiste??!! Ahhhh!!! Acá estás!!!! Te agarré por fin!!! Ahora vas a
ver lo que es bueno!!! (Se escucha dos bofetadas) Tomá!!! Y tomá!!!! (Vuelve la
luz y vemos a Penélope que tiene de las solapas a Eladio, como si le hubiese
pegado a él,) Ups!! Disculpe!!!!! Lo lastimé???!! Perdone!!! Pensé que era... (Lo
suelta y Eladio se desploma sobre el sillón del costado. Penélope gira y ve a Juan
subido al sillón donde está Lucía en ropa interior. Se ofusca más. Del bolsillo
pequeño del saco de Juan, todavía asoma la bombacha. Ella se la arranca, la
enarbola y saca su revólver) Estabas ahí con esa, abyecto zanguango, repulsivo y
degenerado!!! Ahora vas a ver!!!!
JUAN: No, mi amor!!! Yo te puedo explicar!!!! (Le apunta temblorosamente y
Juan, esperando el balazo, se tapa la nariz y cierra los ojos, como quien se va a tirar
al agua. También del miedo, Adelfo se le sube a upa a Cacho)
ADELFO: Paren a esa loca!!! (Cuando se produce otro apagón.
Se escuchan dos clics, como si el arma se hubiese quedado trabada)
PENELOPE: Lo único que me faltaba!! Se me trabó la bala!! Pero por lo menos te
voy a tirar con esto!! Tomá!! (Se escucha a Cacho como si hubiese recibido un
golpe)
CACHO: Augghhhh!!!!! (Se enciende la luz y vemos a Cacho tomándose los
testículos, dolorido. En el primer sillón, Eladio tirado, casi sin fuerzas,
balbuceando algo ininteligible, Betina que intenta levantarse mareada al igual que
Lucía que mira a todos lados y a Juan sosteniendo por las caderas a Adelfo
agachado, como en pose de perritos)
PENELOPE: (Observando a Juan) No tenés límites!!!
BETINA: Qué pasó?? Yo lo soñé o el senador...?
PIPO EN OFF: Un cortesito más y ya casi lo tengo listo!!! (Se vuelve a cortar la
luz)
LUCIA: Tengo sed!!! Dónde está el vodka???
ELADIO: Aguaaaaa!!!!!!
CACHO: Podés dejarte de joder con las luces, infeliz??!!!
PENELOPE: Dónde te escondiste, degenerado??!! (Vuelve la iluminación a la
escena y vemos muy dolorido a Cacho haciendo flexiones, hablando hacia arriba a
Pipo)
JUAN: (Asomándose por debajo de Betina a quien tiene sentada encima de él)
Amorcito... hablemos como personas civilizadas, eh??
PENELOPE: Encima querés abusar de la asistente de papá??!!!
JUAN: Qué abusar?! De qué hablás??!! Si a ésta ya hace tiempo que me la...!!
(Trans. Se da cuenta de lo que dijo, Se zafa de Betina, salta del sillón y comienza a
correr en ronda alrededor, perseguido por Penélope) No!!! Quiero decir...! No me
malinterpretes!! Que la conozco hace mucho!!! Si somos como hermanos!!
PENELOPE: Con ella también, sinvergüenza??!! Yo te voy a dar a vos!!!!
ADELFO: Y yo, qué?? No me dejen afuera!!!
LUCIA: (Intentando levantarse y llegar hasta el bargueño) Puede ser un tequila
también!
JUAN: (Gritando desesperado hacia arriba) Qué pasa que ahora no se apaga la
luz???!!!
PENELOPE: Ni eso te va a salvar, zanguango!!! (Se corta la luz. Suena una
música como de película muda. Por intervalos de tres o cuatros segundos,
comenzarán a encenderse y apagarse las luces varias veces. Cada vez que se
encienden, vemos a todos y a cada uno, en una situación distinta a la anterior y
ridícula. De pronto, en medio de unos de esos apagones, se escucha otro disparo
del arma de Penélope y se enciende una luz estroboscópica (Flash intermitente) y
los vemos a todos corriendo, con golpes, caídas, discusiones, y tropiezos entre
unos y otros como si lo hicieran en la oscuridad. Al cabo de unos minutos y
cuando la música cesa y la luz estroboscópica se apaga, se escuchan los últimos
golpes y lamentos en la oscuridad. De pronto un gran silencio se apodera de la
escena por un segundo. En medio de tanto silencio, y luego que desciendan los
aplausos del público, se escucha al senador, con voz muy temblorosa, casi sin
fuerzas)
SENADOR: Adelfo... ruido...
ADELFO: (hace ruido, pero también casi sin fuerzas, como desfalleciente)
Aéeehhh... aéhhhh... ( Y se vuelve a escuchar el ruido de una flatulencia, pero con
sonido muy gracioso, también casi desfalleciente)
PIPO EN OFF: Listo!! Problema resuelto!!! (Se enciende la luz y vemos una
enorme pila humana en el medio del sillón, tirados unos encima de otros, algunos
patas para arriba, desfallecientes, doloridos y quejándose.
Por escaleras de adelante baja Pipo contento)
PIPO: Suerte que estoy yo en ésta casa para arreglar todo, eh? (Ve a todos en el
sillón) Qué pasó?? Esto está más enredado que pelea de pulpos!! Me perdí de
algo?? (Se le acerca a Cacho y lo ayuda a salir de la montaña humana) Cachito...
Estás bien?
CACHO: Si... No te preocupes... De todas formas, creo que lo mejor va a ser irse
lo más rápido posible. Yo ya tengo todos los datos que necesitaba.
PIPO: Como vos digas... Pero con una condición!
CACHO: Qué??
PIPO: Me puedo llevar el cenicero?? (Le suena un celular en el bolsillo)
CACHO: Dejá, mañana te compro uno! (Pipo atiende el teléfono)
PIPO: Hola... Qué decís, gorda? Cómo, gorda?? No te escucho, gorda, hablá más
fuerte! (Por lo bajo a Cacho como en secreto, señalando el TE) Es la gorda!! (Otra
vez al auricular) En serio, gorda?? No te puedo creer!! De dónde me hablás?? Y no
tenemos que devolver ni un centavo?? Y es todo nuestro??? Bueno, gorda, ya
vamos para allá! Chau gorda! (Corta.
Muy contento) A qué no sabés quién era??!
CACHO: Ya me di cuenta... Qué es eso de que no hay que devolver un centavo?
PIPO: (Lo abraza y lo besa) Somos millonarios, Cachito!! (Guiñándole un ojo y
señalándole disimuladamente a la pila de cuerpos del sofá) Nos hicieron una
transferencia bancaria de muchos millones! Y no se pueden devolver porque se
destaparía la olla! Así que nos la tenemos que quedar nosotros! Qué pena, no??
CACHO: (Sonriendo) Y eso te parece lindo? Le robaste su fortuna a un político!
PIPO: (Mirando al público) Por qué?? Vos pensás que alguien no va a estar de
acuerdo?? Cómo era que decía el refrán...? Quién era “el que tenía cien años de
perdón...”??
CACHO: (Toma del hombro a Pipo, mientras se van yendo por el ventanal del
fondo) Decime... Todo fue a parar a la cuenta de la gor... de tu hermana??
PIPO: Si!
CACHO: La verdad que sos un genio!! Siempre dije que tenías una mente
privilegiada!
PIPO: Cuándo dijiste eso??
CACHO: No lo dije? Pero lo pensé muchas veces! Vamos miti y miti con todo,
no?
PIPO: (Haciéndose el interesante) Si, pero primero vamos a arreglar mucha gente
en el barrio... y después... Creo que me voy a presentar como candidato...
CACHO: Candidato a qué?
PIPO: Con la petisa del kiosco! Candidato a novio! Está rebuena!!!
VOZ EN OFF: (Se escucha con golpes en la puerta de calle) Hay alguien?? Somos
los periodistas! Venimos por el reportaje!! La puerta está abierta… podemos
entrar?? (Pipo le hace señas a Cacho y ambos se van por la ventana del fondo.)
JUAN: (Fuerte hacia afuera, mientras salen) Adelante!!!!
PENELOPE: (Penélope, desde su posición, muy maltrecha, aún intenta apuntarle a
Juan, pero solo martilla sin disparar) Zanguango!!!!
ELADIO: (Muy desfalleciente en un hilo de voz) Aguaaaa….!!
ADELFO: (Igual que antes, sin fuerzas y desde su posición sin pararse) Aéeee....
Aéeeaaeee...
(Y mientras se apagan las luces lentamente, se escucha otra flatulencia, y se cierra
el

TELON

También podría gustarte